Disturbis Grau EXPLOSIÓN: EL LEGADO DE JACKSON POLLOK. LOS MALES DEL ARTE CRISTINA RODRÍGUEZ CONTRERAS Pollock es uno de los más celebrados representantes del expresionismo abstracto, denominación que acoge una pluralidad de creadores que reivindicaron su propia singularidad. Dentro de la diferencia, les unió una iniciativa autoritaria y un anhelo catártico nacido de un desasosiego por una revelación perversa; la entelecheia de la pintura. El conflicto existencial llevó a muchos artistas a sumergirse en la búsqueda del origen pictórico, desvistiendo la pintura de cualquier atisbo mimético para hacer evidente su verdad. La Escuela de New York se propuso darle caza al alcance basándose en multitud de argumentaciones abstractas y en 1947 nace de las manos de Pollock la denominada pintura de acción1. El transgresor dripping de Pollock convierte el acto pictórico en un espacio de acción dónde el gesto, la experimentación, el acto creador y los heroicos furores toman fuerza generando una nueva conexión entre el creador y la marca, modificando la comunión física entre artista y creación. En este acercamiento se establece un insólito ritmo fundamentado en la espontaneidad, el azar y el automatismo, pero sin renunciar a lo autográfico ya que la disposición expresiva del inconsciente palpita en cada marca, es decir, el Yo dentro del cuadro. Esta insistencia autoritaria nos presenta una pieza que habla más del genio kantiano que de la similitud de cualquier cosa bajo el sol2. La línea no es un modo de distinguir la forma del mundo exterior, alejándose doblemente de la verdad platónica, sino que es el eco del principio vivificante del alma3; la fértil endogamia entre entendimiento e imaginación, reflejada mediante la expresión artística4 del genio, la facultad de invención...por lo que está cualificado para 1 AAVV. Arte desde 1900. 365 y ss. Filostrato, el viejo. 3 Kant, Crítica del Juicio, 213, 219-221. 4 Íbidem. 2 Disturbis Grau hacer nuevos descubrimientos... y obras de arte originales 5, revolucionando el gusto y alterando los usos de la mundanidad. El trabazón trasformado en mezcla, llevada al extremo en el body-art de Bruce Nauman, donde utiliza su propio cuerpo como superficie pictórica, unificando la existencia conceptual y física de artista y obra en un mismo signo6, como medio cierto de aletheia ya que la obra de arte desvela la verdad de lo ente, para el ser y desde el Ser que no llega, misteriosa, al desocultamiento. Así la obra de arte se eleva teniendo un lugar privilegiado, un medio para presentar el Ser en el mundo. La obra de arte deja de ser la ventana de un mundo expirado y se maximiza como signo en la Tierra y genera Mundo a partir de las realidades heideggianas en la obra de arte: creador y creación como resultante de la arché. La acción creadora del ser como expresión de la propia vida7. Pero Nauman no sólo unifica conceptos del arte sino que elimina la objetividad, presentándose como objeto efímero en el sujeto, prevaleciendo eterna la concepción del artista y practicando una crítica al materialismo, y a la institución artística mercantilista despojándola de su género. La figura del creador se pone en cuestión ya que las acciones pictóricopreformativas crearon unas iconografías gestuales concretas que, supuestamente, son la irradiación rítmica entre la mano y las regiones del espíritu artístico. Las marcas fueron imitadas por las máquinas de arteindustrial de Jean Tinguely. 5 Gerard, Un ensayo sobre el genio. 26-27, 33-35, 37-38. El signo como elemento óntico utilizable, tanto de la totalidad de las referencias como de la mundanidad. Vattimo, Introdución a Heidegger. 32-33. 7 Heidegger, Caminos en el Bosque, 75-76. 6 Disturbis Grau Jean Tinguely, Méta-Matic nr 17, 1959. Foto de la autora. La maquina expele la mano del artista, sustituida por el autómata y la creación por el producto despojado de cualquier signo aurético y autoritario. El manifiesto de Guiuseppe Pinot sobre el arte industrial recoge el testigo benjaminiano; el arte industrial debía ser producido de manera mecánica y facilitar su acceso a la masa, en el caso de que fuese una manifestación elitista a la heideggiana, no sería arte8. Se destruye el arte como elemento diferenciador entre clases, la especulación financiero-artística, y se apuesta por democratizar las formas simbólicas desde un sentido profundamente anticapitalista. Actualmente el arte se encuentra sometido al calvinismo y a los excesos de nuestro tiempo basados en una supuesta originalidad, ha sufrido una banalización o espectacularización pero no todo es desecho mercantil. Ciertas cuestiones híbridas donde lo popular y lo masivo se retroalimentan en 8 La máquina puede muy bien ser el instrumento adecuado para la creación de un arte industrial-inflacionista, basado en el anti-patentes, la nueva cultura industrial será estrictamente hecho entre las personas o no en absoluto. El tiempo de los escribas se acabó. Guiuseppe Pinot Gallizio, Manifiesto de la Pintura Industrial: Para un arte unitario aplicado, 1959. Extraído de www.notbored.org/gallizio.html, consultado el 23/12/2012. Disturbis Grau la gestación de nuevas formas como el arte urbano9, puesto es imposible entender el arte desde una sola coordenada. El mencionado arrinconamiento del artista, nos plantea si es cierto que la expresión es la materialización burguesa de un coito ergo sum10 que presenta la obra como un organismo. Esta claro que en cada expresión artística hay una resistencia; lo que el artista quiere trasmitir y lo que es capaz de trasmitir. Se establece una relación unidireccional a tres entre el artista como emisor, la expresión artística como medio y el espectador como receptor. A mediados del siglo XX se planteaba un sometimiento de la mirada del espectador, una meditación epicúrea a través del arte. Del proceso creativo surgían los elementos profundos del espíritu, traducidos en expresión trascendental a partir de los efectos del alma e intentando evocar los mismo efectos en el espectador situado ante la obra. La muestra plantea una inversión de dicha disposición comunicativa en la obra escrita de Lawrence Weiner que, desvela la emancipación del espectador. Intrínsicamente hay acción en la mirada del espectador11 y por ese motivo no se debe presentar como un simple destinatario. A través de la palabra escrita se invierte la direccionalidad comunicativa recurrente, el artista nos dice “- Hazlo tú. ”, estableciéndose el relativismo absoluto en la generación de las imágenes. Se trata de una idea heredada del profundo mal en las obras de Pollock. Si el artista de Wyoming reivindicó el acto creativo como esencia, su legado material es un resultante sesgado ya que la superficie no muestra la totalidad del movimiento y la marca impulsada por el gesto queda cristalizada en los límites de la propia pieza. 9 Pollock decía que el futuro era la pintura mural y que su obra era la perfecta transición para la futura ocupación del territorio. 10 Planteado una conyunta fértil, estableciendo la expresión artística como vergel y una relación artista-obra fetichista y onanista. 11 Ranciére. El espectador emancipado. 19. Disturbis Grau Detalle de Silver over Black, White, Yellow and Red, Pollock, 1948 y uno de los muros interiores de la Fundación Miró. Foto de la autora. Esto presenta una pintura enferma y posteriormente inmolada en las acciones creativas. Los límites del lienzo ya no sirven y es destruido en el acto preformativo. Esto hace que espectador se vea importunado en su disposición tradicional a través Happening, una fusión entre arte y vida donde se le involucra con lo que está sucediendo. Los creadores considerados herederos de Pollock reciben este mal atávico impregnado de nihilismo, e intentan utilizar la pintura como medio catártico. Paul McCarthy, pintando la guía telefónica destruye la sociedad para construirla desde su estado Zero12, pero la ineficacia purificadora del arte empuja al artista al nuevo arrebato destructivo. El creador es conciente de la imposibilidad de escapar de si mismo como miembro de una sociedad de males, puesto tras el estrago queda la realidad enferma. 12 El grupo Zero expandió la pintura en el tiempo y en el espacio. El movimiento y la luz se convirtieron en los elementos definidores de su arte. «Cero es la zona inmensurable en la que el antiguo Estado se transforma en un Estado nuevo y desconocido.». Extraído de Explosión! El legado de Jackson Pollock. Disturbis Grau Detalle de Muttsu no ana de Saburo Murakami, 1955 – 2006. Foto de la autora. Esta impotencia conduce al artista a cambiar la dirección del fluxus, obligando al espectador a generar la obra de arte mediante el hazlo tú, revelando el total cataclismo del artista ilustrado-romántico y modificando las capacidades presumibles de cada estrella que compone la galaxia del arte. Bibliografía: AAVV. Arte desde 1900. Akal, Madrid, 2006. BENJAMIN Walter, La obra de arte en la era de su reproductividad técnica. Casimiro Libros, Madrid, 2010. BRUNO Giordano, Los Heroicos Furores, Tecnos, Madrid, 1987. GERARD Alexander, Un ensayo sobre el genio. Siruela, Madrid, 2009. HEIDEGGER Martin, Los Caminos del Bosque, El Origen de la Obra de Arte, traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte. Alianza, Madrid, 1996. KANT Immanuel, Crítica del Juicio. Espasa Calpe, Madrid 1984. RANCIÉRE Jacques. El espectador emancipado. Ellago, Pontevedra, 2010. Disturbis Grau PLATÓN, Fedro. Istmo, Madrid, 2008. VATTIMO Gianni, Introducción a Heidegger, traducción de Alfredo Báez. Gedisa, Barcelona, 1987. VARGAS LLOSA Mario, La civilización del espectáculo. Alfaguara, Madrid, 2012. Artículos: KAPROW Allan, “The Legacy of Jackson Pollock” en ARTnews, 1958. Reimpreso en Allan Kaprow, Essays on the Blurring of Art and Life, ed. Jeff Kelley, Berkeley-Los Angeles, University of California Press, 1993, pp. 1-9. CERVANTES Berta, “Happening: La acción efímera como actividad artística” en DC PAPERS, revista de crítica y teoría de la arquitectura, ISSN 1887-2360, Nº. 4, 2000, pags. 104-113. Webgrafía: www.notbored.org/gallizio.html www.fundaciomiro-bcn.org