¿Tasa de Interés Negativa? No es común referirse a una tasa de interés negativa ya que cuando los ahorristas deciden depositar su dinero en el sistema financiero, buscan incrementar su capacidad de gasto en el futuro, para este cometido, identifican la tasa de interés más atractiva del mercado a un tiempo determinado. Es decir, cuando una persona deposita su dinero en una institución financiera está sacrificando su consumo presente con el objeto de poder consumir más en el futuro. Esta lógica puede ser representada por la siguiente ecuación: K1 = K0 (1+n*i) Donde K0 = Capital Inicial K1 = Capital Final n = Periodo de Tiempo i = Tasa de Interés Nominal Sin embargo, es necesario incorporar en este análisis la “tasa de interés real” y la “tasa de inflación esperada”, así tendríamos la siguiente relación: i=r+π r=i-π Donde r = Tasa de Interés Real π = Tasa de Inflación Esperada Dado que se trata de una aproximación, sería más adecuado expresarla de la siguiente manera: i≅ r+π Por ejemplo, si la entidad financiera elegida ofrece una tasa de interés nominal anual de 5 % y la tasa de inflación esperada anual es de 7 %, tendremos que: r = 0,05 - 0,07 r = - 0,02 Por tanto, cuando las personas deciden realizar sus depósitos en las diferentes entidades financiera deberían analizar no solamente las tasas de intereses que ofrecen estas, sino también informarse sobre la tasa de inflación esperada, en el mismo periodo de tiempo, ya que podrían encontrase con tasas de interés “real” negativas, lo cual representaría al final de la operación, tener un capital menor al inicial. Gustavo Gómez Es economista