ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN EL COMPAÑERO JEFE Por Jorge Luis Piedrahíta Pazmiño ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN A mi condiscípulo y amigo, JAIME DURÁN BARRERA, también externadista y correligionario liberal, egregio primer vicepresidente del Senado de la República y admirador irrestricto de la apasionante biografía de ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN. 18 JORGE LUIS PIEDRAHÍTA PAZMIÑO CONTENIDO Prólogo……………………………….. Introducción…………………………. I PARTE Los ancestros…………………………. Todos sus escritos son hijos del amor……………………………. Su padre, Alfonso López Pumarejo…………………………………… López Michelsen vs. López Pumarejo……………………………………. Sus afectos y aficiones…………… La pluma encantada…………………… Grandes compatriotas, Eduardo Santos, Alberto Lleras, Darío Echandía, Carlos Lleras, Jorge Eliécer Gaitán, Indalecio Liévano Aguirre, Turbay, César Gaviria, Gabo, Gómez Hurtado, Rojas Pinilla………………… La Literatura y el folclor José Asunción Silva………………………….. La influencia semítica en “María”……… Elogio del vallenato, de La Cacica y más, de Escalona……….. Las antologías……………………….. El prologuista…………………………….. López y El Externado, Fernando Hinestrosa, Nicolás Pinzón Warlosten, Nicolás Esguerra, Carlos Restrepo Piedrahíta, Alfonso Gómez Méndez…………………… El Jurista…………………………………... El recurso de amparo………………………….. El control constitucional de los tratados públicos…………… La posesión inscrita y la ley 200 de 1936……… Derecho Internacional Humanitario y Acuerdo Humanitario……………………………………… El Estado de Derecho……………………………. El ideólogo………………………………………. El Compañero Jefe…………………………….. El Canciller………………………………….. El día feliz de su cumpleaños y la convención de 1973………… El mandato claro………………………………. La pequeña constituyente……………………. Sus memorias……………………………………. Los dos López en Ipiales………………………… Con Eloy Alfaro y los ecuatorianos………… II PARTE El Ensayista…………………………………. Introducción al estudio de la Constitución colombiana…………………… La estirpe calvinista de nuestras instituciones y la génesis de la filosofía liberal… La erudita polémica con Leopoldo Uprimny y otros…….. La primera constitución fue calvinista…………... El modelo colombiano es el de Filadelfia……….. Bolívar: el héroe anticalvinista…………………… 19 ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN La Convención de Ocaña……............................... El nuevo estado al servicio del capitalismo…….. “Los elegidos”, o la ética calvinista……………… “El Príncipe”, de Maquiavelo................................ 20 JORGE LUIS PIEDRAHÍTA PAZMIÑO PRÓLOGO n distinción que me enaltece, el Dr. Jorge Luis Piedrahíta Pazmiño me ha encomendado el prólogo de este libro que conmemora los cien años del nacimiento de uno de los más ilustres y destacados dirigentes del Partido Liberal Colombiano, el bogotano Alfonso López Michelsen a quienes sus copartidarios del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), llamaban con cariño “El Compañero Jefe”. E El Dr. Piedrahíta es un ipialeño graduado en Derecho en el Externado y en derechos humanos y DIH en El Rosario, Contralor de Ipiales y de Nariño, Concejal de su ciudad y Diputado de su departamento, asesor de DAINCO, consultor del DRI, director general de seguridad judicial y asesor jurídico de la empresa de acueducto de Bogotá. Periodista, profesor universitario y autor de varios libros, entre los que se cuentan: Las venas abiertas de la justicia constitucional, Ipiales mi pueblo, descentralización hora cero, una aproximación al Estado regional, El derecho en la paz y en la guerra, Derechos humanos y DIH, La fuerza de la patria, El poder tras el trono y la historiografía de Ipiales y Nariño. El texto que hoy sale de la imprenta está escrito en un lenguaje sencillo, ameno, con un profundo conocimiento del personaje, haciendo gala de una pasmosa capacidad de síntesis, donde demuestra una fidelidad a la historia que asombra por vivir en una época donde el apasionamiento es la regla general. Es un texto muy bien logrado, sin vana palabrería, que le deja a las nuevas generaciones una imagen precisa del biografiado. El autor del libro recoge muchísimas de las actuaciones que como hombre público, como jefe Liberal, como intelectual y como luchador por la paz de Colombia tuvo Alfonso López. Sin embargo, hay algunos temas que no son mencionados y a los cuales me referiré en estas pocas páginas en las que voy a consignar mi admiración y mi respeto por uno de los últimos grandes que en el Liberalismo han sido. Si bien nunca fui del MRL, porque toda la vida he sido Liberal oficialista, siempre admiré la garra, el carácter y la inteligencia de López Michelsen, quien, en los últimos años de su vida, me enalteció con muestras de aprecio, me acompañó en el lanzamiento de mi libro “Las Sociedades Económicas de Amigos del País”, aceptó ser uno de los conferencistas en el ciclo “El Liberalismo en la Historia” que organicé con mi buen amigo Lázaro Mejía (QEPD), en el año 2003, donde me permití disentir de una de las tesis del ilustre expresidente y que llevó a que Jorge Mario Eastman publicara en su revista Consigna, a pedido del mismo López Michelsen, la carta que le había envíado aclarándole mi punto de vista sobre la “paz” en la colonia. en otra ocasión me tomó del pelo, cuando a raíz de la publicación del libro “Los Draconianos”, que le llevé a su apartamento, me llamó muy serio y me dijo: “Por qué no viene esta tarde para que hablemos de un lío en el que me metió”, ni qué decir 21 ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN que el susto fue bárbaro y cuando ya estaba en su estudio, con ese libro en la mano, me dijo: ¿Que le voy a decir a mi padre cuando me encuentre con él en la otra vida, si él se sentía muy orgulloso de su abuelo Gólgota y Ud. demuestra aquí que don Ambrosio era Draconiano?”, me reí y sentí como si me hubieran quitado un piano de encima. También debí actuar de intermediario cuando en la presentación para el libro “La División Creadora, influjo de las disidencias en el Liberalismo Colombiano”, el Dr. Néstor Hernando Parra Escobar, presentador de la Democratización Liberal del expresidente Lleras Restrepo, se refirió al paro de 1977, en abierta crítica a la administración López Michelsen, haciendo afirmaciones que López se apresuró a rechazar y, en abultada carta que me envió, para ser presentada al Dr. Parra, afirmó que solo había habido cuatro muertos producto de celadores que disparaban a quienes pretendían asaltar almacenes. Pasajeros de la revolución, favor pasar a bordo: Alfonso López Michelsen. A López Michelsen lo tacharon de “hijo del ejecutivo”, de ser el culpable de la caída de la segunda república Liberal, de comunista, de poner en peligro la estabilidad de la república en los tiempos del Frente Nacional. Ni tinto ni tanto. En la historia colombiana tiene que quedar absolutamente claro que lo de Mamatoco no fue un crimen oficial, sino un escándalo al interior de la policía donde el teniente Hernández Soler y sus compinches, que iban a ser delatados, asesinaron al ex boxeador Francisco A. Pérez, que las “casetas de las monjas” no pasaron de ser unas simples garitas para el refugio contra la lluvía para la defensa de los soldados que cuidaban una hacienda del primer mandatario de la nación y que la Handel y la Trilladora Tolima fueron escandalosos negocios, solo en la medida en que un pariente político suyo dejó de percibir unas comisiones que dejó de pagarle Salazar del Camino, pero no manipulaciones arteras para desfalcar al tesoro público. El lío de los escándalos que tumbaron la segunda república Liberal, fueron el producto de la cobardía de nuestro Partido ante los ataques miserables y calumniosos del “monstruo” Laureano Gómez que utilizó el “calumniad, calumniad, que de la calumnia algo queda” y todos los días en El Siglo repetía las consignas “¿Quien mató a Mamatoco?”, “¿Por quién doblan las campanas?”, “1.800.000 cédulas falsas”, consigna ésta última que si tuvo cumplimiento pero el 15 de octubre de 1949, en pleno gobierno conservador de la violencia chulavita de Mariano Ospina Pérez, cuando en la Imprenta Nacional se descubrió una inmensa falsificación de cédulas que el gobierno de turno iba a utilizar para torcer la voluntad popular que durante 50 años le dio la mayoría en las urnas al Liberalismo. Esta es una más de las mentiras históricas de que está plagada nuestra historia, como aquella que hablaba de los retozos democráticos, los puñales del siete de marzo, la responsabilidad de Obando en el crimen de Sucre, la muerte del Cabo Quiroz con la que sacaron del país al General Melo o la muerte de Manuel Ferro, miembro de la banda El Molino del Cubo, que condujo a la ejecución sin pruebas del Dr. José Raimundo Russi, porque la oligarquía de entonces necesitaba amedrentar a 22 JORGE LUIS PIEDRAHÍTA PAZMIÑO los artesanos. Definitivamente esta es una página que hay que doblar y eliminar de nuestros textos. Igual al infundio que afirma que López fue a Panamá a reunirse con los capos antioqueños de la mafia, cuando la realidad fue que por estar en Panamá, invitado por el gobierno de ese país, lo buscó un viejo amigo suyo, Santiago Londoño White, para que se reuniera con algunas personas que estaban al margen de la ley y que pretendían que el Presidente Belisario Betancur los recibiera y buscar con él un acuerdo que les permitiera legalizarse. Alfonso López los escuchó, pero no se comprometió a nada distinto de llevarle la razón a Belisario. Nada más sucedió y nada más trascendió de la reunión en el hotel Marriot. Y ya que hablamos de antioqueños, las relaciones de López no siempre fueron las mejores con mis paisanos, porque en sus tiempos del MRL criticó a las textileras antioqueñas que compraban barato el algodón de los agricultores del Cesar y vendían caras sus telas, lo que no fue obstáculo para que en su presidencia le facilitara un salvavidas financiero a Coltejer. También en alguna ocasión en que Juan Zuleta Ferrer, el magnífico director de El Colombiano, le dijo a López, ya presidente, que la situación de inseguridad en Medellín hacía invivible a la capital de la montaña, tanta, que a él, López, le daría miedo caminar por la ciudad; López se hizo acompañar de su amigo y Canciller Indalecio Liévano Aguirre, se fueron para el aeropuerto Eldorado, sin escoltas, compraron un par de tiquetes en Avíanca y víajaron a Medellín, allí tomaron un taxi, se fueron para la gobernación y luego para el periódico de los Hernández, para demostrarles a los paisas que a él no le daba miedo ir a esa ciudad como lo había sugerido el editorialista. López Michelsen fue un hombre de vastísima cultura, del mismo calibre de Carlos Lleras Restrepo o de Baldomero Sanín Cano. Incursionó en el cine como guionista en sus épocas mexicanas, nos daba lecciones sobre el origen de nuestra flora, recitaba sonetos, le gustaban el whisky y las rancheras, conocía los problemas del Estado, de las relaciones entre los poderes civiles y eclesiásticos, del café y del petróleo como pocos, sentaba cátedra en periodismo, historia, política, sociología etc. Era un impresionante conocedor de la condición humana y, aunque era cálido y amigable, especialmente con el sexo femenino, no dejaba de ser distante. Fue un maestro de la ironía y con frecuencia echaba mano de algún chiste, propio del humor negro bogotano, para descalificar o burlarse de quienes en la controversia creían que le podían faltar al respeto. Llegado al poder, Alfonso López Michelsen decidió que él iba a igualar a la mujer frente a la ley machista que estaba pasada de moda pero que seguía vigente en Colombia y para eso presentó, por intermedio de su Ministro de Justicia, tres proyectos de ley: el que creaba la jurisdicción de familia, el de divorcio y separación de cuerpos y el que otorgaba iguales derechos y obligaciones a las mujeres y a los varones. Era la época en que las mujeres todavía eran consideradas, por la ley, como incapaces para muchos de los derechos que ancestralmente si se le 23 ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN garantizaban a los hombres. Los tres proyectos fueron aprobados por el Congreso de la república, con la obvía oposición de algunos curas y godos retrógrados que seguían viviendo en la edad media. Nuestro biografiado, crítico feroz de lo que él llamaba “La oligarquía de cuello azul” o “la oligarquía de overol”, no dudó, a través de su Ministra María Elena de Crovo en concederle la personería jurídica a la CSTC que dirigía Pastor Pérez, de ideología comunista, y a otra central obrera de origen católico, acabando el monopolio que por años tuvieron la CTC, de clara estirpe Liberal, y la UTC fundada por los jesuitas. Siempre respetuoso de la institución militar, no vaciló, llegado el momento, de mandar a calificar servicios al general Álvaro Valencia Tovar y al brigadier general Gabriel Puyana García, a quien yo reemplacé en la silla de la Academia Colombiana de Historia, por estar fuera de la debida obediencia militar al poder civil, en un país que se pone feliz cuando ve a un uniformado pasar al Everfit. Sobre la Organización de Naciones Unidas “ONU”, López, siendo canciller de Lleras, habló en Nueva York y pidió la modificación de la Carta de San Francisco, especialmente en el derecho a veto que tienen varios países en ella. “Los grandes días están por venir”, Alfonso López Michelsen. López Michelsen fue siempre Liberal, ni en los peores momentos abandonó al Partido y en los años finales de su vida se recorrió el país del brazo del expresidente César Gaviria Trujillo pidiendo el voto para nuestra colectividad en la plaza pública, de camisa roja, escribiendo sus columnas en El Tiempo y hablando ante los medios de comunicación. No podemos decir que su vida pública hubiera comenzado con su elección como Concejal de Engativá, más bien fue con la “Carta de México” en 1959, donde fijó su posición en contra del Frente Nacional, que lo llevaría a la jefatura del Movimiento de Recuperación Liberal “MRL”, que trocó su nombre luego por el de Movimiento Revolucionario Liberal. Si bien los Draconianos en el siglo XIX contaron con más Ex presidentes de Colombia que ninguna otra disidencia, la del MRL fue la más importante disidencia del Liberalismo en toda su historia, vista desde el punto de vista intelectual, de las tesis que movieron y que lograron llevar a la constitución nacional en la reforma del 68. El MRL remozó al Liberalismo y lo conformaron todos los enemigos de la alternación en el poder y de la paridad en los cargos públicos, con exclusión de todo el que no fuera Liberal o conservador. El 30 de septiembre de 1960, la segunda convención del MRL sometió al país el plan SET “Salud, Educación y techo”, que más tarde se amplió a SETTT “Salud, Educación, Techo, Tierra y Trabajo” y con esa sigla se lanzaron a buscar el electorado. 24 JORGE LUIS PIEDRAHÍTA PAZMIÑO La lucha contra los feudos podridos, el reemplazo del 121 por un nuevo artículo que crea la emergencia económica y social, la no intervención en el derecho internacional, las 200 millas de mar territorial, la reforma urbana, el fortalecimiento de Ecopetrol y la modificación de la política petrolera, la figura del Ministro delegatario en funciones presidenciales cuando víajaba el titular al exterior, la intervención del Estado en la marcha general de la economía, la planeación nacional, la iniciativa del gasto público en el ejecutivo y no en la rama legislativa, la creación de entidades descentralizadas, la creación de áreas metropolitanas y las asociaciones de municipios, el fin de las dos terceras partes en la votación de proyectos que reformen la carta, la retención de personas, la limitación para elegir y ser elegido de aquellas personas que hayan sido condenadas a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos, el régimen fiscal y administrativo de las islas de San Andrés y Providencia, el nuevo sistema para la elección del contralor general de la nación, el régimen de incompatibilidades para los congresistas, fueron algunos de los aportes del MRL a los proyectos de reforma constitucional presentados por la administración Lleras Restrepo, que se conocen como la reforma constitucional del 68. En medio de la discusión de la reforma se presentó la crisis presidencial con la renuncia de Carlos Lleras, de la cual fue salvado por quien era su gobernador del Cesar, Alfonso López Michelsen, quien se vino de Valledupar y se encerró con toda la bancada Liberal, mayoritaria en el Congreso y los convenció de negar la renuncia del Presidente que hasta ese momento estaba en el aire porque no había los votos para aprobarla o para negarla y, de paso, apoyar la aprobación de la reforma constitucional por él presentada. Las campanas tocaban a somatén, el 15 de enero de 1967, se reunió la convención del MRL, escuchó un llamado de unión de Hernando Agudelo Villa, creador del “Movimiento de La Ceja”, y quien, ideológicamente, acercó a las dos vertientes Liberales, cuya unión nunca hubiera sido posible de no haberse apartado de la maquinaria y metido “ideas” al proceso, lo cual si hacía con maestría Agudelo, para mí, el principal ideólogo Liberal de la segunda mitad del siglo XX; dicha convención aprobó el retiro de López de la jefatura y nombró una dirección colegiada conformada por Juan José Turbay, María Elena Jiménez de Crovo, Jaime Ucrós García, Carlos Restrepo Arbeláez y Trino Luna Morón y, en octubre del mismo año la Convención Nacional del Liberalismo, selló la unión entre el oficialismo y el Movimiento revolucionario Liberal, que no fue del agrado de todos porque consideraban que no se podían unir a la derecha Liberal que encarnaba Lleras Restrepo y fueron los mismos que en mayo 21 de 1971, se negaron a acompañar a López y Lleras Restrepo en lo que se llamó el Progresismo Liberal y se quedaron en el teatro Colombia acompañando a Julio César Turbay Ayala, en actitud que nadie entendió pero que eran propias de las veleidades de Álvaro Uribe Rueda, a quien siempre se llamó “El Condecito”, por su parentesco con el célebre loco “El Conde de Cuchicute”. 25 ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN Lleras Restrepo terminó su mandato, creó el semanario Nueva Frontera y pretendió reelegirse, atravesándosele a las aspiraciones del Compañero Jefe, quien había sido proclamado como candidato presidencial en Medellín el 19 de mayo de 1972. así llegamos a la Convención Liberal de junio 30 de 1973 cuando López y Turbay hicieron una llave que le entregó al primero la candidatura presidencial y al segundo la jefatura del Partido, derrotando la aspiración reeleccionista de Lleras y, al otro día, el otro Lleras, Alberto, editorializó en El Tiempo y terminó con la frase: “Unos por convicción y otros por convención, votaremos por Alfonso López Michelsen para el período constitucional 1974-1978”, en lo que el mismo candidato denominó como “El Mandato Claro”. “Me atrevo a pensar que el Liberalismo, cuyo credo preconiza la tolerancia y el respeto al derecho ajeno, debe estar presto, en todas las circunstancias, a secundar soluciones de paz”, Alfonso López Michelsen. López volvió a aspirar a repetir presidencia y los Lleras, Alberto y Carlos, se unieron para atajarlo e impulsar el Nuevo Liberalismo, que tenía como portaestandarte a Luis Carlos Galán Sarmiento y a un brillante número de jóvenes. “La Paz es Liberal” fue su consigna, pero fue derrotado por el candidato del “Sí se puede” Belisario Betancur Cuartas. Sin embargo, hizo de la paz su bandera hasta que exhaló el último suspiro el 11 de julio de 2007. Luchó por el acuerdo humanitario y por el respeto al Derecho Internacional Humanitario. Hizo todo lo que estuvo a su alcance por vivir en un país en paz y por la reconciliación de los colombianos. En un país como Colombia que sin perder una sola guerra internacional, únicamente en el escritorio, ha cedido el 40% de su territorio y ni un centímetro ha sido por culpa del Partido Liberal, la actuación de la administración López Michelsen fue maravillosa porque aseguró para la nación, en acuerdos sobre mar territorial, de la mano de su canciller Indalecio Liévano Aguirre, una extensión igual a la continental. Es la única vez que Colombia, por vías pacíficas ha “aumentado” la extensión de su geografía. También fue López un defensor a ultranza de los principios Liberales del nacionalismo, el libre examen, la descentralización, el Estado laico, la libertad de expresión, el rechazo a los delitos de opinión, la defensa de los derechos de la oposición, temas sobre los cuales se pronunció innumerables veces con la autoridad que todos le reconocíamos porque “ponía a pensar al país”. López Michelsen fue factor fundamental para que al Partido Liberal Colombiano lo recibieran en la Internacional Socialista, logro que se alcanzó en la reunión preparatoria de Buenos Aires y se consolidó en el Congreso de París, finalizando el año 1999 y allí, el Compañero Jefe llevó la vocería de nuestra colectividad, explicando por qué un Partido Político con el nombre de Liberal si podía ser miembro de este colectivo político mundial y no debía ser arrojado a las brazas de la derecha mundial que tiene a la Internacional Liberal y contándole al mundo cuales habían 26