REESTRUCTURACIÓN DE CRÉDITOS, REQUIERE ACUERDO Síntesis:

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REESTRUCTURACIÓN DE CRÉDITOS, REQUIERE ACUERDO
Concepto 2009075844-001 del 29 de octubre de 2009.
Síntesis: La refinanciación o reestructuración se basa en modificar las condiciones
acordadas por los contratantes al momento de otorgar el crédito, e implica cambiar los
términos del contrato mediante el cual se estructuró el mismo, lo cual sólo puede ocurrir
con aquiescencia de las partes que participan en la realización de la operación negocial y
no de una sola de ellas. A las entidades financieras no les es dable de manera unilateral
proceder a reestructurar las obligaciones contraídas por sus clientes, ello debe obedecer a
un acuerdo en el cual las partes fijen un plan de amortización que responda a la real
capacidad de pago del deudor, puesto que lo que busca este tipo de procedimientos es
optimizar la atención de la deuda.
«(…) consulta sobre la posibilidad que tiene un banco para refinanciar un crédito sin previa
autorización y solicita se le indique las normas sobre el tema.
En relación con lo anterior, sea lo primero manifestar que aunque su consulta sólo alude a
la expresión “refinanciar”, es importante que se tenga en cuenta que en el sector financiero
para efectos de modificar las condiciones iniciales de un crédito, se emplea el término
refinanciar o reestructurar, los cuales obedecen a una misma figura.
En tal sentido, conviene precisar el concepto de las expresiones refinanciar y reestructurar,
así:
La refinanciación consiste en la “Sustitución de un crédito o préstamo por uno distinto con
diferentes condiciones. Esta operación se puede realizar para aprovechar las condiciones
del mercado o porque el prestatario no puede frente al pago…”1
También se entiende como refinanciar el hecho de “Revisar los plazos de pago, y modificar
los intereses de una obligación” .2
En punto al tema la extinta Superintendencia Bancaria, hoy Superintendencia Financiera
mediante oficio 2000011503 del 29 de marzo de 2000, se pronunció en el siguiente sentido:
… en ‘el sector financiero se emplea con frecuencia la expresión ‘refinanciar’ para describir todas
aquellas modificaciones introducidas a los créditos con el propósito de recuperar las obligaciones
vencidas, es importante señalar que este término no constituye en sí mismo una figura jurídica, sino un
1
Diccionario Enciclopédico Profesional de Finanzas y Banca, Tomo III, 1ª. Edición 1992. Instituto Superior de Técnicas y Prácticas
Bancarias. Pagina 330.
2
Diccionario de Administración y Finanzas. Grupo Editorial Océano, Barcelona España. 355.
concepto comercial y financiero que hace referencia a la introducción de cambios a una relación
obligacional, con el propósito de facilitar el pago a un deudor’. 3
Ahora, el numeral 1.3.2.3.3 del Capítulo II de la Circular Externa 100 de 1995, expedida
por esta Superintendencia indica que:
… Para efectos del presente capítulo se entiende por reestructuración de un crédito cualquier
mecanismo excepcional, instrumentado mediante la celebración y/o ejecución de cualquier negocio
jurídico, que tenga por objeto modificar las condiciones originalmente pactadas con el fin de
permitirle al deudor la atención adecuada de su obligación ante el real o potencial deterioro de
su capacidad de pago. Adicionalmente, se consideran reestructuraciones los acuerdos celebrados en el
marco de las Leyes 550 de 1999, 617 de 2000 y 1116 de 2006 o normas que las adicionen o
sustituyan, así como las reestructuraciones extraordinarias y las novaciones.
Las reestructuraciones no pueden convertirse en una práctica generalizada para regularizar el
comportamiento de la cartera de créditos.
No se considerarán reestructuraciones los alivios crediticios ordenados por leyes, como fue el caso de
los establecidos en la Ley 546 de 1999. (negrilla fuera de texto).
De lo anterior, podemos concluir que la refinanciación o reestructuración se basa en
modificar las condiciones acordadas por los contratantes al momento de otorgar el crédito,
es decir, implica cambiar los términos del contrato a través del cual se estructuró el mismo,
lo cual sólo puede ocurrir con aquiescencia de las partes que participan en la realización de
la operación negocial y no de una sola de ellas.
En tal sentido, cabe recordar que el artículo 1602 del Código Civil dispone “Todo contrato
legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por
su consentimiento mutuo o causas legales”.
Sobre este particular, es oportuno traer a colación un pronunciamiento de la Corte Suprema
de Justicia, en donde si bien hace referencia a la resolución o rescisión de un contrato en
escenario judicial, también lo es que de él se extrae como conclusión el hecho de que en
tanto el contrato es un acuerdo de voluntades, para su configuración, terminación o
modificación deben concurrir las partes que lo crearon. Veamos entonces:
… El concurso de voluntades, modo espontáneo de crear o extinguir un contrato, o la manera forzada de hacerlo
a través de la respectiva acción, supone precisamente la concurrencia de quienes intervinieron en su
formación, sin que sea posible quitarle sus efectos a espaldas de sus genitores, hasta el punto de que si
judicialmente se declarase ineficaz el convenio, sin haber oído a una de las partes, no podría afectar la posición
jurídica, de quien no fue citado al juicio. Si se afirma que la existencia del contrato por modo voluntario, supone
consentimiento de todos los contratantes, la misma razón existe para que en el ejercicio de las acciones judiciales
que buscan este mismo resultado, se haga comparecer al juicio a todos los integrantes de la relación contractual;
mal podría una sentencia afectar intereses de quien no fue citado al juicio, según principio emanado de la propia
Constitución…” (negrilla fuera de texto). 4
3
. Oficio. 90043631-1 del 5 de julio de 1990.
5
4
Puede ser consultada en la página web:www.superfinanciera.gov.co/Normativa/Circular Básica Contable 100 de 1995.
Sentencia de mayo 31 de 1963, citada en el Código Civil, Legis. Artículo 1602
De otro modo, en punto a los créditos otorgados para la financiación de vivienda, se resalta
que de acuerdo con el artículo 20 de la Ley 546 de 1999, los establecimientos de crédito
tiene la obligación de enviar a todos sus deudores una información clara en la cual se
incluya, como mínimo, una proyección de los intereses del crédito a pagar en el próximo
año y los que se cobrarán con las cuotas mensuales, de acuerdo a dicha información y
durante los dos primeros meses de cada año, los deudores podrán solicitar a la institución
financiera respectiva la reestructuración del crédito. Es claro que se está resaltando que la
reestructuración es solicitada por el deudor.
En relación con el artículo 20 de la Ley 546 de 1999, esta Superintendencia mediante
concepto número 2005017144-1 del 8 de abril de 2005, indicó “Respecto de la citada
norma se pronunció la Corte Constitucional en Sentencia C-955 de 2000 en cuya parte
resolutiva declaró su exequibilidad "en el entendido de que la reestructuración del crédito
pedida por el deudor dentro de los dos primeros meses de cada año, si hay condiciones
objetivas para ello, debe ser aceptada y efectuada por la institución financiera. En caso de
controversia sobre tales condiciones objetivas, decidirá la Superintendencia Bancaria".
Bajo el contexto expuesto, fuerza concluir que a las entidades financieras no les es dable de
manera unilateral proceder a reestructurar las obligaciones contraídas por sus clientes, ello
debe obedecer a un acuerdo en el cual las partes fijen un plan de amortización que responda
a la real capacidad de pago del deudor, puesto que lo que busca este tipo de procedimientos
es optimizar la atención de la deuda.
Así las cosas, si en su caso considera que el banco realizó una reestructuración sin su
consentimiento puede instaurar una queja ante esta Superintendencia, indicando con
claridad el nombre de la institución financiera, los hechos generadores de inconformidad,
aportando para tal efecto las prueba que soporten sus afirmaciones, o también ante el
defensor del cliente de la entidad financiera.
Para los efectos anteriores, le informo que esta Superintendencia puede recepcionar su
queja a través de los siguientes medios: corre electrónico super@superfinanciera.gov.co,
página Web: www.superfinanciera.gov.co/Quejas, o si lo prefiere lo puede hacer mediante
correo o radicándola en nuestras instalaciones ubicadas en la calle 7ª. No. 4-49.
(…).»
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