Mecanismos de Defensa Freud básico

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Mecanismos de Defensa Freud básico
Los impulsos se originan en el ello. El yo es la parte de la personalidad cuya función es la de manejar estos
conflictos entre el ello, el mundo exterior y el superyó. A muchos de los intentos del yo para solucionar estos
dilemas Freud los denomino mecanismos de defensa. Todos los utilizamos, no podríamos funcionar sin ellos.
Se convierten en un problema sólo si los emplea el yo de manera excesiva o flexible. Con el fin de protegerse
de la angustia, la gente a menudo aplica execivas medidas de defensa que se convierten en partes persistentes
de su carácter y en una enorme carga. Un mecanismo de defensa es una manipulación de la percepción cuya
finalidad es proteger a las personas de la angustia. La percepción puede ser de aspectos internos, como los
sentimientos o los impulsos, o puede tener que ver con aspectos externos, los sentimientos de otras personas o
las realidades del mundo.
La represión ( interno)
Implica excluir un impulso o un sentimiento de la conciencia, es la manipulación de la percepción de un
aspecto interno.
EJ: El deseo erótico hacia una persona prohibida es peligroso. Ser conciente de ese deseo me pondría en
peligro de sentir una dolorosa culpa. Si soy conciente del impulso y logro mantenerlo completamente oculto,
debe enfrentarme no solo a la culpa, sino también a la frustración. Sin duda, es más ventajoso no ser conciente
del deseo.
EJ: Esto mismo sucede con los impulsos agresivos. Es mejor no ser conciente de ellos, esa opción existe y se
denomina represión. El yo ha reconocido esta doble demanda del ello.
− que el deseo sea reconocido concientemente.
− y que sea satisfecho a través de la acción.
El yo sabe perfectamente que si alguna de esas demandas es satisfecha, el superyó va a arremeter con la culpa.
También sabe que es probable que haya reacciones negativas en el mundo exterior si el deseo es revelado.
Entonces, reprime el deseo, lo mantiene lejos de la conciencia, encarcelado en el inconciente, se protege de ka
angustia y el peligro.
Sigo deseando a la persona o sigo queriendo lastimar a la persona, pero ese deseo ahora es inconciente, está
fuera de la vista y ya no lo percibo. La represión es indispensable. Los deseos incestuosos son un buen
ejemplo. Si no existiera la represión, nos veríamos abrumados por la profusión de fantasías y de impulsos que
invaden nuestra conciencia.
Si bien la represión es indispensable cuando es aplicada a impulsos apropiados en las dosis apropiadas,
cuando se produce un exceso es la causa de serios problemas en la vida. Tanto Sigmund como Anna Freud
pensaban que la represión era el mecanismo de defensa básico y el que más podía provocar trastornos
neuróticos.
La Negación ( externa)
La negación, la proyección, de la formación reactiva, de la identificación con el agresor, el desplazamiento y
la vuelta contra si mismo
La represión es la manipulación de la percepción de un hecho externo. La negación presenta un problema para
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el yo. Es el yo el que nos recuerda que si bien es muy placentero conducir a gran velocidad, la realidad es que
es muy probable que me arresten o que sufra un accidente. Para el yo es un problema utilizar un mecanismo
de defensa que distorsiona la realidad, que la velocidad no representa un problema. Un ejemplo clásico de la
negación en la actualidad es la no aceptación, representa un riesgo para la salud. Un ejemplo es el cigarrillo es
necesario no ser conciente del peligro que esto representa. La mayoría de nosotros recurrimos a la defensa de
la negación ocasionalmente. Los terapeutas psicodinámicos sane que cuando se enfrenta a un miedo del
paciente que al terapeuta le resulta llamativo, debe preguntarse qué deseo ese miedo está encubriendo.
La proyección
Se denomina proyección al mecanismo de mediante el cual manipulamos tanto una percepción interna como
una externa. La proyección se relaciona con la protección de uno mismo contra la angustia, a través de la
represión de un sentimiento y de la percepción errónea de que es otra persona la que experimenta ese
sentimiento.
La tesis para su doctorado, los profesores estaban poniendo nuevos escollos en su camino. Ellos no querían
que obtuviera e doctorado y que conspiraban para que fracasara. Era el quien estaba saboteando la tesis y que
inconscientemente estaba decidido a no terminarla.
Todas estas emociones eran tan atemorizantes para Jay que su solución era proyectar en sus profesores su
sensación de no ser idóneo y el deseo de fracasar.
Todos recurrimos a la proyección en numerosas ocasiones y nunca nos damos cuenta.
Sin embargo, cuando la proyección es llevada a extremos puede convertirse en un problema muy grave. Si se
acentúa, puede convertirse en una paranoia
La formación reactiva
La formación reactiva es un mecanismo de defensa mediante el cual nos protegemos de la angustia a través de
la manipulación de una percepción interna. Consiste en percibir erróneamente un sentimiento como su
opuesto. El amor en agresión.
Beethoven, su cuñada Johanna. El odio obsesivo de Beethoven hacia Johanna representaba una atracción
pasional inconsciente hacia ella.
La identificación del agresor
La identificación del agresor es una defensa destinada a protegerse uno mismo contra la angustia que surge
del enfrentamiento con una persona poderosa o para evitar estar a merced de una persona de estas
características. La identificación con el agresor juega un papel muy importante en la resolución del complejo
de Edipo, en la formación de la identidad del adolescente y en la formación del superyó. introyeccion del
agresor Los niños se identifican con sus padre, mentores o pares de maneras bastantes obvias.
El mecanismos de defensa mas utilizado por mi, creo que es la negación, por que, siempre me llevo por
alguna cosa que es un impulso y muchas veces me doy cuenta de que es malo.
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