solo reconocía una asociación de perros de raza por país, asegurando monopolios en cada uno de los países federados. Ahora, gracias a este Real Decreto, todas las asociaciones reconocidas por el estado tienen obligación de reconocer entre sí sus ejemplares, y esto es extensivo a toda la Comunidad Económica Europea. Las asociaciones no reconocidas por el estado, pueden llevar libros, pero es probable que no puedan pasar sus registros a otras asociaciones, salvo que lo hagan como “registro original”, es decir, perdiendo el perro todo su árbol genealógico y sin reconocerle sus premios y logros, por ejemplo, un perro campeón nacional en la asociación equis no reconocida, si el propietario desea pasarlo a otra entidad, debe ser evaluado por un juez, y en caso de ser aprobado ingresará como primer ejemplar de su linaje, sin ningún tipo de reconocimiento de campeón. Esa es la ventaja de tener los perros en los libros de entidades reconocidas estatalmente, por el Ministerio De Agricultura, Pesca Y Alimentación español. Mientras tanto, en casi todos los países de América, rige una absoluta libertad de asociaciones caninas. Un perro puede estar en los libros de la FCA de Argentina y ser o no reconocido por el KCA o la ACA. En este caso en particular, tanto KCA como ACA, reconocen todos los ejemplares provenientes de cualquiera de estos otros dos registros, mientras que FCA solo reconoce los suyos propios. De manera que, cuando vuelvas a leer por allí la frase “la FCI es la entidad internacional que regula las razas caninas”, ya sabrás que es una absoluta falacia. La FCI es una asociación de segundo orden, cuyos socios son los clubes o asociaciones que hay en cada uno de los países, pero no es cierto que tengas obligación de que tu perro pertenezca a ella. Si tu perro se encuentra en los libros de cualquiera de las asociaciones reconocidas europeas, podrás pasarlo, si deseas, a las entidades asociadas en la FCI y ellos tendrán la obligación de tomarlo con todos sus antecedentes como si siempre hubiera pertenecido a sus libros propios. Pueden coexistir clubes de jugadores de petanca zurdos y clubes de jugadores de petanca diestros, esto no quiere decir que uno de ellos sea el ente regulador de con qué brazo se juega a la petanca, pueden regularlo dentro de sus propias asociaciones, pero no fuera. Del mismo modo, la FCI y sus asociaciones federadas, podrán reglar “dentro” de ellas mismas las razas, pero no pueden generar obligaciones fuera de ellas.