UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS E.A.P. DE FÍSICA Morfología y características físicas de las eyecciones de masa coronal solar Capítulo IV. Antecedentes: Observaciones de las EMC en el medio interplanetario MONOGRAFÍA Para optar el Título Profesional de Licenciado en Física AUTOR Tinoco Licas, Silvia Soledad LIMA – PERÚ 2005 IV. ANTECEDENTES: OBSERVACIONES DE LA EMC EN EL MEDIO INTERPLANETARIO. Las teorías sobre eyecciones de masa coronal o EMC, se origina a partir de conocimientos de la existencia del viento solar y las observaciones reales de EMC con coronógrafos a bordo de satélites. Las primeras observaciones sugieren una relación entre la actividad solar y la actividad geomagnética. Sabine (1 852) ha sido el primero en notar que la actividad geomagnética ocurre después de la actividad solar. El primer FLARE ha sido observado en luz blanca, seguido 18 horas mas tarde por una tormenta geomagnética (fue observado por Carrington,1860). Mas tarde Newton (1 943) encontró una significante correlación entre grandes FLARES y tormentas geomagnéticas subsecuentes. En 1931 Hale, posteriormente Chapman (1950); Piddington (1958) afirmaron que las eyecciones son una consecuencia de los flares solares. Parker (1961) presentó la idea de una onda expansiva creada por una elevación extendida en la velocidad de flujo de viento solar. Estas causarían una disminución del rayo cósmico vía una capa del campo turbulento detrás del choque. Esto, por supuesto, era una propuesta diferente al de Gold (1 955) [Ref. 4], donde sugiere la introducción de campo magnético cerrado desde una región de la corona que no contribuye previamente al viento solar. En 1963 Parker desarrolló una teoría alternativa de los disturbios interplanetarios relacionada a la actividad solar. Su modelo inicial de la rapidez de la expansión de viento solar sugiere que la velocidad del viento solar es relacionada directamente a la temperatura en la corona baja. Dunn (1968) fue el primero que estudio los movimientos sistemáticos coronales. Comentando sobre observaciones relacionadas entre las formas de la actividad solar y las tormentas geomagnéticas, Lindemann [1919] [Ref. 5] parece haber sido el primero para sugerir que las tormentas magnéticas resultan de las eyecciones trasientes del plasma solar que afectan el campo magnético terrestre días después de a la erupción. 32 Aunque hay una clara relación entre los FLARES y EMC, varias observaciones sugieren que los FLARES no son responsables para las EMC. Sorprendentemente Wagner registró 0.74 eventos por día en 1973 (cerca del mínimo de la actividad solar) y 0.9 eventos por día en 1980 (máximo de la actividad solar. Sheeley (1 982) encontró alrededor de 2 EMC por día con el SOLWIND. Porque el promedio no cambia mucho durante el ciclo magnético, es claro que los Flares, no son la principal fuente, sin embargo estos datos no incluyen la real actividad mínima, cuando los filamentos no están presentes en el disco. La trágica descarga sobre el P78 de la fuerza aérea de los EEUU imposibilitó esas observaciones para éste ciclo. La mayor fuente de las EMC es la erupción de prominencias, las cuales tuvo que ser identificados con alrededor de la mitad de las EMC observadas. Estos flares identificados con las EMC tienden a ser comparados con eyecciones de masa con la forma de oleadas o de aerosoles. Hay un grupo significativo de EMC las cuales no son relacionadas con cualquier fenómeno óptico solar, pero dadas las limitaciones del tiempo en observaciones ópticas, no se puede asegurar si ésta es un tipo real, algunos estiman que son eventos más allá del limbo solar. La cantidad de masa arrojada al espacio estelar durante una EMC ha sido determinada por varios autores y se estima como 10 15- 10 3 16 g/día. Comparando 7 con el viento solar que llega a la tierra 1 atomo/cm a 4x 10 cm/segundo por 3x 10 27 cm2, también ≈ 10 16 g/día, tal que las EMC representan la pérdida de masa total tan importante como el viento solar continuo. Alrededor de la mitad de las EMC están relacionadas a los flares, el resto a la erupción de prominencias. En ambos casos, el fenómeno es asociado con la inestabilidad en las prominencias. Jackson (1 981) encuentra un aumento de brillo en la corona K algunas horas antes de las EMC. Éstos datos sugieren que la erupción no es una explosión, solamente una transformación magnética de la estructura magnética total. 33 Las prominencias ocupan a menudo el núcleo del casco una corriente de plasma (Streamer), separando regiones unipolares extendidas de signos opuestos y las líneas del flujo conectadas a éstos bucles atravesando sobre las fronteras de la corona. Mucho más arriba, las líneas de flujo se abren hacia fuera y son arrastradas hacia el espacio por el viento solar y la extensión hacia fuera de las líneas de fuerza desde las dos regiones de polaridad opuestas produciendo un límite preciso de la inversión de campo, la cual puede ser estabilizada por una hoja de corriente. La hoja de corriente está sujeta a la reconexión, con las líneas de campo, cerrándose hacia atrás en las líneas externas del campo reconectándose y fluyendo hacia fuera. Esto es conocido como el mecanismo de COP-Pneuman (1976). El material sobre el punto de reconexión es empujado hacia fuera por el campo. El filamento está normalmente bajo el nivel de reconexiones, tal que la operación real es desconocida. La reconexión en la hoja de corriente, podría ser el agente mediante el cual los campos que sostienen al filamento llegan a ser inestables. Los pies o bases de las EMC siguen atadas a la superficie durante la erupción y el brillo aumenta mientras la materia cae detrás. Cómo las líneas del campo detrás de las EMC que se dirigen para reconectarse y desenredarse (librarse) del Sol, son desconocidas, estas se dirigen para hacerlo y las EMC recorren al espacio. Ocasionalmente un agujero coronal se formará de vez en cuando detrás de la EMC. No se sabe si esto es debido a que se abren las líneas del campo o simplemente si es la pérdida del material coronal para una erupción. Los nuevos hoyos se forman en aproximadamente 10 horas. Las observaciones simultáneas en las longitudes de onda múltiples concluyen un campo visual grande que han mejorado nuestra comprensión de eyecciones coronales. Las observaciones ultravioletas extremas y los rayos X suaves revelan las regiones de la fuente de EMC dirigidos a la Tierra. Las observaciones de microondas y de H-alfa proporcionan la información de las componentes frías de las EMC. Las observaciones de radio en ondas largas de 34 longitud de onda decamétrica y hectométrica rastrean las ondas expansivas de EMC que apenas entran en el medio interplanetario. Gopalswamy (2 001, “origen y evolucion temprana de las eyecciones de masa coronal”) hace un resumen de resultados recientes de observaciones de SOHO, de Yohkoh y del SOLWIND, y discute cómo las observaciones de EMC cerca del Sol, son útiles para interpretar acontecimientos transitorios en el interior de la heliósfera. El monitoreo de la corona solar fue realizado por coronógrafos como el OSO7 [Tousey 1973 [Ref. 6]] y particularmente por el SKYLAB como mencinamos anteiromente [MacQueen 1974 [Ref. 7]] en 1970 establece que la eyección de material ocurre comúnmente en la atmósfera solar que nosotros llamamos ahora eyección de masa coronal. Hundhausen et al. (1984) definió la eyección de masa como “....un cambio observable en la estructura coronal que (1) ocurre en una escala de tiempo entre unos pocos minutos y varias horas (2) consiste en la aparición de un brillo débil, semejante a una luz blanca en el campo de vista del corónografo “ Munro et al (1 919) y Howard (1 985) definieron a las EMC como el movimientoo hacia fuera observado a través del campo de vista del coronógrafo SOLWIND. Las EMC, han sido observadas por el coronógrafo que está orbitando en el observatorio solar 7 (OSO7, Tousey), Skylab (MacQueen et al 1 974[Ref. 7]), el satélite P78-1 (SOLWIND, 1979-1981) y el SOLAR MAXIMUM MISSION (SMM). En éstas observaciones las EMC aparecen como un brillo (crecimiento de densidad en la línea de vista) expandiéndose hacia el exterior con una velocidad de varios kilómetros por segundo por arriba de los 2000 km/s. Éstos representan eventos discretos, en el que el campo magnético es roto a gran escala y una significativa cantidad de plasma (~1015 -1016 g) y energía magnética (~1031- 1033 erg) es inyectada hacia el viento solar (Gosling et all 1974) [Ref. 8 . 35 Las EMC estan relacionadas con las ocurrencias de tormentas geomagnéticas (Gosling et al 1974) [Ref. 8]. Se ha observado que hay dos categorías distintas de tormentas magnéticas, aquellas que se repiten con el periodo de rotación solar de 27 días (Maunder 1905) y aquellas que no se repiten. Las tormentas recurrentes tienden a ser moderadas, y su frecuencia es anticorrelacionada con el número de manchas solares (Greaves y Newton 1929). En suma, una gran tormenta tiende a ser no periódica o aperiodica y ocurre cerca del máximo solar. Fue encontrada la relacion de las tormentas no periódicas con los FLARES solares Se ha ido entendiendo progresivamente que las perturbaciones solares relacionadas con la ocurrencia de las EMC proveen una mejor correlación con una gran tormenta aperiódica (Gosling et al 1991, Khaler 1992, Gosling 1993[Ref. 9]) .Anteriormente se encontraron que las tormentas aperiódicas tienden a ser correlacionadas con prominencias eruptivas. En suma, las EMC estan estrechamente relacionadas con la erupción de las prominencias más que con los FLARES (Gosling et al 1974, Sheeley et al 1983, Webb y Hundhausend 1987[Ref. 10]). Las EMC se propagan en el cinturón de la corriente de plasma (STREAMER), que puede ser responsable de una gran tormenta periódica cerca al mínimo solar. Las EMC proporcionan una conexión dominante. En 1 924 en un estudio de los datos basados del Yohkoh sobre las películas estándar de las imágenes, encontró que las características ampliamente encontradas en el limbo que tenía parámetros similares (anchuras, velocidades y los promedios de ocurrencia) a aquellas EMC fueron observadas en ésos coronógrafos. Golpaswamy (1996) ha descrito las observaciones de Yohkoh de una eyección lenta en el limbo entre el 10 –11 de julio de 1993, en el cual aparecen incorporados los tres elementos “clásicos” de la EMC, frente, cavidad y filamento incrustado. En este caso, el filamento ha sido bien observado con el radio heliógrafo de Nobeyama que trabaja en la frecuencia de 17 GHz, y claramente se notaba el lento aumento del frente de la estructura magnetica. La masa de este evento fue estimada 36 como 1,2 x 1014 g, en el extremo inferior del rango de masas de EMC en luz blanca (Hundhausen et all 1994). Hudson et al 1996 [Ref. 11], registro diferentes acontecimientos de eyecciones de masa por Yohkoh SXT, sin embargo tambien tiene limitaciones de muestreo. Con imágenes más frecuentes y con un mejor rango dinámico de las imágenes al campo de la velocidad, se habría podido medir más fácilmente. El Skylab, el Solwind P78-1 y la observación del Solar Maximum Mision mostraron que hay una relación compleja entre la EMC, observada en luz blanca, y la corona observada en rayos X suaves desde la fotometría del satélite GOES. Ésta situación podía ser atribuible a la pobre cobertura temporal de los datos obtenidos por los coronógrafos, a la baja sensibilidad del satélite GOES en rayos X, para la mayor parte del material eyectado de la coronal o por supuesto a una débil relación física. Con la sensibilidad mejorada de las imágenes obtenidas de Yohkoh en rayos X se esperó encontrar señales constantes de EMC en la corona baja. Esto resultó no ser tan simple: algunos de los movimientos de EMC se pueden observar directamente en rayos X, pero la morfología puede también ser diferente. El Yohkoh detecta algunas clases de eyección de masa que no se asemeja en todas a EMC. Hay claramente diversos efectos físicos en el trabajo, se distingue por la dirección (paralela o perpendicular al campo) y la velocidad del movimiento.Los flujos mas comunes son los flujos paralelos mucho más lentos que la velocidad de Alfvén, dando indicio de la conducción hidrodinámica, mientras que los flujos perpendiculares proporcionan una buena evidencia de la conducción magnética. La imagen de la corona solar en rayos X suaves revela varias formas de eyección de masa, algunas de las cuales son nuevas comparadas con las observaciones de Yohkoh STX. Comparado con las observaciones tradicionales del coronógrafo o del coronómetro K, los datos de Yohkoh tienen una sensibilidad y mejor muestreo, y una vista entera del hemisferio visible. Los acontecimientos probablemente relacionados con las EMC a menudo muestran claramente el oscurecimiento 37 cuantificable de la corona en rayos X cerca del sitio de un FLARE o un casco brillante. El oscurecimiento en rayos X se puede interpretar como la expansión y abertura de las líneas del campo magnético durante la fase temprana de un EMC. Los agujeros coronales transitorios, el oscurecimiento visto frente al disco, aparecen usualmente al mismo tiempo o más tarde que la primera arcada brillante y se bifurca relativamente concerniente a su centro, sugiriendo que ellos marcan la base evacuada del levantamiento de las cuerdas del flujo del EMC. En general, el brillo principal de la arcada sigue la eyección de masa y la fase impulsiva de cualquier FLARE asociada (“impulsivo” aquí significa la energía no térmica liberada y detectado como Bremsstrahlung según las rayo X duros; Hudson et al (1994) muestra que ésto ocurre incluso en acontecimientos de levantamiento lento del arco). En algunos de los casos, las observaciones de Yohkoh STX muestran los detalles del origen del material expulsado. Por ejemplo, del 13 de noviembre de 1994 el evento de nube tiene el aspecto de una estructura grande con aproximadamente una torcedura completa (~2π) la estructura parece estar asegurada en un extremo de una región activa resplandeciente [Hudson et al 1996]. El evento del 21 de febrero de 1992 y otros, por el contrario, parece oscurecerce solamente en el desarrollo de la arcada, incluso vistas desde perspectivas aparentemente diferentes respecto al eje del arco. Finalmente, algunos de los acontecimientos de la arcada en gran escala parecen mostrar el oscurecimiento a ámbos lados de la localización de la arcada. Estas señales de diferentes oscurecimientos dan indicio que puede haber una variedad de procesos físicos implicados. La relación entre la EMC y las FLARES tampoco parece ser tan simple como se pensó previamente; esto se observa en muchos casos en los que no hay un retardo apreciable entre el lanzamiento de la masa y la brillantez relacionada al FLARE [Hudson 1997[Ref. 12]]. Esto es consistente con discusiones respecto a esta relación por Feynman y Hundhausen [1994] y Harrison [1995[Ref. 13]]. La 38 comparación de STX y los datos de Mauna Loa aclara mejor la interpretación física de los inicios de EMC. Mediante la EMC, usualmente podemos encontrar la brillantez y la expansión de la estructura en rayos X, que es típicamente semejante a un bucle con el extremo incrustado en una región activa resplandeciente. Por otra parte, tales bucles que se amplían no son generalmente relacionadas con la EMC en el Mauna Loa, a pesar de tener velocidades, anchuras y promedio de ocurrencia similares a EMC [Klimchuk et el 1994 [Ref. 14]]. Los fenómenos observables en la corona baja, del disco solar; en principio, nos dan posibles muestras tempranas de que se ha lanzado una EMC y pudo golpear la Tierra. Podemos esperar adicionalmete que estos fenómenos pueda incluso ayudarnos a predecir las consecuencias terrestres (“clima espacial”). Desafortunadamente, en la actualidad no tenemos ninguna base teórica firme para tales predicciones, sino que podemos esperar que la comprensión empírica adicional también nos ayude a entender la base física. Gosling ha observado que los movimientos adyacentes a las regiones coronales durante la progresión hacia fuera de algunas eyecciones indican que aquellas, muchas veces, conducen ondas de presión en la corona alrededor del viento solar. Cuando la velocidad exterior es suficientemente alta, las eyecciones producen ondas de choque (figura 9) que perturban el viento solar lejos del Sol (medio interplanetario) [Gosling 1975[Ref. 15]]. De hecho, las EMC están relacionadas con otro tipo de ondas de choques interplanetarias, las cuales tienen una naturaleza distinta a los choques corrotantes o tambien conocicos como choques transitorios (figura 10.a y 10.b). 39 Figura 9 Figura 8. Esquema de una onda de choque interplanetaria acercándose a la órbita de la tierra. Figura 10.a 40 Figura 10.b Figura 10.a.- Formación de una región corrotante de interacción en el medio interplanetario (dibujo en dos dimensiones en el plano de la eclíptica). Figura 10.b.- Formación de una región corrotante de interacción en el medio interplanetario (dibujo en tres dimensiones en el plano de la eclíptica). Su nombre indica implícitamente que están relacionados a eventos transitorios en el Sol. En un principio, se pensaba que estos choques transitorios eran producidos por ráfagas solares, las cuales son explosiones muy violentas en la atmósfera del Sol que liberan una enorme cantidad de energía. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que al combinar observaciones de diferentes instrumentos (las ráfagas se detectan en observatorios solares en la Tierra y las ondas de choque interplanetario se detectan por naves espaciales en el viento solar) y comparar las observaciones de ambos eventos, las correlaciones entre choques transitorios y ráfagas solares no eran muy evidentes, y por consiguiente, los choques transitorios deberían ser producidos combinando por otro mecanismo. Posteriormente, se hicieron otros estudios observaciones de EMC con observaciones de choques interplanetarios. De este estudio, se encontró que cada vez que la nave espacial detectaba un choque transitorio en el medio interplanetario, previamente el coronógrafo había observado una EMC, por lo que se estableció que los choques transitorios están relacionados 41 con las EMC. Hay que tener presente que hay muchas más EMC, que choques transitorios, por lo que la relación no es uno a uno. A continuación se muestra un esquema de cómo piensan algunos científicos que se forman los choques transitorios (figura 11) en el medio interplanetario. Figura 11 Figura 11. Esquema de masa ejectada saliendo del Sol y una onda de choque transitoria Un evento explosivo en el Sol, que está asociado con cambios en la configuración magnética a gran escala en la corona, expulsa una nube de plasma (eyecta) al medio interplanetario, esto es una EMC. Al frente de la EMC se observa una onda de choque. Muchos científicos piensan que las EMC son en realidad manejados ("drivers") de los choques. Algo así como un avión supersónico que lleva al frente una onda de choque. Las medidas de radio de ocultación complementan las medidas de EMC en luz blanca en otros caminos que proveen importante información de la velocidad del viento solar, y el campo magnético. Particularmente, porque las fluctuaciones de densidad son mejoradas, y porque la medida de radio de ocultación es mucho más sensible que las medidas en luz blanca, aspectos tales como la compresión del 42 plasma delante de las EMC y los choques interplanetarias que no pueden aparecer en las medidas en luz blanca y son rápidamente detectados en medidas de ocultamiento de radio. 43