ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL Bogotá D.C., 28 de Octubre de 2007 OAJ No.______________ Radicado INT- 50255 Doctor Diego Fernando León Secretaría Distrital de Integración Social Despacho Ref: Concepto- Proyecto de Acto Legislativo 026 de 2007 “Por el cual se modifica el artículo 46 de la Constitución Política de Colombia para favorecer los derechos de las personas de la tercera edad”. Apreciado Doctor León: En atención a su comunicación mediante la cual solicita concepto sobre el Proyecto de Acto Legislativo 026 de 2007 “Por el cual se modifica el artículo 46 de la Constitución Política de Colombia para favorecer los derechos de las personas de la tercera edad”, le envío en documento adjunto las observaciones pertinentes. Reciba un cordial saludo, GUSTAVO PARRA MARTÍNEZ Jefe Oficina Asesora Jurídica Proyectó: Carlos Eduardo Martínez M. 1 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL CONCEPTO JURÍDICO- PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO Oficina Asesora Jurídica 1.- Número y Título del Proyecto: Proyecto de Acto Legislativo 026 de 2007 “Por el cual se modifica el artículo 46 de la Constitución Política de Colombia para favorecer los derechos de las personas de la tercera edad”. 2.- Comentarios a la Exposición de Motivos El presente concepto, analiza el proyecto de acto legislativo 026 de 2007, que pretende modificar el artículo 46 de la Constitución Política, introduciendo básicamente, la noción de prevalencia de los derechos para los adultos mayores. De este modo, pretende extenderse lo que hasta ahora es una cualidad únicamente de los derechos de los niños y de las niñas. El propósito buscado con el proyecto, es entonces la mayor protección de los derechos de los adultos mayores, introduciendo una fórmula que impone sobre el Estado, una deber reforzado de garantía. Para analizar este proyecto, debe prestarse atención a dos cuestiones fundamentales, a la noción de prevalencia de los derechos y sus implicaciones y a la posibilidad de reforma de la Constitución. Los comentarios a la exposición de motivos se van a centrar en los aspectos formales, es decir, en el recuento normativo que hace el proyecto. Las consideraciones más de contenido, se harán en el acápite de comentarios generales. La Constitución de 1991 introdujo en el ordenamiento colombiano una serie de criterios específicos de evaluación de las circunstancias, que orientan las actuaciones del las autoridades públicas. Esto es una forma de decir que las consideraciones sobre las circunstancias concretas de las personas, deben ser los puntos de partida de las políticas de las autoridades públicas, de forma tal que el postulado de igualdad de la Constitución sea efectivo materialmente y no se refiera sólo a una igualdad formal ante la ley. En otras palabras, la garantía jurídica del ordenamiento no está orientada solamente por el aseguramiento de la igualdad formal ante la ley, sino que busca crear condiciones de igualdad real y efectiva, de tal forma que personas o grupos en situaciones particulares de desigualdad sean tenidos en cuenta en aras de buscar el pleno goce de sus derechos fundamentales. Varios artículos de la Constitución expresan esta intención. El primero de ellos el artículo 13, que dispone lo siguiente: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan”. Por otra parte, el escenario constitucional de este proyecto se complementa con las normas que hacen referencia a la especial protección de los adultos mayores. Artículo 46: El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y 2 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL comunitaria. El Estado les garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia1. Esta mención de algunas normas que se refieren al adulto mayor, complementan el escenario ofrecido por el proyecto que se estudia en la exposición de motivos. Lo que la observación de estas normas parece sugerir es que en cierta forma, hay una consideración compartida en relación con la promoción progresiva de los derechos de las personas de la tercera edad. Ahora bien, aunque la situación de los adultos mayores en Colombia, en un escenario normativo comparado no sea la más favorable, el proyecto más allá de referencias normativas, no ofrece argumentos que sustenten la modificación de la cláusula constitucional, y tampoco sustenta las implicaciones favorables de la modificación, dejando a la exposición de motivos, en una exposición de derecho comparado, sin una conclusión fuerte que favorezca la pretensión de las referencias. 3.- Análisis del Articulado Artículo del Proyecto de Acto Legislativo ARTÍCULO 1º. El Artículo 46 de la Constitución Política quedará así: ARTÍCULO 46. Son derechos fundamentales de las personas de la tercera edad, entendidos por tales los mayores de 60 años, los mismos definidos para los niños, en lo pertinente. El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria. El Estado les garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia e implementará una política pública de envejecimiento y vejez que incluya su protección contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Propuesta de Modificación Observaciones Sin necesidad de hacerlo explícito, el ordenamiento jurídico asume que para las personas de la tercera edad, aplican los mismo derechos que las niños, en lo pertinente, de modo que en esta parte, la propuesta de modificación es innecesaria. No está justificado, por qué razón la Constitución debe hacer una mención explícita como esta, tendiendo en cuenta que por pura técnica normativa, las Constituciones sólo de manera excepcional hacen referencias concretas. Así mismo, no está justificada la introducción de la segunda parte de la modificación. Sin necesidad de introducirla, le asiste el deber al Estado de formular dicha política y de implementar acciones a favor de este grupo poblacional, pues lo que ahí se 1 En el ámbito legal y reglamentario, vale la pena mencionar las siguientes normas: Ley 100 de 1993, establece el programa de auxilios para ancianos indigentes mayores de 65 años, con el objeto de apoyar económicamente, a aquellas personas que cumplan con los requisitos previstos en la normatividad vigente y de acuerdo con las metas establecidas por el Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes. Ley 797 de 2003, modificó la subcuenta de solidaridad y creó la subcuenta de subsistencia del Fondo de Solidaridad Pensional, como mecanismo de financiación del programa de auxilios para ancianos indigentes, de la Ley 100 de 1993. Decreto 569 de 2004, en los Artículos 12 al 24 del Capítulo IV Subcuenta de subsistencia 12 y 13, establece: “Los recursos de la subcuenta de subsistencia del Fondo de Solidaridad Pensional, financiarán el programa de auxilios para ancianos indigentes previsto en el Libro Cuarto de la Ley 100 de 1993”. El artículo 10º del Acuerdo 119 de 2004 contempla las Metas del eje social e indica, que se programaran y realizarán una serie de eventos recreativos y culturales para los adultos mayores como una forma de promover su inclusión social. 3 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL Después de los derechos de los niños, los de las personas de la tercera edad prevalecen sobre los derechos de los demás. establece, no es otra cosa que la garantía de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. Tampoco está justificada, la introducción de la cualidad de prevalencia para los derechos de los adultos mayores, más allá de la intuición general que acompaña la formulación de todo el proyecto. 4.- Comentarios Generales Los comentarios generales al proyecto de acto legislativo 026 de 2007, están divididos en dos partes. En la primera parte, se hace referencia a la noción de prevalencia de los derechos. La idea es analizar esta cualidad de los derechos en nuestro ordenamiento, lo que implica hacer referencia al caso de los derechos de los niños. La idea es que analizando en qué consiste esta fórmula constitucional, pueda verse mejor su aplicabilidad a los derechos de los adultos mayores. En la segunda parte, se hace referencia, a la facultad de reforma de la Constitución, para de esta forma concluir la conveniencia general del proyecto de reforma constitucional que se analiza. La Constitución de 1991 estableció la noción de prevalencia de los derechos y la ligó a ciertos derechos fundamentales, particularmente a los derechos de los niños. La Constitución establece en el inciso final del artículo 44 que los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás. La ley de infancia consagra en los artículos 8º y 9º el interés superior de los niños, las niñas y los adolescentes y la prevalencia de los derechos de sus derechos respectivamente. Lo que esto parece sugerir, es que a los derechos de los niños y de las niñas pertenece de manera natural la característica de ser prevalentes frente a otros derechos, es decir, de los textos citados, parece razonable deducir que siempre que se habla de derechos de los niños y de las niñas se está hablando de derechos superiores frente a otros derechos. Teniendo esto en cuenta, puede afirmarse en principio, que los derechos de los niños y de las niñas son naturalmente superiores dentro del ordenamiento. No obstante, esta afirmación tiene el peso de tener que probar que dentro de la Constitución se han establecido ciertas concepciones, que suponen ordenaciones de tipo ontológico, y que imponen sobre los operadores del sistema -jueces, abogados, académicos, estudiantes, funcionarios y ciudadanos como partes del proceso- la obligación de conocer este orden y suscribirlo, como condición de posibilidad de la instrumentalización del sistema de normas. El requisito de precomprensión del sistema y en ese sentido, la posibilidad de poder utilizarlo en cualquiera de los roles mencionados, estaría ligado al conocimiento del orden de valores que fundamenta la pretensión de trascendencia del sistema. Ahora bien, cuando se dice que el Derecho –en este caso el nuestro- involucra categorías que remiten a órdenes valorativos, puede hacerse desde por lo menos dos puntos de vista. Desde un punto de vista, se reconoce el peso de la tradición y la posibilidad de que por medio de ella, se llegue al establecimiento de ciertas cláusulas constitucionales que reflejen de alguna manera, la moralidad existente en una sociedad determinada en un momento histórico específico, sin que esto implique, la asunción de un concepción particular de vida buena como criterio de orientación del sistema. Esta postura reconoce que el Estado Constitucional de Derecho se basa por lo menos en parte, en la idea del pluralismo razonable, que supone una cierta concepción de la persona en la que se le atribuye una dimensión ética- moral, que le permite la elección propia de sus fines. Consiguientemente, dentro de las funciones atribuidas al Derecho, se niega que éste sea una forma de 4 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL establecimiento y promoción de una particular concepción del bien, sin que esto implique una sociedad desvinculada de sus valores, de historia y de su tradición. La cuestión entonces parece resolverse en la definición de los valores fundantes del Estado Constitucional y la concepción normativa de persona que lo sustenta. El artículo 1º de la Constitución Política establece lo siguiente: “Colombia es un Estado Social de Derecho en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”2. Como se aprecia en este artículo, uno de los valores fundantes del Estado Constitucional colombiano es el pluralismo. Esto implica por lo menos dos cosas: En primer lugar que se reconoce igual dignidad para todas las personas; en segundo lugar, que derivado de esto, se reconoce que todas y cada una de las personas tiene la libertad de asumir una concepción de vida buena particular y orientarse de acuerdo con ella. De esta forma, el ordenamiento jurídico, no involucra opciones valorativas fuertes, en el sentido de hacer absolutas determinadas concepciones. Si esto es así, entonces nociones como la prevalencia de los derechos de los niños no tiene tal carácter, su estatus, si bien responde a una opción valorativa constitucional, tiene un peso político, no moral, y una función metodológico-hermenéutica, no cognitiva trascendental. En otras palabras, la noción de prevalencia de los niños, no es el reflejo textual de un orden valorativo fuerte, que confronte o se sobreponga a otros valores como la igual dignidad de todas las personas; es un orden axiológico que refleja una opción política determinada, que partiendo de la noción de igual dignidad de todas las personas y por tanto igualdad en los derechos, incluye una cláusula de interpretación constitucional, para partir de un punto específico en los casos de enfrentamiento entre derechos de los niños y de las niñas y de otras personas. Como herramienta de interpretación constitucional, la prevalencia de los derechos es más coherente con los valores fundantes del Estado Constitucional, porque sin tocar nociones fundamentales como la igual dignidad de todas las personas, permite introducir un instrumento práctico de resolución de conflictos entre derechos. No se trata entonces de una característica que defina alguna naturaleza especial o trascendental de un grupo de derechos, sino de una opción política, con una aplicación instrumental que refleja un consenso constitucional sobre un tema. En el caso de los derechos de los niños y de las niñas, éstos son derechos considerados como especialmente importantes y de ahí que se les atribuya la característica de ser prevalentes, del mismo modo que se predica la misma cualidad del interés general sin que esto implique que los derechos individuales o de las minorías no tienen ningún peso constitucional. Visto de esta forma, la prevalencia de los derechos es una cualidad limitada, como los mismos derechos, de donde surge entonces que se trata de una prevalencia prima facie. Es decir, se trata de una característica cuya validez se restringe a un ámbito limitado, y de la que se puede partir cuando se presentan conflictos entre derechos, pero que debe ser probada en términos de su justificación discursiva; en otras palabras, dado que la prevalencia de los derechos es una cualidad limitada por el mismo ordenamiento, cuando se presentan enfrentamientos entre los derechos denominados prevalentes y otros derechos “corrientes”o inclusive otro también prevalentes, la resolución debe, atendiendo el sistema como un todo, por medio de la argumentación jurídica, validar la superioridad normativa de los derechos de los niños o mostrar que la mencionada característica no aplica en el caso específico y las razones que fundadas en la Constitución y en el ordenamiento en general, permiten su inaplicación. 2 Subrayado fuera de texto. 5 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL Si la noción de prevalencia en nuestro ordenamiento jurídico, tiene la función de introducir un mecanismo de resolución de conflictos de interpretación cuando entran colisión principios constitucionales de igual jerarquía la pregunta que surge es ¿qué justifica que deba introducirse dicho mecanismo para los derechos de los adultos mayores? Esto hace referencia a la posibilidad de modificación de de la Constitución. La Constitución de 1991 ha creado un esquema de organización del poder del Estado, en el que cada autoridad encuentra un límite, esta es la característica clásica de los Estados Constitucionales que se manifiesta en la fórmula que establece que en un Estado del tipo mencionado no existe un poder ilimitado. El poder soberano, como se denomina el del pueblo, tampoco está desprovisto de límites, pues los derechos de las mayorías o las decisiones que se tomen por medio de esta regla, no pueden afectar a los individuos y sus derechos3. Si esta fórmula funciona con el poder del pueblo que es además el poder constituyente, funciona con mayor rigor para los poderes constituidos, es decir, aquellos que se crean y derivan su fuerza del poder del pueblo. El Legislativo es uno de esos poderes constituidos. El primer límite claro del legislativo está conformado por los Derechos Fundamentales de las personas y en general todas las disposiciones constitucionales. Pero no es claro si el legislativo tiene límite cuando las normas que crea no controvierten los límites expresos, sino que solamente pretenden la derogación de una norma que ya existe. Puede afirmarse que dicho límite no existe, pues es de la naturaleza de la función legislativa, poder expedir normas que den pautas o soluciones a los problemas de la sociedad, y éstos son constantemente cambiantes, por lo que las normas pueden ser modificadas, en todo o en parte, atendiendo a esta circunstancia. Sin embargo, es razonable entender que las normas expedidas, nacen a la vida jurídica con una cierta vocación de vigencia, que supera la inmediata coyuntura y que intenta una solución de más largo plazo. Parte de la erosión legislativa y los consecuentes problemas de seguridad jurídica, se relacionan con la falta de observancia de este criterio. Además, existe un principio de vocación de vigencia de las normas que ligado al principio de utilidad de las normas, permite articular un esquema de restricciones a la posibilidad de una inflación normativa. El principio de vocación de vigencia de las normas puede deducirse de lo dicho y supone la vocación general de las normas a permanecer en el tiempo. Esto no significa que las normas sean perpetuas, pero sí impone en el legislador la obligación de cualificar su tarea cuando decida derogar una norma. El principio de utilidad de las normas impone la obligación de interpretar las normas siempre de la forma en que pueda llegarse a su utilidad más razonable. Este principio completa el círculo de restricciones, porque si una norma conserva su nivel de utilidad es más complejo justificar su salida del ordenamiento jurídico. A la par con estos principios, en el caso de la Constitución y de la reforma constitucional, se contemplan esquemas de modificación más complejos en comparación con las leyes ordinarias. En otras palabras, de la naturaleza misma de la Constitución surge la idea de procedimientos de reforma más exigentes, siendo posible afirmar que la vocación de permanencia de las normas constitucionales es mayor que la de las normas ordinarias. Así pues, un cambio en la Carta Política, supone un trámite complejizado que se deriva de la naturaleza de las normas ha ser cambiadas implicando una justificación mayor para la modificación. En el caso del proyecto de acto legislativo 026 de 2007, dicha justificación no existe y se remite más a fórmulas comunes, que a una argumentación sólida que muestre la necesidad de introducir la modificación pretendida en la Constitución. Nuestra Carta Política, desde el artículo 13, permite que dadas las circunstancias de 3 La historia Constitucional está atravesada por reflexiones de este tipo, que intentan controlar el poder de las mayorías, un buen ejemplo de esto lo constituye el clásico texto “El Federalista”, texto clave del proceso de independencia de Estados Unidos. 6 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061 ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. Secretaría Distrital INTEGRACIÓN SOCIAL vulnerabilidad de las personas mayores, pueda adoptarse mecanismos especiales que permitan un trato diferenciado favorable para este grupo poblacional. Por otra parte, la noción de prevalencia de los derechos, es una fórmula excepcional que se justifica precisamente por eso, de modo que si se incluye para este grupo poblacional, podría pedirse para otro grupo vulnerable como las minorías étnicas y así sucesivamente, hasta que pierda su razón de ser. Por las razones expuestas, se considera que no es ni conveniente ni jurídicamente viable el proyecto de acto legislativo 026 de 2007. Atentamente, GUSTAVO PARRA MARTÍNEZ Jefe Oficina Asesora Jurídica Elaboró: Carlos Eduardo Martínez M. Tema: Concepto- Proyecto de Acto Legislativo 026 de 2007 modificatorio del artículo 46 de la Constitución Descriptor: Adultos Mayores- Prevalencia de los Derechos Fuente Jurídica: Constitución Política, Ley 100 de 1993, Ley 797 de 2003, Decreto 569 de 2004, Acuerdo 119 de 2004, Jurisprudencia Corte Constitucional. 1 7 Calle 11 No. 8 - 49 Oficina Asesora Jurídica PBX: 3 44 64 00 Ext. 1061