EL JARDÍN DE LAS DELICIAS El BOSCO El cuadro es una firme visión de la filosofía de El Bosco. Sus obras siempre están impregnadas del dolor y la muerte que suponen la condenación eterna causa del pecado. Esta filosofía nos dice que la salvación del alma después de pecar es sólo posible a través del sufrimiento y como consecuencia la mayoría de los mortales tienen como destino dicha condenación eterna. Es su obra cumbre, donde refleja todo lo antes descrito, el castigo a los pecados, en especial al que, para él, es el más mortal de todos, la lujuria. “El jardín de las delicias” se divide en 3 paneles, el primero muestra el paraíso, el segundo el desato de la lujuria y el tercero la consecuencia de tal pecado, la condenación de las almas de los mortales. A continuación el cuadro será analizado y tratado para explicar detalladamente cada una de estas partes y lo que en ellas se refleja. Título: Tríptico de El Jardín de las Delicias. Autor: Hieronymus van Aeken (El Bosco). Cronología: 1500-1505 (finales). Técnica: Óleo sobre tabla. Medidas: 220x195 cm (tabla central); 96 cm (tablas laterales). Estilo: Gótico Flamenco. Tema: Religioso. Localización: Museo del Prado (Madrid). EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 1 Análisis de la obra Análisis preiconográfico. “El jardín de las delicias” es quizá, la obra más importante de El Bosco. Es una obra de contenido simbólico considerada una de las pinturas más intrigantes y misteriosas de toda la historia del Arte. Es una obra realizada en óleo sobre tabla. El hecho de que sea al óleo significa que es hasta reciente ya que durante la Edad Media, la pintura al aceite era desconocida. Fue inventada por los hermanos Van Eyck en Flandes. El óleo tiene el inconveniente en que tarda mucho en secar pero la ventaja de que permite unas carnaciones y calidades que no se pueden dar con otras técnicas como la pintura al agua. La obra se posiciona dentro del estilo flamenco pero en ella, el autor se desmarca completamente de su época e incluso de realizadores posteriores. La temática de este tríptico es básicamente religiosa; nos muestra de manera alegórica que los placeres de la vida son efímeros y que las consecuencias que se derivan son el sufrimiento, la desgracia y la imposibilidad de ser feliz. Así, el tríptico cerrado y abierto es una alegoría completa del origen y fin del mundo: cerrado muestra una de las primeras escenas del Génesis, la creación del mundo vegetal, origen de la vida; por el contrario, abierto enseña la Creación completa en la puerta izquierda, el Infierno en la derecha, y en el centro las más variadas formas de la sensualidad, que presumiblemente conforman la vida terrenal. En la tabla central, se escenifica el pecado capital de la lujuria, donde numerosos hombres y mujeres desnudos reproducen una serie de actitudes sexuales y lascivas acompañados de frutos silvestres como las cerezas, las frambuesas, las fresas o las uvas que simbolizan la nombrada lujuria. En la tabla de la izquierda se representa la creación de Eva contemplada por Adán. Por último, en la tabla derecha, son representados los castigos del Infierno, habitado por criaturas grotescas y lleno de máquinas de tortura. Leído de principio al fin, narra la historia de la caída del género humano, sin posibilidad de liberación, puesto que no existen las figuras divinas de Cristo o María, ni tampoco la elección de los benditos para vivir en la Gracia de Dios tras el Juicio Final. Los mundos que presenta el Bosco no tienen nada que ver con la realidad, ni con la comprensión humana. Es uno de los primeros genios de la historia del arte que introduce en sus imágenes el componente onírico que supera la realidad consciente. La fantasía, el humor, la crítica vitriólica saturan esta imagen cruda del ser EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 2 humano, que se precipita al infierno con cada uno de sus actos. El Bosco puebla sus paisajes con monstruos, plantas antropomorfas y objetos imposibles. El ser humano es poco más que un gusano diminuto pululando entre ambientes misteriosos. Las encarnaciones de la sensualidad son deslumbrantes por su variedad: la música, el amor, el juego, la bebida, incluso el aprendizaje y el conocimiento. En el infierno, el sueño-pesadilla se disloca: orejas de las que emergen cuchillos, demonios con bocas dentadas en el vientre, escaleras que no llevan a ningún sitio y, entre todo ello, los cuerpos de los pecadores que están siendo despedazados por los demonios y sus máquinas infernales. La técnica minuciosa de El Bosco está directamente relacionada con la pintura de su época y los avances con el óleo. Pero su forma de componer y situar las figuras en el espacio, así como su interpretación de un tema clásico de la pintura religiosa, no tienen nada en común con los otros pintores de su entorno. El Bosco somete los colores y la luz de tal manera en cada cuerpo, con el objetivo de reforzar la idea que nos quiere transmitir. Por ello, los tonos blancos, verdes y amarillos que dominan el “Paraíso” todavía permanecen en el cuerpo central y otorgan a la escena una gran claridad. Es en el último cuerpo donde podemos apreciar el rojo, el negro y otras tonalidades oscuras como el gris que nos acercan al miedo y al terror. Los personajes retratados están claramente proporcionados, aunque dicha proporción es muy alargada. Dicho en otras palabras las figuras están estilizadas, tienen volumen y presentan movimientos reales. En cuanto a la composición de esta obra pictórica, el espacio escénico es dividido en 3 franjas horizontales superpuestas que permiten conseguir una gran profundidad. Cabe decir que en la tabla central y en la tabla izquierda, la situación de las grandes fuentes establece el eje de simetría de la composición. Emplea una perspectiva cónica y jerarquizada, colocando siempre la línea del horizonte muy alta para lograr profundidad y poder poner sucesivos planos en los que sitúa las distintas escenas y grupos de personajes. Se ha tratado de justificar la particular iconografía del cuadro a través de la enseñanza de una secta herética del momento, llamada "del libre espíritu", aunque no está aclarada la pertenencia de El Bosco a la misma. Podría haber entresacado los motivos directamente de textos escolásticos, concretamente de los comentarios de San Agustín y San Gregorio a pasajes del Antiguo Testamento. Detalles. La cantidad de detalles que contiene “El jardín de las delicias” nos lleva a buscarles una sección aparte dentro del análisis preiconográfico y así veremos algunos de ellos. Esta continuación del análisis se centrara en las 3 partes principales del cuadro que engloba el tríptico abierto: PARTE 1. PANEL IZQUIERDA: “El paraíso”. En el primer panel del cuadro se representa el paraíso en el último día de la creación, el cual será la morada del hombre hasta la pérdida de la gracia, debida al pecado. Dios creó las flores, los frutos, los animales y a los 2 primeros humanos, Adán y Eva. DETALLE 1: Los frutos. En el paraíso, han aparecido tanto la fruta prohibida, que se encuentra en el árbol del bien y del mal (a la izquierda, representado con una serpiente enroscada en el tronco) y los frutos No prohibidos (a la derecha, detrás de Adán), los cuáles fueron proporcionados por Dios para el hombre. Se ven toda clase de frutos exóticos y enredaderas. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 3 DETALLE 2: Creación de Adán y Eva. Se encuentran primer plano Dios, con un aspecto joven, uniendo a Eva con Adán. Eva fue creada a partir de una costilla de Adán. Dios la creó mientras Adán dormía. DETALLE 3: La fuente de la vida. Justo en el centro del representado “jardín del edén” se encuentra la fuente de la vida encima de unas rocas llenas de piedras preciosas. Al estar rodeada de agua se encuentra inaccesible y simboliza la tentación y la falsedad (que hallan incluso dentro del paraíso) En el círculo se ve un búho que representa la brujería. DETALLE 4: Los animales. Son representados como bestias que se atacan y devoran alimentándose unas de otras. A la izquierda, un gato se come una rata, en primer plano, los pájaros devoran ranas y sapos, y al fondo se ve como un león está comiéndose un ciervo. En el paraíso, entre tanta demostración de salvajismo, el hombre debía estar por encima de este comportamiento bestial. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 4 PARTE 2: PANEL CENTRAL: “El desato de la lujuria”. Representación de la pérdida de gracia del hombre, de cómo todos los mortales cometen el pecado sin pudor y sin miedo a ser castigados. La práctica del acto sexual era la prueba de esta pérdida de gracia del hombre. Éste es el verdadero jardín de las delicias, situado entre el jardín del edén y el infierno, donde serán expiados todos los pecados. En el detalle 4 el personaje de Adán es en realidad un autorretrato de El Bosco. DETALLE 1: El huevo en la cabeza. En el centro geométrico del tríptico hay un jinete con un huevo sobre su cabeza. Se pretende representar la fragilidad del placer, tan frágil como la cáscara del huevo. Como moraleja tiene que la belleza es muy atractiva pero a la vez mortal y caer en el placer es sinónimo de condena eterna. DETALLE 2: Estructuras simbólicas. Las 4 extrañas estructuras tienen forma de símbolos sexuales. En estas rocas habitan los mortales, todos los amantes que están en el jardín. Se dice que El Bosco quiso representar los 4 arroyos que confluyen en torno a estas estructuras sean las 4 esquinas de las Tierra. DETALLE 3: El baño de Venus. En el centro del jardín hay un estanque donde se bañan unas mujeres. Están rodeadas de jinetes. Es una metáfora sexual. Montar a caballo representa el acto sexual y “el baño de Venus” significaba estar enamorado. DETALLE 4: Adán y Eva. A la derecha del extremo inferior Adán es el único que está vestido. Junto a Eva están refugiados en una cueva; se dice que se refugiaron tras ser expulsados del Paraíso DETALLE 5: Las fresas. La fruta representa el placer carnal. El pecado original consistió en comer de la fruta prohibida. En el lenguaje medieval “coger fruta” significaba tener comercio carnal (sexual). EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 5 PARTE 3: PANEL DERECHA: “El castigo eterno”. Todos los pecadores reciben su condena en el infierno. Todo tipo de criaturas y formas demoníacas castigan a los mortales de multitud de maneras. Queda muy bien reflejado el sufrimiento de los humanos, condenados eternamente por llevar a cabo y sin control la lujuria. DETALLE 1: Fuegos del infierno. En lo alto del cuadro se ve la imagen más típica del infierno, lleno de fuego y azufre. Debajo la guadaña fálica (2 orejas y una hoja). También se observan feroces animales en la parte inferior. DETALLE 2: Castigos del infierno. Una criatura aviforme devora humanos y los defeca en un pozo de excrementos. Es el castigo que reciben los mortales por incurrir en el pecado mortal de la gula. DETALLE 3: Instrumentos musicales gigantes. Estos instrumentos musicales simbolizan por tradición el amor y la lujuria. En la obra se representa que estos instrumentos sirven para crucificar a los que en vida cometieron pecados carnales. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 6 Aspectos históricos, sociales, y simbólicos. Por las características antes mencionadas nos encontramos a principios del siglo XVI, también conocido como el periodo del gótico, concretamente en la última etapa, el estilo flamenco, cuando El Bosco tuvo su producción más importante, y el que comentaremos más adelante. Se le puso el sobrenombre de "La pintura del madroño"; este es de origen español: tras la compra de Felipe II el cuadro es entregado al supervisor de El Escorial, el padre Sigüenza, quien dice textualmente al inscribirlo en los registros palaciegos: "la otra tabla, de la gloria vana y breve gusto de la fresa o madroño y su olorcillo que apenas se siente cuando ya es pasado, es la cosa más ingeniosa y de mayor artificio que se pueda imaginar", ya que efectivamente apreciamos la imagen de unas fresas o madroños en el primer término de la tabla central. El tríptico se mantuvo en El Escorial hasta su traslado en 1939 al Museo del Prado. Felipe el Hermoso es encarcelado en Brujas y las revueltas tuvieron que ser reprendidas por el ejército imperial, terminándose en 1491. También en estos tiempos empiezan a aparecer ecos pre-reformistas. Los intelectuales, llevados por la inacabable situación religiosa y espiritual, critican duramente al clero y a su política de apoyo a las grandes potencias europeas por conveniencia. Es época de grandes descubrimientos (América, colonialismo). Se puso en marcha también La Inquisición y la actitud de la gente ante la vida era de grandes excesos, tanto en un extremo como en otro (lujuria, vicio, culto, devoción religiosa…), lo que produjo gran confusión en la religión. La Iglesia se aprovechaba de la angustia de los fieles y les hacia pagar caro sus pecados. Con esta situación aparecieron sectas de magia negra y entre la gente había gran temor por el Apocalipsis. Estos acontecimientos son reflejados en las obras de la época, sobre todo los de tipo espiritual, y en la obra de El Bosco de manera radical. El arte gótico fue originado en Francia, donde se extendió por la Europa más occidental y fue asimilado y adaptado en distintos niveles por cada país. Aunque quedó fijado entre mediados del siglo XV y las primeras décadas del siglo XVI, cabe destacar que en el siglo XV, el gótico en Italia fue sustituido por el Renacimiento. Mientras tanto en Inglaterra, en España y en Portugal la tradición gótica continuó a lo largo del siglo XV y XVI. Podemos distinguir cuatro estilos durante el periodo gótico: Estilo francogótico o lineal (finales del siglo XII – XIII): nacido en las cortes francesas de Paris y Borgoña. Se caracteriza por un predominio muy acusado de la línea sobre el color, menor hieratismo en las figuras y continúan siendo figuras sin volumen. Destacan en este estilo las vidrieras de la Catedral de León y la Sainte Chapelle en Paris. Estilo italogótico (1250-1400): iniciado en Italia, como herencia del arte bizantino (monumentalidad, hieratismo, simetría...). El resultado fue una pintura de colores claros, con predominio de la línea curva, la búsqueda del volumen en las figuras y la intención comunicativa a través de los gestos y las miradas. En este periodo también comenzaron los primeros ejercicios de perspectiva. La producción del estilo italogótico estuvo dividido en dos centros artísticos: por un lado, Siena donde podemos destacar a Duccio y a Martini y por otro lado, Florencia donde sobresalen Cimabue o Giotto. Giotto es EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 7 considerado un precursor del Renacimiento al eliminar prácticamente el oro, intentar pintar fondos con perspectiva lineal y dar a sus figuras mucha corpulencia y volumen. Su obra más conocida es el mural en la capilla de los Scrovegni de Padua (considerado como la primera manifestación del Renacimiento). Estilo internacional o cortesano (1375-1425): desarrollado en las cortes europeas. Este tipo de pintura tiene un estilo cortesano y elegante. El material más llamativo en las obras es el oro. Respecto a las figuras, son aun más estilizadas que las del siglo XIII y además los cuerpos se mueven formando una “S”, es decir, son serpenteantes. La cara y cuerpo de dichas figuras son muy pálidas, y como la mayoría de los temas son religiosos, se impone un vestido a la Virgen que consiste en una túnica roja, un manto negro o azul marino y los cabellos rubios. La perspectiva utilizada es jerárquica. Destacan los hermanos Limburg con Adoración a los Reyes, de Mur, Borrassa y Martorell entre otros. Estilo o escuela flamenca (siglo XV): se desarrolló básicamente en los Países Bajos y en Flandes derivado del estilo del gótico internacional. Es nuestro cuadro a comentar perteneciente a este estilo, debido a la realidad y el detallismo que muestra gracias a la pintura al óleo y la obtención de luminosidades hasta entonces inalcanzables. El uso de un fuerte simbolismo es también rasgo destacado de esta escuela. Uno de los artistas más importantes fue Van Eyck autor, junto con su hermano Hubert, del célebre retablo de La Adoración del cordero místico. También destacó Van Der Weyden con El Descendimiento, Dalmau, Bermejo y no nos podemos olvidar de El Bosco. La aparición del arte gótico dio lugar a diferentes cambios importantes que afectaron a la sociedad, a la cultura, a la política, a la economía y a la religión que tienen lugar en el siglo XIII-XIV. Respecto a la sociedad, hubo un cambio fundamental con la aparición y la desaparición de 2 clases sociales; aparece la burguesía y desaparece el feudalismo. Las ciudades empiezan a desarrollarse y con ello se edifican grandes catedrales, monasterios, universidades, hospitales, palacios…gracias al papel de los ciudadanos; estos edificios son financiados gracias a los gremios y a las familias más pudientes. En otras palabras, el arte pasa a depender de la riqueza de las ciudades. En lo económico, destaca el importante crecimiento de la producción agrícola favorecido por el asombroso desarrollo demográfico desde principios del siglo XII. Empieza así una etapa de intercambios entre el campo y la ciudad: el primero suministraba a ésta de alimentos y materias primas, mientras que la ciudad daba al campo productos artesanales. Se establecen a sí nuevas relaciones entre ambos sectores, dando lugar a una economía de mercado urbana. La activación del comercio local favoreció también la del comercio internacional: el Mediterráneo, Mar del Norte y mar Báltico. En lo político, Europa se hallaba en un período de construcción en la que se anticipaban los Estados modernos: Francia, Inglaterra, Austria, España y Rusia. Es una Europa en cuyas estructuras políticas se produjeron importantes cambios como el incremento del poder de la Monarquía (debido al apoyo de la burguesía) sobre la nobleza, la aparición de Cortes, Estados Generales y Parlamentos y, a nivel de ciudad, los ayuntamientos y consejos municipales. En el ámbito cultural son fundamentales la fundación y el desarrollo de las universidades, con ellas, se inició una cultura de elevado carácter laico y cosmopolita, alejada de los monasterios que fueron perdiendo importancia a lo largo del siglo XV con la aparición de la imprenta y más tarde el descubrimiento de la pólvora provocó un desplome en el poder de la nobleza. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 8 Aspectos generales y tendencias. Como ya hemos visto y comentado, son innumerables los personajes y los símbolos que componen esta compleja obra. Sin duda, ésta muestra un mensaje moralizante advirtiendo al hombre de las consecuencias que conllevan el disfrute de los placeres carnales o esa es la lectura convencional. Sin embargo, sabemos que el Bosco fue un pintor no convencional y que militó en una secta conocida como “Adamitas” en la cual, el objetivo de la vida era regresar al Paraíso del que habíamos sido expulsados. Por todo ello, en el tríptico podemos apreciar otra lectura totalmente diferente observándolo en sentido derecha-izquierda; en el cual el panel donde es simbolizado el infierno es la representación de aquella época llena de máxima corrupción, de ausencia de vegetación, de avaricia, de muertes…Desde ese punto de vista, el panel central seria el esfuerzo que harían los “Adamitas” por regenerar a ese ser humano que está en fase de disolución y su objetivo final seria integrarse en el Paraíso y convertirse en hombres perfectos. El Bosco prácticamente no tuvo influencia de los movimientos contemporáneos a él, salvo por pintores de la escuela alemana (Schongauer, Grünewald) y Alberto Durero. La obra destaca entre las de sus contemporáneos del Medievo tardío por ser sumamente fascinante y extraña, al tiempo que difícil de interpretar, y por sus características, está profundamente enraizada a su tiempo. Por todo ello, al ser tan original, fue en seguida descubierta y estudiada por numerosos psicoanalistas. Con el tiempo ha sido reconocida como antecedente de la pintura surrealista, siendo desarrollada casi medio siglo antes que dicho movimiento. Como fuentes principales de inspiración fundamentalmente están las ideas extraídas de las Sagradas Escrituras y otras obras de su época. Las obras de Bosco eran calificadas de disparates porque no tienen pareja ni parecido en arte, es más, podríamos decir que se han sucedido períodos de arte expresionista, arte que pretende mostrar desórdenes psíquicos, pintar lo invisible, sorprendernos con excesivo erotismo, sacudirnos con lo inexplicable, lo fantástico; pero ninguno de los artistas surrealistas, colmados de psicoanálisis, han llegado a pintar visiones tan aterradoras como las que dejó pintadas El Bosco. La mente de este autor estaba únicamente poblada de sinrazón e inmoralidad, se le ha llegado a calificar de pervertido y sádico porque parece encontrar placer en el mal y su castigo. Otras obras principales del Bosco son: La Mesa de los Pecados Capitales, La extracción de la piedra de la locura, Las Bodas de Caná, La Nave de los Locos o Las Tentaciones de San Antonio Abad entre otras. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 9 Bibliografía FERNÁNDEZ, Juan (coordinador), Guía visual de pintura y arquitectura, Madrid, Santillana, 1997 págs. 54-55. TRIADÓ TUR, J.R. et al. Historia del arte, Barcelona, Vicens Vives (2º bachillerato), 2011, págs. 212213. EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 10