Necesidad de congregarnos Estuve hablando con un hermano la semana pasada acerca de la necesidad de congregarnos, y después me quede pensando en el asunto. Hoy quiero que hablarles acerca de este mismo tema, hoy quiero que examinemos la necesidad de reunirnos, la necesidad que tenemos como creyentes de congregarnos. Preguntémonos, ¿por qué dejamos de congregarnos? Lo que sucede muy menudo es que el pueblo de Dios prefiere quedarse en casa y no asistir a la iglesia si no existe un evento especial. Estamos hablando de aquellas personas que pudiendo estar en comunión con nuestro Padre celestial y nuestros hermanos en Cristo se quedan en sus hogares. También tenemos a aquellos Cristianos que sienten la necesidad de asistir a su iglesia, sienten en su corazón la necesidad de compartir con sus hermanos pero no lo pueden hacer; estamos hablando de esos que se encuentran en hospitales, o lugares aislados de la civilización, o países donde no se puede alabar a Dios públicamente. Algunos Cristianos no pueden escoger, pero Dios cuida de ellos porque Él escudriña los corazones. Cuando decidimos no compartir con nuestros hermanos y entrar en comunión con Dios estamos rechazando una bendición. Estamos hablando de la bendición que nosotros tenemos de poder alabar a Dios públicamente, pero que la tomamos por alto. Somos libres de alabar a Dios públicamente pero preferimos no hacerlo. Entonces la pregunta en el día de hoy es: ¿es posible vivir una vida Cristiana aislado de la iglesia? Aunque si es posible vivir fuera de la iglesia, no es lo normal. Pablo nos dice: 1 Corintios 1:9 - Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Aquí Pablo lo esta diciendo claramente; nosotros fuimos llamados fuera del mundo. Fuimos escogidos para que el evangelio nos llegara, y penetrara. Una vez que aceptamos a Jesús como nuestro Rey y Salvador, entonces estamos llamados ha entrar en comunión con Él. Y que mejor lugar que en una iglesia. Un lugar donde nos reunimos hermanos y hermanas, y en el mismo espíritu y corazón alabamos a nuestro Padre celestial. Juan también nos habla acerca de la importancia de este tema: 1 Juan 1:3 - Lo que hemos visto y iodo, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Juan al igual que Pablo esta haciendo el punto en este tema. Aquí el nos esta diciendo claramente que no solo tenemos que entrar en una comunión con Dios, pero también con otros Cristianos. Existen tres principios básicos de una verdadera comunión Cristiana. El primer principio. Toda comunión esta basada firmemente en el testimonio de la palabra de Dios. Porque sin su poderosa ayuda y gran fuerza, entrar en comunión con nosotros es imposible. Siempre existe algo que nos aleja, pero con nuestra fe fortalecida por Él, y usando sus fuerzas, entonces podemos vencer. El segundo principio. Existe una dependencia mutua entre todos los creyentes. Yo no se quien fue en actualidad quien lo dijo, pero hay un refrán que dice: “En la unión esta la fuerza.” Esto es una gran realidad; cuando nos reunimos en la misma fe, y de un mismo corazón, para entrar comunión con Dios, el enemigo se preocupa y se asusta. El sabe que no existe nada mas fuerte que una comunidad unida en Dios. Pensemos en esto; ¿cree usted que si la comunidad de Dios estuviera unida, estarían las cosas como están? Si todos estuviéramos viviendo sometidos a la voluntad y autoridad de Dios, el crimen no estuviera como esta; las drogas no estuvieran envenenado a nuestros jóvenes; el alcohol no estuviera destruyendo las vidas de muchos. Son por estas mismas razones que es tan importante unirnos. El tercer principio. Somos renovados diariamente por el Espíritu Santo. Una verdadera comunión combina interacción espiritual y social, pero solo es posible si vivimos en Cristo. El nuevo testamento divide a las personas en dos grupos. Miembros de la iglesia y no miembros. El nuevo testamento asume que todos los miembros participan en una asamblea local. Quiero antes de seguir hacer una aclaración, no quiero que me vayan ha mal entender. Cuando me refiero a la iglesia, no estoy hablando acerca de esta iglesia o de ningún otro tipo de denominación. Estoy hablando de la iglesia universal cual es Cristo Jesús, porque nosotros todos somos miembros de la misma iglesia; todos somos hermanos en Jesús. Entonces como les estaba diciendo, el nuevo testamento asume que todos los creyentes participan en una asamblea local. No podemos encontrar ejemplos en la palabra de Dios de hermanos que pertenezcan a la iglesia universal sin pertenecer a una asamblea local. En el nuevo testamento vemos que cuando los Cristianos estaban al alcance los unos de los otros, ellos se congregaban para tener comunión juntos. En el libro de Hechos es ilustrado que cuando Pablo entraba en un pueblo donde no existían Cristianos, el predicaba la palabra, se convertían, y luego el los organizaba en grupos o iglesias. Hechos 20:7 - El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir el día siguiente; y alargo el discurso hasta la media noche. Esto aquí nos demuestra como la iglesia funcionaba en ese entonces. El primer día de la semana es el día de hoy, el domingo. Ellos estaban reunidos, y aunque Pablo tenia que irse, el les enseño, y hasta alargo las cosas debido a que estaba en comunión con Dios y con ellos. Para todo Cristiano el congregarse debe ser parte de nuestras vidas para así entrar en una comunión mas profunda con Dios. No tiene sentido decir que somos parte de una iglesia universal si rehusamos o nos negamos ha tener una comunión con nuestros hermanos. Permítanme ilustrárselo de esta manera. Es lo mismo que decir, tengo un Jaguar del año, pero el guarda fango esta en California, el motor en Nueva York, las gomas en Texas, los asientos en Nueva Orleans. ¿Que estas diciendo? No tienes ningún carro del año, lo que tienes el principio de un rastro. Nunca vas ha tener el auto si no lo armas. La iglesia es igual, nosotros somos igual. Tenemos que congregarnos para poder cumplir con nuestros diversos propósitos. Es decir, los propósitos que Dios tiene en mente con cada uno de nosotros. Cuando dejamos de congregarnos, dejamos de hacer las cosas que Dios nos ha escogido hacer. Un Cristiano que vive aislado y fuera de su iglesia nunca podrá hacer uso de los regalos y dones espirituales. En 1 Corintios 12:1-11, esta muy claro que Dios nos ha dado diferente dones a cada uno de nosotros. Regalos espirituales a cada Cristiano. Miren bien lo que dice en el versículo 7. 1 Corintios 12:7 - Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho Para provecho: cual quiere decir que es para el bien común. ¿De que entonces nos sirve el don de sanidad si no imponemos las manos en los enfermos? ¿O el don de profecía, si no profetizamos en nuestra iglesia? ¿Que estamos haciendo con las bendiciones de Dios? ¿Las estamos menos preciando? 1 Pedro 4:10 - Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Esto nos dice claramente que los regalos o dones son para que los usemos y nos ayudemos mutuamente. No es para que comparemos los de uno con los de otros; en otras palabras no son para que digamos lo mío es mejor que el tuyo. Les hablo acerca de esos demonios de celos que pueden entrar de momento en nuestras vidas si le damos una oportunidad, porque dichos pensamientos o celos no son mas nada que demonios y causan división. Jesús no vino a dividir a su iglesia, Él vino ha unirnos. Él vino en busca de su pueblo y nos dejo la gran comisión. Estas habilidades cual Dios nos entrego no son para hacernos lucir bien, o para hacernos sentir bien, son para que las usemos tal como Él nos indica; son para que el Señor se pueda glorificar. Tenemos que usar los regalos espirituales los unos con los otros para fortalecernos. Como dije anteriormente, nosotros somos una iglesia. En 1 Corintios 12, la iglesia es ilustrada como el cuerpo de Cristo, cada uno siendo parte del cuerpo. En 1 Corintios 12:25, Pablo explica que cada miembro debe preocuparse los unos por los otros. De la misma manera que Pablo habla del cuerpo, Dios quiere que nosotros estemos atentos a las necesidades de otros creyentes a nuestro alrededor. Usando las fuerzas que Él nos ha dado para fortalecer a aquellos que están flaqueando. 1 Corintio 12:21 - Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Quiere decir que ningún Cristiano puede decir que el no necesita congregarse en su iglesia. La palabra de Dios esta llena de lugares donde habla de "los unos a los otros" 1 Tesalonicenses 4:18 - Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. 1 Tesalonicenses 5:11 - Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. Santiago 5:16 - Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Para concluir. Un Cristiano que no se reúne con su iglesia puede racionalizar actitudes o acciones pecadoras así mismo. Contacto con los hermanos en Cristo sirve para mantenernos firmes en la fe. Hebreo 10:25 - No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto mas, cuanto veis que el día se acerca. Nos reunimos para compartir nuestra fe y fortalecernos los unos a los otros en nuestro Señor. Dificultades nunca deben de ser excusas para no asistir a la iglesia. Según surjan las dificultades tenemos que saber que son ataques del enemigo quien quiere que no crezcamos y busca arrebatarnos los regalos que Dios nos ha dado. Cuando surjan esas cosas tenemos que hacer el esfuerzo mas grande que podamos; tenemos que vencer esa tentación de no asistir; tenemos que destruir todo obstáculo, y congregarnos. No podemos dejar que ese diablo mentiroso nos mantenga engañados sin usar los talentos de Dios.