los docentes pueden hacer la diferencia: apuntes acerca del

LA PROFESSIONNALISATION DES ENSEIGNANTS DE L’EDUCATION DE BASE : LES RECRUTEMENTS SANS FORMATION INITIALE
Séminaire international : 11-15 juin 2007
Los docentes pueden hacer la diferencia: apuntesacerca del desarrollo profesional y el protagonismo docente - Magaly ROBALINO
CAMPOS
LOS DOCENTES PUEDEN HACER LA DIFERENCIA: APUNTES ACERCA
1
DEL DESARROLLO PROFESIONAL Y EL PROTAGONISMO DOCENTE
Magaly ROBALINO CAMPOS
Especialista en el area de la educacion, UNESCO, Santiago, Chili
“Los docentes son el factor más importante en la organización y entrega de los servicios educativos”
afirmaron los Ministros de Educación en el año 2002 en el PRELAC, Proyecto Regional de Educación
para América Latina y el Caribe2. “Ninguna reforma de la educación ha tenido nunca éxito contra el
profesorado o sin su concurso” reitera el Informe Delors. En efecto, existe actualmente un volumen
considerable de investigación que indica que la calidad de los profesores y su enseñanza es el factor
más importante para explicar los resultados de los alumnos3. Por tanto, si los maestros son, más que
otras personas, las claves del cambio educativo4, para asegurar el derecho de los alumnos a aprender,
los países están frente al desafío de formular e implementar políticas y estrategias dirigidas a contar
con un cuerpo docente que disponga de las competencias profesionales y éticas para hacerse cargo del
aprendizaje de los estudiantes y responder por los resultados de su trabajo. Esas políticas, a su vez,
deben asegurar las condiciones necesarias para un ejercicio pleno y satisfactorio de la profesión
docente. (UNESCO/OREALC 2007)5.
El profesorado, en muchos países, todavía es asumido y se asume a sí mismo, como ejecutor de
currículos y reformas definidas por “expertos”, ocupado de la “transmisión de información” dentro del
aula y alejado de los espacios mayores donde se toman las decisiones acerca de la vida escolar y las
políticas educativas y, por estas mismas razones, sin ninguna responsabilidad en las propuestas de
reforma y el impacto de ellas sobre la calidad de las escuelas y la formación integral de los estudiantes.
Invertir el papel de los docentes desde una posición pasiva a un lugar protagónico en los cambios nos
obliga a tratar por lo menos tres aspectos fundamentales: el primero referido a la necesidad de
construir una comprensión renovada acerca del rol de los docentes y las dimensiones que este nuevo
rol está marcando; el segundo, nos remite a repensar la concepción sobre el desempeño profesional y
los factores que influyen sobre él; y, el tercero, nos permite, con este marco, volver la mirada sobre el
desarrollo profesional docente como un concepto integrador de la formación inicial y la formación en
servicio en sus múltiples modalidades.
Fortalecimiento del protagonismo docente y las nuevas dimensiones de la profesión
La concepción renovada del rol de los docentes fue reafirmada por el Proyecto Regional de Educación
para América Latina y el Caribe, PRELAC a finales del 20026, al colocar el fortalecimiento del
protagonismo de los docentes como el segundo foco estratégico en el cual los países deben poner
atención para avanzar en la consecución de las metas de Educación para Todos.
1
Material preparado a partir de documentos elaborados por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO,
para América Latina y el Caribe, UNESCO/OREALC.
2
El PRELAC, fue aprobado y firmado por los Ministros de Educación de América Latina y el Caribe en La
Habana en Noviembre del 2002 y representa la carta de navegación de los países de la región para alcanzar las
metas de Educación para Todos y mejorar la calidad de sus sistemas educativos.
3
OCDE, Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (2005): Teachers Matter: Atracting, Developing
and Retaining Effective Teachers.
4
HARGREAVES, Andy (1999): Profesorado, cultura y postmodernidad. Ediciones Morata, Madrid.
5
UNESCO/OREALC (2007) La educación un asunto de derechos humanos, documento presentado a la Reunión
de Ministros de Educación del PRELAC, marzo de 2007. Buenos Aires.
6
En noviembre del 2002 los ministros de educación de la región formularon y suscribieron el PRELAC,
Proyecto Regional de Educación que define 5 focos estratégicos a los cuales los países deben atender para
alcanzar las Metas de Educación para Todos. Esta es la carta de navegación de los sistemas educativos que, sin
perder de vista las particularidades, pretende dirigir los esfuerzos regionales a los temas considerados centrales,
siendo uno de ellos el protagonismo docente. El documento del PRELAC está disponible en www.unesco.cl
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Este foco levanta la necesidad de romper la tradicional separación entre “los que piensan y los que
hacen” entre “los planifican y los que ejecutan” para avanzar en procesos de formación y desarrollo de
docentes con capacidades para pensar, buscar y discriminar información, crear, proponer, participar
activamente en la vida escolar, opinar y participar en el campo de las políticas educativas, tomar
decisiones y corresponsabilizarse por ellos. Estas capacidades son, al mismo tiempo, las que se quiere
desarrollar en las actuales generaciones a través de los procesos educativos formales y no formales.
En coherencia con este nuevo rol protagónico, mencionamos tres dimensiones del trabajo docente: la
dimensión del aprendizaje de los estudiantes, la dimensión de la gestión educativa y la dimensión de
las políticas educativas.7
La primera dimensión de los aprendizajes de los estudiantes es fundamental. La misión, la razón de
ser los docentes es facilitar el aprendizaje de sus estudiantes; no se puede entender su trabajo al
margen de lo que sus alumnos aprenden. El docente, sin ser el único agente educador presente y en
interacción con los estudiantes, es aquel que puede garantizar el aprendizaje como un proceso
intencionado, sistemático y teóricamente fundamentado.
La dimensión de la gestión educativa, bajo los nuevos conceptos de participación, toma de decisiones
y liderazgo compartido en las escuelas, habla de docentes que hacen suya la realidad de la escuela y de
la comunidad dónde se ubica, que traducen las demandas de su comunidad y las políticas educativas
en la visión estratégica y el proyecto educativo para su escuela, al mismo tiempo que asumen la
responsabilidad que les corresponde en los resultados educativos.
La dimensión de las políticas educativas, se refiere a la participación de los docentes en su
formulación, ejecución y evaluación a través de mecanismos que hacen posible su presencia real.
Hablamos de docentes que vinculan la vida política y social de su país y comunidad con la educación
y, en concreto, con su trabajo cotidiano. Docentes que recuperan su capacidad de expresarse como
sujetos sociales con voz y espacio propios en un proyecto de país para convertir a la educación en eje
del desarrollo humano.
Algunos desafíos del desempeño docente y el desarrollo profesional de los docentes
Dado el énfasis de este encuentro y sin perder de vista una mirada integral sobre la profesión, esta
reflexión se detiene en el desarrollo profesional, uno de los factores clave en la calidad del desempeño
de los maestros.
La formación inicial y la superación permanente de los docentes es considerado uno de los factores
que más inciden en la calidad de su trabajo, pese a ello, en la mayoría de países de América Latina,
persisten, entre otros, problemas como los siguientes:
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Predominio de enfoques y modelos tradicionales en las instituciones formadoras de docentes;
Déficit en la calidad de los formadores de formadores;
Desarticulación entre formación inicial y formación permanente;
Ausencia de espacios de coordinación entre los responsables de la formación de los docentes;
Reformas centradas en la “capacitación” sin incidencia en la formación inicial;
Capacitación, entendida como la sucesión de eventos organizados desde la oferta y no desde la
demanda;
Capacitación a las personas aisladamente y no a los equipos docentes;
Asistencia a cursos de perfeccionamiento por el puntaje para el ascenso de categoría smás allá de
la utilidad para una función específica;
7
Ver en el artículo ¿Actor o protagonista? Dilemas y responsabilidades sociales de la profesión docente escrito
por la autora en la Revista No. del PRELAC, publicación de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO,
Julio de 2005.
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Carencia de apoyo técnico, acompañamiento, monitoreo y evaluación al trabajo docente al interior
de las propias instituciones educativas;
Insatisfacción por los contenidos y la pertinencia de los procesos de formación;
Débil incorporación de las tecnologías de información y comunicación a la formación de
maestros; ausencia de mecanismos institucionalizados de evaluación a la calidad de la formación
inicial y en servicio de los docentes.
Por otro lado, la calidad del trabajo de los docentes, típicamente, se asocia a los resultados de
aprendizaje de los estudiantes, los cuales, a su vez, se reducen a la información que arrojan las
pruebas estandarizadas de logro en matemática y lenguaje de los alumnos. Si bien, éste es uno de los
indicadores, el desempeño profesional incluye pero supera la sola mención del rendimiento de los
estudiantes y mas aún, si éste se limita a resultados de logro de dos áreas del conocimiento.
El desempeño docente con una visión renovada e integral puede entenderse como “el proceso de
movilización de sus capacidades profesionales, su disposición personal y su responsabilidad social
para articular relaciones significativas entre los componentes que impactan la formación de los
alumnos; participar en la gestión educativa; fortalecer una cultura institucional democrática; e
intervenir en el diseño, implementación y evaluación de políticas educativas locales y nacionales,
para promover en los estudiantes aprendizajes y desarrollo de competencias y habilidades para la
vida”8.
En este concepto se integran las tres dimensiones de la profesión antes mencionadas, conduce a pensar
en la existencia de un conjunto de factores que inciden en el desempeño9, y levanta el protagonismo de
los docentes en las decisiones del aula, la escuela y el sistema educativo. En sintonía con esta
perspectiva el desarrollo profesional se entiende como el proceso de aprendizaje de los docentes a lo
largo de toda la vida profesional que integra la formación inicial, el periodo de inserción en la
profesión, la formación en servicio (entendida como programas formales dirigidos), la superación
permanente en el nivel local (entre pares, en los equipos docentes) y la autoformación de los
profesores, todo este proceso para garantizar el desarrollo y fortalecimiento de competencias
sociales, éticas y técnicas en el marco de una profesión en permanente construcción.
El profesionalismo de los docentes es considerado un factor clave para el ejercicio de la docencia. Es
más, investigaciones realizadas por el LLECE, Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la
Educación de la UNESCO/OREALC (2002), así como la Investigación Iberoamericana sobre Eficacia
Escolar del Convenio Andrés Bello (2007) coinciden en anotar el valor de la formación universitaria y
la superación permanente, como características de los maestros de las escuelas con resultados
destacados, aún en contextos de vulnerabilidad. Por tanto, abordar el desarrollo profesional de los
maestros con una mirada de largo alcance superando las medidas puntuales y de coyuntura representa
para los países algunos desafíos como los siguientes:
Posicionamiento del desarrollo profesional como un concepto estratégico para la calidad de la
educación y por tanto como tema de política y no solo como “componente” de algún proyecto, en el
cual los docentes son considerados “insumos” al mismo nivel que la infraestructura, los equipos o los
textos escolares.
Fortalecimiento de alianzas por la educación permanente de los docentes tarea que demanda un gran
esfuerzo de concertación para construir mecanismos y sistemas de desarrollo profesional que articulen
8
Documento elaborado por el Grupo sobre Desempeño Docente que apoya a la OREALC en la discusión de este
tema e integrado por Héctor Valdés, Ricardo Cuenca, Héctor Rizo, Magaly Robalino, Alfredo Astorga, citado en
la Revista No. 1 del PRELAC publicado por la OREALC.
9
El desempeño docente depende de un conjunto de factores entre los cuales está la formación inicial y el
desarrollo profesional continuo, obviamente, además de otros, igualmente determinante como son, por ejemplo:
las condiciones de trabajo, los niveles salariales, la carrera profesional, la evaluación del desempeño, la
autoestima, el reconocimiento social, la salud, los cuales deben ser considerados integralmente para avanzar en
procesos serios de mejora del desempeño.
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y den sentido al trabajo de los responsables de la formación como ministerios de educación,
universidades, institutos, ONGs, actores que, en ocasiones, no sólo están separados sino incluso
confrontados o en competencia.
Comprensión del desarrollo profesional como un factor fundamental pero no único del desempeño,
una visión que permite, por un lado, destacar la importancia de la formación permanente de los
docentes, pero por otro lado colocarla en diálogo con los otros factores del desempeño como son las
condiciones de trabajo, la carrera profesional, la evaluación del desempeño, etc. en el entendido que
ninguno de los factores del desempeño docente mejoran significativamente su calidad si se abordan en
forma aislada.
Fortalecimiento del protagonismo docente en los espacios de toma de decisiones. Sin desconocer que
el foco central de la profesión docente es el aprendizaje de los estudiantes, resulta básico reconocer los
otros espacios en los cuales debe actuar el docente como actor fundamental, por ejemplo: en la
construcción colectiva del proyecto educativo escolar, en la definición del modelo de gestión escolar,
en el diseño de proyectos pedagógicos, en la definición de políticas, todo lo cual contribuye a que los
docentes se apropien de las propuestas de cambio y se sientan corresponsables de sus resultados.
Revalorización intelectual y social de la profesión con el propósito de contribuir a recuperar el espacio
y el prestigio público de los docentes asociadas a mejores resultados, mayores compromisos con la
educación, más altos niveles de preparación. En suma una revalorización que pasa por una nueva
imagen de la profesión y de quienes se desempeñan como docentes que, sin perder el profundo sentido
humano de su trabajo, requieren capacidades y competencias que van más allá de la voluntad y que
pueden ser aseguradas por sólidos sistemas de formación y desarrollo profesional plenamente
garantizados en las prioridades políticas y de financiamiento de los países.
La revalorización de la profesión en el marco de una perspectiva de política pública, integral e
intersectorial
Los proyectos educativos de los países reconocen, en la mayoría de casos, la necesidad de revalorizar
la profesión docente para revertir la percepción que la sociedad tiene sobre ella, recuperar su prestigio
y convertirla en una profesión atractiva para los mejores profesionales.
La implementación y desarrollo de esta política demanda una acción concertada de todos los actores
involucrados con la calidad de la profesión docente y un conjunto de estrategias y acciones para el
corto, mediano y largo plazo. Junto al ministerio de educación, los docentes, los directivos y sus
organizaciones, es fundamental la presencia y acción de otros organismos e instituciones como:
Ministerios de Finanzas, ministerios del Frente Social, Parlamento, movimientos ciudadanos, medios
de comunicación. La calidad de los profesores es una responsabilidad de toda la sociedad, en la
medida en que es una condición indispensable para garantizar el derecho de niñas, niños y jóvenes a
una educación de calidad.
Así mismo se requieren estrategias para promover la presencia real de los docentes y directivos
institucionales. La responsabilidad ética de los docentes se fortalece con la participación en las
decisiones en torno a la gestión escolar y en la colaboración con las políticas educativas, las escuelas
destacadas cuentan con docentes altamente comprometidos y participativos (UNESCO/OREALC
2002). Cada día hay más pruebas de que la atención de los docentes a las cuestiones ajenas al aula,
mejora, significativamente, la calidad de lo que desarrollan en ellas (Hargreaves, 1999). Los cambios
desde arriba y desde fuera de las instituciones educativas y sus docentes no han mostrado resultados,
al contrario de lo que se observa en proyectos innovadores en marcha en muchos lugares, cuyos
logros, entre otras razones, tiene que ver con el empoderamiento de los docentes, su compromiso
ético, la vinculación con las comunidades y la convicción de que la escuela puede hacer la diferencia.
Tenemos hoy la oportunidad de abordar el tema docente con una perspectiva integral, de largo plazo y
con un alto grado de participación y compromiso de los involucrados en especial de los docentes. Un
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esfuerzo nacional y concertado puede ayudarnos a “romper ese -más de lo mismo- al que parecemos
eternamente encadenados. Hoy sabemos que es posible mejorar, es factible hacer las cosas de manera
distinta y mejor, independientemente del punto de partida y del contexto concreto”.10
10
UNESCO/OREALC (2006) Estudio de casos de modelos innovadores de formación inicial en América Latina
y Europa. Disponible en www.unesco.cl
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