El crecimiento de la población mundial

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Comercio Exterior, vo l. 34, núm . 8,
M éx ico, agosto de 1984, pp . 708-722
El crecimiento
de la población mundial
Previsiones y posibilidades
E
n sus años iniciales, a fi nes de los sese nta y prin cipios de los
setenta, el Clu b de Roma hi zo del crec im iento de la pobl aci ón el centro de sus preocupacion es. Las perspectivas de un "c reci miento ca nceroso" del número de habitantes de la Ti erra, al que
se refirió Aurelio Peccei, 1 se basa ron en las di scu siones y los esl . Véase, de ese autor, O ne Hundred Pages for the Future, Pergamo n
Press, Lo ndres, 1982.
• Ensayo presentado por el auto r en la reunió n del Club de Roma,
ce lebrada en Helsin ki del 9 al 12 de julio de 1984 y ded icada a estudiar las polfticas de desarrollo. [Traducc ió n del inglés de Sergio O rti z
Hern án.]
ESKO KALIMO *
tu dios que condujeron a la fundac ión del Club, así como en los
trabajos posteri ores qu e éste ha in spirado. Co n apoyo en proyeccion es estadísti cas y en num erosos modelos dinámicos de sistemas, elaborados en esa época, se obtuvieron concl usiones en gran
medid a unánim es; se reconfirm ó así el pri ncipio de la pobl ación
de M althu s, es dec ir, q ue ésta supera de manera in evitable a los
medios de subsistencia. Si bien las previsiones difieren mucho en
cuanto a su grado de pesimismo con respecto al porveni r, el debate sobre las acc iones futu ras ha sido mu y vivaz y las contribuci ones de l Club de Roma muy variadas : cubren un a ga ma q ue
va desde las afirmac iones referentes a los límites del crecimiento
hasta la preocupac ión general por la problemáti ca mundial. Cabe resumir el debate con las palabras de H auser: "El manejo exi-
709
comercio exterior, agosto de 1984
toso de la población y el desarrollo puede ser crítico para determinar la ca lid ad de la vida e incluso, quizá, la supervivencia de
la humanidad en los próximos decenios." 2
EL CREC IMI ENTO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
EN LOS SETENTA Y SUS PERSPECTIVAS
El crecim iento demográfico
y la proyección de las Naciones Unidas
Una proyección muy conocida de la exp losión demográfica
en el año 2030 se basa en el supu esto de que el número de habitantes del planeta seguirá crec iendo de manera exponenc ial , tal
como lo ha hecho en los últimos 400 años. En la gráfica 1, en
la que se ha ajustado matemáticamente el modelo de Tapio
Westerlund al crecim iento de la población mundial desde 1600
hasta 1982, se muestra dicha proyección.
Una pregunta planteada a menudo es la sigu iente : ¡cuándo se
ll egará a la población máxima que el mundo pueda tolerar? Si
este límite se estab lece en 33 000 millones de personas, esto es,
la cantidad actual multiplicada por siete, en la gráfica 2 se muestra qué tan pronto se ll egará a él, conforme a diferentes tasas de
crec imiento. Las tasas proyectadas por las Naciones Unidas (1-1.5
por ciento anua l) lo estab lecen en el siglo XX II ; incluso con el mínimo crec imi ento de 0.2% al año el máximo tolerable se presentará antes del cuarto milenio de nuestra era .
En este ensayo se intenta senta r las bases para revisar las concepc iones iniciales del problema de la población a la luz de los
acontecim ientos demográficos ocurridos en los setenta . Las discus iones inic iales del Club de Roma se apoya ron fundamentalmente en el desarrollo de la población hasta finales de los sesenta; ahora es posible presentar un panorama de diez años mediante
los datos estadísticos más recientes, hasta 1982. Además, se examinarán en este trabajo algun as posibilidades de regular el crecimiento de la población , vistas desde el ángulo sociopolítico y con
el apoyo de los más recientes datos. Por último, se extraerán algunas conclusion es relativas a las relaciones entre la población
y la política genera l de desarrollo, a fin de delinear posibilidades
de acción.
El aná li sis se basa en las tendencias recientes y en las perspectivas demográficas contenidas en las cifras publicadas por las Nac ion es Unidas, tal como se determinaron en 1980 y en 1982 3 y,
de manera parcial, en el examen estadístico de los datos disponibles sobre 166 países en 1960, 1970 y 1980, preparados específicamente para este ensayo. Como ex isten diversas apreciaciones
recientes sobre el debate acerca de los escenarios globales
futuros, 4 sólo se harán referencias a algunas opiniones escogidas.
2. P.M. Hauser, " lntroduction and overview" , en P.M. Hauser (ed.),
World Population and Development, Syracuse University Press, Syracuse, 1979, pp. 1-62.
3. Véanse, de las Naciones Unidas, las siguientes publicaciones: Population and Oeve/opment Model/ing. Proceedings of the United Nations!UNFPA Expert Group Meeting, Population Studies, núm. 73, Naciones Unidas, Nueva York, 1981 (esta reunión se ce lebró en Ginebra, del
24 al 28 de septiembre de 1979); World Population Prospects as Assessed in 7980, Population Stud ies, núm. 78, Naciones Unidas, Nueva York,
1981; Wor/d Population Prospects as Assessed in 7982 , Naciones Unidas,
Nueva York, 1983, datos preliminares.
4. S. Cal e, ). Gershuny e l. Miles, " Scenarios of world development" ,
en Futures , febrero de 1978, pp. 3-20. También G.O. Barney et al. , The
G lobal 2000 report to the Presiden!, va ls. 1-111 u.s. Government Printing
Offic e, Wa shington , 1980-1981.
S
egún las estim ac ion es de las Naciones Unid as sobre la población total del mundo, en 1982 había aproximadamente 4 600
millones de habitantes y la tasa anual de crec imiento era de 1.7%.
Conforme a la variante intermedia de las proyecciones, habrá
6 100 millones de personas en el año 2000 y 8 200 millones en
2025 (véase la gráfica 3) .
El punto de flexión de la tasa de crecim iento se dio en los sesenta, cua ndo la humanidad crecía a un ritmo de 2% anua l. Se
prevé que la tasa actual de 1.7% se reducirá a 1. 5% hacia fines
del presente siglo y a 1% en el año 2025 (véase la gráfica 4).
Sin emba rgo, el incremento anua l de la población del mundo
aún aumentará desde su presente nivel de alrededor de 75 millones de personas hasta casi 90 millones en las proximidades del
año 2000, para después comenzar a disminuir, esperándose que
vuelva a su nivel actua l hacia el año 2025.
El problema de la población mundial tiene numerosos rasgos,
cada uno de los cuales tiende a agravarlo. Una característica esencial del crecimiento demográfico es su diversidad extrema entre
los países menos desarrollados y los de mayor desarrollo. Lapoblación de estos últimos ascend ía en 1980 a 1 130 millones de
personas, o aproximadamente un 25% del total. La tasa anua l de
crec imiento era de 0.7%, que disminuirá, según se espera, a 0.5%
hacia el año 2000 y a 0.3% hacia 2025. Conforme a esta estim ación, los habitantes de la parte más desarrollada del mundo ascenderá n a 1 400 millones en 2025, que eq uivaldrán a cerca de
17% de la población total.
En 1980, la tasa bruta de reproducción de muchos de los países·más desarrollados era inferior a 1, lo que reflejaba una significativa y persistente ca ída de la fecundidad por debajo de la que
permite el remplazo demográfico; esto co nducirá a un a disminución gradua l de la población a com ienzos del siglo XX I.
En contraste con lo anterior, el núm ero de habitantes de los
países menos desarrollados ha estado creciendo de manera persistente hasta llegar a represe ntar 74% de la población mundial
en 1980; se calcu la que representará 79% en el año 2000 y 83%
en 2025. La tasa de crecimiento de finales de los setenta se estimó en 2. 1%, aunqu e también se espera que disminuya a 1.8%
hacia el año 2000 y a 1.1% hacia 2025 . Las diferencias mencionadas entre regiones del mundo se aprecian en el mapa 1, en el
que se presenta la tasa de aumento natural por países en 1980.
La fecundidad en el mundo tiende a declinar. En el mapa 2
se muestra la variación de la tasa bruta de natalidad durante el
período 1960-1980, por países. Considerando al mundo en su totalidad, se aprecia una disminución desde 36.3 por mil en 19501955 hasta 28.5 por mil en 1975-1980, y se estima que descenderá
hasta 17.9 en el lapso 2020-2025. Durante los dos últimos decenios, la menor disminución de la tasa bruta de natalidad ocurrió
en África y en algunos países del Medio Oriente . Con todo, se
espera que en el período 2020-2025 la tasa bruta de natalidad sea
todavía c inco unidades mayor en los países menos desarrollados
que en los de mayor desarrollo; sin embargo, esta diferencia só lo
representará una cuarta parte de la que existía entre los dos grupos de países durante el período 1950-1955.
710
crecimiento de la población
GRAF ICA 1
La explosión demográfica en el año 2030
Mil es de
millones
40 35 Pob lac ión tota l
3025-
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20 -
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1600
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1850
1800
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1
1900
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1
2000
Meno r de 15 años
De 15 a 64 años
De más de 64 a ños
1
1
2050
2100
1
2150
Año
O Población mundial (estimada), 1600 -1982.
GRAFICA 2
Efectos de diferentes tasas de crecimiento en la población mundial
(Ejemplo hipotético)
Miles de
millones
35-
2% al año
1% al año
0.5% al año
0 .2% a l año
30 25-
10 -
5-
o-
Población en 1982 : 4 600 millones de habitantes
~~--------,~--------·~---------~.--------.~
-------.-~-------.-~-------.~
1950
2150
235 0
255 0
275 0
Año
295 0
3150
3350
711
comercio exterior, agosto de 1984
GRAFICA 3
La población mundial 7950-7982 y sus proyecciones al año 2025 *
Miles de
millones
10 -
Proyección
1982-2025
8-
Mundo _ ____.-----___._....---
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-------- Regiones menos desarrollad as
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--------
Regiones más desarro ll adas
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1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
2020
Año
* Variante media de las proyecciones de las Naciones Unidas.
GRAFICA 4
Cambios en las tasas de crecimiento estimadas en las proyecciones demográficas
de las Naciones Unidas *
%
2.22.0-
B
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1.81.6-
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1-
1.2 1.0 0.8 1
1950
1
1960
1
1970
1
1980
1
1990
Año
* Variantes medias, establecidas en 1963, 1968, 19 73 y 1982.
1
2000
1
2010
1
2020
1
20 30
712
crecimiento de la población
MAPA 1
Tasa de aumento natural 7980
% 1111111111111 1
EWm'MA
3
2
MAPA 2
Disminución de la tasa bruta de natalidad, 1960-7980
unidades
0
/oo
o
EWm'MA- 5
llllllllllll ~
- 10
E==::J- 15
713
comercio exterior, agosto de 1 984
A pesa r de c iertas te nde ncias alarm antes en la mortalid ad globa l, la tasa bruta de este in d icado r pa rece d isminuir, mi entras se
eleva de manera persistente la expectati va de vida. Dicha tasa ha
disminuid o de 18.9 por mil en 1950-1955 a 11.4 por mil en
1975- 1980 y aún se espe ra que baje hasta ll ega r al nivel ge neral
de 8.4 por cada mil habitantes en 2020-2025. Como se muestra
en el mapa 3, los mayores progresos en la red ucc ió n de la mortalid ad co rrespondieron a los países de menor desarrollo, en tanto
que en los más desarroll ados se espera un aumento de la tasa bruta
de mortalid ad debido a la estructura de edades de la pob lac ió n.
Según las proyeccio nes, en el año 2025 aún habrá un a diferenci a
de 5.8 años en la ex pectativa de vid a al nacer entre los países
más desarroll ados y los de menor desarrollo.
En el mapa 4 pu ede ap reciarse el ca mbio oc urrido en la tasa
de aumento natural durante el períod o 1960- 1980. Esta variación ,
debida so bre todo a la baja de la mortalid ad, se ha ex perim entado en los países menos desa rroll ados, en los cuales todavía se espera qu e rij an las tasa s de nata lid ad mayores y los menores niveles de expectat iva de vida hac ia el año 2025.
Los datos estadísti cos a que se ha hec ho refe rencia co nfirm an
la concl usió n qu e pud o haberse obten ido ya hace diez años: el
ritmo de la explosión demográfica mundi al está d isminuyendo.
Tendencias hacia un a menor polarizació n
del crecimiento demográfico
L
as tend enc ias de la fecundidad y la morta lid ad afectan, co mo
es obvio, la estructura de edad de la pob lac ión . Una fec undidad alta se refleja en la proporción de niños menores de 15 años,
ta l co mo se aprec ia en el mapa 5. En 1980, la proporc ió n mayo r
se enco ntraba en África y en el Med io Orie nte, as í co mo en algunos países centro y sud ameri ca nos, lo mi smo que en el sureste
de Asia. Si se considera la proporc ión de los viejos, es decir, aqu ellos de al menos 65 años de edad , se obti ene un a " fotogfafía"
qu e es casi el negativo de la anterior.
En la actu alid ad , la proporción de los habitantes urbanos es
de más del doble en los países de mayor desarrollo, si se compara co n la correspondiente a los menos desarrollados. Sin emba rgo, hac ia el año 2000 se prevé Cl ue la tasa de crec imiento será
tres vec es mayor en estos últimos países y el núm ero de sus residentes urbanos será entonces casi dos veces mayor que el de los
más desarrollados. Estas tendencias ya se evidencian en el mapa 6
que mu estra el ca mbio oc urrid o en la proporción de hab itantes
urbanos durante 1960- 1980, por países. De nu evo, los problemas
se agrava n por la naturaleza expon encial del proceso de crec imi ento; además, los habitantes, sobre todo en los países de menor desa rrollo, se co ncentran en enormes mega lópoli s; la ciud ad
de M éx ico encabeza la lista, co n sus más de 30 millones de habitantes hac ia el año 2000.
Se ha subrayado arriba que países co n diferentes grados de
desa rro ll o ti enen muy distintas tasas de crec imi ento de la pob lació n; también, que la ex plosión demográfica será durante muc hos
años, uno de los probl emas ese nciales en los pa íses menos desarroll ados, mientras qu e muchos de los de mayor desa rrollo se aproxim an a un a etapa de d isminuc ió n de sus habitantes. La teoría
de la transic ió n demográfica sum ini stra un a exp licación pop ular,
tal co mo se ejemplifica en la gráfica 5. El as unto c ru cial es el nivel de la fec undidad y el de la mortalid ad, así como la diferenc ia
entre ambos. En las etapas estac ionaria primitiva y estac ionaria
mod ern a hay un crec imi ento cero de la pob lac ión, si bien co n
diferentes niveles de fec undid ad y de mo rt ali dad ; se espera que
las soc iedad es transiten entre estas dos etapas pasa ndo por las
fases premod ern a, de transició n y modern a. Pese a qu e esta teoría es demasiado sim pli sta, según se ha demostrado, resulta útil
para clarifi ca r algun os temas ese nciales. 5
Para los fin es de este ensayo se ana lizó la relac ión, por países,
entre las tasas brutas de natali dad y de mortalid ad en 1960. Como se mu estra en la gráfica 6, la agrupación por países en las tres
etapas (soc iedades premod ern as, de transi c ión y modern as) era
bastante c lara en d icho año. En los países premodernos y de transición, la fecu ndid ad era alta, en tanto que había gran morta li dad só lo en los premodernos . La teoría c lás ica de la transición
demográfica puede utiliza rse para ac lara r las princ ipales diferencias entre los países en 1960. Esto s países apa recen en el mapa
7, de ac uerdo con la cl as ificac ión mencionada.
Un análi sis similar se utili zó para divid ir a los países en categorías eq uivalentes, conforme a los datos de 1980, como se aprecia
en el mapa 8; sin embargo, el resultado fue menos c laro. Es verdad q ue los dos países más poblados del m un do, China y la In di a, pasa ro n de un gru po a otro durante ese lapso. En ge neral,
los países co mprend idos en el grupo premod erno se aprox im aron a los in cluid os en el de transición , en tanto qu e esto s últimos
se ace rcaro n a los correspondi entes a la etapa modern a. De igua l
modo, algunos países en esta fase se acerca ban a un a soc iedad
estacio nari a mod erna. No obstante, el crec imiento demográfico
era rápido tod avía en la mayor parte del mundo en 1980. Los países que estaban en la situ ac ión más críti ca, por el gran núm ero
de sus habitantes y por sus tasas de crec imi ento superiores a 3%
anual , eran Paq ui stán, Brasi l, Ni geri a y México .
UN PUNTO DE V ISTA SOC IOPO LÍTICO:
LAS POSIBILIDADES DE REGULAR
EL CREC IM IENTO DEMOGRÁFI CO
Factores del crecimiento de la població n
L
os facto res qu e influye.n en la fecund id ad y en su comportamiento han sido tema frec uente de la investi gac ió n demográfica , as í co mo de las discusion es sob re las medid as futuras para
regul ar la fe cundid ad . A l mismo ti em po, como las tasas de mortalidad han disminuido mucho como parte de un proceso de autoregu lación, la esperada ex plosión demográfica ha obligado a que
se estudi e cómo regular la fec un d id ad . M auldin y Berelson 6
han destacado los res ultados princ ipa les de los trabajos sobre la
disminu ción de la fecundidad, durante 1965-1975, en los países
menos desar rollados. Según ell os, los esfuerzos en favor de los
programas de moderni zac ió n y de planeac ión famili ar fue ron eficaces y la combin ac ión de los dos facto res resultó espec ialmente
idó nea.
Si los países se clas ifica n de acue rdo co n su tasa bruta de natalid ad y su PIB per cáp ita en 1980, ta l como se hace en la gráfiS. R. Freedman, "Theori es of fertil ity dec line: a reapp raisa l", en P.M .
Hauser (ed.), Wor/d Populatio n and D evelopment, Syracuse University
Press, Syracuse, 1979, pp. 63-79. Véase también el trabajo de Hauser citado en la nota 2.
6. W.P. Mau ldin y B. Berelso n, Conditions of Fertility Decline in Developing Co un tries, 7965-75, Studi es in Fam ily Planning, núm. 9, mayo
de 1978, pp . 89- 146.
714
crecimiento de la población
MAPA 3
Disminución de la tasa bruta de mortalidad 7960-7980
unidades
0
/oo
-12
llllllllllilll o
MAPA 4
Cambios del aumento natural, 7960-7 980
unidades%
0.5
11!11!111!! 11 - 0.5
L;;l -
1
715
comercio exterior, agosto de 1 984
MAPA 5
Población de O a 74 años de edad, en 7980
f==
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%
1===3
20
f
111111111111 1 30
50
MAPA 6
Variaciones porcentuales de la población urbana 7960-7980
unid ades % !111111111111 O
~ 15
30
716
crecimiento de la población
MAPA 7
Transición demográfica por países, 7960
Grupos
@$$@~
Premoderno
De transición
llll!i i!IJJ!I
De transición
11 11111 1111111 Moderno
Moderno
MAPA 8
Transición demográfica por pa/ses, 7980
Grupos
~
Premoderno
717
comercio exterior, agosto de 1984
ca 7, pu ede verse qu e estos factores se relac io naban entre sí só lo
en los países situados en la pa rte baj a de la esca la del produ cto
po r perso na. La relació n se hace mu c ho más débil en los países
q ue di spo nen de un produ cto per cápita mayor de 2 000 dó lares
anu ales. En los pa íses del cuarto mundo, los más pobres entre
los pob res, la solu ció n para contrarrestar la fec undid ad alta pu ede rad ica r en el desa rro ll o socioeco nó mi co y en la mod erni zac ió n. Sin emba rgo, es pos ibl e qu e este proceso no sea ráp id o,
co mo lo ejemp lifican algunos países ex portadores de petró leo del
q uin to mun do.
Tambi én se analiza ro n los determin antes del ca mbi o de la tasa bru ta de natalid ad en el pe ríodo 1960-1980, po r países. Al estudi ar los 166 casos se enco ntró qu e la tasa bruta de natalid ad
di sminu yó sobre todo en los países qu e tenían un bajo PIB per
cá pita en 1960. Ad emás, di cha tasa bajó junto co n aum entos d el
produ cto po r habitante durante esos afj os sólo en los países en
etapa de transic ió n demográfi ca, como se aprec ia en la gráfi ca
10. Tam bién puede ve rse q ue la fec undid ad di sminu yó más en
estos pa íses q ue en los situados en las etapas premodern a o modern a del proceso .
La gráfi ca 8 se refi ere a la relac ión entre la tasa bruta de mo rta li dad y el PIB pe r cá pita en 1980, por países . El panorama q ue
mu est ra es m uy pa rec ido al anterior, pu es la mortalidad se mu eve co nfo rm e a los recursos económicos sólo en los países po bres.
Las bajas tasas de mo rtalid ad de los pa íses q ue están en la etapa
de transició n de su desa rro ll o demográfico tambi én se hace n evide ntes en esta gráfica.
En los mi smos países, cuanto más crec ió el produ cto per cá pita, más di sminuyó la tasa de aumento natural (véase la gráfi ca 11).
Esta relac ió n no se di o en el caso de los países situ ados en las
etapas premodern a y modern a. La gráfi ca mu estra tambi én qu e
la d isminuc ió n abso luta de la tasa de aum ento natural d urante
1960- 1980 fue la mi sma en los países agrupados en las fases de
transició n y mode rn a del proceso de ca mbio demográfico .
En la gráfica 9 la tasa de aum ento natural no se relac io na co n
el PI B per cá pita de 1980 de manera tan simpl e como oc urre co n
las tasas de nata li dad y mo rtalid ad ; sin embargo, de nu evo se o bserva la tende ncia ge nera l de la tasa de crecimi ento natural a d isminui r co nfo rm e aum enta el producto. La relac ió n está deformada un ta nto por el efecto de los países pertenec ientes al q uin to
mu ndo en la re lac ió n medi a, tal como la trazó la com putado ra.
Con todo esto se confirm an num eroso s resultados anteriores
en cuanto a q ue los efecto s del desa rrollo socioeconó mi co y de
otros facto res estrec hamente vin cul ados con él so n mayo res en
aq uell os pa íses q ue t ienen en la actualid ad el c rec im iento dem ográfi co más rápido. Sin em ba rgo, ya es otro ca ntar el sabe r có mo
han de utilizarse estas relaciones, establecidas empírica mente, para
fin es de po lítica y planeac ió n demográficas.
GRÁF ICA 5
El modelo de transición dem ográfica*
0
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6050 -
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Tasa bruta d e mo rta lid ad"'"""
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718
crecimiento de la población
GRAFICA 6
Las tasas brutas de natalidad y mortalidad, agrupadas por etapas de la transición demográfica, 1960
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Tasa bruta de natalidad
GRAFICA 7
La tasa bruta de natalidad, según el PIB per cápita, 1980
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agrupados por etapas de la transición demográfica en 7960
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Cambios en e l producto per cápita (esca la logarítm ica)
9
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721
comercio exterior, agosto de 1984
Manej o de los facto res
q ue afectan el crecimiento demográfico
racias a los resultados ante ri ores es posible seña lar va ri os
camin os de po lítica q ue pe rmitan acelerar el desa rrollo en
los pa íses situados en la fase de transició n demog ráfica para que
ava nce n hac ia la ll amada eta pa mode rn a medi ante un a di sminución de la tasa bru ta de nata lid ad qu e siga la pauta descendente
ya expe rim entada en la tasa bru ta de mo rta lidad. A fin de crea r
las bases necesarias pa ra determin ar posibilid ades de po lítica, se
hace refe renc ia aqu í a la recome ndac ió n de la reuni ó n 'del gru po
de expertos de las Nac io nes Unid as y del Fo ndo de esa mi sma
o rga ni zac ió n para Activid ades en M ateri a de Pob lac ió n, celebrada en 1979 : "se necesitan modelos eco nómico-demográfi cos bien
fo rmul ados y co nva lidados pa ra ca lcul ar la im po rtancia cuantitativa y cualitativa de los efectos d irectos e in d irectos de los cambi os en las po líticas y los progra mas. En pa rti cul ar, ta les modelos
ayuda rían a los responsables de las decision es a eva lu ar los costos y benefic ios re lativos de diversas po líticas demográfi cas, así
como a eva luar las co nsecuencias de las políticas de desarrollo" .7
G
El mismo grupo de expe rtos puso de rel ieve la débil base empíri ca de numerosas re lac io nes clave entre facto res demográfi co s
y soc ioeconómicos. Po r tanto, reco mendó da r la mayo r priori dad a un a investigac ió n más intensiva, en vista de la im po rta ncia
q ue ti ene la fecund idad cuando se trata de determ inar la tasa de
c rec imi ento demográfico. Además, recomend ó em prender otras
investi gacio nes sobre los determi nantes de la fec undidad mediante
datos ind ividua les, de los hoga res y comunitari os . Una de las princ ipa les co nclusio nes de l info rme prese ntado al Presidente de Estados Un idos (Cioba l 2000 Report to the U.S. President) ta mbién
se refer ía a la necesidad de mejora r las bases actu ales de la planeac ión de largo plazo. 8
A la luz de los prin cipa les resultados o btenid os al estudi ar los
determi na ntes de los cambios en la fec undidad, ca be concluir que
se requ ieren invest igac io nes ad ic io nales so bre todo con respecto a los facto res vinc ul ados con el crecim iento soc ioeconó mi co
y la mode rni zac ió n, lo mi smo q ue sob re aqu ell os relacionados
co n la ap li cac ión y aceptac ió n de programas de planeación famili ar. A este respecto, según las co nclu siones de va n de W all e y
Knode l9 sob re la historia y los éx itos de la pl aneación fa miliar en
dife rentes soc iedades, una vez qu e se sati sface n los prerreq ui sitos de ésta se entra en un p roceso q ue avanza y se ace lera. As í,
el desarro ll o m ismo establece las co ndi cio nes soc ioeconómicas
generales que favorecen el com ienzo exitoso de la pl aneació n
fa mili ar. En todo caso, las co nclu sion es de los auto res mencionados apo rtan motivaciones ad icio nales pa ra apoya r la práctica en
gran escala de la planeació n fa miliar.
La urba ni zac ió n co nstituye en todo el mund o otro proceso de
rá pi do crec imiento . Aú n está por determin arse su efecto en la fecun d idad , pero puede contribuir a la mod erni zac ión, gracias a
qu e sepa ra a la gente de muchas anti guas trad ic io nes rurales. Po r
lo co mú n, la urba nizac ión va acom pañada por un c hoque c ultu7. Naciones Un idas, Population and Development Model/ing . .. , op.
cit.
8. G.O. Barney et al., op. cit.
9. E. va n de Wa lle y J. Knodel, "Europe's fert ility transiti ons: new evi-
den ce and lessons for today's developing worl d", en Population Bulletin, vol. 34, núm. 6, 1980, pp. 3-43.
ra l y a menu do conduce a enormes problemas en los grandes asenta mi entos preca ri os o cinturo nes de miseria de las ciu dades de
los pa íses menos desarro llados. Por tanto, ese proceso puede constituirse en un factor cru cia l para d ismin uir la tasa de fec undidad .
En todo caso, la urbani zac ió n co nstituye un eno rm e reto para los
planeado res demog ráficos y del desa rroll o.
Según Ca ldwe ll , 10 en los países menos desa rro ll ados es más
pro babl e q ue la d ismi nución de la fecund idad preceda a la ind ustri ali zac ió n y ayude a hace rl a posible y no que la siga. Esta
afirm ac ión da pie a cierto optim ismo en la prese nte etapa.
Desde hace ti empo se reco noce q ue la falta de seguridad soc ial es un facto r es pecífico que mantie ne la alta tasa actu al de
natalidad en num erosos pa íses menos desa rro ll ados . Los padres
con sidera n a los hijos co mo proveedores esencia les de seguri dad,
ta nto eco nó mi ca como de otra clase, a pesar del alto prec io qu e
puede significar una prole numerosa dura nte su edad acti va. Cuando se estu d ia la fec un d idad desde este ángul o, pode mos enc on trar algunas vías nuevas de po lítica q ue q uizá contribuya n eficazmente a abatir ciertos motivos básicos de la alta fec undid ad . La
falta de seguridad soc ial es sobre todo un prob lema soc iopolítico, aun q ue ti ene ram ificac io nes eco nóm icas. La segurid ad soc ial
se relaci ona de manera inherente con la j usticia soc ial y, med iante
ell a, con los va lo res fundamentales de la soc iedad.
CONCLUSIONES SOBRE LOS VÍNCU LOS ENTRE
LA POB LACIÓN Y LAS PO LÍTICAS DE DESARROLLO
La política de población:
opciones y prioridades
nt re la pob lació n y la po lítica de desarrollo ex isten relacio nes
mutu as mu y estrec has . En consec uencia, las medidas qu e se
adopten en am bos cam pos tiene n una interrelació n dec id ida. Las
activid ades específi cas indepe ndientes son con frec uencia inefi caces y se requi ere la colaborac ió n de num erosos sectores d e la
sociedad a fin de encontrar so lu cio nes al problema demográfi co.
E
Según los modelos d in ám icos de sistemas elaborados para describir y ·simular el crecimi ento de la poblac ió n, el sistema básico
qu e regul a la fec undid ad y la morta li dad es in estab le, Grac ias a
la investi gac ió n se han detectado dive rsas reglas qu e, al parecer,
sigue dicho sistema. H ay ac uerdo co n respecto a va ri as recom endac io nes de po lítica; sin emba rgo, en la actu alidad el pro bl ema
parece co nsistir en qu e las med idas políticas se o po nen a las opciones de po lítica reco mendadas.
Num erosos autores 11 han destacado rec ientemente los va lores soc iales como objetivo esenc ial de las decisio nes po líticas en
materi a de desa rro llo. En ve rdad, los objetivos econó mi cos generales son impo rtantes y así lo ha sub rayado, ent re otros, G iari ni en su info rm e al Club de Roma; 12 sin embargo, tambi én ha
co ncedi do atenció n a los va lo res soc iopo líticos, no sólo los que
1O. J.C. Ca ldwe ll, "Toward a restatement of demographic transition
th eory", en Population and Development Review, septiembre-diciembre
de 1976, pp. 32 1-366 .
11. S. Co le et al., op. cit., y G. O. Barn ey et al., op. cit.
12. O. Giarini, Dialogue on Wealth and Welfa re. An Alternative View
of Wo rld Capital Formation, Pergamon Press, Oxford , 1980.
13. Op. cit.
722
crecimiento de la población
sostienen los polít icos, sin o también los defe ndidos por la pob lación , los cuales puede n ser aún más decisivos en última in sta ncia.
Es probable qu e los cambios que están po r oc urrir en cua nto
al papel del trabajo, prin cipa lm ente a raíz de un a nu eva revo lu c ió n tecno lógica, mod ifiqu en en los países de mayor desarro llo
los va lores básicos de la soc iedad. En muchos de estos pa íses se
han resuelto los prob lemas técnicos de la prod ucc ión , pero es
obvio que la abunda ncia de prod uctos no trae necesariamente
co nsigo la felicidad y el bienesta r esperados. A unqu e sí se han
resuelto las necesidades fisio lógicas básicas, mu c has otras siguen
al parece r insatisfec has . El surgimi ento de va lores menos est ricto s pued e tener importantes co nsec uenc ias en materi a de pob lac ión en los países más desarro llados y, a largo plazo, afecta r también las decisiones so bre la co laborac ión internac ion al co n los
países de menor desa rro llo.
Conexiones con la política general de desarrollo
esde el punto de vista de esta política so n dos los asuntos
gene ral es de mayor importanc ia: el crec imi ento y la igua ldad, esto es, qu é tan grand e y qué tan ráp ido será el c rec imento
económico en el mundo y cuán igualitariamente se distribuirá entre los países y en el seno de cada uno de ell os. Según Co le y
sus co legas, 13 se han elabo rado num erosos esce narios diferentes: escenarios co nservadores, reformi stas y radi ca les, qu e recogen las opiniones de d iversos autores sobre el desarrol lo prev isto.
D
Conforme a la op inión preva lec iente en las Naciones Un idas
y entre los autores de esce narios futuros, la imp lantac ión de un
Nuevo Órden Econó mico Internac ional se considera, con mucho,
una medida esenc ial en el ámbito mundia l. De manera simu ltánea, desde finales de los setenta, las Nac ion es Unid as han ido
adoptando pos iciones menos rígidas en cuanto a la impo rtancia
de la acc ión en el ámb ito prima ri o de los indiv iduos, de su ambiente y de su comportam iento.
Se ha subrayado la partic ipac ión co mun itaria, esto es, la partic ipación por igua l de todos los miembros de un a comun idad en
las decisiones referentes a los asuntos esencia les de sus vidas, promoviéndose como un med io ese ncia l para estructurar y desce nt ralizar la acc ión social. Se ha cuestionado la aplicab il idad de la
alta tec nología en los países menos desa rro ll ados, resa ltándo se
la neces idad de la tecnología adecuada. Todos estos princ ipios
se ap li can también a la planeac ión de las med idas de política necesarias para redu cir el crec imi ento demográfico al nivel de
cero, qu e se considera un objetivo cruc ial para la hum anidad en
su conjunto.
Conclusiones sobre el desarrollo futuro
s vá lido co ncluir qu e las concepc io nes origina les del Club de
Roma sobre política de población siguen vigentes. La ex perienc ia desde los setenta hasta la actu alid ad no ha cambiado en
gran medid a las proyecc ion es, si bien parece haberse alej ado la
posib ilidad de un a ex plos ió n totalm ente incontro lada de la pobl ac ión, al mer)o s si se tom an co mo base las últimas cifras
estadísti cas.
·
E
Pese a qu e el futuro parece un poco más promisorio, es necesa ri o actua r ahora. Cada minuto de retraso aumentará los costos
y traerá co nsigo más daños irrevers ibles. Éstos, hec hos en no m-
bre del prog reso tecnológico, tom an la forma de rec ursos y energía consumidos, as í como la de dec ision es ad iciona les para el
futuro.
Po r otro lado, ex isten tamb ién razo nes para abriga r mayor optimismo, tal co mo sostienen algun os anal istas. Ese es el caso, por
ejemp lo, de Kuus i, 14 q uien abo rd a el trasfondo de la evo lu ción
bi o lógica au to rregulatoria y espe ra que haya un a reacc ió n fre nte
al prob lema demográfico que probablemente mitigu e algunos de
los asuntos que en la actual id ad se consid eran problemáticos . Sin
embargo, so n mu c has más las voces pesi mi stas que se preguntan
si la Tierra se rá ca paz de soportar " los efectos co mbin ados del
crec imi ento demográfico y del aum ento de la demanda de los
consum idores", que provoca n una vertiginosa y ascendente "p resión hum ana sobre los sistemas natura les", ta l co mo se pregunta, por ejempl o, Aure lio Peccei. 15
Con viene recordar que durante los tre inta m inutos ded icados
a presentar este ensayo la pob lac ión mundi al aumentó en cas i
S 000 personas.
Resumen final
E
1 propósito de este trabajo fue rev isar las co ncepc iones de l
Club de Roma so bre el probl ema de la pob lac ión mund ial,
presentadas a fin es de los sesenta y principios de los setenta , a
la luz de los datos refe rentes al c rec im iento de la población durante el dece nio de los setenta. También se presentaron opin iones sobre las posibi li dades soc iopo lítica s de regul ar el crec im iento
demográfico y se extrajeron algunas con clu siones relati vas a las
re lac ion es entre la población y las políticas de desa rrollo.
El ensayo se apoyó, en parte, en las estad íst icas y proyecc iones demográfi cas pub lica das por las Nac ion es Un idas y, en parte, en un análisis estadístico de datos específicos por países, emprend ido para los fines de este trabajo.
Los resultados mu estran qu e, si bien declinaron durante los
setenta las tasas globa les brutas de nata lid ad y de mortalidad y
probab lemente siga n dec linando en el futuro, las concepciones
presentadas originalmente por el Club d e Roma siguen vigentes
hoy día. Se requ ieren acc iones ind ividua les, loca les, nac iona les
e intern ac ionales para mitiga r los probl emas provoca dos por el
actual crec imi ento de la población. Se espe ra qu e esto conduzca
a un a mayo r co nc ienc ia ace rca de la solidarid ad genera l como
un imperativo.
Las po líticas de pobl ació n y en genera l de desarrol lo deben
planea rse y ejec utarse de man era coord inada; además, junto co n
los puntos de vista eco nómicos deben tambi én co nsiderarse los
va lores soc iopo lít icos, en ca lidad de criterios ese nciales para determin ar las decis ion es de la soc iedad y de los individuos. Es posible qu e los problemas causados por el crec im iento de la población t iend an a diferir entre los países; no o bsta nte, los res ultados
últimos pueden afectar a cada person a y a cada país de la m isma
manera, haciendo impresc ind ible la acc ión inm ed iata . O
14. P. Kuus i, Tama ihmisen maa ilma, Werner Soderstrom, ProvooHelsinki-Ju va, 1982. En la Sección intern aciona l de este núm ero se publica un trabajo de este autor, en el que se refi ere a la evo lu ció n bio lóg ica
de la hum anidad y a sus relac ion es co n el crec imiento de la población.
[N . de la R.]
15. Op. cit.
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