Aspectos éticos en la asistencia al embarazo y el parto J. Manrique Tejedor1, A. Isabel Fernández Cuesta1, MªI. Figuerol Calderó2, Á. Tejedor Molina2,J. A. Teixidó Badia2, Mª P. Barranco Moreno3. (1)Matronas ASSIR Lleida, (2) Enfermeros HUAV Lleida, (3) Pediatra ABS Cappont Lleida Introducción La bioética como disciplina surgió para responder a la necesidad de encontrar solución a una serie de problemas éticos derivados del avance tecnológico, en el ámbito de la salud y de la investigación biomédica. Entró en escena para mediar en las discusiones sobre la aplicabilidad de las nuevas tecnologías; pero ha ido redireccionando su camino, incorporando a su estudio problemas relacionados con la toma de decisiones en el cuidado de los pacientes por parte de los profesionales sanitarios y también con los derechos de los pacientes y la protección de sus libertades. En el ámbito de la asistencia a la maternidad surgen cuestiones delicadas de índole sanitaria, ética, social y legal. Dicha asistencia conlleva una serie de exigencias, en cuanto a los resultados de las intervenciones y a los valores, para conseguir una atención a la embarazada basada en la excelencia y la responsabilidad. Toda profesión dispone de un código deontológico que proporciona las normas que todos sus profesionales deben cumplir en el desarrollo de sus tareas. Pero además, está a nuestra disposición la ética profesional, que complementa a dichos códigos profesionales y posibilita justificar cada acción que realizamos. La relación del equipo obstétrico con la gestante es algo a lo que, en ocasiones, no se le presta demasiada atención. Los problemas morales que surgen en el mundo de la atención al embarazo, parto y puerperio no son pocos. Para resolverlos, es importante reflexionar sobre los cambios del contexto sociocultural y sanitario respecto a hace años, puesto que los valores individuales, sociales, familiares y culturales han ido variando a medida que evolucionaba la sociedad. Objetivos ► Describir los conceptos de ética profesional y deontología profesional ► Conocer los principios bioéticos en los que se debe basar la asistencia durante la gestación, parto y postpart ► Evaluar los aspectos éticos principales en la atención a la embarazada AgInf. 2015, (74), 19, 2, 80-82 80 Material y métodos Se realizó una búsqueda bibliográfica en bases de datos de ámbito nacional e internacional, algunas relacionadas con las ciencias de la salud y otras relacionadas con la bioética. También se recurrió a asociaciones profesionales de interés para la bioética. Los términos utilizados para la búsqueda fueron “Bioética”, “Ética”, “Autonomía”, “Profesional”, “Maternidad”, “Parto”, “Embarazo”, “Postparto”. Se utilizó como filtro en la búsqueda el idioma seleccionándose artículos en inglés y español. Resultados -Deontología. La deontología es el conjunto de normas que definen los deberes y obligaciones del profesional en el desempeño de sus funciones. Busca establecer un conjunto de normas exigibles a todos los que ejercen una misma profesión y queda determinada por lo que es aprobado por un colectivo determinado (Códigos Profesionales)1. La ética profesional se refiere normalmente a los valores que guían nuestra conducta y que orientan nuestra actuación como miembros de un colectivo. La diferencia entre códigos éticos y códigos profesionales es que los códigos éticos se basan en valores y por tanto orientan hacia una tendencia determinada en las acciones. Por el contrario, los códigos profesionales se basan en normas y por tanto obligan a cumplir un determinado comportamiento2. -Principios bioéticos. Para resolver los problemas éticos, la bioética analiza cada caso concreto mediante la aplicación de cuatro principios generales. Estos principios son: no maleficencia beneficencia, autonomía y justicia3. -Principio de justicia: El principio de justicia se refiere a tratar a todos los pacientes equitativamente sin discriminaciones. Las diferencias solo se pueden justificar si van en beneficio de todos o de los más desfavorecidos4. Este principio establece la distribución de los recursos y eliminar la discriminación ya sea por raza, sexo, nivel socioeconómico, etc2,3. -Principio de no maleficencia: Recoge la clásica consigna latina de la ética médica “primum non nocere”, es decir, no perjudicar. Trataremos de hacer el bien pero en caso de no poderlo hacer, no haremos mal5. Este principio nos obliga a no hacer daño a la gestante y, si es necesario hacérselo, a que sea el menor mal necesario para conseguir un mayor bien. -Principio de beneficencia: El principio de beneficencia nos lleva a buscar no solo no hacer el mal, sino también a hacer el bien. Significa prestar a las embarazadas un servicio profesional competente (que requiere preparación inicial y formación permanente), eficiente, responsable y adecuado a sus necesidades6. -Principio de autonomía: La autonomía es un principio ético que nos obliga moralmente a respetar a cada persona en su individualidad, en sus valores, deseos, ilusiones y preferencias. Además implica promover activamente la expresión de dichas preferencias. Se identifica con la capacidad de tomar decisiones y de gestionar aspectos relativos a la vida y a la muerte2. Para que el paciente pueda decidir libremente, tiene que estar informado por parte del profesional sobre los aspectos más importantes de la situación que le acontece. El consentimiento informado representa una garantía para que se cumpla dicho principio3. -Aspectos éticos de la asistencia en el embarazo y el parto El modelo clásico de relación entre el ginecólogo-matrona y la embarazada estaba basado en que el profesional decidía unilateralmente sobre los tratamientos o intervenciones a realizar. Es el denominado paternalismo. Prevalecía el principio de beneficencia y suponía una limitación de la autonomía7. Desde el momento en que la mujer está embarazada, surgen unas situaciones en las que las matronas tienen que encajar sus actividades dentro de los principios éticos. El embarazo es algo fisiológico, donde la educación para la salud consiste en informar del curso de la gestación, haciendo partícipe a la mujer de sus cuidados y dotándola de conocimientos para minimizar los riesgos, cobrando fuerza la autonomía personal. Durante la gestación se pueden producir situaciones en las que puede haber conflicto entre unos principios y otros, por ejemplo ante tratamientos recomendados pero no obligatorios (vacunas), pruebas invasivas (amniocentesis, biopsia de corion), etc. La autonomía se consolida como principal valedora de la dignidad de la gestante, pero el profesional debe siempre informarle de manera objetiva y adecuada para que este principio se cumpla. Un punto clave es considerar a la pareja como parte del proceso. La mayoría de ellas así lo desean y se puede incluir como parte del principio de autonomía estar acompañadas y sentirse apoyadas en todo momento por su pareja. La matrona debe garantizar, siempre que sea posible, el cumplimiento de dicho deseo. El plan de parto es un documento donde la mujer deja constancia de las intervenciones que desea para el momento del parto y de las que no. Es uno de los documentos donde más conflicto puede haber entre los principios éticos. Es aquí donde la matrona (profesional que puede ayudar a implementarlo), tiene un papel primordial, pues debe informar sobre el proceso y de lo que la evidencia científica recomienda. Asimismo, debe valorar si los deseos de la gestante son compatibles con una práctica asistencial basada en la excelencia10. Instaurado el parto, el deseo de la embarazada obliga al profesional a respetar sus valores y deseos, aplicando solo las actividades autorizadas por ella. No obstante, debe prevalecer la excelencia y las actuaciones basadas en la evidencia científica. Debemos garantizar la autonomía pero teniendo en cuenta que la no maleficencia prevalece, y por tanto, ningún deseo podrá conllevar un posible daño para ella o el feto. Sin embargo, sí podrá negarse a recibir los tratamientos que no desee, si ello no comporta daños o riesgos añadidos11. Finalizado el expulsivo, debe favorecerse el contacto precoz del recién nacido con la madre, no solo para cumplir el deseo de ésta (principio de autonomía), sino también porque es recomendable para el recién nacido. Si la matrona no favorece este contacto inmediato, no solo se obviaría el principio de beneficencia, sino que se estaría actuando de manera contraproducente, lo que implicaría el incumplimiento del principio de no maleficencia. Discusión Los principios considerados “de mínimos” (justicia y no maleficencia), al ser considerados superiores en importancia a los “de máximos” (autonomía y justicia) pueden suponer que en ocasiones se contrapongan unos a otros y generen conflictos. En la asistencia al embarazo y parto, toda decisión del profesional en relación a la gestante debe acompañarse de una reflexión sobre todos los aspectos implicados; la ética profesional es el soporte que sustentará dicha decisión. En caso de tener que negar la posibilidad de autonomía personal, debemos fundamentar y explicar cuidadosamente a la embarazada el por qué de dicha situación, sus características, riesgos y posibles consecuencias. 81 AgInf. 2015, (74), 19, 2, 80-82 Actualmente la tendencia en la asistencia al embarazo y parto tiende a una mayor humanización del proceso pero sin que ello conlleve al rechazo de la tecnificación en la asistencia, que contribuye en gran medida a conseguir unos buenos resultados obstétricos (muy baja mortalidad y morbilidad ma- terna y fetal). Para ello, en todo caso debemos considerar los cuatro principios éticos y articularlos de tal manera que se consigan evitar los riesgos inherentes a esta etapa pero conservando la máxima autonomía por parte de la embarazada durante todo el proceso. Referencias bibliográficas 1. Hortal A. Ética general de las profesiones. 2ª ed. Bilbao: Desclée De Broker; 2004. 2. García D. La apuesta ética en las organizaciones sanitarias. 3ª ed. Castellón de la Plana: Publicaciones de la Universidad Jaime I; 2005. 3. ABIM Foundation, ACP-ASIM Foundation, European Federation of Internal Medicine. Medical professionalism in the new millennium: a physician charter. Ann Intern Med. 2002; 136: 243-246. 4. Westerholm P. Professional ethics in occupational health – Western European perspectivas. Industrial Health. 2007; 45: 19-25. 5. De los Reyes M. Introducción a la bioética. Metodología para tomar decisiones en Ética Clínica. Pediatr Integral. 2007; 11(10): 863-872. 6. Beauchamp L, Childress F. Principios de Ética Biomédica. Bioética&Debat. 2011; 17(64): 1-20.7. Seoane JA. Bioética y humanización del parto. A Coruña. 2011. 8. Gracia D. Como arqueros al blanco. Estudios de bioética. Madrid: Triacastela; 2004. 9. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Control prenatal del embarazo normal. 2010. Disponible en: http//:www.prosego.com. 10. Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. Ministerio de Sanidad, Política social e Igualdad. Plan de parto y nacimiento. Disponible en: http://www.msssi.gob.es/organizacion/ sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/planPartoNacimiento.pdf. 11. Ley 41/2002 Básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica del 14 de noviembre. Boletín Oficial del Estado, nº 274, (15-11-2002). Información de la biblioteca Biblioteca Biblioteca Autoras: Anna Ramió (coord.), Carme Torres (coord.), Roser Valls, Carme Vives, Virtudes Rodero, Almerinda Domingo, Aurora Roldán y Carmen Dominguez-Alcón. Enfermeras de Guerra, es un testimonio histórico de la enfermería durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el exilio, a partir de los relatos biográficos de: Anna Viñas, Ramona Gurnés, Victoria Santamaria, Maria Sans, Pilar de Viala, Trinidad Gallego, Carmen Casas, Guadalupe Cussó, Carmen Barrull, Cándida Sala, Antonia Palacin, Alegría Arroyo y Emilia Santaolalla, que trabajaron de enfermeras en el territorio de Cataluña. La obra es fruto de un estudio de investigación que se presenta en una nueva edición revisada y ampliada. El papel de las enfermeras de guerra se ha mantenido invisible hasta hace muy poco tiempo a pesar de que fue el colectivo profesional femenino que más directamente participó en el conflicto bélico, por lo que también sufrieron sus consecuencias. A través de Ed. San Juan de Dios sus voces, identificamos la función esencial, discreta y continua que desarrollaron en la guerra: cuidar Campus Docent 2015 a los soldados heridos y a la población. Maylis de Kerangal Ed. Anagrama 1ª Ed. Barcelona 2015 ISBN:978-84-339-7913-1 En esta obra la autora, en versión novelada, nos cuenta cómo una vida joven y llena de ilusión como la de Simon Limbres, se puede truncar por un accidente imprevisto y, lo que es una tragedia que vivimos en los padres de este joven, en los sentimientos encontrados de su novia, pueden devenir esperanza por el hecho de que, una vez confirmada la irreversibilidad de la situación de Simon, él mismo puede devenir dador de vida. Será preciso para ello contar con un coordinador de trasplantes, con unos padres que acepten esta situación, con unas personas gravemente enfermas que, víctimas a su vez de sentimientos enfrentados, esperen ansiosamente un posible donante de órganos que pueda permitirles recuperar una vida normal, con una organización de trasplantes perfectamente coordinada, con unos profesionales, médicos y enfermeras, entregados por completo a su labor. Todo ello narrado con una prosa magistral, directa, que te hace sentir en todo momento lo mismo que sienten los diversos coprotagonistas de la obra, en las distintas situaciones en que se encuentran debido a estos hechos. Una obra que te permite conocer y vivir la realidad, desde dentro, del trasplante de órganos. AgInf. 2015, (74), 19, 2, 82 82