LA EUROPA UNIDA Y EN PAZ QUE QUEREMOS POR JAVIER SOLANA, ALTO REPRESENTANTE PARA LA POLÍTICA EXTERIOR Y DE DEFENSA COMÚN publicado en EL PERIÓDICO, el 15 marzo 2002 Mientras se preparan para acoger a los Jefes de Estado y de Gobierno de casi 30 países y a cientos de funcionarios y de periodistas, los barceloneses quizás se pregunten qué tipo de Unión Europea es ésta que les está afectando en su vida diaria. Algunos de ellos remarcarán la llegada de los líderes europeos por la fuerte presencia de fuerzas de seguridad y por la dificultad para moverse libremente por la ciudad. Sin embargo, me gustaría invitar a los ciudadanos de Barcelona a mirar más allá de las inconveniencias que la Cumbre va a causarles en su quehacer cotidiano. Barcelona contribuirá en la construcción de una Europa más próspera y unida que nunca antes, y más preparada y capaz de proyectar paz y estabilidad más allá de sus fronteras. Me parece sumamente apropiado que la primera cumbre europea después de la exitosa introducción del EURO tenga lugar en la ciudad española más cosmopolita y abierta al exterior. Esta ciudad se hace eco de muchos de los temas en los que Europa está avanzando en el frente económico, como la modernización, la creatividad, la alta tecnología y la inversión en recursos humanos. Europa quiere transformar su economía para que sus ciudadanos se preparen para prosperar en el mercado competitivo global. Ahora bien, en la persecución de este objetivo no daremos la espalda al modelo social europeo. No olvidaremos que la solidaridad entre individuos es una característica que define nuestra sociedad. La solidaridad de la que hablo se extiende también a otros países y regiones. Estamos a las puertas de un realizar un paso histórico en el proceso de la construcción europea: la unificación pacífica de nuestro continente sobre la base de unos valores compartidos y de unos ideales comunes. Todos los españoles, y especialmente los catalanes, entienden el valor simbólico y práctico de la extensión de las garantías democráticas europeas. Éstas son garantías que protegen todo lo que es común al esfuerzo europeo como la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, a la vez que permiten que nuestra diversidad florezca. España puede sentirse orgullosa de haber tenido la oportunidad de unirse al proyecto europeo hace 15 años, y de poder estar ahora preparándose para dar la bienvenida a otras naciones, que han estado separadas de la familia europea por medio siglo de dictaduras y totalitarismos. La nueva Unión ampliada será un actor importante en la escena mundial. La Unión Europea representa casi el 30% de la producción mundial. Esto nos sitúa en una posición equivalente a la de Estados Unidos o a la del resto del mundo, si se excluye a Japón. Además, nosotros somos el socio comercial más importante del mundo, con sustanciales vínculos económicos con cualquier otra región. No podemos olvidar que somos el principal donante de ayuda al desarrollo y de ayuda humanitaria, como lo demuestra el hecho de que el 58% de la ayuda al desarrollo se origina en Europa. Además, muy pronto la Unión Europea pasará a estar formada por 30 países, con una población total de 500 millones de personas, más del doble de la población de los Estados Unidos y del cuádruple de la de Japón, con ello reafirmaremos, aún más, nuestra posición en la escena internacional. La Europa que se reúne en Barcelona es una Europa con una creciente determinación a usar su tamaño y su influencia para fomentar la paz, la estabilidad y la justicia internacional. Las dimensiones de Europa y su riqueza conllevan una serie de obligaciones de actuar responsablemente, pero a la vez oportunidades para hacerlo. Una Europa más amplia y cohesionada no implica que vayamos a estar cada vez más tentados de actuar en solitario, ya que nuestro instinto nos lleva al compromiso con el multilateralismo. Una Unión fundada sobre esta base continuará promoviendo el compromiso de otros socios y otros grupos regionales, porque nosotros entendemos y valoramos el diálogo. Así, las Naciones Unidas tienen y merecen nuestro total apoyo como la única institución global, neutral y benévola capaz de provocar una gran confianza en todas las partes del mundo. Ésta es, entonces, la Europa que llega a Barcelona. Ésta es una Europa de los derechos de los individuos, pero consciente también de las obligaciones entre los individuos. Ésta es una Europa de la unidad, pero también de la diversidad. Es una Europa con la ambición, y cada vez más con los medios, de jugar un papel distintivo en la escena mundial. Bruselas, 11 de marzo de 2002 __________