Comentarios incluidos en las preguntas de respuesta abierta de la

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ANEXO IV
ANÁLISIS DE LOS COMENTARIOS INCLUIDOS EN LAS PREGUNTAS
DE RESPUESTA ABIERTA DE LA ENCUESTA REALIZADA AL
PERSONAL DE LA BUG
Febrero 2004
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Análisis de los comentarios incluidos en las preguntas de respuesta
abierta de la encuesta realizada al personal de la BUG
Consideraciones generales
Las personas que contestan y las repuestas que transmiten un alto grado de reflexión sobre el propio
desempeño y el sistema de trabajo en que se inserta. El valor para el proceso de evaluación de la
biblioteca de estos dos tipos de respuestas es distinto: unas informan sobre las preocupaciones y
problemas que afectan al personal; las otras, que se hacen desde una consideración de conjunto, no sólo
son valiosas por el contenido mismo de las propuestas, sino porque transmiten un notable grado de
implicación profesional con el trabajo y la institución. Por otra parte, las sugerencias relativas a recursos
humanos y materiales, que reivindican soluciones a carencias cuantitativas La encuesta de opinión y
satisfacción realizada al personal de la biblioteca incluía cuatro preguntas de respuestas no precodificadas
que permitían a los encuestados expresarse de forma abierta, cuyo interés reside no sólo en lo que revela
sobre la propia biblioteca universitaria -sus carencias, limitaciones y fortalezas-, sino sobre el propio
personal a su servicio.
La primera pregunta solicitaba que se indicasen los dos aspectos más satisfactorios del puesto de
trabajo. Es una pregunta que no tiene por objeto el conjunto de la biblioteca sino del puesto de trabajo
específico del entrevistado. Sin embargo, las respuestas resultan especialmente interesantes porque
revelan una característica del personal muy consolidada de su dimensión profesional: su orientación hacia
el usuario. Conviene resaltarla porque es una de las bases fundamentales de una gestión y organización
del trabajo orientada a la calidad. Esta característica está presente, de una u otra manera, en la práctica
totalidad de los encuestados que han respondido a esta pregunta y se acompaña de otras fuentes de
satisfacción vinculadas: a las tareas específicamente realizadas, al enriquecimiento personal que procuran,
al clima de trabajo o a cierto orgullo por trabajar en esta institución por la atención que presta a su
biblioteca o por la calidad de sus fondos bibliográficos.
La segunda pregunta pedía que se indicasen las dos cosas que el encuestado cambiaría
inmediatamente, si pudiera, de su puesto de trabajo. El tono de las respuestas es, en este caso, mucho más
concreto. La pregunta anterior aunque se refiere también al puesto de trabajo daba lugar a respuestas más
genéricas, mientras que en esta la respuesta se hace pensando sobre todo en el puesto concreto del
encuestado. De ahí que la mayoría de los aspectos que provocan insatisfacción tengan que ver con
aspectos infraestructurales que afectan a algunas bibliotecas en concreto y no pueden generalizarse al
conjunto o con determinadas tareas de algunos puestos. Sin embargo, esto no quita que muchas otras
respuestas se refieran a aspectos más generales, tanto de recursos económicos y sobre todo de personal,
como referidos a la gestión de las bibliotecas, e incluso sobre los comportamientos y actitudes de los
usuarios.
La tercera pregunta era doble porque solicitaba del encuestado que señalase dos puntos fuertes y dos
puntos débiles de la biblioteca. Aquí el tono de la pregunta ya era diferente, puesto que parecía referirse a
2
la BUG en su conjunto, y así ha sido entendida por la mayoría de los encuestados, a pesar de lo cual
algunas respuestas parecen hacerse pensando en aspectos o problemas muy concretos. Un ejemplo
permite entender que se quiere decir con esto: no es lo mismo señalar como debilidad el desequilibrio en
las instalaciones de las bibliotecas de los centros, porque se está haciendo referencia a un problema de la
BUG como sistema, que señalar la falta de luz de la biblioteca, porque en este caso parece obvio que la
debilidad se refiere a la biblioteca en que presta sus servicios el encuestado, no a un problema general.
Esto hace que algunas respuestas sean difíciles de interpretar. Así, no es posible afirmar con total
seguridad si las referencias a la falta de espacio o a la falta de personal son un problema general o
específico de algunos centros. La reiteración con la que aparecen parece indicar que es una debilidad del
conjunto del sistema, pero tampoco puede afirmarse con rotundidad porque el número de cuestionarios
recogidos, en torno a 30, es demasiado escaso. Las opiniones valen más por su valor cualitativo que
cuantitativo, de ahí que se señale con frecuencia el número de respuestas obtenidas en el análisis que
sigue, para poner de manifiesto la debilidad de su base empírica.
La cuarta pregunta solicitaba sugerencias y propuestas de mejora. Es aquí donde se nota en mayor
medida la diferencia entre respuestas centradas en problemas concretos e incluso específicos de, son
ilustrativas de las necesidades de la institución, pero también son más esperables; desde el punto de vista
de la gestión de la calidad, son las propuestas organizacionales, preocupadas por la mejora de los proceso
y procedimientos, las más relevantes, no tanto porque lo sea el contenido mismo de tales propuestas, sino
porque la calidad necesariamente pasa por la implicación del personal en dicha mejora.
En relación a la satisfacción en el puesto de trabajo:
Las respuestas analizadas son un total de 31, que la mayoría de las veces recogen más de un motivo
de satisfacción con el puesto de trabajo. Los porcentajes que se señalan a continuación están referidos al
total de los motivos señalados, que son 63.
En líneas generales revelan una fuerte orientación del trabajo hacia el usuario que, de una u otra
forma, es expresada por la totalidad de las personas que han respondido al cuestionario y suponen cerca
de la mitad de todos los motivos de satisfacción señalados (48%). Esta orientación al usuario es planteada
en tres formas diferentes:
-
Más de la cuarta parte de las respuestas señalan expresamente el servicio prestado a los usuarios
como motivo de satisfacción, como en los siguientes ejemplos: “la posibilidad de ayudar a los
demás, facilitándoles la información y los recursos necesarios”, “creo que el servicio dado al
usuario, es muy bueno y por supuesto eso me satisface”. Aunque a veces la respuesta se torna
mucho más precisa: “hacer a la biblioteca más útil en la función investigadora”.
-
Otros declaran la satisfacción del usuario con el servicio prestado como un motivo de la propia
satisfacción o, de forma más genérica, que ésta descansa en el reconocimiento social del trabajo
realizado. Conviene resaltar que se habla de reconocimiento en términos vagos, que se deriva de
gestos y actitudes personales, más que de procesos institucionalizados o de valoración del
3
rendimiento. Sólo en un caso se trasluce esta dimensión institucional al mencionar a la dirección
del centro: “reconocimiento y valoración del trabajo por parte de los usuarios y del equipo de
dirección del centro”.
-
Por último, de forma más general, el personal de la biblioteca encuentra una especial satisfacción
en las relaciones personales que permite su trabajo, lo que está muy directamente vinculado al
punto inmediatamente anterior, a la forma de experimentar el reconocimiento por su trabajo:
“trato directo con los usuarios e investigadores”.
Pero esta orientación hacia el usuario, hacia el exterior del propio servicio, no es independiente del
clima de trabajo en el interior, entre los compañeros de trabajo. Por esa razón, en varias respuestas
aparecen ambos aspectos unidos: “las relaciones personales entre el personal de la biblioteca, y de éste
con el profesorado y el alumnado”. En otra de las respuestas se resalta la mejora experimentada al
respecto: “relaciones con compañeros tras algunos años de "dificultades" (promoción, reconversión,
etc.)”. Por último, otro trabajador manifiesta la incidencia que el clima de trabajo tiene en la propia
realización del trabajo: “el clima de trabajo con los compañeros es bueno y eso también repercute a la
hora de realizar nuestro trabajo”. Las respuestas que inciden en el buen clima laboral son un 10% del total
de las respuestas.
La última de las manifestaciones, que liga el clima laboral al desempeño del trabajo, conduce a otro
conjunto de respuestas, bastante heterogéneas pero que confluyen todas en distintos aspectos del
desempeño del trabajo. El conjunto de respuestas vinculadas al desempeño de las tareas y el puesto
suman un 22% del total de los motivos, recogida en más de la mitad de los cuestionarios. Pueden
agruparse de la forma que sigue:
-
Algunos trabajadores dicen que su satisfacción proviene directamente del desempeño de las
tareas y el cumplimiento de los objetivos y funciones del puesto: “saber que mi trabajo, etc.
cumple con los objetivos del mismo -buena y rápida gestión de la información solicitada”,
“llevar el trabajo al día”.
-
Otros especifican las tareas que les provocan satisfacción: “realizar búsquedas bibliográficas
tanto en catálogos como en bases de datos”, “el cuidado de los fondos de mi biblioteca
(ordenación, propuestas de encuadernación, etc.)”
-
Otros se refieren a determinadas características del puesto en términos más generales o
abstractos: “la diversidad de tareas”, “el ser responsable del ambiente de trabajo y la capacidad
de decisión sobre el mío”, la innovación”.
-
Por último otros son todavía más vagos en sus repuestas, aunque no por ello menos expresivos,
diciendo, simplemente que “me encanta, o que “me gusta estar rodeado de libros y el trabajo en
la biblioteca”.
4
En todo caso, este conjunto de motivos está vinculado a una última dimensión de la satisfacción con
el trabajo, la que está directamente ligada al enriquecimiento personal, ya sea porque “trabajar con nuevas
tecnologías hace que te actualices cada día”, porque le impulsa a aprender, porque le pone en contacto
con fondos que personalmente le interesan o por “el enriquecimiento cultural personal que me
proporciona”. Estos motivos son otro 10% del total.
Por último conviene resaltar dos respuestas que se salen un poco de las pautas generales pero pueden
ser muy expresivas porque revelan un último motivo de satisfacción relacionado con un cierto orgullo
“institucional”, ya sea por las características específicas de la biblioteca en que se trabaja, con un “fondo
bibliográfico adecuado y suficiente”, ya sea por “el interés que existe por la biblioteca universitaria”.
En relación a los cambios en el puesto de trabajo sugeridos:
Los cuestionarios en los que se responde a la pregunta en que se piden “las dos cosas que si pudieras
cambiarías inmediatamente de tu puesto de trabajo” son 30, que recogen un total de 52 sugerencias.
Casi la mitad de los cambios sugeridos se refieren a aspectos infraestructurales, un 48%, apareciendo
en más de las tres cuartas partes de los cuestionarios. Las referencias son muy heterogéneas:
-
Algunas respuestas (2) mencionan simplemente “las infraestructuras” sin mayor especificación,
aunque la mayoría detalla aspectos concretos.
-
Uno de los aspectos más mencionados (6) es la escasez de espacio como en la siguiente
respuesta: “todo lo que conlleva la gran falta de espacio que padecemos”.
-
Otro son las condiciones ambientales del espacio ocupado por la biblioteca (5), mencionadas en
términos genéricos, en otros casos referida a la necesidad de climatización o también a “la falta
de luz natural y ventilación” o al “ruido”.
-
Estas respuestas están cercanas a aquellas que se refieren más genéricamente al local (3), que
pueden remitir tanto a limitaciones de espacio como a sus condiciones ambientales, como
cuando se señala “cambiaría el espacio físico que es penoso”, pero que también puede remitir a
determinadas estancias: “el despacho”.
-
Otras respuestas se refieren específicamente al mobiliario (4), ya sea desde el punto de vista de
los propios trabajadores (“mobiliario ergonómico”) o de los fondos bibliográficos
(“infraestructura de las estanterías”).
-
Las carencias informáticas también son mencionadas en tres ocasiones, bien referidas al propio
ordenador de trabajo o a la calidad de las conexiones a la red.
5
-
Por último, hay dos respuestas más difícilmente clasificables, que mencionan la “ubicación y
entorno” de la biblioteca como uno de los cambios a introducir y “la suciedad y la dispersión de
los fondos de mi biblioteca”.
El segundo de los conjuntos de temas más citado se refiere a los aspectos organizativos del trabajo
que agrupan un 21% de las respuestas y están presentes en más de la tercera parte de los cuestionarios,
aunque revelan una gran heterogeneidad:
-
Unas respuestas (2) se refieren, en general, a la distribución de tareas en los puestos de trabajo:
“abanico de competencias/tareas por parte del personal técnico/especialista en beneficio del
sistema (sobre todo usuarios) en su conjunto”.
-
Otras, más frecuentes (4), a aspectos concretos de los puestos: el trabajo administrativo, no tener
contacto directo con el usuario, monotonía del trabajo diario, cobro de dinero.
-
Otras respuestas (2) cuestionan la gestión económica y administrativa de la biblioteca, como en
el siguiente caso: “las decisiones tomadas por los-as responsables sin orden ni concierto al
desconocer el trabajo con el público”.
-
En un caso se plantean la necesidad de mayor coordinación con otras instancias: “mejora de la
coordinación con otros órganos de UGR con tareas interrelacionadas con las de la biblioteca”.
-
Por último, dos repuestas se refieren al servicio prestado a los usuarios: “limitar los ordenadores,
solo con fines bibliográficos y de información” y “la forma de acceso a los libros”.
Relacionado con lo anterior están la gestión y las carencias de recursos, que son mencionadas en tres
ocasiones, una a la escasa dotación presupuestaria, otra a “la falta de independencia económica y
presupuestaria” de las bibliotecas
y una tercera, más general, a la “falta de recursos y medios
profesionales” que puede estar más vinculada al siguiente bloque de respuestas.
El tercer bloque temático más mencionado se refiere al personal de la biblioteca, planteado desde
distintos puntos de vista, que comprende el 17% de las respuestas y está presente en una cuarta parte de
los cuestionarios:
-
En casi todos los casos (6) se refiere a la escasez de personal ya sea en términos generales (“la
escasez estructural de personal”) o en términos más concretos (“falta de personal técnico y
facultativo”).
-
Otras dos respuestas se refieren a la motivación y participación del personal: “apatía y falta de
motivación del personal”, “participación activa del conjunto del personal de la BUG en las
decisiones laborales, profesionales y técnicas que nos afectan”.
-
Las carencias informáticas también son mencionadas en tres ocasiones, bien referidas al propio
ordenador de trabajo o a la calidad de las conexiones a la red.
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Un último bloque de respuestas se refiere a las relaciones con los usuarios y su comportamiento, que
son el 11% de los aspectos citados y están presentes en una quinta parte de los cuestionarios:
-
Dos respuestas piden “mayor reconocimiento por parte de los usuarios”.
-
Otras dos se refieren a la comunicación y la actitud del profesorado: “actitud del estamento
docente de cara al uso de los recursos de información por parte de los alumnos”.
-
Una última es directamente una queja sobre “el trato que recibe el material por parte de los
usuarios”.
En relación a los puntos fuertes de la biblioteca universitaria:
Los cuestionarios en los que se responde a la pregunta en que se solicitan los puntos fuertes y débiles
de la biblioteca son 29. Aunque se pedían que se citasen dos puntos fuertes, el total de los mencionados se
queda en un total de 45, dado que muchas personas se limitaban a señalar uno sólo.
Casi la mitad de los encuestados y el 30% de las respuestas se refieren a las infraestructuras y
recursos, en tres de sus dimensiones:
-
Los fondos bibliográficos, por su calidad y número, son destacados en 8 respuestas, incluidas las
que se refieren específicamente a otros recursos de información, como bases de datos o revistas
electrónicas. También se señala la “gestión y disposición de fondos”, aunque en este caso se trata
también de un aspecto organizacional.
-
Las nuevas tecnologías de información son citadas en 4 ocasiones, ya sea en términos genéricos
o vinculadas, de nuevo, a “libros electrónicos y revistas y nuevas tecnologías (portátiles...)”.
-
Las instalaciones y los nuevos edificios también son señalados en dos ocasiones, lo que contrasta
con la frecuente aparición de estos aspectos entre los puntos débiles o en la pregunta sobre los
cambios a introducir en los puestos de trabajo, lo que quizás indica la satisfacción que produce la
resolución de estas carencias cuando se producen.
Con cifras parecidas al bloque temático anterior, la mitad de los encuestados y el 30% de las
respuestas se refieren a aspectos organizativos, con un amplio abanico de respuestas:
-
Los cambios organizacionales y de gestión aparecen en varias ocasiones, como cuando se señala
“la reorientación que se está haciendo de la BUG”.
-
El esfuerzo por la actualización y la innovación realizada en los últimos años, muy vinculado al
punto anterior es también citado otras dos veces.
-
El apoyo institucional también es resaltado, ya sea desde el vicerrectorado, desde la dirección o
desde las autoridades del centro; todo lo cual parece vinculado a los dos puntos anteriores.
7
-
La cooperación bibliotecaria y en especial la “participación en consorcio andaluz”, también son
destacadas en dos de las respuestas.
-
Por último se indican otros tres aspectos de interés en otras tantas respuestas. Uno referido a la
consolidación y el prestigio de la BUG, otro a la “convivencia con la Facultad de
Biblioteconomía y Documentación en esta universidad” y un último difícil de interpretar relativo
a “la adaptabilidad al espacio físico” que parece indicar una consideración de los problemas de
espacio consustancial al proceso de configuración histórica de la universidad y como punto
fuerte las respuestas dadas a esa realidad.
En torno a una tercera parte de los encuestados y el 21% de las respuestas se refieren a la orientación
hacia el usuario como uno de los puntos fuertes de la biblioteca, con respuestas del siguiente tenor:
“motivación de personal para satisfacer usuarios”, “grado de satisfacción de los usuarios”.
Algo menos de la tercera parte de los encuestados y el 19% de las respuestas señalan al personal de
la biblioteca como uno de sus puntos fuertes:
-
La profesionalidad de los trabajadores es destacada en tres ocasiones.
-
Determinadas características del personal, su adaptabilidad o su dedicación son específicamente
señaladas en otras tantas respuestas.
-
La comunicación y el ambiente de trabajo también aparecen dos veces citada.
En relación a los puntos débiles de la biblioteca universitaria:
Los cuestionarios que contienen respuestas en este punto son, al igual que en los puntos fuertes, 29;
pero agrupan un total de 50 respuestas, algo más que en los puntos fuertes.
En torno a las tres cuartas partes de los encuestados y el 47% de las respuestas mencionan las
políticas de personal, ya sea genéricamente o en algún aspecto concreto, como uno de los puntos débiles
de la biblioteca:
-
La falta de personal es, con diferencia, el aspecto más citado (en 8 ocasiones), sin llegar a
concretar más que en un caso en que se especifica “personal técnico”.
-
Los criterios de selección y promoción también son mencionados (3 veces) bien porque se
deplore la falta de reconocimiento del trabajo del personal, o los “sistemas de selección del
personal (exclusivamente promoción)”, con lo que seguramente el autor de esta crítica se refiere
a que los sistemas de promoción se basa en criterios demasiado burocráticos, lo que también
parece transmitirse en la siguiente frase: “que haya técnicos del grupo antiguo que no sirvan para
nada y encima den ordenes”
8
-
La política de formación también es señalada (3 veces), en términos generales, o más
específicos, cuando se dice que “un punto débil es la atención a usuario ya que el personal de
atención al público no es lo suficientemente especializado”.
-
La falta de participación y comunicación (3) por el “nivel de comunicación de la dirección de la
biblioteca con el personal” o por la “escasa participación del personal de biblioteca en los
órganos de gobierno de la universidad y de los centros”.
-
La falta de motivación también es señalada, pero parece que con dos orientaciones muy distintas,
una porque parece achacarla a problemas organizacionales (“la falta de información y
motivación de los trabajadores”), otra porque parece remitirla a problemas de orden personal (“la
actitud (falta de motivación) de algunos compañeros”).
-
La burocratización, sin mayor especificación, también es reseñada como un punto débil; aunque
en otra ocasión se concreta mucho más, al señalar “la falta de flexibilidad de los puestos de
trabajo”.
-
La relación de puestos de trabajo, sin mayor especificación, es citada en una ocasión como punto
débil.
Cerca de un tercio de los encuestados y el 28% de las respuestas mencionan los aspectos
organizacionales entre los puntos débiles de la biblioteca:
-
La relación con los usuarios es señalada en cuatro ocasiones por distintos aspectos. Por tres
veces aparece referida la “confusión entre biblioteca y sala de estudio”; otras debilidades se
refieren a “la falta de sanciones para el mal uso de los fondos por parte de los usuarios” o la
“formación de usuarios” y, por último, la ausencia de “unas normas únicas y básicas para todas
las bibliotecas y que se cumplan” que suponemos referida a las relaciones con los usuarios
aunque también podría ser de corte más interno, pues no se precisa suficientemente.
-
La inserción de los servicios bibliotecarios en el proceso de aprendizaje es un aspecto muy
relacionado con el bloque anterior pero que merece destacarse por tratarse de una reflexión
inserta en el objeto central de la universidad y que está presente en dos respuestas: “biblioteca
ausente de planificación del aprendizaje”; “falta de «cultura bibliotecaria» en el sistema
educativo”.
-
Otras tres respuestas inciden en otros aspectos. Dos de ellas se refieren a temas organizativos de
relevancia: “la dependencia funcional, por carecer de una organización del trabajo fuerte,
consistente e independiente económicamente y de una excesiva laxitud en la estructura orgánica”
parece reclamar mayor autonomía interna para las unidades funcionales; otra reclama “mejorar
el marketing de los servicios que ofrecemos” basándose en la comunicación, el apoyo de la
dirección de la biblioteca y la imagen que se proyecta al exterior. De otro calado muy diferente
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es la respuesta que señala que “la mentalidad de los responsables es pueril, cutre y clasista”, que
se revela como una crítica directa, aunque poco argumentada, a la dirección.
Pocos encuestados (4), que suponen un 8% de las respuestas señalan los recursos financieros como
punto débil. Tres respuestas se refieren directamente a la escasez presupuestaria; una cuarta a la falta de
independencia económica.
La mitad de los que contestan al cuestionario y el 31% de las respuestas mencionan las
infraestructuras como punto débil de la biblioteca:
-
La escasez de espacio vuelve a aparecer en ocho de las veintinueve repuestas.
-
Otras carencias infraestructurales se unen a la escasez de espacio, refiriéndose a temas tales
como la precariedad de las instalaciones, su inadecuación, el mobiliario o la luz.
-
La falta de otros recursos, ya sean informáticos (equipos y puntos de conexión), bibliográficos o
más genéricamente “de medios materiales”, es invocada cuatro veces.
-
Un último punto débil, a juicio de uno de los encuestados, residiría en “el excesivo número de
puntos de servicio”, que parece que debe entenderse como una crítica a la dispersión y
multiplicación de fondos asociadas a la existencia de una biblioteca por centro.
En relación a las sugerencias y propuestas de mejora:
Esta es la pregunta a la que se responde en un menor número de cuestionarios, 25, agrupando un total
de 51 sugerencias o propuestas.
En torno a las tres cuartas partes de los que contestan al cuestionario y el 39% de las respuestas
proponen mejoras que giran alrededor de las infraestructuras y los recursos:
-
Dotar de más espacio a las bibliotecas es la sugerencia más frecuente (6 respuestas de 25
cuestionarios). A este respecto hay dos tipos de respuestas: unas revisten el carácter de
sugerencias generales sin más especificación (“más espacio”); otras precisan el carácter más
local del problema y la solución que se propone. Así, se señala “mayores espacios en algunas
bibliotecas”, “instalaciones adecuadas y espacios adecuados a las necesidades de la biblioteca
X”, “una mejor adecuación de las bibliotecas de cada centro en base a las necesidades de
espacio, y al numero de usuarios que hacen uso de ellas”.
-
La reordenación de espacios, más que su incremento, sin embargo, es planteada en otras
propuestas que hacen referencia a la “colisión” de usos, sobre todo en fechas de exámenes (4
respuestas): “clarificación de los espacios y su utilidad: bibliotecas y salas de estudio”, “control
directo en épocas de exámenes de los puestos de lectura”.
10
-
Otras mejoras dotacionales propuestas claramente se remiten a centros concretos: “suprimir
escaleras y llaves de las estanterías, aire acondicionada en la sala de lectura, eliminar los
distintos depósitos de la facultad, iluminación adecuada que no dañe la vista”; aunque su
formulación puede realizarse en términos más genéricos: “iluminación, condiciones de
confidencialidad, mobiliario, infraestructura de estanterías, sistemas de seguridad (antiincendios,
robo, mantenimiento...)”.
-
Los desequilibrios infraestructurales entre centros son resaltados en otra respuesta que, por esto
mismo, parece más interesante: “resolver las graves diferencias de infraestructura entre centros
distintos”.
-
Las mejoras en recursos materiales se refieren tanto a equipamiento informático (2 veces) como
a fondos bibliográficos para alumnos (1 vez).
-
Mayor presupuesto e inversiones son propuestas recogidas en otros tres cuestionarios.
Cerca de las tres cuartas partes de los encuestados y en un 37% de las respuestas se hacen propuestas
referidas a temas de personal:
-
Dotar de personal suficiente o simplemente del “previsto en la relación de puestos de trabajo” es
la propuesta más generalizada (6 respuestas en 25 cuestionarios cumplimentados).
-
La reordenación de plantillas, tareas y cargas de trabajo es planteada en tres cuestionarios:
“redistribución de la plantilla de acuerdo con las cargas reales de trabajo”, “adecuado reparto de
tareas”, “dotación de plantilla de apoyo administrativo”.
-
La formación del personal es propuesta en otras cinco respuestas, tanto de carácter general,
como más específicas por reclamarse su orientación al servicio de los usuarios o destinarse a los
técnicos especialistas. Una propuesta reclama mayor profesionalización: “mejoraría la atención
al público, la imagen que damos a los usuarios a veces no resulta demasiado profesional”.
-
A la promoción laboral se refieren otras tres sugerencias, una de carácter general y otras dos más
específicas: “una mejor planificación para la promoción del personal laboral y en concreto para
el colectivo que lleva más de 25 años prestando sus servicios en la biblioteca universitaria”. A
este colectivo se refiere, en primera persona, otra propuesta.
-
El reconocimiento institucional del trabajo desempeñado es reivindicado por dos encuestados,
sin concretar más, aunque se mueve en parecido ámbito de la gestión de los recursos humanos
que los temas de promoción del punto anterior: “reconocimiento por parte de la institución de la
profesionalidad del personal”.
-
Una última propuesta se refiere a la “mayor participación del personal en actividades
profesionales”.
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Algo menos de la mitad de los que responden a esta pregunta y un 24% de las propuestas se refieren
a otros temas organizacionales, entre los que se encuentran los siguientes:
-
Mayor comunicación, información y participación del personal es planteada en cuatro
respuestas: “crear un mayor clima de comunicación entre el personal y la dirección”.
-
Se proponen medidas organizacionales concretas referidas a diversas cuestiones: planificación,
dotar de un “presupuesto a cada biblioteca, convirtiéndolas en centros de gasto”, así como la
“justificación de la gestión, mediante memoria anual de actividades, aparte del control de
intervención del gasto”, y “funcionamiento por grupos de mejora”.
-
Las medidas que podrían llamarse funcionales bien se orientan a los usuarios, como las que
pretenden promover un “apoyo permanente a la formación de usuarios”, bien se mueven en un
terreno más organizativo, como la propuesta referida a la unificación de los horarios de todas las
bibliotecas o la “coordinación de las diferentes bases de datos entre la facultad y la biblioteca”.
-
Una última propuesta es muy significativa en un proceso de evaluación de la calidad, pues se
refiere a la puesta en marcha de uno de los instrumentos más conocidos de la gestión de la
calidad: “funcionamiento por grupos de mejora”.
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