Observatorio Riojano sobre Drogas Trabajos de Investigación Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes entre los jóvenes riojanos INVESTIGACIÓN % "&$!" ) # !* ! """#!#""$ ""#$#" ! 1"!($1!+!$ ,1!%! "1 0 !&'&! 0 !( $"! !*/"#533< 11110<:;2;72;458269423 +"# 0 0:325345 5 3 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN: LA RELEVANCIA DE LOS FACTORES SOCIOCULTURALES COMO DETERMINANTES DE LOS CONSUMOS DE DROGAS 5 2. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO: LA NECESIDAD DE CONTAR CON UNA NUEVA PERSPECTIVA DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE DROGAS 7 3. MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN: PERCEPCIONES SOCIALES Y CONSUMOS DE DROGAS 3.1. Representaciones sociales y consumo de drogas 3.2. Elementos del contexto claves para interpretar los significados que los consumos de drogas tienen para los jóvenes 3.3. Lectura de los riesgos y beneficios que los jóvenes realizan de los consumos de drogas 3.4. El discurso de los consumidores sobre los riesgos asociados al consumo 3.5. La imagen de las sustancias y su impacto en las representaciones sociales 4. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA 4.1. Objetivos de la investigación 4.2. Universo poblacional y muestra 4.3 Metodología 5. ACTITUDES Y PERCEPCIONES DE LOS JÓVENES RIOJANOS ANTE LAS DROGAS Y LOS PSICOESTIMULANTES 5.1. Posición vital de los jóvenes ante el riesgo 5.2. Nivel de conocimiento e imagen de los psicoestimulantes 5.3. Actitudes ante las drogas ilícitas y los psicoestimulantes 5.4. Posición ante los riesgos y beneficios asociados al consumo de drogas 5.5. Problemas y beneficios asociados al consumo de cocaína y otros psicoestimulantes los fines de semana 5.6. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes 5.7. Elementos determinantes del riesgo de consumir psicoestimulantes u otras drogas 5.8. Límite que hacen inamovible la decisión de no consumir psicoestimulantes y riesgos que estarían dispuestos a consumir 11 11 15 19 25 30 40 40 41 42 43 44 48 65 70 72 76 79 81 6. PREVALENCIA DE LOS CONSUMOS DE PSICOESTIMULANTES Y OTRAS DROGAS 84 7. MOTIVOS PARA CONSUMIR Y NO CONSUMIR PSICOESTIMULANTES 87 8. HÁBITOS DE CONSUMO Y ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES ENTRE LOS AMIGOS 90 9. VALORES SOCIALES DOMINANTES 93 10. RELACIONES ENTRE ACTITUDES ANTE EL RIESGO, VALORES SOCIALES, ACTITUDES Y PERCEPCIONES FRENTE A LAS DROGAS Y CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES 10.1. Actitudes ante el riesgo, actitudes frente a las drogas y hábitos de consumo 10.2. Experimentación con psicoestimulantes, actitudes hacia estas sustancias y percepción del riesgo asociado a su consumo 10.3. Influencia de los hábitos de consumo de drogas en el grupo de iguales en las actitudes y percepciones hacia los psicoestimulantes 10.4. Valores sociales dominantes, actitudes ante el riesgo vital, actitudes hacia los psicoestimulantes y percepciones del riesgo asociado a su consumo 101 11. TIPOLOGÍAS JUVENILES EN BASE A LAS ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES 126 12. CONCLUSIONES 131 13. BIBILIOGRAFÍA 137 ANEXO I: CUESTIONARIO 141 95 97 108 120 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 4 RESUMEN Las evidencias señalan que el contexto social y cultural en el que se desenvuelven los jóvenes y, en especial, sus actitudes y percepciones hacia las drogas condicionan de forma importante los hábitos de consumo de estas sustancias. La presente investigación, realizada sobre una muestra de 300 universitarios de La Rioja, confirma esta relación, evidenciando la existencia de una intensa asociación entre las actitudes ante la asunción de riesgos en la vida, las actitudes ante los psicoestimulantes y las prevalencias de uso de estas sustancias. Por su parte, la experimentación con los psicoestimulantes modula las actitudes hacia los mismos y la evaluación de los riesgos atribuidos a su consumo, de modo que los jóvenes que han consumido alguna vez psicoestimulantes tienen una imagen más positiva de estas sustancias y de sus consumidores, mantienen actitudes más favorables hacia su consumo (en particular en contextos recreativos) y perciben un menor riesgo asociado al consumo ocasional. Las percepciones y actitudes de los jóvenes riojanos hacia los psicoestimulantes están caracterizadas por una imagen negativa de estas sustancias y una actitud poco favorable a su consumo, lo cual no impide que al menos uno de cada diez universitarios los haya consumido alguna vez a lo largo de su vida. Los resultados de la investigación cuestionan el estereotipo dominante que asocia a los jóvenes con la disposición a la aventura, la transgresión y la asunción de riesgos: entre los jóvenes son minoritarias (15,4%) las actitudes claramente favorables a la asunción de riesgos. Como pone de relieve el análisis de cluster realizado, las actitudes de los jóvenes hacia los psicoestimulantes no son uniformes. Junto a una amplia mayoría de jóvenes plenamente conscientes de los riesgos que entrañan estas sustancias y una posición de abierto rechazo a su consumo, se observan posicionamientos intermedios, que dejan entrever actitudes en cierto modo favorables a su consumo ocasional en contextos lúdicos, acompañada de un bajo nivel de riesgo asociado a este patrón. Finalmente, existe un reducidísimo grupo de jóvenes con una actitud claramente proclive al consumo de estas sustancias, integrado en su mayoría por personas que ya han experimentado con los psicoestimulantes. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5 1. INTRODUCCIÓN: LA RELEVANCIA DE LOS FACTORES SOCIOCULTURALES COMO DETERMINANTES DE LOS CONSUMOS DE DROGAS El conocimiento de las variables predictoras del consumo de drogas resulta fundamental para orientar las estrategias preventivas, permitiendo adaptar sus contenidos a los diferentes niveles de exposición a las mismas de cada grupo social. Por este motivo, buena parte de las investigaciones realizadas en el campo de la prevención de las drogodependencias se han dirigido a identificar los factores asociados al consumo de drogas. Los resultados obtenidos avalan la presencia de múltiples y muy diversos factores de riesgo que incrementan la probabilidad de que surjan conductas de uso o abuso de drogas. Asimismo, señalan que estas conductas no se desarrollan en base a un único factor de riesgo, sino que son el resultado de un complejo juego de influencias o interacciones, ejercidas por diversas variables que predisponen al consumo (factores de riesgo) o que reducen la probabilidad de que estos aparezcan (factores de protección). Las evidencias científicas disponibles, sobre la influencia ejercida por los factores de tipo sociocultural o macrosocial, indican que las percepciones de los adolescentes y jóvenes sobre los riesgos y beneficios del alcohol y otras drogas se correlacionan con la probabilidad del inicio y/o la continuidad de su consumo. Así, las actitudes sociales favorables o tolerantes hacia ciertas drogas, la ausencia de valores ético-morales o el predominio de valores sociales de carácter hedonista o presentista se correlacionan con una mayor prevalencia de los consumos de drogas. El estudio de los factores de riesgo y protección resulta de una gran complejidad. Por un lado, su influencia no se ejerce de forma aislada, sino en un contexto de múltiples influencias positivas y negativas. Por otro, la relevancia de un determinado factor cambia en función del contexto en el cual está presente el mismo, la etapa evolutiva en la que se encuentran los sujetos sometidos a su influencia y de si están presentes o no otros factores de riesgo o de protección. Los modelos teóricos explicativos de las drogodependencias en boga en estos momentos tienen como elemento común la consideración de las conductas de uso y abuso de drogas como fenómenos multideterminados, resultado de la interacción entre determinadas características de los sujetos, las sustancias y el entorno donde se desenvuelven los primeros. Desde esta perspectiva socio-ecológica las actuaciones humanas están condicionadas, en gran medida, por contextos sociales más amplios, siendo el resultado de la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, en desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive (BRONFENBRENNER, U. 1987). El comportamiento humano es el producto de complejos campos de fuerzas que operan en direcciones y sentidos variados y variables. Los seres humanos actúan dentro de contextos sociales, que influyen en sus conductas y donde se establecen relaciones complejas, de manera que los comportamientos se explican por lo que ocurre o ha ocurrido en esos contextos relacionales. De este modo, la conducta, la personalidad, el autoconcepto, las actitudes o los valores son producto de procesos socializadores ocurridos en marcos microsociales (familia, grupos de iguales, etc.) y macrosociales (instituciones sociales, medios de comunicación, etc.), que a su vez son creados y desarrollados por los individuos en ellos incubados (PINAZO, S, et al, 2002). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 6 Entender porqué surgen conductas de uso y abuso de drogas requiere llevar el conocimiento más allá del sujeto consumidor. Como han señalado algunos autores (BECOÑA, E. 2007), el consumo de drogas exige una explicación socio-psico-biológica, porque el aspecto más importante, a nivel cuantitativo y cualitativo, para explicar el consumo o no en una sociedad concreta, serían los factores sociales, seguidos de los factores psicológicos y, en último lugar, los factores biológicos. La explicación comprensiva del comportamiento humano requiere integrar en un mismo ser: a) los componentes socioculturales o del contexto donde nace, aprende, desarrolla sus habilidades y vive (aprendemos cosas dentro de una cultura concreta, que tiene una concepción del mundo distinta a la de otros grupos sociales y que afronta el mundo con valores y creencias propias), b) los componentes psicológicos o modo de comprender y afrontar el mundo desde su realidad y c) el componente biológico, o parte física que le permite ser hombre, por una parte, y hombre social por otra. Como han puesto de relieve distintas investigaciones, los valores, creencias y actitudes son predictores fiables del consumo de sustancias adictivas. La decisión de experimentar o no con las drogas a la que se enfrentan los adolescentes y jóvenes está condicionada, no sólo por el repertorio de competencias personales y habilidades sociales del sujeto, o por la influencia socializadora ejercida por la familia o la escuela, sino por los valores, las creencias y actitudes dominantes en cada cultura/sociedad. Lo que los jóvenes piensan de las drogas, sus creencias sobre sus efectos y sobre el propio hecho de consumir, y lo que experimentan con ellas, arroja un balance subjetivo, positivo o negativo, que determinará la ocurrencia o no del consumo. Existen reiteradas evidencias de que las creencias y actitudes positivas hacia las drogas se relacionan con el consumo, al igual que ocurre con una menor identificación con los valores convencionales o normativos (ROMERO, E. 1996). La no interiorización o el alejamiento de ciertos valores convencionales o normativos predisponen a transgredir la norma en mayor medida (CATALANO, RF. et al, 1996). Las personas con conductas problemáticas se identifican con valores con un significado personal inmediato, como el placer o la diversión, y menos con valores prosociales (LUENGO, MA. et al, 1999). Asimismo, los jóvenes consumidores de drogas se identifican con valores presentistas y vinculados a la búsqueda de sensaciones (ELZO, J. et al, 2000), mostrando una menor identificación con los valores normativos (salud, familia, desarrollo profesional, etc.). Pero las actitudes por sí solas no tienen por qué ser un predictor directo del consumo de drogas, puesto que existe un proceso intermedio entre la actitud y la conducta. Como señalan Pons y Borjano (1999), el sujeto aceptaría consumir drogas porque además de mantener una actitud permisiva, ha experimentado personalmente el consumo de esa sustancia en determinados ambientes y de esta forma ha podido consolidar o desmentir las creencias provenientes del medio sociocultural sobre ellas. Ello no resta valor a la constatación de que la probabilidad de consumo aumentará en tanto en cuanto más permisivo sea el medio social. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 7 2. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO: LA NECESIDAD DE CONTAR CON UNA NUEVA PERSPECTIVA DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE DROGAS Los resultados obtenidos en el marco de distintas investigaciones nacionales e internacionales aportan un amplio catálogo de factores de riesgo asociados al consumo de drogas, que se agrupan habitualmente en tres grandes categorías: personales (genéticos, psicológicos, etc.), microsociales (vinculados a la familia, al grupo de iguales, la escuela, etc.) y macrosociales o socioculturales. La presencia de un sistema cultural que contribuye a mantener, justificar y aceptar el uso y/o abuso de drogas, es señalado como uno de los factores que explican que los sujetos se comporten de manera no saludable (BECOÑA, E, OBLITAS, L. 2006). En este proceso la publicidad y los medios de comunicación contribuyen a minimizar los efectos del consumo de drogas y a asociar su uso con contenidos positivos o gratificantes (seducción, libertad, etc.), alterando la percepción del riesgo de adolescentes y jóvenes en relación a estas conductas. La presencia en los medios de comunicación de modelos juveniles (músicos, actores, comunicadores, etc.), que consumen drogas o que muestran opiniones o actitudes favorables hacia su uso, dificulta la percepción del riesgo de estas conductas y facilita su aceptación. Entre las variables de tipo sociocultural más relevantes para explicar la decisión adolescentes y jóvenes de consumir o no sustancias psicoactivas se incluye percepción del riesgo asociado a esta conducta. Diversos estudios confirman presencia de una correlación inversa entre el nivel de riesgo percibido y el consumo las sustancias (BACHMAN, JG. et al, 1988). de la la de Sobre la base de la Teoría de la acción razonada de Fishbein y Ajzen, y de la Teoría de la conducta planificada de Ajzen, la conducta de los sujetos podría predecirse en base a sus actitudes y a las normas subjetivas. Las personas toman decisiones en función de las consecuencias positivas que esperan obtener y para evitar las consecuencias negativas, de modo que si perciben que una decisión o conducta va a acarrearles consecuencias negativas no la adoptarán (BECOÑA, E. 2007). Consecuentemente, en la decisión de muchos jóvenes de consumir drogas no sólo pesan los efectos negativos y riesgos conocidos asociados a la sustancia (al margen de los sesgos que introduzca su percepción), sino los efectos positivos atribuidos, tanto a la propia sustancia, como al hecho mismo de consumirla. En ese balance de ventajasinconvenientes que comporta la decisión de consumir drogas los jóvenes ponderan particularmente las ventajas que les aporta el consumo. La percepción que se tiene sobre las distintas drogas dependerá del nivel de uso, de las creencias y de la propia construcción social sobre la sustancia, y esta percepción influirá en la decisión que se tome sobre su consumo. Por otra parte, ciertos sesgos sobre los efectos de las sustancias, como por ejemplo desconocer las consecuencias adversas que pueden derivarse de su uso, o la atribución de efectos que no responden a su acción farmacológica, pueden favorecer el consumo de ciertas sustancias. Así pues, la evaluación de los efectos negativos y positivos con que se asocia el consumo de una sustancia en un contexto y circunstancias concretas, no viene determinado exclusivamente por factores de tipo racional, sino también por factores emocionales, muy relevantes en el caso de adolescentes y jóvenes. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 8 A diferencia de lo que ocurre habitualmente con los adultos, donde los procesos de toma de decisiones están fuertemente condicionados por los elementos racionales, en los adolescentes y jóvenes los aspectos emocionales y vinculados a las interacciones sociales son determinantes en la decisión a adoptar. Por ello, no es suficiente que los jóvenes conozcan los efectos y riesgos asociados al uso de una droga para modificar sus hábitos de consumo (de hecho, la mejora en los niveles de información sobre las sustancias no ha impedido la escalada en los consumos registrada en los últimos años), siendo esencial modificar las funciones que le atribuyen a estos consumos en sus relaciones sociales. Entre las razones esgrimidas habitualmente para explicar las dificultades que encuentran los programas de prevención, para modificar los hábitos de uso y/o abuso de drogas, se alude al efecto placentero que tienen la mayor parte de los consumos en los estadios iniciales, frente al largo período de tiempo que transcurre desde que se inicia el consumo hasta que son visibles los efectos adversos asociados al mismo. Este argumento, soportado en una respuesta racional centrada en los efectos o consecuencias del consumo de sustancias, no tiene en cuenta cómo afectan los consumos a ciertas dimensiones claves en la vida de los jóvenes, como es la sociabilidad. Los jóvenes encuentran numerosas ventajas en lo que ha dado en denominarse “consumos recreativos de drogas en los fines de semana”: les facilita un espacio compartido con otros jóvenes (donde ver y ser visto), fortalece el sentido de pertenencia al grupo, les permite relacionarse con sus iguales, ligar, y escenifican una suerte de autonomía virtual con respecto a los adultos (hacen lo que quieren lejos del control de los padres). Por el contrario, decidir no consumir acarrea algunos inconvenientes: asumir que se es un joven diferente o raro, arriesgarse a ser rechazado por los iguales, sentirse aislado o no participar en las dinámicas propias de los jóvenes. Son este tipo de ventajasinconvenientes relacionadas con la dimensión social de los jóvenes las que condicionan de manera muy importante la decisión última de consumir o no hacerlo, sin duda tanto o más que los efectos adversos que puedan derivarse del uso de las sustancias. La omisión de los componentes emocionales, tan relevantes en la psicología de los adolescentes y jóvenes, lleva con frecuencia a formular interpretaciones erróneas acerca del significado que el riesgo atribuido a las drogas tiene verdaderamente para los jóvenes. Recientes estudios (RODRÍGUEZ, E. et al, 2008) confirman que para los jóvenes el uso de drogas no sólo implica riesgos, sino también beneficios, medidos en forma de integración social. La amplia y sólida base científica de conocimientos actualmente disponibles sobre los factores asociados al consumo de drogas presenta, no obstante, limitaciones importantes en lo relativo a los mecanismos a través de los cuales los factores de riesgo ambientales o situacionales influyen en el inicio o la continuidad de los consumos. Las dificultades para el controlar y medir el impacto de los factores ambientales sobre los consumos de drogas hacen que éstos sean menos conocidos que los factores de riesgo y protección individuales y familiares. Sólo algunas variables, como la disponibilidad/accesibilidad de las sustancias y el riesgo atribuido a diferentes conductas relacionadas con las drogas (experimentación, consumo ocasional y habitual), han sido objeto de estudio sistemático. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 9 La investigación sobre los factores de tipo sociocultural, que actúan como determinantes de los consumos juveniles de drogas, debe hacer frente a un doble reto: a) superar la interpretación sesgada, estereotipada o errónea que con frecuencia se hace de la influencia de factores concretos, como el riesgo percibido o atribuido a las drogas y b) la necesidad de analizar el impacto que sobre los consumos tienen los nuevos elementos aparecidos en la cultura y el ambiente que rodea a los jóvenes, como son los modelos de ocupación del ocio y la función que el uso de drogas desempeña actualmente en la sociabilidad de los jóvenes. Aunque la percepción de riesgo varía de forma importante de unas drogas a otras, y es diferente en función de la frecuencia de su uso, resulta evidente su influencia en los consumos. Son numerosas las evidencias que relacionan la percepción de riesgo y el inicio y/o continuidad del consumo de drogas, estando bastante asentada la ecuación que establece que, cuanto mayor es la percepción de riesgo, menor es la probabilidad que existe de que una persona consuma drogas. A pesar de la influencia ejercida por percepción del riesgo, se conoce relativamente poco acerca de cómo se instaura esta variable la y cuáles son los elementos que intervienen en este proceso. Todavía hoy es dominante la lectura que tradicionalmente se ha hecho del riesgo asociado al consumo de drogas, marcadamente reduccionista, que vincula el mismo en exclusiva al impacto potencial de las sustancias sobre la salud y al incremento de la probabilidad de que surjan problemas derivados del consumo. A pesar de la influencia ejercida por la percepción del riesgo, se conoce relativamente poco acerca de cómo se instaura esta variable y cuáles son los elementos que intervienen en este proceso. Todavía hoy es dominante la lectura que tradicionalmente se ha hecho del riesgo asociado al consumo de drogas, marcadamente restrictiva, que vincula el mismo exclusivamente con el impacto potencial que las sustancias tienen sobre la salud y con el incremento de los problemas derivados de su consumo. Afortunadamente comienza a aceptarse que el riesgo es un constructo social de carácter multidimensional, donde los factores de tipo psicosocial y culturales juegan un papel determinante. La percepción del riesgo está condicionada, además de por el sistema de creencias y valores de los individuos y sus aspectos afectivos y emocionales, por un modelo social y cultural concreto (RODRÍGUEZ, E. et al, 2008). De este modo, lo que se considera o no riesgo y su aceptabilidad se apoya en valores, creencias y actitudes socialmente establecidas. La moderna concepción del riesgo ha dejado de considerar el mismo desde la óptica exclusiva del peligro, para entenderlo como una oportunidad para avanzar (que puede hacer necesario olvidar los peligros), como algo consustancial a la toma de decisiones (LUHMANN, N. 1998). Los riesgos que los sujetos están dispuestos a asumir están condicionados por su adhesión o no a una determinada forma de sociedad (BECK, U. 1999). Así pues, la propia definición del riesgo y sus categorías, o la jerarquización de los mismos, entran de lleno en el ámbito de las representaciones sociales, puesto que los riesgos se definen a partir de la cultura. Como apuntan Pigdeon, NF. et al (1992), la percepción del riesgo se construye sobre creencias, valores y disposiciones sociales y culturales amplias, que las personas adoptan frente a las fuentes de peligro y los beneficios que estas conllevan. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 10 A nivel práctico, lo más novedoso de esta nueva perspectiva del riesgo es que sitúa los procesos de toma de decisiones considerando no sólo los potenciales peligros, sino también los potenciales beneficios. Conviene destacar que la percepción del riesgo conlleva, además de una dimensión objetiva otra de tipo subjetivo. Es precisamente en el terreno de las atribuciones subjetivas asociadas a las sustancias donde los beneficios (reales o subjetivamente percibidos) tienen una gran importancia para los jóvenes. Consumir drogas comporta un evidente riesgo, pero no cabe duda de que también incorpora vivencias de tipo positivo. Por esta razón es preciso conocer el imaginario colectivo de los jóvenes en torno a los riesgos asociados al consumo de drogas (tanto de consumir como de no hacerlo), instalado en unas convenciones y expectativas, muy diferentes y alejadas de las que manejan los profesionales y expertos en drogodependencias. Dada la relevancia que la percepción del riesgo tiene como determinante de los consumos, resulta esencial que el constructo sobre el riesgo asociado a las drogas incorpore el discurso y la perspectiva de los jóvenes. Un discurso donde, complementariamente a los aspectos relacionados con la salud, se integren diversas dimensiones relacionadas con la sociabilidad, la integración grupal, la identidad juvenil, etc. La presente investigación pretende abordar, desde una perspectiva suficientemente amplia y comprensiva la influencia que la percepción del riesgo asociado al consumo ejerce como variable predictora del consumo de psicoestimulantes entre los jóvenes riojanos Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 3. MARCO TEÓRICO DE LA CONSUMOS DE DROGAS 3.1. INVESTIGACIÓN: PERCEPCIONES SOCIALES 11 Y Representaciones sociales y consumo de drogas Las representaciones sociales han sido definidas como “el conjunto de valores, nociones y creencias que permiten a los sujetos comunicarse y actuar, y así orientarse en el contexto social donde viven, racionalizar sus acciones, explicar eventos relevantes y defender su identidad" (MEGÍAS, E. et al, 2001). La relevancia de las representaciones sociales en el campo de la prevención reside no sólo en que generan determinadas actitudes, sino en que blindan en cierto modo las informaciones en las que se apoyan, haciendo muy difícil que las personas que comparten dichas representaciones sean receptivas a mensajes e informaciones que contravengan las mismas. Además, estas representaciones sociales compartidas son claves en los procesos de establecimiento de la identidad social de los jóvenes y adolescentes, que a su vez son responsables del modo en que responderán los miembros de estos grupos ante determinadas situaciones. La relación entre los sujetos y los fenómenos sociales está mediada por procesos de tipo cognitivo (creencias, percepciones, etc.) y culturales, en base a los cuales se desarrolla un proceso de categorización social que permite a los sujetos definir el fenómeno social representado y el tipo de relación a establecer con el mismo. En el proceso de construcción de las representaciones sociales destacan dos elementos esenciales: La historicidad, que alude al hecho de que diferentes factores culturales van modificando las representaciones sociales que los sujetos elaboran de ciertos fenómenos sociales a través del tiempo (dinamismo de las representaciones). La subjetividad, que hace referencia al hecho de que al definir un fenómeno social se establece una mediación de tipo simbólico entre el sujeto y el fenómeno, que introduce un elemento interpretativo sobre un fenómeno supuestamente objetivo. Esta subjetividad está en la base de que la realidad no sea percibida de igual manera por los diferentes sujetos que interactúan en ella. No se trata de que la misma realidad objetiva sea percibida de distintas maneras por diversos actores sociales, sino que más bien la realidad es producto de un proceso subjetivo de construcción social (BERGER, P. LUCKMANN, T. 1968). Las raíces sociales de las representaciones sociales, su elaboración colectiva, reflejan la interacción entre el individuo y la sociedad y, en la medida en que el sujeto es activo en esta labor de síntesis colectiva, la representación social deja de ser un mero reflejo de la sociedad (BEHAR, J. 1988). Las representaciones sociales son pues la forma en la que un grupo o colectivo imagina o piensa los hechos sociales, convertidos en objetos que han adquirido significación para el sujeto, de ahí que los aspectos simbólicos e imaginarios sean fundamentales en la construcción de la realidad. La importancia de las representaciones sociales radica en que estructuran la experiencia y construyen el mundo social, actuando como guías operacionales que tienen por finalidad ayudar a regular los comportamientos intra e intergrupales (DI GIACOMO, JP. 1987). Por ello, las representaciones y actitudes sociales compartidas son claves en la construcción de la realidad social de las drogas, puesto que condicionan las creencias y Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 12 las percepciones del riesgo sobre las drogas y determinan disposiciones conductuales y hábitos de consumo. Precisamente, a través del discurso dominante sobre las drogas, se crean actitudes, se normalizan pensamientos, se orientan las valoraciones y se atribuyen significados a los consumos de las distintas sustancias (MORAL, M.V. 2007). Así pues, las representaciones sociales sobre las drogas y sus usuarios condicionan las actitudes hacia el consumo, distorsionando las percepciones del riesgo por parte de los consumidores, y conformando una mentalidad adaptativa en base a: la consideración social del daño de la sustancia, la permisividad con la que se regule su consumo en las disposiciones legales y el estatuto diferencial de la sustancia entre los consumidores amparado, en su raigambre sociocultural. Son numerosas las evidencias que confirman que las percepciones de los adolescentes y jóvenes respecto de las consecuencias derivadas de los consumos cambian en función del nivel de experimentación de los sujetos. Asimismo, se ha observa una tendencia según la cual a medida que avanza la edad existe una mayor permisividad ante los riesgos derivados del consumo y una mayor valoración de las consecuencias positivas que conlleva la experimentación y el uso de drogas. Esta tendencia estaría condicionada en gran medida por el hecho de que una edad más avanzada se asocia con una mayor experimentación y proximidad a las sustancias. Algunas investigaciones (CORRAL, M.V. OVEJERO, A. 2005) corroboran que los adolescentes de mayor edad expresan autopercepciones más favorables al consumo, una mayor valoración de las drogas y sus usos, un debilitamiento de las actitudes contrarias al consumo y una disposición más positiva hacia el consumo, en comparación con las actitudes de los adolescentes de menos edad. Ello evidenciaría el efecto que la edad tiene sobre las creencias, valoraciones y disposiciones comportamentales hacia la experimentación, consumo y habituación a las drogas. La tendencia a manifestar actitudes más permisivas hacia el consumo de sustancias psicoactivas en edades superiores podría interpretarse abundando en la posibilidad de una distorsión valorativa de las creencias y percepciones de riesgo, motivada por la inducción de un sesgo cognitivo entre quienes ya consumen. Tanto las representaciones sociales, como los valores y las percepciones sociales modulan el comportamiento de los sujetos, al condicionar sus actitudes, que actúan como una guía inmediata para la acción, orientando las respuestas ante situaciones concretas. Las percepciones sociales sobre las drogas actúan a modo de actitudes colectivas recreadas por el imaginario popular, con un importante componente ideológico, influyendo en las actitudes individuales hacia el consumo. Si las percepciones orientan los comportamientos, cabría pensar que modificando algunos elementos de la percepción social de las drogas sería posible evitar o reducir los comportamientos de riesgo. De este modo, si las drogas son percibidas como extremadamente peligrosas, una mayoría de jóvenes considerará que no merece la pena arriesgarse a experimentar con ellas, mientras que si se piensa que probarlas no implica ningún riesgo, seguramente la mayoría se iniciará en su consumo. Hay de hecho datos que avalan esta dinámica, pudiendo observarse como, por ejemplo, la evolución alcista de los consumos de cannabis entre los escolares españoles en las últimas décadas ha discurrido en paralelo a la reducción del daño asociado al consumo de esta sustancia (OED, 2008). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 13 Esta lógica estaría en la base de un modelo cíclico que condicionaría las percepciones y los hábitos sociales en relación con las drogas y que respondería a la siguientes dinámica (COMAS, D. 2002): alarma social, reacciones de rechazo, disminución del consumo (o de su percepción), normalización social y banalización de las sustancias, aumento del consumo y otra nueva situación de alarma social. Sin embargo, este modelo, que se soportaría en el mecanicismo existente entre las percepciones y las conductas, encuentra dificultades para explicar, por ejemplo, el porqué algunos jóvenes experimentan con ciertas sustancias a pesar de considerar peligroso el consumo de drogas. Las evidencias disponibles señalan que la relación entre percepciones sociales y consumo de drogas es compleja y está llena de matices, escapando de los automatismos con los que en ocasiones se pretende asociar ambas dimensiones. Asistimos a un momento en el cual resultan compatibles unos elevados niveles de riesgo percibido asociados al consumo de drogas ilícitas diferentes del cannabis, con unas elevadas prevalencias de uso de estas sustancias y con la expansión de los problemas de salud asociados a su consumo. Ello es así porque en la sociedad española se ha instaurado la percepción de que las drogas son más un problema del pasado. Un buen ejemplo de ello es la evolución de la relevancia que los ciudadanos atribuyen a las drogas como problema social, reflejada en los sucesivos barómetros de opinión realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas. La evolución seguida en el período mayo 1985 a septiembre 2009 por las percepciones ciudadanas acerca de los principales problemas del país (Tabla 1.1) confirma la progresiva y drástica reducción de la naturaleza problemática de las drogas para la opinión pública. A finales de los años ochenta, en plena crisis de la heroína, las drogas ocupaban la segunda posición entre los problemas del país, una relevancia que se mantuvo en la segunda mitad de la década de los noventa, para reducirse desde entonces de forma sostenida, pasando a ocupar en septiembre de 2009 la decimoctava posición en el ranking de los problemas nacionales (CIS, 2009). Por su parte, el porcentaje de ciudadanos que sitúan a las drogas entre los problemas que más les afectaban personalmente pasó del 11,8% en julio de 1998 al 0,3% de septiembre de 2009, hasta ocupar la posición vigésimo segunda en el ranking de problemas personales. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 14 Tabla 1.1. Evolución de los principales problemas del país identificados por los ciudadanos en los barómetros del CIS (mayo 1985 a septiembre 2009). Mes y año Mayo 85: Octubre 85 Septiembre 86 Junio 88 Septiembre 93 Septiembre 94 Abril 95 Marzo 06 Noviembre 06 Marzo 97 Octubre 97 Julio 98 Marzo 99 Septiembre 00 Marzo 01 Julio 01 Septiembre 01 Marzo 02 Julio 02 Septiembre 02 Marzo 03 Julio 03 Septiembre 03 Marzo 04 Septiembre 04 Marzo 05 Julio 05 Septiembre 05 Marzo 06 Julio 06 Septiembre 06 Marzo 07 Julio 07 Septiembre 07 Marzo 08 Julio 08 Septiembre 08 Marzo 09 Junio 09 Septiembre 09 % de encuestados que señalan las drogas como el principal problema 17,5 19,3 10,5 49,0 35,8 26,3 17,6 19,4 26,5 23,5 29,2 27,5 25,3 14,7 13,3 19,4 14,3 23,3 11,3 11,3 7,2 13,0 12,0 5,7 9,5 8,0 6,7 6,4 6,0 5,8 4,8 3,9 4,8 4,1 2,9 2,3 1,9 1,5 2,1 0,2 Posición que ocupan las drogas en el ranking de problemas nacionales 5ª 5ª 5ª 2ª 2ª 2ª 3ª 5ª 2ª 3ª 3ª 3ª 3ª 3ª 3ª 3ª 3ª 3ª 4ª 4ª 5-6ª 5ª 4ª 6ª 6ª 6ª 6ª 7-8ª 9ª 9ª 9ª 10ª 9ª 12ª 14ª 14ª 16-17ª 18ª 16ª 18ª FUENTE. Barómetros de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 3.2. 15 Elementos del contexto claves para interpretar los significados que los consumos de drogas tienen para los jóvenes Las drogas tienen importantes significados culturales, jugando un papel relevante en los procesos de integración social y en los espacios de ocio, complementarios a los usos instrumentales (como estimulantes, depresores, etc.). Unos significados y atribuciones que son claves para comprender la forma en la que los jóvenes se relacionan con las drogas. Aunque existe una tendencia generalizada a vincular las drogas con los jóvenes, conviene precisar que ni los consumos son exclusivos de los sectores juveniles, ni sus pautas de uso sustancialmente diferentes a las de los adultos, dado que éstas les han sido trasmitidas por los adultos a los jóvenes (de forma consciente o inconsciente), a través de sus estilos de vida, valores sociales de referencia, modelos de ocupación del ocio, relevancia atribuida a las sustancias y modos de relacionarse con ellas. En la construcción social de las identidades juveniles (en la forma de pensar y actuar que tienen los jóvenes), son claves los valores sociales y los modelos de conducta que los adultos transmiten a los jóvenes a través de los medios de comunicación. Una identidad juvenil en la que se potencian valores como el hedonismo, la búsqueda del placer y la inmediatez, que diversas investigaciones señalan como facilitadores del uso de drogas. Para comprender los comportamientos que mantienen los adolescentes y jóvenes españoles en relación con las drogas y la lectura que realizan sobre los riesgos que comportan estas conductas, adquieren gran relevancia algunos elementos presentes en el contexto sociocultural en el que se desenvuelven estos colectivos, entre los que cabe mencionar los siguientes: a) La importante presencia social y cultural de las drogas La normalización de los consumos de ciertas drogas entre los adolescentes y los jóvenes contribuye a facilitar la aceptación social de estos comportamientos, lo que indirectamente incrementa la probabilidad de mantener esa conducta. Esta percepción “normalizada” de las drogas influye notabilísimamente en los hábitos de consumo de los jóvenes, puesto que provoca la reducción de la percepción del riesgo asociado al uso de estas sustancias y de los niveles de rechazo. Pero además, condiciona las posiciones y respuestas de los distintos agentes sociales (familias, profesionales de la educación y la salud, etc.) y de las propias instituciones (SÁNCHEZ. L. 2003). La creciente presencia social de los consumos de algunas drogas y la banalización de sus efectos, han provocado un cambio importante en las percepciones sociales sobre las drogas (MEGÍAS, E. et al, 2005; MEGÍAS, E. et al, 1999), observándose la reducción drástica de los niveles de rechazo de las mismas, su creciente aceptación (expresa o tácita) y la normalización de su consumo, en especial entre los grupos juveniles, aquellos que de forma directa o indirecta están más familiarizados con su presencia. El que una conducta como es el uso de drogas por parte de la población adolescente, considerada formalmente como desajustada, esté generalizada facilita la consolidación y expansión de estos comportamientos. Esta contradicción entre la norma formal (que impide el consumo de drogas a los menores) y la norma tácita (que acepta, tolera y, en ocasiones, promueve los consumos) tiene un efecto doblemente potenciador del Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 16 consumo: convierte de facto el consumo de drogas en un modelo cultural de referencia y lanza el mensaje de que las normas sociales pueden ser fácilmente contravenidas. El consumo de alcohol entre los menores ejemplifica este proceso, pese a estar legalmente prohibido es una conducta que ha mantenido en alguna ocasión la mayoría de los adolescentes, ante la connivencia tácita de una sociedad incapaz de poner en marcha medidas que garanticen el cumplimiento de la norma social. Este fenómeno ejerce una influencia directa sobre otras variables socioculturales, como la accesibilidad a las sustancias, la aceptación o permisividad de su uso o la percepción del riesgo asociado, que incrementan la probabilidad de los consumos. Todo ello al margen del riesgo inherente a que el uso de drogas como el alcohol o el tabaco en edades tempranas se consoliden en la vida adulta y de que actúen como favorecedoras de la experimentación con otras drogas ilícitas. La normalización social del consumo de drogas entre los jóvenes es un elemento esencial para explicar la lectura que éstos realizan de las drogas y de los riesgos asociados a las mismas. Unas sustancias que han superado la barrera de lo marginal para convertirse en una conducta cotidiana, identificada básicamente con los espacios de ocio juvenil (por más que estén presentes en diferentes ámbitos de actividad y colectivos sociales). Las drogas se han convertido en un producto más de consumo, inmerso en un modelo cultural en el que para ser “normal” hay que consumir. No en vano, el consumo de bienes y servicios, incluidas las drogas, se consagra como un mecanismo que proporciona placer y felicidad, en una sociedad como la actual en la que el placer y el riesgo son, cada vez más, elementos definitorios de la misma. Los problemas asociados a las drogas no han crecido con la misma intensidad con que lo hicieron los consumos en las dos últimas décadas. Esto se debe a diferentes procesos individuales y colectivos, que han contribuido a limitar las consecuencias o efectos más graves de los consumos (muertes, intoxicaciones agudas, enfermedades orgánicas asociadas, demandas de tratamiento, etc.). Los consumidores, y la sociedad en su conjunto, han incorporado diversos conocimientos que les permiten relacionarse con las drogas de manera menos lesiva. Dicho de otro modo, la mayor familiaridad con las drogas ha permitido el desarrollo de ciertos “aprendizajes sociales” que posibilitan a los sujetos relacionarse mejor con las drogas, manejar ciertos riesgos y limitar el impacto de los consumos. La contención o retroceso de los problemas más graves con que tradicionalmente se asocia el consumo de drogas no significa, ni mucho menos, que no se produzcan otro tipo de problemas, mucho más frecuentes al afectar a una base de consumidores mucho más amplia. La naturaleza de los nuevos problemas vinculados al consumo de drogas y los ámbitos donde los mismos tienen un mayor impacto (los procesos de socialización y maduración personal y la salud mental), explican por qué éstos no son percibidos y reconocidos a nivel individual (por los propios consumidores) y social. Asistimos a una tremenda paradoja: cuando los problemas asociados al consumo de drogas tienen una extensión jamás conocida, la percepción social dominante no los reconoce (recuérdese que la opinión pública ha desplazado a las drogas hasta una posición testimonial entre los problemas que afronta en estos momentos la sociedad española). Los nuevos problemas asociados al consumo de drogas son un gran medida “problemas virtuales”, sólo percibidos por los profesionales del sector. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes b) 17 La consolidación de un modelo de ocio juvenil centrado en el consumo de drogas Un elemento característico de las sociedades post-industriales es la modificación de la estructuración en el uso del tiempo, con el surgimiento de un nuevo estilo de vida en el que el ocio tiene un protagonismo creciente, en detrimento del tiempo dedicado al trabajo o la formación. Una nueva cultura del ocio que implica asumir riesgos y que facilita, entre otros comportamientos, el consumo de drogas. Durante el fin de semana se desarrollan las actividades de ocio de carácter eminentemente social, convirtiéndose en un espacio/tiempo para romper con la rutina y las tensiones del trabajo o del estudio, y dedicado a la diversión y el “desmadre”. Ciertas conductas de riesgo (el consumo de drogas en los fines de semana con fines recreativos es un buen ejemplo de ello) están social y culturalmente aceptadas, no sólo por los jóvenes que las practican, sino por el conjunto de la sociedad. La asociación del consumo de ciertas drogas (alcohol, hachís y psicoestimulantes) con el ocio juvenil ha adquirido tal arraigo entre los jóvenes que ha pasado a conformar un elemento de referencia de su cultura. Ser joven implica ocupar el tiempo de ocio del fin de semana en consumir drogas con los amigos/as para divertirse. Tal es la fuerza de esta asociación que incluso se ha rebautizado a estas sustancias como drogas recreativas (CALAFAT, A. et al, 2004). Se trata de un fenómeno doblemente paradójico, no sólo porque ha convertido un comportamiento minoritario, como es el consumo de drogas, en un elemento determinante de la identidad juvenil (SANCHEZ, L. et al, 2004), sino porque ha hecho del ocio un espacio donde se concentran los mayores riesgos para los jóvenes (accidentes, agresiones, conductas sexuales de riesgo, etc.). c) La creciente influencia de la socialización en el grupo de iguales Frente a la progresiva pérdida de influencia de las instituciones socializadoras clásicas (familia, escuela, etc.), el grupo de iguales ha ganado un creciente protagonismo como instancia socializadora. Es precisamente en el tiempo de ocio del fin de semana donde tiene lugar de forma preponderante esta forma de socialización, en la que adolescentes y jóvenes experimentan, comparten y aprenden de y con sus iguales. Ello explica la importancia que las actitudes y comportamientos dominantes en el grupo de iguales tienen como predictores de los consumos de drogas de sus integrantes, habiéndose constatado reiteradamente la influencia del modelado de los iguales en los hábitos de consumo de alcohol y otras sustancias (SCHEIER, LM. et al, 1997; REIFMAN, A. et al, 1998: GARNIER, HE. STEIN, JA. 2002). Las relaciones personales, y en particular las vinculadas con la amistad y el grupo de iguales, son claves en el comportamiento de adolescentes y jóvenes. Las relaciones con los amigos/as están presentes en prácticamente todos sus escenarios vitales, en especial en aquellos relacionados con el ocio. Esta realidad, unida al papel que las drogas juegan en los procesos de integración social, explica porqué las relaciones grupales son claves en el inicio y la continuidad del consumo de drogas (SÁNCHEZ, L. et al, 2007; RODRÍGUEZ, E. et al, 2008). Una influencia que se relaciona con los aprendizajes sociales que se realizan en el grupo de iguales y con los procesos de reforzamiento que se producen en su seno. Ello a pesar de que los jóvenes afirman sentirse totalmente libres en su grupo de Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 18 iguales, negando la influencia del mismo sobre su comportamiento, en un afán de reivindicar la independencia, rasgo característico de la psicología adolescente y juvenil. La identidad grupal de los jóvenes se construye en base a un doble proceso de cohesión interna y diferenciación externa (ser distintos a otros grupos). Precisamente las representaciones sociales (las ideas, actitudes, valores y posiciones compartidas ante determinados aspectos de la vida dentro del grupo) contribuyen al reforzamiento del sentido de pertenencia y adhesión al grupo. Por ello, la influencia ejercida por los iguales, sobre la base de unas representaciones sociales compartidas, es clave en la instauración de ciertos hábitos, entre ellos el consumo de alcohol y otras drogas. El grupo de iguales constituye un importante apoyo en el proceso de construcción de la identidad de los adolescentes y jóvenes, confiriendo a sus integrantes un sentimiento de pertenencia y adhesión, un entorno seguro y un espacio de reconocimiento, aceptación y apoyo, aspectos todos ellos trascendentales en la transición hacia la vida adulta. Pero el grupo puede actuar como contexto de riesgo en la medida en que inhiba la responsabilidad individual y la libertad para tomar decisiones, favorezca la excesiva dependencia y conformismo o facilite la instauración de conductas inadecuadas, tales como el consumo de drogas u otras conductas problema (LAESPADA, T. 2009). El inicio del consumo adolescente en el grupo de iguales propicia la sensación de acceder a algo prohibido que escapa a la tutela de los padres o de otras figuras de autoridad, y que proporciona la posibilidad de compartir nuevas experiencias con sus iguales, en lugares y horarios que hacen propios, por contraposición a los del mundo adulto. El consumo de drogas en el grupo de iguales actuaría como una forma más de cohesión y de identidad grupal, como la imagen personal o cualquier otra conducta seleccionada para definir un estilo de vida vivido como propio. El ocio de tipo social compartido con los iguales resulta clave para comprender la instauración de ciertos hábitos de consumo de drogas, no sólo porque se trate de un espacio de riesgo donde se producen la mayor parte de los consumos, sino porque es ahí donde colectivamente los jóvenes construyen las representaciones sociales de las drogas. El resultado de este proceso socializador es un determinado imaginario social, que será determinante en las decisiones que a nivel individual adopten los jóvenes a la hora de decidir consumir o no drogas. En la lectura de los riesgos relacionados con el consumo de drogas, conviene destacar el hecho de que las drogas son un elemento clave en la integración social de los jóvenes. Este elemento de la identidad juvenil está tan arraigado que, a pesar de ser una minoría los jóvenes consumidores, no consumir drogas es percibido como un potencial elemento de exclusión social. La resultante del proceso es que los jóvenes que no consumen, que no se ajustan al estereotipo que les presenta como transgresores y en disposición de asumir riesgos, comienzan a ser percibidos como bichos raros, que no se ajustan al modelo juvenil dominante. Se trata de un factor determinante en la visión de los riesgos. Cuando está en cuestión la integración social (sin duda la máxima prioridad para adolescentes y jóvenes) es lógico que la percepción del riesgo tienda a reducirse, mientras que aumenta la percepción de los beneficios que implica el consumo. Una dinámica que no sólo propicia el consumo de drogas, sino que dificulta la puesta en marcha de medidas de autocontrol. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 3.3. 19 Lectura de los riesgos y beneficios que los jóvenes realizan de los consumos de drogas El riesgo es una construcción social, histórica y culturalmente cambiante (DOUGLAS, M. 1996). Variables como la edad, el género, la clase social o las condiciones de vida determinan la escala de valores de las personas y el nivel de riesgos con el que coexisten o que están dispuestas a asumir. Existe una tendencia general a realizar una lectura lineal de los riesgos atribuidos al consumo de drogas, soportada en una interpretación del riesgo en clave racional, según la cual una mayor percepción del riesgo se traduce en menores consumos. Esta interpretación, aunque coherente y soportada en sólidas investigaciones epidemiológicas, debe ser complementada con otras dimensiones de tipo subjetivo, que permitan profundizar en la lectura que realizan los jóvenes de los riesgos y los beneficios asociados a las drogas. El proceso de construcción de la percepción del riesgo asociado a las drogas conlleva un balance de los beneficios y daños, que habitualmente está muy alejado del discurso de los expertos en drogodependencias (TULLOCH, J. LUPTON, D. 2003). Sucede, además, que la aproximación de los jóvenes a los riesgos y beneficios que comporta el consumo de drogas se realiza de forma bietápica. En una primera aproximación predominan los elementos de carácter racional, lo que explica que la percepción del riesgo asociada al consumo de drogas sea muy elevada, en particular en el caso de las ilícitas y dentro de estas de sustancias como la heroína y la cocaína, que sitúan en el extremo de sustancias con mayor peligrosidad. En esta aproximación formal a la percepción de las drogas los jóvenes mantienen un discurso similar al de los adultos, en el que destacan sus aspectos negativos (como su poder adictivo), claramente superiores a sus potenciales beneficios, lo que determina que no merezca la pena su consumo. Sin embargo, esta aproximación inicial de tipo racional al riesgo percibido del consumo de drogas se solapa con una segunda aproximación de tipo subjetivo, soportada en la construcción social que los jóvenes, en general, y el grupo de referencia, en particular, realizan del riesgo, así como en las propias experiencias de los sujetos con las sustancias. Por ello, y esto es muy importante destacarlo, no existen opiniones y actitudes juveniles únicas frente a las drogas, sino diversas categorías o modelos de posicionamiento ante ellas (MEGÍAS, E. et al, 2006), del mismo modo que no existe una única lectura juvenil de los riesgos asociados al consumo, sino diversas categorías que oscilan entre el rechazo frontal a cualquier comportamiento que implique riesgos y la aceptación del mismo como ingrediente básico y definitorio de la identidad juvenil, todo ello con diversos posicionamientos intermedios (RODRÍGUEZ, E. et al, 2008). Las experiencias personales de los sujetos y la construcción que de los riesgos asociados a las drogas se realiza en el grupo de iguales y por el entorno social, permiten ajustar y redefinir el discurso formal sobre las drogas, que expresa el deber ser, lo que el conjunto de la sociedad considera que debe ser la respuesta frente a un comportamiento que incide negativamente en la salud y el bienestar personal, familiar y social. Ello permite relativizar el riesgo, que deja de ser cierto para pasar a la categoría de probable, y legitimarlo en ciertas condiciones. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 20 De este modo, la mayoritaria percepción del riesgo atribuido a las drogas desde posiciones formales, que las presenta como sustancias peligrosas cuyo consumo debe ser evitado, se llena de matices cuando se contrapone a las experiencias personales y a las lecturas que se realizan en el grupo de referencia. Así pues, el rechazo formal (y frontal) inducido desde una primera aproximación racional al riesgo se compatibiliza con la aceptación y legitimación del consumo de drogas en ciertos ámbitos, un proceso de legitimación soportado en experiencias personales y de amigos y conocidos y en determinadas atribuciones subjetivas a las sustancias. De este modo, la mayoritaria percepción del riesgo atribuido a las drogas, que desde posiciones formales se presentan como sustancias peligrosas cuyo consumo debe ser evitado, se llena de matices cuando se contrapone a las experiencias personales y a las lecturas que se realizan en el grupo de referencia. Así pues, el rechazo formal (y frontal) inducido desde una primera aproximación racional al riesgo se compatibiliza con la aceptación y legitimación del consumo de drogas en ciertos ámbitos, un proceso de legitimación soportado en experiencias personales y de amigos y conocidos, así como en determinadas atribuciones subjetivas a las sustancias. La lógica que subyace a la lectura que realizan los jóvenes de los riesgos asociados al consumo es contundente: los riesgos (genéricos y potenciales) están ahí, pero es aceptable consumir en determinadas circunstancias y condiciones: en aquellas que se corresponden con los patrones de uso dominantes entre los jóvenes. Asistimos pues a un proceso de relativización subjetiva de los riesgos objetivos atribuidos a las drogas, que hace que los mismos sean asumibles o no, dependiendo de quién consuma, cuándo y cómo. Cuando los consumos se ajustan al patrón dominante, a las normas y patrones de conducta compartidos con otros jóvenes (consumir porque se es joven y para divertirse), son considerados como normales, legítimos e inocuos. Este discurso, rediseñado desde la subjetividad y basado en la compatibilidad entre el conocimiento (reconocimiento objetivo) de los riesgos que entraña el consumo de drogas y la aceptación o legitimación de ciertas formas de consumo, se soporta en una serie de elementos que se refuerzan mutuamente: a) La diferenciación entre probar o consumir de forma ocasional y los consumos problemáticos. Los riesgos asociados a la experimentación con las sustancias se minimizan, concentrando los mismos en los consumos habituales que se relacionan con la adicción. Una lectura, la de la adicción, que pasa por el mismo tamiz de la subjetividad, y que explica que la misma sólo se asocie comúnmente a situaciones extremas (donde el impacto del consumo sobre la salud física o mental y la vida cotidiana del consumidor es claramente perceptible) a cuando los consumos desbordan el espacio de la fiesta. b) La capacidad auto atribuida por los consumidores para manejar de forma eficaz los riesgos asociados al consumo, que se explicita en la idea del control del consumo. Una capacidad de control que cada sujeto se atribuye a sí mismo, pero que tiende a negar a terceros. Esta suerte de auto inmunidad atribuida frente al riesgo de adicción explica porqué los riesgos tienden a proyectarse sobre los demás consumidores, con frecuencia percibidos como débiles o viciosos, incapaces de ajustarse a las normas en las cuales es legítimo consumir (en grupo dentro de contextos festivos). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 21 c) El retraso del riesgo en el tiempo, estableciendo diferentes niveles de riesgo a corto y largo plazo. Una constante en la lectura del riesgo que realizan los jóvenes pasa por proyectar el riesgo a largo plazo. Ello implica reforzar la idea de la incertidumbre del riesgo y su condicionamiento a un patrón de consumo excesivo o problemático (muy alejado del consumo ocasional en el fin de semana que practican numerosos jóvenes), en el cual el sujeto intensifica el consumo y lo mantiene durante largos períodos de tiempo, lo que provoca su pérdida de control sobre el mismo y la aparición de graves riesgos. d) La asunción de que el consumo ajustado a la norma comporta ventajas o beneficios. Si bien la decisión de experimentar o de consumir de forma más o menos habitual drogas dependerá del balance personal que cada persona realice de los riesgos y los beneficios atribuidos al consumo, se constata que un porcentaje relevante de jóvenes consideran que los beneficios del consumo superan en cantidad y calidad a los riesgos, avalando la idea de que merece la pena experimentar con las drogas y asumir sus riesgos. e) Los beneficios que los jóvenes atribuyen al consumo (sentirse integrados, facilitar o potenciar la diversión, aguantar más tiempo de fiesta, facilitar las relaciones interpersonales, mejorar la sociabilidad, propiciar la desinhibición, etc.) se corresponden con los efectos deseados o buscados con el mismo, que suelen aparecer asociados a los consumos de tipo experimental u ocasional. Ello refuerza, no sólo la atribución de beneficios, sino la propia idea de que la experimentación resulta clave para poder tener una idea clara de los riesgos y beneficios y poder tomar una decisión libre e informada acerca de consumir o no determinadas sustancias. Las investigaciones epidemiológicas realizadas en las últimas décadas en nuestro país reiteran una serie de elementos centrales que caracterizan la percepción del riesgo asociado al consumo de drogas entre los jóvenes españoles (MEGÍAS, E. et al, 2006): o o o o o El éxtasis y las anfetaminas ocupan una posición intermedia entre el cannabis (la droga ilícita a la que se le atribuye el menor riesgo) y la heroína y la cocaína en cuando al nivel de riesgo percibido. La percepción del riesgo es inversamente proporcional a los consumos de drogas ilícitas que realizan los jóvenes. Para todas las sustancias las mujeres registran mayores niveles de riesgo percibido que los varones. Los jóvenes de menor edad presentan una percepción del riesgo asociada al consumo de drogas ilícitas más baja, que aumenta a medida que lo hace la edad. Los jóvenes que consumen drogas de manera frecuente presentan una percepción del riesgo por debajo del conjunto de la población juvenil. Respecto a la percepción de los beneficios atribuidos al consumo de drogas, los elementos básicos serían: o o La abrumadora opinión existente entre los jóvenes acerca de que las drogas no tienen o tienen pocos beneficios, una opinión que en el caso del éxtasis y la cocaína sostiene aproximadamente el 90% de los jóvenes. Existe una correlación inversa entre la percepción del riesgo y los beneficios atribuidos al consumo, de manera que según desciende el nivel percibido de riesgo aumentan los beneficios atribuidos. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes o o o o 22 A medida que aumenta la edad se observa una tendencia a atribuir más ventajas o beneficios al consumo de drogas ilícitas. Los chicos atribuyen más beneficios que las chicas al consumo de todas las drogas y se muestran actitudes más permisivas y proclives al consumo. Por el contrario, las chicas se muestran más precavidas y reticentes frente al consumo. Los consumidores frecuentes atribuyen más beneficios al consumo que el conjunto de los jóvenes. No existen diferencias destacables entre los jóvenes y los adultos en cuanto a la lectura que realizan de los riesgos y beneficios del consumo de drogas. En todo caso, y como ponen de relieve estas investigaciones, no existe una actitud uniforme entre los jóvenes acerca de las drogas, como tampoco la hay de los riesgos y beneficios atribuidos a su consumo. Algunos estudios (MEGÍAS, E. et al, 2006) han identificado la presencia de una serie de modelos o categorías a las que se adscriben los jóvenes, a) una percepción realista del fenómeno, actitud que aglutina al mayor número de jóvenes y que compagina la responsabilidad en su manejo y la reticencia y/o rechazo a su consumo, b) un rechazo frontal que aboca por su desaparición, c) la resignación o fatalidad: las drogas no tienen solución, siempre estarán presentes y es imposible manejarlas y d) una actitud proclive a su consumo y a su normalización. Esta última actitud proclive al consumo es la que menos adhesiones concita entre los jóvenes. Por lo que se refiere a la lecturas de los riesgos, los jóvenes se adscriben a una serie de grandes categorías, relativamente uniformes: a) quienes se identifican con el estereotipo juvenil, que incluye la asunción de riesgos y el consumo de drogas como una experiencia necesaria para la integración y el disfrute en el tiempo de ocio, b) quienes formulan un rechazo frontal a los comportamientos que supongan el quebrantamiento de las normas y la asunción de riesgos, c) quienes apuestan por las nuevas experiencias y consideran que los beneficios del consumo superan a los riesgos y d) quienes se muevan en la contradicción de afirmar los riesgos que, en general, suponen los consumos, pero que banalizan los riesgos del consumo propio (RODRÍGUEZ, E. et al 2008). Es importante tener en consideración el hecho de que los comportamientos de riesgo cumplen importantes funciones entre los jóvenes: facilitan su integración grupal, les otorgan cierto protagonismo social, potencian su sensación de poder, escenifican el rechazo a la autoridad y a las normas sociales impuestas por los adultos, etc. Son múltiples los factores que convergen y explican las lecturas que los adolescentes y jóvenes realizan de los riesgos y que propician su implicación en este tipo de conductas, en su mayoría relacionados con ciertos rasgos de la personalidad de estos colectivos y con los procesos de construcción de la identidad personal (LAESPADA, T. 2009): o o o o La asunción de riesgos en la adolescencia es una conducta bastante generalizada, con independencia de la clase social o grupo de referencia. El afán exploratorio característico de los adolescentes, la búsqueda de nuevas sensaciones, les hace proclives a asumir conductas que comportan riesgos, que no generan un temor especial, puesto que perciben los riesgos como eventos cotidianos en el mundo en que viven. Se sienten llenos de vitalidad y energía, invulnerables, inmunizados frente a cualquier riesgo. La necesidad de pertenencia al grupo es, en general, muy fuerte, por ello si los amigos/as asumen riesgos, ellos/as también lo harán para ser aceptados. La Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes o o o o o o o 23 posibilidad de verse excluido/a del grupo actúa como elemento de presión, que puede llevarles a comportarse de manera diferente a la que adoptarían individualmente, asumiendo riesgos que en otras condiciones no aceptarían. No perciben la “presión” de los iguales para adoptar determinados comportamientos, puesto que la necesidad de reafirmar la propia identidad individual les obliga a rechazar cualquier tipo de influencia o presión. Aceptan conductas de riesgo en sus amigos porque interferir en las mismas supone actuar como lo harían los adultos. Tratan de inculcarse sus propios valores y no quieren ser identificados con los valores de sus progenitores. Muchos adolescentes son conscientes de que el comportamiento de sus iguales ejerce influencia sobre sus decisiones, atribuyendo su conformidad en el comportamiento a una curiosidad general sobre lo que hacen sus amistades y al deseo de integrarse en el grupo. Cuando el apoyo familiar es escaso los adolescentes son más vulnerables a la influencia de los pares y más proclives a buscar su aprobación a través de la realización de conductas de riesgo. La necesidad de transgredir las normas de los adultos es una razón de peso para explicar la asunción de riesgos, que además resulta excitante por el sentido de aventura que implica. Asumir riesgos y rebelarse sirve como impulso simbólico para liberarse del control parental. Además, si cuando mantienen una conducta de riesgo no hay castigo o no surge un daño, aumenta su sensación de invulnerabilidad, lo que favorece el deseo de reiterar la trasgresión. Viven tan intensamente el presente que sólo se preocupan por el aquí y el ahora, y no por las cosas que puedan pasar en el futuro. Los humanos aprendemos de las consecuencias negativas y positivas de nuestros comportamientos acumulativamente a lo largo de la vida, pero la mayoría de adolescentes carecen de una experiencia suficientemente amplia como para que relacionar sus acciones con las consecuencias a largo plazo de las mismas. El hecho de que numerosos jóvenes experimenten con diferentes drogas, a pesar de ser conocedores de las posibles consecuencias negativas que pueden derivarse de este comportamiento, se explica porque atribuyen a esta conducta beneficios que compensan los riesgos. La percepción del riesgo incorpora esta doble faceta de riesgo/beneficio y del balance que cada sujeto realiza de ambas dimensiones se deriva el que jóvenes que tienen la posibilidad de consumir drogas respondan, en algunos casos experimentando con las mismas y en otros rechazando su consumo. Como señalan algunos autores (PARKER, H. et al. 1998), el consumo de drogas no está únicamente ligado a una respuesta pasiva frente a la oportunidad y/o el incentivo de uso, sino que las decisiones sobre el consumo están relacionadas con las apreciaciones del beneficio y del riesgo que supone el consumo. Un estudio realizado entre adolescentes (TRUJILLO, AM. et al, 2007), que analizó 9 variables asociadas a la percepción del riesgo (conocimiento del riesgo, miedo a los riesgos, riesgo personal, riesgo a terceros, beneficios o placer, presión de los iguales, admiración, evitación y facilidad para hacerlo) de cuatro actividades relacionadas con el consumo (beber alcohol los fines de semana y en reuniones sociales, fumar tabaco como mínimo una vez al día, fumar marihuana con regularidad -1 o más veces por semana- y probar drogas como la cocaína, la heroína o pastillas), puso de relieve que la Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 24 variable de percepción de placer o de beneficios es la que explica, en mayor grado, la intención de consumo de las cuatro sustancias estudiadas. Estos datos sugieren que el placer o los beneficios percibidos influyen de modo consistente y evidente en la intención de consumir y en la frecuencia de su uso en la mayoría de las sustancias. El estudio confirmó, no sólo que la decisión de usar o no sustancias psicoactivas está relacionada con la percepción de los beneficios y los riesgos, sino además que en los adolescentes de mayor edad los beneficios percibidos o atribuidos al consumo son los mejores determinantes de la intención de consumir una sustancia, más aún que los riesgos percibidos. Unos resultados coincidentes con los formulados por (PARSONS, J.T. et al, 1997). Estamos por tanto ante un hecho de enorme relevancia desde la perspectiva de las políticas de prevención, puesto que en la configuración de la percepción del riesgo asociado al consumo de drogas (y por extensión de la probabilidad de que se produzcan los consumos) los beneficios tendrían mayor peso o influencia que los riesgos. Las experiencias personales de consumo son un aspecto que afecta de manera importante a la percepción de los riesgos asociados a las drogas ilícitas. Entre los jóvenes no consumidores de psicoestimulantes los riesgos atribuidos al consumo de estas sustancias son muy superiores a sus potenciales ventajas, pero un dato revelador es que la percepción del riesgo es también muy elevada entre los consumidores, grupo en el cual los riesgos atribuidos al consumo superan a las ventajas, lo que no les impide seguir consumiéndolas. Como han puesto de relieve estudios realizados entre jóvenes europeos (CALAFAT, A. et al, 2001a), para un elevado porcentaje de consumidores de éxtasis y anfetaminas esta conducta implica asumir un cierto riesgo, del que se obtiene una gratificación que va más allá de las ventajas que proporciona la propia sustancia consumida. De hecho, para un sector minoritario de consumidores de éxtasis el riesgo actúa como factor de atracción, más que de rechazo, como lo evidencia el hecho de que al menos uno de cada cinco consumidores de éxtasis no considera importante conocer la composición de las sustancias que ingieren. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 3.4. 25 El discurso de los consumidores sobre los riesgos asociados al consumo Puesto que las experiencias de consumo influyen en las percepciones del riesgo, resulta de gran interés conocer el posicionamiento de los jóvenes consumidores sobre las drogas y sus riesgos y beneficios. El discurso de los consumidores sobre las drogas se soporta en la normalización de los consumos y en el carácter irremediable de los mismos. El primero de los componentes del discurso (normalización) es en gran medida coincidente con el imaginario colectivo existente sobre las drogas, y se apoya en la idea de que las drogas constituyen un elemento más de la identidad juvenil, claves en su forma de ocupación del ocio, cuyo uso se irá extinguiendo progresivamente a medida que los jóvenes maduren y asuman responsabilidades que resulten incompatibles con los consumos. Lo novedoso y diferencial del paradigma en torno al cual se construye el discurso de los jóvenes consumidores es la supuesta inexorabilidad de los consumos. Puesto que el ocio ocupa un papel central en la vida de los jóvenes, y las drogas son un elemento inherente a ese espacio/tiempo, éstos deben convivir necesariamente con las drogas, dado que resulta prácticamente imposible abstenerse de su consumo al no existir ninguna otra alternativa, al soportarse los actuales modelos de ocio en el consumo de drogas (MEGÍAS, I. 2008). Este posicionamiento endogámico de los consumidores, que les lleva a generalizar sus propias conductas al conjunto de los jóvenes (“todos los jóvenes consumen drogas”), busca en último extremo legitimar su comportamiento, puesto que supuestamente actuarían como lo hacen los jóvenes. Una percepción está en gran parte influenciada por el carácter endogámico, cerrado, de ciertos ambientes festivos (en particular de aquellos donde se producen consumos de psicoestimulantes), en los que los consumidores se relacionan con otros consumidores con quienes establecen afinidades y complicidades, y que resultan en gran medida inaccesibles a otros jóvenes no consumidores. En este sentido debe recordarse el papel que los consumos juegan como reforzadores de la identidad grupal de los consumidores y diferenciador de otros grupos que, bien no consumen, o que consumen otras sustancias. Lo paradójico de esta visión endogámica y claramente distorsionada de la realidad que mantienen los jóvenes consumidores (es evidente que no todos los jóvenes consumen drogas, ni siquiera la mayoría lo hace) es que la misma acaba siendo aceptada por el grueso de los jóvenes, incluso por parte de los no consumidores, que pueden llegar a sentirse como “bichos raros” al no participar de aquello que supuestamente caracteriza a los jóvenes (consumir drogas). Así pues, el discurso de los consumidores (una minoría) acaba calando en el conjunto de los jóvenes. El paradigma de la normalización y la inexorabilidad de los consumos se soporta en los siguientes elementos (MEGÍAS, I. 2008): ¾ La pérdida de cualquier connotación de marginalidad de los consumos y su aceptación en los contextos lúdicos de carácter grupal. La estigmatización del consumo de las drogas ilegales entre los jóvenes, ha dado paso a una imagen social más neutra, que la acerca a los rasgos de cualquier otro consumo tolerado. El discurso de censura o rechazo resulta globalmente poco atractivo y carente de fuerza para los jóvenes en estos momentos. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 26 ¾ La indisoluble relación entre la noche, la fiesta y los jóvenes, en cuyo desarrollo las drogas resultan determinantes. ¾ La ignorancia e infravaloración de los riesgos reales del consumo. Una constante en el discurso de los consumidores es la despreocupación por el impacto de los consumos en el medio y largo plazo, cuyos riesgos son percibidos como inciertos y lejanos. Para la inmensa mayoría de jóvenes consumidores lo único importante es el hoy, el ahora, y ya habrá tiempo de preocuparse por los problemas cuando aparezcan, si es que lo hacen. Vivir el presente es un valor de referencia y una actitud genuinamente joven, que facilita el consumo de drogas. Esta actitud es esgrimida como explicación del desajuste que se produce entre su conocimiento sobre los riesgos que entrañan las drogas y la conducta de los consumidores: saben que son nocivas para su salud en sentido general y que pueden entrañar graves riesgos, incluso inmediatos, pero igualmente las consumen. Ello porque los consumidores muestran una clara tendencia a despreocuparse por el futuro y lo que pueda ocurrir. Viven el presente sin pensar en las consecuencias negativas que puede tener el consumo de drogas a medio o largo plazo sobre la salud y otros ámbitos de su vida. Dada su relevancia, nos detendremos en el análisis del posicionamiento de los consumidores de drogas sobre cuatro aspectos estrechamente relacionados con la percepción del riesgo y su impacto sobre los consumos: la información sobre las drogas, las consecuencias de los consumos, las motivaciones para iniciarse al mismo y la percepción del riesgo. 1. La información sobre las drogas y su influencia en la percepción del riesgo Del paradigma de que los consumos son inevitables, definitorio del discurso de los consumidores, deriva la exigencia de normalizar la presencia de las drogas (las drogas están ahí y debemos aprender a convivir con ellas). Una normalización que pasa, inexorablemente, por modificar la información que se trasmite sobre las drogas y sus efectos, que no oculte lo que de positivo tienen los consumos y que delegue en la capacidad, madurez y autonomía de los sujetos la decisión de consumirlas o no. De hecho, una constante en el discurso de los consumidores es la reivindicación de su capacidad para decidir libremente sobre sus comportamientos con relación a las drogas. Los consumos forman parte de la teórica capacidad de cada cual para relacionarse adecuadamente con las drogas, así como de la irrenunciable autonomía personal para hacerlo (consumo porque puedo, quiero y decido hacerlo). El punto central de la relación de los consumidores con las drogas es que, cuando consumen, saben lo que hacen y juegan de manera consciente con el riesgo que implican determinadas sustancias. Se reivindica pues la capacidad del individuo para decidir sobre cuestiones que afectan a su cuerpo, lo que en el caso de los jóvenes implica además reafirmar que se es maduro y responsable para ello. Para hacer creíble la información institucional, los consumidores demandan, como estrategia, que se de un tratamiento equilibrado de la información sobre las drogas, destacando los aspectos positivos del consumo (a corto plazo) junto con los negativos (que los consumidores sitúan a largo plazo). Esta demanda no deja de ser contradictoria si se tiene en cuenta, que a los consumidores sólo les interesan los efectos a corto plazo, Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 27 tendiendo a ignorar los efectos a largo plazo. En suma, el tratamiento informativo sobre las drogas que reclaman los consumidores pretende que ratifique la bondad de los consumos a corto plazo, para legitimar su propio comportamiento, o si se prefiere, para difundir argumentos “desproblematizadores” de los consumos. Esta demanda de información se complementa, en el caso de los consumidores más habituales, con la exigencia de informaciones que les permitan reducir los efectos adversos derivados del consumo. La información sobre las drogas y su influencia en la percepción del riesgo es una cuestión de gran relevancia, no en vano uno de los axiomas sobre los que se han apoyado hasta fechas recientes los programas de prevención es que el nivel de información sobre las drogas y sus consecuencias se asocia con la frecuencia de los consumos, un axioma que queda explicitado en el eslogan “más información, menos riesgos”. En relación a esta cuestión conviene destacar un dato que podría parecer contradictorio en una primera lectura, como es que en general los adolescentes y jóvenes españoles expresan un amplio conocimiento sobre las drogas y sus efectos, tanto en el caso de los no consumidores de drogas, como también en el de los bebedores abusivos, los consumidores de cocaína, heroína y anfetaminas y, en especial, los policonsumidores (GÓMEZ, E. et al, 2006). La explicación a esta aparente contradicción habría que buscarla, no tanto en la cantidad de información, como en la calidad de la misma. Como es sabido, entre las informaciones a las que acceden los jóvenes acerca de las drogas y sus consecuencias algunas destacan sus aspectos positivos o placenteros, mientras que otras enfatizan los aspectos negativos y los peligros potenciales de su uso, cuestión que nos remite a los procesos de acceso a la información y a la calidad de las fuentes. Los jóvenes adquieren la información sobre las drogas de forma espontánea en distintos ámbitos de relación (compañeros de estudios o trabajo, amigos, familia, etc.), o bien de manera orientada por parte de diversas instituciones socializadoras, cuando no directamente en base a las propias experiencias personales. Como ponen de relieve diferentes estudios, la información obtenida de forma espontánea suele actuar como inductora o favorecedora de los consumos, a diferencia de la información orientada, a la que suele atribuirse un papel inhibidor de los mismos. Un aspecto central para comprender el discurso de los jóvenes en relación a los riesgos y beneficios asociados al consumo de drogas es que la cuestión de si las drogas son buenas o malas queda relegada en la práctica a un segundo plano, siendo lo relevante la cuestión de si se saben utilizar o no estas sustancias. Para los jóvenes la ecuación “más información, menos riesgo” queda desplazada por otra: “información más experiencia, igual a control”, que para ellos es la llave de acceso a un consumo no dañino, en especial de las sustancias que a su juicio más riesgos encierran, como las pastillas y la cocaína (GÓMEZ, E. et al, 2006). Este posicionamiento es coherente con el hecho de que una demanda recurrente de los jóvenes sea la de obtener una información objetiva de fuentes neutrales (lo que en muchos casos excluye a los padres, por más que contradictoriamente esta sea la fuente que con frecuencia señalan entre las que proporciona la información más útil), frente a los mensajes alarmistas, simplificados o “preparados” para condicionar sus conductas. Porque lo que los jóvenes reivindican es saber la verdad para poder tomar sus propias decisiones, preservando sus opciones de consumo. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 28 2. Las consecuencias percibidas del consumo Las consecuencias del consumo suelen ser infravaloradas por los consumidores, quienes consideran que un uso no frecuente o no abusivo puede ser controlado. Se interioriza de este modo un falso y excesivo grado de confianza sobre el control del consumo. Entre los jóvenes existe la creencia implícita de mantener alejados los posibles daños a largo plazo, al tener un consumo reducido, sin que lleguen a plantearse que pueda ser perjudicial un consumo de tipo ocasional. Este exceso de confianza en la capacidad de control que expresan los jóvenes consumidores, unido a la infravaloración de las consecuencias derivadas del consumo y a los efectos gratificantes que suelen acompañar los contactos iniciales con las sustancias, actúan como elementos que propiciarían la reiteración de los consumos (GÓMEZ, E. et al, 2006). Esto explica porqué en el discurso de los jóvenes se observa una generalizada defensa del consumo, en especial de aquellos de tipo experimental, siempre que se establezcan determinados limites. Probar las drogas es percibido como un mecanismo esencial para conocer las drogas, sus efectos y consecuencias, como una vía legítima para decidir o no consumirlas y elegir qué, cómo, cuándo y cuánto consumir. Pero probar es, además de una forma fundamental de (auto) conocimiento directo, una experiencia gratificante que se asociada al descubrimiento de novedades, no en vano experimentar cosas nuevas es un valor de referencia para numerosos jóvenes. Aunque se trata de un planteamiento más verbalizado y elaborado entre los jóvenes de más edad, en la base de las conductas de todos los jóvenes cercanos al consumo se percibe el consumo de drogas como un espacio abierto a la experimentación, donde los riesgos y peligros han de afrontarse desde la información/racionalidad individual y el control, más que desde planteamientos y regulaciones impuestos a priori desde fuera, que generan desconfianza porque se perciben como simplificados, limitados o exagerados, y más orientados a asustar que a informar. Entre los jóvenes el término probar es identificado como una instancia intermedia de control entre el no consumo y el consumo excesivo que permite, sin renunciar a la experiencia gratificante, mantener bajo control los elementos de riesgo/peligro. Como se ha indicado anteriormente, la cuestión clave para los jóvenes cercanos a las drogas es saber o no utilizarlas. Saber utilizarlas significa para los jóvenes no generar adicción o dependencia, una de las consecuencias más temidas en general, aunque no percibida como demasiado real o próxima. Se busca poder vivir una experiencia gratificante sin llegar a engancharse, sin perder el control. Por tanto, y en general, los jóvenes consumidores piensan que todas las drogas encierran cierto peligro (con diferentes intensidades), pero que puede ser evitado manteniendo cierta racionalidad en el consumo. Dicho de otro modo, perciben que se puede jugar con las drogas sin ser vencidos por ellas (MEGÍAS, I. 2008). Buena parte de los discursos de los jóvenes consumidores asumen que crecer y madurar equivale a reducir y restringir el consumo de drogas, en base a la asunción de nuevas responsabilidades y a la incompatiblidad del consumo con el normal desarrollo de las actividades cotidianas. Por ello, y a pesar de que los consumidores tratan de normalizar el uso de sustancias, siguen vinculando su consumo a espacios vitales concretos como la adolescencia y la juventud. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 29 En la visión que los consumidores mantienen de las drogas, un punto generalmente aceptado es la asunción de que saben que consumir es nocivo, lo cual no significa que no se recurra a justificaciones teóricas para seguir jugando con las drogas: “puesto que las drogas producen efectos diferentes según las personas, no tengo que fiarme de lo que les pase a los otros, puesto. A mí no tiene porque pasarme lo mismo o sentarme mal consumir”. Paradójicamente, el hecho de que los efectos de las drogas sean imprevisibles, lo que debería ampliar el repertorio de los riesgos asociados al consumo por su ausencia de control sobre los efectos, se usa de forma engañosa para justificar un “consumo consciente y responsable”. 3. Las motivaciones para consumir La búsqueda del hedonismo (el disfrute, la diversión, la aventura y la experimentación de nuevas experiencias), convertido en elemento característico de la identidad juvenil, está en la base motivacional del consumo de drogas. Un hedonismo que se mezcla con una exigencia de inmediatez, puesto que los jóvenes no conciben la satisfacción a medio o largo plazo, sino que buscan la contraprestación instantánea. Una mezcla de satisfacción y disfrute inmediato que aportan las drogas. Entre los principales motivos verbalizados por los consumidores para probar y/o reiterar el consumo de drogas se incluyen las siguientes: o El gusto por experimentar cosas nuevas, una experimentación que tiene al grupo de iguales como referente esencial, el espejo en el que se reflejan los comportamientos a seguir (experimentar lo que otros experimentan sin aparentes problemas y con evidentes muestras de pasarlo bien). o La atracción por lo prohibido, no tanto desde la perspectiva de la rebeldía (que también), sino como mecanismo de reafirmación de la propia voluntad (yo decido sobre mi cuerpo). o Pero el grueso de los consumidores simplifican las motivaciones afirmando que consumen porque les gusta y porque se lo pasan bien. La influencia del grupo de iguales actúa como elemento motivador del consumo, no sólo en los adolescentes, sino también entre los jóvenes adultos. La igualación de los consumos funciona como un factor de cohesión e integración dentro del grupo. La motivación de integración se convierte así, junto a la búsqueda del hedonismo, en uno de los motores básicos de la iniciación y progreso en la relación con las drogas. Los consumidores reconocen abiertamente que en la adolescencia el inicio del consumo está condicionado esencialmente por el deseo de no desentonar del grupo y de integrarse en el mismo, a través de la imitación de sus patrones de comportamiento. Una motivación de tipo gregario que habitualmente se relativiza al hablar de los consumos propios. En los contextos lúdicos el grupo tiene una importancia clave: los consumos de fin de semana, realizados en grupo, simbolizan la celebración de la diversión y la amistad y la prueba de la integración, que hace que pierdan su dimensión de problemáticos (inocuidad de los consumos grupales). Por ello los consumos problemáticos tienden a asociarse con conductas aisladas, individuales (consumir solos). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 3.5. 30 La imagen de las sustancias y su impacto en las representaciones sociales La normalidad de los consumos ha desplazado al viejo paradigma de la marginalidad como referente de los discursos sociales dominantes sobre las drogas. Pese a ello, el viejo paradigma focalizado en la heroína, sustancia que ilustra el carácter nocivo de las drogas y la adicción y la pérdida de control del individuo sobre las drogas, sigue en cierto modo condicionando las percepciones que, tanto jóvenes como adultos, mantienen sobre las drogas. La imagen que se proyecta de los consumos de heroína constituye el punto de referencia para clasificar los otros consumos y fijar la necesidad de su control. De algún modo, los discursos juveniles (también de los adultos) sobre las diferentes sustancias se construyen por contraposición al discurso existente sobre la heroína, inequívocamente vinculado a la adicción, la enfermedad y el deterioro personal y social. Este hecho tiene un efecto perverso sobre las percepciones de estas drogas. Aunque en cierta manera sirve para recordar el efecto dramático de la adición, el estereotipo que proyecta está muy alejado de la realidad cotidiana de los consumidores del resto de sustancias, lo que contribuye a minimizar el impacto de su consumo. En general, sea cual sea el patrón de consumo que mantenga una persona, el mismo será percibido como muy alejado de la adicción y de los riesgos y daños que simboliza el consumo de heroína. Las representaciones sociales que los sujetos tienen de las sustancias actúan pues como moduladores de las actitudes y las percepciones del riesgo asociadas a su consumo. Unas actitudes que están condicionadas tanto por factores de tipo cognitivo (creencias, percepciones del riesgo, expectativas, etc.), como por factores afectivos (identificación/rechazo con los usuarios de drogas, agrado o desagrado, etc.) y comportamentales (disposiciones personales, resistencia a la incitación grupal, etc.). Las sustancias y sus significados resultan fundamentales en los procesos de identificación y/o diferenciación juvenil. Una forma de distinguir entre qué tribus o subculturas se relaciona un sujeto es conociendo qué drogas consume y cuáles consumen sus amistades (CALAFAT, A. et al. 2001 b). De hecho, en el ámbito de los psicoestimulantes existe una división más o menos clara entre los consumidores de cocaína y de éxtasis. Diferencias que afectan tanto al resto de sustancias que integran el repertorio de consumo, como a la edad y al estatus social de los consumidores. Los consumidores más ‘aristocráticos’ de cocaína marcan diferencias con otros consumidores, especialmente con los consumidores de éxtasis. De alguna manera esas dos sustancias dividen estilos de diversión entre dos subculturas. El éxtasis, que ha perdido prestigio entre las élites, empieza a ser considerada una sustancia de los más jóvenes, de menor categoría, de “bakaladeros” que gustan de una diversión más vinculada al baile y a la masificación, que no aporta mayores alicientes. Esta diferenciación no supone que no existan consumidores, en particular entre los más jóvenes, con un consumo preferente de éxtasis y secundario de cocaína a lo largo de las sesiones de marcha nocturnas. Un proceso bastante frecuente es que con el paso del tiempo el consumo de éxtasis es desplazado por el de cocaína, quedando el éxtasis como una droga complementaria y la cocaína como la droga principal. Esta transición se atribuye a la pérdida de los efectos agradables del éxtasis por aparición de tolerancia inversa y a necesidad o el deseo que experimentan muchos consumidores de éxtasis de mejorar su estatus como consumidores a medida que se hacen mayores y tienen una mayor disponibilidad económica. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 31 A) Percepciones y atribuciones de la cocaína Diversos estudios realizados, para conocer las atribuciones que los consumidores de cocaína realizan de esta sustancia (CALAFAT, A. et al, 2001a; CALAFAT, A. et al, 2001b; ARÓSTEGUI, E. et al, 2007), muestran como la cocaína se vincula mayoritariamente a valores, ideales y significados de tipo positivo y con personas con una posición social elevada. Ello explicaría su creciente inserción en los entornos de tipo recreativo y, en menor medida, laborales. Los consumidores vinculan la cocaína con el placer, la diversión, el éxito y el prestigio social. Ocupa además un papel clave en las relaciones sociales y en la fiesta (con sus rituales de consumo colectivo y fetiche de celebraciones importantes), convirtiéndose en un instrumento que ayuda a ligar. Ello explica el porqué entre los jóvenes el consumo de cocaína está directamente relacionado con la vida recreativa y los espacios sociales adjudicados al ocio y a la diversión. La cocaína juega un importante papel en esa dinámica, puesto que quienes tienen cocaína mejoran su posición en las relaciones de poder, por lo menos en el espacio recreativo: son la imagen del éxito, de capacidad de consumo, aguantan más tiempo de fiesta, transmiten sensación de mayor disfrute, superan límites físicos al lograr que sus cuerpos se mantengan con energía y permanezcan despiertos, pueden beber sin experimentar embriaguez, etc. Con independencia de que los consumos de cocaína se realicen habitualmente en espacios sociales o colectivos, esta sustancia se asocia a una simbología con un fuerte componente individual e instrumental. El análisis de las motivaciones expresadas para consumirla por quienes tienen contacto con esta droga (para divertirse, sentir placer, olvidar problemas, recuperarse de una borrachera, sentirse superior, superar retos, logra un mayor rendimiento, ser más competitivo, obtener prestigio, etc.) muestra como los ideales simbólicos que acompañan y justifican el consumo de cocaína tienen siempre una trascendencia individual. Todas ellas son razones egocéntricas que buscan satisfacciones únicamente personales. Como señalan Calafat y colaboradores (2001b), la necesidad de consumir en compañía se ajusta a un ritual en el que el consumidor demuestra al lado de quién está y se relaciona, en el que se pactan relaciones de solidaridad, se demuestra atrevimiento y los otros sirven de espejo de uno mismo. Sin la mirada de los otros el consumo individual perdería escenario y con ello buena parte de su motivación estética. (CALAFAT, A. et al. 2001 b). Todos estos elementos contribuyen a situar a la cocaína como la reina de las drogas, tanto por la potencia de sus efectos, como por la imagen positiva que se atribuye a sus consumidores. La imagen positiva de la cocaína se ha construido por oposición o contraste a todo lo que de negativo representaban los consumidores de heroína. Frente a lo antiguo, lo marginal y el fracaso personal y social, la cocaína simboliza lo nuevo, la integración, el éxito social y el prestigio. Esta positiva percepción social de la cocaína, elaborada entre quienes participan en su consumo y distribución, actúa como una suerte de muralla que impide que calen en ella los aspectos negativos que se asocian a su consumo (sustancia adictiva, objeto de tráfico, etc.). Si bien el consumo responde a objetivos de tipo instrumental e individual (divertirse, obtener placer, mayor aguante físico, contrarrestar el efecto del alcohol, mejorar la posición de prestigio en el grupo, etc.), el mismo sigue un ritual colectivo en el que se Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 32 refuerza la solidaridad entre los sujetos consumidores. Una solidaridad entre los miembros del grupo consumidor que se vincula a los consumos positivos, controlados, y que se rompe con quienes realizan consumos problemáticos, que pasan a ser vistos como fracasados, sujetos débiles que no han sabido estar a la altura de las circunstancias. El éxito está en consumir sin traspasar la línea del abuso, o por lo menos que la adicción no adopte signos visibles. Y es que los significados atribuidos al consumo de cocaína, así como las relaciones e interacciones entre sus consumidores, están claramente condicionados por la categoría de referencia. En la ya clásica clasificación que se ha realizado de los consumidores de cocaína (CALAFAT, A. et al, 2001; CALAFAT, A. et al, 2002), se diferencian tres arquetipos de consumidores (aristocráticos, recreativos y atrapados) en base al estilo de consumo y al lugar que la cocaína ocupa en sus vidas. Los consumidores aristocráticos son quienes generan el discurso imperante en torno a la cocaína, actúan como legitimadores de su uso sobre la base de la posibilidad de control, que ellos tienen la oportunidad de ejercer, y son una de las fuentes principales de transmisión de los mitos existentes sobre esta sustancia. Consumen de manera ocasional, en situaciones especiales, de forma discreta y jactándose de saber controlar el consumo, que realizan en espacios más selectos y privados, rodeados de consumidores de su misma clase, participan de un modelo de diversión más alejado del baile y las discotecas y marcan diferencias con otros consumidores de psicoestimulantes, como por ejemplo los de éxtasis. Para ellos consumir drogas es disfrutar de la vida, y diferencian mucho entre su estilo de consumo ‘inteligente’ y el que hacen los otros: un consumo más banal, más orientado a un consumo masivo o a la evasión de los problemas. A pesar de ser uno de los grupos menos visibles y numerosos en los ambientes juveniles, tiene una gran influencia y capacidad definitoria de la cocaína. Puede decirse que esté grupo es quien más contribuye a la definición que la cocaína adopta en el imaginario de los consumidores. Los consumidores recreativos, que serían el grupo más numeroso y visible, vinculan el consumo de cocaína con la diversión, las relaciones grupales y los contextos lúdicos. Este colectivo está conformado por jóvenes de reciente incorporación al consumo, en proceso de consolidación como profesionales o como adultos, y son el grupo receptor de los mitos. Para ellos la cocaína es una droga más (aunque la más codiciada) de todo el repertorio de sustancias que han probado y a las que pueden optar cuando salen a divertirse, Consumen cocaína en espacios lúdicos, junto con otras drogas recreativas (alcohol y cannabis fundamentalmente). Consumir cocaína y aprender a controlarla es su objetivo, un reto que no siempre consiguen. Los consumidores atrapados o de riesgo, son aquellos individuos pertenecientes originalmente al grupo de recreativos que realizan un consumo más compulsivo y quedan atrapados en la adicción. En este grupo la cocaína ocupa un lugar central, en la dinámica vital de los sujetos, no sólo en su vida recreativa. Son policonsumidores compulsivos (además de cocaína consumen éxtasis, alcohol, cannabis, etc.) y buscan en las drogas una solución a sus intereses emotivos, económicos y sociales. La adicción marca toda la dinámica de consumo, en el que se alternan periodos de uso compulsivo seguidos de breves periodos de abstinencia autoimpuesta como resultado de la saturación cerebral de cocaína. Se trata de un grupo de alto riesgo, no sólo porque realicen un consumo abusivo, sino también porque es frecuente que trafiquen con cocaína (exponiéndose a ser detenidos). Es frecuente que entren en una dinámica de rupturas familiares y que mantengan relaciones débiles en su contexto de amigos, muy vinculadas a la cocaína. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 33 Existen además consumidores marginales, en su mayoría heroinómanos o exheroinómanos, algunos en tratamiento con metadona, que tienen una subcultura particular. Lo relevante es que en estos flujos de información acerca de la cocaína, entre los emisores (aristocráticos) y los receptores de la misma (recreativos), lo que se manejan son elementos simbólicos (prestigio, ascenso social, capacidad para relacionarse). Un capital que unos creen poseer y los otros desean, lo que facilita los procesos de diferenciación social de los consumidores. Pero además, en el caso de la cocaína, sirve para diferenciar a sus consumidores de los “pastilleros” y “consumidores de drogas de club”. Son diversos los mitos que se trasmiten en torno a la cocaína a través de circuitos informales, entre los que cabe mencionar: o Considerar que su consumo habitual en los fines de semana responde a un patrón de uso (no de abuso), porque entre semana no se consume y los consumos se realizan con la finalidad de divertirse. o Pensar que la dependencia psicológica es una cosa poco relevante, que lo importante es la dependencia física y el síndrome de abstinencia, que no está claro que produzca la cocaína. o Vincular la estabilidad de las dosis consumidas con la ausencia de problema de abuso o dependencia. o Atribuir a la cocaína una sensación de pureza, que minimiza el riesgo de adulteración, a diferencia de lo que ocurre con las pastillas. Otro aspecto que merece ser destacado es que la cocaína afecta de manera distinta a quienes la consumen. La presencia de consumidores capaces de gestionar el consumo, que consiguen funcionar sin excesivos problemas, junto a otros que desarrollan una adicción y se ven expuestos a múltiples problemas, hace que la cocaína sea percibida como una sustancia peligrosa sólo para algunos individuos, no para todos. Ello contribuye a fortalecer la idea de que el problema está en las personas que la consumen, unas fuertes y otras débiles incapaces de controlarla, y no tanto en la sustancia. Un reciente estudio sobre las atribuciones simbólicas de la cocaína entre la población joven consumidora de esta sustancia (ARÓSTEGUI, E. et al 2007) aporta una visión esclarecedora de las ventajas e inconvenientes que los propios consumidores asocian a la cocaína. Ello a pesar de la resistencia que tienen los consumidores de cocaína a reconocer los efectos adversos del consumo, debido al hecho de que la percepción social dominante sobre la cocaína está construida sobre asociaciones de carácter positivo. La mayoría de consumidores hace referencia a efectos positivos o agradables relacionados con el carácter estimulante de la cocaína (euforia, hiperactividad, desinhibición, etc.), que se traducen en una sensación de fortaleza, aumento de confianza y bienestar tras el consumo, que contribuyen a la mejora de la integración social y en los contextos de ocio. No obstante, algunos consumidores refieren consecuencias desagradables como apatía, aislamiento personal, irritabilidad, agobio, tensión o ansiedad tras el consumo de cocaína. Esta diferente lectura de los efectos del consumo estaría relacionada con la sucesión de fases euforizantes y de decaimiento que se producen habitualmente desde el momento de la administración de la cocaína. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 34 Aunque algunos consumidores, en especial los que mantienen un consumo menor o limitado, consiguen funcionar en su vida diaria sin excesivos problemas, son mayoría los consumidores que reconocen diversas dificultades asociadas al consumo de cocaína, principalmente sus efectos negativos sobre la salud física y en especial sobre la mental. Son también habituales las referencias a problemas de orden legal y, en menor medida, a problemas de tipo familiar o económico. En su discurso formal, los consumidores afirman que no es necesario consumir para relacionarse y alternar en el ambiente en que se desenvuelven habitualmente, pero luego reconocen que, estar en ciertos lugares de ocio a determinadas horas, ejerce una influencia muy grande para consumir. De hecho el ambiente en el que se mueven y la fiesta son, junto con ciertas motivaciones personales, los detonantes del consumo identificados de forma más frecuente. No en vano, el consumo cumple un papel clave en la integración social en los entornos lúdicos. La influencia que el consumo tiene en las relaciones sociales no está exenta de contradicciones. Frente a la posición mayoritaria que señala que las mismas no se ven afectadas y que el consumo permite una mayor integración en los espacios de ocio y el grupo de iguales, una minoría de consumidores indica un empeoramiento de sus relaciones como consecuencia del mismo, en especial con las personas no consumidoras. Este dato es congruente con el reconocimiento generalizado de que el consumo condiciona las amistades y el grupo de pertenencia, en la búsqueda de una mayor identificación con el mismo. Cuando en un grupo coexisten consumidores y no consumidores es frecuente que los consumos de cocaína provoquen el distanciamiento de las relaciones entre sus miembros, o la separación del grupo cuando se hacen explicitas las diferencias entre ambos colectivos. Las opiniones de los consumidores participantes en el estudio ponen en cuestión algunos mitos que rodean a la cocaína: • • • De forma unánime los consumidores reconocen la presencia de sentimientos asociados a la rabia y la indignación cuando no pueden consumir cocaína, Es mayoritaria la opinión de que la cocaína, lejos de potenciar el placer, disminuye la respuesta sexual, dificultando las relaciones sexuales. Los efectos positivos del consumo de cocaína en el rendimiento laboral se restringen a los estadios iniciales del consumo, siendo frecuentes entre los consumidores las referencias a la presencia de problemas laborales. Por lo que se refiere a las connotaciones sociales del consumo de cocaína la gran mayoría de los consumidores considera que en estos momentos no facilita prestigio social, ni éxito, porque son plenamente conscientes de que puede generar adicción, problemas psicológicos e incluso la muerte. El reconocimiento de los efectos indeseables asociados al consumo y la democratización de su uso facilitan esta evolución en la percepción que los consumidores tienen de la cocaína. Ello no impide que sigan pensando que su consumo sea más frecuente entre famosos, personas del mundo de la moda, el arte o la farándula y quienes tienen un mayor poder adquisitivo (perdura entre los consumidores la imagen de los denominados consumidores aristocráticos). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 35 Esta percepción de la cocaína, bastante más ajustada a la realidad de sus efectos, es congruente con la posición mayoritaria de los consumidores que señalan que quienes no han probado la sustancia no se pierden realmente nada importante. Una opinión, que no comparten los consumidores más jóvenes, que la consideran una experiencia positiva que no comporta especiales riesgos. Pese a estas diferencias, son mayoría quienes opinan que probar la cocaína es una experiencia interesante o positiva, si bien fijan una línea divisoria clara entre la experimentación y el consumo más o menos habitual. Los consumidores habituales relacionan la cocaína con la violencia y la agresividad, la violencia doméstica, el aislamiento social y los problemas familiares económicos, judiciales y sanitarios. Estas conexiones nos llevan a una conclusión relevante: los consumidores conocen los efectos negativos de la cocaína y en su mayoría admiten haberlos padecido (algunos los sitúan en personas de su entorno próximo), una circunstancia que no supone un motivo para abandonar o alejarse del consumo. Resulta revelador comprobar como la mayoría de consumidores aseguran que volverían a consumir si pudieran volver atrás, ello a pesar de que entre los encuestados aparecen personas que en algún momento han participado en tratamiento por abuso/dependencia de cocaína o con estancias en prisión por este mismo motivo. Estudios recientes (MEGIAS, I. 2008) confirman que las connotaciones sociales del consumo de cocaína son claramente negativas, motivo por el cual su consumo tiende a ser ocultado en mayor medida que en el caso de otras sustancias. Ello no es óbice para que socialmente esté instaurada la convicción de que la cocaína es la droga de moda, algo que asumen los propios consumidores. Las percepciones acerca de la cocaína varían en función de la experiencia o no de consumo y de la mayor o menor proximidad con los consumos. En el caso de los adolescentes se han identificado diferentes miradas o percepciones hacia la cocaína (MARTÍNEZ, O. et al, 2009), cuyos elementos básicos serían los siguientes: • • • Consumidores: mantienen un discurso normalizador hacia el consumo de drogas en general y de la cocaína en particular, el consumo de cocaína es percibido en positivo y aceptan a los consumidores normalizados, no así a los “desviados”. No consumidores, próximos a la sustancia: mantienen un discurso ambivalente hacia el consumo de cocaína, son tolerantes hacia el consumo de cocaína por parte de otras personas y aceptan a los consumidores normalizados, no así a los “desviados”. No consumidores alejados de la sustancia: mantienen un discurso peyorativo hacia la cocaína, que es percibido en negativo y no aceptan a los consumidores, aunque si se interesarían por ellos si fueran amigos suyos. La experiencia consumidora también afecta a la lectura que los adolescentes realizan de las motivaciones para iniciarse al consumo de cocaína y para seguir consumiendo. Las razones que los adolescentes consumidores identifican como motivaciones para iniciarse al consumo son fundamentalmente la curiosidad, la transgresión (motivaciones personales), porque lo hacen los/as mayores y los/as amigos/as, para no ser el “rarito/a” y por ir borracho/a. La lectura que los no consumidores realizan de las motivaciones que llevan a los adolescentes a iniciarse al consumo difieren de forma radical, destacando entre ellas las siguientes: consumir para hacerse el/la “guay” y/o para hacerse los/as mayores, la falta de personalidad y la presión del grupo de iguales. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 36 Los consumidores indican las siguientes razones para seguir consumiendo cocaína: por sus efectos estimulantes, para mitigar los efectos del alcohol, para sentirse mejor (efecto euforizante), para aguantar más horas de fiesta y compartir más tiempo con los amigos. Por su parte los no consumidores vinculan la continuidad en el consumo con motivaciones como aparentar, hacerse el/la mayor o el/la “guay”, diferenciarse de los demás, evadirse de la realidad, integrarse en el grupo, abrirse a los demás, solidarizarse con los/as amigos/as o por la atracción del ritual de esnifar. El discurso de los jóvenes consumidores respecto a lo que consideran un uso adecuado o inadecuado de la cocaína y, sobre los riesgos asociados a su uso, básicamente está condicionado por el contexto de consumo (MEGÍAS, I. 2008). El consumo de cocaína en contextos festivos (contrapuestos al tiempo de las responsabilidades que supone el trabajo o los estudios) simboliza el buen uso de la sustancia, en contraposición a su uso inadecuado, que sería el que se realiza en días laborables o cuando se realizan actividades laborales o académicas. La diversión sirve de frontera para establecer el buen y el mal uso de la sustancia, de manera que el consumo de cocaína en contextos recreativos, con independencia de la frecuencia o la cantidad, tiene entre los consumidores la consideración de un consumo controlado y adecuado. Es en los contextos festivos y lúdicos del fin de semana donde la cocaína adquiere su significado como sustancia catalizadora de la diversión para los consumidores, no sólo porque sus efectos estimulantes/energizantes les permite aguantar más tiempo de fiesta, sino principalmente porque les permite contrarrestar los efectos negativos para la fiesta derivados del consumo de otras sustancias, como el alcohol. Un significado que ratifica el carácter utilitarista y marcadamente individualista que tiene, mayoritariamente, la cocaína para sus consumidores (consumir para poder aguantar más tiempo de fiesta). Los consumos que se realizan en espacios privados o en tiempos ajenos al fin de semana son considerados como inadecuados por la mayoría de los consumidores, quienes los asocian con la pérdida de control sobre la sustancia: consumir fuera del espacio/tiempo de la fiesta implica tener problemas con la cocaína. Ello permite, a quienes consumen regularmente cocaína los fines de semana, desvincularse de los consumos problemáticos y “desproblematizar” los consumos propios. En esencia, el elemento central del discurso de los consumidores sobre la cocaína se sustenta en su legitimación dentro de la fiesta y en su rechazo en otros ámbitos. El policonsumo, un patrón muy extendido entre los consumidores de cocaína, se enmarca en esa concepción utilitarista, que tiene como fin el sacar el máximo partido a la fiesta mediante la mezcla de sustancias. En este patrón de policonsumo, el speed suele utilizarse como sustitutivo de la cocaína, consustancia con la que comparte sus efectos estimulantes. Los discursos de los consumidores respecto a los riesgos que entraña la cocaína coinciden en destacar tres aspectos fundamentales: a) lo difícil que resulta dosificar su uso y resistirse a su consumo en contextos festivos, b) los peligros de su consumo se vinculan a su capacidad para enganchar psicológicamente a los consumidores (por más que sean muy pocos quienes reconozcan sufrir esa dependencia psicológica) y c) la ignorancia de los afectos del consumo sobre la salud. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 37 Resulta altamente contradictorio el discurso formal de los consumidores, que define como controlado todo el consumo que se realiza en contextos festivos, pero que incorpora constantes referencias a lo frecuente que resulta “pasarse” o a que no es fácil controlar el consumo. Como indican algunos estudios (MEGÍAS, I. 2008), los consumidores son conscientes de que “juegan” con el riesgo. Aunque aceptan que el tema es suficientemente serio, nadie asume que algún día pueda encontrarse en la situación problemática que visualizan en otros. Como hasta la fecha han ido superando los problemas puntuales del día a día y los peligros en el medio o largo plazo no les preocupan (entre ellos la dependencia a la cocaína), siguen jugando con el riesgo. Los propios consumidores sugieren que el mayor riesgo de la cocaína es que resulta fácil vivir con ella y hacer una vida aparentemente “normal”, mientras que la adicción “maneja” tu vida. Sin embargo, esta percepción del riesgo potencial de la sustancia no actúa como cabría pensar, reforzando la idea de que cualquier consumidor puede verse implicado en problemas serios, dado que la mayoría de los consumidores no se sienten identificados con el estereotipo de consumidor problemático. B) Percepciones y atribuciones de las drogas de síntesis Como se ha señalado anteriormente, las sustancias están asociadas a una determinada simbología que, habitualmente, contribuye a legitimar su uso y promocionar su consumo. En el caso del éxtasis, el estereotipo dominante lo presenta como la droga del amor y la amistad, asociada a la música y el baile y que permite la conexión espiritual con los otros. Estudios que han analizado la imagen que las drogas de síntesis tienen entre los universitarios (NAVARRETE, L. et al, 1999) señalan que estas sustancias son consideradas como “menos drogas”, en contraposición con el modelo de la heroína, asociado a la falta de control, la adicción, la enfermedad y lo marginal. Las drogas de síntesis ocupan una posición intermedia en cuanto a su peligrosidad, entre el cannabis y la heroína, en cualquier caso menor que la cocaína, que es considerada una sustancia más peligrosa porque sus consecuencias a largo plazo son más lesivas. La percepción de la peligrosidad de las drogas de síntesis resulta en cierto modo contradictoria. Son percibidas como poco peligrosas a corto plazo, pero como muy peligrosas a largo plazo, debido a que se desconocen sus verdaderos efectos a largo plazo y a que se tiene constancia del deterioro que causan a nivel psicológico. Entre algunos jóvenes existe la conciencia de que el gran problema de estas drogas es que no se conocen sus consecuencias y perjuicios a largo plazo, pues no se ha producido un periodo de tiempo suficiente que permita tal evaluación. Lateralmente, han incorporado algunos datos que les inducen a proyectar un futuro dramático para los que ahora están realizando un consumo excesivo, con graves secuelas psíquicas (GÓMEZ, E. el al, 2006). En la percepción de la peligrosidad de las drogas de síntesis confluyen diversos factores. Por un lado, la vía de administración oral (similar a la de los fármacos) es considerada como menos dañina que la intranasal o esnifada. Por otro lado, el carácter sintético de estas sustancias se vincula con una menor capacidad de control de sus efectos, en relación con las drogas de origen natural, lo que refuerza su peligrosidad. Las drogas de síntesis incorporan como elemento definitorio el miedo a sus efectos, no sólo porque el desconocimiento de su composición, sino porque sus reacciones son impredecibles y se tiene un menor control de la conducta cuando se está bajo sus efectos que en el caso de otros psicoestimulantes como la cocaína. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 38 El problema que perciben los consumidores de drogas de síntesis es la falta de seguridad acerca de sus componentes, lo que implica no saber nunca si los efectos del consumo serán iguales en sucesivas ingestas, dosis o circunstancias. Este discurso sobre las drogas de síntesis, que las caracteriza como sustancias peligrosas e incontrolables, sirve a los consumidores de cocaína para minimizar los riesgos que asumen con esta sustancia. Las motivaciones que señalan los jóvenes para iniciarse en el consumo de estas sustancias se relacionan con la búsqueda de nuevas sensaciones, la curiosidad, con el hecho de que se consuman en el círculo de amigos, junto con el deseo de vivir a tope, estar más animado y relacionarse mejor. En suma, el inicio al consumo de drogas de síntesis es percibido como una experiencia novedosa, que refuerza los lazos con los amigos y que permite disfrutar de la fiesta. La presión del ambiente (hacer lo que hace la gente para integrarse mejor) es identificado como un factor clave para consumir estas sustancias. Una influencia que se va reduciendo a medida que avanza la edad. Por este motivo, los universitarios, que se consideran más maduros y menos influenciables, se perciben como alejados de este tipo de drogas, consideradas propias de adolescentes, con cuyo consumo se buscan nuevas sensaciones y plegarse a las pautas de conductas del grupo de iguales. El estereotipo dominante que los jóvenes tienen del consumidor de drogas de síntesis es el de un adolescente, al que habitualmente se refieren como “pastillero”, que es percibido como inconsciente, descerebrado y carente de metas/compromisos. En contraposición, el consumo de cocaína se percibe como más adulto, propio de personas más asentadas y responsables, con más opciones de consumo, que permite gozar de la vida a sabiendas de los potenciales riesgos y efectos negativos que puede acarrear su consumo. Así pues, la sustancia consumida aparece como un elemento claramente diferenciador, que además refuerza el precio de las diferentes drogas. De hecho, a juicio de los jóvenes universitarios, el speed y las drogas de síntesis son la cocaína de los pobres, de los adolescentes que no pueden acceder a esta sustancia. Está ampliamente asentada la idea de la transición del consumo de drogas de síntesis hacia la cocaína vinculada con la edad y con el proceso de maduración personal. Las drogas de síntesis son percibidas por los jóvenes como cosas propias de niños, sustancias con las que se entretienen los adolescentes hasta que pasan a lo que verdaderamente importa, el consumo de cocaína. Por más que el tránsito desde las drogas de síntesis a la cocaína es relativamente habitual, es reconocido como una decisión trascendente, que debe madurarse, puesto que sus efectos son más graves que los de las drogas de síntesis. En el tránsito hacia el consumo de cocaína pesa la diferente capacidad para generar dependencia que se atribuye a las drogas de síntesis y a la cocaína. Existe una creencia generalizada de que el consumo de drogas de síntesis no provoca dependencia, al restringirse su ingesta a los fines de semana y momentos festivos. La negación de la dependencia hace que el abandono del consumo sea visto como algo sencillo. De hecho, la posición de los ex consumidores de estas sustancias alude a la existencia de cierta dependencia psicológica, no tanto hacia la sustancia, como hacia el estilo de vida y ocio de los consumidores. Esta percepción, que atribuye a las drogas de síntesis una suerte de dependencia blanca (frente al potencial adictivo que sin paliativos se le reconoce a otras drogas como la cocaína), es congruente con el hecho de que la mayoría de jóvenes considere que su consumo está determinado básicamente, por el Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 39 círculo de amigos y las relaciones sociales mantenidas con el entorno. Basta pues cambiar de ambiente para abandonar el consumo sin mayores dificultades. Los consumos de estas sustancias tienen un marcado carácter relacional, lo que explica que se realicen habitualmente acompañados de los amigos. Asimismo, aparecen vinculados a ciertos lugares (discotecas, fiestas, pubs) y a los espacios de ocio. Por ello la imagen que tienen los jóvenes de los efectos inmediatos que provocan las drogas de síntesis, como la euforia, la desinhibición, la sociabilidad o ciertas alucinaciones visuales, se corresponden con los efectos buscados con el consumo. Existe un estereotipo muy marcado del consumo de drogas de síntesis, asociado al ocio en los fines de semana, a altas horas de la noche, en macro discotecas o grandes eventos festivos, donde la música juega un papel importante, resultando extraño que se produzcan consumas fuera de estos entornos. El consumo sólo se concibe en grupo, por más que el disfrute sea individual y los consumidores pertenecen a grupos cerrados, muy homogéneos entre si, sin excesivo interés por relacionarse con otros grupos. Respecto a la percepción del impacto del consumo de drogas de síntesis en distintos ámbitos de la vida, señalar que son mayoría los jóvenes que perciben que estas afectan negativamente a las relaciones familiares y de pareja, mientras que consideran que las relaciones con los amigos podrían beneficiarse de los consumos. También son conscientes del impacto negativo de los consumos en la salud, la actividad académica y laboral y en la situación económica. El reconocimiento de la negativa influencia de los consumos en estos ámbitos es superior entre las mujeres, aumentando con la edad. El reconocimiento de los efectos asociados al consumo de drogas de síntesis, explicaría el porqué son mayoría los jóvenes que rechazan su uso, frente a quienes expresan su aceptación, si bien las diferencias entre ambas posiciones no son demasiado rotundas. En el caso de los adolescentes, además de la influencia que las atribuciones simbólicas de tipo positivo con que se vinculan las drogas de síntesis, confluyen otros factores que facilitan su consumo, tales como la confianza que estos depositan en estas sustancias y la sensación subjetiva de control de su consumo (NAVARRETE, L. et al, 2000). No obstante las motivaciones verbalizadas para consumir son similares a las descritas por los jóvenes, pudiendo agruparse las mismas en tres categorías: 1) la curiosidad y el deseo de experimentar nuevas sensaciones (identificada como la motivación principal), 2) la influencia de los amigos consumidores y la presión del ambiente y 3) los efectos buscados o esperados del consumo, tales como aumentar la diversión, mejorar la resistencia física, (poder aguantar toda la noche bailando), desinhibición, etc. Los adolescentes tienen una percepción en cierto modo benévola del consumo de estas sustancias y una sensación de control de su uso, ello a pesar de que aproximadamente dos de cada tres consumidores reconozca haber sufrido algún efecto adverso como consecuencia de su consumo. Todo ello no es óbice para que el consumo de drogas de síntesis sea percibido de forma mayoritaria por los adolescentes como algo peligroso, debido a su composición y a sus efectos a largo plazo. En todo caso, la peligrosidad percibida por el consumo de drogas de síntesis es menor que la de de la cocaína o la heroína. Ello se debe a que creen que generan menor dependencia, a que su patrón de consumo ocasional previene el uso abusivo, a que la vía de administración oral provoca un menor rechazo y porque las imágenes con las que se asocia su consumo se vinculan exclusivamente a la diversión. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 40 4. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA 4.1. Objetivos de la investigación 1º) Realizar una exhaustiva revisión bibliográfica para identificar los factores de riesgo de tipo sociocultural asociados al consumo de drogas y, en particular, los relacionados con el riesgo asociado al consumo de sustancias psicoestimulantes en el marco de diferentes investigaciones nacionales e internacionales. 2º) Analizar los discursos sociales de los jóvenes riojanos (percepciones, actitudes, etc.) hacia las principales sustancias psicoestimulantes (cocaína, éxtasis/drogas de síntesis y metaanfetamina). 3º) Conocer el imaginario juvenil en torno a los riesgos asociados a las drogas y, en particular de los psicoestimulantes. 4º) Elaborar un nuevo constructo multidimensional de los riesgos que los jóvenes asocian al consumo de drogas, que integre dimensiones complementarias a la salud (aspectos relacionales, socialización, construcción de la identidad juvenil, aceptación grupal, afectividad, etc.). 5º) Identificar los riesgos y beneficios que a juicio de los jóvenes entraña consumir y no consumir diferentes pscioestimulantes. 6º) Jerarquizar los riesgos y los beneficios que para los jóvenes supone el consumo de psicoestimulantes. 7º) Determinar las diferencias que el género establece en los discursos sociales hacia los psicoestimulantes y en la percepción del riesgo asociado a las drogas. 8º) Elaborar una tipología juvenil en función del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes. 9º) Identificar los límites que a juicio de los jóvenes harían inasumible el riesgo de consumir psicoestimulantes. 10º) Analizar cómo perciben los jóvenes su propia capacidad para controlar los riesgos que entraña el consumo de psicoestimulantes. 11º) Establecer la influencia que la percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes ejerce como determinantes del consumo de estas sustancias (analizar las correlaciones existentes entre percepciones y consumos). 41 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 4.2. Universo poblacional y muestra La población objeto de estudio la integran los estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años matriculados en el curso académico 2009/2010 (modalidad presencial), en los centros universitarios adscritos a la Universidad de La Rioja. En el curso 2007/08, último con datos oficiales publicados, el universo poblacional lo integraron 4.794 efectivos. La muestra, de tipo probabilístico y con distribución proporcional por centros y tipo de estudios, está integrada por 300 universitarios pertenecientes a las seis facultades y escuelas universitarias con que cuenta la Universidad de la Rioja, distribuidos en 17 aulas (Tabla 4.1. El error muestral para el conjunto de la muestra, para un nivel de confianza del 95,5%, siendo P = Q, se sitúa en ± 2,8%. El tipo de muestreo utilizado es de conglomerados bietápico, con estratificación de las unidades de primera etapa (centros). La selección de las unidades muestrales de segunda etapa (aulas) se ha realizado de forma probabilística mediante el uso de la Tabla de Números Aleatorios. Tabla 4.1. Distribución de la muestra por centros y aulas/cursos. CENTRO Facultad de Ciencias, Estudios Agrícolas e Informática Ingeniería Técnica Agrícola, en Industrias Agrarias y Alimentarias Licenciatura en química Grado en Ingeniería Informática Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial Ingeniería Técnica Industrial en Mecánica Ingeniería Industrial Ingeniería Técnica Industrial Electricidad Facultad de Ciencias Empresariales Grado en Dirección y Administración de Empresas Licenciatura Administración y Dirección Empresas Facultad de Letras y de la Educación Licenciatura en Humanidades Licenciatura en Filología Hispánica Grado en Educación Infantil Maestro en Educación Infantil Maestro en lengua extranjera (ingles) Magisterio Educación física Escuela Universitaria de Enfermería Diplomatura en Enfermería Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Grado en derecho Diplomatura en Trabajo Social Total cuestionarios: CURSO Segundo Primero Primero Tercero Quinto Segundo Primero Tercero Tercero Tercero Primero Tercero Tercero Segundo Primero Primero Primero CUESTIONARIOS 48 13 17 18 40 12 11 17 38 25 13 99 7 5 32 22 5 28 17 17 58 36 22 300 La distribución de la muestra en función del sexo y la edad fue la siguiente (Tabla 4.2). Tabla 4.2. Distribución de la muestra por sexo y edad. TOTAL 300 SEXO Hombre 103 (34,3%) Mujer 197 (65,7%) 18 a 21 años 250 (83,35) EDAD 22 a 25 años 50 /16,7% Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 4.3. 42 Metodología a) Revisión bibliográfica para la localización de evidencias acerca de la influencia de las actitudes sociales y otros factores de tipo ambiental o situacional en el consumo de sustancias psicoestimulantes por parte de adolescentes y jóvenes. Incluye la consulta de las principales bases de datos nacionales e internacionales (COCHRANE, MEDLINE, EMBASE, etc.). b) Encuesta a estudiantes universitarios sobre percepciones y actitudes ante los psicoestimulantes y otros factores de riesgo socioculturales asociados al consumo de estas sustancias. La recogida de información se realizó mediante cuestionario elaborado “ad hoc” (Anexo I), autocumplimentado por los entrevistados en los centros de enseñanza en donde cursaban sus estudios. El trabajo de campo se desarrolló entre el 19 de octubre y el 13 de noviembre de 2009. El cuestionario consta de 31 preguntas, repartidas en 7 bloques temáticos: 1) Características sociodemográficas de los/as entrevistados/as (preguntas 1 y 2). 2) Posición vital ante el riesgo (preguntas 3, 4 y 5). 3) Opiniones y actitudes ante las drogas (preguntas 6, 7, 8, 9 y 10). 4) Riesgos percibidos asociados al consumo de drogas (preguntas 11 a 19). 5) Aceptación del consumo de psicoestimulantes (pregunta 20). 6) Hábitos de consumo de drogas (preguntas 21 a 30). 7) Valores sociales (pregunta 31). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 43 5. ACTITUDES Y PERCEPCIONES DE LOS JÓVENES RIOJANOS ANTE LAS DROGAS Y LOS PSICOESTIMULANTES En este apartado se ofrecen los resultados obtenidos tras la aplicación del cuestionario a los 300 universitarios riojanos que han participado voluntariamente en la investigación. El análisis de los resultados se ha estructurado en tres niveles diferentes: a) El análisis de las frecuencias obtenidas por los jóvenes encuestados en las diferentes variables que integran el cuestionario, que a efectos expositivos se agrupan en los siguientes bloques temáticos: Posiciones vitales ante el riesgo. Conocimiento e imagen de los psicoestimulantes. Opiniones y actitudes ante las drogas. Riesgos y beneficios atribuidos al consumo de psicoestimulantes. Grado de aceptabilidad del consumo de psicoestimulantes. Hábitos de consumo de distintas drogas y presencia de consumidores en el grupo de iguales. Valores sociales dominantes. Con el fin de establecer la influencia que el sexo o la edad tienen en los aspectos mencionados se han cruzado todas las preguntas del cuestionario con estas variables. Para determinar cuáles de las diferencias detectadas en función del sexo o la edad son o no estadísticamente significativas se ha utilizado el Test-T de Proporciones, comparando los valores de las columnas B y C (hombre y mujer) y D y E (de 18 a 21 años y de 22 a 25 años) que se incluyen en las tablas que aparecen a continuación. Las columnas han sido testadas al 95% las mayúsculas (nivel de riesgo 5%) y al 90% las minúsculas (nivel de riesgo 10%). Aquellos valores de las variables analizadas en los que las diferencias resultan significativas aparecen acompañados de las letras b, c, d y e, bien en mayúsculas o minúsculas, en función del nivel de confianza elegido. b) El cruce de diferentes variables hipotetizadas como condicionantes de las opiniones y actitudes juveniles ante las drogas y del posicionamiento ante el riesgo asociado al consumo, tales como: la posición vital ante el riesgo, la experimentación con psicoestimulantes, el consumo de psicoestimulantes en los últimos 30 días, los hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes en el grupo de amigos, las actitudes dominantes en el grupo de amigos ante el consumo de psicoestimulantes y los valores sociales dominantes entre los encuestados. c) La elaboración de una tipología en función de las actitudes de los jóvenes ante los psicoestimulantes y el riesgo que entraña su consumo, mediante el análisis de cluster. 44 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.1. Posición vital de los jóvenes ante el riesgo El estereotipo juvenil dominante asocia a los jóvenes con una disposición a la aventura, la asunción de riesgos y la trasgresión. Sin embargo, el análisis del posicionamiento de los universitarios riojanos ante la asunción de riesgos en la vida cuestiona que este sea efectivamente un rasgo mayoritario de la personalidad juvenil. Para medir la posición de los jóvenes ante el riesgo vital se aplicó una escala de diez ítem en la que los encuestados debían indicar su grado de acuerdo del 1 (“nada de acuerdo con la asunción de riesgos”) al 10 (“totalmente de acuerdo con la asunción de riesgos”). La puntuación media para el conjunto de la escala (que oscila en un rango de 10 a 100 puntos), se sitúa para el conjunto de la muestra en 51,45 puntos (Tabla 5.1), lo que indicaría la existencia de una ligera disposición de los jóvenes a asumir riesgos en la vida. Tabla 5.1. Posición vital de los universitarios riojanos ante el riesgo, según sexo y edad. Puntuación media obtenida en los distintos ítems de la a escala. POSICIÓN VITAL ANTE EL RIESGO En la vida hay que arriesgarse No me gustan los riesgos, prefiero pensar las cosas antes de hacerlas La prudencia es fundamental en la vida Es mejor hacer las cosas sin pensarlas mucho Me gusta experimentar cosas nuevas, aunque suponga riesgos Siempre hay que elegir lo conocido, evita problemas Es normal que los jóvenes se arriesguen más Jugarse el tipo en aventuras es una locura Lo importante es disfrutar el presente, lo que tenga que pasar, pasará Más vale evitar las cosas que nos pueden complicar el futuro Puntuación total escala Desviación típica TOTAL (A) 6,95 SEXO Mujer Hombre (B) (C) 7,04 6,91 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 7,06 (e) 6,40 4,48 4,46 4,50 4,48 4,48 3,63 3,48 3,78 3,70 3,55 3,37 3,63 3,50 3,60 3,36 5,20 5,34 5,13 5,25 4,94 5,94 5,49 6,18 (B) 5,98 5,76 6,64 4,90 7,05 (C) 5,36 (C) 6,43 4,65 6,64 4,95 6,66 4,64 6,42 6,18 6,54 6,48 6,12 3,83 3,47 4,02 (b) 3,82 3,84 51,45 11,79 51,85 12,88 51,24 11,21 51,78 10,94 49,80 15,39 (*) Las respuestas a las preguntas 2, 3, 6, 8 y 10 se puntúan en sentido inverso de 1 “Totalmente de acuerdo” a 10 “Totalmente en desacuerdo”. Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E. Los varones y los más jóvenes tienen una posición más favorable a la asunción de riesgos, aunque no hay diferencias significativas en los valores medios de la escala. Si se agrupan por intervalos las puntuaciones medias obtenidas para el conjunto de la escala, distribuyéndolas en los intervalos siguientes, es posible obtener una tipología básica de posiciones vitales de los universitarios riojanos ante el riesgo: • • • Posición no favorable a la asunción de riesgos: de 10 a 45 puntos. Posición intermedia ante la asunción de riesgos: de 46 a 64 puntos. Posición favorable a la asunción de riesgos: 65 a 100 puntos. La aplicación de estos intervalos permite comprobar que los jóvenes que no se muestran favorables a la asunción de riesgos (29,1%) superan ampliamente a quienes muestran una actitud favorable (Figura 5.1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 45 Figura 5.1. Tipología juvenil en función de su posición ante la asunción de riesgos en la vida. (% de encuestados con puntuaciones medias en los respectivos intervalos). Posición favorable (65-100 puntos) 29,1% Posición intermedia (46-64 puntos) 55,5% Posición no favorable (10-45 puntos) 15,4% Las actitudes no favorables a la asunción de riesgos son más prevalentes entre los jóvenes de mayor edad, sin que el sexo introduzca diferencias significativas (Tabla 5.2). Tabla 5.2. Tipología de jóvenes en función de su disposición a la asunción de riesgos en la vida, según sexo y edad (% de encuestados con puntuaciones globales en los diferentes intervalos). DISPOSICIÓN A LA ASUNCIÓN DE RIESGOS EN LA VIDA No favorables a asunción de riesgos Intermedia Favorables a asunción de riesgos TOTAL (A) 29,1 55,5 15,4 SEXO Hombre (B) 31,1 51,5 17,5 Mujer (C) 28,1 57,7 14,3 18-21 años (D) 26,9 58,2 (E) 14,9 EDAD 22-25 años (E) 40 (d) 42 18 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Esta disposición vital ante el riesgo es coherente con la forma de afrontar las situaciones que pueden suponer algún riesgo, donde las posiciones reflexivas o precavidas superan ampliamente las posiciones irreflexivas (Figura 5.2). Figura 5.3. Modo de afrontamiento ante situaciones que comportan riesgo (%). 30,0% 20,3% 2,0% 0,3% 47,3% Reflexionan mucho antes de tomar una decisión que entrañe peligro Sólo si puede existir un peligro grave dediden no asumir riesgos Sólo si tienen la certeza de que van a tener problemas deciden no asumir riesgos No suelen pensar nunca en los posibles peligros Ns/Nc 46 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes También en este caso las posiciones más reflexivas frente a situaciones que puedan implicar riesgos son más frecuentes entre las mujeres, sin que la edad introduzca variaciones significativas al respecto (Tabla 5.3). Tabla 5.3. Forma habitual de afrontar las situaciones que pueden suponer riesgos, según sexo y edad (%). MODO DE AFRONTAR LAS SITUACIONES POTENCIALES DE RIESGO TOTAL (A) Suelen reflexionar mucho antes de tomar una decisión que entrañe peligro Sólo si puede existir peligro grave deciden no asumir riesgos Sólo si tienen certeza de que van a tener problemas deciden no asumir riesgos No suelen pensar en los posibles peligros de las cosas que hacen Ns/Nc SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 47,3 32,0 55,3 (B) 47,2 48,0 30,0 37,9 (C) 25,9 29,6 32,0 20,3 25,2 17,8 20,8 18,0 2,0 3,9 1,0 2,0 2,0 0,3 1,0 0,0 0,4 0,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Por lo que se refiere a la identificación de los encuestados con ciertos valores asociados a sensaciones, como es la exposición a experiencias y sensaciones nuevas y excitantes, aunque puedan ser peligrosas o implicar riesgos, indicar que son mayoría (37,6%) quienes afirman que no les gustan estas experiencias (suma de las categorías nada + poco). No obstante, al 23,0% de los encuestados les gusta bastante o mucho este tipo de experiencias o sensaciones (Figura 5.4). Dicho de otro modo, en un escenario mayoritario de convencionalismo social y/o de ajuste a la norma, casi uno de cada cuatro jóvenes se identifica con un valor asociado a sensaciones que no implica necesariamente la trasgresión de ninguna norma social. Figura 5.4. Grado de identificación con ciertos valores asociados a sensaciones, como el deseo de tener experiencias y sensaciones nuevas aunque sean peligrosas o supongan riesgos (%). 39,3% 20,0% 9,3% 3,0% 28,3% Nada Poco Regular Bastante Mucho La identificación con valores asociados a sensaciones es superior entre los varones y los jóvenes de menor edad, si bien en el último caso las diferencias no son estadísticamente significativas (Tabla 5.4). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.4. Grado de identificación con el deseo de tener experiencias y sensaciones nuevas, aunque entrañen peligro o riesgos, según sexo y edad (% y medias). GRADO IDENTIFICACIÓN CON EL DESEO NUEVAS EXPERIENCIAS/SENSACIONES (1) Nada (2) Poco (3) Regular (4) Bastante (5) Mucho MEDIA Desviación Típica TOTAL (A) 9,3 28,3 39,3 20,0 3,0 2,79 0,97 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 4,9 11,7 (B) 29,1 27,9 31,1 43,7 (B) 30,1 (C) 14,7 4,9 2,0 3,01 (C) 2,68 1,00 0,93 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 8,0 16,0 27,6 32,0 41,2 30,0 20,0 20,0 3,2 2,0 2,83 2,60 0,95 1,05 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- 47 48 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.2. Nivel de conocimiento e imagen de los psicoestimulantes a) Conocimiento de los efectos y daños asociados al consumo de diferentes drogas psicoestimulantes El nivel de información que los encuestados afirman tener de los efectos y daños asociados al consumo de psicoestimulantes varía de forma notable, en función de las distintas sustancias (Figura 5.5). Mientras que en el caso de la cocaína son mayoría (67,9%) quienes declaran estar suficientemente o perfectamente informados de sus efectos y daños, no ocurre lo mismo con el éxtasis/drogas de síntesis o el speed, donde los encuestados que mantienen esta posición se reducen, respectivamente, hasta el 48,0% y el 49,3%. Figura 5.5. Nivel de conocimiento sobre los efectos y daños asociados al consumo de psicoestimulantes (%). 0% Perfectamente informado/a 10% 9,7% 20% 30% 23,3% Les gustaría mejorar su información 8,7% 60% 14,0% 38,3% 35,3% Poco o nada informado/a 50% 15,7% Suficientemente informado/a Ns/Nc 40% 52,0% 37,7% 34,3% 14,0% 15,7% 0,3% 0,3% 0,7% COCAÍNA ÉXTASIS/D.SÍNTESIS SPEED El nivel de conocimiento auto atribuido sobre los efectos y daños de las diferentes sustancias psicoestimulantes es mayor entre los varones y los jóvenes de 22 o más años (Tabla 5.5). 49 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.5. Nivel de información auto atribuido acerca de los efectos y daños asociados al consumo de sustancias psicoestimulantes, según sexo y edad (%). NIVEL DE INFORMACIÓN COCAÍNA Perfectamente informados/as Suficientemente informados/as Les gustaría mejorar información Poco o nada informados/as Ns/Nc ÉXTASIS/DROGAS SÍNTESIS Perfectamente informados/as Suficientemente informados/as Les gustaría mejorar información Poco o nada informados/as Ns/Nc SPEED Perfectamente informados/as Suficientemente informados/as Les gustaría mejorar información Poco o nada informados/as Ns/Nc TOTAL (A) SEXO EDAD 22-25 años (E) Hombre (B) Mujer (C) 18-21 años (D) 15,7 52 23,3 8,7 0,3 26,2 (C) 55,3 13,6 4,9 0,0 10,2 50,3 28,4 (B) 10,7 (b) 0,5 12,4 54,8 (E) 24,4 8,4 0,0 32,0 (D) 38,0 18,0 10,0 2,0 9,7 38,3 37,7 14,0 0,3 17,5 (C) 45,6 (c) 26,2 10,7 0,0 5,6 34,5 43,7 (B) 15,7 0,5 7,2 40,0 39,2 13,6 0,0 22,0 (D) 30,0 30,0 16,0 2,0 14,0 35,3 34,3 15,7 0,7 25,2 (C) 39,8 26,2 8,7 0,0 8,1 33,0 38,6 (B) 19,3 (B) 1,0 10,8 36,0 36,4 (e) 16,4 0,4 30,0 (D) 32,0 24,0 12,0 2,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- b) La imagen de las diferentes sustancias psicoestimulantes Para profundizar en la imagen que los entrevistados tienen de las diferentes sustancias psicoestimulantes se ha utilizado una doble vía de aproximación: ¾ Las evocaciones espontáneas que les sugieren los términos “cocaína”, “éxtasis” y “speed”, mediante la selección de un máximo de tres conceptos que los definan. ¾ La selección de diferentes frases que recogen la imagen de estas sustancias. Por lo que respecta a los conceptos utilizados para definir a la cocaína, los más recurrentes fueron droga, adicción, peligro, problemas, muerte, dependencia y dinero (Tabla 5.6). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 50 Tabla 5.6. Conceptos o términos utilizados para definir a la cocaína. Evocación espontánea, máximo tres términos por entrevistado (entre paréntesis el número de menciones). TÉRMINOS ASOCIADOS ESPONTÁNEAMENTE CON LA COCAÍNA Abandono( 2) Absurdo (2) Adicción (52) Adrenalina (1) Afrodisíaca (1) Aguante (1) Ajeno (2) Alteración (2) Alucinación (2) Amigos (1) Ansiedad (2) Anulación (1) Asco (10) Baile (1) Búho (1) Bajón 3 Baños 1 Basura (2) Blanca/Blanco (6) Bienestar (2) Buscar (1) Calma (1) Calle (1) Capricho (1) Cara (2) Cárcel (2) Catástrofe (1) Ciego (1) Coma (1) Consecuencias (2) Consumo (1) Curiosidad (1) Chulería (1) Chungazo 1 Dañina/Daño (13) Decadencia (2) Decepción (1) Degeneración (2) Delito (1) Demacración (2) Dependencia/Dependiente (25) Derrota (1) Derrumbe (1) Desajuste (1) Desastre (5) Descontrol/Pérdida control (11) Deseable (1) Desencajar (1) Desequilibrio (1) Desgracia 3 Desinhibición (2) Desintegración (1) Desorientación (1) Destrucción (10) Deterioro (2) Devore (1) Dinero (21) Discoteca (9) Disgusto (1) Diversión (4) Dolor (4) Droga (57) Drogadicto/drogata/yonqui (5) Efusividad (1) Elitismo (2) Endeudamiento (1) Enfermedad (7) Enganche (4) Equivocación/Error (5) Esnifar (5) España (1) Estafa (1) Estimulante (4) Estrés (1) Estupidez/Tontería/Idiotez (4) Euforia (1) Evasión (7) Exaltación (3) Excitación (7) Éxito (1) Falta personalidad (2) Farlopa (1) Felicidad (1) Fiesta (9) Fracaso (9) Frustración (1) Fumar (1) Gasto (1) Gusto (1) Habitual (2) Harina (1) Idiotez (1) Ilegal (1) Impura (1) Incoherencia (1) Inconsciente/Inconsciencia (3) Incontrolable/Inmanejable (2) Inconveniente (1) Innecesaria (1) Insana (4) Insensatez (4) Insomnio (1) Intensidad (1) Inutilidad (2) Irresponsabilidad (1) Juventud/Jóvenes (6) Labia (1) Lástima 1 Límite (1) Locura (16) Lujuria (2) Mal rollo (1) Mala/Malo/Maligna (16) Mala salud (1) Mala vida (1) Malestar (7) Malgastar (1) Mareo(1) Mayores (1) Miedo (4) Mierda (5) Muerte (28) Nariz (7) Negativo (1) Negocio (5) Nerviosismo/inquietud (4) Nivel (1) Noche (4) Odio (1) Paranoia (1) Parking (1) Películas (1) Peligro (51) Pena (3) Perdición (3) Pérdida/Perdido (3) Perjudicial/Perjuicio (8) Perversión (1) Placer (2) Pobreza (1) Poder (2) Polvos (4) Problemas (33) Raya (1) Rechazo (1) Relax/Relajante (2) Repulsión (1) Respeto (1) Riesgo (11) Rito (1) Roto (1) Ruina (4) Sangre (1) Secuelas (3) Sensaciones (2) Sobredosis (2) Soledad/aislamiento (7) Subidón (5) Sudamérica (1) Sufrimiento (3) Taquicardia (1) Tirado (1) Tráfico/Traficante (3) Trance (1) Tóxico (1) Tristeza (1) Veneno 1 Violencia (2) Vómito (1) Vicio (2) Si se agrupan estas evocaciones espontáneas sobre la cocaína, en función de la similitud de sus significados, es posible apreciar el predominio de aquellas relacionadas con el carácter adictivo de la sustancia, los efectos negativos derivados de su consumo y el carácter problemático de dichos consumos (Tabla 5.7). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 51 Tabla 5.7. Naturaleza de las asociaciones espontáneas que definen a la cocaína. Análisis de significados. ¾ Relativas al carácter adictivo de la sustancia (148 menciones): droga (57), adicción (52), dependencia (25), drogadicto/drogata/yanqui (5), enganche (4), enfermedad (7) e incontrolable/Inmanejable (2). ¾ Relacionadas con los espacios y entornos de consumo (42 menciones): fiesta (9), juventud/jóvenes (6), mayores (1), diversión (4), discoteca (9), baile (1), amigos (1), noche (4), búho (1), baños (1), calle (1), parking (1) y películas (1), ¾ Vinculadas al riesgo (67 menciones): peligro (51), riesgo (11), miedo (4) y límite (1). ¾ Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia, en su mayor parte de tipo estimulante (46 menciones): excitación (7), subidón (5), estimulante (4), aguante (1), exaltación (3), euforia/efusividad (2), afrodisíaca (1), adrenalina (1), taquicardia (1), placer (2), bienestar (2), felicidad (1), sensaciones (2), relax (2), calma (1), evasión (7), desinhibición (2), intensidad (1) y labia (1). ¾ Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia (107 menciones): muerte (28), sangre (1), locura (16), paranoia (1), descontrol (11), soledad/aislamiento (7), nerviosismo/inquietud (4), dolor (4), sufrimiento (3), bajón (3), ansiedad (2), estrés (1), alteración (2), alucinación (2), sobredosis (2), anulación (1), abandono (2), coma (1), mareo(1), vómito (1), insomnio (1), desorientación (1), demacración (2), Violencia (2), delito (1), cárcel (2), desencajar (1), desintegración (1), devore (1), roto (1) y tirado (1). ¾ Vinculadas al carácter problemático del consumo (63 menciones): problemas (33), perjudicial/perjuicio (8), malestar (7), insana (4), secuelas (3), consecuencias (2), deterioro (2), mal rollo (1), mala salud (1), mala vida (1) y pobreza (1). ¾ Valoraciones de tipo moral sobre la sustancia o el consumo de la misma, de tipo negativo que enfatizan su carácter dañino/destructivo (118 menciones): mala/o/maligna (16), dañina/daño (13), destrucción (10), ruina (4), asco (10), fracaso (9), desastre (5), mierda (5), equivocación/error (5), estupidez/tontería/idiotez (4), desgracia (3), perdición (3), basura (2), degeneración (2), decadencia (2), pérdida/perdido (3), catástrofe (1), veneno (1), vicio (2), odio (1), lujuria (2), capricho (1), chulería (1), chungazo (1), derrota (1), derrumbe (1), absurdo (2), desajuste (1), desequilibrio (1), perversión (1), negativo (1), irresponsabilidad (1), incoherencia (1), estafa (1) y malgastar (1). ¾ Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia (27 menciones): dinero (21), elitismo (2), éxito (1), poder (2) y nivel (1). ¾ Actitudes o relaciones personales con la sustancia (23 menciones): insensatez (4), inconsciencia (3), inutilidad (2), ajeno (2), curiosidad (1), rechazo (1), repulsión (1), disgusto (1), respeto (1), gusto (1), buscar (1), deseable (1), habitual (2), inconveniente (1) e innecesaria (1). ¾ Referencias a ciertos atributos de la sustancia (44 menciones): nariz (7), blanca/o(6), esnifar (5), fumar (1), polvos (4), farlopa (1), Harina (1), raya (1), rito (1), trance (1), consumo (1), cara (2), endeudamiento (1), gasto (1), Ilegal (1), impura (1), tóxico (1), negocio (5) y tráfico/traficante (3) ¾ Otras evocaciones (11 menciones): pena (3), falta personalidad (2), lástima (1), tristeza (1), frustración (1), decepción (1), Sudamérica (1) y España (1). La distribución de las 696 evocaciones emitidas en las categorías antes mencionadas confirma el peso abrumador de las menciones de tipo negativo o que generan rechazo a la cocaína (Tabla 5.8). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 52 Tabla 5.8. Peso de las distintas categorías de evocaciones suscitadas por la cocaína. TIPO DE EVOCACIÓN Relativas al carácter adictivo de la sustancia Valoraciones morales sobre la sustancia o el consumo de tipo negativo Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia Vinculadas al riesgo Vinculadas al carácter problemático del consumo Referencias a ciertos atributos de la sustancia Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia Relacionadas con los espacios y entornos de consumo Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia Actitudes o relaciones personales con la sustancia Otras evocaciones TOTAL EVOCACIONES (media 2,3 evocaciones/encuestado) EVOCACIONES Número % 148 21,3 118 17,0 107 15,4 67 9,6% 63 9,1 44 6,3 46 6,6 42 6,0 27 3,9 23 3,3 11 1,6 696 100 Si se analiza el carácter positivo o negativo de las evocaciones emitidas, con independencia de la categoría a la que pertenezcan, se obtiene la siguiente distribución (Figura 5.6): 1. Evocaciones de carácter positivo (103): fiesta (9), diversión (4), discoteca (9), baile (1), amigos (1), dinero (21), elitismo (2), éxito (1), poder (2), nivel (1), excitación (7), subidón (5), estimulante (4), aguante (1), exaltación (3), euforia/efusividad (2), afrodisíaca (1), adrenalina (1), taquicardia (1), placer (2), bienestar (2), felicidad (1), sensaciones (2), relax (2), calma (1), evasión (7), desinhibición (2), intensidad (1), labia (1), curiosidad (1), gusto (1), buscar (1), deseable (1) y habitual (2). 2. Evocaciones de carácter negativo (546): droga (57), adicción (52), dependencia (25), drogadicto/drogata/yanqui (5), enganche (4), enfermedad (7), incontrolable/Inmanejable (2), peligro (51), riesgo (11), miedo (4), límite (1), muerte (28), sangre (1), locura (16), paranoia (1), descontrol (11), soledad(7), nerviosismo(4), dolor (4), sufrimiento (3), bajón (3), ansiedad (2), estrés (1), alteración (2), alucinación (2), sobredosis (2), anulación (1), abandono (2), coma (1), mareo(1), vómito (1), insomnio (1), desorientación (1), demacración (2), violencia (2), delito (1), cárcel (2), desencajar (1), desintegración (1), devore (1), roto (1), tirado (1), problemas (33), perjudicial/perjuicio (8), malestar (7), insana (4), secuelas (3), consecuencias (2), deterioro (2), mal rollo (1), mala salud (1), mala vida (1), pobreza (1), mala/o/maligna (16), dañina/daño (13), destrucción (10), ruina (4), asco (10), fracaso (9), desastre (5), mierda (5), equivocación (5), estupidez (4), desgracia (3), perdición (3), basura (2), degeneración (2), decadencia (2), pérdida/perdido (3), catástrofe (1), veneno (1), vicio (2), odio (1), lujuria (2), capricho (1), chulería (1), chungazo (1), derrota (1), derrumbe (1), absurdo (2), desajuste (1), desequilibrio (1), perversión (1), negativo (1), irresponsabilidad (1), incoherencia (1), estafa (1), malgastar (1, insensatez (4), inconsciencia (3), inutilidad (2), ajeno (2), rechazo (1), repulsión (1), disgusto (1), respeto (1) inconveniente (1) e innecesaria (1). cara (2), endeudamiento (1), gasto (1), Ilegal (1), impura (1), tóxico (1), negocio (5) y tráfico/traficante (3), pena (3), falta personalidad (2), lástima (1), tristeza (1), frustración (1) y decepción (1). 3. Evocaciones neutras (47): juventud/jóvenes (6), mayores (1), noche (4), búho (1), baños (1), calle (1), parking (1) y películas (1) nariz (7), blanca/o(6), esnifar (5), fumar (1), polvos (4), farlopa (1), Harina (1), raya (1), rito (1), trance (1), consumo (1), Sudamérica (1) y España (1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 53 Figura 5.6. Naturaleza de las evocaciones espontáneas emitidas para definir la cocaína (%). 78,4% De tipo positivo 6,8% De tipo negativo Neutras 14,8% Por lo que se refiere a los conceptos utilizados para definir al éxtasis, los más recurrentes fueron droga, peligro, locura y adicción (Tabla 5.9). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 54 Tabla 5.9. Conceptos o términos utilizados para definir el éxtasis. Evocación espontánea, máximo tres términos por entrevistado (entre paréntesis el número de menciones). TÉRMINOS ASOCIADOS ESPONTÁNEAMENTE CON EL ÉXTASIS Absurdo (4) Aceleración (1) Adicción (27) Adrenalina (2) Agresividad (2) Aguante (1) Alteración (4) Alucinar/alucinación (12) Ambulancia (1) Anfetas (1) Anormal (1) Anulación (1) Aparentar (1) Atontado (1) Asco (11) Bacalao (3) Baja autoestima (1) Bajón (1) Barato (1) Basura (3) Bienestar (1) Botellín agua (1) Bumping música electrónica- (1) Calor (1) Capricho (1) Clandestino (1) Calle (1) Colocón (2) Complicación (1) Corazón (1) Curiosidad (1) Chungazo (1) Daños (3) Dañino (2) Delincuencia (2) Demacrado (1) Deformación realidad (1) Degeneración (1) Dependencia/Dependiente (12) Depresión (2) Desajuste (1) Desbocado (1) Desastre (1) Descontrol (19) Desequilibrio (2) Desfase (1) Desinhibición (2) Despierto (1) Desprecio (1) Destrucción (7) Devorado/Devore (2) Dieta (1) Dinero (2) Discoteca (22) Disfrute/Diversión (6) Dolor (2) Desenfreno (1) Droga (41) Drogadicto/yanqui/colgado (7) Empatía (1) Enajenación (1) Enemigo (1) Energía (1) Enfermedad (7) Engaño (1) Equivocación/Error (4) Esnifar (1) Estimulación/Estimulante (3) Estrés (1) Euforia (4) Exaltación (2) Excitación (9) Extasiarse (1) Falso (1) Falta personalidad (6) Fantasía (1) Fiesta (18) Fracaso (8) Frenesí (1) Fuera (1) Gasto (2) Gilipollez (1) Gozada (1) Hiperactividad (2) Hippy (1) Hospital (2) Ibiza (1) Idiotez (2) Iglesia (1) Ignorancia (2) Ilegal (1) Incoherencia (1) Incomprensión (1) Inconsciencia (4) Incontrolable (1) Inmadurez (1) Innecesario (1) Imprudencia (1) Insalubre/Insano (4) Inseguridad (1) Irresponsabilidad/Insensatez (4) Jolgorio/Juerga (2) Jóvenes/Juventud (5) Libertad (1) Libro (1) Líquido –Éxtasis- (1) Locura (33) Lujuria (1) Mal rollo (1) Mal viaje (1) Mala vida (2) Malestar (6) Malgastar (1) Malo/Maligno (12) Miedo (6) Mierda (8) Mono (1) Movimiento (1) Muerte/Mortal (15) Negativo (1) Negocio (4) Nerviosismo/ Inquietud (9) Noche (8) Nocivo (2) Nuevo (1) Nunca (5) Odio (1) Orgía (1) Oscuro (1) Paranoias (4) Parking (1) Pasado (1) Pastillas (12) Pastillero (1) Peleas (1) Peligro (38) Pena (1) Perdición (4) Pérdida (5) Pérdida dinero (1) Perjudicial (6) Placer (3) Policía 81) Precipitación (1) Problemas (20) Rechazo (2) Remordimientos (1) Repulsión (1) Riesgo (9) Roto (1) Ruina (1) Sangre (1) Secuelas mentales (2) Sobredosis (4) Soledad (4) Subidón (12) Tontería (2) Tráfico/traficante (2) Tragedia (1) Trastorno (2) Tóxico (1) Veneno (1) Violencia (2) Yeso (1) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 55 La agrupación de las evocaciones espontáneas utilizadas para definir el éxtasis, en función de la similitud de sus significados, evidencia el predominio de aquellas relacionadas con los efectos negativos derivados de su consumo, las valoraciones morales de tipo negativo frente al consumo y el carácter adictivo de la sustancia. Tabla 5.10. Naturaleza de las asociaciones espontáneas que definen el éxtasis. Análisis de significados. ¾ Relativas al carácter adictivo de la sustancia (97 menciones): droga (41), adicción (27), dependencia/dependiente (12), drogadicto/yanqui/colgado (7), pastillero (1), enfermedad (7), incontrolable (1) y pasado (1). ¾ Relacionadas con los espacios y entornos de consumo (69 menciones): discoteca (22), fiesta (18), noche (8), jolgorio/juerga (2), jóvenes/juventud (5), disfrute/diversión (6), bacalao (3), bumping -música electrónica- (1), parking (1), calle (1), Ibiza (1) y hippy (1). ¾ Vinculadas al riesgo (48 menciones): peligro (38), riesgo (9) e imprudencia (1). ¾ Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia, en su mayor parte de tipo estimulante (66 menciones): alucinar/alucinación (12), subidón (12), excitación (9), hiperactividad (2), adrenalina (2), aceleración (1), aguante (1), placer (3), bienestar (1), gozada (1), colocón (2), desenfreno (1), desinhibición (2), despierto (1), empatía (1), energía (1), estimulación/estimulante (3), extasiarse (1), exaltación (2), euforia (4), fantasía (1), frenesí (1), movimiento (1), y orgía (1). ¾ Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia (130 menciones): locura (33), paranoias (4), enajenación (1), descontrol (19), desfase (1), desbocado (1), precipitación (1), malestar (6), nerviosismo/inquietud (9), estrés (1), alteración (4), hospital (2), ambulancia (1), bajón (1), calor (1), demacrado (1), deformación realidad (1), mal rollo (1), dolor (2), devorado(2), mono (1), mal viaje (1), sobredosis (4), muerte/mortal (15), sangre (1), soledad (4), violencia (2), agresividad (2), peleas (1), delincuencia (2), policía (1)depresión (2), roto (1), atontado (1). ¾ Vinculadas al carácter problemático del consumo (60 menciones): problemas (20), destrucción (7), daños (3), nocivo (2), complicación (1), secuelas mentales (2), perjudicial (6), pérdida (5), insalubre/insano (4), mala vida (2), desequilibrio (2), desajuste (1), trastorno (2), gasto/pérdida de dinero (3). ¾ Valoraciones de tipo moral sobre la sustancia o el consumo de la misma, de tipo negativo que enfatizan su carácter dañino/destructivo (99 menciones): malo/maligno (12), dañino (2), asco (11), fracaso (8), fuera (1), absurdo (4), degeneración (1), desastre (1), desprecio (1), chungazo (1), engaño (1), equivocación/error (4), enemigo (1), falso (1), irresponsabilidad/insensatez (4), capricho (1), perdición (4), rechazo (2), nunca (5), tragedia (1), malgastar (1), mierda (8), negativo (1), repulsión (1), odio (1), oscuro (1), basura (3), anormal (1), anulación (1), aparentar (1), ruina (1), idiotez/gilipollez/tontería (5), lujuria (1), tóxico (1), veneno (1), inmadurez (1), innecesario (1), ignorancia (2) e incoherencia (1). ¾ Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia (3 menciones): dinero (2) y libertad (1). ¾ Actitudes o relaciones personales con la sustancia (23 menciones): miedo (6), inconsciencia (4), inutilidad (2), incomprensión (1), inseguridad (1), curiosidad (1), remordimientos (1) ¾ Referencias a ciertos atributos de la sustancia (27 menciones): pastillas (12), anfetas (1), negocio (4), clandestino (1), ilegal (1), botellón de agua (1), barato (1), líquido –éxtasis- (1), esnifar (1), nuevo (1), tráfico/traficante (2), yeso (1). ¾ Otras evocaciones (12 menciones): pena (1), falta personalidad (6), baja autoestima (1), corazón (1), dieta (1), libro (1) e iglesia (1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 56 La distribución de las 634 evocaciones emitidas por categorías confirma el peso mayoritario de las menciones de tipo negativo o de rechazo al éxtasis (Tabla 5.11). Tabla 5.11. Peso de las distintas categorías de evocaciones suscitadas por el éxtasis. TIPO DE EVOCACIÓN Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia Valoraciones morales sobre la sustancia o el consumo de tipo negativo Relativas al carácter adictivo de la sustancia Relacionadas con los espacios y entornos de consumo Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia Vinculadas al carácter problemático del consumo Vinculadas al riesgo Referencias a ciertos atributos de la sustancia Actitudes o relaciones personales con la sustancia Otras evocaciones Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia TOTAL EVOCACIONES (media: 2,1 evocaciones/encuestado) EVOCACIONES Número % 130 20,5 99 15,6 97 15,3 69 10,9 66 10,4 60 9,5 48 7,6 27 4,3 23 3,6 12 1,9 3 0,5 634 100 Si se analiza el carácter positivo o negativo de las evocaciones emitidas, al margen de la categoría a la que pertenezcan, se obtiene la siguiente distribución (Figura 5.7): 1. Evocaciones de carácter positivo (119): discoteca (22), fiesta (18), disfrute/diversión jolgorio/juerga (2), barato (1), alucinar (12), subidón (12), excitación (9), hiperactividad adrenalina (2), aceleración (1), aguante (1), placer (3), bienestar (1), gozada (1), colocón desenfreno (1), desinhibición (2), despierto (1), empatía (1), estimulación/estimulante energía (1)extasiarse (1), exaltación (2), euforia (4), fantasía (1), frenesí (1), movimiento orgía (1), dinero (2), libertad (1) y curiosidad (1). (6), (2), (2), (3), (1), 2. Evocaciones de carácter negativo (471): droga (41), adicción/dependencia (39), enfermedad (7), drogadicto/yanqui/colgado (7), pastillero (1), incontrolable (1), pasado (1), peligro (38), riesgo (9), imprudencia (1), locura (33), paranoias (4), enajenación (1), descontrol (19), desfase (1), desbocado (1), precipitación (1), malestar (6), nerviosismo/inquietud/estrés (10), alteración (4), hospital (2), ambulancia (1), bajón (1), calor (1), demacrado (1), deformación realidad (1), mal rollo (1), dolor (2), devorado(2), mono (1), mal viaje (1), sobredosis (4), muerte/mortal (15), sangre (1), soledad (4), violencia (2), agresividad (2), peleas (1), delincuencia (2), policía (1), )depresión (2), roto (1), atontado (1), problemas (20), destrucción (7), daños (3), nocivo (2), complicación (1), secuelas mentales (2), perjudicial (6), pérdida (5), insalubre/insano (4), mala vida (2), desequilibrio (2), desajuste (1), trastorno (2), gasto/pérdida de dinero (3), malo/maligno (12), dañino (2), asco (11), fracaso (8), fuera (1), absurdo (4), degeneración (1), desastre (1), desprecio (1), chungazo (1), engaño (1), equivocación/error (4), enemigo (1), falso (1), irresponsabilidad/insensatez (4), capricho (1), perdición (4), rechazo (2), nunca (5), tragedia (1), malgastar (1), mierda (8), negativo (1), repulsión (1), odio (1), oscuro (1), basura (3), anormal (1), anulación (1), aparentar (1), ruina (1), idiotez/gilipollez/tontería (5), lujuria (1), tóxico (1), veneno (1), inmadurez (1), innecesario (1), ignorancia (2) e incoherencia (1), miedo (6), inconsciencia (4), inutilidad (2), incomprensión (1), inseguridad (1), remordimientos (1), yeso (1), negocio (4), clandestino (1), ilegal (1),pena (1), falta personalidad (6), baja autoestima (1) 3. Evocaciones neutras (44): noche (8) jóvenes/juventud (5), bacalao (3), bumping -música electrónica- (1), parking (1), calle (1), Ibiza (1) y hippy (1), pastillas (12), anfetas (1), botellón de agua (1), líquido –éxtasis- (1), esnifar (1), nuevo (1), tráfico/traficante (2). corazón (1), dieta (1), libro (1) e iglesia (1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 57 Figura 5.7. Naturaleza de las evocaciones espontáneas emitidas para definir el éxtasis (%). 74,3% De tipo positivo 6,9% De tipo negativo Neutras 18,8% Por su parte, entre los conceptos utilizados para definir el speed destacan droga, peligro, adicción y problemas (Tabla 5.12). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 58 Tabla 5.12. Conceptos o términos utilizados para definir el speed. Evocación espontánea, máximo tres términos por entrevistado (entre paréntesis el número de menciones). SPEED Absurdo (2) Acabado (1) Accesible (2) Aceleración (2) Accidentes (1) Actividad (1) Adicción (30) Adrenalina (1) Agobio (1) Agresividad (1) Aguante (1) Alegría (1) Alteración/agitación (6) Amigos (1) Asco (10) Atrevimiento (2) Bacalao (2) Baño (1) Baja autoestima (1) Bajón (1) Barato (4) Basura (3) Bienestar (1) Blanco (1) Cansancio (1) Calle (2) Cambio conducta (3) Camello (1) Capricho (1) Catástrofe (1) Cisco (1) Coche (1) Confusión (2) Consecuencias (2) Contaminante (1) Cuerpo destrozado (1) Colocón (1) Curiosidad 82) Chungazo (1) Demacrado (2) Daños (6) De moda (1) Delirios (1) Degeneración (1) Dependencia (12) Depresión (2) Derroche económico/coste (6) Desequilibrio/desajuste (2) Desastre (2) Desconocido (2) Descontrol (13) Desgracia/pena (2) Desfase (1) Desinhibición (2) Destrucción (5) Devorado/Devore (1) Discoteca (16) Diversión/disfrute (10) Dolor (3) Droga (54) Drogadicto/yanqui (3) Dudas (1) Energía (1) Enfermedad (7) Emoción (1) Enganchado (1) Engaño (1) Equivocación/error (5) Esnifar Estruendo (2) Estimulación (2) Euforia (3) Evasión (2) Exaltación (1) Excitación (3) Explosión (1) Extraño (1) Falta personalidad (2) Fiesta (21) Flipados (1) Fracaso (9) Fresco/frío (2) Fuerte (1) Gentuza (1) Hiperactividad (4) Hospital (1) Hundimiento (1) Idiotez/tontería (6) Ignorancia/incultura (4) Ilegal (1) Impensable (1) Impulsividad (1) Incoherencia (2) Incapacidad (1) Inconsciencia (1) Inconveniente (1) Influencias (1) Inmadurez (3) Innecesario (1) Insalubre/Insano (3) Inseguridad (1) Insomnio (5) Inútil (1) Irrealidad (1) Irresponsabilidad/Insensatez (1) Jóvenes/Juventud (6) Locura (19) Mandíbula (1) Mal rollo (1) Mala vida (1) Malas amistades (1) Malestar (5) Maligno (2) Malo (13) Mareo (1) Miedo (3) Mierda/porquería (6) Motivación (1) Movimiento (1) Muerte (15) Nariz (1) Necesidad (1) Negativo (1) Negocio (1) Nerviosismo (6) Noche (7) Oscuridad (1) Papelina (1) Paranoias (1) Parking (2) Pastillas (3) Peleas (2) Peligro (36) Perdición (4) Pérdida (3) Perjudicial/dañino (8) Picor (1) Pobreza (1) Poco futuro (1) Poco poder adquisitivo (1) Poligonero (1) Poder (1) Problemas (26) Punkies (1) Rápido (3) Rayas (4) Resacón (2) Rechazo (4) Reflejos (1) Repulsión (3) Roto/reventado (2) Riesgo (14) Ruina (3) Sábado (1) Secuelas (2) Sobredosis (3) Soledad/aislamiento (4) Solución (2) Suave (1) Subidón (7) Sudor (1) Sufrimiento (1) Traición (1) Taquicardia/arritmia (3) Tranquilidad (1) Tortura psicológica (1) Velocidad (14) Veneno (6) Vicio (2) Violencia (4) Viveza (1) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 59 La agrupación de las evocaciones espontáneas utilizadas para definir el speed permite comprobar un claro predominio de aquellas relacionadas con los efectos negativos derivados de su consumo, el carácter adictivo de la sustancia y las valoraciones morales de tipo negativo frente al consumo (Tabla 5.13). Tabla 5.13. Naturaleza de las asociaciones espontáneas que definen el speed. Análisis de significados. ¾ Relativas al carácter adictivo de la sustancia (108 menciones): droga (54), adicción (30), dependencia (12), drogadicto/yanqui (3), enfermedad (7), enganchado (1) necesidad (1). ¾ Relacionadas con los espacios y entornos de consumo (71 menciones): fiesta (21), discoteca (16), diversión/disfrute (10), noche (7),jóvenes/juventud (6), baño (1), calle (2), coche (1), parking (2), poligonero (1), amigos (1), bacalao (2), sábado (1) ¾ Vinculadas al riesgo (51 menciones): peligro (36), riesgo (14), inseguridad (1). ¾ Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia, en su mayor parte de tipo estimulante (64 menciones): aceleración (2), actividad (1), movimiento (1), adrenalina (1), aguante (1), alegría (1), bienestar (1), colocón (1), energía (1), estruendo (2), estimulación (2), euforia (3), evasión (2), exaltación (1), excitación (3), explosión (1), flipados (1), hiperactividad (4), solución (2), suave (1), subidón (7), velocidad (14), rápido (3), atrevimiento (2), desinhibición (2), emoción (1), reflejos (1), viveza (1) tranquilidad (1). ¾ Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia (134 menciones): acabado (1), roto/reventado (2), accidentes (1), agobio (1), agresividad (1), alteración/agitación (6), bajón (1), cansancio (1), cambio conducta (3), cisco (1), confusión (2), cuerpo destrozado (1), demacrado (2), depresión (2), derroche económico/coste (6), delirios (1), descontrol (13), desfase (1), destrucción (5), devorado (1), dolor (3), hundimiento (1), insomnio (5), locura (19), paranoias (1), mal rollo (1), malestar (5), mareo (1), muerte (15), nerviosismo (6), peleas (2), picor (1), pérdida (3), sobredosis (3), soledad/aislamiento (4), sudor (1), taquicardia/arritmia (3), violencia (4), resacón (2), impulsividad (1), mandíbula (1). ¾ Vinculadas al carácter problemático del consumo (70 menciones): consecuencias (2), daños (6), degeneración (1), insalubre/insano (3), mala vida (1), malas amistades (1), desequilibrio/desajuste (2), desastre (2), hospital (1), problemas (26), perjudicial/dañino (8), malo (13), pobreza (1), secuelas (2), sufrimiento (1). ¾ Valoraciones de tipo moral sobre la sustancia o el consumo de la misma, de tipo negativo que enfatizan su carácter dañino/destructivo (92 menciones): absurdo (2), asco (10), basura (3), capricho (1), catástrofe (1), chungazo (1), desgracia/pena (2), engaño (1), equivocación/error (5), fracaso (9), gentuza (1), idiotez/tontería (6), ignorancia/incultura (4), incoherencia (2), inconsciencia (1), inconveniente (1), inmadurez (3), falta personalidad (2), inútil (1), irrealidad (1), irresponsabilidad/Insensatez (1), maligno (2), mierda/porquería (6), negativo (1), oscuridad (1), perdición (4), rechazo (4), repulsión (3), ruina (3), traición (1), tortura (1), veneno (6), vicio (2). ¾ Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia (1 menciones): poder (1) ¾ Actitudes o relaciones personales con la sustancia (13 menciones): curiosidad (2), desconocido (2), extraño (1), dudas (1), impensable (1), incapacidad (1), innecesario (1), miedo (3), motivación (1). ¾ Referencias a ciertos atributos de la sustancia (27 menciones): accesible (2), barato (4), blanco (1), camello (1), contaminante (1), de moda (1), esnifar (1), fresco/frío (2), fuerte (1), ilegal (1), nariz (1), negocio (1), papelina (1), pastillas (3), poco futuro (1), poco poder adquisitivo (1), rayas (4) ¾ Otras evocaciones (3 menciones): baja autoestima (1), influencias (1), punkies (1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 60 La distribución de las 634 evocaciones emitidas por categorías confirma el peso mayoritario de las menciones de tipo negativo o de rechazo al speed (Tabla 5.14). Tabla 5.14. Peso de las distintas categorías de evocaciones suscitadas por el speed. TIPO DE EVOCACIÓN Vinculadas a los efectos negativos del consumo de la sustancia Relativas al carácter adictivo de la sustancia Valoraciones morales sobre la sustancia o el consumo de tipo negativo Relacionadas con los espacios y entornos de consumo Vinculadas al carácter problemático del consumo Vinculadas a los efectos positivos del consumo de la sustancia Vinculadas al riesgo Referencias a ciertos atributos de la sustancia Actitudes o relaciones personales con la sustancia Otras evocaciones Atribuciones simbólicas positivas de la sustancia TOTAL EVOCACIONES (media: 2,1 evocaciones/ encuestado) EVOCACIONES Número % 134 21,1 108 17,0 92 14,5 71 11,2 70 11,0 64 10,1 51 8,0 27 4,3 13 2,1 3 0,5 1 0,2 634 100 Si se analiza el carácter positivo o negativo de las evocaciones emitidas, al margen de la categoría a la que pertenezcan, se obtiene la siguiente distribución (Figura 5.8): 1. Evocaciones de carácter positivo (132): fiesta (21), discoteca (16), diversión/disfrute (10), noche (7),jóvenes/juventud (6) amigos (1), bacalao (2), sábado (1), aceleración (2), actividad (1), movimiento (1), adrenalina (1), aguante (1), alegría (1), bienestar (1), colocón (1), energía (1), estruendo (2), estimulación (2), euforia (3), evasión (2), exaltación (1), excitación (3), explosión (1), flipados (1), hiperactividad (4), solución (2), suave (1), subidón (7), velocidad (14), rápido (3), atrevimiento (2), desinhibición (2), emoción (1), reflejos (1), viveza (1) tranquilidad (1), poder (1) curiosidad (2), motivación (1), 2. Evocaciones de carácter negativo (466): droga (54), adicción (30), dependencia (12), drogadicto/yanqui (3), enfermedad (7), enganchado (1) necesidad (1), peligro (36), riesgo (14), inseguridad (1), acabado (1), roto/reventado (2), accidentes (1), agobio (1), agresividad (1), alteración/agitación (6), bajón (1), cansancio (1), cambio conducta (3), cisco (1), confusión (2), cuerpo destrozado (1), demacrado (2), depresión (2), derroche económico/coste (6), delirios (1), descontrol (13), desfase (1), destrucción (5), devorado (1), dolor (3), hundimiento (1), insomnio (5), locura (19), paranoias (1), mal rollo (1), malestar (5), mareo (1), muerte (15), nerviosismo (6), peleas (2), picor (1), pérdida (3), sobredosis (3), soledad/aislamiento (4), sudor (1), taquicardia/arritmia (3), violencia (4), resacón (2), impulsividad (1), mandíbula (1), consecuencias (2), daños (6), degeneración (1), insalubre/insano (3), mala vida (1), malas amistades (1), desequilibrio/desajuste (2), desastre (2), hospital (1), problemas (26), perjudicial/dañino (8), malo (13), pobreza (1), secuelas (2), sufrimiento (1), absurdo (2), asco (10), basura (3), capricho (1), catástrofe (1), chungazo (1), desgracia/pena (2), engaño (1), equivocación/error (5), fracaso (9), gentuza (1), idiotez/tontería (6), ignorancia/incultura (4), incoherencia (2), inconsciencia (1), inconveniente (1), inmadurez (3), falta personalidad (2), inútil (1), irrealidad (1), irresponsabilidad/Insensatez (1), maligno (2), mierda/porquería (6), negativo (1), oscuridad (1), perdición (4), rechazo (4), repulsión (3), ruina (3), traición (1), tortura (1), veneno (6), vicio (2), miedo (3), desconocido (2), extraño (1), dudas (1), impensable (1), incapacidad (1), innecesario (1), baja autoestima (1), 3. Evocaciones neutras (36): accesible (2), barato (4), blanco (1), camello (1), contaminante (1), de moda (1), esnifar (1), fresco/frío (2), fuerte (1), ilegal (1), nariz (1), negocio (1), papelina (1), pastillas (3), poco futuro (1), poco poder adquisitivo (1), rayas (4), baño (1), calle (2), coche (1), parking (2), poligonero (1), influencias (1), punkies (1). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 61 Figura 5.8. Naturaleza de las evocaciones espontáneas emitidas para definir el speed (%). 73,5% De tipo positivo 5,7% De tipo negativo Neutras 20,8% c) Imagen de la cocaína y de sus consumidores Cuando se pidió a los jóvenes encuestados que indicaran en una batería de diez opciones de respuesta cuál de ellas definía mejor la imagen que tenían de la cocaína y de sus consumidores (podían marcar hasta un máximo de tres respuestas) afloran algunas ideas con claridad (Figura 5.9): Los encuestados destacan por encima de todo el peligro que entraña la cocaína, con un 88,0% de adhesiones a la afirmación de que consumirla puede destrozar tu vida y el reconocimiento de que nadie puede controlarla (33%). Esta imagen mayoritaria, en la que destaca su peligrosidad y la incapacidad para su control, se complementa con imágenes más neutras que la sitúan como la reina de las drogas (el 18,3% se identifica con esa afirmación). Las imágenes abiertamente positivas de la sustancia (quien no la consume no sabe qué se pierde y su consumo aporta prestigio social) registran un bajo nivel de adhesiones, en ambos caso de un 1,7%. La imagen de los consumidores de cocaína está dominada por el deterioro que sufren (73,3% de adhesiones), en coherencia con la peligrosidad atribuida a la sustancia, y por el rechazo (25,3%) y la desconfianza (13,0%) que producen los mismos a los encuestados. Hay, pese a ello, un 5,0% de encuestados que asocia a los consumidores con el éxito social. 62 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Figura 5.9. Imagen de la cocaína de y de sus consumidores (%). Respuesta múltiple (los % superan el 100). 0% 25% 50% 75% 100% 88,0% Consumirla puede destrozar tu vida 33,0% Nadie puede controlarla 18,3% Es la reina de las drogas Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde 1,7% Su consumo aporta prestigio social 1,7% Los consumidores presentan graves secuelas físicas y mentales Los consumidores me producen un fuerte rechazo Los consumidores no merecen ninguna confianza 73,3% 25,3% 13,0% La consume gente que tiene éxito 1,7% La consume gente que sabe estar a la altura 1,7% La imagen de la cocaína es menos positiva entre las mujeres, que destacan la imposibilidad de control de su consumo en porcentajes significativamente superiores a los hombres, en tanto que entre éstos son mayores las adhesiones que la reconocen como la reina de las drogas o las que aluden a lo positivo de probarla. Aunque la edad introduce algunas variaciones, no se observan diferencias destacables en la imagen de la sustancia (Tabla 5.15). Indicar que ni la edad ni el sexo introducen diferencias significativas en la imagen de los jóvenes acerca de los consumidores de cocaína. Tabla 5.15. Imagen de la cocaína y sus consumidores, según sexo y edad (% sobre total de respuestas emitidas). Respuesta múltiple (máximo tres respuesta). IMAGEN DE LA COCAÍNA Y DE SUS CONSUMIDORES Consumirla puede destrozarte la vida Una droga que nadie puede controlar La cocaína es la reina de las drogas Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Su consumo aporta prestigio social Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves La gente que la consume me produce un fuerte rechazo Los consumidores son gente que no me merece ninguna confianza La consume la gente que tiene éxito La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha Número de respuestas emitidas TOTAL (A) 88,0 33,0 18,3 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 83,5 90,4 26,2 36,5 (b) 31,1 (C) 11,7 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 89,2 82,0 33,2 32,0 16,4 28,0 (d) 1,7 3,9 (c) 0,5 1,2 4,0 1,7 1,9 1,5 2,0 (E) 0,0 73,3 70,9 74,6 74,4 68,0 25,3 22,3 26,9 26,4 20,0 13,0 14,6 12,2 13,2 12,0 5,0 7,8 3,6 4,0 10,0 1,7 2,9 1,0 1,6 2,0 783 273 510 654 129 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 63 d) Imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores Mientras que la imagen de los jóvenes sobre la cocaína se articulaba, básicamente, en torno a las nociones del peligro de sus efectos y la imposibilidad de controlar su consumo (riesgo de adicción), la imagen del éxtasis y otras drogas de diseño aparece vinculada a la peligrosidad de su consumo y a la inseguridad o incertidumbre sobre sus efectos. Esto es, se perciben también como sustancias peligrosas, pero deja de enfatizarse su potencial adictivo. Esta sería la imagen dominante del éxtasis y otras drogas de síntesis (Figura 5.10): Los encuestados destacan principalmente el peligro que entraña el éxtasis por los importantes daños psicológicos que producen (75,7% de adhesiones) y la inseguridad o incertidumbre sobre sus efectos (71,0%). Aunque minoritarias, son relevantes las imágenes que enfatizan el papel potenciador de las emociones (14,3% de adhesiones) y desinhibidor (9,0% de adhesiones) atribuido al éxtasis. Aunque es residual el porcentaje de encuestados que considera el éxtasis menos peligroso que la cocaína (2,3%), los porcentajes de encuestados que proyectan imágenes positivas del éxtasis superan a los de la cocaína. La imagen de los consumidores de éxtasis está más diluida, destacando entre sus rasgos la inmadurez (51,7% de adhesiones) y el que los consumidores de esta sustancia sean personas que no pueden acceder al consumo de cocaína (15,0%). Ambos rasgos indicarían una asociación de los consumidores con un grupo social de edad más reducida (adolescentes). Figura 5.10. Imagen de éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores (%). Respuesta múltiple (los % superan el 100). 0% 25% 50% 75,7% Produce importantes daños psicológicos 71,0% Nunca sabes qué consumes 14,3% Potencia sensaciones, abre sentidos Su consumo ayuda a desinhibirse 9,0% Su consumo es menos peligroso que la cocaína 2,3% Son sustancias que no producen dependencia 2,3% Fortalecen la amistad 0,3% 51,7% Los consumidores son gente inmadura La consumen adolescentes que no tienen accceso a la cocaína La consumen "bakaladeros", gente a la que sólo le interesa la música y el baile 75% 15,0% 15,0% 100% 64 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Al igual que ocurría con la cocaína, también las mujeres tienen una imagen menos positiva del éxtasis y las drogas de síntesis que los hombres, que destacan los importantes daños psicológicos y lo imprevisible de sus efectos en porcentajes significativamente superiores. Por su parte, lo hombres vinculan la imagen de los consumidores a la figura de los “bakaladeros” en niveles significativamente superiores a los de las mujeres. La edad introduce algunas variaciones en la imagen de las drogas de síntesis (los encuestados más jóvenes asocian en mayor proporción estas sustancias con lo imprevisible de sus efectos) y en la imagen de sus consumidores, que entre los jóvenes de más edad se vinculan en mayor proporción con adolescentes que no pueden acceder a la cocaína (Tabla 5.16). Tabla 5.16. Imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores, según sexo y edad (% sobre total de respuestas emitidas). Respuesta múltiple (máximo tres respuesta). IMAGEN DEL ÉXTASIS/D. SÍNTESIS Y DE SUS CONSUMIDORES TOTAL (A) Producen importantes daños psicológicos Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles Potencia sensaciones, abre los sentidos Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar relaciones sociales y ligar Su consumo es mucho menos peligroso que el de la cocaína Son sustancias que no producen dependencia, manejables Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Las consumen adolescentes que no tienen acceso a la cocaína La consumen "bakaladeros", gente a la que sólo le interesa música y baile Número de respuestas emitidas 75,7 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 62,1 82,7 (B) 18-21 años (D) 76,8 EDAD 22-25 años (E) 70 71,0 64,1 74,6 (b) 73,2 (e) 60,0 14,3 16,5 13,2 13,6 18,0 9,0 12,6 7,1 8,0 14,0 2,3 3,9 1,5 2,4 2,0 2,3 2,9 2,0 1,6 6,0 0,3 1,0 0,0 0,4 0,0 51,7 51,5 51,8 53,6 42,0 15,0 16,5 14,2 12,4 28,0 (D) 15,0 28,2 (C) 8,1 14,0 20,0 770 267 503 640 130 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.3. 65 Actitudes ante las drogas ilícitas y los psicoestimulantes La aproximación a las actitudes que los jóvenes mantienen frente a los psicoestimulantes se ha realizado a través de dos vías diferentes, la primera más general, la segunda específicamente destinada a profundizar en las actitudes relacionadas con el consumo de psicoestimulantes en contextos festivos. Para ello se han utilizado sendas escalas (pregunta 10 y pregunta 20), cuyos resultados se describen seguidamente. a) Actitudes generales de los jóvenes hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes Para analizar las actitudes de los jóvenes ante las drogas ilícitas se aplicó una escala de actitudes ante el consumo de drogas, coincidente con la incluida en el Banco de Instrumentos para la evaluación de intervenciones preventivas del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (COMUNIDAD DE MADRID, 2003), a la que se le incorporaron cinco ítems específicos relativos a las actitudes ante los psicoestimulantes. De este modo junto con las puntuaciones globales de la escala de actitudes ante las drogas, integrada por 18 ítems, se dispone de las puntuaciones de las subescalas “Actitudes hacia la cocaína y el éxtasis” (preguntas 1 a 5) y “Actitudes hacia las drogas ilícitas en general” (preguntas 6 a 18 de la escala). Los encuestados debían mostrar su nivel de acuerdo con los distintos ítems en una escala de Likert que oscila entre 1 “totalmente en desacuerdo” a 5 “totalmente de acuerdo”. El resultado de la escala oscila de 18 a 90 puntos, mostrando las puntuaciones más altas (cercanas a 90) una actitud favorable hacia las drogas. La puntuación promedio de los encuestados en la escala de actitudes ante el consumo de drogas ilícitas es de 35,23 puntos (Tabla 5.17). Estos resultados confirmarían la existencia de unas actitudes, en general, poco favorables al consumo de drogas ilícitas. Los varones y los jóvenes de mayor edad (22 a 25 años) mantienen actitudes mas favorables hacia el consumo de drogas que las mujeres y los jóvenes de 18 a 21 años, como lo confirma la existencia de diferencias estadísticamente significativas en los valores medios de la escala, así como en la mayor parte de los ítems que integran la misma. 66 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.17. Actitudes de los universitarios riojanos ante el consumo de drogas, según sexo y edad. Puntuación media obtenida en los distintos ítems de la escala. ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE DROGAS ILÍCITAS 1. Es agradable meterte una raya de coca de vez en cuando 2. Debería controlarse más el consumo de cocaína y éxtasis en lugares de marcha 3. Tomar cocaína o éxtasis ayuda a resultar mas interesante y atractivo/a a los demás 4. La gente que consume cocaína o éxtasis no sabe de verdad los riesgos que asume 5. Tomar coca o éxtasis te ayuda a disfrutar de verdad de la fiesta 6. Consumir drogas ilegales puede ser agradable 7. Un joven nunca debería probar drogas 8. Hay pocas cosas más peligrosas que experimentar con drogas 9. Consumir drogas es divertido 10. Hay muchas cosas mucho mas arriesgadas que probar drogas 11. Todo el que prueba drogas acaba lamentándolo 12. Las leyes en materia de drogas ilegales deberían ser más estrictas 13. El uso de drogas es uno de los grandes males del país 14. Las drogas ayudan a la gente a tener una experiencia plena de la vida 15. En los colegios se deberían enseñar los peligros reales del consumo de drogas 16. La policía no debería meterse con los jóvenes que prueban drogas 17. Probar las drogas es perder el control de tu vida 18. Las drogas no tienen porque ser un problema ni para el consumidor ni para la sociedad Puntuación media total escala Desviación típica TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 1,34 1,49 (C) 1,26 1,25 1,77 (D) 1,58 1,72 (c) 1,51 1,56 1,67 1,45 1,69 (C) 1,33 1,41 1,65 (d) 2,24 2,40 (c) 2,16 2,21 2,39 1,60 1,99 (C) 1,39 1,53 1,92 (D) 1,94 2,41 (C) 1,69 1,86 2,33 (D) 2,36 2,56 (c) 2,25 2,33 2,53 2,55 2,50 2,57 2,49 2,82 (D) 1,73 2,19 (C) 1,49 1,62 2,27 (D) 2,95 3,18 (C) 2,82 2,89 3,22 (d) 2,32 2,46 2,25 2,21 2,88 (D) 1,93 2,14 (C) 1,83 1,90 2,08 2,20 2,44 (C) 2,07 2,17 2,35 1,53 1,75 (C) 1,41 1,50 1,65 1,50 1,64 (C) 1,43 1,49 1,55 1,94 2,14 (C) 1,84 1,89 2,20 (d) 2,39 2,67 (C) 2,24 2,32 2,71 (d) 1,85 2,07 (C) 1,73 1,79 2,16 (D) 35,23 10,22 39,03(C) 10,67 33,34 9,45 34,24 9,44 40,08 (D) 12,40 (*) Las respuestas a las preguntas 2, 4, 7, 8, 11, 12, 13, 15 y 17 se puntúan en orden inverso, de 1 “Totalmente de acuerdo” a 5 “Totalmente en desacuerdo”. Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Si se agrupan por intervalos las puntuaciones medias obtenidas para el conjunto de la escala, es posible obtener una tipología básica de actitudes ante el consumo de drogas: • • • Actitudes poco favorables ante el consumo de drogas: de 18 a 48 puntos: Actitudes intermedias ante al consumo de drogas: de 49 a 59 puntos. Actitudes favorables ante el consumo de drogas: 60 a 90 puntos. La aplicación de estos intervalos a los resultados obtenidos en los cuestionarios permite constatar que los jóvenes riojanos mantienen una actitud abrumadoramente desfavorable ante el consumo de drogas ilegales (87,9%). Únicamente un 2,1% de encuestados expresa una actitud favorable ante el consumo (Figura 5.11). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 67 Figura 5.11. Tipología juvenil en función de su actitud ante el consumo de drogas ilícitas. (% de encuestados con puntuaciones medias incluidas en los respectivos intervalos). 87,9% Actitudes poco favorables (18-48 puntos) Actitudes intermedias (49-59 puntos) 9,9% Actitudes favorables (60-90 puntos) 2,1% Las actitudes desfavorables hacia el consumo de drogas son significativamente superiores entre las mujeres y los jóvenes de menos edad, mientras que las actitudes intermedias son más frecuentes entre los hombres y jóvenes de 22 a 25 años (Tabla 5.18). Tabla 5.18. Tipología de jóvenes en función de su actitud básica ante el consumo de drogas ilícitas, según sexo y edad (%). ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE DROGAS ILÍCITAS Actitudes poco favorables Actitudes intermedias Actitudes favorables TOTAL (A) 87,9 9,9 2,1 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 78,7 92,6 (B) 17,0 (C) 6,4 4,3 1,1 18-21 años (D) 90,6 (E) 7,7 1,7 EDAD 22-25 años (E) 75,0 20,8 (D) 4,2 La puntuación media obtenida por los encuestados en la Subescala “Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes (cocaína y éxtasis)”, cuyos valores oscilan en un rango de 5 a 25 puntos, es de 8,19 puntos, un 45,4% por debajo del punto de equilibrio (15 puntos). Los varones y jóvenes de 22 a 25 años obtienen puntuaciones promedio más elevadas en la subescala, indicativas de una actitud algo más favorable al consumo de psicoestimulantes (Tabla 5.19). Tabla 5.19. Puntuaciones subescala “Actitudes ante el consumo de psicoestimulantes“(medias). SUBESCALA ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES Media Desviación típica TOTAL (A) 8,19 2,87 SEXO Hombre (B) 9,27 (C) 3,18 Mujer (C) 7,64 2,54 18-21 años (D) 7,96 2,66 EDAD 22-25 años (E) 9,35 (D) 3,58 Por su parte, la puntuación media obtenida por los encuestados en la Subescala “Actitudes hacia el consumo de drogas ilícitas”, cuyos valores oscilan en un rango de 13 a 65 puntos, es de 27,05 puntos, un 30,6% por debajo del punto de equilibrio (39 puntos). Los varones y jóvenes de 22 a 25 años obtienen también en este caso puntuaciones promedio más elevadas en la subescala, indicativas de una actitud algo más favorable al consumo de drogas ilícitas (Tabla 5.20). Los resultados de las dos subescalas permiten constatar que la actitud de los jóvenes encuestados en más desfavorable hacia el consumo de psicoestimulantes que de las drogas ilícitas en general. 68 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.20. Puntuaciones subescala “Actitudes ante el consumo de drogas ilícitas“(medias). SUBESCALA ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE DROGAS ILÍCITAS Media Desviación TOTAL (A) 27,05 8,23 SEXO Hombre (B) 29,86 (C) 8,35 Mujer (C) 25,63 7,81 18-21 años (D) 26,30 7,79 EDAD 22-25 años (E) 30,73 (D) 9,36 b) Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos Para analizar las actitudes de los jóvenes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos se aplicó una escala compuesta por 7 ítems, que los encuestados debían responder puntuando cada pregunta en una escala de Likert del 1 “totalmente en desacuerdo” al 5 “totalmente de acuerdo”. El resultado global de la escala oscila entre 7 y 35 puntos, mostrando las puntuaciones más altas (cercanas a 35) unas actitudes más favorables hacia el consumo de psicoestimulantes en espacios de ocio. Los encuestados obtienen una puntuación promedio en la escala de 11,60 puntos, lo que ratifica la existencia de una actitud poco favorable al consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos. No obstante, esta disposición es algo más favorable que en caso de las actitudes generales ante las drogas ilícitas y los psicoestimulantes. Ello indica que cuando las actitudes se refieren a conductas en algún modo próximas a la realidad de ciertos jóvenes (consumo de psicoestimulantes en espacios lúdicos) las mismas dejan de ser tan abiertamente desfavorables, si bien sólo un 1,7% de encuestados considera normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta. Los varones y los jóvenes de mayor edad mantienen actitudes más favorables hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos que las mujeres y los jóvenes de 18 a 21 años (Tabla 5.21). Tabla 5.21. Actitudes de los universitarios riojanos ante el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, según sexo y edad. Puntuaciones medias en los distintos ítems de la escala. ACTITUDES CONSUMO PSICOESTIMULANTES EN CONTEXTOS RECREATIVOS 1. Es normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta 2. Consumir psicoestimulantes los fines de semana no tiene porque ser peligroso 3. Merece la pena experimentar con cocaína y D. Síntesis y asumir sus riesgos 4. Probar estas sustancias es esencial para conocer sus riesgos y beneficios y decidir sobre su consumo 5. Consumir psicoestimulantes de modo ocasional aporta más beneficios que problemas 6. Si sales de fiesta por la noche es casi imposible abstenerse de consumir cocaína 7. El ocio juvenil esta organizado de modo que no existe alternativa al consumo de psicoestimulantes u otras drogas MEDIA (intervalo de 7 a 35 puntos) Desviación típica TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 2,10 2,41 (C) 1,94 2,08 2,22 1,68 1,75 1,64 1,64 1,88 1,52 1,73 (C) 1,41 1,45 1,84 (D) 1,76 2,03 (C) 1,61 1,69 2,08 (D) 1,54 1,73 (C) 1,43 1,48 1,82 (D) 1,36 1,45 1,31 1,33 1,50 1,65 1,91(C) 1,51 1,59 11,60 4,50 12,91(C) 4,37 10,91 4,43 11,26 4,32 13,26 (D) 5,05 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 69 Por su interés se muestran a continuación los porcentajes de respaldo que obtienen cada uno de los ítems de la escala (Tabla 5.22). Tabla 5.22. Actitudes de los universitarios riojanos ante el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, según sexo y edad (%). ACTITUDES CONSUMO PSICOESTIMULANTES EN CONTEXTOS RECREATIVOS TOTAL (A) SEXO EDAD Hombre Mujer 18-21 años 22-25 años (B) (C) (D) (E) 1. Es normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta (1) Total desacuerdo 35,7 22,3 42,6 (B) 38,4 (E) 22,0 (2) 33,7 34,0 33,5 32,0 42,0 (3) 17,0 26,2 (C) 12,2 14,8 28 (d) (4) 12,0 15,5 10,2 12,8 8,0 (5) Total acuerdo 1,7 1,9 1,5 2,0 (E) 0,0 2. Consumir psicoestimulantes los fines de semana no tiene porque ser peligroso (1) Total desacuerdo 48,3 40,8 52,3 (b) 50,0 40,0 (2) 39,7 46,6 (c) 36 38,8 44,0 (3) 8,7 9,7 8,1 8,8 8,0 (4) 2,7 2,9 2,5 2,4 4,0 (5) Total acuerdo 0,7 0,0 1,0 0,0 4,0 3. Merece la pena experimentar con la cocaína y las drogas de síntesis y asumir sus riesgos (1) Total desacuerdo 64,7 51,5 71,6 (B) 67,6 (E) 50 (2) 24,0 33,0 (C) 19,3 23,2 28 (3) 5,3 5,8 5,1 4,0 12 (d) (4) 4,7 7,8 3,0 4,0 8,0 (5) Total acuerdo 0,7 1,0 0,5 0,4 2,0 4. Probar estas sustancias es esencial para conocer sus riesgos y beneficios y decidir sobre su consumo (1) Total desacuerdo 53 39,8 59,9 (B) 55,2 (e) 42,0 (2) 26,7 31,1 24,4 26,8 26,0 (3) 13,7 19,4 (c) 10,7 12,8 18,0 (4) 4,0 5,8 3,0 2,8 10 (d) (5) Total acuerdo 2,3 3,9 1,5 2,0 4,0 5. Consumir psicoestimulantes de modo ocasional aporta más beneficios que problemas (1) Total desacuerdo 64,7 54,4 70,1 (B) 68,0 (E) 48 (2) 25,7 31,1 22,8 22,8 40 (3) 3 6,8 (C) 1 3,2 2 (4) 3,7 2,9 4,1 4 2 (5) Total acuerdo 2,7 4,9 1,5 1,6 8 6. Si sales de fiesta por la noche es casi imposible abstenerse de consumir cocaína (1) Total desacuerdo 76,3 68,9 80,2 (B) 78,4 (e) 66 (2) 15,3 20,4 (c) 12,7 13,2 26 (d) (3) 5,7 7,8 4,6 6,0 4,0 (4) 1,3 2,9 0,5 1,6 (E) 0,0 (5) Total acuerdo 1,3 0 2,0 (B) 0,8 4,0 7. El ocio juvenil esta organizado de tal modo que no existe alternativa al consumo de psicoestimulantes (1) Total desacuerdo 60,7 48,5 67,0 (B) 64,0 (E) 44,0 (2) 23 27,2 20,8 20,4 36,0 (3) 8,7 13,6 (C) 6,1 8,8 8,0 (4) 5,3 5,8 5,1 4,8 8,0 (5) Total acuerdo 2,0 4,9 (C) 0,5 1,6 4,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- 70 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.4. Posición ante los riesgos y beneficios asociados al consumo de drogas La posición que los jóvenes mantienen respecto a los riesgos o beneficios asociados al consumo de drogas ha sido analizada mediante la aplicación de una escala integrada por diez ítems. Los encuestados debían mostrar su nivel de acuerdo con los distintos ítems en una escala de Likert que va del 1 “totalmente en desacuerdo” al 10 “totalmente de acuerdo”. El resultado de la escala oscila de 10 a 100 puntos, indicando las puntuaciones más altas (cercanas a 100) una posición más favorable a la asunción de riesgos relacionados con las drogas. La puntuación promedio obtenida por los encuestados en la escala fue de 27,57 puntos (Tabla 5.23), lo que confirmaría la existencia de posiciones poco favorables a la asunción de riesgos relacionados con las drogas. Los varones y los jóvenes de mayor edad (22 a 25 años) mantienen una posición más favorable hacia la asunción de riesgos relacionados con el consumo de drogas que las mujeres y los jóvenes de 18 a 21 años, tal y como se desprende de la existencia de diferencias estadísticamente significativas en los valores medios de la escala. Tabla 5.23. Posición de los universitarios riojanos ante los riesgos y beneficios asociados al consumo de drogas, según sexo y edad. Puntuación media obtenida en los distintos ítems de la escala. POSICIÓN ANTE RIESGOS/BENEFICIOS ASOCIADOS AL CONSUMO 1. Las drogas pueden más que tu, es imposible controlarlas 2. Las drogas destruyen a quienes las consumen, no hay que probarlas 3. En la vida hay que probar de todo, también drogas 4. Las drogas tienen riesgos, como todo lo que merece la pena en la vida 5. Las drogas no suponen mas peligros que cualquier otra forma de diversión 6. Consumir drogas es cosa de jóvenes 7. Los riesgos de consumir drogas se pueden controlar 8. Se pueden usar drogas, pero hay que tener cuidado con ellas 9. Usar drogas tiene demasiados riesgos, es preferible evitarlas 10. Probar drogas es la única forma de aprender a manejar sus riesgos MEDIA Desviación típica TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 3,57 4,29 (C) 3,19 3,44 4,22 2,85 3,33 (C) 2,60 2,75 3,36 2,69 3,18 (C) 2,44 2,52 3,58 (D) 3,13 3,70 (C) 2,84 3,10 3,30 2,11 2,46 (C) 1,92 2,05 2,38 2,18 2,79 (C) 1,85 2,11 2,52 3,11 3,07 3,13 3,07 3,30 3,24 4,04 (C) 2,83 3,16 3,68 2,58 2,98 (C) 2,37 2,53 2,84 2,08 2,72 (C) 1,74 1,94 2,80 (D) 27,57 14,40 32,39(C) 14,79 25,02 13,55 26,65 13,40 31,98 (D) 18,00 (*) Las respuestas a las preguntas 1, 2 y 9 se puntúan en orden inverso, de 1 “Totalmente de acuerdo” a 10 “Totalmente en desacuerdo”. Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Si se agrupan por intervalos las puntuaciones medias obtenidas para el conjunto de la escala, es posible obtener una tipología básica de los posicionamientos de los jóvenes riojanos ante los riesgos y beneficios asociados al consumo de drogas: Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes • • • 71 Posición no favorable a la asunción de riesgos: de 10 a 45 puntos: Posición intermedia: de 46 a 64 puntos. Posición favorable a la asunción de riesgos: 65 a 100 puntos. Las respuestas obtenidas en los cuestionarios que se corresponden con cada uno de estos intervalos (Figura 5.12), muestra que los jóvenes riojanos mantienen mayoritariamente (87,3%) una posición poco favorable a la asunción de riesgos relacionados con el consumo de drogas, frente al 2,4% que muestra una actitud favorable. Figura 5.12. Tipología juvenil en función de su posición ante la asunción de riesgos relacionados con el consumo de drogas. (% de puntuaciones medias incluidas en los respectivos intervalos). Posición no favorable (10-45 puntos) 87,3% Posición intermedia (46-64 puntos) 10,3% Posición favorable (65-100 puntos) 2,4% Las actitudes poco favorables hacia la asunción de riesgos relacionados con las drogas son significativamente superiores entre las mujeres y los jóvenes de menos edad (18 a 21 años). Por su parte, las actitudes intermedias son más frecuentes entre los hombres, mientras que las más favorables a la asunción de riesgos se registran entre los jóvenes de 22 a 25 años (Tabla 5.24). Tabla 5.24. Tipología de jóvenes en función de su actitud básica ante el consumo de drogas ilícitas, según sexo y edad (%). POSICIÓN ANTE ASUNCIÓN DE RIESGOS RELACIONADOS CON LAS DROGAS No favorable a asunción de riesgos Intermedia Favorable a asunción de riesgos TOTAL (A) 87,3 10,3 2,4 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 80,2 91,1 (B) 16,8 (C) 6,8 3 2,1 18-21 años (D) 89,7 (E) 9,1 1,2 EDAD 22-25 años (E) 76 16 8,0 (d) Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- 72 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.5. Problemas y beneficios asociados al consumo de cocaína y otros psicoestimulantes los fines de semana Los problemas que mayoritariamente atribuyen los jóvenes al hecho de consumir cocaína de vez en cuando los fines de semana son los problemas con la familia (61,7% de menciones), los riesgos de convertirse en un adicto (60,3%) y los problemas de salud (51,7%). En una posición intermedia se encuentran los accidentes (36,3% de menciones) y las broncas y peleas (36,0%). Los problemas de salud y los accidentes son mencionados en porcentajes significativamente superiores por las mujeres, en tanto que los hombres destacan más las molestias físicas y psicológicas después del consumo y/o el malestar al día siguiente (Tabla 5.25). Tabla 5.25. Problemas que los jóvenes atribuyen al consumo ocasional de cocaína los fines de semana, según sexo y edad (%). Respuesta múltiple (máximo 4 opciones). PROBLEMAS ATRIBUIDOS Problemas con la familia Convertirse en un adicto Problemas de salud Accidentes Broncas y peleas Molestias físicas o psicológicas después del consumo Problemas con la pareja Problemas económicos Malestar al día siguiente Problemas en los estudios Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Problemas legales Problemas laborales Ninguno Ns/Nc 61,7 60,3 51,7 36,3 36,0 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 60,2 62,4 58,3 61,4 43,7 55,8 (B) 26,2 41,6 (B) 35,0 36,5 25,7 33,0 (C) 21,8 26,8 20,0 24,7 22,0 13,7 12,3 11,3 11,3 9,7 3,3 0,0 1,3 27,2 22,3 21,4 (C) 14,6 13,6 13,6 13,6 1,9 0,0 0,0 23,4 21,8 9,6 11,2 10,2 10,2 7,6 4,1 0,0 2,0 25,6 23,2 12,4 12,0 11,6 9,6 9,6 3,6 0,0 1,2 20,0 16,0 20,0 14,0 10,0 20,0 (d) 10,0 2,0 0,0 2,0 TOTAL (A) 18-21 años (D) 61,6 60,8 50,4 36,8 36,0 EDAD 22-25 años (E) 62,0 58,0 58,0 34,0 36,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Por lo que se refiere a los problemas asociados al consumo de otros psicoestimulantes distintos de la cocaína, con este mismo patrón (tomar de vez en cuando éxtasis o speed los fines de semana), son los problemas de salud (53,0%) y de convertirse en adicto (51,3%) los que reciben menciones mayoritarias. Los problemas con la familia, las broncas y peleas y los accidentes se encuentran en una posición intermedia. Los hombres señalan con mayor frecuencia problemas como el malestar al día siguiente, los malos rollos con los amigos y el rechazo por parte de quienes no consumen, en tanto que las mujeres lo hacen con los problemas laborales (Tabla 5.26). 73 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.26. Problemas que los jóvenes atribuyen al consumo ocasional de éxtasis o speed los fines de semana, según sexo y edad (%).Respuesta múltiple (máximo 4 opciones). SEXO Hombre (B) 47,6 50,5 42,7 39,8 34,0 TOTAL (A) PROBLEMAS ATRIBUIDOS Problemas de salud Convertirse en un adicto Problemas con la familia Broncas y peleas Accidentes Molestias físicas o psicológicas después del consumo Problemas con la pareja Problemas económicos Problemas en los estudios Malestar al día siguiente Malos rollos con amigos/as Problemas legales Rechazo de quienes no consumen Problemas laborales Ninguno Ns/Nc 53,0 51,3 47,3 38,0 37,0 EDAD Mujer (C) 55,8 51,8 49,7 37,1 38,6 18-21 años (D) 53,2 50,4 46,0 39,2 36,8 22-25 años (E) 52,0 56,0 54,0 32,0 38,0 26,7 26,2 26,9 27,2 24,0 20,3 16,3 14,3 12,7 9,3 13,0 11,3 8,3 0,0 5,7 21,4 14,6 12,6 17,5 (c) 14,6 (C) 20,4 (C) 18,4 (C) 3,9 0,0 3,9 19,8 17,3 15,2 10,2 6,6 9,1 7,6 10,7 (B) 0,0 6,6 20,8 18,4 (E) 14,8 11,6 7,6 13,2 10,4 8,8 0,0 6,0 18,0 6,0 12,0 18,0 18 (d) 12,0 16,0 6,0 0,0 4,0 La intensidad de los problemas atribuidos al consumo ocasional de psicoestimulantes en los fines de semana difiere ligeramente según el tipo de sustancia (Figura 5.13). Figura 5.13. Problemas atribuidos al consumo ocasional de cocaína y éxtasis/speed los fines de semana (%). 0% 10% 20% 30% 40% Problemas con la familia Problemas de salud Broncas y peleas 25,7% 26,2% 24,7% 21,4% 22,0% Molestias tras el consumo Problemas con la pareja Problemas económicos Malestar al día siguiente Problemas en los estudios Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Problemas legales Ns/Nc 60% 53,0% Convertirse en adicto Problemas laborales 50% 3,3% 36,3% 39,8% 50,5% 51,7% 47,6% 14,6% 13,7% 17,5% 12,3% 12,6% 11,3% 14,6% 11,3% 18,4% 9,7% 20,4% 8,3% 1,3% 5,7% COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED 70% 61,7% 60,3% 74 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes El hecho de que tanto la imagen de los psicoestimulantes, como las actitudes hacia su consumo, sean mayoritariamente desfavorables entre los jóvenes encuestados, no implica que los mismos no atribuyan beneficios a su consumo ocasional los fines de semana. En el caso de la cocaína, al menos uno de cada tres encuestados atribuye a esta sustancia la capacidad de prolongar el tiempo de marcha (34,0% de adhesiones) y un 23,3% para animarse o estimularse. Indicar que sólo el 40,3% de los jóvenes no atribuye a la cocaína ningún beneficio, porcentaje significativamente superior en el caso de las mujeres (Tabla 5.27). Tabla 5.27. Beneficios que los jóvenes atribuyen al consumo ocasional de cocaína los fines de semana, según sexo y edad (%).Respuesta múltiple (máximo 4 opciones). BENEFICIOS ATRIBUIDOS Permite aguantar mas tiempo de marcha Ayuda a animarte, a estimularte Ayuda a desinhibirte, a ser más espontáneo Hace que te olvides de todos tus problemas Ayuda a pasarlo mejor, a divertirse mas Hace que las sensaciones sean mas intensas Te da energía, te hace sentir capaz de todo Ayuda a relacionarte con los demás, a ligar Hace que tengas más confianza, que estés más seguro/a Hacen más fáciles y mejores las relaciones sexuales Mejora tu aceptación social, te hace mas popular Te ayudan a estar delgada/o Te da prestigio ante los demás Evita que los demás te vean como persona rara/antigua Puedes beber lo que quieras sin emborracharte Mejora tu creatividad Ayuda a tener éxito Ayuda a concentrarte y a estudiar/trabajar mejor Ninguno Ns/Nc TOTAL (A) 34,0 23,3 SEXO Hombre (B) 40,8 (c) 26,2 Mujer (C) 30,5 21,8 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 32,4 42,0 23,6 22,0 17,7 15,5 18,8 16,8 22,0 17,7 17,5 17,8 20,4 (E) 4,0 15,3 19,4 13,2 13,6 24,0 14,3 13,6 14,7 14,0 16,0 12,7 20,4 (C) 8,6 13,2 10,0 10,0 11,7 9,1 10,4 8,0 9,7 13,6 7,6 10,0 8,0 5,0 8,7 (c) 3,0 4,8 6,0 4,7 4,9 4,6 4,4 6,0 4,0 3,3 1,0 2,9 5,6 (B) 3,6 4,4 2,8 2,0 6,0 3,3 2,9 3,6 3,2 4,0 3,0 2,9 3,0 3,2 2,0 1,7 1,3 2,9 1,9 1,0 1,0 2,0 (E) 0,8 0,0 4,0 1,0 1,9 0,5 0,8 2,0 40,3 2,3 34,0 0,0 43,7 (b) 3,6 40,8 2,4 38,0 2,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Al igual que en el caso de la cocaína, los beneficios que los jóvenes atribuyen al consumo de psicoestimulantes como el éxtasis o el speed se relacionan con su acción estimulante, que vinculan a su poder para prolongar o intensificar la fiesta (Tabla 5.28). 75 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.28. Beneficios que los jóvenes atribuyen al consumo ocasional de otros psicoestimulantes distintos de la cocaína los fines de semana, según sexo y edad (%). Respuesta múltiple (máximo 4 opciones). BENEFICIOS ATRIBUIDOS Permite aguantar mas tiempo de marcha Ayuda a animarte, a estimularte Te da energía, te hace sentir capaz de todo Ayuda a desinhibirte, a ser más espontáneo Ayuda a pasarlo mejor, a divertirse más Hace que te olvides de todos tus problemas Hace que las sensaciones sean mas intensas Hace que tengas más confianza, que estés más seguro/a Ayuda a relacionarte con los demás, a ligar Mejora tu aceptación social, te hace mas popular Te ayudan a estar delgada/o Puedes beber lo que quieras sin emborracharte Evita que los demás te vean como persona rara/antigua Ayuda a concentrarte y a estudiar/trabajar mejor Hacen más fáciles y mejores las relaciones sexuales Ayuda a tener éxito Mejora tu creatividad Te da prestigio ante los demás Ninguno Ns/Nc TOTAL (A) 32,3 17,3 17,0 16,0 13,3 13,3 12,0 SEXO Mujer Hombre (B) (C) 35,9 30,5 19,4 16,2 21,4 14,7 12,6 17,8 14,6 12,7 12,6 13,7 14,6 10,7 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 29,6 46 (D) 18,0 14,0 17,6 14,0 16,8 12,0 12 20 13,6 12,0 10,8 18,0 9,3 11,7 8,1 9,6 8,0 7,0 6,8 7,1 7,2 6,0 6,0 4,9 6,6 6,8 (e) 2,0 5,3 2,9 6,6 5,6 4,0 4,3 4,9 4,1 4,8 2,0 3,3 5,8 2,0 3,2 4,0 3,3 1,9 4,1 4,0 (E) 0,0 3,0 5,8 (c) 1,5 2,8 4,0 2,7 2,7 2,0 38,0 7,0 4,9 4,9 1,9 33,0 5,8 1,5 1,5 2,0 40,6 7,6 2,4 2,8 1,6 38,8 7,2 4,0 2,0 4,0 34,0 6,0 Columnas testadas al 5% las mayúsculas y 10% las minúsculas de nivel de significación: B/C - D/E.- Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.6. 76 Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes Para conocer la percepción del riesgo asociada a diferentes conductas de consumo de psicoestimulantes se aplicó una escala de 8 ítems, que los encuestados debían puntuar de 1 (“Ningún riesgo”) a 4 (“Gran riesgo”), en función del riesgo que consideran que alguien asume de perjudicarse a sí mismo manteniendo esa conducta. Los resultados obtenidos confirman la existencia de unos elevados niveles de riesgo asociados al consumo de todas las sustancias, sensiblemente superiores en el caso de los patrones de consumo habitual, sin que el tipo de sustancia afecte de forma notable al riesgo atribuido. En una escala de 8 a 32 puntos, el riesgo atribuido a los psicoestimulantes obtiene una puntuación global de 28,23 puntos (Tabla 5.29). Por lo que se refiere a las puntuaciones medias que la escala facilita para cada uno de los 8 patrones de consumo de psicoestimulantes analizados (que oscilan en un rango de 1 a 4), las diferencias son mínimas, alcanzando los siguientes registros para el consumo ocasional de anfetaminas (3,93 puntos), cocaína ((3,14), éxtasis (3,19) y speed (3,13). Por su parte, y aunque en niveles sensiblemente superiores, los niveles de riesgo asociado al consumo habitual de estas mismas sustancias son muy similares, alcanzando valores del 3,93, 3,92, 3,90 y 3,90 puntos, respectivamente, para las anfetaminas, la cocaína , el éxtasis y el speed. La puntuación global en la escala alcanza valores significativamente superiores en el caso de las mujeres (28,72 puntos frente a los 27,27 de los hombres). De igual modo, las puntuaciones medias del riesgo asociado al consumo ocasional de anfetaminas, cocaína y speed son también significativamente superiores entre las mujeres, lo mismo que en el caso del consumo regular de éxtasis y speed. La influencia de la edad en la percepción del riesgo es más limitada, sin que se aprecien diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos de edad analizados. No obstante, los jóvenes de menor edad (18 a 21 años) obtienen los valores medios en la escala significativamente superiores para el consumo habitual de anfetaminas y el consumo ocasional de cocaína. 77 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.29. Percepción del riesgo atribuido al consumo de psicoestimulantes, según sexo y edad. TOTAL (A) TOMAR ANFETAMINAS ESPORÁDICAMENTE (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) CONSUMIR ANFETAMINAS HABITUALMENTE (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) PROBAR COCAINA OCASIONALMENTE (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) CONSUMIR COCAINA CON REGULARIDAD (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) PROBAR EXTASIS OCASIONALMENTE (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) CONSUMIR EXTASIS CON REGULARIDAD (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) PROBAR OCASIONALMENTE SPEED (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) CONSUMIR SPEED CON REGULARIDAD (1) Ningún riesgo (2) Pequeño riesgo (3) Riesgo moderado (4) Gran riesgo Difícil de decir/no se Media (Escala de 1 a 4 puntos) PUNTUACIÓN MEDIA TOTAL ESCALA Desviación típica SEXO EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) Hombre (B) Mujer (C) 0,3 19,3 45,3 30,0 5,0 3,11 0,0 26,2 (C) 41,7 24,3 7,8 2,98 0,5 15,7 47,2 33,0 3,6 3,17 (B) 0,0 19,2 46,4 29,6 4,8 3,11 9,2 20 40 32,0 6,0 3,09 0,0 0,3 6,3 90,7 2,7 3,93 0,0 0,0 9,7 86,4 3,9 3,90 0,0 0,5 4,6 92,9 (b) 2,0 3,94 0,0 0,0 5,2 92,0 2,8 3,95 (e) 0,0 2,0 12,0 84,0 2,0 3,84 2,0 17,7 41,3 35,0 4,0 3,14 4,9 (C) 23,3 (c) 36,9 31,1 3,9 2,98 0,5 14,7 43,7 37,1 4,1 3,22 (B) 1,2 16,4 42,4 36,4 3,6 3,18 (e) 6,0 24 36 28 6 2,91 0,0 0,7 6,0 90,0 2,3 3,92 0,0 0,0 9,7 (c) 85,4 3,9 3,90 0,0 1,0 4,1 92,4 (b) 1,5 3,94 0,0 0,4 5,6 90,8 2,0 3,93 0,0 2,0 8,0 86,0 4,0 3,88 1,0 14,7 46,0 34,7 3,7 3,19 2,9 (c) 18,4 41,7 34,0 2,9 3,10 0,0 12,7 48,2 35,0 4,1 3,23 1,2 12,8 47,2 35,2 3,6 3,21 0,0 24 (d) 40,0 32,0 4,0 3,08 0,0 1,3 7,0 88,0 2,7 3,90 0,0 2,9 12,6 (C) 81,6 2,9 3,81 0,0 0,5 4,1 91,4 (B) 2,5 3,95 (B) 0,0 1,2 6,0 88,8 2,8 3,91 0,0 2,0 12,0 84 2,0 3,84 3,0 16,7 41,3 34,7 4,0 3,13 7,8 (C) 21,4 40,8 26,2 3,9 2,89 0,5 14,2 41,6 39,1 (B) 4,1 3,25 (B) 2,4 15,2 42,4 35,6 4,0 3,16 6,0 24,0 36,0 30,0 4,0 2,94 0,3 0,7 7,0 89,0 2,3 3,90 28,23 2,92 1,0 1,0 13,6 (C) 80,6 2,9 3,81 27,27 3,11 0,0 0,5 3,6 93,4 (B) 2,0 3,95 (B) 28,72 (B) 2,69 0,4 0,4 8,0 (E) 88 2,4 3,90 28,36 2,78 0,0 2,0 2,0 94 2,0 3,94 27,61 3,48 (*) Las respuestas “difícil de decir/no se” se consideran como no respondidas para calcular las medias. 78 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Si se agrupan las categorías de respuestas ningún + pequeño riesgo por un lado, y por otro moderado + gran riesgo, tampoco se evidencian diferencias en los porcentajes de quienes atribuyen un bajo y alto riesgo para las distintas conductas de consumo de psicoestimulantes que vienen siendo analizadas (Figura 5.14). Figura 5.13. Riesgo percibido asociado al consumo de psicoestimulantes (%). 0% 100% 120% 76,3% 15,7% 80,7% 19,7% Consumir ocasionalmente speed Consumir habitualmente speed 80% 19,7% Consumir ocasionalmente éxtasis Consumir habitualmente éxtasis 60% 75,3% Consumir ocasionalmente cocaína Consumir habitualmente cocaína 40% 19,6% Consumir ocasionalmente anfetaminas Consumir habitualmente anfetaminas 20% 76,0% 0,3% 97,0% 0,7% 96,0% 1,3% 95,0% 1,0% 96,0% Bajo riesgo Alto riesgo Categoría bajo riesgo: ningún + bajo riesgo. Categoría alto riesgo: Riesgo moderado + gran riesgo. Para completar el análisis de la percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes se pidió a los encuestados que ponderaran, en una escala de 1 (“nada en absoluto”) a 10 (“muchísimo”), el riesgo que a su juicio tiene que un joven se metiera una raya de cocaína o tomara otros psicoestimulantes los fines de semana. La ponderación del riesgo alcanza una puntuación media de 8,31 puntos (Tabla 5.30), que resulta significativamente superior en el caso de las mujeres (8,46 puntos). Tabla 5.30. Ponderación del riesgo de meterse una raya de cocaína o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, según sexo y edad (% y medias). NIVEL DE RIESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo Ns/Nc Media Desviación típica TOTAL (A) 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 0,7 8,31 1,75 SEXO Hombre (B) 0,0 1,0 0 5,8 (c) 3,9 4,9 23,3 (C) 17,5 12,6 31,1 0,0 8,01 1,86 Mujer (C) 0,5 1,0 0,5 1,5 2,0 3,0 13,2 20,8 23,4 (B) 33 1,0 8,46 (B) 1,68 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 0,4 0 0,4 4,0 0,4 0,0 2,0 8,0 2,0 6,0 3,6 4,0 17,6 12,0 21,6 (E) 10,0 20,4 16,0 31,2 38,0 0,4 2,0 8,37 7,98 1,61 2,33 79 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.7. Elementos determinantes del riesgo de consumir psicoestimulantes u otras drogas Los factores que ponderan los jóvenes para establecer el riesgo que supone consumir psicoestimulantes u otras drogas son básicamente los efectos negativos del consumo a nivel psicológico o mental (52,7%) y el potencial adictivo de las sustancias (20,7%). Los efectos nocivos o el impacto de los consumos en las actividades académicas o laborales tienen un papel secundario en la configuración del riesgo (Figura 5.14). Figura 5.14. Factores que condicionan el riesgo de consumir psicoestimulantes u otras drogas (%). 0% Efectos nocivos del consumo a nivel físico 10% 1,0% La opinión que mis amigos/as tienen sobre el tema 1,0% 50% 60% 10,0% 6,0% 20,7% El potencial adictivo de las sustancias Ns/Nc 40% 52,7% Mi capacidad para poder controlar y consumir sin riesgos La influencia que el consumo tendrá en mis actividades académicas o laborales 30% 5,3% Efectos negativos del consumo a nivel psicológico/mental Como puede afectar el consumo a mis relaciones con amigos/as El impacto que el consumo tendrá en mis relaciones familiares o de pareja Las ventajas de consumir frente a potenciales riesgos 20% 0,0% 2,3% 1,0% Aunque hay algunas diferencias estadísticamente significativas en la influencia atribuida a los distintos elementos que condicionan el riesgo, en función del sexo y la edad, fundamentalmente son los efectos de los consumos a nivel psicológico y el potencial adictivo los factores que más determinan el riesgo, con independencias del sexo o la edad (Tabla 5.31). 80 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 5.31. Elementos que condicionan el riesgo de consumir psicoestimulantes u otras drogas, según sexo y edad (%). ELEMENTOS DETERMINANTES DEL RIESGO Efectos negativos del consumo a nivel psicológico o mental El potencial adictivo de las sustancias Efectos nocivos del consumo a nivel físico El impacto que el consumo tendrá en mis relaciones familiares o de pareja Mi capacidad para poder controlar y consumir sin riesgos La influencia que el consumo tendrá en mis actividades académicas o laborales El como puede afectar el consumo a mis relaciones con amigos/as La opinión que mis amigos/as tienen sobre el tema Las ventajas de consumir frente a los potenciales riesgos Ns/Nc TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 52,7 46,6 55,8 52,4 54 20,7 5,3 22,3 8,7 (c) 19,8 3,6 22,0 5,6 14,0 4,0 10,0 9,7 10,2 8,4 18,0 (d) 6,0 5,8 6,1 6,0 6,0 2,3 2,9 2,0 2,8 (E) 0,0 1,0 2,9 (c) 0,0 0,8 2,0 1,0 0,0 1,5 (b) 0,8 2,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,0 1,0 1,0 1,2 0,0 81 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 5.8. Límite que hacen inamovible la decisión de no consumir psicoestimulantes y riesgos que estarían dispuestos a consumir En consonancia con los factores anteriormente descritos como determinantes del riesgo, es la gravedad de los riesgos que entraña su consumo y el temor a no ser capaz de controlar su consumo los factores que, a juicio de los encuestados, harían inamovible su decisión de no consumir psicoestimulantes (Tabla 5.32). Tabla 5.32. Límites que harían inamovible la decisión de no consumir psicoestimulantes, según sexo y edad (%). LÍMITES QUE HARÍAN INAMOVIBLE LA DECISIÓN DE NO CONSUMIR Si estuviera convencido/a de gravedad de riesgos que entraña su uso Si pensara que no iba a ser capaz de controlar el consumo Si pensara que existe una alta probabilidad de tener algún problema Otra razón Si con ello pusiera en riesgo mi relación con amigos/as Si con ello pusiera en riesgo mi relación con mi pareja Ninguna Ns/Nc TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 37,0 30,1 40,6 (b) 37,2 36 22,0 19,4 23,4 22,0 22,0 14,3 18,4 12,2 13,6 18 8,7 10,7 7,6 9,2 6,0 3,3 5,8 2,0 3,6 2,0 4,0 7,8 (C) 2,0 4,0 4,0 7,3 3,3 5,8 1,9 8,1 4,1 6,4 4,0 12,0 0,0 El miedo a no poder controlar el consumo de psicoestimulantes (riesgo de adicción) es pues uno de los principales elementos que condiciona la decisión de consumir o no psicoestimulantes. Un temor que se ve refrendado por la baja confianza personal que autoperciben los encuestados para controlar los daños que pudieran derivarse, tanto de su consumo habitual, como ocasional de estas sustancias. En una escala de 1 (“Totalmente incapaz”) a 10 (“Totalmente capaz”) los jóvenes encuestados se atribuyen una capacidad personal para controlar los daños potenciales que pudiera ocasionar el consumo habitual de psicoestimulantes de 3,14 puntos. Si se comparan las posiciones extremas de la escala se constata que el porcentaje de quienes se declaran totalmente incapaces de controlar los daños (44,7%) es 4,8 veces superior al de quienes se declaran totalmente capaces (9,3%). La capacidad personal autoatribuida para controlar los daños potenciales del consumo es significativamente superior entre los hombres, que obtienen una puntuación media de 3,67 puntos frente a 2,84 puntos de las mujeres (Tabla 5.33). No existen diferencias significativas en la capacidad de control en función de la edad, algo mayor entre los jóvenes de 22 a 25 años. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 82 Tabla 5.33. Capacidad personal atribuida para controlar los daños potenciales del consumo habitual de psicoestimulantes, según sexo y edad (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PARA CONTROLAR DAÑOS POTENCIALES (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc Media Desviación típica TOTAL (A) 44,7 11,3 7,0 6,3 9,7 2,3 0,7 1,3 1,0 9,3 6,3 3,14 2,91 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 35 49,7 (B) 8,7 12,7 9,7 5,6 9,7 4,6 14,6 (c) 7,1 4,9 (c) 1,0 1,9 0,0 2,9 0,5 0,0 1,5 (b) 9,7 9,1 2,9 8,1 3,67 (C) 2,84 2,88 2,90 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 44,4 46,0 12,4 6,0 6,8 8,0 5,6 10,0 10,8 (E) 4,0 2,0 4,0 0,8 0,0 1,2 2,0 1,2 (e) 0,0 8,8 12 6,0 8,0 3,11 3,28 2,87 3,13 Por su parte, la capacidad personal atribuida para controlar los daños potenciales que pudiera ocasionar el consumo ocasional de psicoestimulantes de 4,07 puntos. Si se comparan las posiciones extremas de la escala se constata que el porcentaje de quienes se declaran totalmente incapaces de controlar los daños (28,2%) es 2,7 veces mayor al de quienes se declaran totalmente capaces (10,3%). Aunque la capacidad de control de los daños es en el caso de los consumos ocasionales superior a la de los consumos habituales, no cabe duda de que el consumo de pscioestimulantes genera un elevado grado de incertidumbre respecto a la capacidad de los encuestados para controlar sus daños, al margen de la frecuencia de uso de estas sustancias (Tabla 5.34). También en este caso la capacidad personal autoatribuida para controlar los daños potenciales es significativamente superior entre los hombres (4,77 puntos de media) que entre las mujeres (3,68 puntos). Tabla 5.34. Capacidad personal atribuida para controlar los daños potenciales del consumo ocasional (“de vez en cuando”) de psicoestimulantes, según sexo y edad (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PARA CONTROLAR DAÑOS POTENCIALES (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc Media Desviación típica TOTAL (A) 28,3 8,7 10 11,3 13 3,3 3,3 3 3 10,3 5,7 4,07 3,01 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 18,4 33,5 (B) 8,7 8,6 11,7 9,1 11,7 11,2 14,6 12,2 5,8 2 5,8 2 4,9 2 1,9 3,6 14,6 8,1 1,9 7,6 4,77 (C) 3,68 3,04 2,93 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 29,2 24 9,2 6 10 10 10,8 14 14 8 2,8 6 2,8 6 3,2 2 3,2 2 9,6 14 5,2 8,0 3,98 4,50 2,98 3,16 A pesar de todo lo expresado hasta el momento, al menos uno de cada cuatro jóvenes afirma estar dispuesto a asumir algún riesgo consumiendo psicoestimulantes (Figura 5.15). 83 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Figura 5.15. Riesgos que están dispuestos a asumir los universitarios riojanos consumiendo psicoestimulantes (%). Respuesta múltiple. 0% 5% 10% Consumir habiendo bebido bastante y/o consumido otras drogas 30% 6,7% 5,0% Consumir aunque no le guste a su pareja Ns/Nc 25% 8,3% Consumir sabiendo que tiene un exámen próximamante Consumir sabiendo que tienen que conducir 20% 11,0% Consumir sabiendo que pueda sentarle mal Consumir aunque pudieran enfadarse sus padres 15% 4,0% 3,0% 2,0% NINGUNO 25,0% Ni el sexo ni la edad establecen diferencias estadísticamente significativas en los riesgos que están dispuestos a asumir los encuestados por consumir psicoestimulantes, salvo en lo relativo a la conducción de vehículos, donde el porcentaje de varones dispuestos a mantener esta conducta es casi cuatro veces superior al de mujeres (Tabla 5.35). Tabla 5.35. Riesgos asumibles por consumir psicoestimulantes, según sexo y edad (%). Respuesta múltiple. RIESGOS ASUMIBLES Consumir sabiendo que pueda sentarme mal Consumir habiendo bebido bastante y/o consumido otras drogas Consumir sabiendo que tengo examen próximamente Consumir aunque no le guste a mi pareja Consumir aunque pudieran enterarse mis padres Consumir sabiendo que tengo que conducir Ninguno Ns/Nc TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 11,0 10,7 11,2 11,6 8,0 8,3 10,7 7,1 7,2 14,0 6,7 5,0 9,7 7,8 5,1 3,6 6,4 4,8 8,0 6,0 4,0 3,0 73,0 2,0 4,9 5,8 (c) 68,0 0,0 3,6 1,5 75,6 3,0 4,0 2,8 73,2 2,0 4,0 4,0 72 2,0 84 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 6. PREVALENCIA DE LOS CONSUMOS DE PSICOESTIMULANTES Y OTRAS DROGAS Aunque entre los objetivos de la investigación no se incluye el conocimiento de las prevalencias de los consumos de las diferentes drogas, se han registrado los mismos para poder analizar en qué medida las experiencias con las sustancias condicionan las actitudes hacia las mismas y la evaluación de los riesgos y beneficios asociados a su consumo. Además de los consumos de psicoestimulantes, se han chequeado los consumos de alcohol (en este caso sólo en los últimos 30 días) y derivados del cannabis, para comprobar en qué medida el contacto con estas sustancias, en ausencia de consumos de psicoestimulantes, modifica los discursos hacia los mismos. Los niveles de experimentación con las diferentes sustancias incluidas en el cuestionario alcanzan el 45,3% en el caso del hachís/marihuana, el 9,7% para el speed, el 9,3% para la cocaína y el 4,3% para el éxtasis. Señalar que un 11% de los encuestados ha consumido alguna vez en su vida una de los tres psicoestimulantes mencionados. Las prevalencias de consumo alguna vez en la vida son mayores entre los hombres, si bien sólo en el caso del cannabis y la cocaína estas diferencias son estadísticamente significativas. Para todas las sustancias los niveles de experimentación son significativamente superiores entre los jóvenes de mayor edad (Tabla 6.1). Tabla 6.1. Consumo alguna vez en la vida de distintas drogas, según sexo y edad (%). SUSTANCIAS Hachís, marihuana Cocaína Éxtasis Speed TOTAL (A) 45,3 9,3 4,3 9,7 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 52,4 (c) 41,6 15,5 (C) 6,1 6,8 3,0 13,6 7,6 EDAD 18-21 años (D) 42,8 4,8 2,0 6,0 22-25 años (E) 58,0 (D) 32,0 (D) 16 ,0(D) 28,0 (D) Las prevalencias de uso de psicoestimulantes en los últimos 12 meses son sensiblemente más reducidas que las de los consumos experimentales, y en el caso de la cocaína y el éxtasis significativamente superiores entre los varones. También en el caso del indicador consumo en los últimos 12 meses las prevalencias son más elevadas entre los jóvenes de mayor edad (Tabla 6.2). Tabla 6.2. Consumo en los últimos 12 meses de psicoestimulantes, según sexo y edad (%). SUSTANCIAS Cocaína Éxtasis Speed TOTAL (A) 4,0 2,3 5,0 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 7,8 (C) 4,9 (c) 7,8 2,0 1,0 3,6 EDAD 18-21 años (D) 22-25 años (E) 2,4 1,6 3,6 12,0 (D) 6,0 12,0 (d) Los consumos en los últimos 30 días, que nos aproximan al núcleo de sujetos que mantienen un contacto más asiduo con las diferentes drogas, son claramente minoritarios en el caso de los psicoestimulantes, con valores que oscilan entre el 2,3% para el speed y el 1,3% para el éxtasis (Tabla 6.3). 85 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 6.3. Consumo de alcohol, derivados del cannabis y psicoestimulantes en los últimos 30 días, según sexo y edad (%). TOTAL (A) SUSTANCIAS Alcohol Hachís, marihuana Cocaína Éxtasis Speed SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años (D) 22-25 años (E) 86,0 41,9 87,4 50,0 85,3 36,6 85,2 43,9 88,0 34,5 1,7 1,3 2,3 2,9 2,9 4,9 (c) 1,0 0,5 1,0 1,6 1,2 2,0 2,0 2,0 4,0 A modo de síntesis se ofrecen a continuación las prevalencias para los indicadores de consumo alguna vez en la vida, últimos 12 meses y últimos 30 días (Figura 6.1). Figura 6.1. Prevalencias de uso de distintas drogas en diferentes momentos temporales (%). 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 9,3% Alguna vez en la vida 4,3% 9,7% 45,3% 4,0% Últimos 12 meses Últimos 30 días 2,3% 5,0% 1,7% 1,3% 2,3% 41,9% COCAÍNA ÉXTASIS SPEED CANNABIS La frecuencia de consumo de estas sustancias en los últimos 30 días permite dimensionar la prevalencia de los consumos habituales. En este sentido debe destacarse la presencia de (Tabla 6.4): Un 35% de jóvenes que beben todos los fines de semana y/o diariamente. Un 6,7% de jóvenes (el 14,7% de quienes lo han consumido alguna vez) que consumen cannabis diariamente o entre 3 y 6 días a la semana. Un 1% de jóvenes (el 10,7% de quienes la han probado) que consumen cocaína al menos una vez en semana. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 86 Tabla 6.4. Frecuencia de consumo de alcohol, derivados del cannabis y psicoestimulantes en los últimos 30 días, según sexo y edad (%). SUSTANCIAS TOTAL (A) SEXO Hombre Mujer (B) (C) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) ALCOHOL (conjunto de la muestra) Todos o casi todos los días 1,7 2,9 1,0 1,6 2,0 laborables Todos los fines de semana 33,3 44,7 (C) 27,4 33,2 34,0 Tres fines de semana 13,0 7,8 15,7 (B) 15,2 (E) 2,0 Dos fines de semana 19,7 18,4 20,3 19,6 20 Un fin de semana 17,7 12,6 20,3 (b) 15,2 30 (D) No han bebido ningún fin de semana, sólo ocasionalmente 0,7 1,0 0,5 0,8 0,0 algún día laborable No han bebido alcohol en los 13,7 12,6 14,2 14,0 12,0 últimos 30 días Ns/Nc 0,3 0,0 0,5 0,4 0,0 HACHÍS/MARIHUANA (Base: 136 personas han consumido alguna vez hachís/marihuana) Menos de 1 día a la semana 16,2 9,3 20,7 (b) 18,7 (e) 6,9 1 o 2 días a la semana 8,8 11,1 7,3 11,2 (E) 0,0 Entre 3 y 6 días a la semana 8,1 16,7 (C) 2,4 6,5 13,8 Todos los días 6,6 9,3 4,9 5,6 10,3 Sin datos 2,2 3,7 1,2 1,9 3,4 Ninguno 58,1 50 63,4 56,1 65,5 COCAÍNA (Base: 28 personas que han consumido alguna vez en su vida cocaína) Ninguno 82,1 81,3 83,3 66,7 93,8 (d) Menos de 1 día a la semana 7,1 6,3 8,3 16,7 0,0 1 o 2 días a la semana 10,7 12,5 8,3 16,7 6,3 Entre 3 y 6 días a la semana 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 Todos los días 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 87 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 7. MOTIVOS PARA CONSUMIR Y NO CONSUMIR PSICOESTIMULANTES Los motivos que llevaron a los encuestados a iniciarse en el consumo de cocaína, éxtasis o speed fueron básicamente la curiosidad (69,7% de menciones), la diversión (42,4%), la experimentación de nuevas sensaciones y el darse un homenaje en un día especial (Tabla 7.1). Ni el sexo ni la edad introducen variaciones significativas en los motivos que llevaron a los jóvenes encuestados a experimentar con los psicoestimulantes. Tabla 7.1. Motivos para iniciarse al consumo de cocaína, éxtasis o speed, según sexo y edad (%). Base: pacientes que han consumido alguna vez alguna de esas sustancias. Respuesta múltiple. MOTIVOS PARA INICIARSE EL CONSUMO La curiosidad Para divertirme Para experimentar nuevas sensaciones Por darme un homenaje en un día especial Para evadirme de mis problemas Para no sentirme fuera del grupo Para estudiar o trabajar Ns/Nc TOTAL (A) 69,7 42,4 30,3 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 64,7 75,0 35,3 50,0 35,3 25,0 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 58,8 81,3 52,9 31,3 23,5 37,5 30,3 35,3 25,0 29,4 31,3 6,1 3,0 3,0 9,1 5,9 0,0 5,9 11,8 6,3 6,3 0,0 6,3 5,9 5,9 5,9 17,6 6,3 0,0 0,0 0,0 Los motivos por los cuales siguieron consumiendo psicoestimulantes, aquellos entrevistados que tomaron cocaína, éxtasis o speed más de una vez, muestran algunos cambios relevantes respecto de las motivaciones para iniciarse en el consumo. Se observa una polarización en las razones que llevan a seguir consumiendo, si bien todas ellas tienen como fondo la fiesta y la diversión (Tabla 7.2). En un extremo estarían todas aquellas motivaciones que vinculan el consumo como una vía de acceder a la diversión o para hacer posible que no decaiga la fiesta, categoría que englobaría motivaciones tales como: el placer/la diversión (66,7% de menciones), para evitar el cansancio y poder seguir de marcha (42,9%), para disfrutar el momento (38,1%), para contrarrestar los efectos del alcohol o el cannabis (9,5%) y para dejar de sentirse agobiados (9,5%). En el otro extremo se incluyen motivaciones que dejan traslucir que los consumos se convierten en una inercia, en una realidad de algún modo impuesta por el entorno, categoría que incluiría motivaciones tales como la rutina (14,3% de menciones) o porque si sales de marcha es los que hay (4,8%). Las motivaciones relacionadas con el placer o la diversión registran entre las mujeres niveles de adhesión (88,9%) significativamente superiores a los de los hombres (50,0%). 88 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 7.2. Motivos para seguir consumiendo psicoestimulantes, según sexo y edad (%). Base: pacientes que han consumido más de una vez cocaína, éxtasis o speed. Respuesta múltiple. MOTIVOS PARA SEGUIR CONSUMIENDO TOTAL (A) Por placer, me gusta divertirme Para evitar el cansancio y poder seguir de marcha Porque me gusta disfrutar el momento Por rutina, te acostumbras a consumir Para contrarrestar efectos de alcohol o cannabis Para dejar de sentirme agobiado/a Porque si sales de marcha es lo que hay Otros 66,7 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 50,0 88,9 (B) EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 60,0 72,7 42,9 41,7 44,4 30,0 54,5 38,1 14,3 33,3 16,7 44,4 11,1 50,0 10 ,0 27,3 18,2 9,5 16,7 0,0 0,0 18,2 9,5 4,8 14,3 8,3 0,0 16,7 11,1 11,1 11,1 10,0 0,0 20,0 9,1 9,1 9,1 Desde la perspectiva de la influencia que la percepción de los riesgos y los beneficios atribuidos a los psicoestimulantes ejerce sobre su consumo, resulta de interés constatar que la reiteración en el uso de estas sustancias resulta en gran medida compatible con el hecho de haber sufrido algún tipo de problema derivado del mismo. Así, el 69,7% de los encuestados que consumieron en más de una ocasión psicoestimulantes afirma haber tenido algún problema derivado de estos consumos (Figura 7.1). Figura 7.1. Problemas a lo largo de la vida derivados del consumo de psicoestimulantes (%). Base: pacientes que han consumido más de una vez cocaína, éxtasis o speed. Respuesta múltiple. 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 45% 42,4% Problemas para dormir 18,2% Paranoias Irritabilidad 15,2% Fatiga o cansancio 15,2% Detenciones policiales 15,2% 12,1% Problemas económicos Faltar a clase 9,1% Tristeza, depresión 9,1% Ansiedad 9,1% Problemas con los padres o la pareja 9,1% Dificultades para estudiar 6,1% Problemas con el sexo 6,1% Problemas físicos 6,1% Riñas, peleas, agresiones físicas 6,1% Problemas de adicción a la sustancia 6,1% NINGUNO 40% 30,3% Aunque ni el sexo ni la edad introducen variaciones estadísticamente significativas en el tipo de problemática derivada del consumo de psicoestimulantes, la ausencia de problemas es significativamente superior entre las mujeres (Tabla 7.3). 89 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 7.3. Problemas a lo largo de la vida por el consumo de psicoestimulantes, según sexo y edad (%). Base: pacientes que consumieron más de una vez psicoestimulantes. Respuesta múltiple. PROBLEMAS ASOCIADOS AL CONSUMO TOTAL (A) Problemas para dormir Paranoias Irritabilidad Fatiga o cansancio Detenciones policiales Problemas económicos Faltar a clase Tristeza, depresión Ansiedad Problemas con los padres o la pareja Dificultades para estudiar Problemas con el sexo Problemas de tipo físico Riñas, peleas y agresiones físicas Problemas de adicción Ninguno Ns/Nc 42,4 18,2 15,2 15,2 15,2 12,1 9,1 9,1 9,1 9,1 6,1 6,1 6,1 6,1 6,1 30,3 12,1 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 47,1 37,5 17,6 18,8 11,8 18,8 17,6 12,5 23,5 6,3 11,8 12,5 5,9 12,5 11,8 6,3 11,8 6,3 5,9 12,5 5,9 6,3 11,8 0,0 11,8 0,0 5,9 6,3 5,9 6,3 17,6 43,8 (b) 17,6 6,3 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 35,3 50 11,8 25 11,8 18,8 17,6 12,5 11,8 18,8 5,9 18,8 11,8 6,3 5,9 12,5 11,8 6,3 5,9 12,5 5,9 6,3 5,9 6,3 5,9 6,3 11,8 0,0 5,9 6,3 29,4 31,3 23,5 0,0 Las razones básicas para no consumir psicoestimulantes, esgrimidas por aquellos jóvenes que no han consumido nunca cocaína, éxtasis o speed, son porque perjudican la salud física y mental (53,9% de menciones), porque se sienten bien y no precisan consumirlas (42,3%), Por convicciones personales de tipo moral (34,8%) y porque provocan problemas personales, familiares, académicos y laborales (30,3%). No existen grandes diferencias en las razones para no consumir psicoestimulantes en función del sexo o la edad, destacando la mayor influencia de las convicciones personales en el caso de los hombres y los jóvenes de menor edad. Por su parte, las referencias a la disponibilidad de un ocio alternativo al consumo es más prevalente entre las mujeres (Tabla 7.4). Tabla 7.4. Motivos para no consumir psicoestimulantes, según sexo y edad (%). Base: pacientes que no han consumido nunca cocaína, éxtasis o speed. Respuesta múltiple. MOTIVOS PARA NO CONSUMIR Porque perjudican la salud física y mental Porque me siento bien y no me hace falta consumirlas Por convicciones personales de tipo moral Porque crean problemas personales, familiares, académicos y laborales Porque generan adicción Porque tengo un ocio gratificante y alternativo al consumo de drogas Porque no me fío de mi, de mi capacidad de control Porque son ilegales Porque provocan accidentes Por otras razones Ns/Nc TOTAL (A) 53,9 SEXO Hombre Mujer (B) (C) 51,2 55,2 EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 53,6 55,9 42,3 34,8 37,2 43 (c) 44,8 30,9 42,5 36,9 (E) 41,2 20,6 30,3 13,5 27,9 17,4 31,5 11,6 31,3 12,4 23,5 20,6 11,6 7 13,8 (b) 12 8,8 2,2 0,4 0,4 4,1 0,4 4,7 0 0 5,8 1,2 1,1 0,6 0,6 3,3 0 1,7 0,4 0,4 3,4 0,4 5,9 0 0 8,8 0 90 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 8. HÁBITOS DE CONSUMO Y ACTITUDES FRENTE A LOS PSICOESTIMULANTES ENTRE LOS AMIGOS Los hábitos de consumo de drogas y las actitudes existentes hacia las mismas dentro del grupo de iguales es señalado como un elemento clave en la configuración de las percepciones de los jóvenes hacia las drogas. Por este motivo se han chequeado sendas variables. Por lo que se refiere al consumo de drogas por parte de los amigos/as con quienes se relacionan habitualmente los jóvenes encuestados, hay que destacar que sus apreciaciones se ajustan bastante a las prevalencias de uso indicadas para los consumos propios (Figura 8.1). Figura 8.1. Hábitos de consumo de hachís/marihuana y psicoestimulantes en grupo amigos/as (%). 0% 25% Han consumido alguna vez éxtasis o speed Consumen habitualmente éxtasis o speed 100% 83,0% Fuman habituamente hachís/marihuana Consumen habitualmente cocaína 75% 55,0% 44,6% Han fumado alguna vez hachís/marihuana Han consumido alguna vez cocaína 50% 16,7% 92,0% 7,3% 96,0% 3,3% 92,0% 7,3% 96,3% 2,7% ALGUNOS/NINGUNO TODOS/MAYORÍA El sexo y la edad introducen algunas variaciones en los consumos que los encuestados afirman que mantienen los integrantes de sus respectivos grupos de amigos/as. En el caso de los hombres los porcentajes de respuestas que señalan que todos o la mayoría han consumido las diferentes sustancias son superiores a los de las mujeres, percepción que se explicaría por el hecho de que los consumos son más reducidos entre las mujeres y por extensión entre los grupos de éstas (Tabla 8.1). 91 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 8.1. Hábitos de consumo de derivados del cannabis y psicoestimulantes en el grupo de amigos/as, según sexo y edad (%). HÁBITOS DE CONSUMO DE DROGAS EN EL GRUPO IGUALES TOTAL (A) HAN FUMADO ALGUNA VEZ HACHIS O MARIHUANA Todos 7,3 La mayoría 37,3 Algunos 47,0 Ninguno 8,0 Ns/Nc 0,4 FUMAN HABITUALMENTE HACHIS O MARIHUANA Todos 3,0 La mayoría 13,7 Algunos 48,0 Ninguno 35,0 Ns/Nc 0,3 HAN CONSUMIDO ALGUNA VEZ COCAÍNA Todos 1,0 La mayoría 6,3 Algunos 34,0 Ninguno 58,0 Ns/Nc 0,7 CONSUMEN HABITUALMENTE COCAÍNA Todos 0,3 La mayoría 3,0 Algunos 17,3 Ninguno 78,7 Ns/Nc 0,7 HAN CONSUMIDO ALGUNA VEZ ÉXTASIS O SPEED Todos 1,0 La mayoría 6,3 Algunos 30,7 Ninguno 61,3 Ns/Nc 0,7 CONSUMEN HABITUALMENTE ÉXTASIS O SPEED Todos 0,0 La mayoría 2,7 Algunos 17,0 Ninguno 79,3 Ns/Nc 1,0 SEXO EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) Hombre (B) Mujer (C) 8,7 44,7 (c) 43,7 2,9 0,0 6,6 33,5 48,7 10,7 0,5 7,6 36,4 48 7,6 0,4 6,0 42,0 42,0 10,0 0,0 3,9 20,4 (C) 50,5 24,3 1,0 2,5 10,2 46,7 40,6 (B) 0,0 3,6 (E) 13,2 48,0 34,8 0,4 0,0 16,0 48,0 36,0 0,0 1,9 8,7 37,9 50,5 1,0 0,5 5,1 32,0 61,9 (b) 0,5 0,8 5,6 30,8 62,4 (E) 0,4 2,0 10 50 (D) 36,0 2,0 1,0 4,9 18,4 74,8 1,0 0,0 2,0 16,8 80,7 0,5 0,4 2,8 16,8 80,0 0,0 0,0 4,0 20,0 72,0 4,0 1,9 9,7 35,9 50,5 1,9 0,5 4,6 27,9 67 (B) 0,0 0,8 4,8 29,2 64,8 (E) 0,4 2,0 14 (d) 38,0 44,0 2,0 0,0 4,9 20,4 72,8 1,9 0,0 1,5 15,2 82,7 (b) 0,5 0,0 2,4 16,0 81,2 0,4 0,0 4,0 22,0 70,0 4,0 Las actitudes que, a juicio de los encuestados, mantienen sus amigos/as respecto al consumo de psicoestimulantes son mayoritariamente de rechazo (61,7%). No obstante, uno de cada diez jóvenes señala que existe un actitud favorable hacia su consumo ocasional y el 20,0% afirma que dejan que cada uno consuma lo que quiera, una actitud que cuanto menos no censuraría el consumo (Figura 8.2). 92 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Figura 8.2. Actitudes mayoritarias de los amigos/as respecto al consumo de psicoestimulantes (%). 20,0% 10,0% 61,7% 6,7% 1,7% La mayoría rechaza el consumo de estas drogas Dejan que cada uno consuma lo que quiera La mayoriá mantiene una actitud favorable hacia el consumo ocasional No existe una actutd uniforme Ns/Nc Las actitudes grupales de rechazo al consumo de psicoestimulantes son más prevalentes entre las mujeres y los jóvenes de menor edad (Tabla 8.2). Tabla 8.2. Actitudes mayoritarias de los amigos/as respecto al consumo de psicoestimulantes, según sexo y edad (%). ACTITUDES DE LOS AMIGOS HACIA LOS PSICOESTIMULANTES La mayoría rechaza el consumo de estas drogas Dejan que cada uno consuma lo que quiera La mayoría mantiene una actitud favorable hacia el consumo ocasional No percibo actitud uniforme Ns/Nc TOTAL (A) SEXO EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) Hombre (B) Mujer (C) 61,7 52,4 66,5 (B) 64,8 (E) 46,0 20,0 19,4 20,3 17,2 34 (D) 10,0 17,5 (C) 6,1 10,0 10,0 6,7 1,7 10,7 (c) 0,0 4,6 2,5 6,0 2,0 10,0 0,0 93 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 9. VALORES SOCIALES DOMINANTES Para analizar los valores sociales dominantes entre los universitarios se les pidió que señalaran en qué medida consideraban que una batería de doce valores eran o no importantes en la vida, puntuando los mismos en una escala de 1 (“nada importantes”) a 10 (“muy importantes”). Los resultados obtenidos muestran que los jóvenes son en cuestión de valores finalistas (aquellos que establecen los objetivos y metas a perseguir en la vida) claramente normativos, identificándose con los valores socialmente deseables. Como han puesto de relieve las investigaciones realizadas en el campo de los valores juveniles, los jóvenes comparten en lo esencial los mismos valores que los adultos, no en vano los valores sociales son trasmitidos por estos últimos a los jóvenes en la familia, escuela o los propios medios de comunicación. Una estructura de valores que cuestiona la imagen frívola que con frecuencia proyectan de este colectivo la publicidad y los medios de comunicación (SÁNCHEZ, L. MEGÍAS, I. RODRÍGUEZ, E. 2004), que muestra a los jóvenes como hedonistas, presentistas, desimplicados socialmente y sólo interesados en la fiesta y la diversión. Tener buenas relaciones familiares, mantener y cuidar la salud, obtener un adecuado nivel de formación/capacitación cultural y profesional, esforzarse y superarse para lograr cosas en el futuro, tener éxito en el trabajo, ganar dinero, la solidaridad con los demás y disponer de tiempo libre son, por este orden, los valores que encabezan el ranking valorativo de los universitarios riojanos, todos ellos con puntuaciones media superiores a los 7 puntos (Figura 9.1). Figura 9.1. Ranking de valores finalistas de los universitarios riojanos. Puntuación media escala de 1 “nada importante” a 10 “muy importante”. 0 2 4 6 8 9,28 Tener buenas relaciones familiares 9,02 Mantener y cuidar la salud 8,82 Obtener buena formación cultural/profesional Esforzarse/superarse para lograr cosas en futuro Tener éxito en el trabajo 8,76 7,88 Ganar dinero 7,26 Solidaridad con los demás 7,25 Disponer de mucho tiempo libre 7,23 Sedución, atracción sexual 6,06 Hacer cosas para mejorar tu barrio o comunidad 5,52 Vivir al día sin pensar en el mañana 5,47 Invertir tiempo y dinero en estar guapo/a 10 4,89 94 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes El sexo, fundamentalmente, y la edad introducen diferencias en los niveles de adhesión a los mencionados (Tabla 9.1). Tabla 9.1.Valores finalistas de los universitarios riojanos, según sexo y edad. Puntuación media en una escala de 1 “nada importante” a 10 “muy importante”. VALORES SOCIALES Tener buenas relaciones familiares Mantener y cuidar la salud Obtener un buen nivel de formación o capacitación cultural o profesional Esforzarse, superarse para lograr cosas en el futuro Tener éxito en el trabajo Ganar dinero La solidaridad, ayudar a los demás Disponer de mucho tiempo libre/ocio La seducción, la atracción sexual Hacer cosas para mejorar tu barrio o comunidad Vivir al día sin pensar en el mañana Invertir tiempo y dinero en estar guapo/a TOTAL (A) SEXO EDAD 18-21 años 22-25 años (D) (E) 9,31 9,14 9,06 8,82 9,28 9,02 Hombre (B) 9,08 8,82 Mujer (C) 9,38 (b) 9,13 (b) 8,82 8,62 8,92 (b) 8,82 8,82 8,76 8,54 8,87 (b) 8,78 8,62 7,88 7,26 7,25 7,23 6,06 7,76 7,52 (c) 6,86 7,61 (C) 6,48 (C) 7,94 7,13 7,45 (B) 7,03 5,85 7,90 7,24 7,34 (e) 7,28 6,07 7,78 7,36 6,80 7,00 6,00 5,52 5,21 5,68 (b) 5,55 5,34 5,47 5,33 5,55 5,59 (E) 4,85 4,89 4,43 5,13 (B) 4,96 4,56 Las mujeres emiten puntuaciones significativamente más elevadas que los hombres en los valores familistas, normativos y altruistas, además de en invertir tiempo y dinero en estar guapas. Por su parte los jóvenes de menor edad, muestran una adhesión a valores como la solidaridad y el vivir al día significativamente superior a los de mayor edad. Tabla 9.2. Categorías de valores dominantes entre los jóvenes, según sexo (medias escala 1 a 10). CATEGORÍAS DE VALORES FAMILISTAS Tener buenas relaciones familiares NORMATIVOS Mantener y cuidar la salud Esforzarse, superarse para lograr cosas en el futuro Obtener buen nivel formación/capacitación cultural o profesional Tener éxito en el trabajo Ganar dinero HEDONISTAS Y PRESENTISTAS Disponer de mucho tiempo libre/ocio Vivir al día sin pensar en el mañana La seducción, la atracción sexual Invertir tiempo y dinero en estar guapo/a ALTRUISTAS La solidaridad, ayudar a los demás Hacer cosas para mejorar tu barrio o comunidad HOMBRES MUJERES 9,08 9,38 (b) 8,82 8,54 8,62 7,76 7,52 (c) 9,13 (b) 8,87 (b) 8,92 (b) 7,94 7,13 7,61 (C) 5,33 6,48 (C) 4,43 7,03 5,55 5,85 5,13 (B) 6,86 5,21 7,45 (B) 5,68 (b) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 95 10. RELACIONES ENTRE ACTITUDES ANTE EL RIESGO, VALORES SOCIALES, ACTITUDES Y PERCEPCIONES FRENTE A LAS DROGAS Y CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES En el presente apartado se pretende profundizar en las influencias mutuas existentes entre las actitudes vitales frente al riesgo, los valores sociales, las actitudes y percepciones sobre las drogas y los hábitos de consumo de estas sustancias. Para ello se ha procedido a realizar los siguientes cruces de variables: a) Variable independiente (cabecera) “Actitudes vitales ante el riesgo” (posiciones favorables, intermedias y no favorables de la pregunta 3) y como variables dependientes: Actitudes ante los psicoestimulantes y las drogas ilícitas en general (Pregunta 10): puntuación general escala, puntuación subescala psicoestimulantes y puntuación subescala drogas ilícitas. Posicionamiento ante riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas (Pregunta 11): puntuación global escala y posiciones no favorables, intermedias y favorables a la asunción de riesgos. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes (Pregunta 14): puntuación global escala y pequeño/ningún riesgo y Moderado/gran riesgo Ponderación del riesgo de meterse una raya o tomar psicoestimulantes los fines de semana (Pregunta 15). Actitudes ante el consumo de psicoestimulantes (Pregunta 20): puntuación global escala y % de respuestas “Totalmente de acuerdo/De acuerdo” y “En desacuerdo/Totalmente en desacuerdo”. Frecuencia consumo de alcohol (Pregunta 21): opciones 1-2, 3-4-5-6 y 7. Frecuencia consumo cannabis (Pregunta 23): opciones 1, 2, 3 y 4-5. Han consumido alguna vez cocaína, éxtasis o speed y/o alguna de las tres sustancias (Pregunta 24.1). Han consumido cocaína, éxtasis o speed y/o alguna de las tres sustancias en los últimos 12 meses (Pregunta 24.2). Han consumido alguna vez cocaína, éxtasis o speed y/o alguna de las tres sustancias en los últimos 30 días (Pregunta 24.3). Frecuencia de consumo de cocaína en los últimos 30 días (Pregunta 25): opciones 1-2-3 y 4-5. b) Variable independiente (cabecera) “Han experimentado con la cocaína, el éxtasis y el speed, con cualquiera de las tres sustancias y con ninguna” (Pregunta 24.1) y como variables dependientes: Imagen de la cocaína y sus consumidores (Pregunta 8). Imagen de las drogas de síntesis y sus consumidores (Pregunta 9). Actitudes ante los psicoestimulantes y las drogas ilícitas en general (Pregunta 10): puntuación general escala, puntuación subescala psicoestimulantes y puntuación subescala drogas ilícitas. Posicionamiento ante riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas (Pregunta 11): puntuación global escala y posiciones no favorables, intermedias y favorables a la asunción de riesgos. Problemas de meterse una raya (Pregunta 12.1) o tomar otros psicoestimulantes (Pregunta 12.2) los fines de semana. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 96 Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes (Pregunta 14): puntuación global escala y pequeño/ningún riesgo y Moderado/gran riesgo Ponderación riesgo meterse una raya o tomar psicoestimulantes los fines de semana (Pregunta 15). Capacidad de autocontrol de los daños derivados del consumo habitual (Pregunta 18.1) y ocasional (Pregunta 18.2) de psicoestimulantes. Actitudes ante el consumo de psicoestimulantes (Pregunta 20): puntuación global escala y % respuestas “Totalmente de acuerdo/De acuerdo” y “En desacuerdo/Totalmente en desacuerdo”. c) Variable independiente (cabecera) hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes entre los amigos/as: “Han consumido todos/la mayoría” y “Algunos/ninguno” (Pregunta 29) y como variables dependientes las mismas que en el apartado b. d) Variable independiente (cabecera) “Actitudes mayoritarias de los amigos/as ante el consumo de psicoestimulantes” (sólo categorías “La mayoría mantienen una actitud favorable y “La mayoría rechaza el consumo” (Pregunta 30) y como variables dependientes las mismas que en los apartados b y c. e) Variable independiente (cabecera) “Identificación con valores sociales familistas (puntúan con 7 o más en “tener buenas relaciones familiares”), normativos (puntúan 7 o más puntos en “Mantener y cuidar la salud”, “Obtener un buen nivel de formación”. “Esforzarse, superarse”, “Tener éxito en trabajo” y “Ganar dinero”), hedonistaspresentistas (puntúan 7 o más puntos en “Seducción y atracción sexual”, “Invertir tiempo en estar guapo/a”, “Vivir al día” y “Disponer de mucho tiempo libre”) y altruistas (puntúan 7 o más puntos en “La solidaridad” y “Hacer cosas para mejorar mi barrio”) de la Pregunta 31 y como variables dependientes: Actitudes vitales ante el riesgo (Pregunta 3): posiciones favorables, intermedias y no favorables Imagen de la cocaína y sus consumidores (Pregunta 8). Imagen de las drogas de síntesis y sus consumidores (Pregunta 9). Actitudes ante los psicoestimulantes y las drogas ilícitas en general (Pregunta 10): puntuación general escala, puntuación subescala psicoestimulantes y puntuación subescala drogas ilícitas. Posicionamiento ante riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas (Pregunta 11): puntuación global escala y posiciones no favorables, intermedias y favorables a la asunción de riesgos. Problemas de meterse una raya (Pregunta 12.1) o tomar otros psicoestimulantes (Pregunta 12.2) los fines de semana. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes (Pregunta 14): puntuación global escala y % “Pequeño/ningún riesgo“ y “Moderado/gran riesgo”. Ponderación riesgo meterse una raya o tomar psicoestimulantes los fines de semana (Pregunta 15). Capacidad de autocontrol de los daños derivados del consumo habitual (Pregunta 18.1) y ocasional (Pregunta 18.2) de psicoestimulantes. Actitudes ante el consumo de psicoestimulantes (Pregunta 20): puntuación global escala y % respuestas “Totalmente de acuerdo/De acuerdo” y “En desacuerdo/Totalmente en desacuerdo”. 97 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 10.1. Actitudes ante el riesgo, actitudes ante las drogas y hábitos de consumo La influencia de las actitudes vitales ante el riesgo sobre las actitudes ante los psicoestimulantes y las drogas ilícitas en general resulta clara, de modo que cuanto más favorables son las actitudes a la asunción de riesgos en la vida, más favorables son también las actitudes positivas ante el consumo de psicoestimulantes y drogas ilícitas. Los encuestados con una actitud vital favorable o intermedia a la asunción de riesgos en la vida obtienen valores medios más elevados en la Escala de actitudes hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas y en las Subescalas que miden específicamente las actitudes hacia los psicoestimulantes, por un lado, y hacia las drogas ilícitas en general, por otro (Tabla 10.1). Tabla 10.1. Puntuaciones en la Escala de actitudes hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas, la Subescala de actitudes hacia los psicoestimulantes y la Subescla de actitudes hacia las drogas ilícitas en general, según la actitud vital ante los riesgos (% y medias). Intermedia (C) ACTITUDES ANTE PSICOESTIMULANTES TOTAL No favorable (B) 87 casos 166 casos Y DROGAS ILÍCIITAS (A) PUNTUACIÓN ESCALA ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMLUNATES Y LAS DROGAS ILÍCITAS Actitudes poco favorables 87,9 93,9 (D) 88,5 (D) Actitudes intermedias 9,9 6,1 10,2 Actitudes favorables 2,1 0,0 1,3 Puntuación media escala 35,23 31,34 35,34 (B) Desviación típica 10,22 8,67 9,58 Favorable (D) 46 casos 73,8 16,7 (b) 9,5 42,52 (CB) 11,53 SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMULANTES Puntuación media Subescala Desviación típica 8,19 2,87 7,28 2,55 8,25 (B) 2,50 9,84 (CB) 3,95 27,17 (B) 8,01 32,21 (CB) 8,76 SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS DROGAS ILÍCITAS EN GENERAL Puntuación media Subescala Desviación típica 27,05 8,23 24,12 7,03 También las actitudes vitales ante el riesgo condicionan la posición ante los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, observándose una correlación positiva entre las actitudes más favorables a la asunción de riesgos en la vida y la atribución de mayores beneficios al consumo de drogas (Tabla 10.2). Tabla 10.2. Posición general frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas en general, en función de la actitud vital ante los riesgos (% y medias). POSICIÓN ANTE RIESGOS/BENEFICIOS ASOCIADOS CONSUMO DROGAS No favorable asunción riesgos Intermedia Favorable asunción riesgos Puntuación media Desviación típica TOTAL (A) 87,3 10,3 2,4 27,57 14,40 No favorable (B) 87 casos 94,2 (Dc) 3,5 2,3 23,33 13,14 Intermedia (C) 166 casos 88,1 (D) 10,6 (B) 1,3 27,89 (B) 13,64 Favorable (D) 46 casos 71,1 22,2 (cB) 6,7 34,38 (CB) 16,80 Del mismo modo, la actitud vital ante el riesgo en la vida condiciona la percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, tanto para el conjunto de la escala, como para todos los patrones de consumo ocasional (Tabla 10.3). Los encuestados con una actitud más favorable a la asunción de riesgos en la vida tienden a considerar que el consumo de psicoestimulantes, en general, y, en particular, su consumo ocasional, comporta pocos o ningún riesgo en porcentajes significativamente superiores a los de quienes no mantienen posiciones vitales proclives al riesgo. 98 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.3. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, según la actitud vital ante los riesgos (% y medias). PERCEPCIÓN RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO PSICOESTIMULANTES Tomar anfetaminas esporádicamente Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Consumir anfetaminas habitualmente Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Probar cocaína ocasionalmente Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Consumir cocaína con regularidad Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Probar éxtasis ocasionalmente Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Consumir éxtasis con regularidad Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Probar speed ocasionalmente Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Consumir speed con regularidad Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Difícil de decir/no saben Puntuación media escala Desviación típica TOTAL (A) No favorable (B) 87 casos Intermedia (C) 166 casos Favorable (D) 46 casos 19,7 75,3 5,0 5,7 87,4 (DC) 6,9 22,9 (B) 72,3 4,8 34,8 (B) 63,0 2,2 0,3 97,0 2,7 0,0 96,6 3,4 0,0 97,0 3,0 2,2 97,8 0,0 19,7 76,3 4,0 8,0 87,4 (DC) 4,6 22,9 (B) 72,9 4,2 30,4 (B) 69,6 0,0 0,7 96,0 2,3 0,0 96,6 3,4 0,0 96,4 2,4 2,2 95,7 0,0 15,7 80,7 3,7 6,9 89,7 (DC) 3,4 16,9 (B) 78,9 4,2 28,3 (B) 71,7 0,0 1,3 95 2,7 1,1 95,4 2,3 0,0 95,8 3,0 6,5 (c) 91,3 2,2 19,7 76,0 4,0 12,6 82,8 (D) 3,4 19,9 75,3 4,8 32,6 (cB) 65,2 2,2 1,0 96,0 2,3 28,23 2,92 0,0 96,6 2,3 29,45 (DC) 2,20 0,6 95,8 3,0 27,95 (d) 2,84 4,3 95,7 0,0 26,95 3,53 La ponderación del riesgo de meterse una raya de coca o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana que realizan los encuestados se ve también condicionada por las actitudes vitales ante el riesgo, de modo que quienes son más proclives al mismo asignan puntuaciones más bajas al riesgo de mantener esta conducta (Tabla 10.4). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 99 Tabla 10.4. Ponderación del riesgo de meterse una raya de coca o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, según la actitud vital ante los riesgos (% y medias). PONDERACIÓN DEL RESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo Ns/Nc Media Desviación típica TOTAL (A) 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 0,7 8,31 1,75 No favorable (B) 87 casos 0,0 0,0 0,0 2,3 2,3 0,0 6,9 17,2 19,5 50,6 (DC) 1,1 8,99 (DC) 1,39 Intermedia (C) 166 casos 0,6 0,6 0,0 1,2 2,4 5,4 (B) 22,3 (B) 19,9 20,5 26,5 0,6 8,21 (D) 1,62 Favorable (D) 46 casos 0,0 4,3 2,2 10,9 (Cb) 4,3 4,3 13 23,9 17,4 19,6 0,0 7,41 2,30 Asimismo, los encuestados más proclives a la asunción de riesgos en la vida muestran unas actitudes significativamente más favorables hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos lúdicos (Tabla 10.5). Tabla 10.5. Actitudes ante el consumo de psicoestimulantes en contextos lúdicos, según la actitud vital ante los riesgos (% y medias). Intermedia (C) Favorable (D) TOTAL No favorable (B) 87 casos 166 casos 46 casos (A) 1. Es normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta Total desacuerdo/En descuerdo 69,8 82,6 (DC) 68,5 (D) 52,2 Intermedia 17,1 12,8 18,2 19,6 Total acuerdo/De acuerdo 13,8 5,8 13,9 (B) 28,3 (CB) 2. Consumir psicoestimulantes los fines de semana no tiene porque ser peligroso Total desacuerdo/En descuerdo 88,0 90,8 86,7 87,0 Intermedia 8,7 6,9 10,8 (d) 4,3 Total acuerdo/De acuerdo 3,3 2,3 2,4 8,7 3. Merece la pena experimentar con la cocaína y las drogas de síntesis y asumir sus riesgos Total desacuerdo/En descuerdo 88,7 90,8 (D) 92,2 (D) 73,9 Intermedia 5,3 4,6 4,8 6,5 Total acuerdo/De acuerdo 5,3 3,4 3,0 17,4 (CB) 4. Probar estas sustancias es esencial para conocer sus riesgos y beneficios y decidir sobre su consumo Total desacuerdo/En descuerdo 79,7 87,4 (Dc) 79,5 67,4 Intermedia 13,7 10,3 14,5 15,2 Total acuerdo/De acuerdo 6,3 2,3 5,4 17,4 (CB) 5. Consumir psicoestimulantes de modo ocasional aporta más beneficios que problemas Total desacuerdo/En descuerdo 90,3 89,7 93,4 (D) 80,4 Intermedia 3,0 4,6 2,4 2,2 Total acuerdo/De acuerdo 6,3 5,7 4,2 15,2 (C) 6. Si sales de fiesta por la noche es casi imposible abstenerse de consumir cocaína Total desacuerdo/En descuerdo 91,7 92,0 94,6 (D) 82,6 Intermedia 5,7 5,7 4,2 8,7 Total acuerdo/De acuerdo 2,7 2,3 1,2 8,7 (c) 7. El ocio juvenil está organizado de tal modo que no existe alternativa al consumo de psicoestimulantes Total desacuerdo/En descuerdo 83,7 83,9 86,1 76,1 Intermedia 8,7 8,0 9,0 6,5 Total acuerdo/De acuerdo 7,3 8,0 4,8 15,2 (c) PUNTUACIÓN GLOBAL ESCALA 11,60 10,57 11,44 14,02 (CB) Desviación típica 4,50 4,05 4,06 5,88 ACTITUDES (*) El resto de % hasta completar 100 se corresponden con los valores desconocidos. 100 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Para analizar en qué medida las actitudes vitales ante el riesgo condicionan los hábitos de consumo de drogas, en general, y, en particular, de psicoestimulantes se han seleccionado las prevalencias de uso de psicoestimulantes en diversos períodos temporales (alguna vez en la vida, últimos 12 meses y últimos 30 días), además de la frecuencia de consumo de alcohol, cannabis y cocaína en los últimos 30 días. Los resultados obtenidos indican que la prevalencia de los consumos de psicoestimulantes es significativamente superior para todos los indicadores utilizados entre los encuestados con actitudes favorables a la asunción de riesgos en la vida (Tabla 10.6). Tabla 10.6. Prevalencia de los consumos de psicoestimulantes, según actitud vital ante riesgos (%). PREVALENCIA DE LOS CONSUMOS TOTAL (A) HAN CONSUMIDO ALGUNA VEZ: Cocaína 9,3 Éxtasis 4,3 Speed 9,7 Algún psicoestimulante 11,0 No han consumido 89,0 HAN CONSUMIDO EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES: Cocaína 4,0 Éxtasis 2,3 Speed 5,0 Algún psicoestimulante 5,7 No han consumido 94 Ns/Nc 0,3 HAN CONSUMIDO EN LOS ÚLTIMOS 30 DÍAS: Cocaína 1,7 Éxtasis 1,3 Speed 2,3 Algún psicoestimulante 2,3 No han consumido 96,7 Ns/Nc 1,0 No favorable (B) 87 casos Intermedia (C) 166 casos Favorable (D) 46 casos 4,6 1,1 3,4 5,7 94,3 (D) 7,2 1,8 9,0 (b) 9,6 90,4 (D) 26,1 (CB) 19,6 (CB) 23,9 (CB) 26,1(CB) 73,9 0,0 0.0 2,3 2,3 97,7 (D) 0,0 1,8 (b) 0,6 3,6 4,2 95,8 (D) 0,0 17,4 (CB) 13,0 (CB) 15,2 (CB) 17,4 (CB) 80,4 2,2 0,0 0,0 0,0 0,0 100 (Dc) 0,0 0,0 0,0 1,2 1,2 98,2 (D) 0,6 6,5 (cb) 8,7 (CB) 10,9 (CB) 10,9 (CB) 84,8 4,3 De igual modo, también las frecuencias de los consumos en los últimos 30 días, tanto en el caso de la cocaína, como en el del alcohol y el hachís/marihuana son superiores entre los jóvenes con actitudes favorables a la asunción de riesgos (Tabla 10.7). Tabla 10.7. Frecuencia de los consumos de cocaína, hachís/marihuana y alcohol en los últimos 30 días, según la actitud vital ante los riesgos (%). Intermedia (C) Favorable (D) TOTAL No favorable (B) 87 casos 166 casos 46 casos (A) FRECUENCIA CONSUMO DE COCAINA (Base: 28 sujetos que han consumido cocaína) Ningún día 82,1 100 (D) 100 (D) 58,3 Menos de 1día a la semana 7,1 0,0 0,0 16,7 1 o 2 días a la semana 10,7 0,0 0,0 25,0 (CB) FRECUENCIA CONSUMO HACHÍS/MARIHUANA (Base: 136 sujetos que han consumido hachís/marihuana) Ningún día 58,1 80,8 (DC) 58,3 (D) 34,6 Menos de 1día a la semana 16,2 11,5 13,1 30,8 (cb) 1 o 2 días a la semana 8,8 7,7 9,5 7,7 3 o más días a la semana 14,7 0,0 17,9 (B) 19,2 (B) FRECUENCIA CONSUMO ALCOHOL (todos los encuestados) Todos días/Todos los fines de semana 35,0 24,1 35,5 (b) 54,3 (CB) Ningún fin de semana/3 fines semana 51,0 50,6 53,0 43,5 No han bebido en los últimos 30 días 13,7 25,3 (DC) 10,8 (D) 2,2 Ns/Nc 0,3 0,0 0,6 0,0 SUSTANCIAS 101 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 10.2. Experimentación con psicoestimulantes, actitudes hacia estas sustancias y percepción del riesgo asociado a su consumo Como se ha puesto de relieve en el apartado dedicado a describir el marco teórico que sirve de referencia a la presente investigación, son múltiples las evidencias que señalan que el mayor o menor contacto con las sustancias modulan las percepciones y actitudes frente a las drogas. Una influencia que queda patente cuando se analiza la imagen que los encuestados tienen de la cocaína y sus consumidores en función de su nivel de experimentación con diferentes psicoestimulantes, más positiva entre aquellos que la han consumido en alguna ocasión o que consumieron algún psicoestimulante (Tabla 10.8). Tabla 10.8. Imagen de la cocaína y sus consumidores en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). IMAGEN DE LA COCAÍNA Y DE SUS CONSUMIDORES La cocaína es la reina de las drogas Es una droga que nadie puede controlar La consume la gente que tiene éxito Los consumidores son gente que no me merece ninguna confianza Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves Su consumo aporta prestigio social Consumirla puede destrozarte la vida La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha La gente que la consume me produce un fuerte rechazo EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos TOTAL (A) Cocaína (B) 28 casos 18,3 50,0 (F) 53,8 (F) 48,3 (F) 45,5 (F) 15,0 33,0 25,0 23,1 24,1 27,3 33,7 5,0 17,9 (f) 23,1 (f) 17,2 (f) 15,2 (f) 3,7 13,0 7,1 15,4 10,3 9,1 13,5 1,7 14,3 (F) 15,4 13,8 (F) 12,1 (F) 0,4 73,3 50 (c) 23,1 55,2 (C) 57,6 (C) (C)75,3 (EDCB) 1,7 0,0 0,0 0,0 0,0 1,9 (EDCB) 88,0 71,4 76,9 72,4 75,8 89,5 (eDB) 1,7 3,6 7,7 3,4 3,0 1,5 25,3 14,3 7,7 17,2 15,2 26,6 (eCb) Lo mismo ocurre respecto a la imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores. Como puede comprobarse en la Tabla 10.9, los encuestados que han consumido alguna vez éxtasis u otros psicoestimulantes mantienen una imagen más positiva de esta sustancia y de sus consumidores. 102 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.9. Imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). IMAGEN ÉXTASIS/D. SÍNTESIS Y DE SUS CONSUMIDORES Potencia sensaciones, abre los sentidos Las consumen adolescentes que no tienen acceso a cocaína Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Son sustancias que no producen dependencia, manejables La consumen "bakaladeros", gente a la que solo le interesa música y baile Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar las relaciones sociales y ligar Producen importantes daños psicológicos Su consumo es mucho menos peligroso que el de la cocaína Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos TOTAL (A) Cocaína (B) 28 casos 14,3 35,7 (F) 61,5 (FEd) 34,5 (F) 30,3 (F) 12,4 15,0 21,4 23,1 27,6 24,2 13,9 0,3 3,6 7,7 3,4 3,0 0,0 51,7 35,7 15,4 27,6 36,4 53,6 (eDCb) 2,3 3,6 7,7 3,4 3,0 2,2 15,0 32,1 (F) 15,4 27,6 (f) 27,3 (f) 13,5 9,0 25 (F) 46,2 (F) 20,7 (f) 21,2 (f) 7,5 75,7 53,6 46,2 58,6 57,6 77,9 (EDCB) 2,3 3,6 7,7 3,4 3,0 2,2 71,0 50,0 38,5 51,7 54,5 73 (EDCB) La experimentación con psicoestimulantes condiciona también las actitudes hacia los estas sustancias y las drogas ilícitas en general. Los jóvenes que han experimentado con psicoestimulantes mantienen actitudes favorables hacia las drogas ilícitas en general y, en particular, hacia los psicoestimulantes en porcentajes significativamente superiores a los de quienes no han consumido nunca estas sustancias, en especial aquellos que han consumido alguna vez cocaína (Tabla 10.10). Tabla 10.10. Actitudes hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas en general, en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Cocaína Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (B) (C) (D) (E) (F) 28 casos 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos PUNTUACIÓN ESCALA ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES Y LAS DROGAS ILÍCITAS (18 A 90 PUNTOS) Actitudes poco favorables 87,9 32,0 16,7 38,5 43,3 (c) 93,3 (EDCB) (18 a 48 puntos) Actitudes intermedias 9,9 44, 0 (F) 41,7 (F) 38,5 (F) 36,7 (F) 6,7 (49 a 59 puntos) Actitudes favorables 2,1 24, 0 (F) 41,7 (F) 23,1(F) 20, 0 (F) 0,0 (60 a 90 puntos) MEDIA 35,23 51,84 (F) 57,58(FED) 50,50 (F) 48,90 (F) 33,61 Desviación 10,22 11,57 10,18 12,29 12,58 8,58 Puntuación “Subescala actitudes hacia los psicoestimulantes” (5 a 25 puntos) Media 8,19 12,38 (F) 14,92(FEdb) 12,19 (F) 11,61(F) 7,79 Puntuación “Subescala actitudes hacia drogas ilícitas en general” (13 a 65 puntos) Media 27,05 39,56 (F) 42,67 (FEd) 38,42 (F) 37,40 (F) 25,82 ACTITUDES PSICOESTIMULANTES Y DROGAS ILICITAS TOTAL (A) 103 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes El análisis del posicionamiento ante los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, en función del contacto que los encuestados han mantenido con los psicoestimulantes, muestra que los jóvenes que han experimentado con los psicoestimulantes mantienen posiciones más favorables a la asunción de riesgos asociados al consumo de drogas (Tabla 10.11). Tabla 10.11. Posicionamiento ante los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). POSICIÓN ANTE RIESGOS/BENEFICIOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS No favorable a la asunción de riesgos (10 a 45 puntos) Intermedia (46 a 64 puntos) Favorables (65 a 100 puntos) Media EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos TOTAL (A) Cocaína (B) 28 casos 87,3 42,9 23,1 37,9 45,5 92,7 (EDCB) 10,3 42,9 (F) 61,5 (F) 44,8 (F) 39,4 (F) 6,6 2,4 14,3 (F) 15,4 17,2 (F) 15,2 (F) 0,8 27,57 47,21(F) 52,46 (F) 47,62 (F) 45,55 (F) 25,27 La experimentación con psicoestimulantes también condiciona la naturaleza de los problemas que los encuestados atribuyen al consumo ocasional de cocaína los fines de semana. Mientras que los no experimentadores destacan el riesgo de convertirse en adicto en porcentajes significativamente superiores a los experimentadores, estos últimos asocian este patrón de consumo con problemas como el malestar al día siguiente o las dificultades económicas (Tabla 10.12). Tabla 10.12. Problemas asociados al consumo ocasional de cocaína los fines de semana, en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). PROBLEMAS ASOCIDOS AL CONSUMO DE COCAÍNA LOS FINES DE SEMANA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicolog. después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 53,8 48,3 48,5 63,3 (b) 53,8 (F) 34,5 33,3 23,6 61,7 24,7 Cocaína (B) 28 casos 46,4 35,7 25,7 32,1 23,1 31,0 30,3 25,1 13,7 36,3 11,3 32,1(F) 28,6 10,7 (c) 23,1 15,4 0,0 27,6 (f) 31,0 13,8 (C) 27,3 (f) 33,3 12,1 (C) 12,0 36,7 (C) 11,2 (C) 11,3 14,3 15,4 13,8 12,1 11,2 36,0 12,3 51,7 22,0 3,3 9,7 60,3 1,3 32,1 7,1 42,9 42,9 (F) 0,0 10,7 39,3 0,0 30,8 0,0 38,5 53,8 (F) 0,0 7,7 38,5 0,0 31,0 3,4 44,8 37,9 (f) 3,4 10,3 41,4 0,0 33,3 6,1 45,5 39,4 (F) 3,0 12,1 39,4 0,0 36,3 13,1 (DC) 52,4 19,9 3,4 (CB) 9,4 62,9(EDcB) 1,5 Una situación similar se reproduce respecto a los problemas derivados del hecho de tomar otros psicoestimulantes diferentes a la cocaína, de forma ocasional los fines de semana. Si bien en este caso los no experimentadores, además del riesgo de adicción, asocian los problemas de salud en porcentajes significativamente superiores a los de los experimentadores (Tabla 10.12). 104 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.12. Problemas asociados al consumo ocasional de otros psicoestimulantes distintos a la cocaína los fines de semana, en función de la experimentación con psicoestimulantes (%). PROBLEMAS ASOCIDOS AL CONSUMO DE OTROS PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicologic después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 38,5 48,3 48,5 47,2 30,8 20,7 18,2 20,6 47,3 20,3 Cocaína (B) 28 casos 46,4 17,9 26,7 42,9 (f) 30,8 44,8 (F) 39,4 25,1 12,7 37,0 9,3 39,3 (F) 35,7 10,7 (c) 53,8 (F) 23,1 0,0 37,9 (F) 31,0 10,3 (c) 33,3 (F) 36,4 9,1 (c) 10,1 37,1 9,4 (c) 11,3 17,9 30,8 17,2 15,2 10,9 38,0 14,3 53,0 16,3 8,3 13,0 51,3 5,7 35,7 17,9 28,6 7,1 3,6 14,3 32,1(C) 3,6 46,2 7,7 23,1 7,7 7,7 30,8 7,7 0,0 37,9 13,8 37,9 10,3 6,9 17,2 31(C) 0,0 36,4 15,2 36,4 12,1 6,1 15,2 33,3 (C) 3,0 38,2 14,2 55,1(EdCB) 16,9 (b) 8,6 12,7 53,6 (EDCB) 6,0 La percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes está influenciada por la experimentación de los encuestados con estas sustancias, observándose que los porcentajes de quienes no perciben riesgos o perciben pequeños riesgos asociados al consumo ocasional de anfetaminas, cocaína, éxtasis y speed son significativamente superiores entre los sujetos que han experimentado con psicoestimulantes (Tabla 10.13). Sin embargo, en el caso de los consumos regulares sólo se aprecian diferencias estadísticamente significativas en el caso del consumo regular de éxtasis. Los valores medios obtenidos en la escala de percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes son significativamente superiores entre quienes no han consumido nunca estas sustancias. 105 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.13. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, en función de la experimentación con psicoestimulantes (% y puntuación media escala). PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES TOTAL (A) TOMAR ANFETAMINAS ESPORÁDICAMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 75,3 Difícil de decir/No saben 5,0 TOMAR ANFETAMINAS HABITUALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,3 Riesgo moderado/Gran riesgo 97,0 Difícil de decir/No saben 2,7 PROBAR COCAÍNA OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,3 Difícil de decir/No saben 4,0 CONSUMIR COCAÍNA CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 Difícil de decir/No saben 2,3 PROBAR ÉXTASIS OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 15,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 80,7 Difícil de decir/No saben 3,7 CONSUMIR ÉXTASIS CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,3 Riesgo moderado/Gran riesgo 95,0 Difícil de decir/No saben 2,7 PROBAR SPEED OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,0 Difícil de decir/No saben 4,0 CONSUMIR SPEED CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,0 Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 Difícil de decir/No saben 2,3 Puntuación media escala 28,23 Desviación típica 2,92 Cocaína (B) 28 casos EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 42,9 (F) 57,1 0,0 53,8 (F) 46,2 0,0 41,4 (F) 58,6 0,0 36,4 (F) 63,6 0,0 17,6 76,8 (dCB) 5,6 (EDCB) 3,6 96,4 0,0 7,7 92,3 0,0 3,4 96,6 0,0 3,0 97,0 0,0 0,0 97,0 3,0 (EDCB) 57,1(F) 42,9 0,0 53,8 (F) 46,2 0,0 51,7 (F) 48,3 0,0 48,5 (F) 51,5 0,0 16,1 79,4(EDCB) 4,5 (EDCB) 3,6 96,4 0,0 7,7 92,3 0,0 3,4 96,6 0,0 3,0 97,0 0,0 0,4 95,9 2,6 53,6 (F) 46,4 0,0 61,5 (F) 38,5 0,0 48,3 (F) 51,7 0,0 45,5 (F) 54,5 0,0 12,0 83,9 (EDCB) 4,1 (EDCB) 10,7 (f) 85,7 0,0 23,1(f) 76,9 0,0 10,3 (f) 86,2 0,0 9,1(f) 87,9 0,0 0,4 95,9 3 (EDCB) 64,3 (F) 35,7 0,0 69,2 (F) 30,8 0,0 62,1 (F) 37,9 0,0 60,6 (F) 39,4 0,0 14,6 80,5 (EDCB) 4,5 (EDCB) 7,1 92,9 0,0 24,93 3,59 15,4 84,6 0,0 23,77 3,91 6,9 93,1 0,0 25,36 3,95 6,1 93,9 0,0 25,69 3,86 0,4 96,3 2,6 (EDCB) 28,58 (EDCB) 2,59 Estos datos son coherentes con el hecho de que la ponderación del riesgo de meterse una raya de cocaína o de tomar otros psicoestimulantes los fines de semana que realizan los encuestados sea significativamente superior entre aquellos que no han consumido nunca psicoestimulantes (Tabla 10.14). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 106 Tabla 10.14. Ponderación del riesgo de meterse una raya de coca o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, en función de la experimentación con psicoestimulantes (% y medias). PONDERACIÓN DEL RIESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo Ns/Nc MEDIA Desviación típica TOTAL (A) 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 0,7 8,31 1,75 Cocaína (B) 28 casos 0,0 10,7 (f) 3,6 7,1 10,7 7,1 10,7 28,6 7,1 14,3 0,0 6,68 2,52 EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 0,0 0,0 0,0 0,4 15,4 10,3 (f) 9,1 (f) 0,0 7,7 3,4 3,0 0,0 0,0 6,9 6,1 2,6 (C) 15,4 10,3 9,1 1,9 7,7 6,9 6,1 3,4 15,4 17,2 15,2 16,9 15,4 20,7 27,3 18,7 0,0 6,9 6,1 21,3 (EDCB) 23,1 17,2 18,2 34,1 (EDB) 0,0 0,0 0,0 0,7 6,38 6,72 6,94 8,48 (EDCB) 2,76 2,53 2,46 1,57 La influencia de la experimentación con psicoestimulantes en la capacidad personal de autocontrol de los daños potenciales derivados del consumo de estas sustancias no es uniforme. Mientras que el hecho de haber consumido o no alguna vez psicoestimulantes no introduce variaciones estadísticamente significativas en la capacidad personal percibida para controlar los daños del consumo habitual (Tabla 10.15), no sucede lo mismo en el caso del consumo ocasional (Tabla 10.16). Tabla 10.15. Capacidad personal percibida para controlar los riesgos potenciales de consumir habitualmente psicoestimulantes, en función de la experimentación con los mismos (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 44,7 11,3 7,0 6,3 9,7 2,3 0,7 1,3 1,0 9,3 6,3 3,14 Cocaína (B) 28 casos 32,1 3,6 14,3 10,7 10,7 (c) 3,6 3,6 10,7 (f) 0,0 7,1 3,6 3,96 EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 38,5 31 36,4 45,7 0,0 6,9 6,1 12 (CB) 23,1 13,8 12,1 6,4 0,0 6,9 9,1(c) 6,0 (C) 0,0 10,3 (c) 9,1 (c) 9,7 (C) 7,7 3,4 3,0 2,2 7,7 3,4 3,0 0,4 15,4 10,3 (f) 9,1(f) 0,4 0,0 0,0 0,0 1,1 (edcb) 7,7 6,9 6,1 9,7 0,0 6,9 6,1 6,4 4,08 3,89 3,61 3,08 Estos datos ponen de relieve como el haber consumido en alguna ocasión psicoestimulantes incrementa la autopercepción sobre la capacidad personal para controlar los riesgos potenciales del consumo ocasional de estas sustancias, dado que de algún modo los experimentadores ya se han enfrentado a los mismos. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 107 Tabla 10.16. Capacidad personal percibida para controlar los riesgos potenciales de consumir ocasionalmente psicoestimulantes, según experimentación con estas sustancias (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 28,3 8,7 10,0 11,3 13,0 3,3 3,3 3,0 3,0 10,3 5,7 4,07 Cocaína (B) 28 casos 7,1 7,1 0,0 14,3 14,3 7,1 10,7 (c) 7,1 14,3 (f) 17,9 0,0 6,32 (F) EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. (C) (D) (E) (F) 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos 0,0 13,8 (C) 15,2 (C) 30,0 (EDCB) 0,0 3,4 6,1 9,0 (C) 0,0 0,0 0,0 11,2 (EDCB) 15,4 13,8 15,2 10,9 7,7 13,8 12,1 13,1 15,4 10,3 9,1 2,6 0,0 6,9 9,1(c) 2,6 (C) 0,0 6,9 6,1 2,6 (C) 30,8 (F) 13,8 (f) 12,1 (f) 1,9 30,8 17,2 15,2 9,7 0,0 0,0 0,0 6,4 7,77(FEDb) 6,07 (F) 5,76 (F) 3,84 Las experiencias de uso de psicoestimulantes tienen una influencia notable sobre las actitudes hacia su consumo en contextos recreativos el fin de semana, significativamente más favorables entre quienes han consumido alguna vez psicoestimulantes (Tabla 10.17). Tabla 10.17. Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos del fin de semana, según experimentación con estas sustancias (% y puntuación medias en la escala). EXPERIMENTACIÓN CON PSICOESTIMULANTES Cocaína Éxtasis Speed Algún psic. Ningún psic. ACTITUDES (B) (C) (D) (E) (F) 28 casos 13 casos 29 casos 33 casos 267 casos ES NORMAL QUE LOS JÓVENES CONSUMAN PSICOESTIMULANTES CUANDO SALEN DE FIESTA Total desacuerdo/En desacuerdo 69,3 32,1 15,4 31,0 36,4 73,4 (EDCB) Intermedia 17,0 35,7 (F) 46,2 (F) 41,4 (F) 36,4 (F) 14,6 De acuerdo/Total acuerdo 13,7 32,1(F) 38,5 (f) 27,6 (f) 27,3 (f) 12,0 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA NO TIENE PORQUE SER PELIGROSO Total desacuerdo/En desacuerdo 88,0 75,0 69,2 75,9 75,8 89,5 (edb) Intermedia 8,7 7,1 0,0 6,9 9,1 (c) 8,6 (C) De acuerdo/Total acuerdo 3,3 17,9 (F) 30,8 (F) 17,2 (F) 15,2 (F) 1,9 MERECE LA PENA EXPERIMENTAR CON LA COCAÍNA Y LAS DROGAS DE SÍNTESIS Y ASUMIR SUS RIESGOS Total desacuerdo/En desacuerdo 88,7 46,4 30,8 51,7 54,5 92,9 (EDCB) Intermedia 5,3 21,4 (F) 15,4 20,7 (F) 18,2 (F) 3,7 De acuerdo/Total acuerdo 5,3 32,1 (F) 53,8 (Fe) 27,6 (F) 27,3 (F) 2,6 PROBAR ESTAS SUSTANCIAS ES ESENCIAL PARA CONOCER SUS RIESGOS Y BENEFICIOS Y DECIDIR SOBRE SU CONSUMO Total desacuerdo/En desacuerdo 79,7 35,7 38,5 41,4 42,4 84,3 (EDCB) Intermedia 13,7 25,0 7,7 17,2 21,2 12,7 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 39,3 (F) 53,8 (F) 41,4 (F) 36,4 (F) 2,6 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES DE MODO OCASIONAL APORTA MAS BENEFICIOS QUE PROBLEMAS Total desacuerdo/En desacuerdo 90,3 71,4 69,2 79,3 75,8 92,1 (EdcB) Intermedia 3,0 3,6 0,0 0,0 3,0 3 (DC) De acuerdo/Total acuerdo 6,3 25,0 (F) 30,8 (F) 20,7 (F) 21,2 (F) 4,5 SI SALES DE FIESTA POR LA NOCHE ES CASI IMPOSIBLE ABSTENERSE DE CONSUMIR COCAÍNA Total desacuerdo/En desacuerdo 91,7 75 69,2 79,3 78,8 93,3 (EdcB) Intermedia 5,7 10,7 7,7 10,3 9,1 5,2 De acuerdo/Total acuerdo 2,7 14,3 (f) 23,1 (f) 10,3 12,1 (f) 1,5 EL OCIO JUVENIL ESTÁ ORGANIZADO DE MODO QUE NO EXISTE ALTERNATIVA AL CONSUMO Total desacuerdo/En desacuerdo 83,7 85,7 69,2 82,8 84,8 83,5 Intermedia 8,7 3,6 7,7 3,4 3,0 9,4 (e) De acuerdo/Total acuerdo 7,3 10,7 23,1 13,8 12,1 6,7 Puntuación media escala 11,60 17,64 (F) 19,46 (F) 17,03 (F) 16,79 (F) 10,95 TOTAL (A) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 108 10.3. Influencia de los consumos de drogas en el grupo de iguales en las actitudes y percepciones hacia los psicoestimulantes 10.3.1. La influencia de los hábitos de consumo de los amigos/as Los hábitos de consumo habitual de cannabis y psicoestimulantes por parte de los amigos/as condicionan en parte la imagen de los encuestados acerca de la cocaína y sus consumidores. Los encuestados que afirman que sólo alguno o ninguno de sus amigos consumen habitualmente hachís/marihuana se identifican menos con la imagen de la cocaína como la reina de las drogas y muestran un mayor rechazo a sus consumidores, destacando en mayor proporción la gravedad de las secuelas físicas y mentales que deja el consumo (Tabla 10.18). Por su parte, la influencia ejercida por la presencia de amigos/as consumidores habituales de cocaína o de éxtasis/speed en la imagen de la cocaína y sus consumidores es más difusa, destacando la mayor identificación con la imagen de la cocaína como la reina de las drogas de aquellos encuestados en los que todos o la mayoría de sus amigos/as consumen psicoestimulantes. Este fenómeno se explica en parte por el reducido número de encuestados que señalan la presencia de una mayoría de consumidores habituales de psicoestimulantes. Tabla 10.18. Imagen de la cocaína y de sus consumidores, según los hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes por parte de los amigos/as (%). IMAGEN DE LA COCAÍNA Y DE SUS CONSUMIDORES La cocaína es la reina de las drogas Es una droga que nadie puede controlar La consume la gente que tiene éxito Los consumidores son gente que no me merece ninguna confianza Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves Su consumo aporta prestigio social Consumirla puede destrozarte la vida La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha La gente que la consume me produce un fuerte rechazo TOTAL (A) 300 casos CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 18,3 32,0 (C) 15,7 60,0 (E) 17,0 62,5 (G) 17,0 33,0 30,0 33,7 40,0 32,6 50,0 32,5 5,0 10,0 4,0 0,0 5,2 (D) 0,0 5,2 (F) 13,0 10,0 13,3 10,0 13,2 12,5 13,1 1,7 6,0 0,8 20,0 1,0 12,5 1,4 73,3 58,0 76,7 (B) 50,0 74,0 50,0 73,7 1,7 4,0 1,2 0,0 1,7 (D) 0,0 1,7 (F) 88,0 84,0 88,8 60,0 88,9 (d) 62,5 88,9 1,7 4,0 1,2 0,0 1,7 (D) 0,0 1,7 (F) 25,3 14,0 27,3 (B) 10,0 25,7 25,0 24,9 Menos clara es la influencia que la presencia de amigos/as consumidores habituales de cannabis y/o psicoestimulantes ejerce sobre la imagen del éxtasis y de sus consumidores (Tabla 10.19). 109 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.19. Imagen del éxtasis y de sus consumidores, según los hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes por parte de los amigos/as (%). IMAGEN DEL ÉXTASIS Y SUS CONSUMIDORES Potencia sensaciones, abre los sentidos Las consumen adolescentes que no tienen acceso a cocaína Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Son sustancias que no producen dependencia, manejables La consumen "bakaladeros", gente a la que solo le interesa música y baile Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar relaciones sociales y ligar Producen importantes daños psicológicos Su consumo es mucho menos peligroso que el de la cocaína Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles TOTAL (A) 300 casos CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 14,3 20,0 13,3 20,0 14,2 25,0 14,2 15,0 18,0 14,5 30,0 14,6 25,0 14,9 0,3 2,0 0,0 0,0 0,3 0,0 0,3 51,7 48,0 52,2 40,0 52,1 50,0 51,6 2,3 6,0 1,6 0,0 2,4 (F) 0,0 2,4 (F) 15,0 28 (C) 12,0 30,0 14,2 25,0 14,5 9,0 12,0 8,4 10,0 9,0 12,5 9,0 75,7 58,0 79,5 (B) 40,0 76,7 (D) 62,5 75,8 2,3 2,0 2,4 10,0 2,1 12,5 2,1 71,0 62,0 72,7 40,0 71,9 (D) 50,0 71,3 Las actitudes hacia las drogas ilícitas en general y hacia los psicoestimulantes en particular son más favorables entre los encuestados que afirman que todos o la mayoría de sus amigos/as consumen derivados del cannabis y cocaína o éxtasis de forma habitual (Tabla 10.20). Tabla 10.20. Actitudes hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes, según los hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes por parte de los amigos/as (% y medias). ACTITUDES HACIA LAS DROGAS TOTAL (A) 300 casos CANNABIS Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos COCAÍNA Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos PUNTUACIÓN ESCALA ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES Y LAS DROGAS ILÍCITAS (18 A 90 PUNTOS) Actitudes desfavorables 87,9 60,5 92,9 (B) 75 88,6 71,4 88,6 Actitudes intermedias 9,9 30,2 (C) 6,3 12,5 9,6 14,3 9,6 Actitudes favorables 2,1 9,3 (c) 0,8 12,5 1,8 14,3 1,8 MEDIA 35,23 44,05 (C) 33,59 44,25 (E) 34,94 44,00 (G) 34,98 Puntuación Subescala actitudes hacia los psicoestimulantes Media 8,19 10,11 (C) 7,81 11,88 (E) 8,09 12,29 (G) 8,09 Puntuación Subescala actitudes hacia las drogas ilícitas en general Media 27,05 33,98 (C) 25,74 31,78 (e) 26,86 31,13 26,90 La posición general frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas está claramente condicionada por los hábitos de consumo de estas sustancias por parte de los amigos/as, de modo que aquellos encuestados que indican que todos o la mayoría de sus amigos consumen de manera habitual cannabis, cocaína o éxtasis/speed muestran posiciones más favorables a la asunción de riesgos (Tabla 10.21). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 110 Tabla 10.21. Posición frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, según los hábitos de consumo de cannabis y psicoestimulantes por parte de los amigos/as (% y medias). POSICIÓN FRENTE A BENEFICIOS/RIESGOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS TOTAL (A) 300 casos No favorable asunción de riesgos Intermedia Favorable asunción de riesgos Media 87,3 10,3 2,4 27,57 CANNABIS Todos o la mayoría (B) 50 casos 70,0 22,0 (C) 8,0 (c) 38,12 (C) Algunos o ninguno (C) 249 casos 91,3 (B) 7,5 1,2 25,27 COCAÍNA Todos o la mayoría (D) 10 casos 80,0 10,0 10,0 33,60 Algunos o ninguno (E) 288 casos 87,9 10,0 2,1 27,27 ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (F) 8 casos 75,0 12,5 12,5 31,50 Algunos o ninguno (G) 289 casos 87,9 10,0 2,1 27,41 Los encuestados que todos la mayoría de sus amigos consumen habitualmente cannabis atribuyen al consumo de cocaína problemas de malestar al día siguiente y problemas económicos en porcentajes más reducidos que aquellos en los que sólo algunos o ninguno consume estas sustancias. Por el contrario, estos últimos destacan la presencia de problemas familiares, académicos y de adicción en porcentajes significativamente superiores. (Tabla 10.22). Por su parte, los encuestados en los que ninguno o algunos de sus amigos consumen cocaína de forma habitual vinculan el consumo de esta sustancia en porcentajes significativamente superiores a los accidentes, los problemas de salud y los problemas legales y laborales. Algo similar ocurre al analizar la presencia de amigos consumidores habituales de éxtasis o speed. Tabla 10.22. Problemas asociados al consumo de cocaína de forma ocasional los fines de semana, según los hábitos de consumo habitual de cannabis y psicoestimulantes de los amigos/as (%). PROBLEMAS ASOCIADOS AL CONSUMO DE COCAÍNA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas o psicológicas después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) 300 casos CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 61,7 24,7 50,0 24,0 63,9 (b) 24,9 40,0 50,0 62,2 24,0 37,5 25,0 62,3 24,9 25,7 24,0 26,1 40,0 25,0 50,0 24,9 13,7 36,3 11,3 26,0 (C) 28,0 18,0 11,2 38,2 10,0 40 (e) 10,0 10,0 12,8 37,2 (D) 11,5 50,0 (G) 12,5 12,5 12,8 37,0 11,4 11,3 10,0 11,2 10,0 11,5 12,5 11,1 36,0 12,3 51,7 22,0 3,3 9,7 60,3 1,3 40,0 6,0 48,0 36,0 (C) 2,0 12,0 46,0 0,0 34,9 13,7 (b) 52,2 19,3 3,6 9,2 63,5 (B) 1,6 50,0 10,0 20,0 20,0 0,0 0,0 60,0 0,0 35,1 12,5 53,1 (D) 22,2 3,5 (D) 10,1 (D) 60,1 1,4 37,5 12,5 25,0 25,0 0,0 0,0 50,0 0,0 35,6 12,1 52,6 (f) 21,8 3,5 (F) 10,0 (F) 60,6 1,4 Apenas se observan diferencias significativas en los problemas asociados al consumo ocasional los fines de semana de otros psicoestimulantes diferentes a la cocaína, en función de la presencia o no de amigos consumidores habituales de cannabis o psicoestimulantes (Tabla 10.23). 111 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.23. Problemas asociados al consumo ocasional de otros psicoestimulantes distintos de la cocaína los fines de semana, según los hábitos de consumo habitual de cannabis y psicoestimulantes de los amigos/as (%). PROBLEMAS ASOCIADOS AL CONSUMO OTROS PSICOESTIMULANTES Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas o psicológicas después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) 300 casos CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos 46,0 22,0 Algunos o ninguno (C) 249 casos 47,4 20,1 Todos o la mayoría (D) 10 casos 40,0 20,0 Algunos o ninguno (E) 288 casos 47,6 20,5 Todos o la mayoría (F) 8 casos 25,0 0,0 Algunos o ninguno (G) 289 casos 48,1 21,1 26,7 24,0 27,3 40,0 26,0 50,0 26,0 12,7 37,0 9,3 30,0 (C) 28,0 12,0 9,2 39,0 8,8 20,0 30,0 20,0 12,5 37,5 9,0 12,5 25,0 25,0 12,8 37,7 9,0 11,3 10,0 11,2 10,0 11,5 0,0 11,4 (F) 38,0 14,3 53,0 16,3 8,3 13,0 51,3 5,7 42,0 6,0 46,0 14,0 8,0 14,0 42,0 6,0 36,9 16,1(B) 54,2 16,9 8,4 12,9 53,4 5,6 20,0 20,0 60,0 0,0 0,0 0,0 40,0 10,0 38,5 14,2 53,1 17,0 8,7 (D) 13,5 (D) 51,7 5,2 12,5 25,0 50,0 0,0 0,0 0,0 50,0 12,5 38,8 (F) 13,8 53,3 16,6 (F) 8,7 (F) 13,5 (F) 51,6 5,2 47,3 20,3 El riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, atendiendo a los valores promedio obtenidos en la escala, es significativamente mayor entre los encuestados que afirman que ninguno, o sólo algunos, de sus amigos/as consumen habitualmente cannabis y/o cocaína (Tabla 10.24). Tabla 10.24. Riesgo asociado al consumo psicoestimulantes, según los hábitos de consumo habitual de cannabis y psicoestimulantes de los amigos/as (% y medias). RIESGO ASOCIADO TOTAL (A) 300 casos TOMAR ANFETAMINAS ESPORÁDICAMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 75,3 CONSUMIR HABITUALMENTE ANFETAMINAS Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,3 Riesgo moderado/Gran riesgo 97,0 PROBAR COCAÍNA OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,3 CONSUMIR COCAÍNA CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 PROBAR ÉXTASIS OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 15,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 80,7 CONSUMIR ÉXTSIS CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,3 Riesgo moderado/Gran riesgo 95,0 PROBAR SPEED OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,0 CONSUMIR SPEED CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,0 Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 PUNTUACIÓN MEDIA ESCALA 28,23 CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 34,0 (C) 62,0 16,9 77,9 (B) 20,0 80,0 19,8 75,0 12,5 87,5 20,1 74,7 2,0 96,0 0,0 97,2 0,0 100 (E) 0,3 96,9 0,0 100 (G) 0,3 96,9 40,0 (C) 60,0 15,7 79,5 (B) 60,0 (E) 40,0 0,3 77,4 (D) 0,0 50,0 0,3 76,8 2,0 98,0 0,4 95,6 0,0 100 (E) 0,7 95,8 0,0 100 (G) 0,7 95,8 28 (C) 70,0 13,3 82,7 (b) 60,0 (E) 40,0 14,2 81,9 (D) 75 (G) 25,0 14,2 82,0 (F) 4,0 94,0 0,8 95,2 0,0 100 (E) 1,4 (D) 94,8 0,0 100 (G) 1,4 (F) 94,8 44,0 (C) 54,0 14,9 80,3 (b) 60,0 (E) 40,0 18,4 77,1 (D) 50,0 (g) 50,0 19,0 76,5 6,0 (c) 94,0 26,55 0,0 96,4 28,61(B) 0,0 100 (E) 25,90 1,0 (d) 95,8 28,31(D) 0,0 100 (G) 26,13 1,0 (f) 95,8 28,28 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 112 Una situación similar se reproduce en lo relativo a la ponderación del riesgo de meterse una raya de cocaína o tomar otros psicoestimulantes en los fines de semana, que resulta ser significativamente más elevada entre los jóvenes en los que ninguno o sólo algunos amigos/as consumen habitualmente cannabis o cocaína (Tabla 10.25). Tabla 10.24. Ponderación riesgo de meterse una raya de coca o de tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, según hábitos de consumo de drogas de los amigos/as (% y medias). PONDERACIÓN DEL RIESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 300 casos 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 0,7 8,31 CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 0,0 6,0 (c) 2,0 10,0 (c) 4,0 8,0 24,0 28,0 6,0 12,0 0,0 6,92 0,4 0,0 0,0 1,6 2,4 2,8 15,3 18,1 22,5 (B) 36,1(b) 0,8 8,58 (B) 0,0 0,0 10,0 10,0 20,0 0,0 20,0 20,0 10,0 10,0 0,0 6,60 0,3 1,0 (d) 0,0 2,8 2,1 3,5 (D) 16,7 19,8 20,1 33,3 (D) 0,3 8,37 (D) 0,0 0,0 0,0 0,0 25,0 0,0 25,0 25,0 12,5 12,5 0,0 7,38 0,3 1,0 0,3 3,1 (F) 2,1 3,5 (F) 16,6 19,7 20,1 32,9 (f) 0,3 8,33 La presencia o ausencia de consumidores habituales de cannabis o psicoestimulantes entre los amigos/as no altera la capacidad personal autopercibida para controlar los daños potenciales derivados del consumo habitual de psicoestimulantes (Tabla 10.25). Tabla 10.25. Capacidad personal para controlar los daños potenciales del consumo habitual de psicoestimulantes, según hábitos de consumo de drogas de los amigos/as (% y medias). CAPACIDAD CONTROL DAÑOS ASOCIADOS AL CONSUMO HABITUAL PSICOESTIMULANTES (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz MEDIA TOTAL (A) 300 casos 44,7 11,3 7,0 6,3 9,7 2,3 0,7 1,3 1,0 9,3 3,14 CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 30,0 12,0 6,0 12,0 16,0 2,0 0,0 4,0 0,0 10,0 3,74 47,8 (B) 11,2 7,2 5,2 8,0 2,4 0,8 0,8 1,2 (b) 9,2 3,01 20,0 0,0 0,0 40,0 (E) 10,0 10,0 0,0 20 0,0 0,0 4,50 (e) 45,8 (D) 11,5 (D) 7,3 (D) 5,2 9,7 2,1 0,7 0,7 1,0 (d) 9,4 (D) 3,06 25,0 0,0 0.0 37,5 (g) 12,5 12,5 0,0 12,5 0,0 0,0 4,13 45,7 11,1 (F) 7,3 (F) 5,5 9,7 2,1 0,7 1,0 1,0 (f) 9,3 (F) 3,09 Por el contrario, los encuestados que afirman que todos o la mayoría de sus amigos consumen habitualmente cannabis, cocaína y/o éxtasis/speed señalan tener mayor capacidad para controlar los potenciales daños derivados del consumo ocasional de psicoestimulantes (Tabla 10.26). La mayor familiaridad con estas sustancias y sus efectos, aún cuando sea de forma indirecta a través de los amigos/as, explicaría la mayor capacidad percibida para controlar los daños. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 113 Tabla 10.26. Capacidad personal para controlar los daños potenciales del consumo ocasional de psicoestimulantes, según hábitos de consumo de drogas de los amigos/as (% y medias). CAPACIDAD CONTROL DAÑOS ASOCIADOS AL CONSUMO OCASIONAL PSICOESTIMULANTES (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz MEDIA TOTAL (A) 300 casos 28,3 8,7 10,0 11,3 13,0 3,3 3,3 3,0 3,0 10,3 4,07 CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la mayoría (B) 50 casos Algunos o ninguno (C) 249 casos Todos o la mayoría (D) 10 casos Algunos o ninguno (E) 288 casos Todos o la mayoría (F) 8 casos Algunos o ninguno (G) 289 casos 12,0 4,0 6,0 14,0 18,0 6,0 8,0 10,0 (c) 4,0 10,0 5,35 (C) 31,7 (B) 9,6 (b) 10,8 10,8 11,6 2,8 2,4 1,6 2,8 10,4 3,81 30,0 0,0 0,0 0,0 10,0 0,0 20,0 10,0 20,0 10,0 5,80 (e) 28,5 9,0 (D) 10,4 (D) 11,8 (D) 12,8 3,5 (D) 2,8 2,8 2,4 10,4 4,00 25,0 0,0 0,0 0,0 12,5 0,0 25,0 12,5 12,5 12,5 6,00 (g) 28,7 8,7 (F) 10,4 (F) 11,8( F) 12,8 3,5 (F) 2,8 2,8 2,8 10,4 4,01 Los hábitos de consumo de los amigos/as tienen una influencia clara en las actitudes de los jóvenes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, mucho más favorables entre quienes se rodean de amigos que en su mayoría o totalidad consumen regularmente cannabis, cocaína o éxtasis/speed (Tabla 10.27). Tabla 10.27. Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, según hábitos de consumo de drogas de los amigos/as (% y medias). ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES EN CONTEXTOS RECREATIVOS TOTAL (A) 300 casos CANNABIS COCAÍNA ÉXTASIS/SPEED Todos o la Algunos o Todos o la Algunos o Todos o la Algunos o mayoría ninguno mayoría ninguno mayoría ninguno (B) (C) (D) (E) (F) (G) 50 casos 249 casos 10 casos 288 casos 8 casos 289 casos ES NORMAL QUE LOS JÓVENES CONSUMAN PSICOESTIMULANTES CUANDO SALEN DE FIESTA Total desacuerdo/En desacuerdo 69,3 46,0 74,3 (B) 40,0 70,1 (d) 50,0 69,6 Intermedia 17,0 34,0 (C) 13,7 20,0 17,0 12,5 17,3 De acuerdo/Total acuerdo 13,7 20,0 12,0 40,0 (e) 12,8 37,5 13,1 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA NO TIENE PORQUE SER PELIGROSO Total desacuerdo/En desacuerdo 88,0 84,0 89,2 60,0 89,2 (d) 62,5 88,9 Intermedia 8,7 8,0 8,8 20,0 8,0 25,0 8,0 De acuerdo/Total acuerdo 3,3 8 2 20 2,8 12,5 3,1 MERECE LA PENA EXPERIMENTAR CON LA COCAÍNA Y LAS DROGAS DE SÍNTESIS Y ASUMIR SUS RIESGOS Total desacuerdo/En desacuerdo 88,7 74,0 92,0 (B) 50,0 89,9 (D) 50,0 89,6 (F) Intermedia 5,3 12,0 (c) 4,0 20,0 4,9 25,0 4,8 De acuerdo/Total acuerdo 5,3 14,0 (C) 3,2 30,0 (e) 4,5 25,0 4,8 PROBAR ESTAS SUSTANCIAS ES ESENCIAL PARA CONOCER SUS RIESGOS Y BENEFICIOS Y DECIDIR SOBRE SU CONSUMO Total desacuerdo/En desacuerdo 79,7 52,0 85,5 (B) 50 80,6 (d) 50,0 80,3 (f) Intermedia 13,7 32,0 (C) 9,6 40,0 (e) 12,8 50,0 (G) 12,8 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 16,0 (C) 4,4 10 6,3 0 6,6 (F) CONSUMIR PSICOESTIMULANTES DE MODO OCASIONAL APORTA MAS BENEFICIOS QUE PROBLEMAS Total desacuerdo/En desacuerdo 90,3 84,0 92,0 90,0 90,3 87,5 90,3 Intermedia 3,0 4,0 2,4 10,0 2,8 12,5 2,8 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 12,0 5,2 0,0 6,6 (D) 0,0 6,6 (F) SI SALES DE FIESTA POR LA NOCHE ES CASI IMPOSIBLE ABSTENERSE DE CONSUMIR COCAÍNA Total desacuerdo/En desacuerdo 91,7 80,0 94,0 (B) 60,0 92,7 (D) 62,5 92,4 (f) Intermedia 5,7 10,0 4,8 10,0 5,6 12,5 5,5 De acuerdo/Total acuerdo 2,7 10,0 (C) 1,2 30,0 (e) 1,7 25,0 2,1 EL OCIO JUVENIL ESTÁ ORGANIZADO DE MODO QUE NO HAY ALTERNATIVA AL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES/DROGAS Total desacuerdo/En desacuerdo 83,7 68,0 86,7 (B) 70,0 84,0 62,5 84,1 Intermedia 8,7 16,0 7,2 10,0 8,7 12,5 8,7 De acuerdo/Total acuerdo 7,3 16,0 (c) 5,6 20,0 6,9 25,0 6,9 PUNTUACION MEDIA ESCALA 11,60 15,16 (C) 10,83 16,70 (E) 11,43 16,38 (G) 11,48 114 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 10.3.2. La influencia de las actitudes de los amigos/as hacia los psicoestimulantes Reiteradas evidencias señalan que las actitudes dominantes en el grupo de iguales condicionan las actitudes y percepciones de sus miembros hacia las drogas. Por esta razón, se ha procedido a cruzar las variables anteriormente descritas, indicativas de las opiniones, actitudes y percepciones relacionadas con el consumo de psicoestimulantes y sus potenciales riesgos, con las actitudes de los amigos hacia el consumo de psicoestimulantes, seleccionando los posicionamientos más claros respecto al tema investigado, que se corresponden con las categorías: a) la mayoría mantiene una actitud favorable hacia el consumo “ y b) “La mayoría rechaza el consumo”. Las actitudes favorables de los amigos hacia el consumo de psicoestimulantes se correlacionan con una imagen más positiva de la cocaína, en tanto que las actitudes de rechazo lo hacen con una actitud negativa hacia sus consumidores (Tabla 10.28). Tabla 10.28. Imagen de la cocaína y sus consumidores, según la actitud mayoritaria de los amigos/as hacia el consumo de psicoestimulantes (%). IMAGEN DE LA COCAÍNA Y SUS CONSUMIDORES La cocaína es la reina de las drogas Es una droga que nadie puede controlar La consume la gente que tiene éxito Los consumidores no me merecen ninguna confianza Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves Su consumo aporta prestigio social Consumirla puede destrozarte la vida La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha La gente que la consume me produce un fuerte rechazo TOTAL (A) 18,3 33,0 5,0 13,0 1,7 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 40,0 (C) 11,4 36,7 33,5 10,0 3,8 10,0 13,0 10,0 (c) 0,5 73,3 60,0 80,0 (B) 1,7 88,0 0,0 83,3 0,5 90,8 1,7 3,3 0,5 25,3 6,7 30,3 (B) Una situación similar, aunque con un alcance más limitado, se reproduce en el caso del éxtasis y otras drogas de síntesis (Tabla 10.29). Tabla 10.29. Imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y sus consumidores, según la actitud mayoritaria de los amigos/as hacia el consumo de psicoestimulantes (%). IMAGEN DEL ÉXTASIS Y OTRAS DROGAS DE SÍNTESIS Y SUS CONSUMIDORES Potencia sensaciones, abre los sentidos Las consumen adolescentes sin acceso a cocaína Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Son sustancias que no producen dependencia, manejables La consumen "bakaladeros", gente a la que solo le interesa la música y el baile Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar relaciones sociales y ligar Producen importantes daños psicológicos Su consumo es mucho menos peligroso que la cocaína Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles TOTAL (A) 14,3 15,0 0,3 51,7 2,3 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 26,7 (C) 11,4 16,7 15,1 3,3 30,0 56,8 (B) 3,3 1,6 15,0 20,0 13,0 9,0 16,7 6,5 75,7 2,3 71,0 63,3 6,7 63,3 77,8 1,6 77,3 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 115 Se constata la existencia de una correlación intensa entre las actitudes mayoritarias hacia los psicoestimulantes en el grupo de amigos y las actitudes personales de los encuestados hacia estas sustancias y las drogas ilícitas en general (Tabla 10.30). Tabla 10.30. Puntuaciones Escala de actitudes hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas, según la actitud mayoritaria de los amigos hacia el consumo de psicoestimulantes (% y medias). ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos PUNTUACIÓN ESCALA ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMLUNATES Y LAS DROGAS ILÍCITAS Actitudes poco favorables 87,9 65,4 94,3 (B) Actitudes intermedias 9,9 19,2 (c) 5,1 Actitudes favorables 2,1 15,4 0,6 Puntuación media escala 35,23 43,50 (C) 32,73 SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMULANTES Puntuación media Subescala 8,19 10,50 (C) 7,51 SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS DROGAS ILÍCITAS EN GENERAL Puntuación media Subescala 27,05 32,78 (C) 25,23 ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES Y LAS DROGAS ILÍCIITAS TOTAL (A) También las actitudes favorables hacia los psicoestimulantes entre los amigos/as se correlacionan positivamente con una posición más favorable a la asunción de riesgos derivados del consumo de drogas (Tabla 10.31). Tabla 10.31. Posición general frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, según la actitud mayoritaria de los amigos hacia el consumo de psicoestimulantes (% y medias). POSICIÓN ANTE RIESGOS/BENEFICIOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS No favorable asunción riesgos Intermedia Favorable asunción riesgos Puntuación media TOTAL (A) 87,3 10,3 2,4 27,57 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 73,3 93,9 (B) 23,3 (C) 5,0 3,3 1,1 35,13 (C) 24,74 No existen diferencias estadísticamente significativas en los problemas asociados al consumo ocasional de cocaína en los fines de semana en función de la actitud mayoritaria de los amigos hacia lo psicoestimulantes, salvo en lo relativo a los problemas laborales, (Tabla 10.32). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 116 Tabla 10.32. Problemas asociados al consumo ocasional de cocaína los fines de semana, según la actitud mayoritaria de los amigos/as hacia el consumo de psicoestimulantes (%). PROBLEMAS ASOCIADOS AL CONSUMO DE COCAÍNA LOS FINES DE SEMANA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicológicos después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) 61,7 24,7 25,7 13,7 36,3 11,3 11,3 36,0 12,3 51,7 22,0 3,3 9,7 60,3 1,3 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 53,3 65,4 23,3 24,9 30,0 24,9 16,7 11,4 33,3 38,4 13,3 11,9 10,0 12,4 30,0 35,1 6,7 14,1 53,3 51,9 33,3 19,5 0,0 3,8 (B) 6,7 8,6 60,0 64,3 0,0 1,1 Por el contrario, se observan diferencias significativas en los problemas asociados al consumo ocasional de otros psicoestimulantes, distintos de la cocaína en los fines de semana, asociándose estos consumos en mayores porcentajes con problemas con los amigos, académicos, económicos y laborales entre los encuestados que cuyos amigos mantienen actitudes de rechazo hacia los psicoestimulantes (Tabla 10.33). Tabla 10.33. Problemas asociados al consumo ocasional de psicoestimulantes distintos a cocaína los fines de semana, según la actitud mayoritaria de los amigos/as hacia los psicoestimulantes (%). PROBLEMAS ASOCIADOS AL CONSUMO DE OTROS PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicológicos después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) 47,3 20,3 26,7 12,7 37 9,3 11,3 38 14,3 53 16,3 8,3 13 51,3 5,7 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 40 49,7 16,7 20 23,3 25,4 30,0 (C) 7,6 36,7 40 3,3 10,3 (b) 16,7 11,4 46,7 38,4 6,7 17,3 (B) 53,3 55,1 6,7 17,8 (B) 0,0 9,2 (B) 20 9,7 40 55,7 6,7 5,4 La percepción del riesgo asociado a los psicoestimulantes es mayor entre los encuestados cuyos amigos mantienen una actitud de rechazo a su consumo, tal y como lo confirman las puntuaciones medias de la escala (Tabla 10.34). 117 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.34. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, según la actitud mayoritaria de los amigos/as hacia el consumo de psicoestimulantes (% y medias). PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES TOMAR ANFETAMINAS ESPORÁDICAMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo TOMAR ANFETAMINAS HABITUALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo PROBAR COCAÍNA OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo CONSUMIR COCAÍNA CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo PROBAR ÉXTASIS OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo CONSUMIR ÉXTASIS CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo PROBAR SPEED OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo CONSUMIR SPEED CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo Riesgo moderado/Gran riesgo Puntuación media escala (*) Resto de categorías hasta 100% “difícil de decir, no lo se” TOTAL (A) ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 19,7 75,3 33,3 (c) 66,7 16,8 76,8 0,3 97,0 0,0 100 (C) 0,5 96,2 19,7 76,3 36,7 (C) 63,3 13,0 82,2 (B) 0,7 96,0 0,0 100 (C) 1,1 94,6 15,7 80,7 23,3 76,7 10,8 83,8 1,3 95,0 6,7 93,3 1,1 94,1 19,7 76,0 40,0 (C) 60,0 11,4 83,8 (B) 1,0 96,0 28,23 3,3 96,7 26,50 0,5 95,7 28,88 (B) La ponderación del riesgo de meterse una raya de cocaína o tomar otro psicoestimulante es significativamente más elevada entre los encuestados cuyos amigos mantienen una actitud de rechazo hacia los psicoestimulantes (Tabla 10.35). Tabla 10.35. Ponderación del riesgo de meterse una raya de coca o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, según la actitud de los amigos/as hacia los psicoestimulantes (% y medias). PONDERACIÓN DEL RIESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 0,7 8,31 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 0,0 0,0 3,3 0,5 3,3 0,0 3,3 1,1 3,3 1,6 3,3 3,8 30,0 15,7 23,3 14,6 13,3 23,2 16,7 38,4 (B) 0,0 1,1 7,50 8,65 (B) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 118 La capacidad personal auto percibida para controlar los riesgos derivados del consumo habitual de psicoestimulantes no varía significativamente en función de las actitudes mayoritarias (favorables o de rechazo) de los amigos hacia estas sustancias (Tabla 10.36). Tabla 10.36. Capacidad personal para controlar riesgos potenciales de consumir habitualmente psicoestimulantes, según la actitud de los amigos/as hacia los psicoestimulantes (% y medias) CAPACIDAD PERSONAL PERCIBIDA PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 44,7 11,3 7,0 6,3 9,7 2,3 0,7 1,3 1,0 9,3 6,3 3,14 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 33,3 51,4 (b) 6,7 13,0 13,3 5,4 10,0 4,3 10,0 9,2 0,0 2,2 (B) 3,3 0,5 6,7 0,5 0,0 1,1 6,7 7,6 10,0 4,9 3,56 2,77 Algo que si sucede por el contrario en relación a la capacidad de control de los riesgos derivados del consumo ocasional, más elevada entre los encuestados cuyos amigos mantienen actitudes favorables hacia los psicoestimulantes (Tabla 10.37). Tabla 10.37. Capacidad personal para controlar riesgos potenciales de consumir ocasionalmente psicoestimulantes, según la actitud de los amigos/as hacia los psicoestimulantes (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PERCIBIDA PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz MEDIA TOTAL (A) 28,3 8,7 10,0 11,3 13,0 3,3 3,3 3,0 3,0 10,3 4,07 ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos 20,0 35,7 (b) 3,3 11,9 (B) 16,7 9,7 13,3 9,7 3,3 14,1 (B) 3,3 2,2 3,3 1,6 6,7 1,6 10,0 1,6 10,0 7,6 4,81 (C) 3,40 Las actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos están claramente condicionadas por las actitudes de los amigos hacia estas sustancias, siendo las actitudes favorables al consumo muy superiores en los encuestados cuyos amigos mantienen actitudes favorables hacia el consumo de psicoestimulantes (Tabla 10.38). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 119 Tabla 10.38. Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, según la actitud de los amigos/as hacia los psicoestimulantes (% y medias). ACTITUDES HACIA EL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES EN CONTEXTOS RECREATIVOS TOTAL (A) ACTITUD MAYORITARIA AMIGOS HACIA PSICOESTIMULANTES Favorable (B) Rechazo (C) 30 casos 185 casos ES NORMAL QUE LOS JÓVENES CONSUMAN PSICOESTIMULANTES CUANDO SALEN DE FIESTA Total desacuerdo/En desacuerdo 69,3 46,7 78,9 (B) Intermedia 17,0 23,3 11,4 De acuerdo/Total acuerdo 13,7 30,0 (C) 9,7 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA NO TIENE PORQUE SER PELIGROSO Total desacuerdo/En desacuerdo 88,0 83,3 91,4 Intermedia 8,7 3,3 7,6 De acuerdo/Total acuerdo 3,3 13,3 (c) 1,1 MERECE LA PENA EXPERIMENTAR CON LA COCAÍNA Y LAS DROGAS DE SÍNTESIS Y ASUMIR SUS RIESGOS Total desacuerdo/En desacuerdo 88,7 76,7 94,6 (B) Intermedia 5,3 6,7 2,7 De acuerdo/Total acuerdo 5,3 16,7 (C) 1,6 PROBAR ESTAS SUSTANCIAS ES ESENCIAL PARA CONOCER SUS RIESGOS Y BENEFICIOS Y DECIDIR SOBRE SU CONSUMO Total desacuerdo/En desacuerdo 79,7 73,3 85,4 Intermedia 13,7 6,7 10,8 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 20,0 (C) 3,2 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES DE MODO OCASIONAL APORTA MAS BENEFICIOS QUE PROBLEMAS Total desacuerdo/En desacuerdo 90,3 90,0 91,4 Intermedia 3,0 0,0 2,7 (B) De acuerdo/Total acuerdo 6,3 10,0 5,4 SI SALES DE FIESTA POR LA NOCHE ES CASI IMPOSIBLE ABSTENERSE DE CONSUMIR COCAÍNA Total desacuerdo/En desacuerdo 91,7 80,0 93,5 (b) Intermedia 5,7 10,0 4,9 De acuerdo/Total acuerdo 2,7 10,0 1,6 EL OCIO JUVENIL ESTÁ ORGANIZADO DE MODO QUE NO HAY ALTERNATIVA CONSUMO PSICOESTIMULANTES/DROGAS Total desacuerdo/En desacuerdo 83,7 76,7 87,0 Intermedia 8,7 10,0 7,0 De acuerdo/Total acuerdo 7,3 13,3 5,4 PUNTUACION MEDIA ESCALA 11,60 14,43 (C) 10,51 120 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 10.4. Valores sociales, actitudes ante el riesgo vital, actitudes hacia los psicoestimulantes y percepciones del riesgo asociado a su consumo Para conocer la influencia que los valores finalistas (que marcan los grandes objetivos a perseguir en la vida) tienen sobre las cuestiones enunciadas se han seleccionado como variable independiente cuatro grandes categorías de valores finalistas (familistas, normativos, hedonistas/presentistas y altruistas), con los que se identifican de forma clara los encuestados (puntúan con 7 o más puntos la importancia atribuida al valor de referencia en una escala de 1 “Nada importante” a 10 “Muy importante”). Debe recordarse que la suma de sujetos adscritos a cada categoría de valores supera los 300 integrantes de la muestra, dado que un mismo sujeto puede identificarse con dos o más valores. Los resultados obtenidos de estos cruces se describen seguidamente. Las actitudes favorables a la asunción de riesgos son significativamente superiores entre los jóvenes que se identifican con valores de tipo hedonista/presentista (Tabla 10.39). Tabla 10.39. Disposición a la asunción de riesgos en la vida, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (% y medias). POSICIÓN ANTE LA ASUNCIÓN DE RIESGOS EN LA VIDA No favorable Intermedia Favorable Puntuación media escala Desviación típica TOTAL (A) 300 casos 29,1 55,5 15,4 51,45 11,79 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 29,1 (D) 55,8 15,1 51,47 11,78 28,0 (D) 57 15,0 51,62 11,52 0,0 57,9 42,1 (ECB) 62,84 (ECB) 11,57 27,8 (D) 55,7 16,5 51,77 12,54 También la imagen de la cocaína y de sus consumidores se ve en parte influenciada por los valores, si bien no existe una correlación clara entre el tipo de valores y la citada imagen (Tabla 10.40). Tabla 10.40. Imagen de la cocaína y sus consumidores, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (%). IMAGEN DE LA COCAÍNA Y SUS CONSUMIDORES La cocaína es la reina de las drogas Es una droga que nadie puede controlar La consume la gente que tiene éxito Los consumidores son gente que no me merece ninguna confianza Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves Su consumo aporta prestigio social Consumirla puede destrozarte la vida La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha La gente que la consume me produce un fuerte rechazo TOTAL (A) 300 casos IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 200 casos 97 casos 19 casos 17,5 21,1 17,5 Familistas (B) 286 casos 18,3 18,5 33,0 33,2 36,5 42,1 40,2 5,0 4,9 4,5 15,8 2,1 13,0 12,2 13,5 10,5 12,4 1,7 1,0 (e) 1,0 5,3 0,0 73,3 73,8 73,0 68,4 77,3 1,7 1,7 (ED) 2,5 (ED) 0,0 0,0 88,0 88,8 90,5 89,5 89,7 1,7 1,7 (D) 1,0 0,0 2,1 25,3 24,5 (d) 25,5 (d) 10,5 24,7 (d) 121 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Menor es aún la influencia de los valores sociales dominantes en la imagen del éxtasis y las drogas de diseño. De hecho sólo se aprecian diferencias significativas en el papel atribuido a estas sustancias como desinhibidor o facilitador de las relaciones sociales, más marcado entre los encuestados que se identifican con valores hedonistas/presentistas (Tabla 10.41). Tabla 10.41. Imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y sus consumidores, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (%). IMAGEN DEL ÉXTASIS Y OTRAS DROGAS DE SÍNTESIS Y SUS CONSUMIDORES Potencia sensaciones, abre los sentidos Las consumen adolescentes que no tienen acceso a cocaína Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Son sustancias que no producen dependencia, manejables La consumen "bakaladeros", gente a la que solo le interesa la música y el baile Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar relaciones sociales y ligar Producen importantes daños psicológicos Su consumo es mucho menos peligroso que el de la cocaína Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles TOTAL (A) 300 casos IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 14,3 14,0 17,0 31,6 18,6 15,0 15,0 15,5 10,5 16,5 0,3 0,3 0,0 0,0 0,0 51,7 51,7 54,5 36,8 50,5 2,3 2,4 3,5 5,3 2,1 15 14,7 16,5 21,1 13,4 9,0 9,4 9,0 31,6 (ECB) 7,2 75,7 76,2 74,0 57,9 73,2 2,3 2,4 2,5 5,3 2,1 71,0 71,0 72,5 68,4 71,1 Las actitudes hacia las drogas ilícitas en general y los psicoestimulantes, en particular, están influenciadas por los valores sociales, mostrando aquellos encuestados que se identifican con los valores hedonistas/presentistas actitudes significativamente más favorables hacia las mismas. Por su parte, los sujetos identificados con valores altruistas son quienes mantienen actitudes menos favorables hacia estas sustancias (Tabla 10.42). Tabla 10.42. Puntuaciones Escala de actitudes hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (% y medias). ACTITUDES ANTE PSICOESTIMULANTES Y DROGAS ILÍCIITAS TOTAL (A) 300 casos IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos PUNTUACIÓN ESCALA ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMLUNATES Y LAS DROGAS ILÍCITAS Actitudes poco favorables 87,9 88,5 (D) 88,8 (D) 58,8 Actitudes intermedias 9,9 9,3 9,0 35,3 (ECB) Actitudes favorables 2,1 2,2 2,1 5,9 Puntuación media escala 35,23 35,02 (e) 34,94 (e) 41,24 (Ecb) SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS PSICOESTIMULANTES Puntuación media Subescala 8,19 8,20 (e) 8,08 9,76 (Ec) SUBESCALA DE ACTITUDES HACIA LOS DROGAS ILÍCITAS EN GENERAL Puntuación media Subescala 27,05 26,83 (e) 26,84 31,47 (Ecb) 93,3 (D) 6,7 0,0 32,87 7,64 25,29 122 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Una situación similar se produce respecto al posicionamiento frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, donde también las actitudes más favorables a la asunción de riesgos se registran entre los sujetos identificados con los valores hedonistas/presentistas (Tabla 10.43). Tabla 10.43. Posición general frente a los riesgos/beneficios asociados al consumo de drogas, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (% y medias). POSICIÓN ANTE RIESGOS/BENEFICIOS ASOCIADOS CONSUMO DROGAS No favorable asunción riesgos Intermedia Favorable asunción riesgos Puntuación media TOTAL (A) 300 casos 87,3 10,3 2,4 27,57 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 88,5 89,1 73,7 91,7 (d) 9,7 8,9 21,1 8,3 1,8 (E) 2,1 (E) 5,3 0 27,22 27,16 33,63 (E) 25,10 No se aprecian diferencias destacables en los problemas asociados al consumo de cocaína los fines de semana según el tipo de valores dominantes (Tabla 10.44). Tabla 10.44. Problemas asociados al consumo ocasional de cocaína los fines de semana, según el tipo de valores sociales finalistas con los que se identifican los encuestados (%). PROBLEMAS ASOCIADOS CONSUMO COCAÍNA LOS FINES DE SEMANA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicológicas después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc TOTAL (A) 300 casos 61,7 24,7 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 61,9 63,0 63,2 69,1 24,5 27,0 36,8 27,8 25,7 25,9 26,0 26,3 18,6 13,7 36,3 11,3 13,3 (E) 36,0 11,2 14,5 (E) 39,0 11,5 10,5 26,3 21,1 6,2 36,1 13,4 11,3 10,8 11,0 15,8 10,3 36 12,3 51,7 22,0 3,3 9,7 60,3 1,3 36,4 11,5 52,1 22,7 3,1 9,4 61,2 1,4 37,5 13,0 51,0 22,0 4,0 9,0 56,5 0,5 31,6 5,3 57,9 31,6 5,3 5,3 57,9 0,0 41,2 13,4 51,5 22,7 3,1 10,3 60,8 1,0 Algo similar ocurre respecto de otros psicoestimulantes distintos de la cocaína (Tabla 10.45). 123 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 10.45. Problemas asociados al consumo ocasional de psicoestimulantes distintos de la cocaína los fines de semana, según el tipo de valores sociales finalistas (%). PROBLEMAS ASOCIADOS CONSUMO OTROS PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA TOTAL (A) 300 casos Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas/psicológicas después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ns/Nc 47,3 20,3 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 47,6 50,5 36,8 46,4 20,6 21,0 21,1 19,6 26,7 26,6 25,5 26,3 21,6 12,7 37,0 9,3 12,6 36,7 8,7 12,5 39,0 9,0 15,8 42,1 15,8 10,3 35,1 11,3 11,3 10,8 9,0 5,3 14,4 38,0 14,3 53,0 16,3 8,3 13,0 51,3 5,7 38,1 13,6 52,8 16,8 8,0 13,3 52,1 5,9 38,5 15,5 53,0 15,0 9,5 14,0 49,5 5,0 42,1 26,3 47,4 26,3 15,8 10,5 57,9 0,0 42,3 18,6 54,6 20,6 9,3 14,4 53,6 4,1 Los valores con los que se identifican los encuestados no establecen diferencias relevantes en la percepción del riesgo asociado a los psicoestimulantes (Tabla 10.46). Tabla 10.46. Percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, según el tipo de valores sociales finalistas (% y medias). PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES TOTAL (A) 300 casos IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos TOMAR ANFETAMINAS ESPORÁDICAMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 19,2 Riesgo moderado/Gran riesgo 75,3 75,5 TOMAR ANFETAMINAS HABITUALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,3 0,3 Riesgo moderado/Gran riesgo 97,0 96,9 PROBAR COCAÍNA OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 19,2 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,3 76,6 CONSUMIR COCAÍNA CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 0,7 0,7 Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 95,8 PROBAR ÉXTASIS OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 15,7 15,4 Riesgo moderado/Gran riesgo 80,7 80,8 CONSUMIR ÉXTASIS CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,3 1,4 (E) Riesgo moderado/Gran riesgo 95,0 94,8 PROBAR SPEED OCASIONALMENTE Ningún riesgo/Pequeño riesgo 19,7 19,2 Riesgo moderado/Gran riesgo 76,0 76,2 CONSUMIR SPEED CON REGULARIDAD Ningún riesgo/Pequeño riesgo 1,0 1,0 (e) Riesgo moderado/Gran riesgo 96,0 95,8 Puntuación media escala 28,23 28,27 (*) Resto de categorías hasta 100% “difícil de decir, no lo se” 19,5 74,0 31,6 63,2 17,5 77,3 0,5 95,5 5,3 94,7 0,0 100 (CB) 21,0 74,0 26,3 73,7 21,6 73,2 0,5 96,0 5,3 89,5 0,0 96,9 14,5 81,5 10,5 78,9 14,4 80,4 0,5 94,5 5,3 89,5 0,0 95,9 20,0 74,0 26,3 63,2 15,5 77,3 1,0 95,0 28,14 5,3 94,7 27,33 0,0 97,9 28,63 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 124 Tampoco los valores condicionan de manera significativa la ponderación que los jóvenes encuestados realizan de meterse una raya de cocaína o de tomar otro tipo de psicoestimulante en los fines de semana (Tabal 10.47). Tabla 10.47. Ponderación del riesgo de meterse una raya de coca o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana, según el tipo de valores sociales finalistas (% y medias). PONDERACIÓN DEL RIESGO (1) Nada en absoluto (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Muchísimo MEDIA TOTAL (A) 300 casos 0,3 1,0 0,3 3,0 2,7 3,7 16,7 19,7 19,7 32,3 8,31 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 0,3 0,5 0,0 0,0 0,7 0,5 5,3 0,0 0,3 0,0 0,0 1,0 2,4 3,0 5,3 3,1 2,8 (D) 2,5 (D) 0,0 1,0 3,8 (D) 4,0 (D) 0,0 4,1 (D) 16,8 17,0 21,1 14,4 19,9 19,0 26,3 18,6 19,9 21,0 15,8 14,4 32,2 32,0 21,1 41,2 (d) 8,33 8,34 7,83 8,55 La capacidad personal autopercibida para controlar los potenciales riesgos de consumir habitualmente u ocasionalmente psicoestimulantes no está condicionada por los valores sociales de los sujetos, a tenor de los resultados recogidos en las Tablas 10.48 y 10.49. Tabla 10.48. Capacidad personal para controlar riesgos potenciales de consumir habitualmente psicoestimulantes, según el tipo de valores sociales finalistas (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PERCIBIDA PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 300 casos 44,7 11,3 7,0 6,3 9,7 2,3 0,7 1,3 1,0 9,3 6,3 3,14 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 44,4 (d) 44,0 (d) 26,3 46,4 (d) 11,5 11,0 15,8 14,4 7,3 6,5 10,5 4,1 6,3 7,0 5,3 8,2 9,8 10,5 10,5 9,3 2,1 2,5 5,3 3,1 0,7 0,5 0,0 0,0 1,0 (d) 0,5 0,0 1,0 1,0 (d) 1,0 0,0 2,1 9,4 9,5 15,8 8,2 6,3 7,0 10,5 3,1 3,13 3,15 3,94 3,04 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 125 Tabla 10.49. Capacidad personal para controlar riesgos potenciales de consumir ocasionalmente psicoestimulantes, según el tipo de valores sociales finalistas (% y medias). CAPACIDAD PERSONAL PERCIBIDA PARA CONTROLAR RIESGOS (1) Totalmente incapaz (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) Totalmente capaz Ns/Nc MEDIA TOTAL (A) 300 casos 28,3 8,7 10,0 11,3 13,0 3,3 3,3 3,0 3,0 10,3 5,7 4,07 IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos 28,0 (D) 26,5 (D) 5,3 26,8 (D) 8,7 9,0 26,3 (cb) 15,5 (b) 10,5 10,0 21,1 7,2 11,2 11,5 10,5 13,4 12,9 12,5 10,5 16,5 3,1 (D) 3,5 (D) 0,0 3,1 (d) 3,1 4,0 5,3 2,1 3,1 (ED) 4,0 (ED) 0,0 0,0 3,1 (D) 3,0 (D) 0,0 3,1 (d) 10,5 10,0 10,5 8,2 5,6 6,0 10,5 4,1 4,09 4,16 4,00 3,74 Finalmente, señalar que los encuestados que se identifican con valores de tipo altruista registran unas actitudes menos favorables al consumo de psicoestimulantes en contextos lúdicos que el resto de encuestados (Tabla 10.50). Tabla 10.50. Actitudes hacia el consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos, según el tipo de valores sociales finalistas (% y medias). ACTITUDES ANTE EL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES EN CONTEXTOS RECREATIVOS TOTAL (A) 300 casos IDENTIFICACIÓN CON VALORES SOCIALES: Hedonistas/ Familistas (B) Normativos (C) Altruistas (E) Presentistas (D) 286 casos 200 casos 97 casos 19 casos ES NORMAL QUE LOS JÓVENES CONSUMAN PSICOESTIMULANTES CUANDO SALEN DE FIESTA Total desacuerdo/En desacuerdo 69,3 69,6 70,5 57,9 73,2 Intermedia 17,0 17,1 18,0 15,8 17,5 De acuerdo/Total acuerdo 13,7 13,3 11,5 26,3 9,3 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA NO TIENE PORQUE SER PELIGROSO Total desacuerdo/En desacuerdo 88 88,1 87,0 78,9 91,8 Intermedia 8,7 9,1 10,5 10,5 7,2 De acuerdo/Total acuerdo 3,3 2,8 2,5 10,5 1,0 MERECE LA PENA EXPERIMENTAR CON LA COCAÍNA Y LAS DROGAS DE SÍNTESIS Y ASUMIR SUS RIESGOS Total desacuerdo/En desacuerdo 88,7 89,2 89,0 84,2 93,8 Intermedia 5,3 5,2 4,5 5,3 2,1 De acuerdo/Total acuerdo 5,3 4,9 6,0 10,5 3,1 PROBAR ESTAS SUSTANCIAS ES ESENCIAL PARA CONOCER SUS RIESGOS Y BENEFICIOS Y DECIDIR SOBRE SU CONSUMO Total desacuerdo/En desacuerdo 79,7 80,1 82,0 68,4 84,5 Intermedia 13,7 13,3 11,5 21,1 9,3 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 6,3 6,5 10,5 6,2 CONSUMIR PSICOESTIMULANTES DE MODO OCASIONAL APORTA MAS BENEFICIOS QUE PROBLEMAS Total desacuerdo/En desacuerdo 90,3 90,2 90,0 84,2 92,8 Intermedia 3,0 2,8 (D) 3,0 (D) 0,0 1,0 De acuerdo/Total acuerdo 6,3 6,6 6,5 15,8 6,2 SI SALES DE FIESTA POR LA NOCHE ES CASI IMPOSIBLE ABSTENERSE DE CONSUMIR COCAÍNA Total desacuerdo/En desacuerdo 91,7 91,3 91,5 89,5 94,8 Intermedia 5,7 5,9 5,0 5,3 4,1 De acuerdo/Total acuerdo 2,7 2,8 3,5 5,3 1,0 EL OCIO JUVENIL ESTÁ ORGANIZADO DE MODO QUE NO HAY ALTERNATIVA CONSUMO PSICOESTIMULANTES/DROGAS Total desacuerdo/En desacuerdo 83,7 83,6 82 89,5 85,6 Intermedia 8,7 8,7 10,5 5,3 6,2 De acuerdo/Total acuerdo 7,3 7,3 7 5,3 8,2 PUNTUACION MEDIA ESCALA 11,60 11,56 (E) 11,58 (E) 13,42 (E) 10,54 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 126 11. TIPOLOGÍAS JUVENILES EN BASE A LAS ACTITUDES ANTE LOS PSICOESTIMULANTES Una vez conocidas las actitudes generales de los jóvenes riojanos ante los psicoestimulantes y los riesgos y beneficios asociados a su consumo, interesa clasificar a los jóvenes en categorías o subgrupos en función de los diferentes matices con que se posicionan frente a estas sustancias. Para ello se ha recurrido el análisis de cluster, también denominado de grupos, conglomerados o tipologías. Esta técnica de análisis multivariable (LUQUE, T. 2000) permite formar grupos compuestos por elementos lo más parecidos posibles entre si (homogéneos internamente) y a la vez lo más diferentes que sea posible entre grupos (heterogéneos entre ellos), mutuamente exclusivos (no comparten ningún elemento) y colectivamente exhaustivos (comprenden al conjunto de sujetos que forman la muestra). Para la elaboración del cluster se han tomado como referencia las variables descriptivas de la imagen de la cocaína y sus consumidores (Pregunta 8 del cuestionario), de la imagen del éxtasis y otras drogas de síntesis y sus consumidores (P. 9), de la Subescala de actitudes generales ante los psicoestimulantes (P.10), la percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes (P.14), la ponderación del riesgo de meterse una raya de cocaína o tomar otros psicoestimulantes los fines de semana (P.15) y las actitudes ante el consumo de drogas en contexto recreativos (P.20). En base a las puntuaciones asignadas por los encuestados a estas variables es posible diferenciar cuatro cluster o grupos de actitudes ante los psicoestimulantes entre los jóvenes riojanos. En cada uno de los cuales destacan en positivo (puntuaciones por encima de los valores de referencia) o en negativo (puntuaciones por debajo de los valores de referencia) distintas agrupaciones de posicionamientos ante esta sustancias y su consumo (Tabla 11.1). 127 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes Tabla 11.1. Análisis de cluster de las actitudes de los jóvenes riojanos ante los psicoestimulantes. VARIABLES CLUSTER 1 CLUSTER 2 IMAGEN DE LA COCAÍNA Y SUS CONSUMIDORES P.8.1. La cocaína es la reina de las drogas 1,23 0,82 P.8.2. Es una droga que nadie puede controlar - 0,18 - 0,70 P.8.3. La consume la gente que tiene éxito 0,44 - 0,23 P.8.4. Los consumidores no merecen confianza 0,12 - 0,39 P.8.5. Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde 0,25 7,67 P.8.6. Consumidores presentan secuelas físicas/mentales - 0,66 - 1,66 P.8.7. Su consumo aporta prestigio social 0,06 - 0,13 P.8.8. Consumirla puede destrozarte la vida - 0,38 - 2,70 P.8.9. La consume gente que sabe estar a la altura 0,25 3,80 P.8.10. Quien la consume produce un fuerte rechazo - 0,36 - 0,58 IMAGEN DEL ÉXTASIS/D. SÍNTESIS Y SUS CONSUMIDORES P.9.1. Potencia sensaciones, abre los sentidos 0,63 2,44 P.9.2. La consumen adolescentes sin acceso a cocaína 0,40 0,98 P.9.3. Fortalece la amistad - 0,06 8,60 P.9.4. Consumidores son inmaduros, descerebrados - 0,40 - 1,03 P.9.5. No producen dependencia, son manejables 0,01 3,15 P.9.6. La consumen "bakaladeros" 0,88 - 0,42 P.9.7. Ayuda a desinhibirse, a relacionarse y ligar 0,79 - 0,31 P.9.8. Producen importantes daños psicológicos - 0,85 - 1,76 P.9.9. Su consumo menos peligroso que la cocaína 0,17 3,15 P.9.10. No sabes que consumes, efectos imprevisibles - 0.81 - 1,56 SUBESCALA ACTITUDES GENERALES ANTE PSICOESTIMULANTES P.10.1. Agradable meterte raya coca de vez en cuando 1,10 3,42 P.10.2. Debe controlarse más el consumo de cocaína y 0,74 3,70 éxtasis en lugares de marcha P.10.3. Tomar cocaína/éxtasis ayuda a resultar más 0,86 4,55 interesante y atractivo/a a los demás P.10.4. La gente que consume cocaína o éxtasis no sabe 0,51 1,52 de verdad los riesgos que asume P.10.5. Tomar coca /éxtasis ayuda a disfrutar de verdad 1,34 3,56 de la fiesta RIESGO PERCIBIDO CONSUMO PSICOESTIMULANTES P.14.1. Anfetaminas ocasionalmente - 0,46 - 0,86 P.14.2. Anfetaminas regularmente - 0,19 - 5,53 P.14.3. Cocaína ocasionalmente - 0,69 - 1,48 P.14.4. Cocaína regularmente - 0,34 - 499 P.14.5. Éxtasis ocasionalmente - 0,53 - 1,68 P.14.6. Éxtasis regularmente - 0,58 - 5,63 P.14.7. Speed ocasionalmente - 0,90 - 2,06 P.14.8. Speed regularmente - 0,71 - 5,54 P.15. Ponderación riesgo meterse raya cocaína o tomar - 0,73 - 3,61 otro psicoestimulante fines de semana) ACTITUDES CONSUMO PSCIOESTIMULAMNTES CONTEXTOS RECREATIVOS P.20.1. Es normal que jóvenes consuman 0,81 1,77 psicoestimulantes cuando salen de fiesta P.20.2. Consumir psicoestimulantes los fines de semana 0,77 3,55 no tiene porque ser peligroso P.20.3. Merece pena experimentar cocaína y D. Síntesis 1,42 4,11 P.20.4. Probar psicoest. es esencial para conocer sus 1,31 3,28 riesgos/beneficios y decidir sobre su consumo P.20.5. Consumir psicoestimulantes ocasionalmente 1,00 3,21 aporta mas beneficios que problemas P.20.6. Si sales de fiesta por la noche es casi imposible 1,12 3,45 abstenerse de consumir cocaína P.20.7. El ocio esta organizado de modo que no hay 1,09 1,89 alternativa consumo psicoestimulantes/drogas CLUSTER 3 CLUSTER 4 - 0,18 - 0,02 - 0,08 - 0,15 - 0,07 0,06 0,06 - 0,03 - 0,07 0,05 - 0,22 0,08 - 0,06 0,11 - 0,13 0,18 - 0,07 0,18 - 0,07 0,07 - 0,13 0,12 - 0,06 - 0,16 - 0,10 - 0,04 - 0,03 0,04 0,06 0,14 - 0,11 - 0,25 - 0,06 0,29 0,05 - 0,23 - 0,21 0,25 - 0,15 0,14 - 0,07 - 0,33 - 0,01 - 0,27 0,01 - 0,35 - 0,02 0,16 - 0,14 - 0,34 - 0,48 - 0,07 - 0,34 - 0,004 - 0,43 0.07 - 0,40 0,04 0,60 0,21 0,55 0,18 0,59 0,20 0,68 0,27 - 0,38 0,64 0,18 - 0,45 0,36 - 0,62 0,04 - 0,54 0,15 - 0,59 0,05 - 0,40 - 0,04 - 0,36 - 0,04 - 0,32 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 128 Los distintos grupos o tipos de actitudes juveniles ante los psicoestimulantes se presentan con una denominación sintética en la Tabla 11.2. Tabla 11.2. Descripción de los distintos grupos o cluster en base a las actitudes de los jóvenes hacia los psicoestimulantes. CLUSTER 1: 41 CASOS (13,7% de los jóvenes) “EXPERIMENTADORES” Actitud proclive a experimentar con los psicoestimulantes. Actitud favorable hacia los psicoestimulantes y su consumo en contextos recreativos. CLUSTER 2: 2 CASOS (0,7% de los jóvenes) “FASCINADOS” Imagen positiva de los psicoestimulantes. Muy bajo riesgo asociado al consumo habitual de psicoestimulantes. Proclives a la experimentación con las sustancias. Actitud favorable hacia los psicoestimulantes y su consumo en contextos recreativos. CLUSTER 3: 124 CASOS (41,3% de los jóvenes) “MINIMIZADORES DEL RIESGO” Bajo riesgo asociado al consumo ocasional de psicoestimulantes. Actitud en cierto modo proclive al consumo en contextos lúdicos. No tienen una imagen particularmente positiva de las sustancias. CLUSTER 4: 133 CASOS (44,3% de los jóvenes) “SENSIBILIZADOS Y HOSTILES” Alto riesgo asociado al consumo ocasional de psicoestimulantes. Actitud nada proclive a la experimentación con estas sustancias. Con una actitud poco favorable al consumo de psicoestimulantes en contextos lúdicos. No tienen una imagen particularmente positiva de las sustancias. Los cuatro cluster señalados resumen las distintas actitudes de los jóvenes riojanos hacia los psicoestimulantes, articuladas en torno a la imagen de las sustancias, la actitud general hacia los psicoestimulantes, el riesgo asociado/atribuido al consumo de estas sustancias y su actitud respecto a su uso en entornos lúdicos. Hay pues cuatro posicionamientos básicos respecto a los psicoestimulantes: a) El cluster nº 1 recoge la posición de los jóvenes proclives a la experimentación, que se compatibiliza con una actitud favorable al consumo de psicoestimulantes en contexto lúdicos. Lo que caracteriza a este grupo respecto de aquellos otros con los que comparte alguno rasgo (cluster nº 3) es que no tienen en cuenta el riesgo asociado al consumo. Este cluster, con un peso relativo dentro del universo juvenil, integraría a los jóvenes con una clara disposición a la experimentación con estas sustancias, soportada en una visión estereotipada de las mismas que las atribuye un papel relevante en los espacios recreativos. b) El cluster nº 2 resume la posición, claramente minoritaria, de los jóvenes que tienen una imagen positiva de los psicoestimulantes, que compatibilizan con una bajísimo riesgo asociado, tanto a su consumo regular como ocasional, una actitud proclive a la experimentación y, en general, a su consumo en contextos recreativos. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 129 c) El tercer cluster, con un importante peso en cuanto al número de jóvenes que aglutina, refleja la posición de aquellos sujetos con un bajo nivel de riesgo asociado al consumo ocasional de psicoestimulantes, acompañada de una actitud relativamente proclive a su consumo y de una imagen no positiva de estas sustancias. d) El cuarto cluster, mayoritario, aglutina a los jóvenes con un alto nivel de riesgo asociado/atribuido al consumo ocasional de psicoestimulantes y con actitudes poco proclives a la experimentación con estas sustancias y al consumo de las mismas en contextos lúdicos o recreativos, acompasada de una negativa imagen de las mismas. La secuencia de estos grupos, en función de la presencia de unas actitudes de más a menos proclives hacia los psicoestimulantes, sería la siguiente: En uno de los extremos se situarían los componentes de cluster nº 2, fascinados por estas sustancias (y consumidores de las mismas), que realizan atribuciones positivas sobre la cocaína o las drogas de síntesis, atribuyen un bajo riesgo a su consumo regular y se muestran favorables a que los jóvenes experimenten con las mismas y las consuman en los espacios de ocio. En el siguiente eslabón se situarían los integrantes del cluster nº 1 (“experimentadores”), que mantienen una actitud favorable a que los jóvenes puedan experimentar con los psicoestimulantes (de hecho, algo menos de la mitad de sus componentes han probado la cocaína) y consumirlos en espacios de ocio. Esta actitud se acompasa con una evaluación de los riesgos/beneficios atribuidos al consumo en la que destacan ligeramente los beneficios sobre los riesgos. A continuación se situarían los componentes del cluster nº 3 (“minimizadores del riesgo”), un grupo caracterizado por su bajo nivel de riesgo atribuido al consumo ocasional de psicoestimulantes y una cierta actitud favorable a su consumo en contextos lúdicos, ello a pesar de que no tienen una imagen positiva de las sustancias. Este grupo, donde la presencia de sujetos que han probado psicoestimulantes es muy reducida, ocupa una posición intermedia en las actitudes juveniles. Los jóvenes integrantes del cluster compatibilizan la imagen negativa de las sustancias y la percepción de que su consumo ocasional no genera excesivos riesgos (atribuyen connotaciones negativas a los psicoestimulantes, pero no creen que su uso ocasional sea excesivamente problemático), pese a lo cual responden de forma claramente mayoritaria no consumiendo estas sustancias. En el otro extremo se sitúan los miembros del cluster nº 4 (“sensibilizados y hostiles”), que atribuyen un alto riesgo al consumo de psicoestimulantes, tanto de forma ocasional como regular, y que mantienen una actitud nada favorable a la experimentación con estas sustancias y a su uso en contextos recreativos, coherente con la imagen negativa que tienen de las mismas. El peso de los distintos cluster se recoge en la Figura 11.1. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 130 Figura 11.1. Actitudes básicas de los jóvenes hacia los psicoestimulantes. CLUSTER 2: FASCINADOS (0,7%) CLUSTER 1: EXPERIMENTADORES (13,7%) CLUSTER 3: MINIMIZADORES DEL RIESGO (41,7%) CLUSTER 4: SENSIBILIZADOS Y HOSTILES (44,7%) Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 131 12. CONCLUSIONES RELATIVAS A LA FORMA DE AFRONTAR LOS RIESGOS EN LA VIDA 1ª) Los jóvenes muestran una ligera disposición a asumir riesgos en la vida (51,45 puntos de media en una escala de 10 a 100), más marcada entre los varones y los jóvenes de menos edad. Sin embargo, si se polarizan las posiciones, se constata que el porcentaje de jóvenes con actitudes abiertamente favorables a la asunción de riesgos en la vida (15,4%) es claramente inferior al de quienes se declaran no favorables (29,1%). Este dato pone en cuestión es estereotipo dominante sobre los jóvenes, que les presenta como proclives a la aventura, la trasgresión y la asunción de riesgos, que no sería aplicable a los jóvenes universitarios riojanos. 2ª) Entre los jóvenes son mayoritarias las actitudes reflexivas como forma habitual de afrontar las situaciones de la vida cotidiana que puedan suponer riesgos, como lo acredita el hecho de que el 47,3% de los encuestados señale que suele reflexionar mucho antes de tomar decisiones que entrañen riesgos, frente al 2,0% que no suele pensar en los posibles riesgos o peligros de las cosas que hace. Este modo de afrontar los riesgos contradice algunos rasgos, como la impulsividad o la irracionalidad, con los que en ocasiones se pretende caracterizar el comportamiento juvenil. 3ª) La identificación de los jóvenes encuestados con valores asociados a sensaciones, tales como la exposición a experiencias y sensaciones nuevas y excitantes aunque pudieran resultar peligrosas o implicar riesgos, es sensiblemente más reducida (23,0%) que la de quienes no se identifican con este tipo de valores (37,5%). RELATIVAS AL CONOCIMIENTO DE LOS PSICOESTIMULANTES 4ª) El nivel de conocimiento auto percibido sobre los efectos y daños de los psicoestimulantes varía según el tipo de sustancia, situándose los porcentajes de quienes se consideran suficiente o perfectamente informados en el 67,9%, 49,3% y 48,0% para la cocaína, el speed y el éxtasis, respectivamente. 5ª) La imagen que los jóvenes tienen de los psicoestimulantes es claramente negativa. Los términos con los que espontáneamente asocian los principales psicoestimulantes, atendiendo a la mayor frecuencia de las menciones, son los siguientes: Cocaína: droga, adicción, peligro, problemas, muerte, dependencia y dinero. Éxtasis: droga, peligro, locura y adicción. Speed: droga, peligro, adicción y problemas. 6ª) Los jóvenes tienen una imagen de los psicoestimulantes, en general, bastante alejada de los tópicos y estereotipos que frecuentemente rodean a estas sustancias: En la imagen que los jóvenes riojanos tienen de la cocaína destacan dos elementos básicos: a) su peligrosidad (el 88% considera que consumirla puede destrozar tu vida) y b) la imposibilidad de controlar su consumo (33% de menciones). Por su parte, de la imagen de los consumidores de cocaína destacan aspectos como el las importantes secuelas físicas y mentales que presentan los mismos (73,3%) y el rechazo (25,3%) y la desconfianza (13,0%) que les generan. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 132 La imagen del éxtasis y las drogas de síntesis está caracterizada mayoritariamente por los daños psicológicos que provocan (75,7% de menciones) y lo imprevisible de sus efectos (71,0%). Una minoría destaca su papel como potenciador de emociones (14,3%) y desinhibidor (9,0%). El principal rasgo que los encuestados destacan de los consumidores de drogas de síntesis es su inmadurez (51,7% de menciones). La imagen de todos los psicoestimulantes es significativamente más negativa entre las mujeres. ACTITUDES ANTE LAS DROGAS ILÍCITAS Y LOS PSICOESTIMULANTES 7ª) Las actitudes generales de los jóvenes hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes son, en general poco favorables, obteniendo una puntuación de 35,23 puntos en una escala de 18 a 90 puntos. Esta actitud es algo más favorable en el caso de los varones y los jóvenes de más edad. Si se agrupan las distintas actitudes se constata que el 87,9% mantiene actitudes poco favorables hacia estas sustancias, el 9,9% una actitud intermedia y sólo el 2,1% actitudes favorables. 8ª) Las actitudes hacia los consumos de psicoestimulantes en contextos recreativos son algo más favorables, si bien sólo un 1,7% de encuestados considera normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta (un porcentaje similar al de aquellos que reconocen mantener este patrón de consumo). Los varones y los jóvenes de más edad mantienen actitudes más favorables al consumo de psicoestimulantes en espacios de ocio. RIESGOS Y BENEFICIOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE PICOESTIMULANTES 9ª) Existe entre los encuestados una actitud mayoritaria poco proclive a la asunción de riesgos relacionados con las drogas, en especial entre las mujeres y los jóvenes de menor edad. En una escala de 10 a 100 puntos estas actitudes obtienen una puntuación promedio de 27,57 puntos. El porcentaje de jóvenes que se declaran poco favorables a asumir riesgos relacionados con el consumo de drogas (87,3%) es abrumadoramente superior al de quienes mantienen posiciones intermedias (10,3%) o favorables (2,4%). 10ª) Entre los problemas que los jóvenes atribuyen al consumo ocasional de cocaína destacan los familiares (61,7%), de adicción (60,3%), de salud (51,7%), los accidentes (36,3%) y las broncas y peleas (36,0%). En el caso del éxtasis o el speed son los problemas de salud (53,0%) y de adicción (51,3%) los que reciben un mayor número de menciones. 11ª) A pesar de las actitudes poco favorables existentes entre los jóvenes hacia el consumo de cocaína, y de la imagen negativa que tiene esta sustancia, el 59,7% atribuye a su consumo ciertos beneficios, tales como su capacidad para prolongar el tiempo de marcha (34,0%) y para animarse o estimularse (23,3%). El 62,0% de los encuestados atribuye algún beneficio al consumo de éxtasis o speed, en su mayor parte relacionados con su acción estimulante (aguantar más de marcha, animarse/estimularse, tener más energía, divertirse más, etc.). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 133 PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO AL CONSUMO DE PSICOESTIMULANTES 12ª) Los niveles de riesgo asociados al consumo de psicoestimulantes son muy elevados, obteniendo una puntuación media de 28,23 puntos en una escala de 8 a 32 puntos. Los altos niveles de riesgo se mantienen para los consumos habituales y ocasionales de todos los psicoestimulantes. El consumo ocasional de éxtasis registra niveles de riesgo superiores a los de otros psicoestimulantes. 13ª) En una escala de 1 a 10 la ponderación del riesgo que los jóvenes atribuyen al hecho de meterse una raya de cocaína o tomar otro psicoestimulante los fines de semana alcanza los 8,31 puntos, más elevada aún en el caso de las mujeres. 14ª) Los factores o elementos que los jóvenes más ponderan para establecer el riesgo que supone consumir psicoestimulantes u otras drogas son, básicamente, los efectos del consumo a nivel psicológico o mental (52,7%) y el potencial adictivo de las sustancias (20,7%), teniendo los problemas académicos o laborales un papel secundario en este proceso. Dada la relevancia que los jóvenes atribuyen a los daños psicológicos y al riesgo de adicción, las estrategias dirigidas a prevenir el uso de estas sustancias entre los jóvenes deberían reforzar la percepción de estos riesgos. ELEMENTOS QUE HACEN INAMOVIBLE LA DECISIÓN DE NO CONSUMIR PSICOESTIMULANTES 15ª) La gravedad de los riesgos que entraña su consumo y el temor a no ser capaz de controlar el mismo son los dos factores que más determinan la decisión, inamovible, de los jóvenes, de no consumir psicoestimulantes. 16ª) La investigación pone de relieve la existencia de una baja confianza personal autopercibida de la capacidad que los jóvenes tienen para controlar los daños que pudieran derivarse, tanto del consumo habitual como ocasional, de psicoestimulantes, significativamente más educida entre las mujeres. En una escala de 1 a 10, la capacidad de control de los daños asociados al consumo habitual alcanza una puntuación media de 3,14 puntos (el 44,7% se declara totalmente incapaz de controlar los daños frente al 9,3% que se declara totalmente capaz). 17ª) Aunque la capacidad de control de los daños asociados al consumo ocasional de psicoestimulantes es algo más elevada (4,07 puntos en la escala de 1 al 10), el porcentaje de quienes se consideran totalmente incapaces de hacerlo (28,2%) supera ampliamente al de quienes se declaran totalmente capaces de su control (10,3%). PREVALENCIA DE LOS CONSUMOS DE PSICOESTIMULANTES 18ª) El 11,0% de los jóvenes encuestados ha consumido alguna vez en su vida cocaína, éxtasis o speed. Los niveles de experimentación son más elevados para el speed (9,7%) y la cocaína (9,3%), frente al 4,3% para el éxtasis. Sin embargo, las prevalencias de uso de estas sustancias en los últimos 30 días se reducen de forma drástica, hasta situarse en el 2,3%, 1,7% y 1,3%, respectivamente, para el speed, cocaína y éxtasis. 19ª) El número de consumidores habituales de psicoestimulantes es bastante reducido. En el caso de la cocaína, el porcentaje de quienes la consumen con una frecuencia de 1 o más veces en semana alcanza el 1,0% (el 10,7% de quienes la han probado). Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 134 20ª) La curiosidad (69,7%) y la diversión (42,4%) son las razones básicas esgrimidas para iniciarse al consumo de psicoestimulantes entre quienes han consumido alguna vez. Por su parte, los motivos para seguir consumiendo se relacionan fundamentalmente con la fiesta y la diversión (el placer o la diversión, evitar el cansancio y poder seguir de marcha, disfrutar el momento, contrarrestar el efecto del alcohol, etc.), aunque dejan traslucirse motivos relacionados con la inercia (por rutina o porque es lo que hay cuando sales de marcha). 21ª) La reiteración del consumo de psicoestimulantes resulta compatible con la presencia de problemas asociados al consumo. De hecho, el 69,7% de quienes consumieron estas sustancias en más de una ocasión afirman haber tenido alguna vez problemas derivados del consumo, principalmente dificultades para dormir, paranoias, irritabilidad, fatiga, detenciones y problemas económicos. 22ª) Entre las razones para no consumir psicoestimulantes que destacan quienes no les han probado se incluyen los perjuicios en la salud física y mental (53,9%), porque no precisan consumirlos (42,3%), por convicciones morales (34,8%) y porque provocan problemas personales, familiares, académicos o laborales (30,3%). 23ª) La percepción que los jóvenes tienen de los consumos de psicoestimulantes que realizan sus amigos/as se ajusta bastante a las prevalencias de uso registradas. Sin embargo, perciben en sus amigos actitudes algo más favorables que las que se atribuyen a si mismos: el 61,7% señala que la mayoría rechaza el consumo de estas sustancias, mientras que el 20,0% afirma que dejan que cada uno/a consuma los que quiera, lo que no implica una censura directa del consumo. VALORES SOCIALES 24ª) Los jóvenes universitarios son en cuestión de valores claramente normativos, identificándose con los mismos valores que los adultos establecen como socialmente deseables. Tener buenas relaciones con la familia, cuidar la salud, conseguir un adecuado nivel de formación cultural y profesional y esforzarse para lograr cosas en el futuro son los valores con los que mayoritariamente se identifican. 25ª) El análisis de los valores sociales dominantes entre los jóvenes pone de manifiesto que la imagen que de este colectivo presenta la publicidad y numerosos medios de comunicación, que les muestra como hedonistas, presentistas, desimplicados socialmente y sólo interesados en la fiesta y la diversión no se ajusta en absoluto a la realidad de los universitarios riojanos. RELACIÓN ENTRE LAS ACTITUDES VITALES ANTE EL RIESGO Y LAS ACTITUDES ANTE LAS DROGAS Y LOS HÁBITOS DE CONSUMO 26ª) Se constata la existencia de una correlación positiva intensa entre las actitudes vitales ante el riesgo y las actitudes hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes y los beneficios atribuidos al consumo de drogas. Así pues, los encuestados con una actitud favorable a la asunción de riesgos en la vida mantienen actitudes más favorables hacia los psicoestimulantes y las drogas ilícitas, una posición más favorable al consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos y atribuyen más beneficios al consumo de estas sustancias. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 135 27ª) Existe una correlación negativa entre las actitudes ante la asunción de riesgos en la vida y el riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes. Los jóvenes con una actitud más favorable a la asunción de riesgos tienen una menor percepción del riesgo que comporta el consumo de psicoestimulantes, tanto de forma ocasional como habitual, y asignan puntuaciones más bajas al riesgo que supone meterse una raya de cocaína o consumir psicoestimulantes los fines de semana. 28ª) Las prevalencias de los consumos de cocaína, éxtasis o speed para los indicadores consumo alguna vez en la vida, últimos 12 meses y últimos 30 días son significativamente superiores entre los jóvenes con actitudes favorables a la asunción de riesgos en la vida, como también lo es la frecuencia de los consumos realizados en los últimos 30 días. RELACIÓN ENTRE LA EXPERIMENTACIÓN CON LOS PSICOESTIMULANTES, LAS ACTITUDES HACIA ESTAS SUSTANCIAS Y LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO A SU CONSUMO 29ª) Los resultados obtenidos en el presente estudio confirman los hallazgos de otras investigaciones, que apuntan como la experimentación con las sustancias modula de manera importante las actitudes hacia las mismas y la evaluación de los riesgos que se atribuyen a su consumo. En este sentido, indicar que quienes han probado alguna vez psicoestimulantes tienen una imagen más positiva de la cocaína, del éxtasis u otras drogas de síntesis y de sus consumidores. 30ª) Los jóvenes que han experimentado con psicoestimulantes mantienen actitudes más favorables hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes. Asimismo, se muestran más proclives a la asunción de los riesgos asociados a su consumo. 31ª) Las experiencias de consumo condicionan el tipo de problemas que los encuestados atribuyen al consumo ocasional en los fines de semana de psicoestimulantes. En el caso de la cocaína, mientras que los no experimentadores destacan el riesgo de adicción, los experimentadores señalan el malestar existente al día siguiente. 32ª) La percepción del riesgo asociado al consumo ocasional de psicoestimulantes es significativamente más reducida entre los jóvenes que han probado estas sustancias. No existen por el contrario diferencias en el nivel de riesgo asociado al consumo habitual, muy elevado tanto entre quienes experimentaron con psicoestimulantes como quienes no lo hicieron. 33ª) La experimentación con las sustancias no introduce diferencias significativas en la capacidad autopercibida para controlar los riesgos potenciales del consumo habitual de psicoestimulantes (muy baja en experimentadores y no experimentadores). Por el contrario, los experimentadote se atribuyen una mayor capacidad para el control de los riesgos derivados del consumo ocasional de psicoestimulantes. 34ª) Es importante destacar que las actitudes favorables hacia los psicoestimulantes y los niveles de riesgo más reducidos asociados a su consumo ocasional se concentran, básicamente, entre los jóvenes que han tenido contacto con estas sustancias, con un peso abrumadoramente minoritario dentro del universo juvenil. Pero el hecho de que los jóvenes que han consumido psicoestimulantes modulen sus percepciones y actitudes para evitar disonancias respecto a su comportamiento, no supone que no 136 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes sean conscientes de los problema y riesgo que implica su consumo, incluso con un patrón ocasional, como lo evidencia el hecho de que aproximadamente el 40% de quienes han probado psicoestimulantes señalen entre los problemas asociados a su consumo ocasional el riesgo de convertirse en un adicto. HÁBITOS DE CONSUMO Y ACTITUDES DE LOS AMIGOS HACIA LOS PSICOESTIMULANTES Y ACTITUDES HACIA LAS SUSTANCIAS Y RIESGO ASOCIADO A SU CONSUMO 35ª) Los hábitos de consumo de psicoestimulantes por parte de los amigos/as no tienen una influencia clara sobre la imagen de las sustancias y de sus consumidores, ni en la naturaleza de los problemas atribuidos al consumo ocasional o habitual de estas sustancias. Por el contrario, si lo hacen sobre las actitudes generales hacia las drogas y los psicoestimulantes, hacia el consumo de estos últimos en contextos recreativos y la asunción de riesgos asociados a su consumo, más favorables entre aquellos jóvenes que señalan que todos o la mayoría de sus amigos consumen de forma habitual estas sustancias. 36ª) Los hábitos de consumo de los amigos condicionan la percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes, así como la capacidad autopercibida para controlar los potenciales riesgos de su consumo ocasional, significativamente más altas entre quienes señalan que ninguno o sólo alguno de sus amigos los consumen habitualmente. 37ª) Se confirma que las actitudes de los amigos hacia los psicoestimulantes condicionan de forma importante las percepciones y actitudes personales hacia las sustancias. Las actitudes de los amigos favorables al consumo se correlacionan positivamente con: a) una imagen más positiva de la cocaína, el éxtasis y otras drogas de síntesis y de sus consumidores, b) una actitud general más favorable hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes, c) una actitud más favorable hacia el consumo recreativo de psicoestimulantes en contextos recreativos, d) una posición más favorable a la asunción de riesgos asociados al consumo de drogas y e) una mayor capacidad autopercibida para controlar los riesgos potenciales del consumo ocasional de psicoestimulantes. 38ª) La percepción del riesgo asociado al consumo de psicoestimulantes es muy superior entre los encuestados cuyos amigos mantienen actitudes de rechazo hacia estas drogas. VALORES SOCIALES, ACTITUDES ANTE EL RIESGO VITAL, ACTITUDES PSICOESTIMULANTES Y PERCEPCIÓN DEL RIESGO ASOCIADO A SU CONSUMO HACIA LOS 39ª) Los jóvenes que se identifican con valores de tipo hedonista o presentistas muestran una disposición más favorable a la asunción de riesgos en la vida, una actitud más favorable hacia las drogas ilícitas y los psicoestimulantes, una posición más favorable a la asunción de riesgos relacionados con el consumo de drogas y una actitud más favorable al consumo de psicoestimulantes en contextos recreativos. 40ª) Los valores sociales no condicionan de manera relevante la imagen de los psicoestimulantes, en el tipo de problemas atribuidos al consumo ocasional de estas sustancias ni la percepción del riesgo asociado al consumo. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 137 13. BIBLIOGRAFÍA ARÓSTEGUI, E. et al (2007). Las atribuciones simbólicas de la cocaína en la población joven consumidora. Vitoria: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. BACHMAN, JG. et al (1988). Explaining the recent decline in merijuana use: Differentiating the effects of perceived risk, disapproval, and general lifestyle factors. Journal of Health and Social Sciences 29, 92-112. BECK, U. (1999). La sociedad del riesgo global. Madrid: Siglo XXI de España Editores. BECOÑA, E. (2007). Bases psicológicas de la prevención del consumo de drogas. Papeles del Psicólogo Vol. 28 (1), 11-2. BECOÑA, E. OBLITAS, L. (2006). Promoción de estilos de vida saludables. En L.A. Oblitas (Ed.), Psicología de la salud y calidad de vida (2ª ed., pp. 83-109). México: Thomson. BEHAR, J. (1998). Dimensión social de la pubertad. En: T. Ibáñez (compilador). Ideologías de la vida cotidiana, pp: 205-245. Barcelona: Sendai. BERGER, P. LUCKMANN. T (1968). La construcción social de la realidad. Editorial Amorrortu, Buenos Aires. BRONFENBRENNER, U. (1987). La ecología del desarrollo humano. Barcelona: Paidós. CALAFAT, A. (2001a). Risk and control in the recreational drug culture. Sonar Projet. Palma de Mallorca: IREFREA. CALAFAT, A. et al (2001b). Vida social de la cocaína. Adiciones vol. 12, suplemento 2, 61111. Palma de Mallorca. CALAFAT, A. et al (2004). La diversión sin drogas. Utopía y realidad. Palma de Mallorca: IREFREA. CATALANO, RF. et al (1996). Modeling the etiology of adolescent substance use: A test of the social development model. Journal of Drug Issues 26 (2), 429-455. CIS (2009). Percepción de los principales problemas de España. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas. COMAS, D. (2002). La percepción social de los problemas. En: Sociedad y drogas: una perspectiva de 15 años. Madrid: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. COMUNIDAD DE MADRID (2003). Banco de Instrumentos para la evaluación de intervenciones preventivas (versión española del Evaluation Instruments Bank del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Agencia Antidroga. Comunidad de Madrid. DI GIACOMO, JP. (1987). Teoría y método de análisis de las representaciones sociales. En: D. Páez (editor). Pensamiento, individual y sociedad: cognición y representación social. Madrid: Fundamentos. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 138 DOUGLAS, M. (1996). La aceptabilidad de riesgo según las ciencias sociales. Barcelona: Paidós. ELZO, J. et al (2000). Las culturas de las drogas en los jóvenes: Ritos y fiestas. VitoriaGasteiz, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. GARNIER, H.E. STEIN, J.A. (2002). An 18-year model of famility and peer affects on adolescent drug use and delinquency. Journal of Youth and Adolescence 31, 45-56. GOMEZ, E. et al. (2006). Consumo de drogas, percepción y actuaciones de prevención entre la población adolescente y joven de la Ciudad de Madrid. Madrid: Instituto de Adicciones de Madrid Salud. LAESPADA, T. (2009). Consumir para ser normal. En: Libro de Ponencias del Congreso Hablemos de drogas. Familias y jóvenes, juntos por la prevención. Barcelona: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción, LUENGO, M.A. et al (1999). La prevención del consumo de drogas y la conducta antisocial en la escuela. Análisis y evaluación de un programa. Santiago, Universidad de Santiago de Compostela. LUHMANN, N. (1998). Sociología del riesgo. México: Universidad Iberoamericana. Triana ed. LUQUE, T. (2000). Análisis cluster. En: Técnicas de análisis de datos en investigación de mercado (Coordinador Teodoro Luque). Madrid: Ediciones Pirámides. MARTÍNEZ, O. y PALLARÉS, J. (2009). Entre rayas. La mirada adolescente hacia la cocaína. Lleida: Editorial Milenio. MEGÍAS, E. et al, (1999). La percepción social de los problemas de drogas en España. Madrid: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. Madrid. MEGÍAS, E. et al, (2001). La percepción social de los problemas de drogas en España (pp. 13). Madrid: Fundación de ayuda contra la drogadicción. MEGÍAS, E. et al, (2005). La percepción social de los problemas de drogas en España, 2004. Madrid. Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. MEGÍAS, E. et al, (2006). Jóvenes, valores y drogas. Madrid: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. MEGÍAS, I. (2008). Las drogas ilegales entre los jóvenes de Castilla-La Mancha: discursos desde los consumos de cannabis y cocaína. Fundación para la Investigación Sanitaria en Castilla-La Mancha. MORAL, M.V. (2007). Cambios en las representaciones sociales sobre las drogas y sus usuarios en la sociedad española. SMAD Revista Electrónica Salud Mental, Alcohol y Drogas vol. 3, num. 2, art. 3. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 139 MORAL, M. V. OVEJERO, A. (2005). Análisis diferencial por niveles de edad de las actitudes hacia el consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes españoles. Revista Interamericana de Psicología vol. 39, num. 3, 325-338. NAVARRETE, L. et al, (1999). Imagen y realidad del consumo de drogas de diseño entre los universitarios de Madrid y Galicia. Madrid. Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología. NAVARRETE, L. et al (2000). Condiciones de imitación y construcción de hábitos de consumo de drogas de diseño en el contexto escolar para jóvenes de 14 a 18 años. Estudio comparado Madrid-Galicia. Madrid. Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología. OED (2008). Observatorio Español sobre Drogas, Informe 2007. pp. 82. Madrid: Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. PARKER, H. ALDRIDGE, J. MEASHAM, F. (1998). Illegal Leisure: the normalisation of adolescent recreational drug use. London: Routledge. PARSONS, J. T. SIEGEL, A. W. COUSINS, J. H. (1997). Late adolescent risk taking: effects of Perceived Benefits and Perceived risks on behavioral interactions and behavioural change. Journal of adolescence 20, 381-392. PIDGEON, NF. et al (1992). Risk perception. En The Royal Society (eds). Risk: analisis, perception and management. Reporr of Royal Society Estudy Group. Londres: The Royal Society. PINAZO. S, et al, (2002). El consumo de inhalables y cannabis en la preadolescencia: análisis multivariado de factores predisponentes. Anales de psicología vol. 18, nº 1, 77-93 PONS, J. BERJANO, E. (1999). El consumo abusivo de alcohol en la adolescencia. Un modelo explicativo desde la psicología social. Madrid, Plan Nacional sobre Drogas. RODRIÍGUEZ, E. et al (2008). 'La lectura juvenil de los riesgos de las drogas: del estereotipo a la complejidad'. Madrid: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. REIFMAN, A. BARNES, G.M. DINTHEFF, B.A. FARRELL, M.P. UHTEG, L. (1998). Parental and peer influences on the onsert of heavier drinking among adolescents. Journal of Studies on Alcohol 59, 311-317. RODRÍGUEZ, E. BALLESTEROS, JC, MEGÍAS, I. RODRÍGUEZ, MA. (2008). La lectura juvenil de los riesgos de las drogas: del estereotipo a la complejidad. Madrid: Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. RODRÍGUEZ, E. MEGÍAS, I. NAVARRO, J. (2008). Jóvenes, tiempo libre y consumo de drogas. Modelos, vivencias y expectativas de los jóvenes de Castilla-La Mancha. Fundación para la Investigación Sanitaria en Castilla-La Mancha. ROMERO, E. (1996). La prevención de la conducta antisocial: Un análisis de las variables de personalidad. Tesis Doctoral, Universidad de Santiago de Compostela. Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 140 SÁNCHEZ, L. (2003). Políticas reguladoras de la accesibilidad, disponibilidad y promoción de bebidas alcohólicas y tabaco. Boletín Idea- Prevención 27, 88-101. SÁNCHEZ, L. (2007). Estudio sobre los hábitos de consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos (“botellón”) de los jóvenes castellanos leoneses. Valladolid: Comisionado Regional para la Droga de Castilla y León. SÁNCHEZ, L. MEGÍAS, I. RODRÍGUEZ, E. (2004). Jóvenes y publicidad. Valores en la comunicación publicitaria para los jóvenes. Madrid: FAD e Instituto de la Juventud de España. SCHEIER, L.M. BOTVIN, G.J. BAKER, E. (1997). Risk and protective factors as predictors of adolescent alcohol involvement and transitions in alcohol use: a prospective analysis. Journal of Studies on Alcohol 58, 652-667. TRUJILLO, A.M. FORNS, M. PÉREZ, A. (2007). Uso de sustancias y percepción de riesgo: Estudio comparativo entre jóvenes de Bogotá y Barcelona. Adicciones vol.19, núm. 2, 179-190. TULLOCH, J. LUPTON, D. (2003). Risk and everyday life. London: Sage. 141 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes ANEXO I: ESTUDIO DE LAS ACTITUDES Y PERCEPCIONES DE LOS JÓVENES RIOJANOS ANTE LAS DROGAS PSICOESTIMULANTES La Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja ha promovido la realización de un estudio para conocer las actitudes de los jóvenes frente a los psicoestimulantes (cocaína, éxtasis, speed, etc.) y, especialmente, su percepción acerca de los riesgos y beneficios asociados al consumo de estas sustancias. La finalidad de este estudio es la de identificar los factores que propician el consumo de estas drogas para mejorar el contenido de las intervenciones destinadas a su prevención. Para cubrir este objetivo se ha diseñado este cuestionario auto-administrado que está siendo aplicado a una muestra representativa de alumnos de los diferentes centros universitarios. El cuestionario que te ha sido entregado es absolutamente anónimo (no contiene ningún dato que pueda identificarte). Te pedimos que seas lo más sincero/a posible. Si no deseas contestar alguna pregunta del cuestionario o si no estas en condiciones de responder con sinceridad, déjala en blanco. Por favor, lee con detenimiento las preguntas antes de responderlas. Si tienes alguna duda consúltasela a la persona que te ha hecho entrega del cuestionario. Para cumplimentar el cuestionario en general deberás marcar con una “x” la respuesta adecuada. En caso de error rodea con un círculo la respuesta equivocada. ¿CUÁL ES TU OCUPACIÓN ACTUAL? 1 Estudio y trabajo habitualmente …………………………………………. 2 Estudio y trabajo ocasionalmente ……..…………………………………. 6 3 Otra situación ..………………………………………………………………. 4 Estudio …………………………………….…………………………… …… En el cuestionario hay algunas preguntas con varias columnas y filas con números que representan diferentes opciones. Por ejemplo, si considerases improbable consumir cocaína en el próximo año, muy probable consumir éxtasis y probable consumir speed deberías marcar así las respuestas: ¿HASTA QUE PUNTO ES PROBABLE QUE CONSUMAS CADA UNA DE LAS SIGUIENTES DROGAS EN EL PRÓXIMO AÑO A PARTIR DE AHORA? Muy probable Probable No estoy seguro/a Improbable Muy improbable Cocaína 5 4 3 2 1 Éxtasis 5 4 3 2 1 Speed 5 4 3 2 1 En otras ocasiones deberás registrar en el recuadro correspondiente el número que mejor refleje tu opinión en una escala de 1 a 10. Por ejemplo, grado de acuerdo con la siguiente frase. Si tu opción fuera ni de acuerdo ni en desacuerdo deberás poner un 5 en la casilla: o En la vida hay que arriesgarse 0 5 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes CUESTIONARIO NÚMERO: 142 - NO CUMPLIMENTAR CENTRO: NO CUMPLIMENTAR P.1. ¿CUÁL ES TU SEXO?: Hombre Mujer P.2. ¿QUÉ EDAD TIENES? (AÑOS CUMPLIDOS): 1 2 P.3. A CONTINUACIÓN APARECEN DISTINTAS AFIRMACIONES. INDICA HASTA QUE PUNTO ESTÁS DE ACUERDO CON CADA UNA DE ELLAS EN UNA ESCALA DE 1 A 10, EN LA QUE 1 SERÍA “NADA DE ACUERDO” Y 10 “TOTALMENTE DE ACUERDO” 3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 3.5. 3.6. 3.7. 3.8. 3.9. 3.10. En la vida hay que arriesgarse No me gustan los riesgos, prefiero pensar las cosas antes de hacerlas La prudencia es fundamental en la vida Es mejor hacer las cosas sin pensarlas mucho Me gusta experimentar cosas nuevas, aunque suponga riesgos Siempre hay que elegir lo conocido, te evita problemas Es normal que los jóvenes se arriesguen más Jugarse el tipo en aventuras es una locura Lo importante es disfrutar el presente. Lo que tenga que pasar, pasará Más vale evitar las cosas que nos pueden complicar el futuro P.4. ELIGE ENTRE LAS SIGUIENTES OPCIONES LA QUE CONSIDERES MÁS CARACTERÍSTICA DE TU FORMA DE REACCIONAR CUANDO TE ENFRENTAS ANTE UNA SITUACIÓN QUE ENTIENDES QUE PUEDE SUPONER RIESGOS. Suelo reflexionar mucho antes de tomar una decisión que entrañe peligro Sólo si considero que puede existir un peligro grave decido no asumir riesgos Sólo si tengo la certeza de que voy a tener problemas decido no asumir riesgos No suelo pensar nunca en los posibles peligros que entrañan las cosas que hago 1 2 3 4 P.5. ¿TE GUSTA TENER EXPERIENCIAS Y SENSACIONES NUEVAS Y EXCITANTES, AUNQUE SEAN PELIGROSAS O SUPONGAN RIESGOS? Nada Poco Regular Bastante Mucho 1 2 3 4 5 143 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.6. DINOS QUÉ TE EVOCAN CADA UNA DE LAS SIGUIENTES PALABRAS, RECURRIENDO A TRES CONCEPTOS PARA DEFINIRLAS (Por ejemplo, si la palabra de referencia fuera “dólar” las evocaciones podrían ser: poder, éxito y negocio). Cocaína: ______________________ _____________________ _______________________ Evocación 1 Evocación 2 Éxtasis: ______________________ Evocación 3 _____________________ ________________________ Evocación 1 Evocación 2 Speed: ______________________ Evocación 3 _____________________ ________________________ Evocación 1 Evocación 2 Evocación 3 P.7. ¿CUÁL ES TU NIVEL DE CONOCIMIENTO SOBRE LAS SIGUIENTES DROGAS Y LOS EFECTOS Y DAÑOS ASOCIADOS AL CONSUMO? (marca con una X la opción elegida) Estoy perfectamente informado/a Suficientemente informado/a Me gustaría mejorar mi información Poco o nada informado/a Cocaína 1 2 3 4 Éxtasis/Drogas de síntesis 1 2 3 4 Speed 1 2 3 4 P.8. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES REFLEJA MEJOR LA IMAGEN QUE TU TIENES DE LA COCAÍNA Y DE SUS CONSUMIDORES? (máximo tres opciones) La cocaína es la reina de las drogas Es una droga que nadie puede controlar La consume la gente que tiene éxito Los consumidores son gente que no me merece ninguna confianza Quien no la ha probado no sabe lo que se pierde Los consumidores presentan secuelas físicas y mentales graves Su consumo aporta prestigio social Consumirla puede destrozarte la vida La consume gente que sabe estar a la altura cuando sale de marcha La gente que la consume me produce un fuerte rechazo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 P.9. ¿CUÁL DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES REFLEJA MEJOR LA IMAGEN QUE TIENES SOBRE EL ÉXTASIS Y OTRAS DROGAS DE SÍNTESIS Y SUS CONSUMIDORES? (máximo tres opciones) Potencia las sensaciones, abre los sentidos Las consumen adolescentes que no tienen acceso a la cocaína Fortalece la amistad Sus consumidores son gente inmadura, descerebrados Son sustancias que no producen dependencia, manejables La consumen “bakaladeros”, gente a la que sólo le interesa la música y el baile Su consumo ayuda a desinhibirse, a mejorar las relaciones sociales y ligar Producen importantes daños psicológicos Su consumo es mucho menos peligroso que el de la cocaína Nunca sabes lo que consumes, sus efectos son imprevisibles 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 144 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.10. A CONTINUACIÓN ENCONTRARÁS UNA SERIE DE FRASES. LEE ATENTAMENTE CADA UNA DE ELLAS Y SEÑALA CON UNA “X” LA OPCIÓN DE RESPUESTA QUE MÁS SE APROXIME A TU OPINIÓN. Totalmente de acuerdo De acuerdo No estoy seguro/a En desacuerdo Totalmente en desacuerdo 5 4 3 2 1 Debería controlarse más el consumo de cocaína y éxtasis en los lugares de marcha 5 4 3 2 1 3) Tomar cocaína o éxtasis ayuda a resultar más interesante y atractivo/a a los demás 5 4 3 2 1 4) La gente que consume cocaína o éxtasis no sabe de verdad los riesgos que asume 5 4 3 2 1 5) Tomar coca o éxtasis te ayuda a disfrutar de verdad de la fiesta 5 4 3 2 1 6) Consumir drogas ilegales puede ser agradable 5 4 3 2 1 7) Un joven nunca debería probar drogas 5 4 3 2 1 8) Hay pocas cosas más peligrosas que experimentar con drogas 5 4 3 2 1 9) Consumir drogas es divertido 5 4 3 2 1 10) Hay muchas cosas mucho más arriesgadas que probar drogas 5 4 3 2 1 11) Todo el que prueba drogas acaba lamentándolo 5 4 3 2 1 12) Las leyes en materia de drogas ilegales deberían ser más estrictas 5 4 3 2 1 13) El uso de drogas es uno de los grandes males del país 5 4 3 2 1 14) Las drogas ayudan a la gente a tener una experiencia plena de la vida 5 4 3 2 1 15) En los colegios se deberían enseñar los peligros reales del consumo de drogas 5 4 3 2 1 16) La policía no debería meterse con los jóvenes que prueban drogas 5 4 3 2 1 17) Probar las drogas es perder el control de tu vida 5 4 3 2 1 18) Las drogas no tienen porqué ser un problema ni para el consumidor ni para la sociedad 5 4 3 2 1 1) Es agradable meterte una raya de coca de vez en cuando 2) 145 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.11. PENSANDO EN LOS RIESGOS/BENEFICIOS DE LAS DROGAS, DINOS HASTA QUE PUNTO ESTÁS DE ACUERDO O EN DESACUERDO CON LAS SIGUIENTES FRASES, EN UNA ESCALA DE 1 A 10, EN LA QUE 1 SERÍA “NADA DE ACUERDO” Y 10 “TOTALMENTE DE ACUERDO”: 11.1. Las drogas pueden más que tú, es imposible controlarlas 11.2. Las drogas destruyen a quienes las consumen, no hay que probarlas 11.3. En la vida hay que probar de todo, también drogas 11.4. Las drogas tienen riesgos, como todo lo que merece la pena en la vida 11.5. Las drogas no suponen más peligros que cualquier otra forma de diversión 11.6. Consumir drogas es cosa de jóvenes 11.7. Los riesgos de consumir drogas se pueden controlar 11.8. Se pueden usar drogas, pero hay que tener cuidado con ellas 11.9. Usar drogas tiene demasiado riesgos, es preferible evitarlas 11.10. Probar drogas es la única forma de aprender a manejar sus riesgos P.12. ¿QUÉ PROBLEMAS CONSIDERAS QUE PUEDE PROVOCAR EL HECHO DE “METERSE UNA RAYA DE COCA” O DE “TOMAR OTROS PSCOESTIMULANTES (ÉXTASIS, SPEED)” DE VEZ EN CUANDO LOS FINES DE SEMANA? Elige un máximo de 4 problemas para cada tipo de sustancia. COCAÍNA Problemas con la familia Problemas con la pareja Molestias físicas o psicológicas después del consumo Malestar al día siguiente Accidentes Malos rollos con los amigos/as Rechazo de quienes no consumen Broncas y peleas Problemas en los estudios Problemas de salud (física o mental) Problemas económicos Problemas laborales Problemas legales Convertirse en un adicto Ninguno 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 OTROS PSICOES. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 146 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.13. AL MARGEN DE LOS POSIBLES PROBLEMAS, ¿QUÉ VENTAJAS CONSIDERAS QUE PUEDE TENER “METERSE UNA RAYA DE COCA” O “TOMARSE OTROS PSICOESTIMULANTES (ÉXTASIS, SPEED)” DE VEZ EN CUANDO LOS FINES DE SEMANA? Elige un máximo de 4 ventajas para cada tipo de sustancia. COCAÍNA OTROS PSIC. Mejora tu aceptación social, te hace más popular 1 Evita que los demás te vean como una persona rara/antigua _ 2 Ayuda a pasarlo mejor, a divertirse más 3 Ayuda a relacionarte con los demás, a ligar 4 Hacen más fáciles y mejores las relaciones sexuales 5 Permite aguantar más tiempo de marcha 6 Ayuda a tener éxito 7 Ayuda a animarte, a estimularte 8 Ayuda a concentrarte y a estudiar/trabajar mejor 9 10 Ayuda a desinhibirte, a ser más espontáneos Hace que las sensaciones sean más intensas _____ 11 Hace que tengas más confianza, que estés más seguro/a _ 12 Te da prestigio ante los demás 13 14 Puedes beber lo que quieras sin emborracharte Te da energía, te hace sentir capaz de todo ____ 15 Hace que te olvides de todos tus problemas 16 Te ayudan a estar delgada/o 17 Mejora tu creatividad 18 Ninguna 19 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 P.14. EN TU OPINIÓN ¿CUÁNTO RIESGO EXISTE DE QUE ALGUIÉN SE PERJUDIQUE A SI MISMO POR?: “Esporádicamente” = 1 vez al mes o menos frecuentemente. “Habitualmente” = 1 vez por semana o más frecuentemente. Ningún riesgo Pequeño riesgo Riesgo moderado Gran riesgo Difícil de decir/no sé 1. Tomar anfetaminas esporádicamente 1 2 3 4 0 2. Consumir anfetaminas habitualmente 1 2 3 4 0 3. Probar cocaína ocasionalmente 1 2 3 4 0 4.Consumir cocaína con regularidad 1 2 3 4 0 5. Probar éxtasis ocasionalmente 1 2 3 4 0 6. Consumir éxtasis con regularidad 1 2 3 4 0 7. Probar ocasionalmente speed 1 2 3 4 0 8. Consumir speed con regularidad 1 2 3 4 0 P.15. ¿CUÁNTO CREES QUE ARRIESGA UN JÓVEN QUE SE “METE UNA RAYA DE COCA” O QUE TOMA OTROS PSICOESTIMULANTES LOS FINES DE SEMANA, EN UNA ESCALA DE 1 “NADA EN ABSOLUTO” A 10 “MUCHÍSIMO”? Nada en absoluto 1 Muchísimo 2 3 4 5 6 7 8 9 10 147 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.16. ¿CUÁL DE LOS SIGUIENTES FACTORES TIENE PARA TI MÁS IMPORTANCIA A LA HORA DE ESTABLECER EL RIESGO QUE SUPONE CONSUMIR PSICOESTIMULANTES U OTRAS DROGAS? (Elige sólo uno) Los efectos nocivos del consumo a nivel físico _____ 1 2 Los efectos negativos del consumo a nivel psicológico o mental Las ventajas que supone consumir frente a los potenciales riesgos 3 El cómo puede afectar el consumo a mis relaciones con los amigos/as 4 El impacto que el consumo tendrá en mis relaciones familiares o de pareja _ 5 _ 6 La opinión que mis amigos/as tienen sobre el tema Mi capacidad para poder controlar y consumir sin riesgos _ 7 El potencial adictivo de las sustancias _ 8 _ 9 La influencia que el consumo tendrá en mis actividades académicas o laborales P.17. ¿QUÉ LÍMITE DE RIESGO HARÍA QUE TU DECISIÓN DE NO CONSUMIR PSICOESTIMULANTES FUERA INAMOVIBLE? (Elige sólo una, la razón más importante o de más peso) Si estuviera convencido/a de la gravedad de los riesgos que entraña su uso Si pensara que existe una alta probabilidad de tener algún problema Si con ello pusiera en riesgo mi relación con mis amigos/as Si con ello pusiera en riesgo mi relación con mi pareja Si pensara que no iba a ser capaz de controlar el consumo Si fuera la única persona de mi grupo dispuesta a asumir ese riesgo Otra razón (detallar: …………………………………………………………………………………) Ninguno ____ 1 2 3 4 5 6 7 8 P.18. ¿EN QUÉ MEDIDA TE CONSIDERAS CAPAZ DE CONTROLAR LOS DAÑOS QUE PUEDAN OCASIONAR LOS SIGUIENTES COMPORTAMIENTOS? (escala de 1 “totalmente incapaz de controlar los daños” a 10 “totalmente capaz de controlarlos” 18.1. CONSUMIR COCAÍNA, ÉXTASIS Y OTROS PSICOESTIMULANTES DE MODO HABITUAL Totalmente capaz ___:___:___:___:___:___:___:___:___:___: (10) (9) (8) (7) (6) (5) (4) (3) (2) Totalmente incapaz (1) 18.2. CONSUMIR COCAÍNA, ÉXTASIS Y OTROS PSICOESTIMULANTES DE VEZ EN CUANDO Totalmente capaz ___:___:___:___:___:___:___:___:___:___: (10) (9) (8) (7) (6) (5) (4) (3) (2) Totalmente incapaz (1) P.19. ¿CUÁLES DE LOS SIGUIENTES RIESGOS ESTARÍAS DISPUESTO/A A ASUMIR CONSUMIENDO PSICOESTIMULANTES? (Elige todas aquellas circunstancias en las que estarías dispuesto/a a consumir) Consumir sabiendo que tengo un examen próximamente Consumir sabiendo que tengo que conducir Consumir habiendo bebido bastante y/o consumido antes otras drogas Consumir sabiendo que pueda sentarme mal Consumir aunque pudieran enterarse mis padres Consumir aunque no le guste a mi pareja (sólo para quienes tengan pareja) Ninguno 1 2 3 4 5 6 7 148 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.20. LEE ATENTAMENTE LAS SIGUIENTES FRASES Y SEÑALA CON UNA “X” LA OPCIÓN QUE PARA CADA UNA DE ELLAS MEJOR REFLEJE TU OPINIÓN Totalmente de acuerdo De acuerdo No estoy seguro/a En desacuerdo Totalmente en desacuerdo Es normal que los jóvenes consuman psicoestimulantes cuando salen de fiesta 5 4 3 2 1 2) Consumir psicoestimulantes los fines de semana no tiene porqué ser peligroso 5 4 3 2 1 3) Merece la pena experimentar con la cocaína y las drogas de síntesis y asumir sus riesgos 5 4 3 2 1 Probar estas sustancias es esencial para conocer sus riesgos y beneficios y decidir sobre su consumo 5 4 3 2 1 5) Consumir psicoestimulantes de modo ocasional aporta más beneficios que problemas 5 4 3 2 1 6) Si sales de fiesta por la noche es casi imposible abstenerse de consumir cocaína 5 4 3 2 1 7) El ocio juvenil está organizado de tal modo que no existe alternativa al consumo de psicoestimulantes u otras drogas 5 4 3 2 1 1) 4) P.21. ¿CON QUÉ FRECUENCIA CONSUMISTE BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN LOS ÚLTIMOS 30 DÍAS? Todos o casi todos los días laborables Todos los fines de semana Tres fines de semana Dos fines de semana Un fin de semana No he bebido ningún fin de semana, sólo lo hice ocasionalmente algún día laborable No he bebido alcohol en los últimos 30 días 1 2 3 4 5 6 7 P.22. ¿HAS CONSUMIDO ALGUNA VEZ HACHÍS O MARIHUANA? Si No 1 2 ± En caso negativo pasa a la Pregunta 24 P.23. EN LOS ÚLTIMOS TREINTA DÍAS, ¿CUÁNTOS DÍAS HAS CONSUMIDO HACHÍS O MARIHUANA? Ninguno Menos de un día a la semana Uno o dos días a la semana Entre tres y seis días a la semana Todos los días 1 2 3 4 5 149 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.24. ¿HAS CONSUMIDO ALGUNA DE LAS SIGUIENTES DROGAS? TIPO DE DROGAS COCAÍNA ÉXTASIS Alguna vez en tu vida Si ______ No_____ Si ______ SPEED ± 1 2 1 No______ 2 1 No______ 2 Si ______ En los últimos 12 meses No______ Si ______ No_______ En los últimos 30 días 1 2 1 No______ 2 Si ______ 1 2 1 No______ 2 1 No_______ 2 Si ______ Si ______ Si _______ Si ______ 1 No______ 2 Si no has consumido ninguna de estas drogas pasa a la Pregunta 28 P.25. EN LOS ÚLTIMOS 30 DÍAS, ¿CUÁNTOS DÍAS HAS CONSUMIDO COCAÍNA? Nunca Menos de un día a la semana Uno o dos días a la semana Entre tres y seis días a la semana Todos los días 1 2 3 4 5 P.26. MOTIVOS PARA CONSUMIR COCAÍNA, ÉXTASIS O SPEED P.26.1. ¿QUÉ MOTIVOS TE LLEVARON A INICIARTE EN EL CONSUMO DE ESTAS SUSTANCIAS? (Puedes marcar más de uno) Para divertirme La curiosidad Para evadirme de mis problemas Para experimentar nuevas sensaciones Para no sentirme fuera del grupo (para hacer lo mismo que mis amigos/as) Para ligar o comunicarme mejor Para estudiar o trabajar Porque están de moda Por darme un homenaje en un día especial (cumpleaños, Nochevieja) Otros: ¿cuáles? ± 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Si sólo consumiste una vez y no repetiste el consumo pasa a la Pregunta 27 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes 150 P.26.2. ¿QUÉ MOTIVOS TE LLEVARON A SEGUIR CONSUMIENDO? (Puedes marcar más de uno) Por placer, porque me gusta divertirme Para relacionarme mejor con los demás Porque me gusta disfrutar el momento Para evitar el cansancio y poder seguir de marcha Para dejar de sentirme agobiado/a Porque si sales de marcha es lo que hay Me estimulan para estudiar o trabajar Por rutina, te acostumbras a consumir Para contrarrestar los efectos del alcohol o el cannabis No lo sé, pero no puedo dejar de hacerlo Otros (detallar: …………………………………………………………………………………) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 P.27. ¿HAS TENIDO ALGUNO DE ESTOS PROBLEMAS A LO LARGO DE TU VIDA POR CONSUMIR COCAÍNA, ÉXTASIS O SPEED? (señala todos los que hayas tenido) Fatiga o cansancio Problemas para dormir Dificultades para estudiar Faltar a clase Tristeza, depresión Irritabilidad Paranoias Problemas con el sexo Ansiedad Problemas de tipo físico Riñas, peleas y agresiones físicas Problemas económicos Problemas con los padres o la pareja Problemas de adicción a estas sustancias Accidentes (de tráfico, domésticos, etc.) Detenciones por la policía o las fuerzas de seguridad Otros (¿cuáles?): Ninguno 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 P.28. SÓLO PARA QUIENES NO HAN CONSUMIDO NUNCA COCAÍNA, ÉXTASIS O SPEED. DE TODAS LAS RAZONES SIGUIENTES, SEÑALA LAS DOS MÁS IMPORTANTES POR LAS QUE TÚ NO HAS CONSUMIDO ESTAS DROGAS: Por convicciones personales de tipo moral Porque perjudican la salud física y mental Porque generan adicción Porque me siento bien y no me hace falta consumirlas Porque son ilegales Porque crean problemas, personales, familiares, escolares y laborales Porque mis padres o familiares no lo aceptarían Porque no me fío de mí, de mi capacidad de control Porque provocan accidentes Porque tengo un ocio gratificante y alternativo al consumo de drogas Por otras razones (¿cuáles?) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 151 Las percepciones sociales como determinantes del consumo de psicoestimulantes P.29. PENSANDO EN LOS AMIGOS/AS CON QUIEN TE RELACIONAS HABITUALMENTE, ¿CUÁNTOS DE ELLOS/AS HAN MANTENIDO LAS SIGUIENTES CONDUCTAS?: TIPO DE COMPORTAMIENTO: Todos La mayoría Algunos Ninguno Han fumado alguna vez hachís o marihuana 1 2 3 4 Fuman habitualmente hachís o marihuana 1 2 3 4 Han consumido alguna vez cocaína 1 2 3 4 Consumen habitualmente cocaína 1 2 3 4 Han consumido alguna vez éxtasis o speed 1 2 3 4 Consumen habitualmente éxtasis o speed 1 2 3 4 P.30. ¿CÓMO DEFINIRÍAS LAS ACTITUDES MAYORITARIAS QUE TUS AMIGOS/AS MANTIENEN RESPECTO AL CONSUMO DE COCAÍNA, ÉXTASIS O SPEED?: No percibo una actitud uniforme al respecto entre mis amigos/as La mayoría mantiene una actitud favorable hacia su consumo ocasional La mayoría rechaza el consumo de estas drogas Dejan que cada uno consuma lo que quiera 1 2 3 4 PARA FINALIZAR, NOS GUSTARÍA CONOCER TU OPINIÓN ACERCA DE LAS COSAS QUE CONSIDERAS IMPORTANTES EN LA VIDA P.31. VALORA, PUNTUANDO DEL 1 (NADA IMPORTANTE) AL 10 (MUY IMPORTANTE) LA IMPORTANCIA QUE CADA UNA DE ESTAS CUESTIONES TIENEN EN LA VIDA. NADA IMPORTANTE GRADO DE IMPORTANCIA MUY IMPORTANTE 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Disponer de mucho tiempo libre/ocio 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Vivir al día sin pensar en el mañana 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Invertir tiempo y dinero en estar guapo/a 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 La seducción, la atracción sexual 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Hacer cosas para mejorar tu barrio o comunidad 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 La solidaridad, ayudar a los demás 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Ganar dinero 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Tener éxito en el trabajo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Esforzarse, superarse para lograr cosas en el futuro 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Obtener un buen nivel de formación o capacitación cultural o profesional 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mantener y cuidar la salud 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Tener buenas relaciones familiares 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Comprueba que has contestado todas las preguntas y deja el cuestionario boca abajo en la mesa una vez revisado. MUCHAS GRACIAS POR TU COLABORACIÓN