portada léeme fórmate mejórame interésate actualidad eclap vídeo del mes abril El derecho a la buena administración Desde la Constitución del 78 a los últimos estatutos de autonomía. El principio de buena administración responde a las concepciones más modernas del derecho administrativo que intentan superar la visión estrictamente formal que legitima a la Administración para el mero cumplimiento de la norma que le otorga las potestades de actuación, situando al ciudadano y sus derechos en el centro de la preocupación de las normas que ordenan la actividad administrativa. La creación del derecho a una buena administración intenta resumir en esta expresión la formulación de la nueva forma de concebir la relación de la Administración con los ciudadanos y de configurarla como un derecho de estos. Así el ciudadano tiene derecho a reclamar una administración que cuente con el personal adecuado al servicio de los ciudadanos y que actúe de acuerdo con las reglas de la ética pública, y la Administración debe regirse por los principios de objetividad, imparcialidad y transparencia y www.eclap.jcyl.es | eclap@jcyl.es debe establecer unos trámites procedimentales que garanticen el respeto de los derechos de los interesados y que permitan alcanzar la mejor decisión posible. En el ámbito de la Unión Europea la jurisprudencia comunitaria ha ido gestando la noción de buena administración como concepto genérico y principio rector de la actividad administrativa y dónde se han ido desarrollando algunos de los derechos que la componen. Pero la buena administración se ha configurado también como derecho fundamental en el artículo 41 de la Carta Derechos Fundamentales de la Unión Europea, proclamada en el año 2000, pero sin carácter vinculante hasta la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el 1 de diciembre de 2009, momento a partir del que pasa a tener el mismo valor jurídico que los tratados. En este artículo 41 el derecho a la buena administración se concreta en una serie 983 41 40 00 (Ext. 800259) portada léeme fórmate mejórame interésate actualidad eclap vídeo del mes abril de derechos: la imparcialidad, la equidad, el plazo razonable, la audiencia, el acceso al expediente, la motivación, la responsabilidad patrimonial y la petición de información. Otra manifestación positiva y expresa sobre la buena administración en el ámbito de la Unión Europea se recoge en el Código Europeo de Buena Conducta Administrativa para el personal de la Comisión Europea en sus relaciones con el público, texto redactado por el Defensor del Pueblo Europeo y posteriormente aprobado por el Parlamento Europeo en el año 2001. En el derecho y la jurisprudencia contencioso-administrativa española el principio de buena administración también se ha ido reconociendo de forma creciente, gracias en parte a la influencia del derecho comunitario. La Constitución de 1978 no alude directamente a este principio, pero de manera implícita se refiere a él cuando determina la manera de actuar de las administraciones públicas en los artículos 9.3, 31.2 y 103. Igualmente se recogen referencias a la buena administración o a alguna de sus manifestaciones, en importantes leyes, entre otras y a título de ejemplo, en la Ley de Régimen Jurídico y Procedimiento Administrativo Común, en la Ley de contratos del Sector Público (art. 25.1), o en la exposición de motivos del Estatuto Básico del Empleado Público. Los nuevos Estatutos de Autonomía han incorporado en su articulado relaciones de derecho, deberes y principios, dentro de los que se ha empezado a recoger el derecho de los ciudadanos a una buena administración: Estatutos de Autonomía de Cataluña (art. 30), Andalucía (art. 31), la Comunidad Valenciana (art. 9) o Illes Balears (art. 14). En el Estatuto de Autonomía de Aragón, no se contempla expresamente este derecho a una buena administración, si bien de su contenido se deduce su reconocimiento (artículos 15 y 16). En otro Estatutos de Autonomía se www.eclap.jcyl.es | eclap@jcyl.es hace referencia a la buena administración como principio de la actuación de la Administración: Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra ( art. 28 bis); o como un conjunto de medidas de organización y de funcionamiento de la Administración destinadas al logro de una buena administración: Comunidad Autónoma de Extremadura ( art. 39). En el caso del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, tras su reforma por la Ley Orgánica 14/2007, de 30 de noviembre, se produce un reconocimiento expreso del derecho de los ciudadanos castellano-leoneses a una buena administración en sus relaciones con la Administración Publica autonómica. Su artículo 12, incluido dentro de la relación de “Derechos de los castellanos y leoneses” del Capitulo II del Titulo I (sobre Derechos y principios rectores”), contempla este derecho de los ciudadanos a una buena Administración, reflejado de manera más específica en el derecho a recibir información suficiente, a acceder a los archivos y registros administrativos, a la formulación de quejas, a un procedimiento imparcial y tramitado en un plazo razonable, al acceso a los empleos públicos en condiciones de igualdad y con respeto a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, o a la protección de datos personales. Estas previsiones estatutarias, salvo en materia de protección de datos personales y acceso a empleos públicos, se han desarrollado a través de la Ley 2/2010, de 11 de marzo, de Derechos de los Ciudadanos en sus relaciones con la Administración de la Comunidad de Castilla y León y de Gestión Pública. La reciente Ley 3/2015, de 4 de marzo, de Transparencia y Participación Ciudadana de Castilla y León, desarrolla los artículos 11 y 12 del Estatuto de Autonomía en materia de participación en los asuntos públicos y acceso a la información pública. 983 41 40 00 (Ext. 800259)