EVOLUCIÓN MORAL (Kohlberg) La moralidad, para Kohlberg, es una de las áreas evolutivas fundamentales que constituyen al ser humano. La entiende como la capacidad de la persona de elaborar juicios morales, de comprender la idea de norma social y de presentar un comportamiento moral en función de dicha idea de norma. Kohlberg, en su intento por comprender el desarrollo moral desde el enfoque cognitivo-evolutivo, la estudia partiendo de la idea de estadio y de estructura: un estadio moral es una estructura de pensamiento que posibilita una manera determinada de razonamiento y de comportamiento; estas estructuras vienen determinadas por lo que la persona considera valioso dentro de un problema moral o por los aspectos que la persona tiene en cuenta en el momento de emitir un juicio de valor. A la vez, es básica su distinción entre juicio y acción moral: El juicio moral es el marco lógico, teórico, la guía universal para entender la realidad y construir respuestas ante los conflictos con dicha realidad; es un proceso cognitivo a través del que se reflexiona, se revisan los propios valores y la percepción de la realidad para, posteriormente, emitir una respuesta. La acción moral es la actuación concreta que se produce ante una situación de conflicto moral. Kohlberg plantea el tránsito evolutivo de la persona a través de seis estadios... Nivel preconvencional (0-9 años) Estadio 1 Moralidad heterónoma Estadio 2 Individualismo, propósito instrumental e intercambio. Estadio 3 Expectativas interpersonales mutuas, relaciones y conformidad interpersonal Sistema social y conciencia Nivel convencional (10-20 años) Estadio 4 Nivel posconvencional (desde 20 años) Estadio 5 Estadio 6 Contrato social o utilidad y derechos individuales Principios éticos universales Lo convencional implica someterse a las reglas, expectativas y convenciones de la sociedad o de la autoridad, y defenderlas precisamente porque son reglas, expectativas y convenciones de la sociedad. El individuo que está en el nivel preconvencional no comprende realmente todavía las reglas y expectativas convencionales o sociales, ni las defiende. Los que están en el nivel posconvencional comprenden y aceptan básicamente las reglas de la sociedad, pero dicha aceptación se basa en la formulación y aceptación de los principios morales de carácter general que están debajo de estas reglas. Otra manera de comprender estos tres niveles es verlos como tres tipos de relación entre el yo y las reglas y las expectativas de la sociedad. Para la persona preconvencional las reglas y expectativas sociales son algo externo al yo. En el nivel convencional el yo se identifica con las reglas y expectativas de los otros, especialmente de la autoridad, o las interioriza. Y en el nivel posconvencional se diferencia el yo de las reglas y expectativas de los otros y define sus valores en función de unos valores escogidos, sin presión alguna de autoridad o regla. a. Nivel preconvencional (0-9 años). Las características del razonamiento moral de esta etapa coinciden con la moral heterónoma descrita por Piaget. El control de la conducta es externo; el niño recibe las presiones desde fuera y se limita a evitar los castigos o a obtener recompensas. Responde a las etiquetas culturales de lo bueno y de lo malo, las que interpreta según sus consecuencias físicas. En este nivel se dan dos estadios: 1. Uno primero de moralidad netamente heterónoma, que implica obediencia y castigo. El niño depende de un poder superior, su conducta es egocéntrica y teme exclusivamente el castigo. 2. Uno segundo estadio instrumental, que se caracteriza por el hedonismo simple: una conducta es moral si proporciona alguna satisfacción personal. b. Nivel convencional (10-20 años). En este nivel la conducta moral se define como el comportamiento que contribuye al orden social y a las expectativas que marca la cultura. El control de la conducta del niño se percibe todavía como externo, pues sabe que las expectativas proceden de los adultos. En este nivel aparecen otros dos estadios: 3. De expectativas y relaciones de conformidad interpersonal. El niño se orienta en la ayuda a otros y en ser consciente de sus acercamientos. 4. En el estadio social o de conciencia, el niño manifiesta respeto por la autoridad y adopta los puntos de vista de otras personas, está convencido de que si es bueno será premiado. c. Nivel posconvencional (más de 20 años). En este nivel posconvencional o de los principios prima un control interno de la conducta, las decisiones sobre lo que está bien o mal proceden del propio pensamiento o juicio del individuo. Como en los niveles anteriores se reconocen dos estadios: 5. Las normas sobre lo correcto o lo incorrecto en el obrar son descritas en términos de leyes racionales, que sirven de base a los juicios sobre lo que está bien o mal. 6. En el estadio de los principios universales el énfasis se pone en el control de la conciencia. La conducta es guiada por los ideales y por lo que se considera como moral.