Revolución Francesa En el siglo XVIII aparecen en Francia algunos pensadores que comienzan a cuestionar la forma de gobierno que había en ese momento. En el mismo, había un rey con poderes ilimitados. Este tipo de gobierno se denomina monarquía absoluta. También las Nuevas Ideas, como se llamó a las propuestas de estos pensadores, criticaron el orden social existente. La sociedad francesa estaba dividida en grupos cerrados o estamentos entre los cuales existían grandes diferencias económicas y políticas. Eran tres estamentos: a) La nobleza: eran pocos y poseían la mayor parte de la riqueza, ocupaban los cargos de gobierno y no pagaban impuestos. b) El clero: integrado por los sacerdotes y diferentes autoridades de la Iglesia católica. También este grupo se consideraba privilegiado ya que no pagaba impuestos. c) La mayoría de la población formaban el Tercer Estado. Su composición era muy variada: campesinos, artesanos, burgueses, entre otros. Pagaban impuestos y no podían participar en el gobierno. El pertenecer al estado de los nobles o al Tercer Estado se debía al nacimiento. Es decir que se nacía en un estamento y era imposible acceder a otro. Algunos de los cambios que promovían las Nuevas Ideas eran: -La libertad e igualdad de todos los hombres ante la ley. -Soberanía del pueblo: el derecho de distintos integrantes de una comunidad de elegir a los representantes que los gobiernen y decidir en las cuestiones públicas o comunes. -En oposición a la monarquía absoluta, que concentraba todas las funciones y poderes del gobierno, se proponía la división de poderes. El gobierno debía tener distintos poderes con diferentes funciones y la participación de varios representantes en los mismos. Por ejemplo un Poder Legislativo que se encargara de hacer las leyes y un Poder Ejecutivo que tuviera como función vigilar el cumplimiento de las mismas. Las nuevas ideas, el descontento del Tercer Estado, junto a otras causas como una gran crisis económica que afectó al Estado francés provocaron el inicio de una revolución en 1789. La misma producirá la caída de la monarquía absoluta. Una de las consecuencias más importantes de esta revolución fue la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano redactada por los revolucionarios el 26 de agosto de 1789. En la misma se reconocían algunos derechos como la libertad, la igualdad, la propiedad y la resistencia a la opresión. Estos derechos eran para todos los hombres no importando su condición social. Fuente: Roland, M. y Rostan, E. (2003): Ciencias Sociales 5 Año. Montevideo, Ed. Aula.