AGENCIAS DE NOTICIAS Una agencia de información o también conocida como agencia de noticias es una organización que recoge noticias de sus corresponsales en distintos lugares de su área de actividad y las transmiten inmediatamente a la central, donde, después de tratar la información, la envían, lo más rápido posible, a sus clientes (radios, diarios, revistas, televisoras o portales), conocidos en el argot periodístico como abonados. Éstos pagan en función de los servicios recibidos, que pueden ser de muy distinta índole (noticias en formato texto, fotografías, videos o infografías), aunque habitualmente se paga mensualmente en forma de abono por los servicios pactados: información nacional, internacional, servicio gráfico. (Wikipedia) Otra definición indica que “Una agencia de prensa o agencia de noticias es una empresa encargada de la primera cobertura periodística de los hechos. Busca informaciones, rescata datos, ordena los hechos y los sintetiza en pequeñas notas periodísticas o cables”. (CICALESE, G: Teoría de la Comunicación, pág. 96) LA NOTICIA COMO MERCANCÍA (Extracto de SOHR RAÚL: HISTORIA Y PODER DE LA PRENSA, Editorial Andrés Bello, 1998, Chile) Las primeras agencias de noticias surgieron como respuesta a la creciente demanda de información internacional. Muchos diarios carecían de recursos para costear corresponsales propios, y estaban dispuestos a pagar por un servicio.La noticia, comercializada a través de una agencia, se convirtió en una mercancía de consumo masivo. Entre los fundadores de las primeras agencias destaca Louis Charles Havas, que creó la Agencia Havas en 1835, en París. La Associated Press nació en 1848 en Nueva York por la asociación de seis diarios, y el barón Paul Julius von Reuter creó en Londres, en 1851, la agencia que lleva su apellido. En Alemania, Bernard Wolff, un antiguo empleado de Havas, fundó la Agencia Wolff en 1849; fue la primera que empleó el telégrafo eléctrico. Pero esta agencia se dejó controlar por el gobierno prusiano y hacia 1870 había perdido su independencia y, por consiguiente, su credibilidad. En 1854 se fundó la Agencia Stefani en Turín: en la práctica, operó como un vocero del gobierno italiano. En diversos grados, todas las agencias operaron conforme a las ambiciones de expansión comercial de sus respectivas metrópolis. En 1869 firmaron un acuerdo por el cual se repartieron las zonas de influencia. Reuter se quedó con la exclusividad en el imperio británico y todo el Lejano Oriente; Havas recibió, además de las ex colonias francófonas, Italia, España y el imperio portugués. Wolff se quedó con Rusia, los países escandinavos y los germanos. A Estados Unidos lo compartieron. El telégrafo fue el pilar del desarrollo de las agencias de noticias –de hecho, desplazó por completo a las palomas mensajeras en boga hasta entonces, - pero por muchos años fue un instrumento escaso y caro. Esta circunstancia fue la causa del desarrollo de esa comunicación escueta que se conoce como lenguaje telegráfico. Durante la guerra civil norteamericana se inventó un original método para despejar de reporteros las atiborradas oficinas cablegráficas: los corresponsales debían hacer una cola para despachar sus crónicas; cada uno podía enviar un párrafo de un cierto número de palabras y luego debía volver a la cola para esperar su turno para el párrafo siguiente. Los telegrafistas, por su parte, lograron una expresión que hoy es tremendamente popular: el famoso OK, que significa “comprendido” o “todo va bien”, y que era la señal final de un mensaje bien recibido. Las agencias de noticias transformaron el manejo de la información. Con ellas se sistematizó un reporteo de los hechos que contrastaba con el periodismo de opinión que dominaba hasta entonces. Por supuesto, las agencias veían la realidad con los ojos teñidos por los colores de las banderas de su respectiva metrópoli; pero enviaban despachos en los que contaban escuetamente lo que ocurría, y no se extendían, como era el hábito, en exponer lo que pensaban sobre la situación. La mayoría de los periódicos percibió que su supervivencia dependía de un reporteo relativamente objetivo. En este sentido, las agencias noticiosas comerciales desempeñaron un gran papel en el desarrollo de un periodismo informativo libre de adjetivos. La uniformidad del despacho de las agencias noticiosas no inhibió entonces, como no lo hace ahora, la competencia entre los periódicos. Con el nacimiento de las agencias la noticia se convirtió en una mercancía de consumo masivo, y su investigación objetiva de los hechos supuso el fin del predominio del periodismo de opinión. Su impacto fue enorme, pues transformaron los conceptos de tiempo y espacio en los ámbitos político y económico: guerras coloniales olvidadas pasaron a ser la orden del día de los asuntos domésticos y, pese a sus respectivos intereses nacionales, las agencias mejoraron en forma radical la cobertura internacional. El “estilo de agencia” de presentación de las notas periodísticas tiene su origen en la diversidad de sus clientes, que se dirigen a públicos con intereses y conocimientos muy diversos. Consiste en presentar las noticias con un encabezado o lead que contiene los elementos básicos de la información. En casos urgentes ello bastará para entender la noticia. Se estructura la narración de los hechos en estricto orden descendente de importancia; de este modo la nota puede cortarse en cualquier párrafo sin perder coherencia. El corresponsal desarrolla otro estilo, porque suele conocer de antemano el espacio o tiempo que se le ha asignado.