Racionalismo y Empirismo - Bravosol, la Academia de Callao

Anuncio
Racionalismo y Empirismo: el problema del conocimiento
La revolución científica del siglo XVII llevó a la filosofía a situar en el centro de sus preocupaciones
el problema del conocimiento, problema que podemos formular en los siguientes interrogantes: ¿cuál
es el origen y el fundamento del conocimiento verdadero? ¿cuáles son las operaciones del
entendimiento que garantizan el conocimiento verdadero? ¿cuál es el método adecuado para alcanzar
la verdad en las ciencias?
Las dos grandes escuelas de este siglo, Racionalismo y Empirismo, se enfrentan a la misma
problemática, pero se diferencian y de manera fundamental en la forma de enfocarla y tratar de
resolverla. Ambas se inspirarán en la nueva ciencia y en su método matemático y experimental, pero
con un enfoque completamente diferenciado centrado en la cuestión del origen del conocimiento. La
exposición de los principios generales de ambas escuelas, aunque sea muy sucintamente, resultará útil
para comprender mejor la problemática y las soluciones aportadas.
El Racionalismo se caracteriza por conceder la primacía a la razón para alcanzar la verdad, y
sostiene como principio básico que nuestros conocimientos verdaderos de la realidad tienen su origen y
fundamento en la razón. Los racionalistas identifican el conocimiento racional con el conocimiento
científico, y muy especialmente con las matemáticas. Observando el éxito obtenido con la aplicación de
las matemáticas a la física, las toman como modelo del saber. Están convencidos de que la estructura
de la realidad es de índole matemática, idea que ya apuntaron los pitagóricos (s. V a.C.), que influyó
notablemente en Platón, y que defendió Galileo en el Renacimiento convirtiéndola en guía de su
investigación física. Los racionalistas, por tanto, creen que sólo por medio de las matemáticas puede
obtenerse conocimiento seguro sobre la realidad. El problema que al respecto se les presentará será el
del método, esto es, cómo aplicar el método matemático a la filosofía.
Siguiendo el modelo de las matemáticas, los racionalistas establecen como ideal del conocimiento
el sistema deductivo. Recordemos que la deducción es un razonamiento que alcanza una conclusión
necesaria a partir de unas proposiciones primeras y generales. Si estas proposiciones son verdaderas,
la conclusión también lo será. La pretensión de los racionalistas será, pues, partir de unos principios
universales, absolutos y evidentes de por sí (axiomas), y deducir de ellos el resto de verdades (lo cual
no significa un rechazo total de la experiencia, como se ve en las partes V y VI del Discurso del
método). El problema que habrán de afrontar será el de establecer el origen de estas ideas y principios
(innatismo).
Los empiristas, por su parte, defienden que nuestro conocimiento procede en última instancia de
los sentidos: el origen y fundamento de nuestro conocimiento se encuentra en la experiencia sensible.
Este punto de partida establece, en primer lugar, un límite claro a las posibilidades del conocimiento:
éste no puede ir más allá de la experiencia sensible y sólo podremos tener certeza de los
conocimientos que caen dentro de ella. Cualquier pretendido conocimiento que no pueda ser reducido,
en última instancia, a los sentidos, será rechazado como producto de una especulación en el vacío o de
la imaginación.
Es evidente que el punto de partida de los empiristas significa un rechazo radical de la existencia
de ideas innatas tipo platónico o, como veremos más adelante, de las que propugna el Racionalismo y
Descartes. Defender la experiencia sensible como única fuente del conocimiento les planteará un
importante problema, que es explicar cómo se originan las ideas a partir de los sentidos, o lo que es lo
1
mismo, cuáles son las operaciones que realiza el entendimiento en la construcción de las ideas y su
posterior desarrollo, por ejemplo, en el caso de las matemáticas, que poseen validez universal.
El método de conocimiento que propugnarán será la inducción, que podemos calificar de contraria
a la deducción, pues mientras que ésta parte de principios universales para llegar a los particulares, la
inducción parte de experiencias particulares y de ellas extrae conclusiones universales. El modelo de
conocimiento que toman ambas escuelas está relacionado con el nuevo método científico, pero difiere
en el punto de partida. Resumiéndolo en una fórmula: los racionalistas toman el modelo deductivo de la
matemática pura, mientras que los empiristas toman el modelo experimental de la física.
Los racionalistas defienden que las ideas y primeros principios evidentes a partir de los cuales se
construirá deductivamente todo el edificio del saber, no se obtienen por inducción a partir de la
experiencia sensible, pues aunque los sentidos proporcionan información sobre el universo, ésta es
confusa y a veces falsa, por lo que nunca podremos estar seguros de su absoluta veracidad. Las ideas
claras y precisas, que constituyen el punto de arranque de la deducción, las posee el entendimiento en
sí mismo, son ideas innatas. Ahora bien, con su innatismo el racionalismo no está afirmando que el
hombre ya nazca consciente de esas ideas, sino que son ideas connaturales a la razón, porque ésta
posee una predisposición natural a formarlas.
2
Descargar