1. Ejercicio inicial para trabajar la atención: sentados en círculo en el suelo, nos pasaremos un "beso imaginario" de uno a otro consecutivamente haciéndolo volar por el aire (como cuando nos mandamos un beso soplado). Lo haremos en silencio para crear un espacio inicial de calma y atención. Después de pasar el beso consecutivamente, lo intentaremos hacer aleatoriamente vigilando que todos los niños y niñas lo hayan recibido. Incidiremos en que para enviar el beso a quién queramos tendremos que avisarle con la mirada ya que no podemos hablar. 2. Añadimos la pulsación: en el ejercicio anterior añadiremos una música grabada que nos sirva de apoyo para trabajar la pulsación. Se tratará de pasarnos el beso primero consecutivamente y luego aleatoriamente pero esta vez siguiendo la pulsación de la música. 3. Añadimos los instrumentos de pequeña percusión: repartiremos un instrumento a cada niño (intentaremos que sean lo más variados posible para hacer más rico el ejercicio). Se tratará de hacer lo mismo que hemos hecho en silencio con los besos pero esta vez con los instrumentos de percusión. Igualmente primero nos pasaremos el sonido consecutivamente, después aleatoriamente fijándonos bien de que llegue a todos los niños y para acabar añadiremos la pulsación con la ayuda de la grabación. 4. El sonido viaja a China: con el fin de crear un clima concreto, recogeremos los instrumentos de percusión y repartiremos un par de chinchines cada niño. El sonido de los chinchines, ya que tiene más resonancia, nos permitirá reforzar el trabajo de "continuidad del sonido" y a crear un clima más relajado. Podemos iniciar un pequeño diálogo sobre los diferentes timbres y las sensaciones que crean, seguramente los propios niños nos mencionarán la China y aprovecharemos para introducir de manera sencilla el concepto de escala pentatónica. Se trata de que puedan percibir auditivamente cuándo suena la pentatónica. Una buena manera de trabajarlo será por comparación: podemos crear un pequeño montaje con diferentes músicas contrastadas e intercaladas para reconocer cuando suena la "música china". 5. Tocamos los chinchines: dejaremos un espacio para que los niños puedan experimentar con el instrumento y descubrir diferentes posibilidades de tocarlo. Entre todos encontraremos la mejor manera de hacer resonar el instrumento (el "sonido más largo") y nos entretendremos un poco a tocar correctamente. Si los niños son muy pequeños u observamos cierta dificultad podemos darles una baqueta (por ejemplo de carillón) y tocar sólo con un platillo. Volvemos a repetir el ejercicio inicial de "pasar el sonido" fijándonos bien en la continuidad del mismo. 6. Aprendemos la canción "Pasa el sonido": esta canción es muy sencilla así es que si la cantamos un par o tres de veces, por imitación la aprenderán sin dificultad. 7. Acompañamos la canción siguiendo la pulsación con los chinchines: nos pasaremos el sonido mientras cantamos la canción. Primero lo haremos de forma consecutiva para terminar de aprender bien la canción y seguir la pulsación correctamente con el instrumento. 8. Juego de pasar el sonido: Cuando el ejercicio anterior salga con fluidez, complicaremos el juego pasándonos el sonido aleatoriamente, manteniendo la pulsación y fijándonos bien en que llegue a todos. Asignaremos un capitán que no tocará pero que se fijará bien en que el sonido llegue a todos. Si lo conseguimos ganamos un punto, si no, perdemos un punto. También podemos hacer dos grupos con dos capitanes. Daremos un punto al equipo que antes haya conseguido pasar el sonido a todo el mundo.