IP/98/62 Bruselas, 21 de enero de 1998 Propuesta de la Comisión de acelerar la ayuda a Bosnia La Comisión Europea ha adoptado hoy una propuesta para mejorar el programa de la ayuda de la UE a Bosnia y Hercegovina. El actual Reglamento del Consejo de Ministros, en vigor desde hace 18 meses, ha resultado insuficiente para tratar las complejas realidades políticas de la región. La propuesta de la Comisión, de ser aprobada por el Consejo, permitirá tratar directamente con las autoridades locales dispuestas a colaborar, en lugar de hacerlo únicamente con el Gobierno central. Esto permitirá a la UE recompensar a los que cumplen los acuerdos de paz de Dayton facilitando, por ejemplo, el regreso de los refugiados. Además, parte de las operaciones se trasladarán de Bruselas a Sarajevo, lo que permitirá ejercer un mejor control y conseguir una aplicación más rápida. "La Comisión espera que, gracias la acción combinada de la descentralización del programa, un fortalecimiento de la delegación de Sarajevo y este nuevo reglamento se aceleren los esfuerzos de reconstrucción en Bosnia. Ello dará a su vez un nuevo impulso al regreso de los refugiados", observó el Comisario van den Broek. "No obstante, quisiera destacar que el regreso de los refugiados y una paz justa y duradera en Bosnia sólo pueden conseguirse si se da una mejor cooperación por parte de las autoridades centrales. No sin razón, la Comisión propone trabajar directamente con el gobierno central para evitar los obstáculos que plantean las autoridades centrales. " La revisión del Reglamento es una de las medidas que la Comisión está adoptando para mejorar los programas de ayuda de la UE en Bosnia. Después de la firma de los acuerdos de paz de Dayton/ París, la Comisión emprendió, en estrecha colaboración con otros donantes importantes, un esfuerzo completo de reconstrucción en Bosnia Hercegovina. Se destinaron mil millones de ecus para el período 1996-1999 con este fin como parte de un programa de reconstrucción de 5.100 millones de USD. La ayuda a Bosnia y a Hercegovina está basada en dos instrumentos jurídicos: el Reglamento PHARE y el Reglamento n° 1628/96 del Consejo, modificados por el Reglamento n° 2240/97 del Consejo. Este último reglamento ha permanecido en vigor alrededor de un año y medio y la experiencia ha demostrado que determinas disposiciones o la ausencia de ellas, están obstaculizando una entrega flexible, efectiva y rápida de la ayuda de ayuda de la UE, lo que añade una complicación a un contexto político ya difícil y complejo en el que debe desenvolverse el esfuerzo de ayuda. En la primera mitad de 1996 la ayuda consistió principalmente en suministros de abastecimientos y de mercancías para cumplir los requisitos más básicos del restablecimiento de la normalidad. Transcurrido este período, se emprendieron proyectos más a medio y largo plazo para reparar el daño a la infraestructura, incluidos la vivienda, el suministro de agua, la producción energética y el transporte. Han sido numerosas las críticas a la lentitud de la ayuda. Las razones de los retrasos, algunos de los cuales escapan completamente del control de la Comisión, son múltiples: controversias políticas a escala de las instituciones centrales de Bosnia y de Hercegovina han provocado a menudo grandes retrasos en las decisiones sobre proyectos que habrían debido llevarse a cabo con carácter prioritario. La cláusula de condicionalidad política, que se está aplicando como parte de las disposiciones de Dayton/París referentes al suministro de la ayuda a la reconstrucción, en ciertos casos ha provocado legítimamente la suspensión de los proyectos de reconstrucción. Para poder ejercer el máximo control sobre los gastos del proyecto y para mantener una total transparencia, se ha privilegiado un planteamiento centralizado de la preparación y ejecución del proyecto. El marco normativo, que constituye la base del esfuerzo de reconstrucción implica largos plazos para la ejecución preparación, publicación y evaluación de las ofertas. Para superar algunos de los elementos que están retrasando el esfuerzo de ayuda y, por ende, el regreso de los refugiados, la Comisión ha propuesto varias medidas paliativas. En lugar de solicitar la implicación de las instituciones de Gobierno central en el proceso de toma de decisiones referente a la selección de programas y de proyectos, la Comisión propone tratar de una forma más directa con las autoridades regionales y locales, aumentando así la flexibilidad de nuestro esfuerzo de ayuda. Esto también permite a la Comunidad, en estrecha consulta con el Alto Representante para Bosnia y Hercegovina, que ayude a los municipios que apoyan el proceso de paz. La experiencia del último año y medio ha demostrado que, por razones de eficacia, la mayor parte de los proyectos de infraestructura debe ser preparada, ejecutada y supervisada a través de una presencia en Sarajevo. Por lo tanto se ha decidido consolidar la presencia de la Comisión en Sarajevo y descentralizar parte de las actividades de ayuda a la reconstrucción. Esta nueva estructura se está implantando en la actualidad. 2