¿Por qué no habla mi gata?

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TA, QUE ES TAN LISTA, NO
LE DICE NUNCA NADA.
SI ÉL LE CUENTA TODO
LO QUE LE PASA, ¿POR
QUÉ NARICES ELLA NO
RESPONDE? EN FIN, HABLE O NO HABLE, PEPE
«MIAUQUIERE» IGUAL A
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SU GATITA.
CHAS COSAS. Y SUS PADRES A VECES NO SABEN
QUÉ CONTESTARLE...
UNA HISTORIA LLENA
DE HUMOR, SEGUIDA
serie
PEPE PIENSA
¿Por qué no habla mi gata?
QUÉ SU GATA BERGAMO-
PEPE SE PREGUNTA MU-
Michel Piquemal
Pepe piensa...
¿Por qué no habla
mi gata?
Ilustraciones de Thomas Baas
DE UNA PROPUESTA
PARA QUE LOS PADRES
Y LOS HIJOS PUEDAN
PENSAR JUNTOS SOBRE
TEMAS TAN COTIDIANOS
COMO IMPORTANTES.
Michel Piquemal
PEPE SE PREGUNTA POR
Primeros lectores
serie
PEPE PIENSA
2
Con
propuestas
para pensar
juntos
Dirección editorial: Elsa Aguiar
Coordinación editorial y traducción: Xohana Bastida
Colaboración en el coloreado: Mélou
© Albin Michel Jeunesse, 2010
© Ediciones SM, 2012
Impresores, 2
Urbanización Prado del Espino
28660 Boadilla del Monte (Madrid)
www.grupo-sm.com
atención al cliente
Tel.: 902 121 323
Fax: 902 241 222
e-mail: clientes@grupo-sm.com
ISBN: 978-84-675-5555-4
Depósito legal: M-6383-2012
Impreso en la UE / Printed in EU
Cualquier forma de reproducción, distribución,
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Pepe piensa...
¿Por qué no habla
mi gata?
Michel Piquemal
Ilustraciones de Thomas Baas
Pepe quiere muchísimo a Bergamota,
la gata gris de su familia.
Cuando tiene preocupaciones o penas,
se las cuenta.
Y ella parece comprenderle muy bien...
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Así que esta mañana,
Pepe decide enseñarle a hablar.
La mira fijamente a los ojos
y murmura:
–Repite lo que digo, Bergamota:
SOY-U-NA-GA-TI-TA.
–¡Miau! –dice Bergamota.
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–¡No, no! Escúchame bien:
ME-LLA-MO-BER-GA-MO-TA.
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–¡Miau, miau! –contesta la gatita.
–¡Que así no es, Bergamota!
–protesta Pepe–. Haz un esfuerzo, anda.
Repite lo que yo digo:
¡SOY-U-NA-GA-TI-TA!
¡ME-LLA-MO-BER-GA-MO-TA!
–¡Miau, miau, miau!
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–¡Papá, papá! –grita Pepe–.
¿Por qué los gatos no hablan?
–Hablan a su manera, Pepe.
Hacen diferentes ruidos
para indicarnos si están contentos
o enfadados, si tienen sed,
si están asustados...
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–... Cuando Bergamota tiene hambre
y quiere que le echemos pienso
–explica el papá de Pepe–,
no maúlla de la misma manera
que cuando tiene miedo.
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–Es verdad –contesta Pepe–.
Cuando ve al perro de los vecinos,
hace «tssss» con la boca abierta
y se le eriza el pelo.
Pero cuando se acerca
al gato pelirrojo del tío,
se hace la mimosa y maúlla bajito.
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