Prof. Cecilia Emery FILOSOFÍA- 1° B.D. Los problemas y disciplinas en filosofía. (A partir de “Un acercamiento a la Filosofía” Prof. N. Olesker, 2011) ¿Qué es un problema? La palabra problema proviene del griego y significa “lanzar” o “arrojar” hacia delante. En este sentido, un problema es algo que está frente a mí, algo con que me encuentro y me enfrenta. En otras palabras, un problema es un obstáculo. Pero para que algo sea vivido como obstáculo no es suficiente que esté presente ante mí. Es indispensable que yo sienta la necesidad de resolverlo para poder continuar mi camino. Más allá de esto, son varios los modos de definir qué es un problema. Uno de ellos es el de considerarlo como un conflicto entre dos o más tesis. Una tesis es una afirmación o negación que alguien sostiene sobre algún tema, cuya veracidad no es evidente. Cuando hay dos tesis contrapuestas sobre un mismo tema, podemos decir que tenemos un problema a resolver. A lo largo de la historia aparecen problemas nuevos y otros dejan de serlo. Por ello, los problemas filosóficos sólo pueden ser acabadamente comprendidos si se los ubica en el contexto histórico en que surgieron. El contexto histórico no necesariamente constituye el problema, pero lo condiciona. ¿Cómo reconocemos que un problema es un problema filosófico? “Podríamos ahora plantearnos ¿qué hace, en definitiva, que una pregunta o cuestionamiento sea filosófico?, ¿qué lo distingue de otro tipo de interrogantes? Diremos, en principio, que la definición del carácter filosófico de una pregunta depende del tipo de respuesta que espera el que la formula. Es decir (…) la intencionalidad de quien pregunta más que la pregunta en sí. Esto quiere decir que las mismas palabras que componen una pregunta podrían sostener una inquietud filosófica, como no. Es posible preguntar ‘¿qué es la vida?’, ‘¿qué es la muerte?’ o ‘¿qué es la justicia?’ sin intención filosófica. ‘¿Qué es la vida?’ o ‘¿qué es la muerte?’ pueden ser respondidas técnicamente desde la medicina o la biología, ‘¿qué es la justicia?’ desde el derecho, etc. y de esta manera satisfacer la inquietud del que pregunta. La intencionalidad filosófica del preguntar se enraíza en la aspiración al saber, pero su rasgo distintivo es que aspira a un saber sin supuestos. Por esto, el preguntar filosófico no se conforma con las primeras respuestas que suelen ofrecerse, que por lo general interrumpen el preguntar. (…) El cuestionar filosófico es permanente. (…) El científico, por ejemplo, quedará satisfecho cuando la pregunta que se formula es respondida científicamente, (…) si la pregunta no se ordena de acuerdo con la legalidad de la disciplina científica, es considerada carente de sentido. El interrogar filosófico no se satisface entonces con el primer intento de respuesta, sino que se constituye en el re-preguntar. (…) En sentido estricto, el preguntar filosófico no se detiene nunca, porque el amor o el deseo de saber, nunca se colma.” (Cerletti, A. “La enseñanza de la filosofía como problema filosófico”) • El problema filosófico adquiere la forma de una pregunta. Y todos los aspectos que presenta la vida pueden ofrecer motivos para el nacimiento de una pregunta: el dolor, la muerte, la sorpresa, la curiosidad, la experiencia de lo bello, el sentimiento de culpa, la duda sobre la verdad de nuestro conocimiento, los descubrimientos científicos, las revoluciones políticas, etc. Pero no toda pregunta es vivida como problema por los humanos, no alcanza con tener conciencia de que ignoramos algo. Solemos percibir con claridad que desconocemos muchas cosas, pero podemos habituarnos a vivir con esa ignorancia sin intranquilizarnos por ello. Para que tengamos un problema filosófico, debemos enfrentarnos a una pregunta que imperiosamente necesitamos contestar. • Cada problema filosófico da lugar a muchas respuestas válidas. Si preguntamos a un matemático qué conjunto de verdades concretas ha establecido su ciencia, su respuesta durará tanto tiempo como estemos dispuestos a escuchar. Pero si hacemos la misma pregunta a un filósofo, y éste es sincero, tendrá que confesar que no existen verdades concretas en su disciplina. • Lo anterior ocurre puesto que todo problema filosófico es insoluble para el intelecto humano de modo definitivo: ¿Cuál es el origen de todo lo que existe? ¿Hay o no un dios? Parecería que, por más que sea posible hallarle nuevas respuestas a estas preguntas, ninguna de ellas será demostrada como “la verdadera”. Sin embargo, por más débil que sea la esperanza de hallar una respuesta definitiva a tales interrogantes, son tan importantes que la filosofía continúa examinando todo lo que nos aproxima a aclararlas. • El intento de aclarar problemas filosóficos nos permite liberarnos de los prejuicios de la época y el lugar en los que vivimos. Para todos el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio. Pero cuando empezamos a filosofar hallamos que aún las situaciones más comunes conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas. Por ejemplo: ¿Son los pobres responsables de su pobreza? ¿Son necesarias las autoridades? ¿Qué funciones cumple la educación? Al plantearnos interrogantes así, la filosofía amplía nuestros pensamientos, liberándonos de las ideas que aceptamos injustificadamente, por costumbre. • El esfuerzo por resolver problemas filosóficos nos libera de los intereses reducidos que derivan de nuestra vida privada. Por lo general, nuestros pensamientos se refieren exclusivamente a las personas que conocemos: familia, pareja, amigos, etc. Esta clase de pensamientos son muy limitados. Nuestro entorno es muy pequeño en relación al mundo, pero al empezar a reflexionar sobre los “grandes temas” comenzamos a ampliar nuestros horizontes de pensamiento. Pensamos las situaciones en términos más globales. ¿Cuáles son los principales problemas filosóficos? Cuando una rama del conocimiento como es la filosofía abarca muchos problemas, se subdivide en disciplinas o ramas específicas que se reparten los distintos problemas para que sea posible su estudio. Por ejemplo: dentro de las matemáticas encontramos a la geometría, la aritmética y el álgebra; dentro de la biología encontramos a la botánica, la zoología y la antropología. Del mismo modo, la filosofía se subdivide en disciplinas, cada una de las cuales asume el tratamiento de un determinado conjunto de problemas. A los efectos de presentar los problemas fundamentales de la filosofía, expondremos las disciplinas que se ocupan de ellos, sin pretensión de exhaustividad: Lógica: La lógica es el estudio de la estructura de los razonamientos. Esto es, el procedimiento sistemático y fundado que nos permite diferenciar un razonamiento correcto, o válido de otro incorrecto, o inválido. Teoría del conocimiento: Una vez que damos por sentado que conocer el mundo es posible se nos presentará una nueva interrogante: ¿cómo nos damos cuenta de si estamos describiendo correctamente el mundo? Nos enfrentamos así al problema del conocimiento, del cual se ocupa la gnoseología o teoría del conocimiento Metafísica: Lo que Aristóteles llamó “filosofía primera” y luego se llamó “metafísica”, tiene dos grandes temas de estudio: 1. “El ser en tanto que ser”: en este primer sentido, el tema de estudio de la metafísica es el “ser” en toda su generalidad, independientemente de qué clase de “ser” se trate. Es decir, el estudio de las propiedades que tiene cualquier ser que exista. 2. El otro tema de estudio de la metafísica es el de la causa primera, es decir, aquel ser principal del cual dependen los demás seres (tradicionalmente, pero no exclusivamente, dios). En términos más generales denominamos metafísica a todos aquellos estudios que versan sobre lo que se encuentra “más allá”, “detrás”, de lo físico (por ejemplo, el alma, dios, etc.) Epistemología: La disciplina filosófica dedicada al estudio de la ciencia en general recibe el nombre de “filosofía de la ciencia” o epistemología. Se trata de una disciplina muy amplia, sobre cuyos principales temas no suele haber acuerdo. Algunos estiman que es fundamentalmente el análisis del lenguaje de la ciencia, otros que tiene que someter a crítica los supuestos metodológicos de las ciencias, y otros se inclinan a destacar la importancia que tiene el estudio de la historia de la ciencia. Ética: El más importante sector dentro de la filosofía práctica es el de la ética, que pretende comprender la dimensión moral del ser humano sin reducirla a sus componentes psicológicos, sociológicos, económicos o de cualquier otro tipo. Desde sus orígenes, la ética es un tipo de saber normativo, es decir, un saber que pretende orientar las acciones de los seres humanos. También la moral es un saber que ofrece orientaciones para la acción, pero mientras esta última propone acciones concretas en casos concretos, la ética se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los distintos modos de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de orientar la acción es indirecta: a lo sumo puede señalar qué concepción moral es más razonable para que, a partir de ella, podamos orientar nuestros comportamientos. Filosofía política: Según Norberto Bobbio, la filosofía política comprende la investigación sobre: 1) la mejor forma de gobierno; 2) el fundamento del Estado o del poder político y 3) la esencia, lo que hace ser a algo “político”. Al reflexionar sobre la forma en que se estructura y organiza una sociedad, la filosofía política tiene que ver con problemas tales como la justicia, el derecho, la distribución de bienes, el ejercicio del poder, los fines de la educación, del Estado, etc. Antropología Filosófica: La Antropología Filosófica es una reflexión filosófica que considera al hombre (en griego, anthropos) como objeto de estudio en una perspectiva global. Como reflexión filosófica no es una ciencia, sino un análisis de los fundamentos de la misma noción de ser humano, y de la consideración de éste como punto de partida de todo conocimiento sobre sí mismo y sobre el mundo. Su pregunta central sería “¿qué es el hombre?”. Podría decirse que esta disciplina tiene un carácter fundante, pues en función de cómo se conciba al hombre se determinará luego qué entiendo por su conocimiento, cómo debe actuar, cómo debe organizarse, etc. Estética o Filosofía del arte o de lo bello: El término estética deriva del vocablo griego “aisthésis” y hace referencia a la “sensibilidad” en dos sentidos: conocimiento sensible (percepción) y aspecto sensible de nuestra afectividad. En su uso más actual, designa toda reflexión filosófica sobre el arte o la belleza; por lo tanto, el objeto y el método de la estética dependen del modo según el cual se concibe el “arte” y la “belleza”. Algunos de sus principales problemas son: 1) El análisis del lenguaje estético comparado con los demás lenguajes. 2) El status de los valores estéticos. 3) El origen de los juicios estéticos. 4) Las características que hacen que algo sea llamado arte 6) Las características que hacen que algo sea llamado bello.