Créditos hipotecarios post terremoto ¿tasas de interés que suben o bajan? Esteban Campillay Senior manager de Audit Deloitte Chile Un análisis inicial podría llevarnos a una conclusión, quizás errónea, de cómo se comportarán las tasas de interés de los créditos hipotecarios en el corto y mediano plazo. Si pensamos cuál será el comportamiento natural del mercado “post terremoto” concluiríamos que ante una catástrofe de tal envergadura se postergarán las decisiones de compra o adquisición de bienes de largo plazo, como una vivienda, para atender otras necesidades que claramente son más urgentes. Ante tal situación, lo más lógico sería que al bajar la demanda de los créditos hipotecarios, por una condición natural de la economía de mercado, las tasas de intereses bajaran para captar la atención de los clientes con un precio más atractivo. Sin embargo, la supuesta baja de los créditos hipotecarios puede ser una conclusión que no permanezca en el tiempo. Para poder realizar un diagnóstico fidedigno necesitamos analizar una serie de factores que no son financiero-económicas, sino que corresponden, más bien, al campo de las ciencias humanas y provocan movimientos inesperados en el entorno financiero, sobre todo en situaciones de incertidumbre, como el terremoto que vivimos el 27 de febrero. Debemos tener en cuenta que no es lo mismo evaluar el comportamiento de los consumidores en un mercado que ha mantenido cifras positivas de crecimiento y sin períodos inflacionarios, como en el caso de Chile, que tratar de proyectar su comportamiento en un mercado sin la misma vitalidad. Hasta febrero de este año, se observaban tasas hipotecarias fijas de 4,6% y existían algunas ofertas de préstamos hipotecarios con tasas de interés de un 4,3%. Actualmente existen atractivas ofertas de créditos hipotecarios a tasas de interés más bajas que antes del terremoto, bajando la barrera del 4% para créditos a 20 años. Sin embargo, está situación correspondería a un fenómeno momentáneo y de acomodo del mercado. Los consumidores chilenos volverán a tener las expectativas que poseían antes del terremoto y sus decisiones de compra volverán a los niveles de los últimos años, las cuales son influenciadas por el desarrollo de la economía y expectativas de crecimiento y no por un evento específico. Por lo cual, el cambio de expectativas y de decisiones de los consumidores, sólo se verían afectadas temporalmente por el desastre natural que vivimos. Si tomamos en cuenta las proyecciones de crecimiento para este año y los signos de reactivación que experimentábamos antes del terremoto, y que de acuerdo a las últimas proyecciones del Banco Central, se mantendrían, podemos concluir que la confianza de la gente subirá, la demanda general aumentará y vendrán periodos de IPC positivos que implicarían escenarios de tasas de interés más altas para un mediano plazo. Las tasas de los créditos hipotecarios no se apartarán de esta tendencia, y los riesgos de crédito y de mercados asociados se mantendrían acotados.