372 Héctor Julio Prieto Cely juntas directivas sin que los socios o miembros se encontraran presentes pero, siempre y cuando, la totalidad de los socios o miembros, tuvieran la posibilidad de deliberar y decidir mediante comunicaciones simultáneas o sucesivas en todo caso, debiendo ser esta circunstancia, en todos los casos, susceptible de comprobación. La parte final del primer inciso del artículo 19 establece, con sobrada razón, que “...la sucesión de comunicaciones deberá ocurrir de manera inmediata de acuerdo con el medio empleado”, de donde se colige que la comunicación no podría realizarse a través de un cruce de cartas, debe entenderse que la totalidad120 de los socios o miembros se encuentran en red de forma simultánea intercambiando ideas, dialogando y tomando decisiones como si estuvieran presentes; bien podríamos decir que en las reuniones no presenciales los socios o miembros se encuentran, de mente presente pero de cuerpo ausente. Resulta interesante, en esta clase de reuniones, la posibilidad que para la toma de decisiones el legislador de 1995 introdujo en el artículo 20 de la ley 222 al prescribir que las decisiones también se pueden tomar por escrito ya sea conjuntamente o de manera individual, es decir, que la voluntad de los socios al expresar su voto por escrito no le resta validez a las decisiones que así tome el máximo órgano social; cuando se toman las decisiones por escrito de manera conjunta, “...la mayoría respectiva se computará sobre el total de las partes de interés, cuotas o acciones en circulación o de los miembros de la Junta Directiva según el caso...”; si el voto se expresa en documentos separados la ley prescribe que estos deben recibirse dentro del mes siguiente contado a partir del día en que se haya recibido la primera comunicación. Para dar a conocer el resultado de la votación, el representante legal deberá informar a los socios o a los miembros de la junta, dentro de los cinco días siguientes a la recepción de los documentos en los que se exprese el voto, la decisión que de acuerdo con la votación corresponda. Por último, no sobra advertir que cuando alguno de los socios no participe en la comunicación simultánea o sucesiva o cuando alguno de ellos no exprese el sentido de su voto por escrito, en el evento del artículo 20 de la “...en nuestra opinión para deliberar o decidir, todos los socios o miembros, según 120 el caso, deben participar en la reunión, rompiendo de esta manera con el quórum deliberatorio y decisorio que por ley o estatutos se exige en las reuniones presenciales, máxime cuando la no participación de por lo menos un miembro o socio conlleva la ineficacia de la decisión adoptada (artículo 21 de la ley 222 de 1995)”. Peña Nossa, Lisandro y Ruiz Rueda, Jaime. Ob. cit., p. 216.