MALOS MOMENTOS, OPORTUNIDAD PARA CRECER: Por Martín

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MALOS MOMENTOS, OPORTUNIDAD PARA CRECER:
Por Martín (Thupten Chophel)
A veces atravesamos rachas muy buenas o buenas, en las que seguimos
practicando un camino espiritual, pero con poca intensidad, aprovechamos
para disfrutar los buenos momentos y quizás nos apalancamos y relajamos
demasiado. Esto es normal y nos sucede fácilmente a todo el mundo, pero
no es lo mejor.
Pero como todo es impermanente, de repente nuestra mente se asusta ante
complicaciones que nos surgen y dificultades que aparecen, y este miedo, si
lo sabemos superar, nos estimula a practicar el camino espiritual, con
mayor intensidad y dejar de apalancarnos. Volvemos a retomar todo
nuestro abanico de prácticas espirituales y ponerlas en marcha.
El mundo de hoy está en continuo cambio, no podemos dar nada por
ganado, y quien está arriba mañana puede estar abajo. Esto es una realidad
que podemos apreciar fácilmente a nuestro alrededor. Por ello, hoy en día,
cualquiera que es capaz de mantener un rumbo positivo con su vida, que
intenta aportar armonía y paz a la sociedad, que da amor y tiene compasión,
es un verdadero héroe, precisamente por lo rápido que todo cambia y lo
difícil que es mantenerse encarrilado hacia lo positivo. Podemos pensar que
la sociedad de hoy es demasiado voraz, rápida, frenética, pero si le damos
la vuelta a la tortilla, podemos ver que nos da mil oportunidades para
practicar y no apalancarnos, que cada día es un nuevo reto y una
oportunidad para evolucionar. Estamos en un mundo donde hay que ser un
verdadero guerrero espiritual, no podemos simplemente estar de
espectadores ante lo que sucede, sino que es necesario interactuar con la
sociedad a todos los niveles y sin bajar la guardia.
Mi consejo es que no esperéis a que lleguen las condiciones perfectas para
practicar, sino que toméis vuestro día a día como la oportunidad para
practicar a pesar de todas las dificultades que se presenten. Cuando digo
practicar, me refiero a prácticas dentro de un camino espiritual como el
Budismo o el Cristianismo, pero también a prácticas o ideales positivos,
adquiridos en la vida y que alimentamos sin necesariamente seguir un
camino espiritual.
El futuro de nuestro Mundo lo hacemos en cada instante, y si cada vez más
personas mantenemos un rumbo positivo, podremos conseguir a pesar de
las dificultades, un Mundo mejor e ilusionar a los niños y jóvenes que
vienen por detrás nuestra. Ese es nuestro mejor legado y el más importante,
el dejar un mundo mejor que como lo encontramos, para las futuras
generaciones, o por lo menos que una parte de ese mundo sea mejor que
como lo encontramos, pues todos sabemos que siempre habrá que aprender
a frenar personas negativas y destructivas, incluso a veces nos veremos
obligados a convivir con ellas, pero siempre pensando en que es lo mejor
para un Mundo justo y en paz.
Ahora llega el momento de comentar que también en la enfermedad, tanto
nuestra como de seres cercanos, debemos aprender a actuar con una mente
lo más sana posible y unos actos lo más acertados posibles. Si hacemos las
cosas mal, llenos de enfados, en vez de ayudar en la recuperación de la
enfermedad, pondremos causas para que vaya a peor pues estamos creando
tensiones en nuestro alrededor, que pueden empeorar nuestra enfermedad o
la de los seres cercanos. Por eso, incluso en los momentos difíciles de la
enfermedad, podemos crecer interiormente, y desde luego, no ir para atrás,
si mantenemos unos ideales y prácticas espirituales positivos.
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