Estudios Latinoamericanos 6, p. I (1980), pp.125-130 La imagen de América Latina en la URSS. Nicolai M. Lavrov Las primeras noticias sobre América en Rusia se refieren al período del reinado del gran príncipe moscovita Basilio III, e.d. en los años treinta del siglo XVI. En el siglo XVII en Rusia ya fueron publicados los primeros libros europeos dedicados al descubrimiento del Nuevo Mundo. Durante el siglo XVIII a América Latina la visitaron los viajeros, marineros, comerciantes rusos. En su turno en América Latina, entre las capas avanzadas surgió el interés determinado hacia Rusia. El precursor de la independencia latinoamericana Francisco de Miranda a finales del siglo XVIII visitó Rusia y pedía el apoyo del gobierno de Catalina II en su lucha contra el yugo español. La guerra de independencia de 1810-1826 en América Latina recibió grandes repercusiones entre las capas progresistas de Rusia. Los primeros revolucionarios rusos - decembristas mostraron la plena solidaridad con los patriotas latinoamericanos. La posición diametralmente opuesta la ocuparon los gobernantes reaccionarios de Rusia zarista. Ellos no querían reconocer las jóvenes repúblicas independientes latinoamericanas, aunque el Gobierno del imperador Nicolás I en 1828 estableció las relaciones diplomáticas con el Imperio brasileño. Después de haber pasado muchos años en 1885 Rusia estableció las relaciones diplomáticas con la Argentina, en 1887 con el Uruguay, yen 1890 con México, donde ya reinaba el régimen dictatorial del gral. Porfirio Díaz. A fines del siglo XIX y al principio del siglo XX, la América Latina la visitaron las expediciones científicas rusas, principalmente las de geografía y etnología. Sin embargo hasta la victoria de la Revolución de Octubre en 1917 en nuestro país prácticamente no se estudiaba la historia de los países latinoamericanos. La victoria de la gran Revolución de Octubre marcó un viraje decisivo en las investigaciones científicas y sobre todo históricas. Los acontecimientos revolucionarios en Rusia tuvieron amplia resonancia en los países latinoamericanos, impulsando un extenso movimiento en pro de establecimiento de las relaciones diplomáticas y económicas con Rusia Soviética. En este sentido constituyó un importante avance el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y México en 1924 y entre la Unión Soviética y el Uruguay en 1926, lo que favoreció el inicio de los contactos económico-comerciales, científicos y culturales con otras naciones del continente americano. El desarrollo de las relaciones con los países latinoamericanos acrecentó el interés por el estudio de sus problemas históricos, económicos, sociales y políticos. El problema agrario pendiente, la dependencia del imperialismo, la Revolución Mexicana, la marcha de la Columna de Prestes en Brasil, la heroica lucha del pueblo nicaragüense contra la intervención norteamericana, estos y otros acontecimientos despertaron el gran interés entre los hombres soviéticos. Como resultado de eso fueron preparados primeros libros de investigación. Por ejemplo el embajador soviético de aquel entonces Estanislao Pestkovski publicó en 1928 dos libros dedicados a los problemas de México: Historia de las revoluciones mexicanas y El problema agrario y el movimiento campesino en México1. Al principio de los años treinta en las Universidades de Moscú y de Leningrado se puso a estudiar la historia de algunos países latinoamericanos, en primer lugar de México, de la Argentina y del Brasil. A fines de la misma década se dio los primeros pasos para la preparación de historiadores latinoamericanistas en las facultades de historia de las Universidades de Moscú y Leningrado y del Instituto moscovita de Historia, Filosofía y Letras. La agresión hitleriana en 1941 perturbó los estudios pacificas de los latinoamericanistas soviéticos. Los profesores y estudiantes latinoamericanistas se marcharon al frente para pelear contra los invasores hitlerianos; algunos de ellos perdieron sus vidas y no regresaron del frente a sus 1 О A. Bo ( л р т е ь с а к и й ( e e с п т г к а ж е с п в д и в д о . м н С e П с т к с о ): к в о г о И с т о р и я м е к с и к н с к и х р е в о л ю ц и й б и о н м ): М А г р а р н ы й в о п р о с и к р е с т ь я н с к о е в и ж е н и е в е к с и к е M., 1928. . M., 1928. Д . hogares natales. Después de la Gran Guerra Patria el estudio de la historia latinoamericana recibió un impulso considerable. Muchos Estados de América Latina establecieron las relaciones diplomáticas con la URSS, lo que determinó la necesidad de ampliar el estudio de los problemas latinoamericanos y entre ellos los de la historia. En 1953, en el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de la URSS se creó la sección de historia de los países de América donde se formó un grupo de latinoamericanistas. El ascenso del movimiento revolucionario y antiimperialista de los años cincuenta, el derrocamiento del dictador colombiano Rojas Pinilla en 1957, y venezolano Pérez Jiménez en 1958, así como la victoria de la Revolución cubana en 1959 plantearon nuevas tareas ante los latinoamericanistas soviéticos. En 1961 fue creado el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de la URSS para estudiar los problemas contemporáneos. En el mismo año, en el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de la URSS fue organizada la sección de historia de América Latina como centro académico de las investigaciones históricas. Los historiadores soviéticos tenían que elaborar y formular la concepción científica del proceso histórico de los países latinoamericanos. Estudiando los problemas fundamentales de la historia de los países latinoamericanos, utilizando varias fuentes, documentos de archivos, colecciones documentales publicadas, la prensa, los compendios estadísticos, las monografías de los autores de los países de América Latina, los EE. UU., de España y otros países europeos publicamos las obras siguientes: Ensayos de historia moderna y contemporánea de México, Ensayos de historia de la Argentina, Ensayos de historia del Brasil, Ensayos de historia de Chile2. Y ahora está en la editorial otro libro de esta serie - Ensayos de historia de Cuba. Los historiadores soviéticos prestan mucha atención a los problemas más importantes de la historia de la América Latina en general. En primer término hay que destacar las obras dedicadas a la guerra de independencia de 1810-1826. Esta guerra tenía y tiene gran significado. Sus tradiciones heroicas ofrecen 2 O O М ч е . M., 1960. O ч е р к и н о в о й и н о в ч р к и и с т о р и и Ч и л и е й ш е й и с т . M., 1967. о р и и е к с и у е р к и и с т о р и и А р г е н т и н ы . M.,1961; a los pueblos latinoamericanos un ejemplo de servicio abnegado en la lucha contra la dependencia imperialista, contra el yugo de la oligarquía interna, por la soberanía nacional, por la democracia y el progreso. Los investigadores científicos latinoamericanistas han preparado varias monografías y entre ellos hay que destacar la obra colectiva La Guerra de independencia de América Latina de 1810-1826, y monografías individuales de M. Al'pérovič, La Guerra de independencia de México, Revolución y la dictadura en el Paraguay; de N. Ilina, Colombia: de colonia a la independencia; de L. Sliozkin, Rusia y la guerra de independencia de América española; de A. Shtrajov, La guerra de independencia de Argentina3. En sus obras los historiadores soviéticos latinoamericanistas consideran las guerras de independencia como la forma de la revolución burguesa limitada. Además del problema de liquidación del yugo colonial esa revolución no podía resolver las tareas socio-económicas. La debilidad del modo de producción capitalista y de la burguesía nacional naciente, otros factores internos y externos impidieron la solución de todas las cuestiones de una revolución burguesa. Por ejemplo, un problema tan importante como el agrario; los jóvenes Estados latinoamericanos heredaron muchos vestigios de la época colonial y entre ellos el sistema de latifundios con todos sus atributos negativos. Muchos problemas del pasado siguen pendientes hasta nuestros días. No se puede resolver los problemas de la actualidad si no se cumplen las tareas planteadas en las fases anteriores del desarrollo histórico. En relación con ello tiene una gran importancia científica el estudio de la experiencia histórica de las revoluciones latinoamericanas. La más grande de todas revoluciones que tenían lugar en América Latina en la época de historia moderna fue la Revolución Mexicana de 1910-1917. Nosotros seguimos estudiando esta revolución durante muchos años, y publicamos algunas monografías4. Respecto a la 3 M. C. : р л ь е А ч и п о в . M.: 1964. М В о й н з а а н з е а в и с и м о с т е к с и к у Р е в о л ю ц и я д и и к т а т у р а в б . M.: 1975; П а р а ё л г з в к а : и С з е н а н 4 М з е а . . С в и Р с о и с с м о и я с и т ь в А ь е п и о в о й р р л А ч . Н г н е , . Б . Г з а н т л а н н и н : и И з е ы а в а и К с и о м л о м у с и т . M.. 1976. : : я в И с о т п а н с к о к о л о й н и А й м е М е Р у д к н о е к с и к а н с к а я р е в о л ю ц и к я р н и к е е . M.: 1976. . . M.: 1964. . . : з а в и с и с т о с т А 1910-1917 . . г г Л и Ш И и п о л и т т р и а к и х о С В в Ш А о . Ю й н а . M., investigación de las revoluciones de la época contemporánea, conviene mencionar la monografía de J. Fadeev, dedicada a la revolución boliviana de 19525. Se investigan también los problemas de la Revolución cubana. En el año pasado fue publicada la monografía del investigador científico de la sección de historia de América Latina del Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de la URSS E. Larin, El Ejército rebelde en la Revolución cubana6. Nuestros latinoamericanistas han hecho un aporte considerable a la investigación del proceso revolucionario latinoamericano. Durante los últimos años fueron publicadas algunas obras sobre este tema, por ejemplo: I. Zorina, Revolución o reforma en América Latina; M. Kudachkin, Chile: lucha por la unidad y la victoria de las fuerzas de izquierda; A. Matlina, Crítica a la concepción de la «revolución pacifica regulada» para América Latina, y otras 7. Los historiadores soviéticos investigan también el papel de la clase obrera en este proceso revolucionario. Con motivo de eso hay que mencionar las monografías siguientes: F. Garanin, El frente popular en Chile en 1936-1941; A. Zorina, El movimiento obrero en Cuba. 1850-1925; B. Koval, Historia del proletariado brasileño (1857-1967); Y. Vizgunova, La clase obrera de México contemporáneo; A. Stroganov, La lucha por el frente obrero y popular único en Argentina en 1933-19368. Los historiadores latinoamericanistas de la URSS investigan también los problemas de historia con vínculos estrechos de los aspectos de la política exterior y las relaciones internacionales. Es sabido que después de la Guerra de independencia y la liquidación del yugo colonial español los jóvenes Estados latinoamericanos pasaron a ser 1958; . 5 . . 6 . . 7 . . Н Ю . М Ф А а А Л д в о : в в Р е в М е о л к ю с ц и и к а я н к с о к н а т я р р р в : и н П ч о : р и о н а в Р с е т в а о н л е ю ц с и к а я и я а л р и м р и я ф е о й н з а а д е . . M., 1971. 8 . . т А Л М Ф и л н с т н в : и а А в о о л л ю ц ю а о и п о д е л у е в ы х К в о р ц и и я с и а н с Л в н й р л и в о й т р и е н с в и ж е н К р о о л й ю ц А и м а а н и : н о е и н з г у н о в р и к . М е . Ф ч К у д к : и а н и Ч л : и л т и к а к о н ц е п ц и и и р н о й р е г л у и р е у м о й р е в о л ю ц и д и л Л я а т и н с к о й 1936-1941 . . M.,1973; . . 1933-1936 . . M., 1969; . К а а : Н и а и а р д о р н д о и н и ф й р ф й о р н о н т в т и Ч в А р л г и е г н т и н е А г в г . M., 1975; . . Б е у И л К о в ь а : И с т о р М а о И С А г о г й А м е р и к . и и я р а з и л и й к л а с с с о в р е м е н н о й е к с и к у M., 1973. ь с к о г о п р о л е т а р и а а н о в : В о р ь з а а б . М б ч Р р т б В и и е б и о и г и в к б д и М р Г и о к а ч и Б в б д е г я и у м б в 1910-1917 . . M., 1972. M., 1969. M., 1977. M., 1971; , M., 1973. « » е е б а З Н а е р Е И : р Л е т а : . M., 1967; р и З о н а Р ч а о Ю е е . . И el objeto de la lucha entre las llamadas grandes potencias. Los pueblos del continente tuvieron que rechazar, arma al brazo, las repetidas agresiones de Inglaterra, Francia y, sobre todo, los Estados Unidos norteamericanos, que procuraron avasallarlos. Para justificar la política expansionista y las intervenciones armadas, los ideólogos del imperialismo yanqui formularon todo género de doctrinas y teorías. Cuando todavía no había terminado la guerra de independencia apareció la famosa doctrina de Monroe. Luego se aparecieron las teorías del Destino Manifiesto, del «fatalismo geográfico», del «fruto maduro» y otras muchas con el fin de probar que la América Latina «atrasada» debía convertirse en apéndice colonial de los EE.UU. «avanzados». Los científicos soviéticos ponen de relieve la inconsistencia de las mismas y de muchas doctrinas y teorías de otro nombre, pero análogas por su esencia. Con motivo de eso se puede mencionar algunas monografías, por ejemplo: N. Boljovitinov, La doctrina de Monroe; S. Gonionsky, América Latina y los EE. UU.; B. Gvozdarev, Evolución y crisis del sistema interamericano; E. Nitoburg, La política del imperialismo norteamericano en Cuba. 1918-1939; N. Potokova, Guerra de los EE.UU. contra México. 1846-1848; V. Selivanov, Expanción de los EE.UU. en América Latina9. Los latinoamericanistas soviéticos estudian también la política exterior de los países latinoamericanos, sus relaciones con la URSS. Sobre estos problemas han publicado las monografías siguientes: N. Korolev, Los países de América Latina en las relaciones internacionales; Los países de América del Sur y Rusia. 1890-1917; A. Sizonenko, Ensayos de historia de las relaciones soviéticolatinoamericanas, La Unión Soviética y México. En las obras colectivas, monografías y tesis de candidato a doctor en ciencias históricas y de doctorado se concede mucha atención al aspecto historiográfico que tiene no sólo una significación científico9 . . M., 1960; . : х л Н Н Б о о и р и т : и в н Б о . И в Д к т р и е о д а н : р в в а й а о л ю ц р о и А С и Г о з и и с м е ж н г о т С а и н с Ш к о А й м м с к и : й о е Л а т и н с к а я А м е р и к а С и . M., 1966; 1918-1939. M., 1965; . . . . : и а к с а к й н с и с т е Ш ы м А . Е о Л В л и п А и н р к я б т и к а а м е р и к а н с М Л н р в П у б о о о и Э т Н В M., 1959; . . М о з Г р е о р т и и к е в е к с и к M.. 1975. у к о г о и м п е р и а л и з м а н а К 1846-1848. M., 1962; Н е у П т к о о в а .. . : В е Н С л и в а н о в Э к с п а н с и я С Ш А в teórica, sino también práctica, por ejemplo, en la organización de los ciclos de conferencias de historia latinoamericana en las facultades de historia de las universidades y escuelas superiores de magisterio. Durante últimos años aumentó mucho la cantidad de los historiadores latinoamericanistas. En el pasado no tan lejano latinoamericanistas se concentraban en Moscú y Leningrado. Ahora muchos de ellos trabajan en las universidades y en los institutos pedagógicos de Ivánovo, Jaroslavl, Kiev, Kishinev, Grosniy y otras ciudades. El trabajo científico y docente de los historiadores – latinoamericanistas de la URSS, ayuda mucho a los estudiantes y los profesores - y historiadores latinoamericanistas y a todo el pueblo soviético conocer mejor el pasado histórico de América Latina, tener su imagen auténtica para entender mejor la actualidad latinoamericana.