Resumen El futuro del dinero

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Resumen
El futuro del dinero
Overview
The Future of Money
Los Resúmenes son traducciones de extractos de publicaciones de la OCDE.
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(www.oecd.org).
Este Resumen no es una traducción oficial de la OCDE.
ORGANISATION FOR ECONOMIC CO-OPERATION AND DEVELOPMENT
ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS
THE FUTURE OF MONEY
OVERVIEW
Sumario
En términos claros y concisos, puede decirse que el dinero está destinado a convertirse en
digital. Esta conclusión general se desprende del estudio de la larga evolución histórica del
dinero y de su probable relación con las futuras transformaciones socioeconómicas.
Históricamente, a lo largo de milenios, el dinero ha tendido, progresivamente, a hacerse más
abstracto o a ir plasmándose en una representación meramente simbólica disociada de
cualquier materialización física concreta. Sin embargo, al analizar el futuro del dinero, el ritmo
de desaparición de los últimos vestigios de dinero físico y, al decir de algunos analistas, el
hecho mismo de que el dinero esté realmente abocado a desvanecerse resultan cuestiones
menos evidentes. Las opiniones difieren también en cuanto a la importancia económica y
social que implica el atravesar esta “última etapa” y el tiempo que se tardará en hacerlo. En un
extremo del elenco de opiniones, la Junta de Comisarios de la Moneda de Singapur está
realizando un esfuerzo global para sustituir, en 2008, la moneda que acuña por un sistema
digital que cumplirá la misma función que el dinero de forma mucho más eficaz. En el otro
extremo, se hallan muchos bancos centrales y gobiernos que han adoptado posturas
predominantemente conservadoras, responsables, en parte, del limitado éxito que han tenido
hasta ahora los recientes esfuerzos efectuados para difundir de forma más amplia el dinero
digital.
Resulta conveniente replantear tanto el significado económico y social que tendría una
mayor digitalización del dinero como la manera de lograr dicha digitalización. Desde el punto
de vista económico, puede argumentarse que la lenta introducción de los nuevos sistemas de
pago, indispensables para generalizar el dinero digital en la economía, está causando elevados
costes, públicos y privados; esos costes no sólo incluyen los costes obvios, generados
directamente por los gastos de gestión, compensación y vigilancia del dinero efectivo, sino
también las pérdidas, menos evidentes, ocasionadas por las dificultades que conlleva el operar
la transición hacia una “nueva economía de elementos intangibles”. Desde esta posición
ventajosa de “coste de oportunidad”, los sistemas de pago digital instantáneo, que van
implantándose en la economía, constituyen una parte esencial, pero aún no suficientemente
desarrollada, de la infraestructura necesaria para que florezca la economía global y altamente
informatizada del mañana, en la que el comercio electrónico, en cualquiera de sus formas,
será, probablemente, uno de los elementos determinantes del éxito general de la economía.
© OECD, 2002
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THE FUTURE OF MONEY
OVERVIEW
En lo que al aspecto social se refiere, la preocupación se centra en la forma en que se
reparten los costes del sistema de pago y en el modo que se abordarán las cuestiones de
accesibilidad a dicho sistema. Hoy en día, los consumidores desconocen, en gran parte, el
coste del dinero efectivo (y de los instrumentos asimilados a éste, tales como cheques y
tarjetas de crédito). Por ejemplo, se habla poco de las cuestiones de equidad que genera el
“subsidio cruzado” -que se produce cuando las compañías que rigen las tarjetas de crédito
prohíben a los comerciantes ofrecer descuentos por las compras realizadas mediante pago en
metálico-, entre aquellos que pagan con dinero contante (en particular, quienes no poseen
cuentas bancarias y, por lo tanto, no tienen otra opción) y los que pagan recurriendo a tarjetas
de crédito. En este mismo sentido, muchos sistemas de compensación y liquidación dan lugar
a costosas tasas de servicio y lucrativos efectos en cobro, que tienen repercusiones sociales
negativas en ámbitos tales como las remesas de trabajadores extranjeros a sus lugares de
origen, los servicios de ayuda a los excluidos o el fomento de la creación de microempresas.
Otro supuesto, igualmente grave, es la posibilidad de que, en el futuro, surja una brecha social
cuando el acceso al dinero digital se convierta en la forma principal de beneficiarse de costes
de transacción más bajos y de florecientes mercados cibernéticos.
Las anteriores cuestiones sociales añadidas a las económicas justifican claramente la
adopción de políticas dinámicas que tiendan a acelerar la difusión del dinero digital hasta el
punto de desbancar el dinero efectivo. Sin embargo, esta conclusión no se ha plasmado en casi
ninguno de los debates recientes sobre el futuro del dinero porque la mayoría de ellos se han
centrado, obviamente, en las nuevas y excitantes tecnologías que podrían remplazar el dinero
físico por el digital y en las repercusiones de esas tecnologías para los bancos centrales. En
esos debates, se ha llegado a conclusiones tranquilizadoras sobre las consecuencias de las
nuevas tecnologías en la continuación eficaz de la política macroeconómica, pero el enfoque
centrado en la tecnología tiende a oscurecer tanto las fuerzas que pueden influenciar el futuro
del dinero como ciertas cuestiones de importancia relativas a las políticas y las medidas
aplicables. De hecho, tal y como se puso de manifiesto en la conferencia, los responsables
políticos tienen buenas razones no sólo para incrementar el ritmo de difusión futuro del dinero
digital en la economía, sino también para hacer que las políticas dejen de centrarse en la
tecnología monetaria (aspecto físico) y se reflejen en acuerdos y normas monetarias (aspecto
virtual) que rijan sistemas de compensación y liquidación que puedan ser utilizados por todos
aquellos que participen en transacciones monetarias.
Dos precedentes ofrecen importantes perspectivas para valorar por qué tiene sentido
orientar los esfuerzos políticos hacia el aspecto virtual del dinero. En primer lugar, Internet, en
su calidad de red de redes, demuestra cómo normas homogéneas (TCP/IP y HTML, ambas
originadas en el sector público) pueden ser neutras en relación con las tecnologías específicas
(físicas y digitales) que utilice un determinado sistema. Este aspecto es esencial porque crea un
mercado abierto, en lo que a conexión se refiere, en el que pueden multiplicarse la
competencia, los progresos técnicos y un amplio elenco de aplicaciones. En segundo lugar, los
sistemas nacionales de compensación interbancaria y los mercados de divisas internacionales
ofrecen algunos ejemplos de cómo, en el pasado, los responsables políticos han contribuido,
con un grado de seguridad y eficacia relativamente alto, a introducir normas y establecer
instituciones que rigen complejos sistemas de liquidación. Adoptar este tipo de iniciativas
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© OECD 2002
THE FUTURE OF MONEY
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políticas podría ser de gran ayuda para convertir el potencial tecnológico en una realidad
económica práctica y eficaz.
Por último, los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 han hecho que la
introducción acelerada de sistemas de compensación y liquidación con un alcance mucho
mayor y basados en normas comunes resulte más evidente y urgente, a fin de asegurar la
transparencia de las transacciones financieras. Establecer normas del tipo de las aplicadas en
Internet para sistemas de pago omnipresentes, introduciendo en el código de programación
básica ciertos principios adoptados en la esfera internacional a fin de respetar el derecho a la
intimidad y las responsabilidades de los ciudadanos, brinda una ocasión única para impedir las
transacciones ilegales de cualquier clase; por una parte, reduciría considerablemente el lugar
que ocupa el dinero efectivo y, por otra parte, situaría a todos los agentes económicos al
mismo nivel en lo que a la transparencia de sus actividades financieras se refiere. Muchos de
los elementos de esos sistemas están ya en funcionamiento o en desarrollo. Hoy por hoy,
cuando la interdependencia general resulta obvia para todos, tenemos que actuar urgentemente
con vistas a establecer un plan de políticas ambicioso e innovador que nos ayude a configurar
el dinero del futuro.
© OECD, 2002
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THE FUTURE OF MONEY
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Índice correspondiente a la versión original en inglés de la publicación
(no incluye anexos, ni listas de cuadros, tablas o gráficos)
Sumario
I.
El futuro del dinero
por Riel Miller, Wolfgang Michalski y Barrie Stevens
II.
Origen y evolución del dinero
por Michel Aglietta
III.
La futura tecnología del dinero
por Zachary Tumin
IV.
Economía intangible y dinero electrónico
por Charles Goldfinger
V.
¿Nuevos espacios económicos?
por Geoffrey Ingham
VI.
Moneda legal electrónica en Singapur – Propuesta de concepto
por Low Siang Kok
Discurso de apertura:
Discursos de presentación:
Lydie Polfer
Donald J. Johnston
Luc Frieden
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© OECD 2002
THE FUTURE OF MONEY
OVERVIEW
Este Resumen es la traducción de extractos de:
The Future of Money
L’avenir de l’argent
© 2002, OCDE
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La publicación original se encuentra a la venta en el Centro
de la OCDE en París: 2, rue André-Pascal, 75775 Paris
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© OCDE, 2002
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