Partenón 1.-IDENTIFICACIÓN DE LA OBRA. El edificio que se comenta es el Partenón, principal templo de la Acrópolis de Atenas y máximo exponente del Clasicismo Griego del siglo V a.C. -Identificación de autor: Templo de estilo dórico construido entre los años 447 y 432 a.C. por los arquitectos Ictinos y Calícrates, que trabajaron bajo las órdenes del gran arquitecto y escultor ateniense Fidias, el cual es autor además de la decoración escultórica y de la gran escultura de Atenea Parthenos que el templo albergaba en su interior. -Identificación de la obra: Se trata de una obra religiosa, pués el templo fue concebido como la residencia de la diosa Atenea, diosa protectora de la ciudad, y sustituyó en el mismo emplazamiento a otro templo anterior (Hecatompedón) que fue destruido por los persas durante las Guerras Médicas. El Partenón forma parte de la reconstrucción que se hizo de la Acrópolis durante el gobierno de Pericles. 2-ANÁLISIS FORMAL. -Materiales: Fue construido con mármol del Pentélico, material de gran calidad y durabilidad que se utilizaba para dar carácter noble a los edificios. Aunque en la actualidad resalta el color blanco del mármol, originalmente estaba policromado con fuertes colores que resaltaban los elementos arquitectónicos. Los muros, formados por sillares asegurados con grapas metálicas, denotan una gran perfección técnica. -Elementos sustentantes y sostenidos: El edificio se asienta sobre un basamento o estilobato, dividido en gradas por todos sus lados que sirven para subir al templo. Por ser una obra de estilo dórico, las columnas no tienen basa, el fuste está recorrido longitudinalmente por veinte estrías, el capitel está compuesto por equino y ábaco y el arquitrabe está dividido en triglifos y metopas. La carga, en el arte griego, se dispone horizontalmente y se transmite verticalmente a través de las columnas. Esta gran masa horizontal de carga se llama entablamento, que en el estilo dórico se forma de tres partes: arquitrabe, friso (constituido por una sucesión alternante de triglifos y metopas) y cornisa. El empleo de la cubierta a dos aguas genera en cada uno de los lados menores un amplio espacio triangular, el frontón, cuyo perímetro exterior aparece recorrido por una cornisa saliente que deja un espacio interior o tímpano, libre para ser decorado con esculturas. En la imagen presentada se observan todas las características del Orden Dórico. -Elementos decorativos: El Partenón fue famoso en la antigüedad no solo por sus esbeltas proporciones sino también por su decoración escultórica, obra principalmente de Fidias. Esta decoración se ubica en frontones, metopas y friso. El frontón oriental ilustraba el nacimiento de Atenea y el occidental la contienda entre Atenea y Poseidón por el patronato de Atenas (vence la diosa). En las metopas (en total 92 cuadros de metro y medio de altura en altorrelieve) se representan otras escenas bélicas de la historia de Atenas. El friso que recorría el interior de la cella, representaba el tema de la procesión de las Panateneas, festividad que se celebraba cada cuatro años (toda la ciudad se reunía para llevar a la estatua un manto de lana). Todas las figuras estaban pintadas con vivos colores, pero la policromía se ha perdido. El Partenón estaba pintado de la siguiente manera: las estrías de las columnas en rojo, los triglifos en azul y amarillo y los fondos de los frontones y metopas en rojo. -Planta y alzados: Nos encontramos ante un edificio de planta rectangular (69.50x31m) de proporciones regulares (casi doble de largo que de ancho). Es un templo períptero (columnas en todos sus lados), octástilo (ocho columnas en las fachadas frontales y diecisiete en cada lateral) y anfipróstilo (tiene dos pórticos). Formalmente, los rasgos más sobresalientes del templo son la proporcionalidad y el equilibrio. La proporcionalidad se consigue mediante el recurso de utilizar una unidad, el diámetro de la columna (1,10m), que se repetirá varias veces en distintos elementos del templo. El equilibrio se consigue mediante el recurso de aplicar a la obra una serie de correcciones ópticas, cuyo objetivo es reducir las deformaciones que produce el ojo humano cuando ve los objetos alejados. Para ello, los arquitectos curvan levemente el entablamento (para que parezca horizontal), distribuyen desigualmente el espacio entre las columnas (para que dicho espacio parezca siempre el mismo), inclinan suavemente la fachada hacia delante (para que parezca vertical) o dan más espesor a las columnas de los extremos (pués al recibir más luz semejan más pequeñas a nuestra vista). -Espacio interior: El templo griego destaca siempre por la hermosura de sus exteriores (el Partenón, situado en lo alto de una roca, se veía desde el mar) y por éso hay quien entiende este edificio como una gran escultura (el templo es la morada impenetrable del diós). Pero realmente, en el Partenón, sí existe un concepto espacial en el interior. El templo se organiza longitudinalmente. Tras la fachada octástila frontal (la principal) se accede a un primer espacio interior, el pronaos, a modo de segundo pórtico y sostenido originariamente por seis columnas. Desde aquí se accede a la capilla o cella, aislada del resto del edificio mediante un muro, y en cuyo interior se alojaba la estatua de la diosa. En la parte trasera del templo se adopta un esquema semejante: un nuevo pórtico de seis columnas da paso a una sala menor, el opistodomos, espacio que servía para guardar el tesoro del templo y objetos de culto a la diosa. Ambas salas estaban comunicadas. Espacialmente, el templo tiene que ser comprendido en función de la liturgia y orientación. El sentido religioso de la luz se percibe teniendo en cuenta la orientación Este-Oeste, por eso la fachada principal del Partenón es la fachada Este, que es la que recibe los primeros rayos de sol (incidían directamente sobre la escultura de la diosa). 3.-ANÁLISIS ICONOLÓGICO Y SOCIOLÓGICO. La simbología del Partenón está muy clara. Fundamentalmente, el templo viene a simbolizar a la diosa, en su consideración de divinidad protectora de la polis ateniense. A tal efecto, la cella acogía una colosal escultura de 11 m de altura, realizada en madera y revestida en oro y marfil. El motivo principal para la construcción del templo era, por lo tanto, dar cobijo a la estatua, hoy desaparecida. Pero en la decoración escultórica del Partenón (sobre todo en las metopas del friso exterior), se representan también, a modo de viñetas, las luchas que mantuvieron los atenienses o sus antepasados con amazonas, gigantes, centauros o troyanos, temas clásicos de la mitología griega. Por lo tanto parece que, a través del Partenón, Atenas pretende demostrar su supremacía en el mundo helénico. La construcción del Partenón viene a coincidir en gran parte con el gobierno de Pericles (443-429a.C), durante el cual se consolida el sistema democrático y la ciudad vive años de esplendor, paz y prosperidad. Tras la finalización de la Segunda Guerra Médica contra los persas (480-479a.C) con la victoria de los griegos, quedaba consolidada durante unos años la hegemonía de Atenas, y en la polis se abordó el proceso de reconstrucción de los edificios arruinados por los persas. Las actuaciones fueron especialmente intensas en la Acrópolis, donde el Partenón vino a sustiuir a otro templo que se estaba levantando en ese mismo lugar cuando se produjo la invasión. Es posible también que el contacto de Pericles con filósofos como Anaxágoras explique el afán por el orden y la proporción que apreciamos en el Partenón. Como templo de estilo dórico, el Partenón es heredero de otras obras. Podemos considerar como precedentes del templo el Tesoro de los atenienses en Delfos (490a.C.) o el templo de Zeus en Olimpia (acabado en el año 457a.C. y hoy desaparecido). 4.-CONCLUSIÓN. VALORACIÓN. El Partenón se ha convertido en un símbolo de la Historia del Arte, al representar el modelo de arquitectura clásica que refleja los valores de la cultura griega de la Antigüedad: la racionalidad, la armonía, la proporcionalidad y la visión antropocentrista (el concepto del ser humano como medida de todas las cosas). Estos principios se reflejan también en otros templos de la Acrópolis, como el Erecteion o el de Atenea Niké, o en las obras escultóricas del período clásico. El propio Fidias se fue posteriormente a la ciudad de Olimpia para dirigir las obras del templo dedicado a Zeus, hoy desaparecido. La obra que hemos comentado marcó un hito en la historia de la arquitectura, creando un modelo de templo que habría de ser copiado en reiteradas ocasiones, no solo en el mundo antiguo sino también en épocas más recientes como el neoclasicismo del siglo XIX. El Partenón mantuvo su función religiosa durante casi mil años, pasando de ser templo pagano a iglesia cristiana primero y mezquita con posterioridad. La fatalidad quiso que una bomba veneciana explotara en el edificio, convertido en polvorín por los turcos, destrozando gran parte de la estructura. A ello se sumó, en el siglo XIX, la expoliación de las potencias imperialistas europeas que desnudaron al templo de la mayor parte de su decoración escultórica, hoy día repartida entre París y Londres.