ATENCIÓN POR EL ESPIRITU Emmanuel Francisco Cândido Xavier Amigos Lectores: Realmente son muchos los compañeros que nos escriben, solicitándonos algunas páginas que los orienten, en la Tierra, contra la violencia, el suicidio, la agresividad exagerada y la delincuencia. ¿Cómo hacer creer a los amigos del Plano Físico que semejantes desequilibrios generan calamidades y sufrimientos de larga extensión en las existencias futuras ?.Por este motivo, este libro, claro y sencillo, está constituido por páginas de fraternidad y entendimiento, considerándose que muchas veces, los actos impensados nacen de la fatiga y de la precipitación y casi nunca de la maldad manifiesta. Estamos convencidos de que la gran mayoría de los pueblos hermanos que se tiran a los precipicios de la desesperación o del suicidio actúan así porque les faltaron algunos momentos de reflexión dilatada. Pensando en eso, y rogando al Señor Jesús nos ilumine y nos esclarezca, nos tomamos la libertad, sin pretensión alguna, de donar este volumen que denominamos "ATENCIÓN". Emmanuel Uberaba, 14 de Marzo de 1981. ESPERANZA CONSTANTE El pesimismo es una especie de caja pesada, no necesaria ante el celo que la responsabilidad nos impone, induciéndonos a aflicción infantil. Atención , sí. Derrotismo, no. Para que nos libremos de semejante flagelo, en el campo del Destino, es aconsejable airear el pensamiento, muchas veces, localizado en los detalles aún sombríos de la senda evolutiva. Para poder sustentar despierto el entendimiento, respecto a esa verdad recordemos las bendiciones que exceden largamente nuestras pequeñas y transitorias dificultades. Es innegable que el materialismo pasó a dominar a mucha gente , durante el avance tecnológico de la actualidad terrestre, a pesar de todo, existen una admirable multitud de criaturas, en cuyos corazones se irradia como faro resplandeciente, el ideal luminoso de la construcción del mundo nuevo. Las enfermedades todavía presentan cuadros tristes en los agrupamientos humanos, sin embargo, es justo considerar que el paso del tiempo ya eliminó varias molestias, antes juzgadas irreversibles, anulándoles el peligro a través de la inmunización y de las providencias adecuadas. Se destacan muchos emprendimientos de guerra, desequilibrando colectividades; a pesar de todo, los obreros de la paz se mueven en todas las direcciones. Muchos hogares se desorganizan , pero ...otros muchos se sustentan consolidados en el equilibrio y en la educación, manteniendo la seguridad entre los hombres. Gran número de mujeres se ausentan de la maternidad; sin embargo, legiones de hermanas abnegadas se revelan fieles al más elevado trabajo femenino en el Planeta, guardándose en la condición de madres admirables, en la devoción al grupo doméstico. Los procesos de violencia aumentan, casi en todas partes, se amplían a pesar de todo, los frentes de amor al prójimo que los extinguen. Analizando las tribulaciones que se observan en el Plano Físico, no digas que el mundo está perdido. Enumera las bendiciones de Dios que veas en torno de ti. Y si atraviesas regiones de tinieblas, que te detienen en el sufrimiento y la desolación, en las cuales centenas o millones de personas perdieron la noción de la luz, es natural que no consigas transformarte en sol fulgurante en el camino para todos, sin embargo, puedes simplemente encender un fósforo de esperanza. NOTAS DE CADA DÍA Convéncete de que no existen males eternos. Todo dolor llega y pasa. El día es siempre nuevo para quien trabaja. No conserves resentimientos. La desilusión de ahora será bendición después. La dificultad es una escuela. Servir es un privilegio. Auxilia para el bien. Nada reclames. Gritos no valen. Quejas no apagan deudas. Tristeza inerte es sinónimo de tiempo perdido. La paciencia activa realiza prodigios. Habla encendiendo la luz de la esperanza. Olvida las ofensas, cualesquiera que sean. Agresores son dolientes y seres medicados por los recursos de Dios. No menosprecies la crítica. Valoriza a los amigos. Respeta a los adversarios. Resguarda la conciencia tranquila. Ejerce la beneficencia como un deber. Hoy auxiliamos, mañana seremos los necesitados de auxilio. No cobres tributos de gratitud. Agradezcamos las bendiciones que Dios nos concede gratuitamente. Prestigia la existencia que la Sabiduría Divina te concedió. Es muy importante recordar que, en la muerte, todos encontramos, antes que otra cosa, aquello que hicimos de la propia vida. Olvida contrariedades, trabajando y sirviendo siempre. Y, en frente de cualquier obstáculo o de cualquier desengaño, no te olvides que el tiempo de hoy continuará en el mañana. ANTE LA INDULGENCIA DIVINA Inducíamos intemperantemente a la mente, a explotar dentro de nosotros por vuelcos de locura. Meditemos en la Indulgencia Divina, para que no nos veamos caer en los desajustes de la intolerancia. Nos hallábamos, desanimados y oprimidos en el torbellino de las tinieblas. El Señor, a pesar de todo, nos concedió un nuevo día para recomenzar la gran ascensión hacia la Luz. Estábamos paralíticos en la recapitulación incesante de nuestros desequilibrios. Nos restituyó la facultad del movimiento con los pies y las manos libres para que el restablezcamos el equilibrio que nos compete. Sufríamos desilusión y ceguera. Nos restituyó la esperanza y la visión para que asimilemos las nuevas experiencias. Yacíamos desolados en la sombra. Nos condujo nuevamente a una pose de integridad espiritual. Padecíamos la desesperación por descontrolarnos en la palabra, a través de actitudes blasfemas. Nos invistió de nuevo, con el poder de hablar acertadamente. Nos afectaba la sordera, nacida de nuestra rebelión delante de la Ley. Nos dotó de la bendición de los oídos con que podemos asimilar las nuevas lecciones del socorro espiritual. Procedimos al contacto de infelices alienados, en las regiones inferiores, materializando en torno de nosotros las telas de los propios errores y eternizando así, el contacto con los desafectos de nuestra propia vida. Nos concedió, a pesar de todo, la Divina Bondad de la bendición del hogar y de la prueba, de la responsabilidad y del trabajo en común, en los cuales nos asociamos con nuestros adversarios del pasado para convertirlos, al sol del amor, en la senda de elevación hacia el futuro. No olvides la tolerancia de Jesús, nuestro Eterno Amigo, que nos soporta hace mil años, amparándonos el corazón, a través de mil modos, en cada paso del día, y por gratitud a Él que no vaciló en aceptar la propia cruz para testimoniar la benevolencia, seamos auténticos aprendices de la fraternidad, por cuanto solamente en el perdón incondicional de nuestras faltas recíprocas, conseguiremos cumplir el pedido inolvidable que nos hiciera el Maestro: "Amaos los unos a los otros como yo os amé". COMPRENSIÓN Y VIDA Investiguemos los propios sentimientos y verificaremos que difícil se nos hacen la renovación íntima. ¿Cuantas veces, en el mundo, habremos sentido la inconveniencia de ciertos hábitos con manifiesta incapacidad para desligarnos de ellos?. ¿En cuantas ocasiones , sabíamos anticipadamente cuanto nos dolerían las consecuencias de determinada acción infeliz y a ella nos tiramos para nuestro propio tormento?. Nos referimos a este asunto para destacar la importancia de la tolerancia. Ante los hermanos que te parezcan apartados del camino que la vida les marcó, no condenes su trayectoria. Por el contrario ..., auxílialos, a través de la providencia que consiga aliviarles la carga de las obligaciones asumidas y con la buena palabra que les conforte el espíritu atribulado. Ese error bajo la presión de las necesidades de orden material; aquel cedió a tentaciones que se le figuraban irremovibles; otro penetró en los laberintos de la culpa, creyéndose bajo graves endeudamientos en el campo doméstico; y todavía otro que conocía la extensión del problema en que se enmarañaba, de momento no encontró dentro de sí mismo, las fuerzas necesarias a fin de librarse de él. Ampáralos, cuanto puedas. No será con aspereza que restauremos la tranquilidad, así como tampoco escarbando una herida será como conseguiremos curarla. El remedio destinado a la recuperación del cuerpo, es el símbolo del amor con que nos será posible reajustar la armonía del alma doliente. El medicamento actúa , dosis a dosis. El amor opera, gesto a gesto. Delante de los compañeros de experiencia en la Tierra, extiende la beneficencia de la comprensión que les regresa al entendimiento en la senda que les cabe trillar. Si no conseguimos, de inmediato, hacer de nosotros aquello que más deseamos y, si muchas veces en el Plano Físico, escapamos de las peores situaciones al precio de lágrimas, no sería justo exigir a los otros una condición diferente de la nuestra. En frente del hermano, considerado en el desamparo, en vista de ese o aquel error por él cometido, compadécete y auxílialo para que retome su propio equilibrio, porque, habitualmente, donde el prójimo tropezó con la piedra de alguna dificultad, tal vez mañana , puede transformarse en el gran obstáculo que nos haga caer. NOTAS DEL BUEN VIVIR Por mayores que sean los obstáculos procura donar lo mejor de ti, en la ejecución de las tareas que te competen. Si erraste, vuelve a empezar. Si caíste, piensa en tu condición de criatura humana, reajusta tus propias emociones y yérguete para caminar hacia adelante. Desánimo, en muchos casos, es ausencia de aceptación de lo que todavía somos, ante la prisa de ser lo que son otros. Es por el propio esfuerzo en las sendas del tiempo, que conseguirás ser mañana. Coraje es la fuerza que nace de nuestra propia disposición de aprender y de servir. No te ausentes de los propios encargos. Deber cumplido es pasaporte al derecho que ansias usufructuar. No creas en la felicidad en el campo íntimo, sin la intervención de tu propio trabajo para construirla. Toda realización noble se levanta en la base de la perseverancia en el bien. Compadécete de los que, por ventura, te hieran y, al recordarlos ejerce la bondad sin resentimiento. No exijas a nadie la obligación de seguirte en los modelos de vida o de pensamiento. Protege las crianzas, tanto como te sea posible, pero no te tortures ante la elección que hagan los adultos , que esperan de ti el respeto a sus experiencias , tanto como tú reclamas el acatamiento ajeno para con las tuyas. Distribuye optimismo y simpatía. Irritación no edifica. No pierdas tiempo con lamentaciones inútiles, reconociendo que hay siempre alguien a quien puedes beneficiar con esa o aquella migaja de apoyo y generosidad. Deja alguna señal de alegría, donde pases. Cuando los problemas de lo cotidiano se te hagan difíciles, al contrario del inconformismo o del desánimo, usa la paciencia. Siempre que sea necesario, empéñate en oír ese o aquel asunto, con más atención para que puedas comprender eso o aquello con mayor seguridad. Recuerda que hablando o callando, siempre es posible hacer algún bien. Gran entendimiento demuestra la criatura que vive su propia vida de la mejor manera posible, concediendo a los otros el don de vivir la vida que le es propia, como mejor les parezca. IMPERATIVO DE LA PACIENCIA Es probable que pocos amigos piensen en esto: paciencia como inmunización contra el suicidio. En las tareas de la actividad humana, a veces, surgen para la criatura determinados escenarios de prueba para cuya travesía, no siempre bastará el conocimiento superior. Es necesario que el alma se apoye en el bastón invisible de la paciencia, a fin de no resbalarse en sufrimientos mayores. Y por eso es que nos permitimos expresar reiterados consejos a los hermanos, domiciliados en el Plano Físico, a fin de que se dediquen al cultivo de la comprensión. Si te encuentras bajo el impacto de conflictos domésticos, usa la tolerancia, tanto como te sea posible, ante aquellos que generen el campo de las vibraciones negativas, prestando auxilio de este modo, a la seguridad del equipo familiar , al que estás vinculado. En la decepciones, sean cuales fueran , reflexiona en el valor de la ponderación respecto a tu propio beneficio. Delante de los golpes que recibas, olvida injurias y agravios, y piensa en las oportunidades del trabajo que se te encargó como apoyo defensivo contra la desesperación. Bajo acusaciones que reconozcas inmerecidas, olvida el mal y no alimentes el fuego de la discordia. Cuando te falte actividad profesional, continua actuando, tanto como pudieras, en las tareas de auxilio espontáneo a los otros, aprendiendo que la actividad noble atrae actividades nobles y, con eso, en breve, te reconocerán en nuevas posiciones de servicio, según tus necesidades. Si el desánimo te amenaza por ese o aquel motivo, recuerda la importancia de tu concurso fraterno, en apoyo de alguien, y no te des el lujo de estancamientos improductivos. Ante cualquier obstáculo a transponer en el camino, conserva la paciencia como compañera y guía y, mantén el pensamiento confiado en la Divina Providencia, siguiendo siempre adelante, apartando lejos de ti la tentación de fuga , y reconociendo en el efímero tiempo, que hay siempre un futuro mejor para cada uno de nosotros y que, en todas las tribulaciones de la existencia, vale la pena esperar por el socorro de Dios. BENDICDE Y PASA No basta rechazar la violencia. Es preciso hacer algo para erradicarla. Indudablemente, las medidas de represión, mantenidas por los dispositivos legales del mundo, son recursos que la limitan, mientras tanto , todos nosotros, espíritus encarnados y desencarnados, vinculados en la Tierra, podemos colaborar en la solución de este problema. Compadezcámonos de los hermanos envueltos en las sombras de la delincuencia, a fin de que nuestros sentimientos se inclinen hacia la indulgencia y la comprensión. Tanto como te sea posible, no participes de críticas o juicios precipitados, en torno de situaciones o personas. Calla ante cualquier palabra agresiva que te fuera dirigida, donde estés, y sigue adelante, buscando el enderezamiento de las propias obligaciones. No eleves el tono de voz, tratando de demostrar superioridad, frente a los otros. No te entregues a manifestaciones de desánimo y revuelta, aún cuando sientas dentro de tu propia alma, el gusto amargo de esa o de aquella desilusión. Respeta la carencia ajena y no provoques a los hermanos ignorantes o infelices, con la exhibición de disponibilidades que los Designios Divinos te confiaron para determinadas aplicaciones loables y justas. En vez de criticar, procura el ver el lado bueno de las criaturas y de las situaciones, de modo de construir el bien, allí donde estuvieres. Auxilia para la elevación, bendiciendo siempre. Recuerda: ante incendios calamitosos, a veces, un gesto infeliz de nuestra parte, puede suscitarnos otras peores realidades, de vandalismo y destrucción. ANTE LA COLERA "Finalmente, sed todos de igual ánimo, compadecidos, fraternalmente amigos, misericordiosos, y humildes" - Pedro (I Pedro, 3:8). Es justo que nos figuremos la cólera, titulándola con algunas definiciones, como las siguientes: Fuerza descontrolada. Precipitación y dolencia. Acceso a la locura. Queda en el desequilibrio. Puerta abierta para la obsesión. Impulso a la desencarnación prematura. Peligro de criminalidad. Introducción a la culpa. Apertura al remordimiento. Explosión de orgullo. Tempestad portentosa. Fuego mental. Desequilibrio vibratorio. Dispersión de energía. Pérdida de tiempo. Indudablemente, todos nosotros - criaturas encarnadas y desencarnadas, en la escala evolutiva del plano terrestre- estamos aún sujetos a esa calamidad del mundo del desánimo, razón por la cual toda vez que nos sintamos amenazados por la irritación o el desánimo, lo prudente es recogemos en el refugio pacífico, a fin de reflexionar en las necesidades del prójimo y lavar los pensamientos en las fuentes de la oración. NO HUYAS Cuando las sombras de provocación se hagan densas, al rededor de tus pasos, permanece firme en la confianza en Dios y en ti mismo, siguiendo adelante en las tareas que abrazaste en la siembra del bien. No existen tribulaciones inextinguibles. Sobre todo, no te omitas. Acepta los encargos que las circunstancias te imponen, buscando cumplirlos con lo mejor que tengas a tu alcance. No te aflijas en las dificultades. Anota las bendiciones de que dispones. Consérvate fiel a las propias obligaciones, en la certeza de que la Divina Providencia te ofrecerá los recursos precisos para que cualquier desequilibrio desaparezca. Desapégate de toda idea referente al mal. Bendice a cuantos no razonen según tus principios. Muchas veces, los adversarios de hoy, si supiéramos respetarlos con sinceridad, estarán posiblemente mañana en la hilera de nuestros mejores benefactores. No te lamentes. El aguacero que te incomoda, es apoyo de la naturaleza para que no te falte lo indispensable en la Vida. No exijas de los otros cualidades que todavía no posees. El árbol naciente aguarda de ti la bondad y la tolerancia para que pueda ofertarte en tiempo cierto los propios frutos. Por más áspero que se muestren los obstáculos de la senda, sigue adelante. Si alguien te hirió, disculpa y prosigue al frente. No procures en la muerte provocada, el olvido que la muerte no te dará. No huyas de los problemas con que la vida te instruye. La vida, como la hicieses, estará contigo en cualquier parte. Recuérdate siempre: cada día nace del nuevo amanecer. DE ALLA PARA ACA Nadie juzgue que la muerte representa el salvo conducto para la beatitud celeste. Muchas existencias en que el programa del bien padece frustraciones por nuestra rebeldía o indiferencia, solamente recogen después de la sepultura, la aflictiva purgación de sus errores deliberados. El infierno mental establecido por nosotros, dentro de nuestras propias almas, nos exige en el retorno a la materia densa para que las llamas del remordimiento o del arrepentimiento se apaguen en el contacto de nuevas luchas ... Aquí, está el usurero obsesionado por la acumulación del oro usando la técnica da la pobreza. Allí, está el tirano que se propone aprender humildad en la filas del anonimato y de la angustia. Más allá, está el delincuente que suspira por reencontrar a las víctimas del ayer, a fin de rescatar los débitos contraídos . En la conquista, a pesar de todo, para comenzar nuevamente, es indispensable que se esfuercen en la devoción y la renuncia, para alcanzar la reencarnación que los colocará en la posición de la oportunidad esperada. Para eso, empéñense en los rasgos del sacrificio, plantando entre los encarnados la bendición de la simpatía, el pasaporte indispensable para la estación del hogar humano, en que se renovaran, al frente del progreso. Es por eso, que la experiencia en la Tierra no representa una mera aventura del alma y si precioso tiempo de aprendizaje y servicio que no debemos menospreciar. Gracias a la instrumentalidad del Plano Físico, nos aproximamos a las antiguas dificultades o a los desafectos del pasado, para que la obra del amor se reajuste y se consolide, en nosotros y junto a nosotros. No menoscabes la enseñanza de elevación que la actualidad te confiere. La máquina fisiológica en que provisoriamente estás puede ser una escalera hacia la esfera superior o el declive sutil hacia regiones expiatorias, depende de ti dar el paso que te conducirá un escalón más hacia la luz o el salto al despeñadero de la sombra. Valoriza la existencia terrestre y camina hacia adelante, convirtiendo la lucha redentora en recursos de ascensión. Recuerda que el tiempo es el mayordomo fiel de la vida, y si la bondad del Señor te concedió para hoy la riqueza del cuerpo físico, la justicia de Él mismo, te espera, mañana, para la cuenta imprescindible. DELANTE DEL HOGAR El hogar es el centro de nuestras actividades en el mundo. Efectivamente, la Tierra es nuestra residencia temporaria en la vida y la Humanidad nuestro verdadero equipo familiar. Entretanto, en el microcosmo doméstico, tienes las lecciones y las bendiciones, la escuela y la estación de cura. Es por eso que entre las cuatro paredes de la casa terrestre, encontramos, a través de la experiencia física, los más oscuros problemas. Allí adentro, en el reducido espacio de algunos metros, conocemos el asalto de los celos, el golpe de la maledicencia, la hiel de la incomprensión, la traba de la calumnia, el vinagre de la crítica, el frío de la indiferencia y el dolor del cansancio, recogiendo, muchas veces, piedras y espinos de manos queridas con las que desearíamos vivir en inextinguible ternura. No acatando el círculo de consanguinidad, surgen para las almas las más aflictivas sugestiones de fracaso y los más fuertes pensamientos de desánimo. Pero ... también en la intimidad de esa misma lucha depuradora, es que sorprendemos las benditas oportunidades de burilamiento y ascensión. Absorbiendo el clima inquietante, a manera de metal impuro, en el proceso regenerador, nuestro espíritu recibe el baño del sudor y las lágrimas, y alcanza estados expresivos de resurgimiento, que le permiten avanzar hacia una Vida Mayor. No desprecies las dificultades y las crisis que , por ventura, hagan de tu casa un templo de purgación. Usa la humildad y la paciencia, la bondad y la tolerancia, en el comportamiento diario, trabajando y amando, aprendiendo y sirviendo, y tu domicilio flagelado de hoy será mañana base preciosa, en la cual podrás obtener los más nobles valores de paz y sublimación para la Gran Victoria. PENSAR PARA ENTENDER En materia de trabajo, aceptemos el lugar de servicio que el Señor nos concedió, en el campo terrestre, evitando la pérdida de tiempo con quejas innecesarias. Muchas veces, es preciso razonar con calma, a fin de comprendernos con mayor seguridad: nuestros grupos de hermanos, cuando se encuentran en conflicto; los compañeros de mediumnidad, en las ocasiones en que se rinden a procesos obsesivos; los enfermos necesitados de asistencia espiritual; las fronteras de la locura; las víctimas de la ingenuidad; las personas que todavía se caracterizan por la frágil estructura psicológica, los que exigen comprensión, a través de constantes diálogos; los hogares atormentados por los deudas de existencias pasadas; las criaturas amadas cuando se envuelven en los disturbios emotivos; las tareas abandonadas por diversos hermanos, que las iniciaran sin sopesar los compromisos que asumían; los antagonismos entre espíritus nobles y prestigiosos; las incomprensiones entre amigos generosos, pero irritables a las almas caritativas, todavía tiznadas por melindres y susceptibilidad. Los hermanos que se distancian de los deberes que abrazaron para ser solitarios e infelices; y nosotros mismos, con los desequilibrios y tentaciones que , de un modo o de otro nos asedian, lo que ajusticiaría nuestra condición de espíritus enrolados en las filas del trabajo de Jesucristo. Aquí nos hallamos, en el suelo y en la atmósfera del mundo, gravitando unos en torno de los otros, con nuestros propios problemas a resolver y con nuestras deudas a saldar. Será por eso, tal vez, que nosotros expresando en el intercambio espiritual, tantas veces nos referimos a los beneficios del trabajo, y , entendiendo la complejidad de nuestros procesos evolutivos y de nuestras ansias de elevación, convenimos en aceptar la práctica del perdón recíproco y la obligación de servir siempre, a través del culto incesante de la paciencia. VALORES OCULTOS Se muestra la vida terrestre plena de oportunidades para el perfeccionamiento íntimo de la criatura, sin embargo, hasta ahora son todavía raros aquellos que perciben semejantes oportunidades. Tiempos difíciles: trechos del camino, en los cuales la paciencia y la devoción al trabajo pueden ser más fácilmente instalados en las profundidades del espíritu. Enfermedad larga: curso abierto a la adquisición de la humildad y el autocontrol. Provocaciones en personas queridas: horas valiosas que nos posibilitan los más amplios recursos en el aprendizaje de la comprensión y del relacionamiento. Ofensas y prejuicios: momentos de elevada significación para todos nosotros, especialmente cuando en el Plano Físico, somos llamados, no apenas a perdonar, sino también a reflexionar, en cuanto a nuestras propias deficiencias, a través de las cuales, muchos de nosotros, somos todavía susceptibles de herir al prójimo, aunque, la mayoría de las veces, impensadamente. Tentaciones: minutos destacados en las aulas de resistencia al desequilibrio. Propensiones al desánimo: instantes destinados al desafío que se vierte en nosotros, impulsándonos a esforzarnos al máximo, a fin de levantar la propia voluntad al nivel de nuestras responsabilidades y obligaciones. Errores y desaciertos: momentos indicados para la práctica positiva del discernimiento y del autoreajuste. Alejamiento de seres amados: ocasiones en que nos reconocemos inducidos a demostrar si amamos realmente a aquellos a quienes consagramos atención y cariño o si nuestro bien querer resulta del mero capricho. Solicitaciones y apremios: parcelas de tiempo, en las cuales la vida nos pide noticias de nuestras aplicaciones de entendimiento y del espíritu del servicio, de abnegación y de caridad. Perturbaciones en el ambiente: cuadro de enseñanza en que se nos faculta a examinar como vamos marchando, en las trillas de la existencia, en materia de paz. Son estas algunas de las situaciones impregnadas de valores ocultos, siempre de los más importantes para el burilamiento del alma, en la escuela del mundo. Sin embargo, hacemos únicamente exposición de ellas, por cuanto reconociendo su complejidad, todos sabemos que aprovecharlas o no dependerá de la actitud y de la elección de cada uno de nosotros. PEQUEÑAS Y GRANDES DAVIDAS La beneficencia posee una lista de pequeñas grandes dádivas entre las cuales mencionamos algunas que no nos es lícito olvidar: el auxilio en las tareas, por diminuto que sea; algunas horas de trabajo espontáneo y gratuito, en la ejecución de las obras; una frase de esperanza; un gesto de optimismo; el silencio, delante cualquier toque de agresión; oír preguntas infelices con paciencia; aceptar los amigos, como son sin exigir que nos sigan en nuestro modo de ser; honrar los adversarios con aprecio respetuoso; callarse para que otros hablen; prestar servicio sin aguardar atenciones; ofrecer algunos minutos de confortación a los dolientes; considerar la importancia de los impulsos constructivos que comiencen a surgir en los principiantes de la fe; olvidar noticias alarmantes; algún acto de renuncia, en beneficio de la paz ajena; empequeñecerse para que los otros se destaquen; una sonrisa amiga que disipe las nubes en a la hora difícil; rearticular esa o aquella información, siempre que fuera preciso, sin perder el espíritu de gentileza; ejercer tolerancia y afabilidad dentro de casa, con la misma disposición con que se guarda semejantes cualidades en los encuentros sociales; repetir las palabras "discúlpame" y "muchas gracias", tantas veces como fueran necesarias, en las horas del día a día. En la llamada beneficencia menor, están los agentes indispensables a la edificación de la caridad, por grandes dádivas, es que aprenderemos a distribuir las grandes dádivas, en la siembra el bien, como si fuesen pequeñas. VIDAS Y FUTURO Si el mundo no estuviese aguardando profesionales competentes y dignos del progreso, no se entendería el esfuerzo de la escuela. Para que profesores e investigadores, disciplina y ejercicios si no hubiese futuro ? De igual manera, sucede lo mismo con la vida en el Plano Físico y en la Vida del Más Allá de la Muerte. Reconociéndose que la Espiritualidad superior espera criaturas habilitadas al concurso efectivo en la construcción de un Mundo Mejor, se comprende claramente el imperativo de tribulaciones y dificultades, problemas y conflictos en las áreas del hombre, ante la función de la existencia Terrestre como recurso de perfeccionamiento. Es por eso que nosotros, - los amigos desencarnados , - volvemos al intercambio espiritual, a fin de solicitar paciencia y coraje a los hermanos encarnados en la Tierra. Si te ves involucrado en una tarea que te parezca superior a las propias fuerzas, soporta con serenidad los deberes que te caben, evitando reclamaciones y quejas que simplemente te hacen más espinoso el camino a recorrer. Si convives con familiares dolientes o perturbados, bendícelos y asístelos con bondad y tolerancia, indagando en ti mismo si no estarás al lado de aquellos mismos hermanos que, en las estancias del pasado, tal vez ... habrás tirado en las sombras de la dolencia y del desequilibrio. Si cargas compromisos que te parecen excesivamente pesados y que tomaste sin sopesar las consecuencias, permanece en ellos sin rebeldía, para que no te responsabilices por lesiones y perjuicios en los corazones de los otros. Si sufres en un cuerpo enfermo o si adquiriste molestias o inhibiciones difícilmente reversibles, soporta con calma semejantes disturbios, procurando reconocer que te encuentras en los resultados de tus elecciones de pasadas reencarnaciones. En cualquier prueba, en la cual, por ventura, te encuentres, ármate de paciencia y coraje y no abandones las obligaciones que te competen. Certifícate de que el suicidio es siempre calamidad contra quien lo ejecuta. La muerte, con aniquilamiento del ser, no existe. Y la vida de hoy para cada criatura será mañana la continuidad de esa misma vida con todo aquello que la criatura hiciera de sí. CONFIA, SIRVE Y SIGUE El claro en las hileras ! ... La salud en la marcha ! ... En la jornada redentora de la fe, monte arriba, caminando hacia la meta vislumbrada por ideal, sufres la separación de los compañeros queridos, como si trajeses el corazón traumatizado por dolorosa cirugía. Ansiarías seguir al frente, con todos aquellos que abrazaste en las horas primeras de confianza, cuando la renovación amanecía en los paisajes más íntimos de tu alma, mientras tanto, a medida que avanzas las agujas del reloj de la experiencia, marcan con más sufrimiento y más espanto, cuantos te dicen adiós, en el rumbo de otras realizaciones, a veces como si hubiesen perdido la brújula que les orientara en la existencia. Continuas trillando hacia adelante, imaginando cargar aflictivas lesiones ocultas, mientras tanto, es forzoso que regeneres tus propios sentimientos en las fuentes de la comprensión , a fin de que te certifiques de que el amor no desapareció. Recuérdate de que en los caminos de la evolución y de la vida, cada viajero transporta consigo necesidades y encargos diferentes, aún cuando se identifiquen todos en el mismo objetivo por alcanzar. Ese es inducido a recoger a alguien que permanece en la distancia; otro debe buscar determinada afección por la cual se responsabiliza; aquel otro precisa apartarse temporalmente del grupo para rescatar cierta deuda, a fin de proseguir más tarde, sin ningún conflicto de conciencia. También están los que se fatigaron en el trabajo y exigieron la pausa del descanso los que adolecieron del punto de vista espiritual y requirieron hospitalización en la retaguardia; y otros que fueron llamados por orden del Plano Superior, al desempeño de tareas cuyas finalidades no nos es dado, de momento, percibir. No mentalices decepciones, deserciones, desengaños y desencantos. Bendice a todos, a todos los compañeros del servicio y de la esperanza que asumen posiciones diferente de la tuya , y entusiásmate cada vez más, en la ejecución de la tarea que se te reservó, reconociendo que la Divina Providencia a todos nos auxilia y acompaña sin desamparar a ninguno de nosotros. Y confía, sirve y sigue hacia adelante, ofreciendo a los otros los mejor de ti mismo y donando a la vida lo mejor que puedas, porque un día todos nosotros nos reuniremos, en el Hogar de la Perfecta Fraternidad, sin las lágrimas de la conciencia y sin las angustias de la muerte, en las eternas alegrías del Amor de Dios TOLERA CONSTRUYENDO Cuando más violencia haya en el mundo, en torno a nosotros, más alta será nuestra necesidad de tolerancia para que se reduzcan los impactos destructivos. Cuanto puedas, en las áreas de actuación que reclamaran respeto, amplia tus investiduras de comprensión y paciencia, garantizando la paz y la seguridad allí donde estuvieres. Cierto compañero habrá faltado al pago que te es debido, de esa o aquella ayuda importante. Si no te encuentras bajo el domino de necesidades apremiantes, compadécete de él y aguarda más tiempo. En la calle, posiblemente, alguien te dirigió palabras injuriosas que te perturbaron la sensibilidad. Calla en oración , pidiendo a la Divina Providencia auxilio y entendimiento, en beneficio de aquellos que te agredieron. Las personas que te insultan, con certeza se comportan bajo el yugo de sufrimientos que nunca experimentaste. Determinado amigo se te atravesó en la senda, empalmándote recursos, para cuya definitiva adquisición te habías sacrificado largamente. Nada reclames. Probablemente, estará conturbado por deudas de rescate urgente, que lo hacen olvidar las alegrías y deberes de la amistad. Personas particularmente queridas te habrán dejado a solas, en la excusa de compromisos asumidos . No te rebeles y continua haciendo y sirviendo. Semejantes criaturas estarán bajo los trastornos y dificultades del sentimiento y de la vida, esperando de ti , paciencia y bondad para no caer en el pozo de la delincuencia. Compadécete de los otros, auxiliándolos cuando puedas, ora y camina hacia adelante. Nunca retribuyas mal por mal. Contribuye con tu parcela de amor para que el odio desaparezca. Si los daños sufridos por ti, en esa o aquella situación calamitosa, fueron tan grandes que te inclinaron hacia cualquier providencia punitiva, olvida el mal y perdona los agravios , recordando siempre, que en todas partes, se cumplen espontáneamente los procesos de la Justicia de Dios. ANTE EL OFENSOR Aquel que nos hiere habrá asumido, ante nuestros ojos, la faz de un enemigo terrible, sin embargo, el Divino Maestro que tomamos por guía de nuestro pensamiento y conducta, determinó perdonarlo setenta veces siete. Por otro lado las ciencias psicológicas de la actualidad, absolutamente concuerdan con Jesús, aseverando que es preciso desinhibir el corazón de cualquier resentimiento y establecer el equilibrio en el gobierno de nuestras potencias mentales, a fin que la tranquilidad se exprese en nuestra existencia en términos de salud y armonía. Cómo, a pesar de todo, realizar semejante efecto? entendiendo que la comprensión no es fruto de las afirmativas labiales, es forzoso reconocer que el perdón exige profundas operaciones en las estructuras de la conciencia. Si un problema de esos nos aflora en lo cotidiano, - nosotros, los que aspiramos a seguir al Cristo, - pensemos primeramente a nuestro opositor en su condición de hijo de Dios, así como nosotros, y situándonos en su lugar, imaginemos cómo estimaríamos que la Ley de Dios nos tratase, en similares circunstancias. De inmediato observaremos que Dios está en nuestro desagradable asunto, así como un padre amoroso y sabio se encuentra moralmente en la contienda de los hijos. Entonces, a la luz del sentimiento nuevo que nos brotará del ser, examinaremos espontáneamente hasta que punto habremos acertado el comportamiento del adversario para con nosotros. Es muy difícil que no tengamos alguna parte de culpa en los sucesos indeseables de que nos hicieran víctimas, pero el influjo de la Divina Providencia, a cuyo patrocinio recorremos, nos hará posible recordar nuestros impulsos menos felices, las sugestiones delictuosas que igualmente habremos lanzado, las pequeñas acusaciones indebidas y las diminutas desconsideraciones que perpetráramos, a veces, hasta impensadamente, sobre el compañero que ya no resistió más la persistencia de nuestras provocaciones, cayendo, por fin, en la situación de enemigo delante de nosotros. Efectuando un autoexamen, la visión de nuestras propias faltas no nos permitirá más emitir cualquier tipo de censura en perjuicio de alguien. Muy por el contrario, proclamaremos de pronto, en el mundo íntimo , la urgente necesidad de la Misericordia Divina para nuestro adversario y para nosotros. Entonces, ya no hablaremos más de manera singular, delante de aquel que nos hiere, diciéndole: "Yo te perdono " y sí, delante cualquier ofensor con que seamos enfrentados en el camino de la vida, diremos sinceramente a Dios en oración: - "Padre de Infinita Bondad, perdónanos a nosotros dos". INSTANTE DE LUZ Para vencer en el campo de las tribulaciones , no admitas que la luz de la fe se forme en el corazón sin el combustible de la propia experiencia. Muchas veces, ella será en tí como llama que se alimenta en el óleo de las lágrimas. Y por esto mismo, en varias ocasiones, es posible que los obstáculos del camino te sugieran desertar de las tareas por ejecutar y de los ideales por alcanzar. En todos los vericuetos de la marcha, no menosprecies la oportunidad de seguir adelante, al encuentro de tu propia sublimación, hacia la Vida Superior. Tal vez hayas fallado en los compromisos que abrazaste ... y casi como que te acobardas bajo las dificultades que te anteponen para tu inmediato reajuste. Perdiste afecciones que juzgabas invulnerables y a las cuales empeñabas la propia existencia ... Varaste por desengaños ... Cargas prejuicios indebidos que te obligan a lo largo del tiempo al trabajo en favor del justo rescate ... Alegrías de antes convirtieron el hoy en aflicciones difíciles de soportar ... Y, posiblemente , viste la presencia de la muerte, arrebatándote seres queridos, cuya ausencia te dejó la sensibilidad perdida bajo la neblina del sufrimiento .... Estés como estuvieres, no te pierdas en la expectación inoperante y prosigue hacia adelante, actuando y sirviendo, para el bien de los otros, lo que resultará siempre en beneficio para ti mismo. Aunque estés sangrando y desfalleciendo, continua hacia adelante, trabajando y sirviendo en favor de la felicidad del prójimo, porque la hora de la crisis es hora de luz y momento de revisión de nuestras propias flaquezas; además de eso, la época de provocación, para cada uno de nosotros, es la enseñanza para ampliar nuestra fe, ya que en los recintos obscuros de lo cotidiano, cuando todos o casi todos los recursos para sobrevivir nos parecen lejanos en la trilla del tiempo, si guardamos atención y paciencia, acabaremos por reconocer que estamos todos sustentados por el Amor Infinito, en los brazos invisibles de Dios. CARIDAD PARA CON NOSOTROS No nos olvidemos de que hay también una caridad que debemos hacernos a nosotros mismos, a fin de que la caridad que vayamos a practicar, al frente del mundo no se reduzca a una mera actitud de superficialidad. Caridad que nos eduque en el espíritu del Señor, cuya Doctrina de Luz abrazamos con el pensamiento y con los labios y que, poco a poco, nos cabe abrazar con toda el alma y el corazón. Para ejercerla es preciso que sepamos: perdonar las faltas ajenas sin disculparnos; cooperar en las buenas obras sin aguardar la colaboración de los compañeros; ayudar a los que nos cercan sin esperar que nos retribuyan; dar de lo que tenemos sin cobrar impuesto de gratitud; iluminar el camino que nos es propio, aprendiendo a vencer las sombras que todavía se nos hacen densas alrededor; callar para que los otros hablen; defender a los otros, sin procurar defendernos; humillarnos, sin pedir que los otros se humillen; reconocer nuestras faltas y corregirlas; servir sin recompensa, y aún sin la comprensión que nos remunera con el salario de la confortación; trabajar incesantemente, sin aguardar los aguijones que nos impulsen al desempeño de los deberes que nos competen; sentir en el hermano de experiencia necesidades y dolores iguales a los nuestros, para que la vanidad no nos induzca a la ceguera; considerar la bondad constante del Señor que opera siempre o mejor, en nuestro beneficio, y cultivar el reconocimiento a Él, a través del sacrificio, en favor de aquellos que nos rodean. Perfeccionarnos por dentro es ayudar por fuera con mayor seguridad, salvar significa recuperar con finalidades justas actuando en el trabajo común, ofrecer la mano fuerte al árbol a fin de que crezca , florezca y produzca para bien de todos, salvándose de la inutilidad, también el Señor nos impulsa, transformándonos en instrumentos vivos de su Infinito Amor, allí donde estuviéramos.