TERE SA SE RRANO RRANO SA SE TERE 5 Rolling Stones, 1999 (detalle) [5 piedras rodantes] Material sintético y cabello natural ø 25-30 cm cada una S U S P R O P U E S TA S V A N MÁS ALLÁ DE UNA M E R A I LU S I Ó N PA R A SITUARNOS ANTE UNA REALIDAD QUE PULSA. Si tuviéramos que definir el hilo conductor de las cuatro obras que se muestran en este proyecto de la artista mexicana Teresa Serrano tenemos que hablar de la violencia. Una violencia sugerida desde el territorio de las metáforas, mediante el uso de los símbolos de las culturas, y desde la factura impecable de sus propuestas objetuales y en video. Gran parte del trabajo de Teresa Serrano aborda cuestiones que atañen a la violencia de género o contra la mujer, y a la soledad de estas en un territorio social mayoritariamente hostil. Sus propuestas van más allá de una mera ilusión para situarnos ante una realidad que pulsa y late incluso desde las propias estructuras de las religiones más extendidas en el planeta, ajenas a cualquier intención de igualdad y escondiendo bajo su aparato o sistema simbólico sus propias contradicciones. Tres de las obras de Teresa Serrano presentes en esta exposición están relacionadas curiosamente, formal y simbólicamente, con la cabeza, con esa parte del cuerpo humano donde habita esencialmente su capacidad cognitiva, emotiva, y gran parte de sus capacidades y manifestaciones sensoriales, como la vista, el oído, el olfato, el gusto. Un territorio de la diversidad, de lágrimas y sonrisas. En su obra 5 Rolling Stones (1999) aparecen cinco esferas, balones, recubiertos de diferentes pelucas, en color y forma, aparentemente femeninas. La ilusión visual que pueden causar las pelucas como artefactos de simulación queda trascendida al verlas situadas sobre el suelo a modo de cabezas que ruedan, cercenadas de sus cuerpos, en el mayor de los sinsentidos de la violencia. Cabezas que ruedan y se desplazan en los ríos de violencia como las piedras que de tanto rodar y rodar su forma acaba siendo prácticamente esférica, como los cantos rodados, los rolling stones. Blown Mold (Molde soplado, 2012) es una obra realizada en cristal soplado, como reza su propio nombre en inglés, una técnica artesanal de vidrio tan antigua como la historia de la humanidad. En ella el artesano “trasciende” su papel humano para situarse en un nivel demiúrgico, un auténtico creador que con su “soplo” humano, ilusión del divino, es capaz de dar forma a una masa de materia para transformarla en un objeto frágil y bello. La artista elige cuatro de los sombreros o tocados más simbólicos de la Iglesia católica: el solideo, la mitra, el bonete y el sombrero Saturno, para construir una metáfora sobre la fragilidad Blown Mold, 2012 [Molde soplado] Vidrio Dimensión total 80 x 150 x 50 cm de aquellos que se sitúan bajo estos iconos de representación de lo trascendente en la tierra. No son dioses sino seres humanos que, a pesar de estar tocados o cubiertos por los símbolos divinos, dejan entrever a través de sus transparencias las contradicciones de una iglesia que no ha sido capaz de generar un espacio de igualdad para la mujer, ni ha sabido afrontar y atajar las situaciones de violencia contra la inocencia e integridad de los menores. La obra de Teresa Serrano pone sutilmente el dedo en la llaga de las contradicciones de las estructuras sociales, políticas y religiosas que generan siempre violencia contra los mismos: las mujeres, los menores y los más desfavorecidos. Del mismo diámetro (2012) es el resultado de una observación de la artista sobre el tocado más simbólico de tres de las grandes religiones asociadas a tres de las grandes culturas de la humanidad: la cristiana, la hebrea y la islámica. El descubrir que sus tocados fundamentales tienen todos un mismo diámetro de 17 centímetros no desvela sino una medida estándar de diámetro de cabeza del ser humano. Siendo un atributo que conecta con la divinidad, su igualdad, en la medida señalada por la artista, nos está recordan- do que son ciudadanos de a pie los que ejercen ese liderazgo o poder sobre millones de personas a pesar de sus tocados. Nuevamente una ilusión de divinidad para recordarnos el carácter terrenal de estos símbolos de poder, por supuesto masculinos. El video Boca de tabla (2007) completa la presencia de Teresa Serrano en este proyecto. Una obra filmada en blanco y negro y de excelente factura, con una enorme riqueza de planos, estructura rítmica, sonora y simbólica, a mitad de camino entre el video y el cine experimental, que enmarca un espacio claustrofóbico y de desasosiego en el que la mujer protagonista vive un bucle infinito de soledad. La cámara, el espectador en este caso, sigue y se sitúa delante, detrás y sobre ella, observando en silencio cómplice su laberinto implacable de soledad. Orlando Britto Jinorio Nació en 1936 en México D.F., México. Vive y trabaja en México D.F., y Nueva York, Estados Unidos