El impacto de la moneda única europea (Euro) en obligaciones monetarias relacionadas a las transacciones que involucren Reglas ICC La introducción de la moneda única Europea (euro), no deberá tener el efecto de alterar, incumplir o excusar el desempeño de cualquier instrumento sujeto a las Reglas ICC. Esta postura enfatiza la necesidad de interpretar y aplicar correctamente las Reglas ICC. Consecuentemente, los comités nacionales ICC y organizaciones asociadas están fuertemente instados a distribuir esta postura tan ampliamente como sea posible para ayudar a asegurar el flujo óptimo futuro de los instrumentos emitidos bajo Reglas ICC. Esta Postura no modifica ningún artículo de las Reglas ICC en ninguna manera, sólo indica la correcta interpretación de las mismas que han sido adoptadas de manera unánime por la Comisión de Técnicas y Prácticas Bancarias el 6 de Abril de 1998. A partir del 1 de Enero de 1999,el euro será sustituido por la unidad monetaria nacional de aquellos estados miembros de la Unión Europea que participen en la Unión Monetaria y Económica Europea (en adelante “EMU-Estados Participantes”) que serán designados en Mayo de 1998. Durante el periodo transitorio del 1 de Enero de 1999 al 31 de Diciembre del 2001, el euro (1 euro= 100 centavos) también será dividido en la unidad de moneda nacional de los EMU-Estados Participantes, de acuerdo a las tasas de conversión que serán fijadas irrevocablemente por el Consejo de la Unión Europea a partir de 1 de Enero de 1999 (“tasas de conversión”). El término “unidad monetaria nacional” utilizado más abajo se refiere a la moneda de cualquier EMU-Estado Participante antes del 1 de Enero de 1999. Durante el periodo de transición las personas pueden utilizar el euro o la unidad monetaria nacional, pero no (a menos que sea acordado) serán obligados a recibir o realizar pagos en euros. Cualquier cantidad denominada ya sea en euros o en unidad monetaria nacional de un dado EMUEstado Participante y pagable entre ese estado acreditando una cuenta al acreedor, podrá ser pagada por el deudor ya sea en euros o en esa unidad monetaria nacional, efectuando cualquier conversión necesaria en la tasa de conversión.