“Ley de Implementación Efectiva de la Responsabilidad del Estado

Anuncio
“Ley de Implementación Efectiva de la Responsabilidad
del Estado en el Nivel de Educación Superior”
Autora del Proyecto: Diputada Nacional por Buenos Aires, Lic. Adriana Puiggrós.
Aprobada el 28/10/15
Reforma a Ley Nº 24.521 de Educación Superior (Sancionada el 20/07/1995)
1).- Art. 1 de la reforma modifica el art. 1 Ley Nº 24.521.
Mantiene el alcance de las entidades comprendidas aunque las indica de una manera más clara y
sistemática.
Así Alcanza a Universidades e Institutos Universitarios, Estatales o Privados autorizados y los
Institutos de Educación Superior de Jurisdicción Nacional, Provincial o de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, de gestión estatal o privada.
En su 2º Párrafo incorpora como novedad la Responsabilidad principal e indelegable del Estado
Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre la Educación Superior y el
conocimiento, reconociéndole el rango de bien público, y como derecho humano personal y
social.
El texto del art. 1 de la Ley N° 24.521 se limitaba a enunciar las instituciones alcanzadas por la
norma.
2).- El art. 2 de la reforma modifica el art. 2 Ley Nº 24.521.
La normativa anterior disponía la responsabilidad indelegable del Estado de prestar el servicio de
educación superior de carácter público, garantizando además el derecho de las personas con
discapacidad de acceder a la misma.
El nuevo texto es más amplio y claro al disponer específicamente que el Estado Nacional,
Provincial y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es responsable de proveer el financiamiento,
la supervisión y fiscalización de la Universidades Públicas. Respecto a las Universidades Privadas
el Estado Nacional Supervisa y Fiscaliza su funcionamiento.
Asimismo en dicha norma se aclara en diversos incisos que implica la responsabilidad principal e
indelegable del estado, entre lo que cabe mencionar, garantizar la igualdad de oportunidades,
proveer becas, condiciones adecuadas de infraestructura y recursos tecnológicos, promover
políticas de inclusión educativa que reconozcan las diversas identidades de género, establecer las
medidas necesarias para equiparar la igualdad de oportunidades para las personas con
discapacidad, etc.
Es decir que en este artículo se obliga al estado al financiamiento de las universidades públicas y
que dicho financiamiento se deberá ajustar a las necesidades fundamentales que se detallan en los
diversos incisos de la norma.
3).- El art. 3 de la reforma establece una nueva norma que se nomina como art. 2 bis.
Este es uno de los artículos más importantes de la reforma, y mediante el mismo se establece el
derecho a la gratuidad de los estudios de grado en las instituciones de educación superior de
gestión estatal, prohibiendo además sobre ellos todo tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel,
etc.
Asimismo se dispone en esta norma la prohibición de vulnerar la gratuidad mediante cualquier
convenio que celebre una Universidad de Gestión Estatal con otros Estados, organismos o
instituciones nacionales e internacionales públicos o privados que impliquen ofertar educación
como servicio lucrativo.
Al respecto se debe aclarar que este derecho no se encontraba establecido en la Ley de Educación
Superior, prestándose a diversas interpretaciones por la ambigüedad del art. 2 de la Ley Nº 24.521,
quedando ahora zanjada toda discusión respecto a posibles arancelamientos de la educación
superior en las Universidades Públicas.
4).- El art. 4 de la reforma modifica el art. 7 de la Ley Nº 24.521.
El art. 7 de la Ley Nº 24.521 disponía que para ingresar como alumno a las instituciones de nivel
superior se debía haber aprobado el nivel medio o ciclo polimodal de enseñanza. Además preveía
la situación de los mayores de 25 años que no hayan terminado la educación secundaria pero que
mediante examen acrediten que poseen aptitudes y conocimientos suficientes para cursar
satisfactoriamente.
Esta norma no establecía el derecho de acceso libre e irrestricto a la educación superior, por lo que
las Universidades establecían exámenes de ingreso que excluían a los estudiantes de su acceso a la
educación superior, creándose así una suerte de elitismo o selección de las personas que podían
acceder a la educación superior de grado.
La reforma modifica esta norma, en consonancia con su declaración como derecho humano y su
gratuidad, estableciendo que toda persona que apruebe la educación secundaria puede ingresar de
manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el nivel de educación superior.
Asimismo prevé la situación de las personas mayores de 25 años que no han terminado la
educación secundaria resolviéndolo como la ley N° 24.521.
Con el reconocimiento de este derecho de acceso libre e irrestricto a la Educación Superior de
Grado se termina con la posibilidad que los estudiantes se vean excluidos y expulsados del sistema
educativo de nivel superior mediante los exámenes de ingreso, integrando e incorporando a los
mismos al sistema universitario lo que se traduce en una mayor movilidad social.
Por último la norma aclara que el ingreso debe ser complementado con procesos de nivelación y
orientación profesional y vocacional que cada institución debe constituir, pero que en ningún caso
estos pueden ser selectivo, excluyente o discriminador.
5).-El art. 5 de la reforma modifica el art. 50 de la Ley Nº 24.521.
El art. 50 Ley N° 24.521 disponía que como mínimo que el estudiante debía aprobar 2 materias por
año académico o 1 cuando el plan de estudios preveía menos de 4 asignaturas anuales para
mantener la regularidad en los estudios. Se encontraban exceptuados de esta norma y podían
dictarse sus propias reglas las universidades con más de 50.000 estudiantes.
La reforma dispone que cada institución Universitaria dictara normas sobre regularidad en los
estudios que establezcan las condiciones académicas exigibles. De esta manera se deja sin efecto
la distinción arbitraria de régimen que podía darse entre las universidades según la cantidad de
alumnos que poseían, y se respeta la autonomía de las universidades parea poder dictar sus
normas mediante sus propios órganos.
En síntesis la reforma establece una serie de derechos fundamentales a favor de los estudiantes
que son garantizados en esta norma, la cual descansa en 3 pilares que pueden reducirse a: el
derecho de la educación superior como bien público y como derecho humano personal y social;
este derecho debe ser garantizado por el estado mediante la gratuidad de la educación superior
pública de gestión estatal, que lo obliga a su financiamiento de manera adecuada a las necesidades
de los estudiantes y se prohíbe todo tipo de arancelamiento; asimismo este derecho humano se
garantiza mediante el acceso ilimitado e irrestricto de los estudiantes con la sola finalización de sus
estudios secundarios, eliminando toda forma de evaluación previa (exámenes de ingreso) de
carácter selectivo excluyente o discriminador tendiente a la elitización del acceso a la educación
superior. La norma prevé una serie de acciones y medidas para garantizar la igualdad de
oportunidades previendo las becas para estudiantes y la situación de las personas con discapacidad
entre otros.
Que la Ley N° 24.521 es un norma de corte liberal que daba lugar a los arancelamientos e
instancias selectivas de ingreso, poniéndose freno mediante la presente reforma a las tendencias
privatizadoras de la educación superior, por lo que estamos frente a una norma superadora no solo
por los derechos que consagra a favor de los estudiantes y las universidades, sino también por las
garantías que debe brindar el Estado para la efectiva materialización de esos derechos, siendo un
logro de significativa importancia para toda la comunidad educativa.
Descargar