52 SOCIEDAD MARTES, 13 DE MAYO DE 2014 abc.es/sociedad Los glaciares de la Antártida se funden a un ritmo «imparable» ma espontánea, pero en nuestras simulaciones no vemos ningún mecanismo real de estabilización del hielo». Y en este punto coincide con los datos proporcionados ayer por la NASA sobre la contracción «irreversible» e «imparable» de los glaciares. Según los datos recogidos durante cuarenta años por este organismo, se ha cruzado «un umbral crítico que tendrá consecuencias mayores para los niveles de los mares en todo el mundo» porque los glaciares «continuarán derritiéndose hasta desaparecer» a consecuencia del aumento de las temperaturas en el océano. ∑ La Universidad de Washington estima que en 200 años podrían desaparecer A. ACOSTA MADRID La plataforma de hielo de la Antártida occidental se funde. Aunque desde hace tiempo los científicos han estado advirtiendo del inminente colapso de esta enorme masa de hielo, ahora investigadores de la Universidad de Washington, en Seattle, han utilizado mapas topográficos y modelos computacionales llegando a la conclusión de que ese colapso podría haber comenzado ya. Según detallan en la revista «Science», el rápido retroceso del glaciar de Thwaites –muy cercano al de Pine Island, del que se desprendió el pasado noviembre un enorme iceberg que está siendo monitorizado por la NASA en su avance por el mar– da la pista de la aceleración del deshielo en la zona. Ambos glaciares hacen de muro de contención de la plataforma antártica occidental, por lo que su retroceso supone dejar vía libre al deshielo de esta parte de la Antártida. Según los modelos utilizados por los investigadores, el glaciar Thwaites puede desaparecer en cuestión de siglos, y solo su deshielo supondría un aumento del nivel del mar de 0,6 metros. Pero si su desaparición lleva consigo el deshielo de la plataforma occidental, el aumento del nivel del mar sería de entre 3 y 4 metros. «Ha habido mucha especulación acerca de la estabilidad de las capas de hielo marino, y muchos científicos sospechaban que este tipo de compor- ABC Niveles de fusión Glaciar de Thwaites, en la Antártida occidental ÁFRICA AMÉRICA DEL SUR Deshielo de la Antártida occidental tamiento estaba en marcha», explica Ian Joughin, glaciólogo del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington. «Este estudio proporciona una idea cuantitativa de las tasas a las que ese colapso podría tener lugar», añade. Océano Atlántico Sur Punto de no retorno Glaciar Ronne ANTÁRTIDA ORIENTAL Glaciar Pine Island AFP Polo Sur Glaciar Thwaites ANTÁRTIDA OCCIDENTAL Glaciar Ross Océano Pacífico Sur 500 km ABC La buena noticia es que, si bien la palabra «colapso» implica un cambio repentino, en este caso el peor de los escenarios para que esto ocurra es de 200 años, y el mejor es de más de 1.000 años. La mala noticia es que puede ser inevitable. Como explica Joughin, «anteriormente, cuando veíamos el adelgazamiento que se estaba produciendo en el hielo no sabíamos si el glaciar podría frenar más tarde de for- El equipo de la Universidad de Washington combinó sus datos con otros procedentes de los satélites donde se aprecia la velocidad a la que se desplaza el hielo. Así fueron capaces de reproducir la pérdida de hielo del glaciar durante los últimos 18 años y a partir ahí realizaron diferentes simulaciones del modelo a distintos niveles de fusión del hielo. El estudio consideró distintos escenarios futuros basándose en distintos grados de fusión en función de si el calentamiento es mayor o menor. La tasa de derretimiento más rápida conduciría al colpaso total de la plataforma dentro de 200 años, mientras que la tasa de deshielo más lenta mantendría la mayor parte del hielo durante más de un milenio antes de ese colapso repentino. «Los escenarios más probables –dice Joughin–pueden ser de entre 200 y 500 años. El adelgazamiento del hielo en las últimas décadas está relacionado con el cambio climático, dijo Joughin, por lo que un escenario futuro con más emisiones de gases de efecto invernadero debería conducir a una mayor fusión y a que ese colapso pudiera adelantarse, pero otros factores hacen que se mantengan las incertidumbres y sea difícil predecir cuánto tiempo podrían adelantarse los diferentes escenarios. Sentencia inédita Sustancia presente en el vino Para el año 2020 El Supremo avala a una viuda para que desahucie a su hijo Los beneficios del resveratrol, cuestionados El Gobierno alemán negocia el apagón nuclear La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo reconoce a una viuda su legitimidad para desalojar a su hijo que ocupaba un dúplex que ella tenía junto a su marido en Baiona (Pontevedra) desde 1983. En el fallo, los magistrados desestiman el recurso que interpuso su hijo contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Pontevedra en 2010 y que tuvo en cuenta que la mujer era la «legataria del usufructo universal» de la herencia del padre y podía expulsar al hijo, que ocupaba la vivienda sin su consentimiento. El recurrente alegó que la voluntad de su padre fallecido era que él permaneciera en ese domicilio, pero el Supremo ratifica el fallo de la Audiencia. Un estudio pone en duda que el resveratrol (presente en el vino tinto, el chocolate negro o las bayas) reduzca el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o cáncer. Pese a los resultados, el investigador Richard Semba de la Universidad Jonhs Hopkins, aseguró que hay estudios que sí demuestran que el consumo de vino tinto protege el corazón. «Si los beneficios existen se deben a otros polifenoles, pero no se asocian al resveratrol», aseguró. J. G. Un grupo de eléctricas formadas por E.ON, RWE, EnBW y Vattenfall estarían negociando con la canciller Angela Merkel la creación de un organismo público que se encargue de gestionar el apagón nuclear previsto para el 2020. El semanario «Der Spiegel» informó ayer que había «conversaciones con el Gobierno alemán» para crear una «fundación» –que haría las veces de «banco malo»– para que se haga cargo de las centrales. De alcanzar un acuerdo, las eléctricas derivarían los riesgos del desmantelamiento al Estado y, a cambio, renunciarían a sus demandas por daños y prejuicios por la decisión de cerrarlas. J-P. JOFRÉ