9.3. LA INSTAURACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Art 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes [...] emanan del pueblo [...]. Art 3. El Estado español no tiene religión oficial. Art 10. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto [...]. Art 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones [...]. Art 39. Los españoles podrán asociarse o sindicarse libremente para los distintos fines de la vida humana [...]. Art 44. [...] La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación forzosa por causa de utilidad social mediante adecuada indemnización [...]. Art 46. La República asegurará al trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna. Su legislación social regulará: los casos de seguro de enfermedad, accidentes, paro [...]. Art 47. La República protegerá al campesino y a este fin legislará [...]. Art 48. El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado [...] la enseñanza será laica [...]. Art 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o Congreso de los Diputados. Constitución de 9 de diciembre de 1931. Proclamación de la Segunda República en Madrid el 14 de abril de 1931 Cortes Constituyentes (28 junio 1931) Acción Republicana 27 Esquerra Republicana de Catalunya 32 ORGA 16 Alegoría de la Segunda República Agrupación al Servicio de la República 14 Federales 14 Partido Radical 93 Partido Republicano Socialista 56 Monárquicos 36 Derecha Liberal Republicana 27 PSOE 117 PNV y T 14 Partido Agrario 26 Escudo de la Segunda República Lliga catalanista 3 Historia de España. 2º Bachillerato 46 9.3. LA INSTAURACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLIC A Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. La instauración del régimen republicano fue debido al agotamiento del sistema político de la Restauración y la incapacidad de la monarquía de asumir sus errores durante la Dictadura. El 14 de abril de 1931 se proclamó la República ante el entusiasmo de un pueblo que aspiraba a un porvenir de democracia, que, no obstante, fracasaría ante las fuertes tensiones sociales del periodo. 1. La proclamación de la Segunda República Española. a) El final de la Dictadura de Primo de Ri vera . Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó formar gobierno al general Dámaso Berenguer (la “dictablanda”), con la intención de volver al sistema constitucional. Pero el monarca era impopular (responsable de la dictadura para la opinión pública), las fuerzas antidinásticas firmaron el Pacto de San Sebastián para proclamar la República y una parte del ejército protagonizó la sublevación de Jaca en apoyo del republicanismo que terminó con la ejecución de sus responsables (capitanes Galán y García Hernández). A principios de 1931, la conflictividad social era preocupante y destacados monárquicos solicitaron un periodo constituyente. Berenguer dimitió y el nuevo presidente del gobierno, el almirante Juan Bautista Aznar, convocó elecciones municipales para el 12 de abril. b) Las elecciones de abril y la proclamaci ón de la Segunda República. Los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián presentaron las elecciones de abril como un referéndum sobre la monarquía. El Ministro de la Gobernación presentó los resultados: 22 150 concejales monárquicos y 5 875 republicanos. Pero el millón de habitantes de Madrid capital solo elegía 50 concejales, y los 425 000 de la provincia, 1 677. El triunfo en 41 de las 50 capitales, indicaba el triunfo real de los partidarios de la República. El 14 de abril se formó el gobierno provisional de la República, presidido Niceto Alcalá Zamora (nacido en Priego). Mientras tanto, en Cataluña, Francesc Maciá, líder de Esquerra Republicana, partido recién creado y ganador de las elecciones, proclamó en Barcelona la República Catalana dentro de la Federación Ibérica. Alfonso XIII dijo: “quiero apartarme de cuanto sea lanzar un compatriota contra otro en fraticida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado de la Historia”; y marchó al exilio ese mismo día. La II República era un hecho, y fue recibida en todas partes con grandes manifestaciones de alegría popular. c) El contexto internacional. La II República se enmarca en un contexto mundial de crisis (crisis de 1929) que afectó a la economía, con el descenso de las exportaciones y de las inversiones extranjeros, que se tradujo en un aumento del paro y de la conflictividad social. Además, afectó a la mentalidad, con el descrédito progresivo del liberalismo. La crisis del liberalismo, por el auge de los fascismos y del estalinismo, impedirá que la República canalizara el pluralismo y la democracia en España; y el choque de mentalidades (la oligarquía tradicional católica, opuesta al cambio, frente a la clase media urbana, anticlerical y con ansia de reformas) fue inevitable. 2. El Gobierno Provisional (14 de abril – 28 de junio de 1931). El gobierno provisional de la República, presidido por Niceto Alcalá Zamora, convocó elecciones legislativas para el 28 de junio y planteó reformas en cuatro frentes: El trabajo en el campo: El Gobierno decretó la jornada de ocho horas y la obligación de dar prioridad a los jornaleros para trabajar en las fincas de su municipio y de mantener todas las tierras cultivadas si no querían que su usufructo pasase a los trabajadores. La educación: Creación de un número considerable de escuelas y de plazas de maestros, cuyos sueldos aumentaron bastante, además del establecimiento de una red de bibliotecas. Historia de España. 2º Bachillerato 47 El Ejército: Identificado siempre con la monarquía, se sintió molesto por estas medidas: Se ofreció a los generales, jefes y oficiales la posibilidad de jubilarse con el sueldo íntegro, para conseguir reducir la macrocefalia y dar una salida a aquellos militares cuyas convicciones no les permitían continuar en el Ejército bajo bandera republicana. Manuel Azaña, Ministro de Guerra, clausuró la Academia Militar de Zaragoza, dirigida por el General Franco, y creó la Guardia de Asalto, policía armada moderna y de fidelidad republicana. La Iglesia: Vinculada a la monarquía, no buscó la concordia con la república. El cardenal Segura, primado de España, en una pastoral alababa a la monarquía y ponía a los fieles en guardia contra la república. En los días siguientes se produjo la “quema de conventos” en Madrid y en otros lugares, como Sevilla y, sobre todo, Málaga, ante la pasividad de las fuerzas de orden público. 3. La Constitución Republicana de 1931. a) Las elecciones a Cortes Constituyentes del 28 de j unio de 1931. Elecciones muy transparentes, que dieron el triunfo a las fuerzas de la izquierda y del centro: Mayoría del PSOE (117) en coordinación con los republicanos de izquierda: Radical Socialistas (59), Acción Republicana de Azaña (27) y Federales (14). Partidos regionalistas de izquierda: Esquerra Republicana de Catalunya de Maciá (32) y la Organización Regional Autonomista Gallega -ORGA- de Casares Quiroga (16). Centro: Radicales de Lerroux (93) y Derecha Liberal Republicana de Alcalá Zamora (27). La derecha: monárquicos (36), agrarios (26), vasconavarros (14) y la Lliga catalanista (3). La desorganización de los grupos conservadores, provocó su fracaso electoral, por lo que las Cortes presentaban una semblanza mucho más progresista de lo que en realidad era el país. La consecuencia de ello fue la gestación de una constitución muy democrática, y abierta, tanto a las autonomías regionales, como a acciones socializantes. b) La Constitución aprobada el 9 de dici embre de 1931. Esta Constitución, que tiene influencias muy notables de la ley fundamental de la Alemania de Weimar, enlazó con el espíritu de 1812, con el de 1869 y, en algunos aspectos, con el de 1873; pero expresaba en mayor medida las preocupaciones doctrinales y sociales más modernas: Define el Estado como una “República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y justicia” (art. 1): intento de dar contenido socialista a la Constitución, al identificar a “los trabajadores de toda clase” con el pueblo. El país se configuraba como un Estado integral que reconocía el derecho de autonomía de las regiones, presentando un estatuto para su aprobación en Cortes (art. 11). Este principio reconocía las viejas aspiraciones autonomistas, sobre todo, de Cataluña. Derechos individuales: libertad de conciencia (art. 27), de residencia (art. 31), de opinión (art. 34), de asociación (art. 39). Como novedad, incluye derechos sociales y económicos: posibilidad de expropiar por utilidad social (art. 44), protección al trabajo y seguridad social (art. 46) o la reforma agraria (art. 47). El Estado tenía así posibilidades de socialización, nacionalización e intervención en la economía. Estado aconfesional (art. 3) y enseñanza laica (art. 48). El anticlericalismo constitucional se explica porque el pensamiento republicano izquierdista atribuía el retraso de la sociedad española a la Iglesia, que prácticamente tenía el monopolio en la enseñanza. Las Cortes, era una cámara única, el Congreso de los Diputados (art. 51), depositario de la soberanía popular (sufragio universal que por primera vez incluía el voto de las mujeres). Predominio de las Cortes (legislativo) sobre el poder ejecutivo. El Presidente de la República era designado por una comisión de diputados y elegía al Presidente del Gobierno, que debía contar con la confianza de la Cámara. El 10/12/1931 se iniciaba realmente la II República; y, a pesar de que la Constitución pretendía aunar las fuerzas centrífugas de la democracia con un ejecutivo fuerte que mantuviera el orden constitucional, fracasaría ante la fuerte tensión de las fuerzas sociales enfrentadas. Historia de España. 2º Bachillerato 48