▲ justicia social internacional” (GS n. 90). Hunde ahí sus raíces el Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, actual dicasterio vaticano, cuya finalidad es “promover la justicia y la paz en el mundo según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia” (Constitución Apostólica Pastor Bonus, n. 142). Pablo VI había ya paragonado este organismo a la veleta en forma de gallo, ese símbolo de la vigilancia que se ponía sobre el techo de las torres y campanarios, y había definido su misión como la de “mantener abiertos los ojos de la Iglesia, el corazón sensible y la mano pronta para la obra de caridad que está llamada a realizar con el mundo” (Discurso, abril de 1967). Del magisterio conciliar han partido posteriormente numerosos avances teológicos sobre “la acción en favor de la justicia y la participación en la transformación del mundo, como una dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio” (Sínodo sobre La Justicia en el mundo, 1971, n.6); igualmente sobre la relación entre evangelización y promoción humana, de tal modo que “olvidar las cuestiones extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que atañen a la justicia, a la liberación, al desarrollo y a la paz en el mundo, sería ignorar la doctrina del Evangelio acerca del amor hacia el prójimo que sufre o padece necesidad” (EN n. 31). “Lo mejor de Roma” Con esta significativa expresión se despiden generalmente los/as religiosos/as promotores/as de JPIC cuando terminan su servicio en la sede central de sus congregaciones religiosas. La experiencia de ser miembro de un grupo intercongregacional de promotores/as de JPIC es, en verdad, muy enriquecedora. Actualmente funcionan dos ▲ Una animación en sinergia Como respuesta de la vida religiosa al Sínodo de la Justicia en el mundo, la Unión de Superiores Generales (USG) y la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) crearon inicialmente comisiones separadas de Justicia y Paz que trabajaban de común acuerdo. En 1974 esta colaboración se tornó más concreta cuando ambas Uniones formaron un grupo de trabajo colectivo. La experiencia culminó en 1982 con la creación de la Comisión Justicia y Paz de la USG / UISG. Más tarde el nombre oficial de la Comisión pasó a ser el de Comisión Justicia, Paz e Integridad de la Creación. Al agregar este último tópico, los/as religiosos/as han evidenciado la responsabilidad de salvaguardar el medio ambiente, don del Creador y patrimonio común del género humano, teniendo en cuenta no sólo las exigencias del presente, sino también las del futuro (Cf Compendio Doctrina Social de la Iglesia, nn. 464-465). En la actualidad, la Comisión JPIC tiene 19 miembros: seis superiores/as generales de congregaciones religiosas (con igual representación de la USG y de la UISG), dos de los cuales son co-presidentes de la Comisión; otros seis religiosos y religiosas, normalmente promotores/as de JPIC, invitados a formar parte de la Comisión; los dos co-secretarios de la misma; el/la Secretario/a General de la USG y de la UISG; el Director ejecutivo de SEDOS (Servicio de documentación e investigación) y un representante del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. La finalidad de la Comisión ha sido desde sus inicios animar la integración de la JPIC en la vida y misión de las congregaciones religiosas. Para realizarla proporciona materiales relevantes e informaciones actualizadas sobre JPIC, organizando sobre todo reuniones públicas y seminarios. También mediante algunos grupos de trabajo sobre aspectos que requieren una especial atención. ODN Anuario 2012 69