2.8. Los Recursos Naturales y el Desarrollo Sustentable. La región

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2.8. Los Recursos Naturales y el Desarrollo Sustentable.
La región Sur Sureste es muy rica en recursos naturales. Tiene una gran variedad
de suelos y una gran biodiversidad, cuenta con agua en abundancia y ríos
importantes, tiene una extensión costera muy importante, tiene extensiones
importantes de bosques y selvas, cuenta con importantes yacimientos de
hidrocarburos y minerales metálicos y no metálicos, y alberga un número
importante de reservas naturales.
Las acciones que se emprendan para elevar el nivel de vida de la población de la
región deben tomar en cuenta los posibles impactos negativos sobre el ambiente y
los recursos naturales, para garantizar que tanto las generaciones presentes como
las futuras disfrutarán de un medio natural (medio físico-biótico, que excluye al ser
humano) no degradado. Esto es, el desarrollo de la región Sur Sureste debe ser
sustentable, procurando satisfacer las necesidades del presente sin comprometer
la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias
necesidades.
Un ambiente degradado contribuiría a agravar la pobreza (acelerar el
empobrecimiento), porque los pobres, particularmente en el ámbito rural,
dependen directamente de los recursos naturales para obtener agua, comida,
energía e ingresos. Por las restricciones que enfrentan, los pobres en el ámbito
rural ven con frecuencia sólo dos alternativas: la primera es complementar sus
escasos ingresos intensificando el uso de los recursos naturales a los que tienen
acceso; la segunda es migrar a las ciudades. Así, parece existir un círculo vicioso
entre pobreza y degradación ambiental, ya que las posibilidades de manejo
sustentable de los recursos naturales dependen de las alternativas de producción
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y consumo que tengan los pobres en regiones ambientalmente frágiles. Sin otros
medios de producción a su alcance, las poblaciones rurales de menores recursos
sólo tienen como alternativa hacer un uso más intensivo de los recursos naturales
que conforman su hábitat.
La región Sur Sureste de México cuenta con una gran variedad de climas,
regiones
fisiográficas
y
variedad
de
suelos.
El
clima
observado
es
predominantemente caluroso y húmedo (temperaturas anuales medias de 22 o
más grados centígrados), cubriendo éste la totalidad de la Península de Yucatán y
las costas del Golfo de México y del Pacífico. Sólo en las partes altas de la Sierra
y la parte correspondiente del altiplano (en total menos del 10% de la superficie
total de la región) las temperaturas promedio anuales están entre los 10 y los 18
grados centígrados, con climas templados. En la región no existen climas muy
secos y sólo en una fracción mínima de ella se dan climas secos (la mayor parte
de la costa de Yucatán, y algunas zonas pequeñas y aisladas de Oaxaca,
Guerrero y Puebla).
Figura 2.50. Región sur-sureste. Temperaturas medias anuales
26° C
22 a 26° C
18 a 22° C
10 a 18° C
Fuente: INEGI, página internet.
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Figura 2.51. Región Sur sureste. Climas
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3
2
3
2
2
3
3
1
6
5
Cálidos
1. Cálido húmedo
2. Cálido subhúmedo
Secos
3. Seco
4. Muy seco
Templados
5. Templado subhúmedo
6. Templado húmedo
3
5
5
2
6
2
3
1
6
2
Fuente: INEGI, página internet.
La región cuenta, por una parte, con un área fisiográfica constituida por cordilleras
y sierras en regiones altamente pobladas, que incluyen el Eje Neovolcánico, en
parte de Veracruz y buena parte de Puebla, la Sierra Madre del Sur, que cubre la
mayor parte de Oaxaca y Guerrero, y las Sierras de Chiapas y Guatemala y la
Cordillera Centroamericana, que cubren la totalidad de Chiapas y una pequeña
parte de Oaxaca. Por otra parte, la Península de Yucatán, Tabasco y una buena
parte de Veracruz (llanuras costeras del Golfo Norte y Sur) corresponden a
terrenos planos.
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Figura 2.52. Región sur-sureste. Regiones fisiográficas
11
8
10
13
12
8. Llanura costera del Golfo Norte
10. Eje Neovolcanico
11. Península de Yucatán
12. Sierra Madre del Sur
13. Llanura costera del Golfo Sur
14. Sierras de Chiapas y Guatemala
15. Cordillera Centroamericana
14
15
Fuente: INEGI, página internet.
La región cuenta también con una gran variedad de suelos, aunque predominan
en ella los de tipo regosol, vertisol, rendzina y gleysol.
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Figura 2.53. Región sur-sureste. Principales tipos de suelos
12
12
8
9
8
9
5
11
5
11
8
2
1
5
6
13
1
10
1
9
13
6
10
2
1
10
5
9
2
8
13
10
1. Regosol
2. Litosol
3. Xerosol
4. Yermosol
5. Ambisol
6. Vertisol
7. Fedzem
8. Rendzina
9. Luvisol
10. Acrisol
11. Andosol
12. Solonchak
13. Gleysol
14. Casta ozem
15. Planosol
Fuente: INEGI, página internet.
La abundancia de recursos naturales en la región Sur Sureste del país se
caracteriza por presentar importantes afluentes de agua, concentrándose
asimismo en ella la mayor parte de la precipitación pluvial del país. En ella se
concentran también los más grandes acuíferos del país y los menos explotados.
Esta región incluye precisamente a las nueve entidades federativas que reciben
los mayores volúmenes de precipitación anual media, mismos que están muy por
encima de la media nacional (772 mm). Destacan en este sentido dentro de la
región: Tabasco con una precipitación promedio anual de 2,430 mm, Chiapas con
1,963 mm, Oaxaca con 1,502 mm y Veracruz con 1,455 mm. Todos los estados de
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la región tienen precipitaciones pluviales anuales medias superiores al promedio
nacional. La gran disponibilidad de agua en la región es sin duda uno de los
grandes activos de la misma.
Figura 2.54. Región sur-sureste. Precipitación total anual
Precipitación en mm
300 a 600
600 a 1,000
1,000 a 2,000
2,000 a 4,000
Más de 4,000
Fuente: INEGI, página internet.
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Figura 2.55. Precipitación media anual histórica (1941-1998) (mm)
2,430
1,963
1,502
1,124
1,455
1,223
1,120
1,235
1,105
772
México Campeche Chiapas Guerrero
Oaxaca
Puebla
Q Roo Tabasco Veracruz
Yucatán
Fuente: Compendio básico del agua en México, CNA, México, 1999.
Debido a los altos niveles de precipitación pluvial que prevalecen en la región, ésta
es particularmente rica en ríos y presas. Con todo, la mayor parte de sus ríos no
son navegables, o lo son sólo en algunos tramos o durante ciertas épocas del año.
Parte de las cuencas de la región presentan ya altos grados de contaminación.
Los grandes desarrollos hidroeléctricos del país (Angostura, Chicoasén, Mal Paso)
se encuentran localizados en el Sur Sureste, aunque hasta ahora ello no
necesariamente se ha traducido en una mayor disponibilidad del fluido eléctrico
para la región.
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Figura 2.56. Región sur-sureste. Principales ríos y presas
26
28
29
30
31
14
E20
32
D19
33
15
16
17
34
C18
F21
36
37
38
35
B17
A16
18
RÍO S
Vertiente O ccidental
14. Balsas
15. Papagayo
16. Verde
17. Tehuantepec
18. Suchiate
PRESAS
Vertiente O riental
26. Pánuco
28. Tuxpan
29. Cazones
30. Tecolutla
31. Jam apa
32. Papaloapan
33. Coatzacoalcos
34. Uxpanapa
35. G rijalva
36. Usum acinta
37. Candelaria
38. Hondo
A. La Angostura
B. Chicoasen
C. Malpaso
D. Cerro de Oro
E. Tem ascal
F. Benito Juárez
Fuente: INEGI, página internet.
En cuanto a la biodiversidad de la región, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Guerrero
son los cuatro estados con mayor riqueza de especies animales y vegetales. En
general, en los estados del Sur y Sureste del país se encuentra representada casi
el 70 por ciento de la biodiversidad total del país (Oaxaca, Chiapas, Veracruz y
Guerrero ocupan los primeros cuatro lugares de biodiversidad en el país, y Puebla
el sexto), casi la mitad de la fauna protegida por la legislación mexicana y los
tratados internacionales, y el 60 por ciento de la flora endémica y protegida por las
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instancias mencionadas. Más de la mitad de la superficie de la región está cubierta
por selvas medianas y altas.
Figura 2.57. Región sur-sureste. Regiones faunísticas y ecosistemas
principales
Bosque templado
Pastizal
Matorrales áridos y semiáridos, chaparral
Selva baja
Selva mediana y alta
Fuente: INEGI, página internet.
Respecto a los recursos forestales, destaca el hecho de que las únicas entidades
en el país cuya cobertura de bosques es superior al 50 por ciento de sus
respectivos territorios se encuentran en esta región; se trata de: Quintana Roo,
Campeche, Guerrero y Oaxaca. De las entidades restantes de la región, sólo
Chiapas y Yucatán están por encima de la media nacional.
De igual modo, en la región sureste del país se encuentran los remanentes de
Selva Tropical Lluviosa, ecosistema que entre 1950 y esta fecha ha sido
erradicado en más del 90 por ciento de su superficie potencial y que sobrevive en
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partes de Puebla (Zona Totonaca y Sierra Negra), Veracruz (Córdoba, Omealca,
Motzorongo, Los Tuxtlas y Uxpanapa), Oaxaca (Mazateca, Chinanteca, Mixe y
Chimalapas) y Chiapas (Región Norte, Palenque, Selva Lacandona y Soconusco)
en condiciones precarias de presión antrópica; y con una demanda creciente de
asentamientos humanos.
Los estados donde las zonas identificadas como aptas para la producción forestal
representan una mayor proporción de sus correspondientes territorios son:
Quintana Roo (86 por ciento) y Yucatán (73 por ciento). Con excepción de
Campeche (65 por ciento), las demás entidades de la región están por debajo de
la media nacional (56 por ciento): Oaxaca, 55 por ciento, Guerrero, 53 por ciento,
Chiapas, 39 por ciento, Puebla, 29 por ciento, Veracruz, 24 por ciento y Tabasco
21 por ciento.
Figura 2.58. Superficie forestal en 1994 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(miles de hectáreas)
Guerrero
15.1%
Chiapas
14.8%
Campeche
11.9%
111,262 74.8%
37,565 25.2%
Oaxaca
20.4%
Yucatán
8.0%
Puebla
5.9%
Quintana Roo
12.6%
Veracruz
Tabasco 8.1%
3.2%
Fuente: Estadísticas del Medio Ambiente, Tomo I, INEGI, México, 1999
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Figura 2.59. Región sur-sureste. Principales tipos de vegetación
2
11
10
7
31
10
15
31
1
1
29
10
5
2
20
20
17
20 20
20
10
8
8
9
20
8
3
3
2
13
3
18
3
13
6
5
20
10 17
17
8
20
7
5
VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA
1 Manglar
2 Popal tular
3 Selva baja perennifolia
4 Selva baja subperennifolia
SELVAS HÚMEDAS
5 Selva alta perennifolia
6 Selva alta subperennifolia
7 Selva mediana subperennifolia
SELVAS SUBHÚMEDAS
8 Selva mediana subcaducifolia
9 Selva mediana caducifolia
SELVAS SECAS
10
11
Selva baja caducifolia
13
Sabana
Selva baja espinosa
BOSQUE DE CONÍFERAS Y ENCINOS
15 Bosque de oyamel
17 Bosque de pino encino
18 Bosque de encino
20 Bosque Mesofilo de montaña
MATORRALES DE ZONA SEMIÁRIDAS
29 Matorral crasicaule
31 Matorral desértico rosetófilo
Fuente: INEGI, página internet.
La riqueza de los recursos naturales y su grado de deterioro, determinados por la
relación de los niveles de presión de la población y sus actividades con la
capacidad intrínseca de los ecosistemas para resistir las presiones o recuperarse
después de ser alterados, así como con la calidad actual de los recursos
naturales, se resume en el indicador de “Calidad ecológica de los recursos
naturales”. Este indicador considera las condiciones de erosión de los suelos,
estado actual de la vegetación, sobrepastoreo y calidad del agua superficial y
subterránea.
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La región Sur Sureste contiene el 11.9 por ciento del total nacional de la superficie
con alta calidad ecológica, aunque también dentro de la región se encuentra
alrededor del 5 por ciento de la de baja calidad ecológica del total del país. Seis de
los nueve estados de la región presentan más del 30 por ciento de su superficie
con calidad ecológica alta y muy alta; éstos son: Quintana Roo, con el 90.9 por
ciento; Campeche, con 77.5 por ciento; Guerrero, con el 54.5 por ciento; Oaxaca,
con el 50.5 por ciento; Yucatán, con el 44.8 por ciento; y Chiapas, con el 43.5 por
ciento. Los estados de la región que presentan ya una mala calidad ecológica son
Puebla (con el 52.5 por ciento de su territorio en dichas condiciones), Tabasco
(con casi el 40 por ciento de su superficie), y Veracruz (con el 28 por ciento).
Fuera de la región Sur Sureste los estados de la República con mejores
condiciones de suelos con alta calidad ecológica como por ciento de su superficie
total son: Baja California, Baja California Sur, Durango, Morelos, y Sinaloa. Por
otra parte, los estados con un mayor porcentaje de su superficie con deterioro
ambiental son: Aguascalientes, Tlaxcala, Guanajuato, Hidalgo, Distrito Federal,
Querétaro.
Por lo anterior, considerando la riqueza de recursos naturales y la baja calidad
ecológica de algunos estados de la región Sur Sureste, es necesario advertir los
principales riesgos de deterioro ambiental en la región que podrían inhibir el
desarrollo sustentable esperado. Entre los riesgos ambientales, las inundaciones
en las partes bajas de las cuencas de los ríos representan uno de los problemas
que más afectan las poblaciones, la agricultura, ganadería, industrias y complejos
turísticos costeros; son especialmente vulnerables Veracruz, Tabasco y Chiapas.
En el Sur Sureste prevalece una gran cantidad de comunidades dispersas que
practican la agricultura nómada, utilizando el sistema de roza-tumba-quema, que,
además de presentar grave peligro de provocar incendios forestales no
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controlados, requiere la apertura anual de un promedio de 4 hectáreas de
arbolado por jefe de familia. Muchas comunidades indígenas, sin embargo,
practican la agricultura nómada de manera adecuada, misma que es su única
fuente de sustento (por citar algún ejemplo, comunidades del sur del estado de
Yucatán y en los altos de Chiapas).
La deforestación se ve alentada también de manera muy importante por la
ganadería extensiva en casi toda la región; de bovinos en las partes bajas y
medias y de ovinos en las altas. Un ejemplo de este proceso ha sido la erosión y
pérdida de productividad de los suelos de montaña ocurridos en la cuenca alta del
Papaloapan en la década de los cuarenta, misma que provocó el colapso
económico de una gran parte de Oaxaca y Puebla y sirvió de detonador para la
emigración que hasta la fecha persiste.
A pesar de que el potencial silvícola tropical de maderas preciosas representa una
de las mejores opciones de desarrollo de la región, de no explotarse éste de
manera cuidadosa se puede avizorar una pérdida de dichos recursos forestales.
Las actividades productivas de los habitantes de la región Sur Sureste constituyen
un riesgo ambiental, pudiendo provocar una extinción masiva y selectiva de
especies animales y vegetales. Actualmente las especies más presionadas son las
de los grandes depredadores y herbívoros (jaguar, tapir, grisón, ocelote, puma,
águila arpía; las ornamentales: guacamayas, loros, etc) y las especies que a pesar
de estar protegidas son cazadas para carne de monte (quetzal, pavón).
El territorio continental de nuestro país, en términos generales, es frágil. Esto
indica que se requiere de un manejo cuidadoso de los recursos naturales para su
uso actual y futuro. La suma de las categorías de alta y muy alta fragilidad suman
poco más del 80 por ciento del territorio nacional. Los estados con los más altos
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niveles de fragilidad son Quintana Roo y Campeche, con el 88 y el 61 por ciento
de su superficie en la categoría de muy alta fragilidad, respectivamente. Del resto
de los estados de la región, el único que sobresale por tener una alta proporción
de su superficie con fragilidad media es Veracruz (con el 43 por ciento de su
territorio en dicha condición).
Dado el estado de los recursos naturales de las entidades de la región parece
factible aspirar a un desarrollo sustentable del Sur Sureste, con un crecimiento
económico alto y un manejo sostenido de recursos naturales. Sin embargo, debido
a la fragilidad de sus recursos, estados como Quintana Roo y Campeche
requieren de un desarrollo económico basado en un aprovechamiento de sus
recursos naturales de muy baja presión, ya que sus ecosistemas pueden ser
deteriorados con facilidad y su recuperación sería muy difícil. El resto de los
estados de la región, a excepción de Veracruz, también presentan serias
restricciones de explotación de sus recursos naturales, por lo cual deben buscarse
esquemas de desarrollo económico de bajo impacto.
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2.9. Economía
Durante la segunda mitad del siglo 20 el producto interno bruto (PIB) del país
prácticamente se multiplicó por diez a precios constantes. La parte más importante
de dicho crecimiento ocurrió entre 1940 y 1982, cuando la economía del país
alcanzó tasas anuales medias de crecimiento cercanas al 7%. Sin embargo,
desajustes estructurales acumulados hicieron que en el último año de dicho lapso,
México viviese una importante crisis, en gran medida desatada por el peso de su
deuda externa y la incapacidad para cubrir los intereses de la misma. Durante las
últimas dos décadas del siglo 20 el país ha vivido crisis económicas recurrentes y
el crecimiento del
PIB
nacional apenas ha sido suficiente para compensar el
crecimiento demográfico, manteniéndose así el PIB por habitante prácticamente sin
crecimiento.
El comportamiento del
PIB
de la región Sur-Sureste fue durante todo el lapso
señalado muy similar al del nacional, aunque con un ligero rezago, mismo que
hizo que la participación del
PIB
de la región en el total nacional se redujese
alrededor de tres puntos entre 1950 y 1995 (pasando del 21.6% del nacional en
1950 al 18.4% en 1995). Durante el último lustro del siglo su participación en el PIB
nacional cayó aún un poco más (cerca de medio punto porcentual). Veracruz y
Puebla generan entre los dos casi un 45% del producto de la región, por lo que el
producto interno bruto conjunto del resto de los estados no llega al 10% del total
nacional.
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PLAN PUEBLA PANAMÁ
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Figura 2.60. Distribución del producto interno bruto en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Oaxaca
8.5%
Región sur sureste
(millones de dólares de 1990)
Guerrero
9.7%
Puebla
21.6%
295,151.366 81.9%
Chiapas
9.2%
Campeche
6.5%
65,023.234 18.1%
Yucatán
7.5%
Quintana Roo
7.5%
Tabasco
6.7%
Veracruz
22.8%
Fuente: Banco de Información Económica, INEGI, México, 2000
En los últimos treinta años el
PIB
per cápita de casi todos los estados de la región
Sur Sureste se ha mantenido por debajo del promedio nacional. Son excepción:
Tabasco en 1980 por el desarrollo petrolero de los setentas en su territorio, pero
sin poder mantenerse por encima del promedio nacional; Campeche a partir de la
década de los ochenta, con base en la actividad petrolera desarrollada a partir de
la Sonda de Campeche; y Quintana Roo a partir de la década de los setenta,
debido a su gran desarrollo turístico alrededor de Cancún.
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PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.61. Producto interno bruto per cápita
Miles de dólares de 1990/habitante
10
México
Región sur sureste
Campeche Chiapas
Guerrero
Oaxaca
8
6
4
2
0
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
Miles de dólares de 1990/habitante
10
México
Región sur sureste
Puebla
Quintana Roo
Tabasco Veracruz
Yucatán
8
6
4
2
0
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
Fuentes:
1940-1960: Samperio G Víctor, Metodologías para el cálculo regular del producto interno estatal bruto, tesis de licenciatura,
UNAM,
México, 1968
1970-1999: Banco de información económica, INEGI, México, 1999-2000
♦
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DOCUMENTO BASE
Figura 2.62. Producto interno bruto per cápita (dólares de 1990 por
habitante)
4,335
3,670
3,137
943
1950
1980
1,214
1999
1950
México
1980
2,945
1980
1999
824
3,295
1999
1950
5,187
796
2,817
3,351
660
1950
3,104
6,035
2,105
1980
502
1950
2,336
1999
Región sur sureste
378
1950
1980
2,298
2,012
1980
1999
1950
1980
10,863
2,775
1999
1,822
1999
1950
541
1950
6,146
1980
1999
2,280
1980
1999
3,783
1,725
342
1950
1980
1,566
1999
1,499
381
1950
1980
1999
Fuentes:
1940-1960: Samperio G Víctor, Metodologías para el cálculo regular del producto interno estatal bruto, tesis de licenciatura,
UNAM,
México, 1968
1970-1999: Banco de información económica, INEGI, México, 1999-2000
La economía Mexicana muestra un cambio estructural gradual pero importante en
cuanto a la composición del
PIB
por ramos de la economía. El sector primario ha
perdido importancia relativa de manera sostenida desde la primera mitad del siglo
20 (la crisis de principios de los ochenta afectó en mayor medida a los sectores
secundario y terciario, por lo que la participación del sector primario en el
PIB
total
tuvo, en términos relativos, una ligera recuperación temporal pasajera). Así, si bien
en 1970 le correspondió un 12.2% del
PIB
total, para 1999 su participación se
había reducido ya a menos del 5%.
Algo similar ha ocurrido en la región Sur-Sureste, aunque en ésta la participación
del sector primario en el
PIB
total ha sido siempre mayor que a nivel nacional
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PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
(pasando del 20% del total en 1970 a algo más del 7% en 1999). Esto es, la región
muestra un nivel de especialización en las actividades del sector primario. Todos
los estados que forman parte de la región muestran un patrón de comportamiento
similar, pero con algunos matices. Oaxaca y Chiapas siguen mostrando una mayor
especialización en las actividades primarias (con una participación del sector
primario en el
PIB
estatal en 1999 de 13.45% y 11.74%, respectivamente), a
diferencia de Quintana Roo (marcada por el desarrollo turístico), Campeche,
Yucatán y Puebla (en los que la participación del sector primario en el PIB total fue
en 1999 de 1.28%, 3.65%, 5.30% y 5.43%, respectivamente; sólo en los dos
primeros dicha participación tuvo un valor inferior al promedio nacional).
La participación del sector secundario en el
PIB
nacional, después de haber
mantenido una tendencia creciente durante los primeros dos tercios del siglo 20,
parece haber alcanzado su máximo histórico hacia 1980 (cuando representó poco
más del 37% del total. A partir de entonces muestra una tendencia descendente.
El patrón de comportamiento señalado es semejante al vivido por los países más
desarrollados años antes. Algo similar puede apreciarse para la región SurSureste, donde en particular en Tabasco y Campeche la industrialización asociada
con el desarrollo petrolero fue notable durante los años setenta y ochenta,
respectivamente. En el estado de Veracruz se ubican las actividades de
petroquímica de Pemex, así como importantes centros de refinación de petróleo
de la misma empresa.
Al interior de la región destacan por su grado de
especialización en el sector secundario Campeche y Puebla. Los estados con
menor grado de industrialización de la región son Quintana Roo y Guerrero.
En la producción manufacturera, donde la interacción entre costos locales de
producción y costos de transporte con la presencia de economías de escala es
determinante para la ubicación geográfica de la producción, la participación de la
región Sur Sureste en el
PIB
nacional es muy baja y ha disminuido desde la
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DOCUMENTO BASE
entrada en vigor del TLCAN. La producción manufacturera de la región está muy
vinculada con las actividades primarias, mostrando sólo incipientes avances en
ramos como alimentos y bebidas, productos metálicos y textiles.
Por otra parte, el sector terciario de la economía del país ha mantenido una
tendencia hacia una participación creciente del
PIB
total, representando
actualmente cerca de dos terceras partes de éste. La evolución de la participación
del mismo en el
PIB
de la región Sur-Sureste es prácticamente igual al
correspondiente a México. Al interior de la región Quintana Roo y Guerrero son los
estados que muestran mayor grado de especialización en el sector terciario con
una participación del mismo en el
PIB
total estatal en 1999 de 92.59% y 77.53%,
respectivamente, en particular por el peso que en ellos tienen las actividades
turísticas).
Figura 2.63. Distribución del producto interno bruto primario por
entidades en 1999 (por ciento)
Otras entidades
12,182 71.8%
Región sur sureste
millones de dólares de 1990
Oaxaca
15.6%
Guerrero
10.2%
Campeche
3.2%
Yucatán
5.4%
4,788 28.2%
Puebla
15.9%
Quintana Roo
1.3%Tabasco
5.4%
Chiapas
14.7%
Veracruz
28.3%
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
Figura 2.64. Distribución del producto interno bruto secundario por
entidades en 1999 (por ciento)
♦
20
PLAN PUEBLA PANAMÁ
Otras entidades
85,450 82.5%
DOCUMENTO BASE
Oaxaca Guerrero
5.1%
6.3%
Región sur sureste
millones de dólares de 1990
18,183 17.5%
Chiapas
7.4%
Campeche
13.8%
Puebla
27.1%
Yucatán
6.8%
Quintana Roo
1.6% Tabasco
7.6%
Veracruz
24.3%
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
Figura 2.65. Distribución del producto interno bruto terciario por
entidades en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Oaxaca
8.7%
Región sur sureste
millones de dólares de 1990
Guerrero
11.6%
Chiapas
9.4%
Puebla
19.9%
197,518 82.4%
Campeche
3.7%
42,053 17.6%
Yucatán
8.0%
Quintana Roo
10.7%
Tabasco
6.4%
Veracruz
21.6%
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
Figura 2.66. Distribución del producto interno bruto por sectores en 1999
♦
21
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
4.7%
28.8%
66.5%
9.1%
29.8%
5.3%
25.3%
61.1%
México
5.4%
35.0%
7.4%
64.6%
28.0%
7.8%
14.7%
3.7%
59.5%
59.5%
36.8%
69.4%
1.3%
6.1%
92.6%
5.9%
31.9% 62.2%
77.5%
13.4%
20.7%
65.8%
11.7%
22.6%
65.7%
Región sur sureste
Sector primario
Sector secundario
Sector terciario
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
La distribución sectorial del
PIB
por entidad muestra grandes diferencias. Por
ejemplo, en Campeche predomina el sector secundario, relacionado con la
industria petroquímica; lo mismo ocurre en Puebla, aunque con un desarrollo
industrial más diversificado; Quintana Roo y Guerrero son entidades en donde
predomina el sector terciario, caracterizado por sus destinos turísticos de playa,
donde destacan Acapulco y Cancún.
El desarrollo de las actividades industriales de la región muestra grandes
disparidades. En 1999 el estado de Puebla representó más del 40% del producto
interno bruto de la región y Veracruz casi otro 30% del mismo. Así, entre estos dos
estados se repartían más del 70% del producto interno bruto regional
manufacturero. Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Guerrero apenas aportaron
en conjunto 9.3% del total.
♦
22
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Por otra parte, el peso de los productos alimenticios en el producto interno bruto
manufacturero de la región es muy elevado, llegando en 1999 a más del 37% del
total. En ese mismo año le siguieron en importancia el ramo de productos
metálicos, con 24.6% del total, y el de sustancias químicas, con 13.2%. Estos tres
ramos, junto con el de textiles (8% del total), sumaron así el 83% de las
actividades industriales de la región.
Figura 2.67. Distribución del producto interno bruto manufacturero en
1999 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(miles de pesos de 1998)
Oaxaca 9.1%
Puebla 42.5%
658,077
87.5%
Guerrero 4.2%
Chiapas 2.9%
Campeche 0.7%
93,915 12.5%
Yucatán 7.8%
Quintana Roo 1.4%
Tabasco 2.7%
Veracruz 28.8%
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
♦
23
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.68. Distribución del producto interno bruto manufacturero en la
región Sur Sureste en 1999 (por ciento)
otros
1.2%
Prod metalicos
24.6%
Ind metalicas
4.5%
Prod alimenticios
37.3%
Textiles Prod madera
8.0%
3.1%
Prod min no metalicos
5.3%
Papel
2.8%
Sust quimicas
13.2%
Fuente: Banco de información económica, INEGI, México, 2000
La región Sur Sureste cuenta con recursos pesqueros (camarón y otras especies
en Campeche y Chiapas) y tierras adecuadas para cultivos del trópico húmedo
(plátano, café y caña de azúcar). No obstante, su contribución al PIB agropecuario,
silvícola y pesquero es relativamente baja, lo que sugiere que su potencial no ha
sido plenamente aprovechado. De hecho, el porcentaje de la superficie de labor de
la región en la que se utilizan tractores es cercano a la mitad del correspondiente
al promedio nacional (65.2%). Algo similar ocurre con el uso de semillas
mejoradas. Además, cerca de dos terceras partes de las tierras sembradas de la
región está dedicada al cultivo del maíz, no obstante que las características
climatológicas favorecen el cultivo de otros productos agrícolas. En particular,
Chiapas, Guerrero y Oaxaca son eminentemente estados agrícolas de temporal,
♦
24
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
basados en unidades de producción poco tecnificadas y de escasa extensión,
enfocadas parcialmente al autoconsumo. El sector primario (agropecuario,
silvícola y pesquero) absorbe el 40% del empleo regional, en contraste con el 18%
en el resto del país, lo cual refleja una baja productividad y se traduce en un
reducido nivel de ingresos para la población ocupada en este sector. Lo anterior
es particularmente importante en el estado de Chiapas, donde la presión
demográfica ha llevado a incorporar al cultivo tierras poco aptas para usos
agrícolas, en especial, tierras con vocación forestal, resultando en un rendimiento
agrícola por hectárea de sólo 60% el de la media nacional.
El ahorro y el financiamiento son dos factores de gran importancia para el
desarrollo económico. En ambos la región Sur Sureste muestra un rezago
importante frente al resto del país.
Del total del crédito otorgado por la banca comercial del país en 1999 apenas el
6.3% correspondió a entidades de la región. Así, el crédito otorgado por habitante
fue en la región de casi la sexta parte que el promedio para las entidades fuera de
la región. La ya de por sí grave escasez de créditos comerciales en el país se
multiplica así en la región. Resulta difícil imaginar que el Sur Sureste pueda
despegar económicamente es estas circunstancias de falta de recursos para las
inversiones productivas. El gobierno federal y la banca de desarrollo del país
tendrán que hacer un esfuerzo importante para incrementar la dotación de créditos
para la región.
♦
25
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.69. Financiamiento bancario otorgado por la banca comercial.
Crédito en 1999 (por ciento)
Otras entidades
970,625 93.7%
Puebla
27.3%
Región sur sureste
millones de pesos de 1998
65,277 6.3%
Quintana Roo
9.2%
Tabasco
7.6%
Oaxaca 1.8%
Guerrero 4.1%
Chiapas 7.1%
Campeche
2.5%
Yucatán
12.4%
Veracruz
27.9%
Fuente: Sexto Informe de Gobierno Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidencia de la República, México, 2000
Por lo que toca al ahorro captado por la banca comercial la situación de la región
Sur Sureste muestra también un rezago importante. La región captó en 1999 sólo
el 7.8% del ahorro total nacional de la banca comercial. En realidad, dados los
menores niveles de ingreso de la población de la región, difícilmente podría
esperarse que la situación fuese otra.
♦
26
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.70. Ahorro captado por la banca comercial en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Oaxaca
10.4%
Región sur sureste
millones de pesos de 1998
Chiapas
9.7%
Puebla
22.4%
903,522 92.2%
Guerrero
9.0%
Campeche
2.9%
76,876 7.8%
Yucatán
9.2%
Quintana Roo
4.3% Tabasco
7.0%
Veracruz
25.1%
Fuente: Sexto Informe de Gobierno Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidencia de la República, México, 2000
♦
27
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.10. Agricultura
La importancia de las actividades agrícolas en la región Sur Sureste merecen
atención especial. La región es la principal productora del país de diversos
productos agrícolas. En ella se produce el 100% del cacao, del agave mezcalero y
de la higuerilla, casi el 97% de la piña, casi el 93% del café cereza, el 91% del
tejocote, casi el 89% del mamey, casi el 83% de la yuca alimenticia, el 78% de la
papaya (y el 74% de la maradol y el 70% de la roja), el 75% del rabanito, el 74%
del plátano, casi el 73% de la toronja, el 71% de la copra, el 64% de la mandarina,
el 61% del arroz palay, el 57% del cacahuate, el 58% de la caña de azúcar, el 55%
del mango, el 52% de la naranja y cerca del 47% del tamarindo.
En 1950 la superficie total cosechada de la región fue de casi 5.5 millones de
hectáreas. Durante la década de los cincuenta dicha superficie tuvo una caída
muy importante, para reducirse a 3.4 millones de hectáreas (una parte de ello
puede deberse a cambios en los registros estadísticos). La mayor parte de dicha
disminución correspondió a una contracción en la superficie cosechada de
Veracruz entre 1950 y 1960 (pasando de casi 3 millones de hectáreas en el
primero de dichos años a menos de 2.2 millones en el segundo). A partir de 1960
la superficie cosechada de la región ha venido creciendo de manera sostenida,
con un ritmo similar a como lo ha hecho la superficie cosechada total del país.
Entre 1960 y 1998 la de la región se incrementó en un 80%, para alcanzar en el
último de esos años 6.14 millones de hectáreas, o un 32.7% de la superficie total
cosechada del país de entonces (18.8 millones de hectáreas). En esa superficie se
produjeron 46.2 millones de toneladas de productos agrícolas, o un 33.6% de la
producción total nacional (137.6 millones de toneladas). Los rendimientos unitarios
promedio de la región son así prácticamente iguales que los nacionales. Por otra
♦
28
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
parte, el valor total de la producción agrícola de la región fue en 1998 de 41.9
miles de millones de pesos, o un 26.9% del valor total de la producción nacional
(155.9 miles de millones de pesos). Ello significa que la región produce cultivos de
menor valor comercial unitario que el promedio nacional. La participación de la
agricultura de autoconsumo o subsistencia es muy importante en la región y la
mayor parte de la agricultura es de temporal. Adicionalmente la falta de
infraestructura de transporte adecuada dificulta a los productores de la región el
acceso a los grandes mercados del país (centro, occidente y norte), donde deben
competir con productores físicamente más cercanos a dichos mercados. Ello,
aunado a la falta de una agroindustria local fuerte, los hace caer en manos de
intermediarios que compran a precios inferiores a los del mercado.
Por lo que toca a la superficie cosechada al interior de la región, Veracruz y
Chiapas representaron en 1998 un 45% de la superficie cosechada total (22.8 y
22.5%, respectivamente). Oaxaca, Puebla y Guerrero les siguieron de cerca con
poco más de un 40% adicional en conjunto.
Durante la segunda mitad del Siglo 20, entre los estados agrícolas de la región
Chiapas fue el estado que tuvo una mayor tasa de crecimiento en la superficie
cosechada (entre 1960 y 1998 se multiplicó por algo más de 2.5; la de Quintana
Roo se multiplicó por más de cinco en dicho lapso, pero en 1998 fue de apenas
cien mil hectáreas). Por otra parte, Veracruz y Yucatán tienen hoy una menor
superficie cosechada de la que tenían en 1950.
♦
29
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.71. Superficie cosechada (miles de hectáreas)
18,753.5
18,252.0
15,876.8
2,955.8
1,058.6
1950
1980
1950
1998
1980
1,396.2
397.8
1998
1950
México
5,489.4
6,135.4
592.1
4,647.7
1950
1950
1980
1998
Región Sur Sureste
391.6
1950
591.5
1980
855.8
920.3
1980
1998
121.1
104.1
192.3
1950
1980
1998
158.4
149.2
252.5
1950
1980
1998
293.0
1980
225.5
1998
22.0
1950
50.1
103.2
1980
1998
712.1
1998
416.6
1950
713.2
1980
951.7
1998
433.9
1950
832.1
1980
1,381.6
1998
Fuentes:
1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
♦
30
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.72. Distribución de la superficie cosechada en 1998 (por ciento)
Otras entidades
12,619 67.3%
Guerrero
11.6%
Región sur sureste
(miles de hectáreas)
6,135 32.7%
Chiapas
22.5%
Oaxaca
15.5%
Puebla
15.0%
Quintana Roo Tabasco
1.7%
4.1%
Campeche
3.1%
Yucatán
3.7%
Veracruz
22.8%
Fuente: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
A nivel nacional un 26% de la superficie cosechada corresponde a tierras de riego.
Éstas prácticamente no crecieron en números absolutos desde 1980 a la fecha.
En la región Sur Sureste la participación de las tierras irrigadas en la superficie
cosechada total apenas llega al 7.4%, a pesar de haberse incrementado en un
50% entre 1980 y 1988. Ello es así a pesar de que la región recibe alrededor del
80% de la precipitación pluvial del país.
♦
31
PLAN PUEBLA PANAMÁ
Figura 2.73.
4,888
1980
4,943
1990
DOCUMENTO BASE
Superficie cosechada de riego (miles de has)
4,892
71.1
59.5
1998
1980
México
1990
86.4
6.2
1998
1980
304.6
382.1
1990
1990
23.3
1998
136.7
454.7
98.4
110.8
1998
Región Sur sureste
43.6
1980
1980
1990
60
55.3
1990
7.3
5.4
1980
1980
13.9
1.8
1998
1980
1998
61.6
1980
1990
2.4
1990
1990
1980
2.2
3
0.5
1990
1998
1998
62.3
23.3
1998
4.9
1998
85
53.7
17.1
1980
1990
45.6
1998
Fuente: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
Un 30% del total de la superficie irrigada de la región corresponde a Puebla y un
19% adicional a Veracruz y otro tanto a Oaxaca. Así, a estos tres estados les
corresponde casi un 70% de la superficie irrigada del Sur Sureste. Guerrero y
Chiapas agregan por partes casi iguales poco más de otro 20% del total.
♦
32
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.74. Superficie cosechada de riego
Demás entidades
4,437,345 90.7%
Región sur sureste
(hectáreas)
Oaxaca
18.7%
Guerrero
12.2%
Chiapas
10.0%
Campeche
3.8%
454,652 9.3%
Yucatán
5.1%
Puebla
30.1%
Q Roo Tabasco
0.7% 0.5%
Veracruz
19.0%
Fuentes: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
Entre 1950 y 1998 el volumen total de la producción de la región Sur Sureste se
multiplicó 6.8 (lo que corresponde a una tasa anual media de crecimiento
ligeramente superior al 4%). En ese mismo lapso el volumen de producción
agrícola del país se multiplicó por 7.6, algo más que el de la región. Ello significa
que durante la segunda mitad del siglo 20 la participación del Sur Sureste en el
volumen de producción agrícola del país se redujo ligeramente (de 37.6% del total
en 1950 a 33.6% en 1998). Con todo la participación de la región en la producción
agrícola sigue siendo mayor que la que le corresponde en la población (esto es, su
producción por habitante es mayor que el promedio nacional). En términos
relativos, Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca fueron las entidades con mayor
crecimiento durante dicho lapso (si bien en el caso de la primera de ellas el
volumen de producción actual no llega aún al 3% del total regional). En 1998, del
volumen total de la producción agrícola de la región el 52.7% correspondió a
Veracruz. Otra tercera parte correspondió en conjunto a Puebla, Oaxaca y
Chiapas, repartida por partes casi iguales entre ellos.
♦
33
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.75. Volumen de la producción agrícola(miles de toneladas)
137,570.2
97,038.3
24,328.2
15,112.4
17,989.0
1950
1980
3,886.5
1998
México
1950
279.9
1980
1950
1998
389.3
481.1
1980
1998
46,200.5
30,166.2
1,122.8
6,763.4
1950
1950
1980
3,612.1 4,733.9
504.5
839.4
1980
1998
8.1
1950
1980
1998
204.6 1,264.6
1980
1998
2,432.6
175.3 1,529.6
1998
Región Sur Sureste
101.7
1950
1950
1980
1998
354.9 1,183.5 1,919.9
1950
1980
4,666.9 5,537.9
1998
441.8
1950
392.4
1980
1998
1950
2,963.1
1980
4,662.9
1998
Fuentes: 1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
Figura 2.76. Distribución del volumen de la producción agrícola en 1998
(por ciento)
Otras entidades
91,370 66.4%
Región sur sureste
(miles de toneladas)
Quintana Roo
2.7%
Tabasco
5.3%
Oaxaca
12.0%
Puebla
10.2%
Guerrero
4.2%
Chiapas
10.1%
Campeche
1.8%
Yucatán
1.0%
46,200 33.6%
Veracruz
52.7%
Fuente: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
♦
34
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
El rendimiento unitario de la región ha sido y es ligeramente superior al promedio
nacional. Ello a pesar de que la agricultura de temporal y de subsistencia (con
rendimientos unitarios menores que la de irrigación y comercial) es más
importante en ella que en el resto del país. Entre los estados de la región existen
diferencias muy importantes en cuanto al rendimiento unitario. En 1998 el estado
con mayor rendimiento unitario medio fue Veracruz, con 17.4 toneladas por
hectárea, más del doble del rendimiento promedio a nivel nacional. Quintana Roo
y Tabasco tuvieron también rendimientos por encima del promedio nacional, el
primero de ellos con muy altas tasas de crecimiento durante toda la segunda mitad
del siglo 20, mientras que el segundo redujo ligeramente su rendimiento entre
1980 y 1998. Por contraste, Yucatán, Guerrero y Chiapas tienen rendimientos
unitarios por debajo de la mitad del promedio nacional (2.1, 2.7 y 3.4 toneladas por
hectárea). Para incrementar la producción será necesario elevar los rendimientos
unitarios de dichos estados. Ello sólo se logrará modificando el nivel de
tecnificación del campo (irrigación, empleo de semillas mejoradas, fertilizantes,
plaguicidas y pesticidas, rotación de cultivos, etc) Debe subrayarse que los
avances científicos y tecnológicos disponibles, la mayoría de los cuales tienen su
origen en los países más desarrollados (Estados Unidos y Europa) son aplicables
a climas templados como los que prevalecen en ellos. La investigación para la
agricultura tropical, aplicable a buena parte de la región Sur Sureste, muestra un
retraso importante.
♦
35
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.77. Rendimiento de la producción (toneladas/ha)
6.1
7.3
17.4
1.0
14.3
1950
1980
1998
México
1.3
6.5
0.7
7.5
4.9
1.2
1950
2.1
1.3
4.4
12.3
0.8
1980
1998
1.9
4.2
5.1
10.3
Región Sur Sureste
0.9
2.0
4.1
9.6
0.4
1.1
2.7
6.5
5.8
1.1
0.9
3.6
3.4
Fuentes:
1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
El valor de la producción de la producción agrícola de la región Sur Sureste
prácticamente se cuadruplicó durante la segunda mitad del siglo 20, creciendo con
mayor rapidez que el de la producción agrícola total nacional (que en el mismo
lapso poco más que se triplicó). Así, la participación de la región en el valor de la
producción agrícola nacional creció ligeramente, pasando de un 24.1% en 1950 a
un 26.9% en 1998. Hoy es así apenas inferior a lo que le correspondería según su
participación en la población total nacional.
♦
36
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.78. Valor de la producción agrícola (miles de millones de pesos
de 1998)
155.9
12.9
117.6
8.8
46.5
3.9
1950
1980
1998
1950
1980
México
5.6
6.0
41.9
1.6
33.5
1950
1980
3.1
3.9
1.4
1.2
1.4
1950
1980
1998
1998
1998
0.2
0.3
0.5
1.0
1950
1980
1998
1.8
1.9
0.0
0.1
0.4
1950
1980
1998
11.2
1.1
1950
1980
1998
1950
7.3
1980
5.3
1998
Región Sur Sureste
1.2
1950
7.3
7.2
1980
1998
1.5
1980
1998
1950
Fuentes:
1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
Del total del valor de la producción agrícola regional, entre Veracruz, Oaxaca,
Chiapas y Puebla se reparten casi el 80% del total regional (con 30.7, 17.5, 17.2 y
14.2% del total, respectivamente).
♦
37
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.79. Distribución del valor de la producción agrícola en 1998
(por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(millones de pesos de 1998)
114,020 73.1%
Guerrero
9.3%
Oaxaca
17.5%
Chiapas
17.2%
Campeche
2.4%
Yucatán
3.3%
41,865 26.9%
Puebla
14.2%
Quintana Roo
0.9%
Tabasco
4.5%
Veracruz
30.7%
Fuente: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
Figura 2.80. valor de la producción por hectárea cosechada (miles de
pesos de 1998/ha)
7.4
8.3
9.2
8.4
6.1
2.6
1950
1980
1.3
1950
1998
1980
1998
México
5.2
1980
1998
3.9
1950
1980
1998
2.1
6.5
6.5
1950
12.0
2.7
7.2
1980
1950
1980
5.2
5.5
1980
1998
1998
1998
Región Sur Sureste
1.3
1950
7.4
6.8
2.0
1950
4.7
3.4
1.5
1950
1980
7.4
1950
5.2
3.6
1980
1998
1998
8.7
7.7
2.9
1980
3.7
1998
2.9
1950
2.0
1950
1980
1998
Fuentes:
1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
♦
38
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.81. valor de la producción por tonelada producida (miles de
pesos de 1998/ton)
4.8
3.0
2.8
1980
1998
2.6
1950
1.2
1.1
1980
1998
1.0
1950
México
3.2
1.7
1950
1.1
0.9
1980
1998
Región Sur Sureste
1950
0.6
1980
0.5
1998
1.4
1.5
1.3
1950
1980
1998
2.6
1980
1950
2.5
1950
1.4
1.2
1950
1980
1.0
1.2
1980
1998
3.6
1950
0.8
0.5
1980
0.3
1998
1998
2.0
1998
2.7
1950
3.9
1.1
1.3
1980
1998
2.5
1.6
1950
1980
1998
Fuentes:
1950-1979: Anuarios estadísticos de la producción agropecuaria, SARH, México
1980-1998: Sistema Agropecuario de Consulta 1998, SAGAR, México, 2000
♦
39
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.11. Pesca
La región Sur Sureste tiene sin duda un importante potencial pesquero. Sus largos
litorales, tanto en el Golfo de México y el Caribe como en el Pacífico, ofrecen
posibilidades importantes para el desarrollo y expansión de la pesca ribereña
(todos los estados de la región, salvo Puebla, tienen extensas costas). Hoy la
producción pesquera de la región representa apenas un 23.7% de la nacional,
estando concentrada mayormente en Veracruz, al que corresponde casi 40% de la
producción regional. A Tabasco y Campeche les corresponde conjuntamente otra
tercera parte de dicha producción (18.3 y 15%, respectivamente). La región tiene
un amplio potencial para el desarrollo de la acuacultura, dada la presencia de
cuerpos de agua (lagunas costeras en particular) y ríos importantes, con
condiciones favorables para la cría de tilapia, camarón y langosta, entre otros.
Entre los limitantes párale mayor desarrollo de la pesca ribereña y la acuacultura
en la región está la falta de infraestructura para la cadena de fríos y de la
infraestructura industrial para el procesamiento de los productos pesqueros.
Figura 2.82. Producción pesquera en el año 2000 (por ciento)
Otras entidades
1,071 76.3%
Región sur sureste
(miles de toneladas en peso
vivo)
Tabasco
18.3%
Q Roo Pue Oax Guerrero
1.5% 1.4% 2.8% 2.0% Chiapas
7.6%
Campeche
15.0%
332 23.7%
Yucatán
11.7%
Veracruz
39.7%
Fuente: Sexto Informe de Gobierno Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidencia de la República, México, 2000
♦
40
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.12. Comercio Exterior
La política de sustitución de importaciones seguida por México hasta mediados de
los ochenta, alentó la concentración de la actividad económica alrededor de los
grandes centros urbanos, en particular la Ciudad de México y, en menor medida,
Monterrey y Guadalajara. Las economías de escala de la producción en masa
obligaban a localizar las empresas productoras cerca de los grandes mercados. La
infraestructura de transporte se fue desarrollando siguiendo esta lógica,
favoreciendo aún más los procesos de concentración (en una segunda etapa de
expansión ya no tanto por razones de cercanía al mercado, sino por disponibilidad
de infraestructura y servicios para la producción). A partir del segundo lustro de los
ochenta, la apertura comercial y, en particular el TLCAN, ha favorecido la
ubicación de plantas manufactureras en la frontera norte y puertos y a lo largo de
ejes conectados con un cruce de la frontera norte como son: Nogales-Mazatlán,
Ciudad Juárez-Aguascalientes, Nuevo Laredo-Monterrey, y Matamoros-Tampico.
De esta manera, la eliminación de las distorsiones creadas por la política de
sustitución de importaciones favorece una ubicación de las manufacturas más
acorde con las ventajas comparativas de las regiones y representa un profundo
cambio estructural, aunque los efectos no son instantáneos. Evidentemente, dada
la concentración del comercio nacional en unas cuantas empresas (en general
subsidiarias de las empresas trasnacionales establecidas en el país), las
empresas más beneficiadas con las nuevas condiciones de apertura comercial
han sido las grandes empresas.
La apertura comercial y el TLCAN tienen efectos similares a los del régimen de
maquila, al permitir a los productores nacionales acceso a insumos intermedios a
precios mundiales. El empleo del sector maquilador nacional creció en 10.3% en
♦
41
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
promedio anual durante la última década, lo que contrasta con el 3.9% en
promedio anual que creció el empleo en el sector formal. Aunque el régimen de
maquila está ya abierto a todo el territorio nacional, los mayores beneficios se han
concentrado en la frontera norte, por su cercanía con Estados Unidos, el principal
mercado de exportación.
Figura 2.83. Empleo en la Industria Maquiladora, 1999.
Menos de 1,000
De 1,000 a 5,000
De 10,000 a 50,000
Fuente: Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación, INEGI
El comercio exterior de la región Sur Sureste ha sido hasta ahora muy pobre. En
1999 las exportaciones de la región alcanzaron apenas el 5.7% de las
exportaciones del país, y las importaciones apenas el 3.2% de las totales
nacionales. Más aún, el comercio exterior del Sur Sureste está prácticamente
concentrado en un solo estado: Puebla. A él correspondió en 1999 casi el 83% de
las exportaciones de la región y el 66% de las importaciones. Esta situación se
debe en buena parte al bajo nivel de industrialización del Sur Sureste y a que las
♦
42
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
pocas industrias existentes corresponden a sectores de bajo valor agregado,
orientadas al mercado interno. Con todo, los márgenes para incrementar el
comercio exterior de la región son muy amplios. Sin embargo, para aprovechar el
potencial exportador de la región se requiere de un conjunto de medidas que van
desde el acceso a información, esfuerzos de promoción, mejoras administrativas
de las unidades de producción, y programas de calidad, hasta el fortalecimiento
tecnológico y el desarrollo de infraestructura y servicios para la producción.
Figura 2.84. Evolución de las exportaciones por entidad (millones de
dólares de 1990)
1,179
112,172
47,270
1993
69,251
1995
538
302
1993
1995
104
1999
1993
5,288
1999
México
39
39
16
1993
1995
1999
175
315
1995
1999
2,034
1,130
6,402
3,805
1,808
1993
1995
1993
1995
24
29
49
1993
1995
1999
1999
11
22
1993
1995
44
35
25
1993
1995
1999
30
41
34
1993
1995
1999
8
1999
124
1993
251
131
1995
1999
1999
Región Sur Sureste
Fuente: INEGI
♦
43
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.85. Evolución de las importaciones por entidad (millones de
dólares de 1990)
116,571
59,614
63,080
230
1993
1993
1995
453
544
1995
1999
2,485
1999
M éxico
1,914
1993
2,244
1993
69
42
21
1993
1995
1999
1995
22
19
22
1993
1995
1999
498
287
1995
1999
109
1,277
1,060
3,757
301
1993
1999
14
22
17
1993
1995
1999
24
37
40
1993
1995
1999
1993
1995
1999
R egión S ur S ureste
84
29
38
1993
1995
1999
80
92
1995
1999
Fuente: INEGI
Figura 2.86. Coeficiente de exportaciones (exportaciones / PIB)
10.8
3.6
2.3
1999
1993
1.9
1993
1995
38.6
26.8
1.0
1.2
0.4
1993
1995
1999
6.2
6.6
1995
1999
10.3
1993
1995
0.4
0.7
0.8
1993
1995
1999
1999
0.3
0.7
0.2
1993
1995
1999
0.8
1.0
0.5
1993
1995
1999
2.0
1993
6.2
1995
0.7
1.5
0.7
1993
1995
1999
2.1
1999
Fuente: INEGI
♦
44
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.87. Coeficiente de importaciones (importaciones / PIB)
4.2
1.5
1993
1995
3.6
6.8
0.3
1993
0.5
1995
1995
1995
1999
18.2
9.7
1993
10.4
1999
1993
16.8
10.1
1999
1.7
1.3
1993
1995
0.3
1993
0.7
1995
0.6
1999
0.4
1999
2.5
2.8
1.9
1993
1995
1999
0.4
1999
0.4
1993
1
1995
0.7
1999
1.4
0.7
0.6
1993
1995
1999
Fuente: INEGI
♦
45
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.13. Vivienda
La participación de la región Sur Sureste en el total de las viviendas del país es
similar a la que le corresponde en población. Ello significa que la ocupación
promedio por vivienda es similar a la nacional (4.4 habitantes por vivienda). De
hecho, el número de habitantes por vivienda es ligeramente inferior al promedio
nacional en Quintana Roo, Veracruz y Campeche, igual al promedio nacional en
Yucatán, y ligeramente superior en el resto de las entidades. Chiapas y Puebla
son los estados con mayor hacinamiento. Si bien estos datos harían pensar que la
situación de la vivienda en la región no presenta un rezago con respecto a la
nacional, la realidad es muy otra cuando se revisan sus características y dotación
de servicios.
Figura 2.88. Distribución de viviendas por entidad en 2000 (por ciento)
Otras entidades
15,915.8 72.5%
Región sur sureste
(miles de viviendas)
6,032.2 27.5%
Oaxaca
12.3%
Guerrero
10.9%
Chiapas
13.4%
Puebla
17.7%
Quintana Roo
3.5% Tabasco
6.8%
Campeche
2.6%
Yucatán
6.2%
Veracruz
26.6%
Fuente: XII Censo General de Población y Vivienda 2000, resultados preliminares, INEGI, México, 2000
♦
46
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.89. Habitantes por vivienda en 2000
4.86
4.44
México
4.68
4.39
Campeche
4.63
4.76
4.58
4.1
Chiapas
Guerrero
Oaxaca
Puebla
Q Roo
Tabasco
4.3
Veracruz
4.44
Yucatán
Fuente: XII Censo General de Población y Vivienda 2000, resultados preliminares, INEGI, México, 2000
Según el censo de 1990, a nivel nacional sólo un 10.5% de las viviendas tenían un
solo cuarto y un 23.6% adicional tenían dos cuartos. En la región Sur Sureste la
proporción de las viviendas de un solo cuarto era casi el doble que a nivel nacional
y la de dos cuartos era algo mayor que un 30%. Así, mientras que a nivel nacional
cerca de una tercera parte de las viviendas tenían uno o dos cuarto, en el Sur
Sureste la mitad de ellas correspondía a esta característica. En el otro extremo,
mientras que a nivel nacional casi el 24% de las viviendas tenían cinco o más
cuartos, en la región las que los tenían eran apenas algo más del 12%. La
situación más precaria corresponde a los estados de Guerrero (con 22.7% de las
viviendas con un solo cuarto y 38.4% adicional con dos cuartos), Chiapas (con
19.7% y 39.1%, respectivamente de viviendas con uno y dos cuartos) y Oaxaca
(con 17.9 y 40.3%, respectivamente). En estas localidades el porcentaje de
viviendas con cinco o más cuartos apenas llega a 6.9, 8.8 y 9.2%
respectivamente. Así, mientras que a nivel nacional el tamaño medio de las
viviendas es cercano a 3.5 cuartos, en los estados más rezagados de la región
♦
47
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Sur Sureste apenas llega a 1.9 cuartos. Ello implica que el número de habitantes
por cuarto es en la región un poco menos del doble que el promedio nacional y
más de dos veces y media el promedio de los estados de fuera de la región.
Figura 2.90. Distribución de viviendas según número de cuartos en 1990
(por ciento)
31.3%
27.8%
42.1%
23.6% 10.5%
5.4%
18.4%
36.4%
39.3%
19.4%
3.0%
13.4%
32.5%
México
36.4%
29.6%
32.6%
35.8%
37.9%
17.8%
2.7%
11.1%
Región sur sureste
38.4%
19.4%
9.8% 2.1%
12.9%
3.4%
13.2%
29.4%
33.8%
12.4%
4.6%
15.6%
26.7%
8.4% 1.7%
24.5% 14.2%
1.9%
13.7%
45.7%
22.7%
5.6% 1.3%
31.9%
40.3%
32.6%
17.9%
7.3% 1.9%
Un cuarto
39.1%
32.3%
19.7%
7.0% 1.8%
Dos cuartos
Tres y cuatro cuartos
Cinco y seis cuartos
Siete y más cuartos
Fuente: XI Censo General de Población y Vivienda 1990, INEGI, México, 1992
El rezago habitacional de la región no se limitaba al tamaño de las viviendas. A
nivel nacional en 1990 todavía la quinta parte de las viviendas tenía piso de tierra
(en 1970 lo tenía un 44.2%, por lo que su proporción se redujo a la mitad en dos
décadas). En ese mismo año en la región Sur Sureste las viviendas con piso de
tierra representaron el 43.5% del total (habiéndose reducido su participación del
66.1% correspondiente en 1970), lo que representa un rezago de 20 años frente al
♦
48
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
promedio nacional. Así, la proporción de viviendas con piso de tierra es casi cuatro
veces mayor que en los estados fuera de la región (o del doble que el promedio
nacional). En buena parte el rezago de la región en este indicador se debe a su
mayor proporción de población rural y en condiciones de aislamiento. Entre los
estados de la región hay diferencias importantes en los valores de este indicador.
En Oaxaca y Chiapas en 1990 todavía más del 60% de las viviendas tenían piso
de tierra (lo que significa un rezago de cerca de 30 años con respecto al promedio
nacional), mientras que en Quintana Roo el por ciento de dichas viviendas era sólo
ligeramente superior al promedio nacional (26.2%).
Figura 2.91. Viviendas con piso de tierra como por ciento del total de
viviendas (por ciento)
44.21
28.42
1970
1980
68.33
52.28
39.07
20.95
1990
1970
México
1980
34.4
43.94
67.99
1990
1970
36.99
66.12
1980
31.2
48.9
43.5
1970
1970
1980
1990
Región Sur sureste
1980
1970
38.34
1990
1970
1980
38.3
26.16
33.29
1970
47.17
1990
63.05
74.31
58.06
1980
1990
75.79
62.37
50.72
36.97
81.37
1980
30.7
1970
1990
1990
77.29
73.8
1980
66.49
64.15
60.52
1990
1970
1980
1990
1970
1980
1990
Fuente: Censos de población y vivienda, varios años, INEGI, México.
En lo que toca a la dotación de servicios disponibles para las viviendas las
diferencias entre la región Sur Sureste y el resto del país también son importantes
♦
49
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
y contribuyen a que la calidad de vida y bienestar de la población de dicha región
sea menor. Mientras que a nivel nacional en 1995 sólo la cuarta parte de las
viviendas no contaban con drenaje, en la región las viviendas que no lo tenían
superaba el 40%, llegando dicha cifra en algunos de sus estados a entre 45 y 55%
del total. Ello significa que en la región la proporción de viviendas sin drenaje es el
doble de la que prevalece fuera de ella.
Figura 2.92. Viviendas que cuentan con drenaje como por ciento del total
de viviendas (por ciento)
74.55
50.7
63.85
28.9
1960
1980
23
1995
México
1960
53.62
38
31
1980
1995
1960
59.8
19.2
1960
1980
16.4
1960
1980
1980
1995
18.1
1960
50.21
23.4
10.9
1960
1980
1995
31.8
5.8
1960
39.1
1995
Región sur sureste
79.06
83.18
35.9
30.7
1995
33.5
19.8
59.3
17.6
1960
1980
53.62
1980
7.6
1960
14.5
1980
2000
1995
1995
55.65
44.5
1995
1980
13.9
1960
24.3
1980
1995
Fuente: Censos de población y vivienda, varios años, INEGI, México.
La situación es similar en lo que toca a la dotación de servicio de agua entubada.
A nivel nacional sólo un 15% de las viviendas no cuentan con este servicio,
mientras que en la región el porcentaje de ellas que no lo tienen es cercano al
30%. Tabasco y Quintana Roo son los estados con mayor infraestructura de agua
potable, teniendo niveles de cobertura ligeramente superiores al promedio
♦
50
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
nacional. Les siguen Puebla y Campeche (con valores de cobertura cercanos al
80% de las viviendas). En el resto de las entidades de la región más del 30% de
las viviendas no cuentan con este servicio.
Figura 2.93. Viviendas que cuentan con agua entubada como por ciento del
total de viviendas (por ciento)
70.27
85.39
38.58
43.38
1950
1950
1980
1995
50.43
1980
85.64
64.55
49.99
78.58
1995
13.96
1950
1980
59.85
38.95
1980
1995
1950
1980
1995
Región sur sureste
32.72
1950
47.14
1980
8.84
1950
41.47
19.62
1950
1980
49.8
32.6
1995
57.28
1995
67.61
1950
70.7
1980
88.52
79.48
México
10.78
1950
59.43
66.49
1980
1995
1995
66.4
68.03
1995
28.42
1950
43.91
34.9
1950
1980
43.26
1980
1995
1995
Fuente: Censos de población y vivienda, varios años, INEGI, México.
♦
51
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.94. Viviendas que cuentan con energía eléctrica como por ciento
del total de viviendas (por ciento)
83.77
93.01
58.85
49.36
74.43
1970
1970
1980
1980
75.16
1995
55.92
92.59
1970
67.56
52.97
1970
1980
48.31
1980
1995
1970
1980
44.4
1970
54.56
1980
1995
85.86
Región sur sureste
1980
1995
1995
32.22
36.95
1970
1980
51.9
1995
87.77
1995
1995
91.15
57.3
41.5
92.06
69.02
1970
86.8
1980
88.09
1995
México
1950
94.09
77.74
58.34
27.84
1970
45.22
1980
78.11
30.84
1995
1970
41.98
1980
1995
Fuente: Censos de población y vivienda, varios años, INEGI, México.
A los rezagos sanitarios de la región (drenaje y agua potable) que contribuyen a la
mayor incidencia de enfermedades infecto-parasitarias que prevalece en el Sur
Sureste, se suma que la proporción de viviendas que usa leña para cocinar es
mayor en la región que a nivel nacional. Mientras que en la media nacional una de
cada cinco viviendas emplea dicho combustible para la cocción de alimentos, la
proporción de las que lo hacen en la región Sur Sureste es mayor que una tercera
parte (35.4%, en 1990). En los estados de la costa del Pacífico el porcentaje es
aún más elevado (51.2% en Oaxaca, 48.8% en Chiapas y 45.9% en Guerrero, en
1990). El empleo de este combustible en el interior de viviendas pequeñas y con
piso de tierra contribuye también a una mayor incidencia de enfermedades
respiratorias.
♦
52
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.95. Viviendas que utilizan leña para cocinar por ciento del
total de viviendas (por ciento)
50.84
41.07
26.3
1970
1980
40.05
19.26
48.99
33.01
26.75
1990
1970
1980
1990
1970
México
1980
17.32
1990
44.74
49.65
59.18
45.31
36.28
35.38
1970
1970
1980
1990
Región Sur sureste
1980
1970
28.64
1990
1980
45.92
73.95
1980
1980
59.11
31.51
1970
37.14
1990
70.63
1970
22.25
20.6
61.99
1970
56.42
27.27
69.53
59.43
51.24
1970
1980
1990
1990
13.43
1990
64.01
1990
1980
1970
1980
48.38
1990
Fuente: Censos de población y vivienda, varios años, INEGI, México.
♦
53
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.14. Infraestructura
La dotación de una infraestructura física adecuada es indispensable tanto por
razones económicas como sociopolíticas. Transporte, comunicaciones, energía e
infraestructura hidráulica son componentes vitales para el desarrollo económico.
Sin las primeras es impensable tener acceso a los mercados de dentro y de fuera
de la región. Sin un suministro oportuno y suficiente de combustibles y energía
eléctrica es imposible establecer procesos económicos productivos y rentables y
generar productos competitivos. El desarrollo agropecuario se ve seriamente
limitado por falta de infraestructura hidroagícola.
La región Sur Sureste presenta serias deficiencias de infraestructura física. Ello
crea distorsiones en los procesos de asignación geográfica de inversiones
productivas, haciendo preferibles a otras regiones del país mejor dotadas de
infraestructura.
El rezago de la región en infraestructura prevalece, a pesar de que en años
recientes la inversión pública federal ha favorecido a la región Sur Sureste (en
1999, por ejemplo, el 40% de la inversión pública federal se canalizó a la región,
proporción superior a la que le correspondería por su participación en la población
nacional (28%) o su superficie (25%).
♦
54
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.96. Inversión pública federal en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(millones de pesos de 1998)
Oaxaca
10.1%
60,756 59.9%
40,737 40.1%
Guerrero
6.8%
Chiapas
15.8%
Campeche
11.7%
Puebla
8.4%
Yucatán
4.0%
Quintana Roo
2.3%
Tabasco
16.5%
Veracruz
24.4%
Fuente: Sexto Informe de Gobierno Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidencia de la República, México, 2000
♦
55
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
2.15. Transporte
El sistema de transporte de México está dominado por el modo carretero. A pesar
de no ser lo más recomendable desde el punto de vista económico (donde la
racionalidad aconsejaría un mayor uso del ferrocarril, particularmente en tramos
largos), la mayor parte del transporte de carga se realiza mediante vehículos
automotores. En el tráfico de pasajeros el predominio del transporte carretero es
también muy marcado, teniendo sólo cierta competencia en el modo aéreo. El
transporte marítimo de cabotaje nunca ha cumplido con las expectativas que de él
se han tenido. Hasta ahora las decisiones de inversión en infraestructura de
transporte han relegado relativamente a la región Sur Sureste y privilegiado su
vinculación con el centro del país, en lugar de favorecer su desarrollo autónomo y
su vinculación con los mercados de exportación en Estados Unidos y Canadá.
La infraestructura de transporte terrestre en México evolucionó históricamente de
manera radial desde y hacia la ciudad de México. Hoy conserva aún en esencia
dicha estructura, tanto en el modo ferroviario como en el carretero. Ello implica
altos costos de inversión, mantenimiento y operación por la necesidad de superar
zonas de muy difícil orografía para llegar a la ciudad de México.
El sistema ferroviario del país se construyó prácticamente todo durante el siglo 19.
La longitud de vías férreas tuvo un largo período de estancamiento, para crecer en
años recientes de manera leve. Tal patrón de comportamiento es atípico frente a
lo
ocurrido en los países más desarrollados, donde luego de alcanzarse una
densidad ferroviaria máxima la longitud de vías férreas ha disminuido
(conservando sólo las rutas de mayor tráfico en tramos largos).
♦
56
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
En la región Sur Sureste amplias zonas de Oaxaca y Guerrero están totalmente
desconectados de la red ferroviaria. La conexión de la costa de Chiapas con el
resto de la red se da con un enlace indirecto. Destaca también la ausencia de
ejes costeros en el norte del Golfo de México, lo que se traduce en que toda la
carga del sureste y de la Península de Yucatán tenga que pasar por el centro del
país para acceder al mercado de Estados Unidos (en adición, la vía
Coatzacoalcos-Mérida es de bajas especificaciones y presenta severos problemas
de mantenimiento diferido). Además de los problemas de congestión, esta
estructura implica que el transporte ferroviario de las exportaciones provenientes
del sureste hacia Estados Unidos y Canadá deba subir la carga del nivel del mar a
más de 2,500 metros, para después bajarla nuevamente al nivel del mar.
Figura 2.97. El Sistema Ferroviario Mexicano
Tijuana
Mexicali
Cd Juárez
Nogales
Ojinaga
Piedras Negras
Chihuahua
Guaymas Hermosillo
Nuevo Laredo
Cd Obregón
Los M ochis
Culiacán
Cd Victoria
Durango
Tampico
Zacatecas
Mazatlán
Aguascalientes
SLP
Cd Valles
Mérida
Poza Rica-Tuxpan
Tepic
Puerto Vallarta
Matamoros
Monterrey
Torreón
Guadalajara
Cancún
Zamora
Jalapa
Morelia
Campeche
Veracruz
Córdoba
Villahermosa
Manzanillo
Lázaro Cárdenas
Chilpancingo
Oaxaca
Tuxtla Gutiérrez
Acapulco
Salina Cruz
Tapachula
♦
57
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes
Figura 2.98. Distribución de las vías férreas en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(kilómetros)
Oaxaca
11.6%
Puebla
19.3%
21,149 79.4%
Guerrero
1.7% Chiapas
10.2%
Campeche
7.6%
5,473 20.6%
Tabasco
5.5%
Yucatán
11.1%
Veracruz
33.0%
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, página internet, marzo 2001.
La estructura radial en la red carretera es menos acentuada que la ferroviaria.
Existen ejes costeros a lo largo del Pacífico y el Golfo de México, y algunos
enlaces transversales que comunican a los puertos de ambos litorales.
Sin
embargo, la red conformada por los ejes carreteros de altas especificaciones sigue
conservando en esencia su estructura radial y en todo caso está orientada por
corredores norte-sur (como el eje costero de Sonora y Sinaloa). No se tienen
autopistas de cuatro carriles en el norte del Golfo de México ni en el sur del
Pacífico; en las zonas costeras de la Península de Yucatán y del sur del Golfo de
México, éstas no forman un eje integrado. La ausencia de ejes costeros del norte
del Golfo de México y del sur del Pacífico obliga a que las exportaciones del
sureste pasen por el centro del país (elevando los costos debido a la orografía de
la zona y al congestionamiento), dificulta el uso alterno de los puertos de Veracruz,
Tampico y Altamira en el Golfo de México, y de Manzanillo, Lázaro Cárdenas y
Salina Cruz, en el Pacífico, limita el potencial de los ejes costeros del sur del
♦
58
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Golfo de México y de Chiapas y deja a las costas de Guerrero y Oaxaca
prácticamente sin alternativas de transporte de carga, y limita el desarrollo turístico
de estas últimas (Bahías de Huatulco sólo es accesible por vía aérea y Puerto
Ángel, Puerto Escondido e Ixtapa ven desaprovechadas las ventajas de su relativa
cercanía a la Autopista México-Acapulco).
Figura 2.99. Infraestructura Carretera
Tijuana
Mexicali
Cd Juárez
Nogales
Ojinaga
Piedras Negras
Chihuahua
Guaymas Hermosillo
Nuevo Laredo
Cd Obregón
Matamoros
Torreón
Los Mochis
Culiacán
Monterrey-Saltillo
Cd Victoria
Durango
Tampico
Zacatecas
Mazatlán
Aguascalientes
SLP
Tepic
Puerto Vallarta
Cd Valles
Mérida
Poza Rica-Tuxpan
Guadalajara
Cancún
Zamora
Jalapa
Morelia
Campeche
Veracruz
Córdoba
Manzanillo
Lázaro Cárdenas
Villahermosa
Coatzacoalcos-Minatitlán
Chilpancingo
Oaxaca
Tuxtla Gutiérrez
Acapulco
Salina Cruz
Tapachula
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
♦
59
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
En 1999 del total de la longitud carretera del país el 31.6% correspondía a la
región Sur Sureste, cifra ligeramente superior a la que le correspondería según su
participación total en el territorio nacional o en la población del país.
Paradójicamente, Chiapas es la entidad con una mayor longitud carretera total
(casi el 20% de la correspondiente a la región). Le siguen Veracruz y Oaxaca (con
15% de la longitud total carretera de la región cada una). Así, la densidad
carretera en la región Sur Sureste es en casi todos los estados que la conforman
(excepto Campeche y Quintana Roo) superior al promedio nacional, y en Tabasco
y Yucatán, en particular, es del doble de ésta.
Figura 2.100. Distribución de la longitud carretera en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(kilómetros)
Guerrero
12.1%
Chiapas
19.3%
Oaxaca
15.5%
225,542 68.4%
Campeche
4.4%
103,990 31.6%
Puebla
8.0%
Quintana Roo
4.9% Tabasco
8.5%
Yucatán
11.8%
Veracruz
15.6%
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, página internet, marzo 2001.
♦
60
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.101. Densidad carretera en 1999
348.9
318.5
270.4
246
226.6
195
171.3
168.3
Yucatán
Veracruz
Quintana Roo
Puebla
Oaxaca
Guerrero
Chiapas
Campeche
México
Tabasco
101
90.5
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, página internet, marzo 2001.
La situación de la región es similar cuando de carreteras pavimentadas se trata. Al
Sur Sureste le corresponde un 35.4% de la longitud total de carreteras
pavimentadas del país.
Al interior de la región la distribución de las carreteras pavimentadas difiere de la
descrita para el total de las carreteras. Un 30% de las carreteras pavimentadas de
la región se encuentra en Veracruz y Yucatán (15% del total en cada uno de
dichos estados). Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco se reparten otro 45% a
partes casi iguales. El porcentaje de carreteras pavimentadas con respecto al total
es muy alto (el doble del 31% que corresponde al promedio nacional) en
Campeche y Yucatán (llegando a más del 67% en el primero). Sólo Chiapas (22%)
♦
61
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
y Oaxaca (27%) tienen una menor proporción de carreteras pavimentadas que el
promedio nacional (32.8%).
Figura 2.102. Longitud carretera pavimentada en 1999 (por ciento)
Otras entidades
Región sur sureste
(kilómetros)
Oaxaca
11.1%
69,795 64.6%
38,291 35.4%
Guerrero
13.9%
Campeche
8.1%
Puebla
9.6%
Quintana Roo
5.2%
Tabasco
10.4%
Chiapas
11.2%
Yucatán
15.5%
Veracruz
15.1%
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, página internet, marzo 2001.
♦
62
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.103. Por ciento de carreteras pavimentadas en 1999
67.1
42.4
48.4
45.1
44
39
35.6
32.8
26.5
Yucatán
Veracruz
Tabasco
Quintana Roo
Puebla
Oaxaca
Guerrero
Chiapas
Campeche
México
21.5
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes, página internet, marzo 2001.
Por lo que toca a las carreteras de altas especificaciones (autopistas de cuatro o
más carriles) el Sur Sureste muestra un rezago importante. Tanto en el corredor
de la costa del Pacífico como en el del Golfo existen solo algunos tramos ya
construidos. No existe por otra parte ninguna autopista transístmica o que permita
una comunicación ágil entre la costa del Pacífico y la del Golfo.
♦
63
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.104. Autopistas, 1999
Cancún
Mérida
Tuxpan
Campeche
Veracruz
Puebla
Villahermosa
Chetumal
Chilpancingo
Tuxtla Gutiérrez
Oaxaca
Acapulco
Salina Cruz
Tapachula
Fuente: Modernización del Sistema Carretero Troncal, SCT, 1999.
Por otra parte, la flota de vehículos automotores del país ha crecido de manera
sostenida e importante desde mediados del siglo pasado, con lo que su densidad
pasó de 85 habitantes por vehículo en 1950 a 6.5 habitantes por vehículo en 1999.
Algo similar ocurrió en la región Sur Sureste, donde la densidad pasó de 198
habitantes por vehículo automotor en 1950 a 12.3 en 1999. Nótese que, a pesar
del avance habido en la región, su densidad vehicular es todavía una tercera parte
de la que prevalece en promedio en el resto de la República (4.25 habitantes por
vehículo). En 1999, salvo Chiapas, Oaxaca y Veracruz, todas las entidades de la
región tenían ya densidades vehiculares similares al promedio nacional (entre 7.6
y 11.3 habitantes por vehículo (en Oaxaca ésta era de 20.8 habitantes por
vehículo; en Chiapas de 19 y en Veracruz de 12.7).
♦
64
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.105. Habitantes por vehículo automotor
146.0
1950
85.0
11.0
1950
1980
25.0
1980
110.0
12.7
1999
1950
166.0
24.0
6.5
1999
1950
121.0
México
1950
18.0
1980
1980
11.3
1950
1980
12.3
1999
Re,gión sur sureste
1950
1980
8.9
1999
247.0
16.0
1950
1950
38.0
10.5
1999
363.0
25.0
9.4
1999
537.0
32.0
198.0
16.0
1980
1980
809.0
1980
7.6
1999
10.6
1999
429.0
1999
32.0
37.0
1950
1980
20.8
1950
1980
19.0
1999
1999
Fuentes:
1950-1989: Anuarios estadísticos de los Estados Unidos Mexicanos, varios años, INEGI, México
1990-1999: Sistema municipal de bases de datos, INEGI, México, 2001
♦
65
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Figura 2.106. Esquema Estilizado del Sistema de Transporte de México
Tijuana
Mexicali
Cd Juárez
Nogales
Ojinaga
Piedras Negras
Chihuahua
Guaymas Hermosillo
Nuevo Laredo
Cd Obregón
Matamoros-Reynosa
Torreón-Lerdo Monterrey-Saltillo
Gómez Palacio
Los Mochis
Culiacán
Cd Victoria
Durango
Tampico-Cd Madero
Zacatecas
Mazatlán
Aguascalientes
BAJIO**
Tepic
Puerto Vallarta
Guadalajara
SLP
Zamora
CENTRO*
Morelia-Uruapan
Centro: Formado por Cd de México, Pachuca,
Querétaro, Toluca, Cuernavaca, Cuautla, Puebla,
Tehuacán y Tlaxcala
Bajio: León, Irapuato, Salamanca y Celaya
300 a 1,500 mts
Más de 1,500 ms
Poza Rica-Tuxpan
Poza Rica-Tuxpan
Jalapa
Mérida
Cancún
Campeche
Veracruz
CórdobaOrizaba
Manzanillo
Lázaro Cárdenas
Cd Valles
Villahermosa
Coatzacoalcos-Minatitlán
Chilpancingo
Oaxaca
Tuxtla Gutiérrez
Acapulco
Salina Cruz
Tapachula
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes
En vista de las limitaciones en los enlaces terrestres, y por razones de economía,
la región Sur Sureste podría beneficiarse con puertos eficientes que diesen salida
a las exportaciones de la zona y potenciasen el comercio intrarregional.
Tal
posibilidad se ve limitada por deficiencias en algunos de los puertos existentes en
la región. El Puerto de Progreso en Yucatán no cuenta con grúas para
contenedores y su terminal remota no está enlazada al ferrocarril que llega a la
ciudad. El puerto de Salina Cruz sólo está enlazado a la autopista costera de
Chiapas a través de una carretera de bajas especificaciones. En Chiapas, Puerto
♦
66
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
Madero afronta severos problemas de azolvamiento (que obligaron a su cierre en
1996), teniendo que canalizarse las exportaciones de la zona a través de Puerto
Quetzal en Guatemala. Adicionalmente, en la prestación de los servicios existen
estructuras
monopólicas,
el
marco
regulatorio
limita
la
competencia
(especialmente en el cabotaje) y las mejoras en la infraestructura portuaria
dependen de las inversiones públicas federales. La inadecuada complementación
intermodal de los puertos asume especial relevancia, pues limita el manejo de
carga desde y hacia sus zonas de influencia.
Figura 2.107. Puertos marítimos
Cancún
Mérida
Tuxpan
Campeche
Veracruz
Puebla
Villahermosa
Chetumal
Chilpancingo
Tuxtla Gutiérrez
Oaxaca
Acapulco
Salina Cruz
Puertos de cabotaje
Tapachula
Puertos de altura
Fuente: INEGI, página internet.
El transporte aéreo resulta de particular importancia para el tráfico de pasajeros y
las actividades turísticas de la región. En los estados del Sur Sureste existen doce
aeropuertos internacionales, que manejan un importante tráfico. Algunos de ellos
♦
67
PLAN PUEBLA PANAMÁ
DOCUMENTO BASE
tienen ya vuelos programados directos con ciudades del exterior. Recientemente,
la
concesión de los aeropuertos a la iniciativa privada ha modificado las
condiciones para su operación y desarrollo.
Figura 2.108. Aeropuertos
Cancún
Mérida
Tuxpan
Campeche
Veracruz
Puebla
Villahermosa
Chetumal
Chilpancingo
Tuxtla Gutiérrez
Oaxaca
Acapulco
Salina Cruz
Tapachula
Aeropuertos internacionales
Aeropuertos nacionales
Fuente: INEGI, página internet.
♦
68
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