Minuta descriptiva.- Proyecto de ley de quiebras (personales). Habrá una mayor protección a los proveedores de las firmas deudoras, aumentarán las penas si hay ilícitos, se simplifica el finiquito y cobro para los trabajadores afectados, y ya no serán sólo abogados, ingenieros o contadores quienes llevarán las causas. Ya no más hablar de "quiebras", sino que de reorganizaciones o liquidaciones. No se trata sólo de un reacomodo de palabras, sino de un cambio de fondo: quitarle el tono de descrédito o fracaso. Este es uno de los drásticos cambios que incluye el proyecto que reemplazará la actual Ley de Quiebras por una nueva normativa que busca hacer más ágil el salvataje de las firmas que tengan viabilidad, o bien liquidar rápido las que no la tengan. "Vivimos en una sociedad intolerante al fracaso, que estigmatiza tremendamente la quiebra. Es necesario tender a mirar la liquidación como una vía para el reemprendimiento, como una oportunidad de cerrar una etapa, y comenzar otro proyecto con más experiencia". Fuente: Superintendencia de Quiebras.El proyecto ingresado al Congreso incluye varios cambios, desde institucionales hasta el aumento de sanciones penales si hay ilícitos. Los nuevos nombres: el convenio judicial preventivo pasa a llamarse "reorganización", a cargo de un veedor. La quiebra se llamará "liquidación", a cargo de un liquidador de los activos. Y se suma un procedimiento especial para las personas naturales que se llama "renegociación". La Superintendencia de Quiebras cambia a Superintendencia Concursal. Aumenta la dotación: cincuenta y seis nuevos funcionarios se sumarán a los 86 que ya tiene la Superintendencia. Además, ésta tendrá una presencia nacional, con al menos un representante por región. Otro cambio: las personas naturales ahora podrán incluirse en la renegociación. También surgen nuevos departamentos en la Superintendencia (Estudios, Fiscalización, etc.) y se crea el Boletín Concursal, donde estarán disponibles las resoluciones que se adopten. Quiénes podrán ser veedores y liquidadores: la actual figura del síndico -que ve quiebras y convenios- pasa a llamarse liquidador, cuya misión será la liquidación de activos. Y el veedor verá los acuerdos de reorganización. Requisitos de nuevos profesionales: liquidadores y veedores podrán tener cualquier profesión, para que se pueda escoger una persona que tenga un perfil ad hoc al giro de la empresa en problemas. Liquidadores y veedores se registrarán en nóminas de la Superintendencia, tras cumplir ciertos requisitos: registrar una garantía de 1.000 UF y rendir un examen para ser aceptados como tales. De estos listados, los tres principales acreedores de una causa escogerán al profesional con el que trabajarán su proceso. 1 Un tercer actor de este proceso, y que se registrará en una nómina, es el martillero concursal, a cargo de los procedimientos de venta en una liquidación. Al 31 de marzo de 2012 había 108 síndicos inscritos, quienes podrán optar por ser veedor, liquidador, o ambos. Protección a los proveedores: frecuentemente ocurre que los proveedores dejan de suministrar mercadería a una firma que entra en un convenio ante el temor de no pago, agravando el problema de la deudora. Para subsanar esta situación, en el proyecto se incluyó la figura del "suministro asegurado". Esto se traduce en que a los proveedores que se consideren indispensables para el funcionamiento de la firma deudora se les respetará la fecha de pago originalmente convenida si mantienen el suministro. ¿Y si la reorganización no funciona y la firma se va a liquidación? "A esos proveedores se les dará preferencia en los pagos, se les pagará como gasto de la administración (no como acreedores)". Además, el proyecto de ley prohíbe que la empresa en "reorganización" sea eliminada del registro de contratistas, siempre que estén al día en las obras que tiene a cargo. Hoy ocurre que la sola presentación de un convenio hace que la empresa sea excluida de esos registros, lo que en la práctica hace que sea inviable presentar un convenio para una constructora. Cambios para trabajadores: un complemento a este proyecto, y que ingresará al Congreso como modificación al Código del Trabajo, apunta a agilizar el pago de los trabajadores de una empresa que entra en liquidación, y a que éstos puedan cobrar los beneficios, sin abogados y sin tener que esperar -como ocurre hoy- verificarlos en la quiebra junto con el resto de los acreedores. Bastará el finiquito presentado al tribunal. Efectos penales: la actual ley se basa en presunciones para identificar quiebras fraudulentas o culpables, y no incluye sanciones a acciones que se den dentro del actual convenio judicial preventivo. Este sistema ha demostrado ser ineficiente, lo que explica que en 30 años de vigencia sólo se hayan dictado 33 condenas. Por ello, todo esto se cambia. El nuevo proyecto describe conductas ilícitas en forma precisa. Por ejemplo, que un deudor disminuya los activos de que dispone antes de iniciarse una liquidación, perjudicando a acreedores; que oculte sus bienes; o que después de iniciarse el proceso de liquidación disponga de ellos dándolos en prenda o hipotecándolos, etc. Se aumentan las penas mínimas (de 61 días pasan a 541 días) y se mantiene la máxima (10 años). Además se incluye la responsabilidad penal de gerentes y directores de las empresas como autores, aunque no sea el representante legal de la firma deudora. O sea, se incluye a los "administradores de hecho" y no sólo al dueño de la empresa, como ocurre hoy. 2 Renegociación para personas: se incluyó la opción de que las personas agobiadas por deudas puedan llegar a acuerdo con sus acreedores a través de este procedimiento. Como requisito la persona debe tener dos o más deudas vencidas (más de 90 días), que el monto sea más de 50 UF (poco más de un millón de pesos), y que todavía no haya sido demandada. ¿Hay bienes que no se puedan embargar para pagar? Sí, por ejemplo, remuneraciones (con topes), pensiones alimenticias, el bien raíz que sea "bien familiar", los libros relativos a su profesión u oficio, utensilios caseros, uniformes. ¿Cómo se resguarda que las personas no transfieran bienes antes de pedir una renegociación? Si se prueba mala fe y perjuicio a los acreedores se podrán revocar acciones, como haber traspasado activos o haber pagado en forma anticipada un año antes de iniciar la renegociación. Número de solicitudes: estudios de la Superintendencia y el Servicio de Impuestos Internos (SII) identificó que hay un universo de unas dos mil firmas que podrían entrar en reorganización o liquidación. En el caso de las personas naturales, estiman que podría llegar a 158 al año las que se sometan al procedimiento, a partir de datos de morosidad en el sistema (SBIF). Plazos: La reorganización contempla un máximo de 116 días para resolverla (cuatro meses), mientras la liquidación un plazo fijo de 14 meses (hoy las quiebras duran en promedio 4,5 años). Recuperación de créditos: Se busca un estándar OCDE. Por que hoy nuestras tasas están en el 25,5%. Se quiere llegar a un 65% promedio. 3