Tank de Cartier

Anuncio
Tank de Cartier
Una guerra devastadora, una firma relojera con visión de futuro, una
asociación de ideas genial que revolucionó la forma de concebir los
relojes de pulsera, haciéndolos rectangulares. Ésta es la historia del
modelo Tank de Cartier o el comienzo de la cuadratura del círculo.
44•
texto POR leonor carnicer
www.spend-in.com
RELOJES
L
a historia de Cartier se
remonta a 1847, cuando dos hermanos relojeros
establecieron su primer taller en el número 29 de la
Rue Montorgueil de París. Durante más de 150 años,
esta firma ha sido un referente en el mundo de la
alta joyería y relojería por sus exclusivos diseños y
por su asombrosa capacidad de innovar y reinventarse a sí misma constantemente sin perder ese toque
imperecedero que otorga la tradición y la calidad.
Entre los primeros hitos de la marca destacan la
primera adquisición que realizó la princesa Matilde,
sobrina de Napoleón Bonaparte en 1856; la de la
emperatriz Eugenia de Montijo, en 1859, cuando el
establecimiento ya se había trasladado al Boulevard
des Italiens; o la creación del primer reloj-brazalete
para señora en 1888. Con el cambio de siglo, Cartier
amplió sus horizontes empresariales y abrió sucursales en Londres (1902), con motivo de la coronación del
rey Eduardo VII; y en la Quinta Avenida de Nueva
York (1909). Los principales representantes de las
monarquías europeas e incluso del resto del mundo
nombraron a Cartier su proveedor oficial.
Alfonso XIII de España, Eduardo VII de
Inglaterra, Carlos I de Portugal, el Zar
Nicolás II, Pedro I de Serbia, Alberto
I de Bélgica o el rey Paramindr Maha
Chulalongkorn de Siam (Actual Tailandia) confiaron en el savoir faire de
Cartier para suministrarles las joyas
y relojes más exquisitos de la época.
Pero no sólo las personalidades de
renombre dieron fama a Cartier.Sus
innovaciones en joyería y relojería
la convirtieron en una firma
legendaria gracias a aportaciones innovadoras como el primer reloj con correa de cuero
para muñeca que diseñó
Louis Cartier para su amigo
aviador Alberto Santos-Dumont, la talla de diamante
baguette o la patente del
cierre desplegable para el
reloj-brazalete. Aunque sin
duda, lo que catapultó al
www.spend-in.com
Tank Must de Cartier
(1977). En los años
70, Cartier infunde a su
colección un soplo de
modernidad y elegancia
retomando la silueta del
modelo Tank Louis Cartier.
45
•
Louis Cartier
comparó el diseño
del Tank con la
forma de un carro
de combate visto
desde arriba
46•
RELOJES
estrellato a Cartier fue el modelo Tank, al
que la escritora americana Gertrüde Stein
definió sencillamente como “un tank es un
tank es un tank es un tank”. No se puede
decir más con menos palabras, a pesar de
estar repetidas. Los primeros bocetos datan
de 1917 y su comercialización y éxito meteórico comenzó en 1919. Desde la primera
creación del reloj de pulsera para Dumont,
hacía ya unos años, Cartier comprendió
que esta creación iba a transformar la naturaleza de los relojes y a revolucionar su
mundo para siempre, de modo que dedicó
los primeros años del siglo XX a investigar
nuevas formas de adaptar el círculo de las
horas a la silueta del brazalete y a depurar
el diseño de las asas para integrarlas en
la caja. Tras este concienzudo estudio, la
firma encontró la armonía perfecta entre
todos estos elementos y dio vida al modelo
Tank. Según cuenta la tradición oral de la
Maison, el mismo Louis Cartier comparó el
diseño del Tank con la forma de un carro
de combate visto desde arriba, de modo que
las angarillas representaban a las orugas
www.spend-in.com
y la caja al habitáculo del tanque. Una vez
terminada la Primera Guerra Mundial,
Cartier obsequió el prototipo del Tank al
general John Peshing, comandante de la
Fuerza Expedicionaria Estadounidense
en Europa. Su inmediato éxito puso de
manifiesto el gusto por la pureza de líneas y
la búsqueda de formas más puras. Paralelamente, apareció una versión joyera de este
modelo que desdibujó las fronteras existentes entre lo tradicionalmente masculino y
lo femenino, afirmando de esta manera que
la libertad y la elegancia de la estética y
el buen gusto no entienden de género. Sin
embargo, hubo que esperar hasta 1919 para
que la producción de este reloj icónico y
atemporal fuera un hecho palpable. El éxito
fue rotundo, inmediato y se ha prolongado a
lo largo de los años. Pero Cartier no se conformó con un único modelo de Tank, sino
que fue creando nuevas formas y diseños
adaptándose a las épocas. En 1921 surgió
el Tank Cintrée, a medio camino entre la
forma cuadrada y la forma rectangular,
pensado para adaptarse perfectamente a
47
•
RELOJES
la forma redondeada de la muñeca. Un
año más tarde, vio la luz el Tank Chinoise,
que incluía elementos inspirados en la
arquitectura de los templos chinos y se
sumaba a la tendencia de asimilar componentes de otras culturas, que pasaron a ser
fuentes de inspiración para la Maison; y el
Tank Louis Cartier, un reloj de forma más
rectangular, de ángulos suaves y marcada redondez en sus asas, que recordaba
claramente las influencias contemporáneas
del Art Déco. Más adelante, surgirían
otros diseños como el Tank à Guichets,
con contadores numéricos en referencia
a la época del aumento de velocidad en
1
2
trenes y automóviles; el Tank basculante,
que protegía la esfera en las actividades deportivas cada vez más de moda en los años
30; o el Tank Asymétrique, que reposiciona
las cifras del reloj, en clara similitud a las
contradicciones de la época y su secreto
deseo de alterar los códigos establecidos. Su
versión posterior de 1963 tomó el nombre
de Tank Oblique. La década de los años cuarenta vino marcada por el privilegiado lugar
del Tank a nivel internacional. Durante la
llamada época dorada del cine clásico numerosos actores, actrices, escritores, músicos y
artistas en general lucieron este reloj a su
manera, como demostración, testimonio y
3
4
paroxismo de la máxima elegancia. Entre
ellos destacaron el galán Rodolfo Valentino, Clark Gable, Elizabeth Taylor, Duke
Ellington, Gary Cooper o Stewart Granger.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, en
la década de los cincuenta, Cartier sacó
el Tank Rectangle, un modelo más grueso
que hacía gala de una decidida opulencia.
Un reloj de formas generosas, con esfera
dorada a juego con la caja de oro, que representaba la reinvención de un clasicismo
sin complejos que intentaba olvidar las
penurias y vicisitudes padecidas durante la
guerra. Los años siguientes dieron un giro
de 180 grados y estuvieron marcados por
los tamaños pequeños, a la inversa que en
la década anterior. Fue el momento del Pequeño Tank Allongée y el Mini Tank, que
se vistieron de diamantes para la ocasión.
Cajas más femeninas y de menor tamaño,
que no por ello dejaron de ocupar un lugar
de relevancia en el panorama relojero de la
época. Eran tiempos de la Nouvelle Vague,
de Trouffaut, Resnais, Bazin, Chabrol y
48•
Una de las facetas
menos conocidas
del extravagante
artista Andy Warhol
es que fue un gran
coleccionista de
relojes Tank
5
Godard en el cine, y de Jacques Brel, Yves
Montand y Simone Signoret, en la Chanson
Française. Los setenta vinieron marcados
por la modernidad del Tank Must, con
caja en Vermeil satinado y pulido y esfera
en color burdeos. A las doce aparece la
leyenda “Must Cartier” y a las seis la doble
C entrelazada. Otra de la innovaciones de
la década fue el modelo en oro macizo con
correas de piel, con esferas sin números con
fondos de colores sutiles que evocaban los
materiales preciosos utilizados en joyería,
ónice, coral, marfil, lapislázuli, carey o
granate. Esta colección que, a pesar de su
innovador diseño conservaba el espíritu leal
y la silueta del Tank Louis Cartier clásico,
obtuvo un éxito inmediato y sin igual en
todo el mundo. De hecho, una de las facetas
menos conocidas del extravagante artista del momento Andy Warhol es que fue
un gran coleccionista de relojes Tank. Ni
siquiera él pudo resistirse. Los revueltos
ochenta retomaron líneas más clásicas
aunque renovadas, como el Tank Américai-
www.spend-in.com
RELOJES
ne, secuela del Tank Cintrée, del que tomó
la curvatura de la caja, aunque con una
forma rectangular un poco más compacta
y maciza, que jugaba con la geometría
alternando líneas rectas y curvas, redondeces y ángulos. Además, fue el primer reloj
Cartier con caja arqueada y hermética, que
permitía adaptar el largo del brazalete al
tamaño de la muñeca. Años más tarde, en
1996, la firma lanzó al mercado el Tank
Française, con esfera en números romanos,
manecillas en forma de espada, corona de
cuerda octogonal con cabujón de zafiro y
una caja arqueada en un brazalete de eslabones. Un movimiento audaz e innovador
que entroncaba con la raíz clásica, ya que
los eslabones de este modelo evocaban
el diseño de las orugas de los carros de
combate de la Primera Guerra Mundial.
Con el cambio de siglo, Cartier lanzó un
reloj al mercado que le daba espacio al
tiempo, el Tank Divan, que equilibraba
nuevos volúmenes y contaba con una
esfera horizontal y números romanos más
estirados de lo habitual, en un alarde de
extravagancia y elegante modernidad. De
este modo, y durante más de 150 años de
tradición, Cartier ha sabido evolucionar y
adaptarse a las necesidades de su tiempo
hasta convertir el reloj Tank en un mito.
(1) Modelo de Tank clásico o normal
(1917) (2) Tank Cintrée (1921) (3) Tank
Louis Cartier (1922) (4) Tank à Guichets
(1928) (5) Mini Tank Allongée (1962) (6)
Tank Oblique (1963) (7) Tank Française
(1996) (8) Tank Divan (2002).
6
www.spend-in.com
7
8
49
•
Descargar