Tema11:El paciente geriátrico Tema 11: EL PACIENTE GERIÁTRICO Índice Página 1 de 10 Unidad III: cuidados de enfermería al paciente geriátrico Autopercepción de la salud en las personas mayores Prevalencia de enfermedades Características de la enfermedad en las personas mayores Envejecimiento patológico: concepto de paciente geriátrico Características del paciente geriátrico Manifestaciones de dependencia del paciente geriátrico Enlaces & Bibliografía Autopercepción de la salud en las personas mayores La valoración subjetiva del estado de salud es el primer paso en el acercamiento al conocimiento del estado de salud de las personas mayores. Su importancia es definitiva, ya que en los numerosos estudios de opinión sobre este tema, la salud representa siempre la principal preocupación de las personas de más de 65 años. Según los datos recogidos en el Informe 2000, la percepción de las personas mayores sobre su estado de salud es por lo general positiva. Un 40% de los mayores manifiesta que su salud es buena o muy buena. Pero a medida que avanza la edad, aumenta el porcentaje de aquellos que juzgan su salud en términos negativos, especialmente las mujeres, de forma que un 20% declara que su salud es mala o muy mala. Los factores que más directamente se relacionan con una percepción positiva de la salud son el nivel de estudios, los ingresos económicos y el estatus social. A medida que avanza la edad, se va produciendo un deterioro de la salud, un incremento de las enfermedades crónicas y una mayor demanda de la asistencia hospitalaria. De esta forma, el 30% de los mayores indica la presencia de síntomas relativos a problemas óseos, musculares y articulares que les limitan la realización de las actividades de la vida diaria (AVD) y más de un 60% declara padecer una enfermedad crónica. Las enfermedades crónicas degenerativas son las más frecuentes en la población mayor, pero no son éstas las que más les llevan a acudir a los centros hospitalarios. En este sentido, son los problemas circulatorios, oncológicos y digestivos los que generan una mayor demanda de atención hospitalaria. Actualmente, los mayores manifiestan una gran preocupación por los hábitos de vida saludables, son menos consumidores de alcohol y tabaco que otros grupos de la población, pero sin embargo suelen ir ganando peso corporal por relajación de hábitos alimentarios y sedentarismo. Aunque se ha producido una importante disminución en el consumo de tabaco entre las personas mayores, todavía un 10% de la población entre 65 y 75 años mantiene este hábito y un 7% de los mayores de 75 años. En cuanto al consumo de alcohol, a diferencia de lo señalado respecto al tabaco, la disminución es reducida a medida que aumenta la edad. Finalmente, los datos demuestran que sólo un porcentaje pequeño de la población realiza ejercicio físico de forma regular, porcentaje que no supera el 4% de las personas mayores de 65 años y que entre el 50 y el 60% manifiesten que no realizan ningún tipo de ejercicio físico. Prevalencia de enfermedades Los datos anteriores sobre la percepción de los mayores de su estado de salud no deben entenderse como que casi la mitad de este colectivo, que indica que su salud es buena o muy buena, no presenta ninguna enfermedad. El concepto de anciano sano implica que la persona mayor es capaz de mantener un equilibrio con el medio, que le permite ser funcionalmente activo a pesar de las numerosas modificaciones que lleva consigo el proceso de envejecimiento. Esto significa que un elevado número de personas mayores es capaz de adaptarse a los procesos crónicos que padecen y disfrutan de suficiente autonomía para llevar a cabo las AVD, tanto las básicas (ABVD) como las instrumentales (AIVD). file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 2 de 10 De esta forma, se diferencian el envejecimiento fisiológico y el patológico. El envejecimiento se convierte en un proceso patológico cuando la presencia de enfermedad, aguda o crónica, dificulta o impide la adaptación física, psíquica y social de la persona mayor al medio que le rodea, provocando situaciones de pérdida de autonomía o de total dependencia. Lo fundamental del proceso de envejecer es la disminución de la capacidad de adaptación y de reserva que tiene la persona mayor, de manera que cualquier situación que suponga una sobrecarga física, psicológica y/o social podría provocarle un desequilibrio, haciéndose presente la enfermedad. Las enfermedades que con mayor frecuencia afectan a las personas mayores no difieren sustancialmente de las padecidas por los adultos. Sin embargo, muchos de los procesos patológicos que se presentan con alta incidencia en la vejez son consecuencia inmediata del deterioro funcional y orgánico que implica el envejecimiento. No hay que olvidar que un 60% de las personas mayores de 65 años presenta algún tipo de problema de salud, generalmente crónico, y casi un 30% dos o más procesos crónicos. Según datos obtenidos en las Encuestas Nacionales de Salud, realizadas en 1995 y 1997, destacan como problemas de salud más prevalentes en la población mayor de 65 años los siguientes: n n n n hipertensión arterial hipercolesterolemia diabetes mellitus enfermedades cardiacas En la encuesta CIS-IMSERSO de 1998, los datos señalan como enfermedades más prevalentes en los mayores de 65 años: n n n n patología osteoarticular (47%) hipertensión arterial (35%) enfermedades cardiacas (32%) problemas respiratorios (20%) Más enfermos crónicos viviendo más tiempo generan mayores cargas familiares, sobre todo aquellos que presentan enfermedades neurodegenerativas, oncológicas y osteoarticulares. El avance en la tecnología sanitaria ha conseguido que estos problemas no sean mortales a corto plazo, alargando la vida pero sin restaurar en la mayoría de las ocasiones su funcionamiento, lo que genera situaciones de fragilidad y dependencia. La necesidad de ayuda para la realización de las AVD se sitúa entre un 12% de los mayores con dependencia moderada y grave y un 26% si se incluye la dependencia leve. A partir de los 75 años, casi la mitad de la población tiene dificultades para algunas AVD (básicas o instrumentales). Según los datos aportados por la última "Encuesta de discapacidades, deficiencias y estado de salud" (INE, 1999), el 32% de los mayores de 65 años tienen alguna discapacidad y de ellos, casi el 70% tienen dificultades para realizar las AVD. En cuanto a las causas de mortalidad de la población mayor de 65 años, que es uno de los indicadores utilizados para medir el nivel de salud de la población: n n n n Un tercio de las defunciones son debidas a problemas circulatorios, destacando en este grupo las enfermedades cardiovasculares, con mayor prevalencia en los varones, y las cerebrovasculares, más prevalentes en las mujeres. La segunda causa son los tumores, observándose un avance significativo de defunciones por este motivo en los últimos años. En tercer lugar, las enfermedades respiratorias, principalmente neumonía, bronquitis, enfisema, asma y gripe. Las enfermedades mentales/nerviosas. A la vista de estos datos se puede hablar de una clara transición epidemiológica, ya que hace 50 años las causas de mortalidad en los mayores de 65 años eran, por este orden, las enfermedades circulatorias, respiratorias e infecciosas, y, en la actualidad, estas últimas han dado paso a las enfermedades degenerativas. Hay que señalar, sin embargo, que diversos epidemiólogos han dudado de la conveniencia de file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 3 de 10 valorar esta variable en la población anciana, debido a la cantidad de estados patológicos que coexisten en las personas mayores, junto con la dificultad de registrar las posibles causas de mortalidad. En cuanto a la morbilidad hospitalaria, que sigue un patrón similar a las causas de muerte, se centra en enfermedades circulatorias, respiratorias, oncológicas, mentales y digestivas. Un tercio de los ingresos hospitalarios corresponden a personas mayores de 65 años y éstos ocupan casi la mitad de las estancias hospitalarias. Características de la enfermedad en las personas mayores Como ya se ha dicho las enfermedades en el anciano pueden ser las mismas que en el adulto y no existen enfermedades exclusivas de esta etapa del ciclo vital. Lo que sí que cambia es la frecuencia de la enfermedad, ya que existen enfermedades más prevalentes en las personas mayores, tales como los problemas osteoarticulares, las enfermedades cardiovasculares, las infecciones respiratorias, los tumores, las demencias, etc. También es distinto el sujeto en el que se asienta la enfermedad, ya que la persona mayor tiene menores defensas y una menor capacidad de adaptación y de reserva. En el anciano, no resulta fácil determinar hasta cuánto son cambios debidos al proceso fisiológico de envejecimiento y cuánto se trata de la presencia de la enfermedad. Por otra parte, las enfermedades en los ancianos suelen ser menos expresivas que en los adultos, siendo frecuente que las manifestaciones clínicas se presenten con ciertas peculiaridades que dificultan el diagnóstico médico. La sintomatología en el anciano puede presentarse de forma: l FRUSTRADA O INCOMPLETA. En el anciano, la enfermedad puede no presentar todos los signos y síntomas que habitualmente la definen. Es frecuente, por ejemplo, la ausencia de fiebre en los procesos infecciosos o la ausencia de dolor en la cardiopatía isquémica. l ATÍPICA La sintomatología es atípica en muchas enfermedades, apareciendo signos o síntomas que no se identifican con un proceso patológico concreto. Así, es frecuente encontrar en los pacientes ancianos un infarto agudo de miocardio sin dolor, sobre todo en diabéticos, y que manifiestan como principal síntoma la disnea. l BANALIZADA O LEVE Muchos ancianos atribuyen sus síntomas a las molestias inespecíficas que relacionan con el propio envejecimiento y frecuentemente los describen de forma ambigua o les dan poca importancia; situación que puede dar lugar a que un proceso patológico pase desapercibido y no sea correctamente diagnosticado y tratado. l SILENTE En ocasiones, la enfermedad no viene acompañada de síntomas y se detecta de forma casual durante una exploración rutinaria. Respecto a la sintomatología que habitualmente se presenta en las personas mayores enfermas, los síntomas que más cambian son los siguientes: l DOLOR El umbral del dolor es mayor en las personas mayores por lo que la sensación dolorosa está disminuida, siendo frecuente la ausencia de dolor en algunos procesos file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 4 de 10 patológicos. (Ej.: abdomen agudo). l FIEBRE La temperatura corporal es inferior en el anciano como consecuencia de la alteración en su mecanismo termorregulador, por lo que la presencia de fiebre es poco frecuente. Una elevación mínima de la temperatura o febrícula debe ser considerada un signo clínico relevante. l TAQUICARDIA Es un signo frecuente en el anciano enfermo y puede ser el único que se manifieste en algunas enfermedades graves, no sólo del sistema cardiocirculatorio, sino también de los sistemas respiratorio y digestivo. l POLIURIA, NICTURIA Y POLAQUIURIA La presencia de estos síntomas en el anciano puede indicar una infección urinaria, sobre todo si se acompañan de disuria, pero también puede ser el resultado de una hipertrofía de próstata o del tratamiento con diuréticos. l DISPESIAS Son frecuentes en los ancianos tras la ingesta de alimentos debido a la disminución de los enzimas gástricos y el déficit de ácido clorhídrico, sin embargo en ocasiones pueden indicar la presencia de cuadros abdominales. l DIARREA Y ESTREÑIMIENTO Están relacionadas con los hábitos dietéticos y el estilo de vida, y con procesos de malabsorción y disminución de la motilidad intestinal propios del envejecimiento, aunque también pueden relacionarse con procesos patológicos abdominales. l INCONTINENCIA DE ESFÍNTERES Es un síntoma frecuente en los ancianos, que no debe entenderse como resultado del envejecimiento fisiológico, sino que se presenta en ancianos con deterioro mental o secundario a enfermedades agudas y, en determinadas ocasiones, como consecuencia de factores psicosociales. l ASTENIA Cuando el anciano manifiesta fatiga, es importante descartar la presencia de situaciones clínicas tales como la anemia, el desequilibrio hidroelectrolítico y la infección, y no atribuirla a la edad avanzada. En algunos casos puede ser resultado de los efectos secundarios de determinados fármacos. l DISNEA Su significación clínica se debe considerar cuando aparece en estado de reposo o de mínimo esfuerzo, ya que es un síntoma habitual en ancianos de edad avanzada sin patología. l EDEMA Cuando se presenta en las extremidades inferiores puede indicar la presencia de trastornos venosos, aunque también puede estar presente en situaciones de normalidad en personas mayores de edad avanzada. l TINNITUS file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 5 de 10 El zumbido de oídos es frecuente, sobre todo en mujeres ancianas, sin que exista evidencia de patología. l TEMBLOR Muchos ancianos presentan temblor intencional sin que sea indicativo de enfermedad neurológica. El temblor característico de la enfermedad de Parkinson es de reposo y se minimiza con la actividad. l TRASTORNOS DEL SUEÑO Es frecuente en las personas mayores la alteración del ritmo del sueño, muchas veces ocasionada por molestias somáticas o estímulos ambientales. l TRASTORNOS MENTALES Principalmente olvidos y pérdida de memoria reciente son atribuibles al proceso de envejecimiento, especialmente en ancianos de edad muy avanzada. Los cuadros confusionales agudos son muy frecuentes en los ancianos enfermos y, en muchas ocasiones, son debidos a un cambio de estancia o ingreso en el hospital. l PRURITO Se expresa como un picor generalizado que predomina en el tronco y en la raíz de las extremidades sin que exista evidencia de patología, aunque en ocasiones puede ser secundario a trastornos como la diabetes, la insuficiencia renal, etc. Envejecimiento patológico: concepto de paciente geriátrico La persona mayor puede verse aquejada por cualquiera de las enfermedades que afectan a los demás individuos. Sin embargo, no todas las personas mayores enfermas se pueden considerar pacientes geriátricos. Muchos ancianos padecen enfermedades que se manifiestan con pocas variaciones respecto a otros grupos de edad y, por tanto, requieren la misma atención que hubieran necesitado en etapas anteriores de su vida, no precisando una asistencia geriátrica especializada, a no ser que su capacidad de respuesta frente al proceso patológico se vea desestabilizada. Como ya se ha visto, la edad, por si sola, no define la vejez, ni tampoco al paciente geriátrico. El envejecimiento fisiológico comienza mucho antes de los 65 años de edad, lo determinante es la capacidad de respuesta ante las situaciones que comportan una agresión, como la presencia de enfermedad. De esta forma, una persona mucho antes de llegar a sexagenaria podría considerarse un paciente geriátrico como consecuencia de un envejecimiento patológico y por el contrario un anciano de edad avanzada en el que la adaptabilidad y la capacidad de respuesta están conservadas eficazmente, dificilmente puede ser considerado como tal. Las personas mayores pueden clasificarse, atendiendo a sus necesidades de atención de salud, en los siguientes grupos: n PERSONAS MAYORES SANAS Personas de 65 y más años que no presentan enfermedades crónicas sintomáticas ni otros problemas importantes de salud. n PERSONAS MAYORES ENFERMAS Personas de 65 y más años que presentan alguna afección aguda o crónica no invalidante y que no cumplen los criterios de paciente geriátrico. file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 6 de 10 Los dos grupos anteriores se diferencian de los adultos sólo en la edad y la problemática de la enfermedad que padecen puede ser adecuadamente atendida y resuelta en los servicios sanitarios tradicionales. n ANCIANO FRÁGIL Personas mayores enfermas que residen en la comunidad y que, sin cumplir todavía criterios de paciente geriátrico, se encuentran en un equilibrio inestable que les ocasiona un riesgo de incapacidad o una cierta incapacidad leve. Los factores que determinan a un anciano como frágil son: -edad superior a 75 años -viven solos o acompañados de otra persona mayor -han sido hospitalizados en el último año -siguen un tratamiento farmacológico, con uno o varios medicamentos -sus recursos socioeconómicos son limitados -precisan atención profesional domiciliaria n PACIENTE GERIÁTRICO Se considera paciente geriátrico a la persona mayor que cumple tres o más de los siguientes criterios: -edad superior a 75 años -presenta pluripatología -su enfermedad tiene un carácter invalidante -su evolución está condicionada por factores psíquicos y/o sociales -requiere institucionalización Este es un grupo de pacientes que plantea problemas especiales y que requiere una asistencia geriátrica integral y especializada. Características del paciente geriátrico El paciente geriátrico presenta determinadas connotaciones que requieren una consideración especial, por su incidencia en la atención que deberá recibir por parte de los profesionales especializados: n PLURIPATOLOGÍA La enfermedad se suele presentar de forma única o aislada en los adultos y en los ancianos, sin embargo, en estos últimos lo más habitual es encontrar varias enfermedades que se presenten conjuntamente y que afecten a varios órganos y sistemas, interrelacionados o no. En general, se puede decir que en el anciano la existencia de un proceso patológico facilita la aparición de otros. Los factores que predisponen la pluripatología en las personas mayores son: -la alteración de la homeostasia: en situaciones basales o de reposo el anciano es capaz de mantener el equilibrio con el medio interno, pero en situaciones de estrés, como una enfermedad o una intervención quirúrgica, la homeostasia se altera. -la interacción de los sistemas orgánicos. -los largos períodos de latencia de muchas enfermedades que afectan al anciano, que hacen que se pueda superponer cualquier otro proceso agudo. file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 7 de 10 -el déficit del sistema inmunológico de las personas mayores. -la inmovilidad que en algunos ancianos puede provocar graves alteraciones en distintos órganos y sistemas. n POLIFARMACIA Como consecuencia de la pluripatología, lo habitual es que el anciano tenga prescritos un número elevado de fármacos, siendo difícil que no exista una interacción farmacológica o que incluso no estén contraindicados para la enfermedad que presenta. A esta situación hay que sumarle que en las personas mayores es frecuente la automedicación, más de un 20% de los ancianos se automedican y hacen un uso inadecuado de tranquilizantes y analgésicos, resultando difícil la retirada por parte del médico de los fármacos que forman parte de su arsenal particular, ya que se produce una alta resistencia del paciente. n PRONÓSTICO MENOS FAVORABLE En general, el pronóstico de la enfermedad es menos favorable que en el joven y en el adulto, lo que resulta lógico si se tiene en cuenta que la enfermedad se asienta en un organismo con menores defensas, con alteraciones orgánicas y sistémicas propias del envejecimiento, y, lo más probable, con la presencia de otras enfermedades crónicas. n TENDENCIA A LA INCAPACIDAD La mayoría de las enfermedades de los ancianos son crónicas o degenerativas, si bien en algunas ocasiones la enfermedad aguda se acaba cronificando por la disminución de la respuesta inmunitaria. Las enfermedades crónicas, en muchas ocasiones, originan limitaciones funcionales que incapacitan para la realización de las AVD y provocan en la persona mayor manifestaciones de dependencia que requieren ayuda parcial o total de otra persona. n MAYOR INFLUENCIA DE FACTORES PSICOSOCIALES Gran parte de los ancianos presentan algún tipo de problemática social o condicionantes psicológicos que se van a agravar en situación de enfermedad y que, en muchas ocasiones, acaban convirtiéndose en el principal problema para lograr un estado de salud aceptable. n MAYOR INCIDENCIA DE COMPLICACIONES POTENCIALES Es frecuente que el anciano enfermo presente complicaciones graves que a veces pueden llegar a ser más importantes que la propia enfermedad y que pueden llevar a situaciones de cronicidad y/o incapacidad o a la muerte. Manifestaciones de dependencia del paciente geriátrico Muchos procesos patológicos que presenta el paciente geriátrico cursan con complicaciones graves que van a influir de forma inmediata en las posibilidades de autonomía, llevando al anciano a situaciones de dependencia por lo general involutivas. Las manifestaciones de dependencia más comunes son: n INMOVILIDAD Situación en la que se produce una reducción importante de la actividad física y de la capacidad para desempeñar las AVD por deterioro de las funciones motoras. file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 8 de 10 La inmovilidad o hipoactividad es consecuencia de las alteraciones musculoesqueléticas consecutivas a procesos patológicos, enfermedades incapacitantes o determinadas conductas y actitudes del paciente geriátrico; potenciada además por el propio proceso de envejecimiento. Determinadas enfermedades que afectan a los sistemas neurológico y osteomuscular, como la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares, las fracturas o la demencia, junto a ciertos determinantes psicológicos, como el temor, la soledad, la pereza o la pérdida de la autoestima, pueden llevar al anciano a una situación de inmovilidad. Otros motivos pueden ser la administración de fármacos sedantes o la permanencia del anciano en un medio que presenta dificultades para la movilidad. Las repercusiones de la inmovilidad son múltiples: disminución de la capacidad ventilatoria y acúmulo de secreciones bronquiales; pérdida del tono muscular y aparición de contracturas articulares y dolor; hipotensión ortostática y éstasis venoso; formación de cálculos vesicales; úlceras por presión; estreñimiento; aislamiento social; etc. Úlceras por presión Son lesiones de origen isquémico localizadas en la piel y tejidos subyacentes, con pérdida de sustancia y producidas por una presión prolongada o fricción entre dos planos. La inmovilidad secundaria al proceso agudo y a la hospitalización son los principales factores de riesgo de padecer úlceras por presión. La falta de higiene, la incontinencia y la deficiente alimentación e hidratación facilitan la aparición de las úlceras por presión. La localización más frecuente es en el sacro y en los talones, pero pueden aparecer en cualquier otra zona. El tamaño y gravedad de estas úlceras, sobre todo las localizadas en el sacro, hace que muchas veces sean irreversibles y originen la muerte por infección y sepsis. Contracturas articulares La inmovilidad prolongada de una articulación origina secundariamente acortamientos musculotendinosos y fibrosis interarticular, ocasionando una deformidad articular con la correspondiente incapacidad o limitación funcional. Tromboembolismos Todos los procesos que determinan éstasis venoso, como la inmovilidad, la insuficiencia cardiaca, la sepsis, los traumatismos, etc., pueden ocasionar esta complicación de extraordinaria frecuencia en el paciente geriátrico si no se toman las medidas preventivas necesarias. n ESTREÑIMIENTO Se define como el retraso o dificultad para la emisión de heces, considerando como hábito defecatorio normal el comprendido entre tres deposiciones no líquidas al día y una deposición cada tres días, indoloras y con sensación de evacuación completa. El estreñimiento es común en el anciano, pero puede ser resultado de la inmovilidad o secundario a determinados procesos patológicos por lo que hay que descartar siempre una causa orgánica. También puede producirse como consecuencia de la acción de determinados fármacos, como antidepresivos o sedantes. n iNCONTINENCIA Es la pérdida involuntaria de orina y/o heces asociada con incapacidad para ir al file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 9 de 10 retrete o utilizar sus sustitutos, en el tiempo necesario, debido al deterioro de las funciones físicas o cognitivas, la falta de motivación o la existencia de barreras arquitectónicas. La incontinencia puede ser consecuencia de un déficit de la inhibición cortical, como ocurre en la enfermedad cerebrovascular o en determinadas enfermedades degenerativas; un aumento de la excitabilidad del reflejo vesical, debido a trastornos irritativos locales de la vejiga como el aumento de la presión intraabdominal; una retención urinaria, por hipertrofía de próstata; etc. También puede deberse a situaciones de inadaptación al medio, como ocurre en un ingreso hospitalario, donde el anciano desconoce la ubicación de los aseos o se siente inseguro; y, como resultado de la acción de determinados fármacos empleados para su tratamiento, como los diuréticos. Estas situaciones se ven, además, incrementadas, por las modificaciones a nivel urinario y neurológico que son consecuentes al proceso de envejecimiento. Las repercusiones de la incontinencia son significativas y pueden afectar al anciano tanto en su esfera biológica: pérdida de la integridad cutánea a nivel perianal, infecciones, etc.; como en en las esferas psicológica y social: pérdida de la autoestima, aislamiento social; etc. n CONFUSIÓN AGUDA Es un trastorno, agudo y transitorio, del estado mental que se caracteriza por una alteración global de la función cognitiva como consecuencia de una afectación primaria intracraneal o secundaria a un trastorno sistémico. Las causas de este tipo de alteración suelen ser afecciones tales como el déficit de oxígeno, estados de deshidratación, aumento de la urea, descompensación diabética, intoxicación medicamentosa o alcohólica, infección urinaria, bronquitis, accidente cerebrovascular, o tromboembolismo a consecuencia de una caída. Las repercusiones que produce este cuadro en las funciones cognitivas afectan principalmente a la capacidad de juicio, la atención, la orientación y la conducta. n iNSOMNIO Situación en la que se produce una dificultad para conciliar el sueño y descansar. El insomnio puede estar relacionada o no con un proceso de enfermedad. Las causas son diversas, desde debilidad del sistema nervioso a inactividad, depresión o inadaptación al medio. Las repercusiones del insomnio son la ansiedad, la irritabilidad, el nerviosismo, etc.; estados todos ellos que dificultan la relación del anciano con los demás. n AISLAMIENTO Situación de desvinculación que lleva al anciano a la soledad o el retraimiento en las relaciones sociales. Generalmente está relacionado con situaciones de pérdida, ya sean funcionales, afectivas o de rol social y que de forma paulatina convierten al anciano en un individuo socialmente dependiente. Las repercusiones pueden afectar al autocuidado y al concepto de si mismo, demostrando un fuerte sentimiento de desvalorización personal y desgana para relacionarse con otras personas. n DESHIDRATACIÓN / MALNUTRICIÓN La deshidratación es la situación en la que se produce una disminución del líquido file://C:\WEBSHARE\WWWROOT\wwwategg\ategg\2_asignatura\temas\unidad3\11\tema_11paciente_geriatric ... 01/09/2005 Tema11:El paciente geriátrico Página 10 de 10 intravascular, intersticial o intracelular que da lugar a un desequilibrio hidroelectrolítico. En el anciano el reflejo de la sed disminuye, por lo que la ingesta de agua puede ser insuficiente. Otras causas son problemas en la deglución o enfermedades que conllevan una pérdida de líquido. Las alteraciones de la nutrición, tanto por exceso como por defecto, son frecuentes en el anciano y pueden estar motivadas por factores biológicos (falta de piezas dentarias, dificultades en la deglución, situaciones de malabsorción, etc.), socioeconómicos y de hábitos de vida. n CAÍDAS La incidencia anual de caídas en personas mayores de 65 años es de un 30%. La mayoría de ellas son accidentales, pero en otras ocasiones son consecuencia de enfermedades cardiovasculares, neurológicas, reumatológicas, etc. El 5% de las caídas causan fracturas, la mayor parte de las veces de cadera, pelvis y húmero. n DEPRESIÓN/ ANSIEDAD Los cuadros depresivos, acompañados generalmente de ansiedad suelen ser secundarios a otra enfermedad y resultan difíciles de solucionar. Tienen gran importancia por los problemas que conlleva tanto para el paciente como para su familia. BIBLIOGRAFÍA n n n n n García JL, Salgado A. Características de las enfermedades en el anciano. Patologías más prevalentes. 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