Dia 20 “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.” Efesios 2:10 (ntv) La obra maestra de Dios Nuestra vida de oración a menudo implica pedir a Dios moldearnos en el hombre o mujer que Él nos creó para ser. Queremos que Dios nos use en la tierra para hacer Su voluntad así como es en el cielo. Hubo un tiempo en mi vida cuando me encontré luchando con la duda, inseguridad, insuficiencia e indignidad. Clamé a Dios “¡No entiendo! ¿Cómo tu puedes usarme a mí? Padre, Tu tendrás que pintar un cuadro.” Cuando dije las palabras “pintar un cuadro,” ellas resonaron fuerte y claro en mí como si el Espíritu Santo las hubiera subrayado en mi corazón. Miré en la concordancia de la Biblia y busqué la palabra “pintar”. No pude encontrar nada. Fui al Internet, busqué “pintar un cuadro” y encontré una canción por Julie Meyer titulada “Pinta Tu Cuadro.” Inmediatamente la descargué y comencé a escucharla. Cuando la escuché, me venció la presencia de Dios que me hablaba por las palabras de la canción: “Tóma una brocha, Dios. Sumérgela en los colores de mi vida. Y pinta tu cuadro Padre. Moldea este corazón que es el totalmente Tuyo.” Cerré mis ojos y vi a Dios tomar Sus dedos y pintar un cuadro de fuerzas, talentos y regalos y transferir el mismo corazón de quién Él me creó para ser, en el lienzo de vida — mi vida! Yo podía verme como algo hermoso para contemplar. Y luego miré cuando Él firmó la obra de arte para que todos supieran que Él lo había pintado — Él era el artista y Él estuvo contento con Su obra maestra. De repente, todas mis inseguridades e insuficiencias se derritieron. Estaba familiarizado con Sofonías 3:17, dice que El “Se regocijará sobre mi con cántos de júbilo.” Cuando escuché a Kari Jobe cantar la canción “Mi Amado” por primera vez, aquella verdad hizo a mi corazón elevarse con una alegría increíble. Pero, después la canción continúa y dice que no sólo soy hermoso a Él, sino que ¡Él no ve ninguna mancha en mí! Las lágrimas corrían por mi cara, y comencé a alabarlo y adorarlo por Su gran amor y gracia. No siempre nos vemos como Él nos ve. Pero cuando tu vienes ante el Padre divino para orar, Él te ve como Él te creó. Él te ve como la persona que estás supuesto a ser, no como la persona que eras. Una vez que tú has sido perdonado, el Padre no ve ninguna mancha en ti. Hebreos 8:12 dice, “Y de sus iniquidades no me acordaré más.” Ven a El con completa honestidad y libertad de ser quién tu eres en Él. Tu eres un individuo único, específicamente diseñado para los propósitos del Padre. Comienza a andar en esa verdad. Deja de compararte a otros y contempla a Quien sostiene la brocha. Dios nos ve con los ojos de un Padre. Él ve nuestras fallas, errores y defectos. Pero Él también ve nuestro valor. Max Lucado Oración: Padre, gracias porque contigo soy libre de ser quién Tú me creaste para ser. Ayúdame a verme a través de Tus ojos. Sé que soy totalmente agradable a ti y totalmente aceptado ante Tu vista. Tú me has hecho completo y me ves a través de la justicia de Cristo. Estoy tan agradecido que cuando llegue al final de mis días, podré estar de pie ante ti, como una obra maestra hermosa diseñada por ti, el Maestro Pintor. En el nombre de Jesús, Amén. Acción:. ! Da un paseo por una galería de arte. Nota como cada cuadro es diferente y al mismo tiempo hermoso. Un cuadro puede hablar a un individuo y otro puede alcanza aún la parte más profunda del alma de otra persona. Hay una razón porqué ser único. ! Lee la Palabra y pídele al Padre que te muestre quien tú eres en Él. ! Pide a Dios que te muestre el cuadro que Él ha pintado de ti. Para estudiar más: Salmos 139:13–18 Salmos 147:11 Sofonías 3:17 Juan 8:32 Romanos 8:1 2 Corintios 5:17