secundarios, formando con el central un ángulo bastante abierto, poco visibles por causa del tomento; nerviación terciaria irregular. Limbo de 2-4 (-7) X 1,5-3 (-5) cm. Pecíolo tomentoso, de 3-10 mm. Amentos d numerosos, laxifloros, colgantes, de 3-6 cm. de longitud, desarrollándose en la base de los ramillos hornotinos, guarnecidos en la base por una bráctea rojiza; raquis tomentoso; brácteas lanceoladas, agudas, pelosas; perigonio verdoso-amarillento, urceolado, con 3-5 divisiones ovales, apiculadas, lampiñas en la cara interna, pelosas en la externa, pestañosas en la parte apical del borde; estambres isómeros con estas divisiones y opuestos a ellas, con los filamentos lampiños y las anteras ovoideas, mucronadas, pelosas o glabrescentes. Amentos 9 uni o plurífloros, con raquis tomentoso, corto o a veces algo alargado; bráctea aovado-lanceolada; escamas 2, pelosas en la base, lanceolado-agudas; divisiones del perigonio 6, cortas, obtusas, pelosas; estigmas por lo común 4, rara vez alguno más o menos, patentes, recurvados, espatulados, engrosados en el ápice. Frutos solitarios o geminados, sésiles o sobre pedúnculo corto y tomentoso; cúpula grisácea, tomentosa, hemisférica o algo atenuada en la base, cubriendo parte de la bellota; escamas empizarradas densamente, aovado-triangulares, obtusas, de tamaño menguante de la base al ápice, en donde son lineares. Bellotas muy variables, ovoideas, ovoideo-oblongas, oblongo-cilíndricas o subglobosas; estilopodio pubescente; cicatriz basilar pequeña, convexa, rugosa, con poros visibles; endocarpo tomentoso. Florece en abril y mayo, madurando sus frutos de octubre a noviembre del mismo año. Crece en la Región Mediterránea, a la que caracteriza. E n España, con más o menos abundancia se encuentra en casi toda su extensión, formando sus masas más extensas en Andalucía y Extremadura, si bien su área natural ha sufrido profunda modificación por el sucesivo desarrollo de los cultivos agrarios. También en muchos montes andaluces y extremeños más que en plan forestal lo está en el de cultivo agrícola, con vistas a la producción de fruto, formando los árboles líneas regulares, como en cualquier olivar y roturándose periódicamente el suelo. M u y acomodaticia en lo referente a la composición del suelo, resistiendo cuando es pobre y contribuyendo a su mejora; también influye en su decalcificación, por lo cual en encinares espesos su cortejo florístico es muchas veces de plantas calcífugas e indiferentes. ±