La Necesidad de una Educación del Carácter Prefacio: Estamos viviendo en una era de cambios profundos y vemos cómo los adelantos científicos y tecnológicos están cambiando las bien definidas tradiciones y valores. Las normas y valores que están establecidos desde generaciones, parecen ineficaces en responder a los problemas que acompañan estos cambios. Estos incluyen la tendencia mundial de una inmoralidad sexual, el crecimiento de una cultura basada en el divorcio y la ruptura familiar como su consecuencia. También tenemos que enfrentar el crimen y la violencia, el abuso de las drogas y del alcohol; y la destrucción del medio ambiente. Anteriormente eran problemas de la sociedad occidental, pero ahora se están infiltrando en todas las culturas rápidamente, de tal manera que ninguna nación puede considerarse excluida de las influencias negativas. La raíz de la mayoría de los problemas es el individualismo egoísta y el deseo de la “gratificación instantánea”. De acuerdo con esta filosofía de vida todos los valores son subjetivos, relativos y anárquicos, no se sabe nada, no se comunica nada y la vida no tiene sentido. Esta perspectiva, inconsciente e indefinida, sin embargo sirve como fundamento para la mayoría de los comportamientos destructivos que vemos hoy en el mundo. Sin una base de valores comunes, absolutos e incambiables, la sociedad humana se fragmenta en nada más que en individuos y si se forman grupos estos buscan alcanzar sus propios intereses y deseos egoístas. Existe evidencia bien difundida, de que en los lugares donde la estructura familiar se derrumbó, también ocurrieron los problemas más graves entre la juventud y la sociedad en general. Por otro lado, en donde las familias se muestran fuertes y estables, hay mucho menos problemas sociales. Por consiguiente, las familias sanas son la base de una sociedad sana. La familia constituye la primera escuela del amor, porque justamente allí los jóvenes aprenden valores esenciales y virtudes que son la base para alcanzar sus metas en la vida. Por ejemplo, si los niños reciben el amor y la guía adecuada de sus padres, hay mucho menos posibilidades de que se conviertan en personas promiscuas. Ya que las naciones del mundo continúan desarrollándose en el sector industrial y económico, ¿pueden eludir los problemas sociales que acompañan las riquezas materiales? Solo si las naciones reconocen y adelantan condiciones para crear una sociedad moral, es posible evitar tales problemas. Ahora quisiera hablarles sobre la importancia de cultivar el corazón y el carácter. Como padres, profesores y líderes, nuestro enfoque es más amplio que solamente educar el intelecto de nuestros jóvenes. Su educación moral y ética es de suma importancia, porque sus valores se expresan a través del corazón y el carácter. Cultivar el corazón y el carácter influencia profundamente nuestra habilidad en alcanzar metas no-materiales que nos brindan felicidad y una autorrealización verdadera. Hay tres metas básicas y fundamentales en la vida. La primera es desarrollarse hasta convertirse en una persona de carácter maduro quien conoce el auto-control y puede desarrollar su capacidad para amar. La segunda meta es establecer una familia feliz y sana, experimentando relaciones éticas y amables como resultado de esta vida familiar. La tercera meta es usar nuestras habilidades creativas para hacer una contribución positiva y bien definida a la comunidad. El punto central que guía estas tres metas es el amor verdadero. La naturaleza humana tiene como su esencia al corazón, la fuerza que empuja hacia toda relación y toda ambición moral. Por ende, el primer nivel de educación es ayudar a los alumnos a alcanzar el carácter maduro a través del desarrollo del corazón. El segundo nivel de educación es elevar su capacidad para crear relaciones auténticas, que son centradas en el amor verdadero y para entender el comportamiento apropiado. Esta “educación de las normas” apoya el desarrollo creando estas relaciones auténticas, porque están basadas en el amor verdadero. El tercer nivel de educación, de hecho el factor dominante en la educación moderna, es adquirir conocimientos y pericia tecnológica para seguir una carrera. Estos tres niveles de educación forman una pirámide cuya base es el desarrollo del corazón. Sin embargo, en realidad la educación moderna se percibe más como una pirámide invertida con un gran énfasis en el rápido aprendizaje de mucha tecnología e información, mientras que descuida las demás dimensiones de la educación. Una mirada equilibrada hacia la educación dará prioridad a la educación del corazón y a la “educación de las normas” como base para la educación intelectual y física. El punto principal de la personalidad de un niño es su habilidad de relacionarse con los demás con amor verdadero. El amor verdadero significa vivir por los demás sin calcular sus recompensas personales. Cuando uno aplica esta clase de amor en la relación entre hombre y mujer, de forma natural se aplica la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad conyugal inseparable dentro del mismo. Si la motivación está basada en principios morales, la persona siempre actuará en el mejor interés de las personas a quienes ama, sin perjudicar jamás su salud, sus metas futuras o la integridad personal. Una persona experimenta el amor verdadero con los llamados “Cuatro Reinados del Corazón.” Primero: el corazón filial hacia sus propios padres en respuesta a su amor incondicional y sacrificado. Segundo: el corazón de amor y amistad mutua entre hermanos y entre compañeros. Tercero: el corazón del amor conyugal entre marido y mujer. Cuarto: el corazón de amor paterno incondicional hacia sus propios hijos. Al desarrollar estos Cuatro Reinados del Corazón, una persona se convierte en un hombre o una mujer de buen carácter, encarnando el amor verdadero. Por consiguiente, la familia se convierte en la base para la felicidad, la vida y los ideales humanos. Los padres tienen el deseo de enseñar a sus hijos y mostrarles como convertirse en hijos e hijas del deber y la piedad filial, así que pueden amar y respetar a sus padres y, como consecuencia, amarán a sus maestros y mayores. Para alcanzar la piedad filial verdadera, la persona tiene que servir a su familia y sacrificarse por ella. Practicando esta forma de vida y además siempre estando listo para sacrificar a la familia por el bien de la comunidad y la nación, la persona se convierte en un ciudadano y patriota verdadero. Una persona que está dispuesta a sacrificar su vida mostrando valores universales para el beneficio de la humanidad, se llamará “santo” o “sabio”. En la familia, los padres tienen tres roles de sujeto: como padres verdaderos, maestros verdaderos y líderes verdaderos. El punto central para el cumplimiento de estos roles es el amor verdadero. El amor verdadero es un amor incondicional y sacrificado; la persona se invierte, se olvida de lo invertido y continua dando sin expectativa de obtener alguna recompensa. El mejor ejemplo de esta forma de amor son los padres, que viven altruistamente para el beneficio de sus hijos. Viviendo de acuerdo a tal estándar, las personas se convierten en padres verdaderos. El rol del padre o de la madre es a su vez un rol de maestro verdadero. Esto significa la enseñanza de valores morales, y además significa ser un ejemplo para los demás integrantes de la familia. Adicionalmente, el rol paternal se expande y se convierte en liderazgo verdadero. Esto se logra mientras uno guía a sus hijos en la dirección justa y, al mismo tiempo, mantiene el sentimiento de altísima responsabilidad con respeto a la vida y al futuro de la familia. En la sociedad se aplican estos roles. Por ejemplo, en primer lugar, un maestro puede ser también un padre verdadero, mostrando su corazón paternal hacia el alumno y amándole como a su propio hijo. En segundo lugar, los maestros tienen que ser maestros verdaderos. Esto implica guiar a los alumnos en la dirección justa, tanto con enseñanza como con el ejemplo personal. Finalmente, un maestro, siendo un líder verdadero, siente responsabilidad por el bienestar físico y moral de los alumnos a su cargo, tal como un padre se siente responsable por el bienestar en general de sus hijos. Lo mismo se puede decir de toda persona que sea responsable tanto por un grupo reducido como por una nación entera. El trabajo en conjunto de la familia, la escuela y la comunidad desarrolla el carácter moral de los jóvenes; así una sociedad cívica se formará y una verdadera civilización espiritual puede lograrse. De tal manera, se enriquecen el hogar, la escuela y la comunidad porque trabajan unidos para un propósito común. Ahora, en los primeros años del siglo XXI, toda la humanidad está esperando el amanecer de una nueva cultura mundial de paz y unificación. Ya que el siglo XX fue la época de grandes avances científicos, tecnológicos y económicos, el siglo XXI tendrá que ser la era de un renacimiento espiritual y mundial. Nuestra experiencia del siglo XX nos mostró, que solo avances científicos, tecnológicos y económicos no forman las condiciones apropiadas para lograr la paz, armonía y felicidad verdaderas. Mas bien necesitamos una nueva filosofía universal que esté basada en valores esenciales, que promueva la creación de familias verdaderas, sociedades sanas y naciones capaces de convivir en un mundo de paz y unificación. Buscamos los valores que representen lo mejor de las filosofías espiritualistas como así también de las materialistas, de los caminos tradicionales y los contemporáneos; y de las maneras orientales en contraste con las occidentales. Tratando de integrar estas ideas complementarias, se puede encontrar una base más completa para apreciar y aplicar los valores morales y éticos. Los jóvenes necesitan un cálido ambiente familiar, en el cual puedan desarrollar sus conciencias y corazones de amor verdadero para realizar de esta manera sus esperanzas y sueños. La conciencia fuerte y pura es la base para la excelencia académica, los logros personales, la estabilidad dentro de la familia y la ciudadanía verdadera. Esta conciencia siempre guía a la persona para hacer lo correcto. Sin embargo, el ambiente moralmente corrupto hace que la conciencia no pueda trabajar adecuadamente. Como padres, maestros y líderes tenemos la responsabilidad de primero purificar y liberar a nuestra propia conciencia; luego tenemos que ayudar a nuestros jóvenes a seguir nuestro ejemplo. Los jóvenes que logren tener una conciencia pura y practicar el amor verdadero, se esforzarán en llevar una vida ejemplar, con lo mejores deseos y la buena voluntad de vivir por el beneficio de los demás. Esto es un punto esencial para lograr una sociedad cívica y una civilización verdaderamente rica espiritualmente. INTRODUCCIÓN Diapositivas 1 y 2: Los padres y maestros en todo el mundo están discutiendo acerca de cómo podemos educar a nuestros hijos para que se conviertan en ciudadanos responsables en esta era de cambios constantes. La ruptura de la familia y las “enfermedades” sociales que le acompañan, son una preocupación mundial. La humanidad esperaba que los avances científicos, tecnológicos y económicos trajeran una felicidad humana más profunda, pero ahora podemos ver que esto no es siempre el caso. Muchas sociedades están pasando por graves rupturas sociales. Algunos astronautas, quienes vieron a nuestro planeta desde el espacio, experimentaron un sentimiento profundo de “unidad terrestre”, o sea, el entendimiento del planeta como hogar de toda la población humana. Justo este elevado sentimiento de identidad nos da la esperanza de erradicar los prejuicios que hay con respecto a la raza, creencia, sexo y clases sociales que nos dividen todo el tiempo. ¿Entonces, que tenemos en común? Las circunstancias externas son muy distintas en diferentes lugares del mundo, pero sí compartimos una base ética común. Valores tales como la justicia, la amabilidad y el respeto a la verdad están reconocidos y respetados en todo el mundo y sobrepasan culturas, nacionalidades, idiomas, religiones y razas. Todos los seres humanos reconocen tales valores universales como buenos y deseables, sin embargo, nuestra reciente historia desafiaba a nuestros ideales. Veamos el siglo XX. Diapositiva 3: Sabemos que el mundo cambió dramáticamente en los últimos cien años, para bien en la mayoría de los casos. La ciencia y la tecnología moderna elevaron el nivel de vida materialmente. Los desarrollos en la medicina eliminaron muchas enfermedades que atormentaron a la humanidad tiempos atrás. Los avances en el transporte y en las comunicaciones ayudaron a comunicarnos con mucho más facilidad, que en cualquier época. Rápidos desarrollos, especialmente en el uso de Internet nos cambiaron la forma de comunicación y los negocios. Podemos decir, que los avances en las ciencias y la tecnología representan lo mejor del siglo XX. Diapositiva 4: Al mismo tiempo, aún cuando la tecnología nos facilitó la comunicación y el aprendizaje sobre el prójimo, existe poca evidencia de que logramos convivir de forma mejor. El lado oscuro del siglo XX vivió sangrientos conflictos de tamaños nunca visto antes. Murieron más personas en las guerras del siglo pasado, que en el conjunto de todos los siglos anteriores. La segunda parte del siglo XX fue dominada por la Guerra Fría entre superpoderes que llevaron el mundo al borde de la aniquilación. A finales del siglo se terminó la Guerra Fría, pero los conflictos regionales todavía están amenazando grandes partes de la población mundial. Diapositiva 5: La segunda parte del siglo XX también presenció el desarrollo gradual de otra gran crisis fundamental, sin embargo poco visible: el colapso de la vida familiar. Hoy en día esta crisis tiene proporciones casi epidémicas y todos los países del mundo están afectados. Hay mucho abuso hacia la mujer y los niños; hay un alto nivel de infidelidad en el matrimonio, como así también un altísimo grado de divorcios. La juventud se encuentra cada vez más alejada de sus padres, mientras el respeto entre marido y mujer ya casi no existe. Las personas son cada vez más y más absorbidas por sus propios problemas. El declive de la familia está aumentando más en los países prósperos que en los países subdesarrollados, por eso existe el pensamiento generalizado de que cierta prosperidad económica combinada con libertad política ya resolverá los problemas, pero esto es un pensamiento demasiado ilusorio. Tenemos que considerar razones más fundamentales para la causa del decline de la familia que solamente los problemas económicos. Las familias son como las células de la sociedad humana. Si las células contraen alguna enfermedad, eventualmente el cuerpo entero sufrirá. Diapositiva 6: La desintegración familiar en las últimas décadas también llevó consigo un aumento en los problemas juveniles. Sin la influencia educativa de fuertes lazos familiares, los jóvenes en países ricos explotaron las posibilidades de riqueza y libertad para experimentar con drogas y el sexo libre. Esta “cultura juvenil” recientemente se expandió por todo el mundo y trajo también los problemas del SIDA, otras enfermedades de transmisión sexual, la drogadicción, el crimen y la violencia juvenil. LAS INFLUENCIAS COMPARATIVAS EN LA VIDA DE LA JUVENTUD En los EE.UU. el decline de la fuerza moral de las familias y sus efectos en la juventud durante la segunda parte del siglo XX se hace muy visible observando un estudio hecho por la Universidad del Estado de Michigan. Este estudio nos muestra que entre los años 1950 y 1990 hubo un cambio total en las influencias que los jóvenes consideraron de mayor importancia para sus vidas. Unos cincuenta años atrás, las influencias más importantes eran los padres y el ambiente hogareño; a esto le seguía la escuela, la iglesia, los amigos y la televisión. En el año 1990 los amigos y la televisión se convirtieron en las influencias más importantes de la juventud. Se entiende, que unos compañeros de escuela inmaduros y programas televisivos motivados solamente en recaudar ganancias, nunca pueden reemplazar al amor, el cuidado y la guía moral de padres preocupados y de un cálido ambiente hogareño. 1 Diapositiva 7: Para comprender los cambios profundos que ocurren en nuestros jóvenes, sirve un estudio comparativo entre los problemas que existían en escuelas estadounidenses en 1940, con los que se enfrentaban en 1990. Los problemas bien conocidos, tales como, hablar sin autorización y correr en los corredores, fueron reemplazados por problemas más graves, como por Ej. el uso de las drogas, el suicidio, el robo y el asalto. Los Estados Unidos experimentaron este espantoso comportamiento en su forma más terrorífica con olas de tiroteos en las propias escuelas. Históricamente tres instituciones sociales compartieron la tarea de la educación moral: la familia, las agrupaciones religiosas y las escuelas. Cuando las escuelas ya no sirven más para comunicar los valores morales y la familia como institución se derrumba, la sociedad enfrenta un problema muy grave. Los gobiernos nacionales hacen esfuerzos para tratar de solucionar los problemas sociales que son, a su vez, el resultado de una crisis de valores, pero estos esfuerzos por lo general tienen muy poco éxito. Diapositiva 8: Desde 1960 hasta 1990 el gobierno de los Estados Unidos aumentó sus gastos para solucionar problemas sociales en un 500 %. A pesar de estos gastos enormes, en el mismo periodo hubo un incremento de 500 % de crimen violento, un incremento de 400 % de nacimientos extramatrimoniales, un incremento de 400 % de divorcios, 300 % más de niños que viven en hogares con solo un padre o una madre y un aumento de 200 % de suicidios de adolescentes. Aun los mil millones de dólares que se gastan en programas socio-económicos no pudieron mejorar estas situaciones. Por supuesto, se necesita dinero, pero solamente el dinero no puede solucionar los problemas. Los líderes entienden que estos problemas agravados tienen que encontrar una solución fundamental. Las preguntas básicas que tenemos son asuntos más internos, involucrando la mente y el corazón, lo que es beneficioso para el ser humano y lo que es nocivo; las preguntas sobre el bien y el mal; sobre lo justo y sobre lo equivocado. Estas preguntas son de carácter moral. Diapositiva 9: El historiador británico Arnold Toynbee escribió en su libro “Civilización bajo Juicio”: “Si el poder material aumenta, entonces nuestra necesidad por un enriquecimiento espiritual y entendimiento de las virtudes tiene que aumentar también para usar nuestros poderes para el bien y no para el mal... Nunca fuimos lo suficientemente adecuados como para manejar nuestro poder espiritual y hoy en día la brecha moral es... más grande que en cualquier momento anterior.” 2 Podemos decir que en el corazón del problema humano está el propio corazón humano. La solución del problema humano no llegará con avanzadas tecnologías o programas gubernamentales. Una buena sociedad humana se formará solamente creando seres humanos de buen carácter. ¿Cómo se puede lograr esto y cual será el rol de la educación? Estos son los dos puntos de nuestra presentación. El carácter es la base para todo lo que hacemos en nuestras vidas. Crea las condiciones sobre las cuales utilizamos nuestras habilidades y pericias, por ende en esta presentación se va a enfatizar la importancia de la educación moral. No es un concepto nuevo. Al contrario, tiempos atrás la educación moral fue considerada como un aspecto fundamental en la educación pública. Sin embargo, como vamos a ver en la presentación de “desarrollos en la educación estadounidense”, hay una gran tendencia en las últimas décadas, de dejar a un lado el inculcar valores específicos en la juventud. En nuestra opinión, aún en la sociedad más abierta, existen ciertos valores universales que se pueden enseñar sin oprimir los derechos personales. Al final ofrecemos una propuesta de una educación integral equilibrando valores, habilidades y conocimientos compartidos. Diapositivas 10 y 11: PARTE 1 – La Prioridad De Una Educación Moral Para entender la necesidad de una educación del carácter tenemos que mirar la naturaleza humana. Diapositiva 12: El ser humano tiene dos aspectos fundamentales. Por supuesto, todos tenemos un cuerpo, pero también hay algo más. Reconocemos una dimensión no física y le llamamos de distintas formas: la mente, el espíritu o el carácter. Diapositiva 13: Las dos dimensiones del ser humano nos obligan a buscar dos juegos de valores que le corresponden. Primero: con el enfoque en nuestros cuerpos tenemos deseos y necesidades físicas. La comida, la buena salud y una vivienda agradable son las necesidades más básicas que tenemos. Además, buscamos la riqueza para alcanzar niveles más altos del confort físico y para obtener un control mayor sobre nuestras vidas. Por el otro lado nos encontramos con nuestra mente que, guiada por nuestra conciencia, busca valores morales y espirituales, como la verdad, la belleza, la bondad y el amor verdadero. La satisfacción interna viene cuando uno puede encontrar o realizar estos valores. Muchas personas creen equivocadamente que la satisfacción interna ya viene con la búsqueda de valores materiales. Sin embargo, esta satisfacción es pasajera e incompleta. Esto se debe a que no podemos negar nuestra dimensión espiritual. La educación tiene que reconocer las dos dimensiones del ser humano. Solamente así estamos guiando a los jóvenes por el camino de la felicidad verdadera y eterna. Diapositiva 14: Declaramos que existen dos aspectos de la educación: la “educación moral y ética”, que se necesita para que la persona entienda los valores de la verdad, la belleza, la bondad y el amor, los cuales crean la base de un buen carácter; y lo que se podría llamar la “educación convencional” (la educación académica, técnica y profesional; la educación artística y el entrenamiento físico), es decir, todo aquello que ayuda a la persona para seguir metas practicas, o sea, una carrera, obtener riquezas, una vida cómoda, la buena salud y un buen nivel social. Diapositiva 15: De las dos dimensiones de educación, la ética y la moral seguramente es la más importante. Las dos dimensiones tendrán que relacionarse como la mente y el cuerpo. De la misma manera en que nuestra mente tiene que guiar y controlar a nuestro cuerpo, así también la moral y la ética tendrán que guiar y controlar el uso del conocimiento práctico, de las habilidades y de cualquier otra actividad. De otra forma seremos individuos inmaduros, egoístas y como sociedad podríamos mal usar el conocimiento y la tecnología hacia propósitos egoístas. Diapositiva 16: Se entiende que la educación siempre estuvo enfocada en transmitir el conocimiento a la próxima generación, con el fin de elevar las personas para que sean capaces de desarrollar nuevos horizontes en las disciplinas elegidas. Queremos que nuestros jóvenes hereden el conocimiento acumulado de toda la humanidad. También queremos que hereden los valores más altos de nuestra cultura. De esta forma la educación tradicionalmente estuvo enfocada en enseñar a los jóvenes cierto estándar moral con responsabilidad social, preparando a la próxima generación para convertirse en ciudadanos y líderes responsables. Finalmente podemos ver que la educación siempre estuvo enfocada en el desarrollo, tanto intelectual como moral. LA EDUCACIÓN MORAL TRADICIONAL Los Peregrinos de los Estados Unidos creían que la misión central de la educación era “engrandecer el carácter moral de la sociedad”. Noah Webster escribió en 1790: “La educación, pensando en términos amplios, forma el carácter moral del hombre, y la moral es la base para el gobierno... Es mucho más fácil introducir y establecer un sistema funcional para preservar la moralidad, en vez de corregir de forma penal las anormalidades de un mal sistema... El único método practico para reformar la humanidad es comenzar con los niños.” 3 Los alumnos de tiempos pasados aprendieron a escribir copiando frases como: “El empleo previene el vicio”, “La alabanza sigue el empeño” y “La justicia es un derecho común”. 4 Por varios siglos, estudiantes Chinos memorizaban y copiaban frases de los libros clásicos de Confucio, como por ejemplo: “Con ocio en la juventud, el arrepentimiento no tarda mucho”, “Donde hay fuerza de voluntad, también hay un camino” y “La intolerancia hacia pequeños insultos, arruinarán grandes proyectos”.5 La meta de la educación clásica era desarrollar en el niño un carácter y una actitud definida y específica. Una descripción de Platón sobre la educación en la Grecia antigua nos muestra lo siguiente: “La educación empieza con los primeros años de la niñez. Desde el momento en que el niño entiende cuando se le habla, el padre y la madre tienen que esforzarse para lograr que el niño sea lo más bueno posible, o sea que con cada palabra y acción tienen que mostrar lo que es bueno y lo que es malo, lo que es honorable y lo que no es honorable... Más adelante lo mandarán a maestros a que les enseñen a tener una buena conducta, mucho más que aprender a leer y escribir. Los maestros hicieron eso, tal cual... Pusieron en las manos de los alumnos obras de grandes poetas que ellos tenían que leer y aprenderlas de memoria, en sus banquillas escolares. Estas obras están llenas de instrucciones, de historias y alabanzas sobre hombres famosos de tiempos pasados; la meta definitiva se constituye en el hecho de que el niño tendrá que admirar e imitar, haciendo sus esfuerzos para convertirse en uno de ellos”.6 Diapositiva 17: PARTE 2 – Las Tendencias en la Educación Moral de los Estados Unidos Ahora vamos a ver los recientes desarrollos en la educación moral. ¿Cómo fue nuestro empeño en los últimos años para transmitir nuestra moral y ética? Vamos a examinar algunas tendencias en el sistema educativo de los Estados Unidos, ya que esto influye a muchas partes del mundo. A. UN COLAPSO DE LOS VALORES TRADICIONALES Diapositivas 18 al 20: En la década de los ‘60, se podía ver claramente en el hemisferio occidental el colapso total de los valores que tradicionalmente estaban enfatizados por la educación. Era el tiempo de la revolución sexual y la cultura de la droga, en la cual la juventud aprendió a desafiar todo lo que era autoridad. La idea de los valores absolutos e incambiables fue rechazada, se reemplazó por un cierto relativismo moral sin distinciones bien definidas entre el bien y el mal. Todo eran asuntos debatibles. Poco después, el individualismo egoísta se puso de moda. De repente los derechos individuales eran más importantes que la responsabilidad personal hacia la sociedad. Los valores del sacrificio y la auto-negación ya no eran más necesarios, hasta fueron considerados una filosofía poco inteligente de la vida. La cultura popular creó este punto de vista. Diapositiva 21: Los cambios culturales tenían un impacto muy fuerte en el ámbito de la educación. Muchos profesores adaptaron la actitud de “valores neutrales” o sea insistían en que no había que “imponer” su sistema de valores a los alumnos. Había que respetar el punto de vista de cada persona, no importa cuál fuese. Al mismo tiempo se notaba una baja en la influencia religiosa con sus enseñanzas morales. La desconfianza contra toda autoridad se hizo notar en las aulas también, de repente los maestros no eran más ejemplos y guías morales, sino solamente transmisores de la materia educativa. Diapositiva 22: LAS RAÍCES FILOSÓFICAS DE LA CLARIFICACIÓN DE VALORES La clarificación de valores tiene sus raíces en la psicología humanista estadounidense. Una nueva forma de mirar a la ayuda emocional fue presentada por Carl Rogers, él la llamó “la terapia centrada en el cliente”. En este enfoque, el terapeuta no da consejos, sino que se hace eco de los pensamientos y emociones del paciente tan objetivamente como sea posible. La meta es que el paciente pueda encontrar soluciones para sus problemas dentro de sí mismo, haciendo visibles sus metas, deseos y valores más profundos. Estas “auto-realizaciones” pueden ayudar en motivar a una persona a clarificar y cambiar sus actitudes y comportamientos. Para aplicar este enfoque también con los niños, como recomendó Carl Rogers, hay que presumir que los niños son capaces de desarrollarse en capacidades morales, que no necesitan aprender ningún código moral de la sociedad. 7 El punto de vista de Rogers está basado en la filosofía del “Romanticismo” del filósofo JeanJacques Rousseau. De acuerdo al Romanticismo los niños son buenos ya de por sí, pero la sociedad los corrompe. Si solamente les permitieran a los niños crecer en un ambiente natural, sus virtudes florecerían. Diapositivas 23 y 24: Estos factores culturales eran una fuerte influencia para los nuevos métodos de educación, tal como la llamada “clarificación de valores”. Este nuevo enfoque se presentó en las escuelas por primera vez en 1966 con la publicación de “Los Valores y La Enseñanza”, del autor Louis Raths, profesor de la Universidad de Nueva York. Según su punto de vista, a los alumnos no había que llevarlos hacia una elección moral bien definida, sino que podían “clarificar” su posición con cualquier asunto. No importa si se la merecía o no, cada opinión era considerada tan importante como cualquier otra. El método en el cual los adultos tendrían que inducir a sus niños directamente hacia lo bueno y evitar lo malo, o solamente influenciarles en sus posiciones de valores, fue rotundamente rechazado. De tal manera, las elecciones morales se convirtieron en preferencias, ni buenas, ni malas, solo distintas. El ejemplo hipotético que sigue nos muestra como la clarificación de los valores funciona en la práctica. El maestro pregunta a una alumna: “Sally, ¿cuál es tu punto de vista acerca del sexo antes del casamiento?” Sally responde: “Yo creo que el matrimonio es sagrado y que hombres y mujeres no deberían tener sexo antes de casarse. Tienen que ser leales el uno al otro, manteniendo un compromiso para toda la vida.” “Muy bien, Sally,” responde el maestro. “Bueno, John, ¿cuál es tu punto de vista?” “Yo pienso que las personas tienen que ser libres para experimentar; pues quedar atrapado con una persona es demasiado pequeño.” El maestro responde: “Muy bien John, aclaraste tus valores.” Al enseñar el respeto hacia todos los valores, las escuelas estadounidenses en realidad no enseñaron ningún valor, y como consecuencia, tenemos graduados que tienen gran dificultad en distinguir entre el bien y el mal. Diapositiva 25: El resultado de este enfoque es “relativizar” las enseñanzas morales tradicionales, que se presentan como “anticuadas” y poco reales para los tiempos que corren o si no como una intrusión autócrata en el ámbito de las elecciones personales. Este enfoque también desautoriza a los padres y al rol importante que juegan en el crecimiento del niño. A los alumnos se les enseña a dudar de toda autoridad, inclusive de los propios padres. Diapositiva 26: Podemos entender porqué la metodología de la clarificación de valores era tan popular cuando fue presentada primero en los años sesenta, en un ambiente en donde toda autoridad fue criticada. Era una enseñanza mucho más interactiva que la de sus predecesores, ya que estimulaba la participación de los alumnos. Animaba a los alumnos a pensar críticamente y a desafiar las tradiciones y opiniones existentes. Alentaba a una multitud de opiniones tolerando puntos de vistas diferentes y se iniciaron discusiones animadas sobre los asuntos del día. Diapositiva 27: Esta versión de metodología parece más apropiada a los tiempos modernos que la forma antigua de instrucción directa. En las sociedades democráticas en el mundo entero, se espera, y en verdad, se exige de los jóvenes una opinión en las discusiones vigentes. Este enfoque logra que el alumno se responsabilice y tome parte activa en su propio aprendizaje, o sea, no recibe la información a la fuerza. Sin embargo, para que sea efectivo y beneficioso debe estar envuelto en un ambiente moral. De otro modo, puede llegar a tener resultados desastrosos si no hay normas morales bien entendibles y si se considera cada punto de vista igualmente válido, aún cuando el punto de vista sea antisocial. EL APRENDIZAJE A TRAVÉS DEL DIÁLOGO El método de educación sin directivas es tan antiguo como Sócrates y Confucio. El diálogo de Sócrates a través de preguntas era un método para captar los valores del estudiante. Confucio preguntaba y alentaba constantemente a sus alumnos para hacerles conocer el punto de vista de cada uno. Él decía: “Solo a aquel que está lleno de ansias voy a enseñar, solo a aquel que esta “burbujeando” con excitación voy a deslumbrar. Si yo les muestro una esquina y no me pueden mostrar las otras tres, no voy a continuar la lección”.8 Una parte crucial del método non-directivo de Confucio era su evaluación; él discutía las repuestas con sus alumnos y los evaluaba contra un estándar moral. Sócrates no usó su método de enseñanza con menores de treinta años. Los métodos son todavía muy útiles para la instrucción moral positiva, siempre y cuando se examine y evalúe las relaciones con los valores morales. Diapositivas 28 al 31: Hoy en día, décadas más tarde, los educadores reconocen las limitaciones y fracasos de la clarificación de valores. Aún cuando este sistema alentaba a los jóvenes a expresarse y pensar críticamente, al no enseñar un estándar moral bien claro, no fue exitoso en crear hombres y mujeres de carácter. En vez de eso, había personas mediocres que toleraban la inmadurez y la inmoralidad. Finalmente, la clarificación de valores fue un fracaso, porque se cometió el error de tratar a los estudiantes juveniles como adultos, quienes solamente necesitaban clarificar sus sensatas opiniones ya formadas. Ignoraba por completo que tanto los niños, como así también muchos adultos, necesitan ayuda en primer término para formar sus sensatas opiniones. REMORDIMIENTOS SOBRE LA NEUTRALIDAD DE VALORES Merrill Harmin, una de las líderes del grupo de la clarificación de valores, con el paso del tiempo expresaba remordimiento sobre su impacto: “Nuestro énfasis con relación a la neutralidad de valores probablemente hizo mucho daño a la moralidad tradicional... Reflexionando sobre el asunto, probablemente podría haber sido mejor si mostrásemos una imagen más equilibrada... Hay sentido en declarar que la verdad es mejor que el engaño; cuidar es mejor que lastimar; la lealtad es mejor que la traición y compartir es mejor que explotar.”9 Un maestro en Amherst, Nueva York, relató: “En mi opinión, dejar a los chicos solos para que descubran sus propios valores es como ponerles en un laboratorio químico diciéndoles: ‘Bueno chicos, descubran sus propios limites.’ Si estallan, podemos decir que se fueron en una búsqueda auténtica hacia el ser verdadero.” Diapositiva 32: Con respecto a lo dicho anteriormente, podemos resumir las razones del porqué la educación tradicional perdió su influencia tanto en los Estados Unidos, como en otras partes del mundo: 1. Por el aumento del relativismo moral, la neutralidad de los valores se ha hecho la norma en el proceso educativo. 2. Se daba por entendido que el pluralismo de la sociedad moderna impedía la enseñanza de valores comunes o universales. 3. Como la sociedad estaba más alerta y en conexión con el tema de las doctrinas religiosas en las escuelas, también se miró la enseñanza de valores de forma negativa. Quedó la triste sensación de que la enseñanza de valores también era una forma sutil de promulgar diversas religiones. 4. Muchas personas creen que el pluralismo requiere tolerar y aceptar cualquier creencia o forma de vida. El fracaso de no haberlo hecho se miró como indicación de fanatismo e intolerancia. B. EDUCACIÓN DEL CARÁCTER Diapositiva 33: Enfrentando el abandono de la educación moral y sus consecuencias desastrosas en la vida de los jóvenes, muchos Estadounidenses empezaron a criticar duramente el sistema de las escuelas públicas, hasta trasladaron a sus hijos a escuelas privadas y caras, donde se enseñaban los valores morales tradicionales o se inclinaban por la enseñanza hogareña. Al mismo tiempo, apareció a finales del siglo pasado, en los años ’90, un creciente movimiento que se enfocaba en la educación moral en las escuelas públicas con el nombre de “educación del carácter”. La educación del carácter fue definida como “un esfuerzo premeditado para desarrollar un buen carácter, basado en virtudes esenciales tanto para el individuo como así también para la sociedad.” 10 En los Estados Unidos un creciente número de escuelas empezó con programas de educación del carácter. Se estima que una tercera parte de las escuelas publicas estadounidenses están considerando o ya iniciaron esta forma de programas de educación del carácter.11 Ahora vamos a tratar los valores universales. ¿Qué son y cómo podemos reconocerlos? Diapositivas 34 y 35: El carácter consiste de “valores en acción”. Las personas de buen carácter pueden juzgar qué es lo correcto para luego hacer lo correcto. Los valores pueden ser morales o no-morales. En esta presentación, nos enfocaremos en los valores morales, que vienen acompañados de obligaciones, tales como la honestidad y la responsabilidad. Los valores morales nos transmiten cómo tendríamos que actuar y nos sentimos obligados a cumplir con ellos, aún si no nos convienen en lo personal. Los valores no-morales, como por ejemplo, escuchar música, no vienen con esta obligación. Además se pueden dividir los valores morales en universales y no-universales. Los valores universales (como el trato a toda persona con justicia y respeto hacia su vida, su libertad e igualdad) nos obliga a todos a ejercer dichos valores en donde sea, para reafirmar nuestro mérito y nuestra dignidad. LO COMÚN EN LA EDUCACIÓN MORAL El escritor británico C.S. Lewis ofreció una defensa para los valores universales de tal manera: “Yo sé que algunos dicen... las diferentes civilizaciones y los tiempos distintos tenían una moralidad muy diferente. No es así... Si alguien se toma el trabajo de comparar las enseñanzas morales entre los Egipcios, los Babilonios, los Hindúes, los Chinos, los Griegos y los Romanos, lo que le va a sorprender es cuán parecidos son unos a otros y también a los nuestros... Piensen, lo que podría significar una moralidad totalmente distinta. Piensen en un país en el cual se admirase a las personas que abandonan una batalla o donde una persona se sintiese orgullosa de engañar a todos los que le traten muy bien. Sería lo mismo que imaginarse un país en donde 2 mas 2 son 5. Los hombres tenían sus diferencias en cuanto a con quien hay que ser altruista, o sea, con la familia, con sus compatriotas o con cualquier persona; pero todos siempre estaban de acuerdo en que no se puede poner en primer plano a sí mismo.” 12 Diapositiva 36: ¿Cuáles son los criterios para reconocer a un valor universal? 1. Tendría que pasar por la prueba de la inversión: si yo te hago algo, ¿cómo me sentiría, si vos me haces lo mismo a mí? Para pasar por esta prueba, uno tiene que respetar la propiedad de su prójimo, no tomando lo que pertenece a otra persona. Otra prueba para obtener la validez universal es la generalidad: ¿Es bueno si todos lo hacen? 2. Un valor universal también se impone a la conciencia: se tiene que sentir bien tanto para la intuición, como para la razón. Aún los alumnos escolares entienden los valores, cuando por ejemplo un niño grita: “¡Él me golpeó primero!” Instintivamente saben que el que provocó la pelea es el más culpable. Diapositiva 37: 3. Además, un valor universal a largo plazo trae beneficios para el individuo y para la sociedad. El refrán “la honestidad es la mejor línea de conducta” nos enseña, que aunque a veces es más conveniente mentir o esconder la verdad, a largo plazo este comportamiento alimenta desconfianzas y resentimientos que muchas veces terminan en conflictos y destrucción. 4. Los valores universales se encuentran mundialmente, en una gran diversidad de culturas. 5. A través de la práctica de los valores universales se nutre un carácter virtuoso. Diapositivas 38 al 41: En resonancia con los ideales más altos de la naturaleza humana, un valor universal se puede reconocer aún entre las sociedades humanas más diversas. Una acción heroica de autosacrificio, como por ejemplo, arriesgar la vida para salvar un niño hundiéndose en un río, se honra tanto en el Oriente como en el Occidente; tanto en una sociedad moderna industrializada, como en una tribu aborigen. El reconocimiento de la existencia de valores universales es la base del movimiento contemporáneo educativo del carácter; permite responder a objeciones contra la educación moral. La descripción de los valores universales permite también hacer una critica efectiva contra el relativismo y nos abre la puerta para una educación moral aún en las sociedades más liberales. Además, estos valores son la base para una educación moral distanciada de la enseñanza religiosa. Diapositiva 42: PARTE 3 – Las Metas de la Educación Finalmente consideramos un equilibrio apropiado entre los dos aspectos de la educación: la educación del carácter y la educación hacia una carrera. Ya hemos propuesto antes que los dos tienen que relacionarse como la mente y el cuerpo; con los valores guiando a las acciones. Ahora analizamos detalladamente los componentes de un enfoque verdaderamente equilibrado, que considera también el desarrollo de la persona completa, o sea, físicamente y espiritualmente, mentalmente y emocionalmente, moralmente e intelectualmente. Es importante mencionar que el concepto que tiene la Fundación Educativa Internacional no está limitada a las instrucciones formales impartidas en instituciones de enseñanza. La educación, particularmente la educación moral, empieza en la temprana edad y se extiende hacia toda nuestra vida. Los sistemas educativos formales tendrán que respetar y armonizar con la enseñanza de vida integral que se encuentra en el ámbito familiar. Esta presentación tiende a alentar a padres, maestros y demás personas importantes en la vida de un niño, a tomar la responsabilidad como educadores morales. Diapositiva 43: Thomas Lickona, un líder del movimiento contemporáneo estadounidense de educación del carácter, escribió: “La educación tiene dos grandes metas: Ayudar a los jóvenes a hacerse personas astutas... y buenas.” LA EFICACIA DE LA EDUCACIÓN DEL CARÁCTER Los investigadores empezaron a evaluar la eficacia de los programas de educación del carácter y si con ellos aumentaba el nivel moral y los buenos modales de los jóvenes. Por ejemplo, el Proyecto del Desarrollo del Niño, un amplio programa de educación del carácter en la primaria de jornada completa, fue implementado en 46 escuelas en 4 estados de los EE.UU. y luego fue evaluado en tres distintos estadios. Los resultados muestran unos cambios positivos y sólidos en una esfera amplia de actitudes estudiantiles y en sus inclinaciones, sentimientos y comportamientos. Los campos de mejoramiento incluyen habilidades en la resolución de conflictos, preocupación por los demás, confianza y respeto para los maestros, una motivación pro-social, comportamiento altruista y un comportamiento positivo en general entre los alumnos. 13 Diapositiva 44: Sin duda, la meta de la educación es generar seres humanos decentes y competentes, que puedan brindar un mejoramiento para ellos y para los demás. Podemos dividir la meta de la educación en tres grandes aspectos: El aspecto individual: el desarrollo del carácter maduro. El aspecto social: el aprendizaje para construir relaciones éticas y armoniosas con los demás, empezando con la familia. El aspecto laboral: desarrollando sus habilidades y pericias para convertirse en un verdadero ciudadano productivo. A. UN CARÁCTER MADURO Diapositivas 45 al 47: Empezamos con la primera de estas metas: por el carácter maduro. Uno puede definir el carácter maduro como la inclinación interna que conduce a la conducta correcta. Nuestra recopilación de actitudes y hábitos capacita y facilita la acción moral. Cada tarea y cada logro muestran la marca de nuestro carácter. Además, como vamos a ver, un resultado al lograr el buen carácter, es la capacidad de amar a los demás y convertirnos en ciudadanos más productivos. El buen carácter entonces es la base para todo esfuerzo humano. DISTINTAS PERSONALIDADES UNIDAS EN EL CARÁCTER Hay una diferencia con importancia moral entre la personalidad y el carácter. Cada persona es un individuo único, con su propia personalidad. La personalidad es variable de persona a persona, como así también los talentos y las habilidades en general. Por otro lado, un tipo de carácter se puede encontrar en muchas personas. El carácter se forma con virtudes universales. Diapositiva 48: Cuando decimos que una persona tiene un buen carácter, por lo general queremos decir que él o ella tiene un buen corazón. El corazón es el núcleo del carácter humano. La motivación más profunda de todo esfuerzo moral surge del corazón. Particularmente, el corazón es la fuente del impulso fundamental para los lazos entre parientes. Justamente es el corazón que motiva a la persona a buscar la alegría de amar y ser amada; la satisfacción de valorar a un objeto y de ser valorado. El amor y el parentesco describen una necesidad humana tan fuerte como lo es la necesidad de comida y vivienda. De hecho, las personas están dispuestas a sacrificar ambas por causa del amor. El amor en su sentido más verdadero tiene una moralidad innata. Requiere acciones altruistas: el dar, el servir y el sacrificio de uno mismo para el bien del ser querido. El amor también tiene una ética innata, porque solo puede ser realizado en relación con otro ser humano. El criterio para determinar si nuestro amor es verdadero o falso, generoso o posesivo, altruista o egoísta, está basado en definitiva en lo que decide nuestra pareja. Por ende, para alcanzar el amor verdadero, nuestro corazón se complace en fomentar una personalidad y desarrollar un carácter con normas morales y éticas que puedan pasar el examen del amor. A razón de esta naturaleza del corazón, las personas rechazan los afectos superficiales e hipócritas, alaban a los matrimonios duraderos y también sienten repugnancia a las aventuras amorosas extra-matrimoniales. Diapositiva 49: Nuestro corazón se desarrolla desde el momento del nacimiento. Sin embargo, no es un proceso automático como es el crecimiento del cuerpo humano, sino algo que tiene que cultivarse como una planta que tiene que ser cultivada con amor y cariño para que crezca sana y hermosa. Uno necesita sus experiencias con el amor, para que el corazón se pueda abrir y conectarse internamente con los demás. Un corazón cultivado es un corazón con alto nivel de moralidad, por ende, uno tendrá que conocer personas que son ejemplos de moralidad, que sirvan como modelos a seguir. Además, uno tendrá que esforzarse en el cuidado de los demás, o sea, valorar y apreciar a su prójimo. Un corazón cultivado es un corazón altruista. El mejor ambiente para este crecimiento está en la familia, pero también las escuelas toman un rol importante en esto. Los maestros pueden ser una influencia muy importante en el desarrollo del corazón del niño y del joven adulto. Eso ocurre, cuando el maestro se conecta con los niños con un corazón paternal de interés y amor creando un ambiente confiable para el aprendizaje. Diapositiva 50: Por lo tanto, las personas maduras se distinguen por el hecho de que pueden amar y sacrificarse por los demás con un corazón sincero. Muestran un auto-control y pueden resistir a la tentación de seguir a impulsos egoístas, para practicar con consistencia el vivir por los demás. Sus palabras y acciones son uno. Muchas personas conocen lo correcto y hablan de lo correcto, pero fallan en practicar sus propias palabras. A estas personas llamamos hipócritas. Las personas con un carácter maduro viven según sus valores y los convierten en virtudes personales. Los padres, tanto como los maestros tienen la responsabilidad de convertirse en ejemplos morales. La primera parte de la educación se concentra en el desarrollo del corazón; el individuo muestra un carácter confiable y seguro en todas las relaciones y tratos que vendrán en el futuro. El cultivo del corazón es la primera dimensión de la educación que finalmente da frutos en un carácter maduro. También es el fundamento para obtener las otras dos dimensiones (social y laboral) de la educación. B. RELACIONES AFECTUOSAS Y LA FAMILIA Diapositiva 51 al 55: La segunda dimensión de la educación corresponde a la segunda meta de la educación: ayudar a las personas en desarrollar la capacidad de establecer relaciones éticas y afectuosas. El amor no puede ser separado de la ética, porque la ética determina la manera de vivir de forma apropiada con los demás. Construida sobre la primera meta, o sea tener un carácter maduro con la capacidad para el amor verdadero, una persona aprende a respetar el estándar y las reglas correctas para las buenas relaciones. La familia afectuosa y armoniosa es al mismo tiempo, la meta y el contexto central del entrenamiento y de la practica ética. La instrucción de las reglas y normas del comportamiento es la llave para la educación de la ética. El buen carácter solo nace con un curso de perpetua auto-disciplina, combinada con el esfuerzo de alcanzar un cierto nivel de buen comportamiento. El entrenamiento ético nos provee de un nivel apto como para guiar nuestras vidas personales y nuestras relaciones con los demás. Esta parte de la educación se ocupa del aprendizaje de reglas, el entrenamiento para obedecer estas reglas y el entendimiento del porqué de las reglas. La Regla Dorada: “Tratar a los demás como tu quieres ser tratado”, es una guía típica para una vida ética. PRINCIPIOS MORALES COMUNES Y RECONOCIDOS POR LAS PRINCIPALES CULTURAS MUNDIALES El mal puede ser superado por el bien: “Amen a sus enemigos y oren por aquellos que les persiguen” (Cristianismo). “El hecho bueno y el hecho malo no son lo mismo. Rechaza el hecho malo con uno mejor y verás, que aquel con quien tenías enemistad se convertirá en un amigo muy cercano” (Islamismo). “Conquista el enojo con amor. Conquista el mal con el bien. Conquista el mezquino con el dar. Conquista el mentiroso con la verdad” (Budismo). “Yo trato a los que hacen bien con la bondad y también trato a los que no hacen bien con la bondad. De tal manera se cumple la bondad” (Taoísmo). Lo que damos volverá a nosotros: “Las cenizas vuelven a la cara de aquel, que las tira.” (Proverbio Africano). “Lo que uno siembra, también cosechará” (Cristianismo). “Cualquiera que sea la aflicción que te visitará, será por obra de tus propias manos” (Islamismo). “El imprudente está consumado por sus propias obras, como uno quemado por el fuego” (Budismo). La responsabilidad por nuestros problemas de la vida comienza con uno mismo: “Practicando el tiro de arco tenemos algo parecido a los principios morales de la vida de un hombre. Cuando el flechero falla el centro, él busca la causa del fracaso dentro de sí” (Confucianismo). “El hombre tendrá que descubrir su propia realidad y no frustrarse en el intento. Porque lo tiene a su propio ser como su único amigo o su único enemigo” (Hinduismo). “¿Porqué miras la astilla en el ojo de tu hermano, pero no ves el tronco en tu propio ojo?” (Cristianismo). En la familia, la conducta ética incluye cumplir con nuestro apropiado rol según la posición que tenemos, ya sea como hermano mayor, hijo, hija, esposa, padre, etc. Significa aceptar la responsabilidad que acompaña a este rol, manteniendo la fidelidad matrimonial y el cuidado de la integridad familiar. Las escuelas se componen de redes de relaciones y responsabilidades. En el caso ideal, el nivel de la escuela se encuentra en armonía con el nivel de la familia. La educación, mirándola desde un estándar ético, se compone de un entrenamiento continuo de conductas, actitudes y maneras. Incluye el arte de crear la armonía en las relaciones de la vida diaria. Con esto también está involucrado el sentido de cuándo y cómo hay que seguir y cuándo y cómo hay que dirigir. Una persona ética puede relacionarse bien aun con personas de difícil convivencia. Las reglas de la ética no son fines en sí; ellos existen para facilitar relaciones afectuosas y para asegurar la armonía social. Así como viajar en auto es seguro y rápido sólo si se obedecen las reglas de transito, de la misma manera, las relaciones familiares solo pueden ser armoniosas y afectuosas cuando se entienden y observan las reglas éticas. Cuando la familia es una familia ética, la armonía y el amor auténtico pueden florecer entre los miembros familiares y extenderse a las relaciones en la sociedad. Con la educación moral y ética uno tendrá que producir el equilibrio entre el amor y las reglas. Puede parecer que actuar con un corazón afectuoso por un lado y actuar obedeciendo las reglas por el otro, sean opuestos. Después de todo, la naturaleza del amor se preocupa por el bienestar de los demás y por ende las expresiones del corazón amante están llenas de compasión y perdón. Por otro lado, las reglas éticas se entienden como exigentes, justas, estrictas e inflexibles. Sin embargo, estos componentes aparentemente opuestos de la educación moral y ética son complementarios y siguen el mismo propósito (implementar la bondad). El amor que nutre y cultiva el corazón de un niño, infunde la motivación y el deseo de comportarse bien. Las reglas éticas definen la buena conducta y son la guía para el entrenamiento hacia la bondad. Por ende, el amor y la preocupación para los demás pueden motivar en forma poderosa a una persona para seguir las reglas de buena conducta. Si uno es estricto consigo mismo dentro de las reglas, también es más confiable y puede relacionarse con honestidad e imparcialidad con los demás. El refinamiento del corazón y la educación del estándar ético tendrán que equilibrarse. Si la educación moral pone su énfasis en las reglas y carece del amor, se convierte en algo excesivamente duro y formal. Las personas educadas de tal manera, si bien son disciplinadas y confiables, carecen de compasión y de sensitividad. Pueden convertirse en personas egoístas que lastiman a los demás; también pueden tener dificultades expresando y recibiendo amor. Por el otro lado, la educación con un fuerte enfoque en el amor, pero débil con las reglas, puede tener como resultado jóvenes sin disciplina, caprichosos e irresponsables. Aun si poseen mucha compasión por los demás, no tendrán la suficiente fuerza de carácter como para mantener relaciones fieles y confiables que exigen el sacrificio, la perseverancia y la lealtad. Por lo tanto, la segunda de las tres metas de la educación, las relaciones éticas y afectuosas, requiere tanto un refinamiento del corazón, como así también la enseñanza de las reglas éticas. Las personas que son educadas de tal manera, entenderán de forma natural los principios éticos y vivirán según ellos; serán capaces de formar matrimonios fuertes, se convertirán en padres eficaces y generalmente vivirán por un propósito con ideales más altos. Las dos dimensiones de la educación, el refinamiento del corazón y la educación de las normas, juntas, se consideran como la educación ética y moral o la educación del carácter. La educación moral y ética es la base de toda educación. C. DOMINIO Diapositivas 56 al 60: Vamos a considerar ahora la educación más convencional, a la que le llamaremos la “educación para alcanzar el dominio”. Todos tenemos deseos naturales de crear y dominar, que se cumplen con la educación, el entrenamiento y la practica. Esta dimensión de la educación involucra la educación académica, la adquisición de conocimientos en materias tales como por ejemplo las ciencias naturales y sociales, historia, matemáticas y literatura. También incluye la educación técnica en materias más prácticas, como por ejemplo ingeniería, medicina, leyes y computación. Finalmente también comprende la educación del arte y la educación física. La educación para alcanzar el dominio no es un fin en sí mismo, sino que fomenta el propósito más grande de educar ciudadanos productivos, que pueden alcanzar su potencial individual y así contribuir a la sociedad y al mundo entero. En la medida en que las personas desarrollan sus conocimientos, habilidades y pericias, tienen el potencial de ser cada vez más útiles y traer más beneficios para la sociedad en general (siempre y cuando tengan un carácter justo y mantengan relaciones apropiadas en sus familias, en la comunidad y con sus compañeros de trabajo). Basado en el buen carácter y con la guía de un corazón afectuoso, podemos equilibrar nuestros deseos para el éxito personal con el propósito más grande de traer beneficios para los demás. De tal manera, nuestro trabajo y nuestra creatividad pueden ser valiosos para la sociedad y el mundo entero. Tales personas nunca podrían permitir que sus ambiciones personales les llevaran a aprovecharse de los demás, mal usar el dinero público o cualquier otra actividad engañosa. El dominio y la moralidad tienen que entrelazarse necesariamente. No importa si trabajamos con nuestras manos o con nuestra mente; si trabajamos con personas u objetos; por igual, una conciencia fuerte con la capacidad de amar bien desarrollada, aseguran una contribución digna a la comunidad humana. Un buen doctor no solamente está lleno del conocimiento de la medicina, sino que también sabe tratar a sus pacientes con amor y respeto. Un gran músico no solamente tiene habilidades para la expresión creativa, sino que sabe elevar el espíritu de los demás con su arte. El dominio también está entrelazado con la ética. Los comerciantes tienen que tratar a sus clientes con honestidad. También los gerentes tienen que ser motivados por consideraciones éticas en el trato con sus empleados. Los abogados no tienen que aprovecharse de aquellos que les confíen. Aún si es muy importante, el dominio por sí solo no trae el éxito como resultado de un esfuerzo. Las actitudes del corazón, la habilidad en crear buenas relaciones y el trato ético y humano con los demás, nos proveen la guía moral necesaria para el uso de la pericia técnica y de esta manera beneficiar tanto a la sociedad como así también alcanzar cierto cumplimiento personal. De la misma manera, el dominio tiene que estar acompañado de la preservación del medio ambiente. El amor y el cuidado de la naturaleza son componentes de un carácter sano. Podemos imaginarnos que el planeta tierra es como una gran madre que nos provee de todos los elementos que nutren a nuestros cuerpos y nos mantienen con vida. Tendríamos que tratar a la naturaleza como tratamos a nuestra propia madre, con el mismo sentimiento de agradecimiento por la vida y la nutrición que ella nos brinda de forma constante. El mundo de la naturaleza también se puede entender como una extensión de nuestro propio cuerpo. Por consiguiente, un carácter bueno nos ayuda a dominar nuestros deseos físicos y también nos guía a reprimir la avaricia para no abusar del medio ambiente. Con esto podemos ver que desarrollar el dominio sobre la base de un corazón afectuoso y de un carácter maduro, nos trae como resultado una persona que puede hacer contribuciones significativas a la sociedad y al mundo, sin importar si son logros técnicos, o con asociaciones voluntarias, o preservando el medio ambiente. Con este tipo de educación y con esta clase de personas, podemos estar seguros de que el conocimiento y la tecnología nunca serán mal usadas, sino que siempre serán dirigidas hasta el bien mayor. Las tres dimensiones de la educación (el refinamiento del corazón, la educación de normas y la educación para alcanzar el dominio) son necesarios para realizar el propósito último de la educación: elevar ciudadanos verdaderamente productivos. Esta meta se cumple cuando el hogar, la escuela y la comunidad trabajan en conjunto para asegurar que las tres dimensiones estén equilibradas. CONCLUSIÓN: UNA EDUCACIÓN EQUILIBRADA Diapositiva 61: El desafío que tendremos en la educación para el siglo XXI será corregir el desequilibrio actual. Tendremos que entender que una persona bien educada es un ser humano que desarrolló un corazón amable, conoce los conceptos éticos, y tiene dominio sobre ciertos conocimientos y habilidades para realizar una actividad productiva. Ya que este tipo de persona cuida su familia y siente responsabilidad por ella, no cae en la trampa de la auto-indulgencia. Estas personas saben trabajar duro, también tienen las virtudes personales requeridas para crear riquezas y usarlas sabiamente. Ellos son capitales sociales y económicos para sus comunidades. Para obtener una prosperidad social se requiere ciudadanos de carácter maduro con la capacidad de mostrarse responsables. No tendrán que caer en la trampa de la corrupción, ni usar sus habilidades para adelantarse a costa de los demás. Es muy cierto que el usar los conocimientos y habilidades para el beneficio o el perjuicio de la sociedad, depende mayormente del corazón y del carácter de la persona. En su gran mayoría el comportamiento criminal empieza con problemas en la familia, la paz social requiere que los ciudadanos tengan unos hogares felices y bien establecidos. Por eso, una sociedad prospera se reconoce por el hecho de que hay personas maduras de corazón y carácter, que son felices con sus familias y sus vidas sociales y también tienen el conocimiento y las habilidades para contribuir positivamente en la sociedad en que viven. Como hemos mencionado antes, la educación tendrá que tener en cuenta las dimensiones tanto físicas como espirituales del ser humano para brindar a los jóvenes los valores y las habilidades con las cuales encuentren una felicidad duradera. Las raíces de la felicidad empiezan con un carácter maduro y unos lazos familiares afectuosos. La felicidad que se encuentra como resultado de la búsqueda de riqueza, del poder y del conocimiento se siente mejor basado sobre este fundamento. Diapositivas 62 y 63: Observando hoy en día nuestros distintos sistemas de educación, podemos ver que en muchos casos estas dimensiones no se encuentran en equilibrio. La tendencia en general, especialmente durante el siglo pasado, fue darle mayor atención y proveer recursos para la tercera dimensión de la educación (crear ciudadanos con conocimientos, habilidades y creatividad) mientras que se descuidaron las dimensiones fundamentales de la educación. El resultado de este enfoque demasiado predominante en una sola dimensión, se puede ver en profesionales altamente educados, quienes carecen del corazón y del nivel moral correspondiente a su influencia y responsabilidad. Por eso tenemos especialistas en computación que usan sus conocimientos para crear algo con el único fin de destrozar el trabajo de miles de computadoras. Tenemos artistas creativos que usan su talento para propagar la promiscuidad y la violencia. Al mismo tiempo, a causa de la falta de refinamiento del corazón y de la educación con normas, nuestro mundo sufre los efectos del egoísmo, la desintegración de la familia y miles de enfermedades sociales más que vienen como consecuencia de lo anterior. Diapositivas 64 y 65: LA SÚPLICA DE UN DIRECTOR En conclusión, nos ayuda reflexionar sobre una carta que escribió el director de una escuela estadounidense que sobrevivió a los campos de concentración de Hittler. Él aprendió de esta experiencia, que si no están marcadas claramente las prioridades, aún la persona más educada se puede convertir en un criminal. Cada vez que un nuevo maestro o maestra empezaba en el instituto, le mandaba una carta recordándole a él o ella que las atrocidades de las cuales él fue testigo fueron cometidas por personas muy educadas: “Mis ojos vieron lo que nadie tendrá que ver: cámaras de gas construidas por ingenieros bien entrenados, niños envenenados por médicos recibidos, bebés asesinados por enfermeras entrenadas, mujeres y bebés fusilados y quemados por personas que se recibieron de la Secundaria o de la Facultad. Por ende, tengo mis sospechas acerca de la educación... Mi súplica es: ayuden a sus alumnos a ser humanos. Nunca sus esfuerzos tendrán que producir monstruos sabios, psicópatas con habilidades o educados hombres de mal. Leer, escribir y la aritmética son importantes solo si sirven para crear niños más humanos.” Definitivamente, la mejor forma en la cual uno puede servir a la sociedad es a través de un enfoque verdaderamente equilibrado hacia la educación. Esta forma de educación no solamente educará a los jóvenes a convertirse en técnicos, periodistas, científicos y artistas. Más importante aún, les enseñará a ser verdaderamente humanos. APÉNDICE SUGERENCIAS PARA FOMENTAR UN BUEN CARÁCTER Tenemos el potencial para influenciar a los jóvenes en una variedad de maneras, como maestros, como padres y como líderes. A continuación presentamos algunas sugerencias para ayudar a los jóvenes a desarrollar un buen carácter. Promocionar la madurez personal Ser un modelo de carácter maduro. Hacerles conocer personas ejemplares. Hacerles conocer historias sobre personas ejemplares. Darles responsabilidades según su edad. Involucrarles en la creación de las reglas. Poner limites apropiados y promocionar la auto-disciplina. Hacerles responsables por sus palabras y su comportamiento. Enseñar habilidades para resolver conflictos. Tener expectativas altas y consistentes. Darles oportunidades para la reflexión moral. Ayudarles en la auto-evaluación. Promocionar relaciones afectuosas Ser un modelo de relaciones afectuosas. Crear relaciones de cuidado y preocupación. Crear un sentido de pertenencia. Enseñar una ética de inter-dependencia. Crear oportunidades para el trabajo en equipo y la cooperación. Enseñar habilidades para resolver conflictos. Dar la oportunidad de conocer una variedad de personas. Enseñar historias con relaciones afectuosas. Enseñar misericordia. Ayudar a los jóvenes a expresar el aprecio. Desalentar activamente el egoísmo y la crueldad inmediatamente. Enseñar la etiqueta y los buenos modales. Enseñar el rol del líder, el rol del ayudante y cuándo hay que tomar dicho rol en situaciones adecuadas. Promocionar formas de contribuir a la sociedad Ser un modelo de contribución a la sociedad. Buscar oportunidades en las cuales los jóvenes pueden hacer una diferencia en su comunidad. Buscar oportunidades en las cuales los jóvenes pueden servir a los ancianos. Alentar a los jóvenes para ayudar a los niños más pequeños. Enseñar a los jóvenes el cuidado del medio ambiente. Alentar el aprecio hacia el aprendizaje. Hacer conocer a los jóvenes personas que tienen una variedad de habilidades e intereses. Enseñar historias sobre personas que hicieron importantes contribuciones a la sociedad. Tener una expectativa para la excelencia. Referencias del Capítulo “U.S. Congressional Quarterly” (de William Bennett). “Indice de los Líderes Culturales” (Nueva York: Simon y Schuster, 1994, Pág. 83). 2 Arnold Toynbee, Civilización en Juicio, (Oxford: University Press, 1948). 3 Noah Webster, “La Educación de la Juventud en América” (1790), Frederick Rudolph, ed., “Ensayos sobre la Educación en la Joven Republica”, (Cambridge: Harvard University Press, 1965), Pág. 63. 4 John Silber, “Explorando los Modelos Para La Educación Del Carácter,” Fundación Educativa Internacional, Conferencia Internacional de Profesores / Maestros, Washington, D.C. Junio 12-18, 1995 5 See Gong Dafei, Frases Chinas: Frases Doradas de Pensadores Chinos en los últimos cinco mil años (Beijing: Sinolingua, 1994). 6 Pitágoras 325 c-e. 7 Carl Rogers, “Libertad para aprender” (Columbus, Ohio: Merrill, 1969.) 8 Los Analectas VII. 8. Arturo Waley, “Los Analectas de Confucio” (Nueva York: Random House, 1938. 9 Merrill Harmin, “La Clarificación de los Valores y una Moralidad Alta: Podemos obtener a los dos”, Educación en el Liderazgo, pp.24-30. 10 Philip Vincent, “Charla para los Canandaigua” (Nueva York) Distrito Escolar de la Ciudad. 11 Organizaciones destacadas en la educación del carácter incluyen: La Sociedad para la Educación de Carácter en Washington, D.C.; “Carácter Plus” (ex PREP) en St. Louis, Missouri; el Centro para las “Rs” No. 4 y 5 en SUNY Cortland, Nueva York; el Centro para el Progreso de Ética y Carácter en la Universidad de Boston y el Centro Internacional para la Educación del Carácter en la Universidad de San Diego, California. 12 C. S. Lewis, “Lo Bueno y lo Malo como Guía para Entender el Universo”, Charlas en las emisiones de radio (Londres: Centenary Press, 1942), Pág. 11. 13 “El Proyecto del Desarrollo del Niño: Un Resumen Breve del Proyecto y Resultados de Tres Estudios de Evaluación”, Oakland, California: Centro del Desarrollo de Estudios, septiembre de 1998. También vea, “Las Escuelas del Carácter: Salvando los Valores Americanos Para el Puesto de Trabajo del Mañana”, las Empresas de McGraw-Hill y la Sociedad de Educación del Carácter, Pág. 15. “Escuelas Nacionales de Carácter, las Mejores Prácticas y Nuevas Perspectivas”, Sociedad de Carácter, 1999, Pág. 16, 20, 40. 1