Presente y Futuro de la Banda Ancha Alberto Sendín Escalona asendin @eside.deusto.es asendin @iberdrola.es Incluso en estos tiempos de “crisis” generalizada, las telecomunicaciones continúan siendo una medida fundamental del progreso social y económico de las naciones. en los sistemas de comunicaciones a nivel internacional, define la banda ancha como aquella transmisión de datos a velocidad superior a los 2 Mbps (mega bits por segundo). Aunque la banda ancha nos suena a algo que no podemos localizar exactamente en nuestro diccionario de términos técnicos, la publicidad nos lleva a relacionarla inmediatamente con ADSL. En este sentido, y estrictamente hablando, el ADSL anunciado y contratado masivamente por el público en general no es banda ancha, pues en su versión más económica permite una navegación por Internet a una velocidad que, con suerte, alcanzará en la descarga desde Internet los 256 Kbps (8 veces inferior a los 2 Mbps necesarios para la consideración de banda ancha). Pero no solo ADSL es banda ancha. Trataremos en estas líneas de precisar el presente y el futuro de las comunicaciones de alta velocidad. Introducción Como adelantábamos, el concepto de banda ancha se asocia en nuestra mente con la conexión ADSL que muchos operadores nos ofrecen comercialmente sobre la tradicional línea telefónica (el “bucle” local). No obstante, y dejando a un lado este convencionalismo tecnicista, lo que mayoritariamente entendemos como banda ancha es la velocidad superior en varios órdenes a la alcanzable con los módems analógicos convencionales (56 Kbps). En este sentido, el ADSL y las tecnologías análogas serán para nosotros banda ancha. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), principal exponente de la definición de pautas Penetración Internet en los Hogares de la Unión Europea. Eurobarómetro, Comisión Europea, Diciembre 2001 La Situación de la Banda Ancha en Europa Europa en tanto que bloque liderado por la Unión Europea, tiene claro desde hace muchos años que las telecomunicaciones son y serán el motor del desarrollo de las naciones, y un actor fundamental en la “igualdad digital”. De hecho, un concepto que las instituciones europeas manejan desde tiempo atrás es el “digital divide”, la división o fractura digital medida en términos de desigualdad en el acceso a la sociedad digital, la Sociedad de la Información. Nuestra experiencia cotidiana nos hace conocedores de esta realidad. Con el desarrollo de las comunicaciones digitales esta situación se nos ha hecho más evidente. Si hace ya mucho tiempo, el problema de conseguir una línea telefónica en los núcleos rurales era una realidad, hoy en día lo es conseguir una conexión de banda ancha en estos mismos emplazamientos. Este aspecto, unido a los diferentes niveles de renta y cualificación de las diferentes regiones europeas (y nacionales) se plasman en diferencias notables en la utilización de Internet por los ciudadanos. Las causas de la dificultad para el acceso a la banda ancha en las zonas no urbanas son variadas, complejas en algunos casos, y sencillas en la mayor parte de las ocasiones: la rentabilidad económica suele ser un obstáculo insalvable en un sector como el de las comunicaciones recientemente liberalizado. el único instrumento en la difusión de los servicios de Internet. Europa es consciente de esta realidad. Los programas eEurope 2002 y más recientemente el eEurope 2005 son un fiel reflejo de esta inquietud. Centrándonos ya en el acceso a los servicios que el acceso a Internet puede proporcionar, y como modo de acercar la Sociedad de la Información a los ciudadanos para promover la igualdad en el desarrollo digital europeo, los medios de dotación de conexiones de datos de alta velocidad (o banda ancha, como prefiramos) son muy variados. El programa eEurope 2002 establecía como objetivos europeos la mejora en lo que a alfabetización digital se refiere, la mayor implicación de los Gobiernos nacionales y las empresas en las políticas de acercamiento de la Sociedad de la Información a sus ciudadanos, en el plazo que ha ido desde 1999 hasta el año 2002. Los logros han sido notables, pero las diferencias entre los países europeos en lo que la penetración de la banda ancha se refiere son aún importantes. El programa eEurope 2005 continúa con la vocación del programa anterior en la búsqueda de la superación de la fractura digital en un plazo ahora ampliado hasta el año 2005. Su acercamiento es más pragmático. Sus acciones se centran en la resolución práctica de los problemas más que el establecimiento de conceptos teóricos. eEurope 2005 plantea entre sus objetivos la consecución de un mayor número de internautas (y en general, ciudadanos usuarios de los servicios que Internet puede ofrecer aprendizaje electrónico o e-learning, salud electrónica o e-health-, por ejemplo) a través del uso de terminales diversos de comunicaciones: teléfonos móviles, PDAs, terminales específicos, … El ordenador personal no debe ser La Banda Ancha Fija El ya conocido ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line) es uno de los miembros de una familia de técnicas de transmisión de datos sobre la línea telefónica que llega a la mayoría de los domicilios en los entornos urbanos. Las velocidades logradas con esta tecnología se ofrecen en nuestro país con valores de hasta 2 Mbps en sentido descendente (descarga desde Internet) y los 300 Kbps en sentido ascendente (envío de datos hacia Internet). El futuro de la tecnología ADSL pasa por uno de sus hermanos mayores, el VDSL, con velocidades teóricas asimétricas de 52 Mbps y 6,4 Mbps en sentidos descendente y ascendente respectivamente. Esta tecnología permite, como alternativa, la provisión de servicios simétricos, con velocidades iguales en los dos sentidos. Otra tecnología que permite el acceso de alta velocidad a Internet son los cablemódems ofrecidos por los diferentes operadores de cable en las demarcaciones territoriales en las que explotan las licencias que tienen asignadas. Los módems de cable permiten velocidades típicas de hasta 10 Mbps en sentido descendente y 2 Mbps en sentido ascendente, y explotan las redes híbridas de fibra óptica (tendida hasta las proximidades de los edificios) y de cable coaxial (de características similares a las del que todos conocemos en la unión de las antenas a nuestros televisores). El futuro de estas redes es prometedor, no solamente por las velocidades crecientes que proporciona, sino por la cercanía al usuario de la fibra óptica que la tecnología lleva asociada. En lo que al capítulo de tecnologías incipientes se refiere, cabe mencionar a las tecnologías basadas en el despliegue de fibras ópticas hasta los clientes finales. Al abaratamiento de los núcleos ópticos se une el diseño de mecanismos y técnicas de tendido rápido de las mismas hasta el domicilio de los usuarios. El desarrollo de estas técnicas tiene a los países nórdicos como pioneros. Desde ya hace años, el objetivo con el que trabajan las autoridades de estos países es la provisión de servicios de banda ancha de velocidades superiores a los 2 Mbps garantizados para cada usuario. En este entorno se encuentran las técnicas PON (Passive Optical Networks) y todas sus variantes (APON, EPON, …). Son ya cuantiosas las pruebas de esta tecnología en EEUU y los países del norte de Europa. El PLC (PowerLine Communications) se encuadra dentro del grupo de tecnologías que pueden colaborar en la superación de la fractura digital apoyado en la ubicuidad en la que el PLC encuentra muchas de sus ventajas competitivas. El PLC utiliza como soporte físico para la transmisión de las comunicaciones las líneas eléctricas de baja tensión. Dicho de forma sencilla, la comunicación de nuestro ordenador personal con Internet se realiza a través del enchufe de la luz, en el que con ayuda de un pequeño módem, el PC envía y recibe la información. Las velocidades habituales de esta tecnología pueden alcanzar los 25 Mbps en sentido descendente y los 15 Mbps en sentido ascendente. En último lugar, pero no por ello menos importante, cabe citar a los enlaces vía satélite para el acceso a Internet. Tradicionalmente se ha tenido la idea de que el sentido habitual de la transmisión de datos cuando un satélite estaba implicado en ella, era el descendente, es decir, el tránsito de datos desde el satélite hacia el terminal terrestre (ejemplos típicos son la difusión de radio y televisión). Sin embargo, con el desarrollo de la tecnología es ya hoy posible el envío de datos en el sentido del usuario hacia el satélite con velocidades interesante. Existen de hecho servicios comerciales con velocidades de descarga de datos desde Internet que alcanzan fácilmente los 2 Mbps en sentido descendente, y los 256 Kbps en sentido ascendente. Estas capacidades nos permiten proporcionar servicios de acceso a Internet en zonas rurales que hasta ahora vivían totalmente al margen de la Sociedad de la Información. La Banda Ancha Móvil La tecnología WLAN (Wireless Local Area Networks) o Wi-Fi (Wireless Fidelity) se asocia al acceso a Internet desde los ordenadores personales por vía inalámbrica. Dentro de la denominación genérica de WLAN incluimos diferentes estándares del IEEE (los más conocidos y extendidos en el mercado) y los del ETSI, que luchan por imponerse en el entorno europeo. Estos sistemas permiten el de los ordenadores personales, nos encontramos con los teléfonos móviles. Desde el incumplimiento de las expectativas creadas por el protocolo WAP (Wireless Application Protocol) nadie parecía querer apostar por la Internet móvil. La época de nacimiento del WAP no vino acompañada de un desarrollo paralelo de mecanismos que permitieran proporcionar suficiente velocidad en la transmisión de datos desde los teléfonos móviles. Los servicios que de esta forma se podían proporcionar en los terminales móviles eran muy limitados para lo que el internauta habitual estaba acostumbrado. El GPRS (General Packet Radio System) como evolución del sistema GSM ha permitido cambiar esta perspectiva. Ya comenzamos a ser conscientes de que el terminal móvil puede ser el punto de entrada a Internet, tanto desde un ordenador personal conectado a él, como desde el propio terminal si este viene acompañado de una adecuada presentación de contenidos (pantallas grandes a color, audio de calidad, …). más implantadas y de más cómoda amortización. Conclusiones Internet es el elemento más popular de la Sociedad de la Información. Los servicios que Internet puede proporcionar son tan variados como nuestra imaginación nos permita, desde las videoconferencias hasta la votación electrónica, pasando por todo tipo de servicios de educación, salud y ocio. La vocación de las instituciones europeas es clara en su intención favorecer el desarrollo de la capacidad de acceso a la Sociedad de la Información para todos los ciudadanos. Los programas desarrollados hasta la fecha, y los esfuerzos porque los países integrantes se involucren en ellos, son notables. Los medio de acceso a Internet son tan variados como los presentados en estas líneas. No deberíamos pensar que uno de ellos sea el que se imponga. En una sociedad tan diversa y plural como la europea, son necesarios medios de comunicación de datos capaces de adaptarse a la diferente idiosincrasia, así como a la evolución de las distintas circunstancias sociales, económicas y técnicas. En el despliegue y uso adecuado de todos estos medios reside la clave de un futuro más justo e integrador. acceso inalámbrico a velocidades de entre los 11 y los 54 Mbps, por medio de puntos de acceso a Internet que en muchos casos son mantenidos por usuarios aficionados a estas cuestiones, y que en otros casos cada vez más habituales son explotados comercialmente por los operadores de comunicaciones más innovadores. Entrando ya en el entorno del acceso a Internet desde terminales diferentes Y es que debemos dejar de pensar que el único modo de acceso a Internet es el ordenador personal. El UMTS, estándar de tercera generación de comunicaciones móviles, anuncia velocidades de hasta 2 Mbps en la transmisión de datos. El problema es que aunque llevamos años oyendo hablar del UMTS, y a pesar de los diferentes despliegues ya existentes, los operadores se encuentran cómodos explotando servicios sobre tecnologías