Muerte y desaparición del Zar y su familia Fotografía de la última familia imperial rusa. De izquierda a derecha: Olga, María, Nicolás II, Alejandra Romanova, Anastasia, Alexei y Tatiana. (1913) Cuando en octubre de 1917 los bolcheviques derrocaron al gobierno de Kérensky, ordenaron el traslado de la familia imperial a Ekaterinburgo, que se hallaba bajo control del Ejército Rojo. El 4 de julio de 1918, ante el avance de las legiones Checoslovacas (llamadas Ejército Blanco) hacia la ciudad, se temió que las tropas liberasen a la familia e intentasen restaurar el régimen del zar. Un escuadrón al mando de Yakov Yurovsky relevó a la guardia de la casa, y el 13 de julio recibió la orden del Soviet de los Urales de ejecutar a toda la familia. En la medianoche del 17 de julio el Zar y su familia fueron llevados al sótano de la casa donde estaban encarcelados, junto a algunos sirvientes cercanos, un médico leal e incluso el perro del niño. El pretexto era que se les iba a tomar una fotografía antes de partir. Nicolás II colocó al heredero en sus rodillas mientras tomaba asiento junto a la emperatriz, las hijas se sentaron atrás y los sirvientes y el médico a los costados, de pie. Pasaron unos instantes y repentinamente entró Yakov Yurovsky con revolver en mano y 17 soldados armados con fusiles a la bayoneta. Cuando Yakov Yurovsky levanta el revólver y declara al zar que el pueblo ruso le ha condenado a muerte, el zar alcanza a balbucear: -" ¿que?"- y le dispara casi a quemarropa. El zar cae instantáneamente muerto y seguidamente los fusileros realizan una descarga cerrada al resto de la familia. Las niñas, que llevaban corsés apretados y además en su interior estaban cargados con joyas, no mueren inmediatamente y son rematadas a la bayoneta. El Zar murió con 50 años recién cumplidos. La zarina y sus hijas Una de las sirvientas que no recibió la primera descarga es perseguida dentro de la habitación y rematada a bayonetazos, e incluso la mascota es muerta de un disparo. Posteriormente los cuerpos son llevados en camiones y depositados en una mina abandonada. Habitación en la que fueron fusilados el Zar y su familia. Al día siguiente, Yurovsky, temiendo que el rumor sobre el fusilamiento indujera a recuperar los cuerpos, ordenó su traslado y la destrucción de los cadáveres por fuego y ácido. Posteriormente fueron trasladados a otra mina ubicada 12 km fuera de la ciudad. Detalles de la ejecución narrados por uno de los protagonistas. Yakov Yukovsky. Comandante que dirigió la ejecución. Doce hombres con revólveres fueron seleccionados para la ejecución. Dos de ellos se negaron a disparar contra las mujeres. Cuando llegó el vehículo, todos dormían. Al despertarlos se les explicó que debido a la intranquilidad existente en la ciudad, era necesario trasladarlos del piso superior al inferior. Tardaron media hora en vestirse. Abajo habíamos vaciado una habitación que tenía un tabique de madera estucado, para evitar el rebote. La guardia se encontraba en disposición combativa en el cuarto vecino. Los Románov no sospechaban nada. El comandante fue a buscarlos en persona y los condujo hacia la habitación. Nicolás llevaba en brazos a Alexei, los demás llevaban almohadillas y otras cosas pequeñas. Al entrar en la habitación vacía, Alexandra Fiodorovna preguntó: "Cómo, ¿no hay ninguna silla? ¿Ni siquiera podemos sentamos?". Se les trajeron dos sillas. Nicolás puso en una a Alexei y en la otra se sentó Alexandra Fiodorovna. A los demás se les ordenó formar una fila. Hecho eso, llamaron al comandante. Cuando éste entró, dijo a los Románov que, como sus parientes en Europa continuaban la ofensiva contra la Rusia soviética, el Comité Ejecutivo de los Urales había decretado fusilarlos. Nicolás se volvió de espaldas, de cara a su familia, y luego, como recobrándose, se volvió y preguntó: "¿Qué, qué?". El comandante repitió la explicación y ordenó al comando que se preparara. Cada uno sabía de antemano contra quién iba a disparar. La orden era apuntar al corazón para evitar el derramamiento de mucha sangre y terminar más rápido. Nicolás no dijo una sola palabra más, de nuevo se volvió cara a su familia, otros lanzaron exclamaciones incoherentes. Luego comenzaron los disparos, que duraron dos o tres minutos. Nicolás fue muerto por el mismo comandante a quemarropa. Luego murieron Alexandra Fiodorovna y su séquito. En total fueron fusiladas doce personas: Nicolás, Alexandra Fiodorovna, su hijo Alexis, sus cuatro hijas: Olga,Tatiana,María y Anastasia - el doctor Botkin, el criado Trupp, el cocinero Tijomirov, otro cocinero y una camarera cuyos nombres el comandante no recuerda. Comunicado oficial del Soviet de los Urales. “Decisión del Presidium del Consejo de Diputados, Obreros, Campesinos y Guardias Rojos de los Urales: En vista del hecho de que bandas checoslovacas amenazan la capital roja de los Urales, Ekaterinburgo, que el verdugo coronado podía escapar al tribunal del pueblo (un complot de la Guardia Blanca para llevarse a toda la familia imperial acaba de ser descubierto) el Presidium del Comité Divisional, cumpliendo con la voluntad del pueblo, ha decidido que el ex zar Nicolás Románov, culpable ante el pueblo de innumerables crímenes sangrientos, sea fusilado”. La decisión del Presidium del Comité Divisional se llevó a cabo en la noche entre el 16 y 17 de julio. El hallazgo de los cuerpos. En 1979, los historiadores aficionados Alexander Avdonin y Geli Ryabov hallaron la posible tumba de la familia imperial en el bosque de Koptyaki. Temiendo informar del descubrimiento, no lo hicieron público hasta años después. El 12 de abril de 1989 los periódicos informaban del hallazgo. La tumba no fue abierta hasta 1991 por las autoridades soviéticas, hallando en su interior nueve cuerpos. Mediante el examen de los esqueletos, los científicos soviéticos concluyeron que faltaban los cuerpos de Alexis y la Gran Duquesa María. Las identificaciones de los esqueletos fueron confirmadas posteriormente mediante análisis de ADN. En 2007 se anunció el descubrimiento de los cuerpos de María y Alexei , que tras realizarles las pruebas de ADN, serán enterrados junto a sus padres y hermanas.