Doncella de hierro: Iron Maiden, el heavy de lo literario

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Doncella de
Maiden,
el
literario
hierro: Iron
heavy
de
lo
Por Byron Salas Víquez para
Literofilia
salasbyron21@gmail.com
Diseño Johann Arroyo
En los años setenta el mundo inglés se encontraba en pleno
auge de la cultura punk, el heavy metal era visto como un
bastardo de la música. Encerrado en prejuicios. En este
contexto, partidarios del metal buscan posicionarse. Los clubs
con características disidentes eran el lugar de concentración
de las manifestaciones punk, sin embargo y paradójicamente, en
estos mismos sitios estaba reviviendo el heavy. Steve Harris y
Dave Murray eran partidarios de este renacimiento del metal, y
así, en 1975, arriesgándose a no ser tomados en cuenta fundan
una banda, cuyo nombre toman de un instrumento de tortura
medieval que consistía en una especie de caja con silueta
humana llena de clavos que al cerrarse se insertaban en el
cuerpo de quien estuviese dentro, este artefacto era llamado
la doncella de hierro, de donde se bautizó a la banda: Iron
Maiden.
Ya a inicios de los ochenta Iron Maiden era el principal
representante de la nueva ola del heavy metal inglés, con sus
actuaciones en público y su música potente. Hoy, a más de
treinta años de su aparición, la banda sigue ganando
seguidores, dando conciertos y posicionándose como una de las
más grandes influencias del metal a través de los años.
Las crónicas de músicos y bandas seducidos por la literatura
como medio de inspiración para sus letras no son pocas. Las
manifestaciones artísticas se complementan. Partiendo de aquí
y escuchando la música de Iron Maiden nos percatamos de que no
es la excepción: su obra musical es rica en referencias
literarias, canciones enteras que parten de poemas, de
cuentos, de novelas, de discursos… Es por eso que vale la pena
hacer el siguiente recorrido, acomodado más o menos
cronológicamente, de la música a la literatura:
En la canción Murders in the Rue Morgue, incluida en el álbum
Killers lanzado el 2 de febrero de 1981, el título por sí solo
nos lleva a recordar el génesis de la novela policiaca en el
siglo XIX con Edgar Allan Poe. Su relato Los crímenes de la
calle Morgue, si recordamos por un momento, nos cuenta sobre
el misterioso asesinato de dos mujeres, un asesinato brutal
que parece no tener explicación alguna y que ha conmocionado a
todos los vecinos. A lo largo de la historia Auguste Dupin,
utilizando la perspicacia y su aguda observación, llega a
comprobar que el asesinato ha sido perpetrado por un orangután
que se metió al edificio de las mujeres a través de la
ventana. La canción, por su parte, da lo que podría decirse
una visión panorámica del relato de Poe, hablando en primera
persona, comienza relatando que al ir caminando el personaje
por las calles de París, escuchó un aterrador grito y acudió
al lugar donde lo había escuchado, para encontrar los restos
de dos mujeres. La gente que acude al lugar lo señala como
responsable, el personaje debe huir de los brazos de la ley,
lucha consigo mismo: sabe que no es el asesino, pero se
pregunta si pudo haber cometido el crimen.
Tras la lectura de un artículo en The Times donde se hablaba
de los atroces acontecimientos del conflicto bélico entre el
imperio Ruso, regido por la dinastía Romanov, y la alianza
entre: Reino Unido, Francia, el imperio Otomano y el Reino de
Piamonte y Cerdeña, conocido como guerra de Crimea
(1853-1856), el poeta inglés Lord Alfed Tennyson escribió el
poema La carga de la brigada ligera, que hace referencia a
estos hechos, exaltando el orgullo de la defensa de la nación.
Pues bien, basado en este poema Steve Harris escribe la
canción The Trooper, incluida en Piece of mind (1983), donde
habla de la valentía de los soldados en el combate de la
guerra de Crimea.
En los versos del poema de Tennyson leemos:
Cañones a su derecha,
cañones a su izquierda,
cañones ante sí
descargaron y tronaron.
Azotados por balas y metralla,
cabalgaron con audacia
hacia las fauces de la Muerte,
hacia la boca del Infierno
cabalgaron los seiscientos.
La exaltación hacia la tropa que se hace en estos versos es
similar a la que se percibe en el tema de la canción, al
hablar sobre la valentía del soldado, al ver caer a sus
compañeros, al verse rodeados de los cañones del ejército
ruso:
The horse he sweats whit fear we break to run
The mighty roar of the Russian guns
And as we race towards the human wall
The screams of pain as my comrades fall…[1]
Además, como muestra de algún tipo de valor histórico o
patrio, Bruce Dickinson, cada vez que interpretan esta
canción, aparece en el escenario ondeando la bandera
británica, envuelto en una casaca roja como las que utilizaban
los soldados de Reino Unido en el siglo XIX.
Al final de este mismo álbum, Piece of mind, se encuentra un
tema titulado To Tame a Land, basado en la famosa novela del
escritor norteamericano de ciencia-ficción Frank Herbert, Dune
(1966), donde trata el tema de la ecología, la supervivencia
de la raza humana, las interacciones del poder… La banda en un
inicio pidió el consentimiento del escritor para llamar a la
canción como la novela, sin embargo, la respuesta que
obtuvieron fue negativa: “No, porque a Frank Herbert no le
gustan las bandas de rock, especialmente las bandas de heavy
rock, especialmente bandas como Iron Maiden”, fue la respuesta
del agente de Herbert.
La canción del viejo marinero de Samuel Taylor Coleridge, es
uno de los referentes de la literatura romántica británica,
principalmente haciendo uso de aquel perseguido recurso de los
románticos: lo sublime. Lo sublime a través de las vivencias
que un viejo marinero cuenta a los invitados a una boda, las
tormentas, los encuentros con la muerte en el mar, el regreso
a la vida y la penitencia. Se ha dicho que La canción del
viejo marinero (en inglés The rime of the Ancient Mariner)
aparecida por primera vez en 1798, es uno de los mejores
poemas que se haya escrito en lengua inglesa… y también se
convirtió en el argumento de una de las mejores canciones de
Iron Maiden, quienes prácticamente musicalizaron la obra de
Coleridge en un tema que dura casi un cuarto de hora,
contenido en el álbum Powerslave de 1984. Empezando igual que
el poema, narran cómo el marinero detiene a uno de tres mozos
convidados a una boda, con sus ojos de fuego atrapa al
muchacho que no puede hacer nada más que escucharlo y le
comienza a narrar el origen de su maldición, haber matado al
albatros, el pájaro de buen augurio que rondaba la nave en
medio de la niebla y el hielo, de ahí parten el resto de
vivencias del marinero.
También en este álbum se incluye el tema The Duellists, el
cual está basado en el relato del novelista polaco Josep
Conrad, El duelo.
Dos años más tarde aparece el álbum Somewhere in time en el
cual aparece una clara referencia a la novela del escritor
británico Alan Sillitoe La soledad del corredor de fondo
(1958), aquí, igual que en la canción, se narra la historia de
un hombre internado en un reformatorio, el cual goza de un
gran potencial para correr, potencial que marca su estancia en
dicho lugar.
Posteriormente, el tema Lord of the flies compuesto por Harris
y Gers, abreva en la novela del mismo nombre, escrita en 1954
por el escritor inglés William Golding. Novela que versa
alegóricamente sobre el conflicto de la naturaleza humana, a
través de la vida de dos niños atrapados en una isla después
de un accidente aéreo. La obra toma su título de unos versos
del Rey Lear de Shakespeare: “As flies to wanton boys, are we
to the gods, — They kill us for their sport”. Además, en este
mismo material llamado The X Factor (1995), se vuelve a Josep
Conrad, específicamente a su novela famosa El corazón de las
tinieblas (1902), en el tema The Edge of Darkness, asimismo se
hace alusión a la obra más conocida del escritor italiano
Umberto Eco, El nombre de la rosa, en la canción Sign of the
Cross, en la cual se hace alusión al conflicto de la fe, a la
duda, a la tensión, además, se menciona explícitamente el
nombre de la novela en el coro: The sign of the cross, the
name of the rose. Los paralelismos con la obra de Eco pueden
rastrearse aquí, baste recordarse el conflicto de la obra
literaria, así sea de la forma más superficial: las muertes en
una abadía medieval, el reflejo de la vida monástica, vida
monástica que comienza a ser minada por estas muertes
misteriosas, si se quiere una suerte de novela policíaca
ambientada en el medievo, la perspicacia del protagonista nos
llevará a la respuesta.
Luego de The X Factor, podemos saltar a la más clara
referencia literaria en la obra musical de la banda, después
de La balada del viejo marinero y Los crímenes de la Calle
Morgue, me refiero a Brave New World: de una vez, recordamos
la obra homónima de Aldous Huxley, donde se nos habla de un
futuro atroz que ronda el año de 2540, en la ciudad de
Londres, donde la sociedad se ha convertido en una masa movida
completamente por el hedonismo y el utilitarismo.
Iron Maiden ha tomado la literatura como el principal
abrevadero de sus letras, que a criterio propio, no pueden ser
juzgadas superficialmente. Recordemos también el disco
completo dedicado a William Blake, o el uso de fragmentos de
discursos de personajes ficticios y reales, para abrir sus
conciertos: Sir Winston Churchill y el memorable discurso de
Marco Aurelio a los romanos en Julio César de Shakespeare.
Haciendo este acercamiento a la música de Maiden, esta
experimentada doncella que lleva ya tantos años en los
escenarios, superando conflictos internos similares a los que
acabaron con tantas grandes bandas, comprobamos una vez más
los vínculos entre las formas de expresión artística. Quizá
queden sueltas muchas otras referencias literarias, tal vez
después de leer estos párrafos queden las ganas de comprobar
lo que aquí se ha dicho: poner las canciones, analizar las
letras, llegar hasta los libros.
[1] El caballo suda, con miedo empezamos a correr,
el poderoso rugido de las armas rusas,
y mientras corremos hacia la pared humana,
los gritos de dolor al caer mis camaradas…
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