RESPUESTAS A LA PRÁCTICA REGULACIÓN DE LA PRESIÓN

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RESPUESTAS A LA PRÁCTICA REGULACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL GRADO DE MEDICINA CURSO 12‐13 Un aumento del volumen de sangre aumenta el llenado diastólico del ventrículo, y el estiramiento de las fibras del miocardio dentro del rango fisiológico aumenta el volumen sistólico por la ley de Frak‐Starling. El volumen de sangre llena la aurícula y aumenta la presión auricular. Durante la diástole la presión auricular y ventricular son muy parecidas, y ambas aumentan. El retorno venoso aumenta porque se llenan las venas periféricas y aumenta la presión de llenado circulatorio, con lo que aumenta el gradiente de presión hacia la aurícula. En promedio el gasto cardiaco y el retorno venoso han de ser iguales, por lo que si el gasto está aumentado el retorno también lo estará. La contracción aumenta la resistencia vascular periférica y la presión arterial, por lo que aumenta el esfuerzo que debe hacer el ventrículo para bombear la sangre (postcarga). Si la contractilidad no aumenta de forma paralela, el gasto cardiaco disminuye. Un aumento de la frecuencia cardiaca disminuye el volumen sistólico, porque reduce el tiempo de llenado diastólico y el volumen que bombea el corazón en cada latido. La presión del pulso (P sistólica – diastólica) también disminuye, porque depende del volumen sistólico y de la complianza arterial. Como cada latido dura poco, a la presión no le da tiempo a subir y bajar mucho en cada latido. Si el aumento de la frecuencia no es excesivo, el gasto aumenta. Aunque el volumen sistólico disminuye, disminuye proporcionalmente menos de lo que aumenta la frecuencia, por lo que el gasto = frecuencia x volumen sistólico, aumenta. Al disminuir la contractilidad el ventrículo se vacía peor durante la sístole, y el volumen que queda al final de la sístole, o volumen telesistólico, aumenta. Como el ventrículo no se vacía bien durante la sístole, el volumen diastólico aumenta, porque se acumula la sangre en el ventrículo. El aumento de presión ventricular durante la diástole se transmite a la aurícula porque durante la diástole la válvula auriculoventricular está abierta. El parasimpático no afecta de forma significativa a la resistencia vascular total porque la mayoría de las arterias tienen poca o ninguna inervación parasimpática. En las arterias que tienen inervación parasimpática, el efecto de esta es vasodilatador y reduce la resistencia. El parasimpático reduce la frecuencia cardiaca y aumenta la presión del pulso. Como la diástole dura mucho, la presión diastólica tiene tiempo de caer muy abajo. Cuando llega la sístole, el ventrículo se ha llenado mucho durante la diástole y bombea un gran volumen de sangre por lo que la presión sistólica sube mucho. La presión del pulso (p. sistólica – p. diastólica) se agranda. El retorno venoso en promedio debe ser igual al gasto cardiaco, así que si el gasto se reduce el retorno también debe estar reducido. Aunque el llenado del ventrículo en cada latido es muy grande, como la frecuencia está reducida, el retorno en L/min está disminuido. El ventrículo bombea poco y la sangre se estanca en la aurícula. Aumenta la presión auricular y disminuye la diferencia de presión entre la aurícula y las venas periféricas (p. de llenado circulatorio), por lo que el retorno venoso disminuye. 
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