272 BOLETÍN D E LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Yacimiento de Beni Salah, situado en la orilla derecha del río Martín, entre Beni Salah y la llanura del río, frente al Hospital militar de Tetuán. Indicios del Paleolítico inferior (cuarcitas) y superior (sílex). Yacimiento de Samsa, al Suroeste de Tetuán. Indicios del Paleolítico antiguo en las estribaciones al pie del pueblo, orientadas hacia el Sureste. Como se ve, he podido comprobar, en la zona estudiada en 1 9 2 7 , la existencia de todas las fases paleolíticas: Chelense (Quitzán), Acheulense (El Mogote II), Musteriense (Arcila, Cuesta Colorada, Zeguelet, E l Mogote I), Capsiense antiguo (Cuesta Colorada), Capsiense superior o final (Zinatz). Reservo para una publicación ulterior, la monografía detallada, estratigráfica y arqueológica de mis descubrimientos, siendo de advertir, sin embargo, que en varios sitios harán falta investigaciones más detenidas y materiales más abundantes aún para establecer una diagnosis definitiva. Si se tiene en cuenta que en el Norte de España, durante el Auriñaciense antiguo, vivía aún el Rhinoceros Merckii, queda también asegurada la posición cronológica del Capsiense antiguo norteafricano, que coincide en todos los puntos esenciales con la etapa indicada y se coloca, por consiguiente, en la fase final del último período interglaciar. Durante el último período glaciar se desarrolló el Capsiense medio y superior, con un clima cada vez más seco, tal como lo reflejan las caracoleras («escargotieres») de Argelia y Túnez. De todos modos, y por los resultados obtenidos hasta ahora, puede afirmarse que la zona del Marruecos español no cede en nada a sus vecinas en riqueza de yacimientos, y promete dar fecundos resultados para la Historia primitiva del Hombre, en el momento en que se organice una investigación más completa de toda esta comarca, y especialmente del Merecen especial atención las zonas calcáreas que muchas cuevas ocultan. En estas últimas son de esperar no sólo importantes descubrimientos arqueológicos, sino también faunísticos. E s de suponer, además, que tropecemos allí con manifestaciones de arte rupestre, como las y a conocidas del Atlas y del Sahara septentrional. L a importancia de su hallazgo sería tanto mayor cuanto que en estos últimos años cada vez se robustecen más las pruebas de que la fase más antigua de este arte norteafricano pertenece también a la época diluvial, y formaba con el de España una gran unidad que parece haberse extendido hasta Egipto. 1 1 L . Frobenius und H. Obermaier: Hádschra Kleinafrikas. München, 1925. Máktuba. Urztüliche Felsbilder